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domingo, 10 de agosto de 2014

OMRAAM MIKHAËL AÏVANHOV. IMPORTANTES FRAGMENTOS (V)


OMRAAM MIKHAËL AÏVANHOV. IMPORTANTES FRAGMENTOS (V)




«Aquél que ayuda a los demás de una u otra forma, encuentra que es justo recibir algo a cambio. Es justo, sí, pero el amor, el amor verdadero que impulsa a dar sin esperar nada, está por encima de la justicia. El sentimiento de lo que es justo ya habita en el hombre de forma bastante natural; incluso los malhechores pueden tener, de alguna manera, el sentido de la justicia, incluso los animales. ¡Y cuántos crímenes se cometen para restablecer, digamos, la justicia! No se puede negar que la justicia sea una virtud, pero el amor es una virtud mayor todavía. Habéis manifestado vuestra generosidad y, en nombre de la justicia, pensáis que os deben algo, al menos gratitud. Pero si os obstináis en esperar lo que puede que no llegue – hay gente que ni siquiera piensa en dar las gracias – os sentiréis decepcionados, descontentos. ¿Y por qué razón estar rumiando todos estos sentimientos negativos? ¡Por haber hecho el bien! ¿Acaso es esto inteligente?... ¿Por qué no tratáis de conservar por todos los medios, este gozo que habéis experimentado haciendo el bien?»
Omraam Mikhaël Aïvanhov

«Cada mañana, el sol se alza vivo, vibrante, para enviar al espacio tesoros de luz, de calor y de vida. Y algunos se preguntan por qué permanecen insensibles ante él, como si hubiese una pantalla entre el sol y ellos. Y, en efecto, hay una pantalla, porque nunca han pensado que antes de presentarse ante el sol, debían haberse preparado. El que lleva una vida cualquiera y alimenta cualquier pensamiento y cualquier sentimiento, no puede esperar que el sol se revele ante él. Tiene solamente la sensación de encontrarse ante una gran bola brillante, y se aburre rápidamente.

Pero, que se prepare interiormente, y cuando se acerque al sol comprenderá, no sólo que es un mundo deslumbrante poblado por las entidades más evolucionadas, sino también que puede, gracias a él, encontrar la solución a muchos de sus problemas y situaciones que hasta ahora creía inextricables. Sí, porque el sol puede hacer por nosotros algo más que darnos el calor y la luz físicos: puede abrir nuestra inteligencia y nuestro corazón.»
Omraam Mikhaël Aïvanhov

«La fuente, ¡qué símbolo tan profundo y significativo! ¿Por qué? Porque nunca cesa de brotar y de manar. Y la fuente en nosotros, que no debe dejar nunca de brotar y de manar, pura, y transparente, es el amor. A pesar de lo que nos suceda, nunca debemos dejar que nuestra fuente se seque.

¡Cuántas personas deciden cerrarse a los demás en cuanto descubren que les han engañado! ¡No hagáis nunca eso! Antes, cuando ignorabais que os engañaban, vuestra fuente manaba al menos, y erais los primeros en beneficiaros de este amor que brotaba en vosotros. No os aconsejo la ingenuidad, la ceguera, evidentemente; al contrario, tratad, en la medida que os sea posible, de ver a los seres con claridad. Pero si sucede que os engañan, decíos que ello no es tan grave. Lo que es grave es que el amor deje de habitar en vosotros. Así que, sean cuales sean las decepciones, las amarguras, las pruebas, dejad que mane vuestra fuente: ella os devolverá el gozo, la inspiración y la fuerza.»
Omraam Mikhaël Aïvanhov

«Sufrir es desagradable y es natural querer que el sufrimiento desaparezca de inmediato y de la forma que sea. Sin embargo, hay circunstancias en las que sería preferible no huir sistemáticamente del sufrimiento, sino más bien tratar de extraer fuerzas de él para una nueva vida. Porque una de las propiedades del sufrimiento es la de despertar en el ser humano cualidades que no aparecerían jamás en otras condiciones. Por eso, cuando debáis sufrir, física o moralmente, pensad que se os está dando una ocasión para poder hacer un gran trabajo sobre vosotros mismos. No estoy hablando, evidentemente, de ciertos dolores insoportables que requieren tomar medicamentos, sino de esos malestares que aparecen tan frecuentemente en la vida cotidiana. En vez de tratar de aliviarlo inmediatamente tomando pastillas u otras sustancias, es preferible aprovechar estos inconvenientes para ponerse a trabajar y reforzarse interiormente. Lo lograréis si no os quedáis concentrados en vuestro sufrimiento sino esforzándoos en armonizarlo todo con el pensamiento en vuestros cuerpos físico, astral y mental. Cuando hayáis terminado este trabajo, a menudo constataréis que vuestro sufrimiento ha desaparecido, precisamente porque gracias a este trabajo del pensamiento habréis logrado introducir la armonía en todo vuestro ser.»
Omraam Mikhaël Aïvanhov

