HOMBRE, CONÓCETE A TI MISMO
¡Hombre conócete a ti mismo y conocerás al Universo y a los
Dioses!...
¡CONÓCETE A TI MISMO...! Pocas personas han sabido interpretar
correctamente esta Fórmula o Máxima de Tales de Mileto, inscrita en el
frontispicio del TEMPLO DE DELFOS. ¿Quién es este "sí mismo" que debemos
conocer? ¿Acaso hay aspectos de nuestro ser que desconocemos? ¿Se trata quizás
de conocer nuestro carácter, nuestras debilidades, nuestros defectos y
cualidades?... Evidentemente no. Se trata de algo mucho más importante y
profundo. El conocimiento de la personalidad y de sus tendencias es importante,
claro está, pero si conocerse fuese únicamente eso, los Sabios nunca habrían
inscrito este precepto en el frontispicio de un templo. Este conocimiento es
necesario también, desde luego, pero resulta insuficiente. Conocerse es mucho
más que eso, conocerse a sí mismo es reconocer nuestro REAL SER, aquel que
realmente somos, más allá de cualquier especulación intelectual o racional, más
allá de cualquier sospecha o suposición. Es conocer la raíz de nuestra
existencia, el propósito fundamental y nuestra herencia cósmica. Y de eso si
que sabemos bien poco, o quizás nada.
Conocerse a sí mismo es reencontrar todas las POTENCIALIDADES y
posibilidades que como Hijos de Dios hemos heredado de nuestro Creador.
Conocernos en todos los sentidos y en todas las formas, PROFUNDIZAR en la Raíz
de nuestro Ser, en el PROPÓSITO de nuestra Existencia, escarbar en las capas
más profundas e Íntimas de nosotros mismos para ver quién y qué somos
realmente. Este es nuestro primer deber como hombres y el primer paso en los
estudios esotéricos, y nadie lo puede hacer por nosotros. Por lo general,
cualquier ser humano inteligente se siente reflexivo en algún momento dado de
su vida por resolver la triple interrogación de ¿quién soy?, ¿de dónde vengo? y
¿a dónde voy?, la cual constituye el principio filosófico de la vida y la
serena afirmación de que el ser humano posee unas profundidades y un anhelo
ígneo, enraizadas en suelos de inmortalidad, que exigen ser des-cubiertas y
manifestadas.
¿Quién soy?, ¿de dónde vengo y hacia dónde voy?, ¿cuál es el
propósito de mi Existencia?, ¿qué hago aquí? Preguntas claves en la existencia
del hombre y resultado consecuente del despertar de nuestra inteligencia,
siendo un impulso natural y coherente el tratar de responderlas. Cabe entonces
preguntarse... ¿Por qué en estos momentos no soy consciente de mi verdadero
ser?, ¿por qué o cuál es la causa que me hace vivir como otro ser que en
realidad no soy? La respuesta es sencilla aunque complicada de entender. La
respuesta es que no estamos DESPIERTOS sino soñando que estamos despiertos. ¿Y
por qué no estamos despiertos realmente? Pues porque estamos sumergidos en un
profundo sueño hipnótico. La psicología moderna afirma que sólo utilizamos
alrededor de un 3% o un 7% de nuestra real capacidad cerebral. Y ¿qué hay del
otro 97% restante?, ¿dónde está y qué hace? Pues lo cierto es que está sin
control de nuestra voluntad y relegado a esa parte desconocida y profunda denominada
SUBCONSCIENTE. Vemos pues que en principio es tan solo una cuestión de
"adormecimiento interior”. Increíble potencial latente pero no manifiesto.
Todos poseemos una enorme fortuna pero que no utilizamos". Y sin embargo,
el subconsciente está ahí. Funcionando, trabajando en nuestro interior, en
nuestra vida diaria, pero siempre por debajo del umbral de nuestro pequeño
consciente, de nuestro fraccionado y limitado consciente.
El infraconsciente, el subconsciente, el consciente, el supraconsciente, todos son aspectos diferentes de una misma realidad mental, humana y espiritual. Todos ellos actúan simultáneamente en nuestras vidas, en diferentes niveles y en diferentes formas pulso natural y coherente el tratar de responderlas. Cabe entonces preguntarse... ¿Por qué en estos momentos no soy consciente de mi verdadero ser?, ¿por qué o cuál es la causa que me hace vivir como otro ser que en realidad no soy? La respuesta es sencilla aunque complicada de entender. La respuesta es que no estamos DESPIERTOS sino soñando que estamos despiertos. ¿Y por qué no estamos despiertos realmente? Pues porque estamos sumergidos en un profundo sueño hipnótico. La psicología moderna afirma que sólo utilizamos alrededor de un 3% o un 7% de nuestra real capacidad cerebral. Y ¿qué hay del otro 97% restante?, ¿dónde está y qué hace? Pues lo cierto es que está sin control de nuestra voluntad y relegado a esa parte desconocida y profunda denominada SUBCONSCIENTE. Vemos pues que en principio es tan solo una cuestión de "adormecimiento interior”. Increíble potencial latente pero no manifiesto. Todos poseemos una enorme fortuna pero que no utilizamos". Y sin embargo, el subconsciente está ahí. Funcionando, trabajando en nuestro interior, en nuestra vida diaria, pero siempre por debajo del umbral de nuestro pequeño consciente, de nuestro fraccionado y limitado consciente.
El infraconsciente, el subconsciente, el consciente, el supraconsciente, todos son aspectos diferentes de una misma realidad mental, humana y espiritual. Todos ellos actúan simultáneamente en nuestras vidas, en diferentes niveles y en diferentes formas pulso natural y coherente el tratar de responderlas. Cabe entonces preguntarse... ¿Por qué en estos momentos no soy consciente de mi verdadero ser?, ¿por qué o cuál es la causa que me hace vivir como otro ser que en realidad no soy? La respuesta es sencilla aunque complicada de entender. La respuesta es que no estamos DESPIERTOS sino soñando que estamos despiertos. ¿Y por qué no estamos despiertos realmente? Pues porque estamos sumergidos en un profundo sueño hipnótico. La psicología moderna afirma que sólo utilizamos alrededor de un 3% o un 7% de nuestra real capacidad cerebral. Y ¿qué hay del otro 97% restante?, ¿dónde está y qué hace? Pues lo cierto es que está sin control de nuestra voluntad y relegado a esa parte desconocida y profunda denominada SUBCONSCIENTE. Vemos pues que en principio es tan solo una cuestión de "adormecimiento interior”. Increíble potencial latente pero no manifiesto. Todos poseemos una enorme fortuna pero que no utilizamos". Y sin embargo, el subconsciente está ahí. Funcionando, trabajando en nuestro interior, en nuestra vida diaria, pero siempre por debajo del umbral de nuestro pequeño consciente, de nuestro fraccionado y limitado consciente.
¿Quién soy?, ¿de dónde vengo y hacia dónde voy?, ¿cuál es el propósito de mi Existencia?, ¿qué hago aquí? Preguntas claves en la existencia del hombre y resultado consecuente del despertar de nuestra inteligencia, siendo un impulso natural y coherente el tratar de responderlas. Cabe entonces preguntarse... ¿Por qué en estos momentos no soy consciente de mi verdadero ser?, ¿por qué o cuál es la causa que me hace vivir como otro ser que en realidad no soy? La respuesta es sencilla aunque complicada de entender.
ResponderEliminarDavid Rodriguez Guerra ha dejado un nuevo comentario en su entrada "HOMBRE, CONÓCETE A TI MISMO":
ResponderEliminarTenemos que despertar la Conciencia y trascender a las dimensiones superiores de nuestro Real Ser, para Unirnos al Mundo invisible de los Dioses.
Así lo veo David, y no sé por qué no se había editado el comentario. (Ana)