«El único medio de atraer hacia nosotros a las entidades angélicas y de retenerlas, es creando a nuestro alrededor una atmósfera muy pura. Uno de los momentos más favorables para este trabajo es el de la salida del sol. A medida que sube en el horizonte, el sol cambia de color. Primero es rojo, después anaranjado, después amarillo y, según sea la calidad del aire, puede tomar matices de verde, de azul, de violeta; y finalmente se vuelve blanco, incandescente. Cuando se eleva en el cielo, canta de esta manera toda la gama de colores. Sí, canta, porque cada color emite un sonido. ¡Y qué sinfonía cuando llega al blanco deslumbrante! Si aprendéis a participar interiormente en la aparición de la aurora, sentiréis que en esta sinfonía, en estos destellos de luz, vuestra aura se purifica, se refuerza y vibra más intensamente; lanza señales a las entidades angélicas que sienten que son invitadas a una fiesta. Éstas responden a vuestra invitación y, como todos los invitados que van a una fiesta, os traen regalos.»
Omraam Mikhaël Aïvanhov

«¿Cómo no desear instruirse? ¡Hay en el mundo tantas cosas interesantes para ver, escuchar o leer! Pero de todas formas, más que dispersaros dejándoos llevar por la curiosidad, tratad de aceptar una disciplina para mejorar vuestra manera de vivir. Porque el verdadero saber lo atraeremos a través de nuestra forma de vivir. Si no, he ahí lo que va a pasar: acumularéis conocimientos con todos los medios que tenéis actualmente a vuestra disposición, ¡y hay tantos! Pero lo que grabéis de esta manera, no vais a conservarlo mucho tiempo. Pronto, con la edad, como les sucede a tantas personas, empezaréis a quejaros de que perdéis la memoria. Sí, todo se borra poco a poco, en primer lugar porque muchos de esos detalles almacenados a lo largo de vuestra existencia, tienen realmente poca importancia, pero también porque esta vida que lleváis no influencia favorablemente vuestra memoria.

No perdáis pues el tiempo en adquirir un saber que poco después os va a abandonar. Ocupaos más bien de vivir de acuerdo con las reglas divinas, y la verdadera memoria empezará a despertarse en vosotros: todo lo que habéis aprendido de profundo, de esencial desde hace miles de años a través de vuestras diferentes encarnaciones, remontará poco a poco a vuestra conciencia.»
Omraam Mikhaël Aïvanhov

»El río es un símbolo de la vida. La fuente del río se encuentra en la montaña. La fuente está siempre en las alturas. Un rio conecta una montaña con un mar, con un océano o un lago; dicho de otra manera, lo que está más alto con lo que está más bajo. Es un intermediario entre los mares y las montañas. Las montañas son el símbolo de la inteligencia, de la razón, de lo que está más arriba, de lo más puro. Los océanos son el símbolo de los sentimientos, del corazón, de las profundidades del subconsciente. Los ríos conectan, pues, la razón con el corazón. Pueden ser largos o cortos, anchos o estrechos, rectos o sinuosos, límpidos o turbios, todo esto no son más que detalles secundarios que aportan precisiones sobre la vida personal. Donde fluye un rio se instala una cultura, porque tos ríos aportan la vida. Donde no existe agua, tampoco existe vida. Si estudiáis la historia, constataréis que en todos los sitios donde hubo grandes ríos florecieron también grandes civilizaciones. En cambio, cuando desaparecen los ríos, desaparecen también las civilizaciones.

En nuestro cuerpo también encontramos los ríos en las arterias y las venas. Si éstas son demasiado frágiles, o están obstruidas, la sangre circula mal y el hombre pierde la vida poco a poco. Volvemos a encontrar los ríos en las líneas de la mano, con su trazado ancho o estrecho, recto o sinuoso, continuo o interrumpido, y cada una de estas particularidades corresponde a una particularidad en la vida del hombre. En un paisaje puede haber dos ríos que fluyan uno al lado del otro, y que, después, se crucen, se separen y vuelvan a juntarse más lejos... También puede haber obstáculos con los que el río se encuentre. Cuando miráis las líneas de la mano, podéis extraer de éstas muchas informaciones, si antes habéis observado los ríos, porque, si no, no comprenderéis nada de estas líneas. Muchas explicaciones que da la quiromancia o, digamos, la quirología, no corresponden a lo que nos enseña la naturaleza. Para corregirlas, hay que observar la naturaleza, porque todo lo que ocurre en la naturaleza ocurre también en nosotros. Por eso los verdaderos alquimistas han dicho siempre que hay que observar cómo trabaja la naturaleza.»
Omraam Mikhaël Aïvanhov

LAS PRUEBAS DE INICIACION DE LOS DISCIPULOS ESPIRITUALES:

"En nuestros días, las pruebas de la Iniciación ya no se desarrollan en los templos, sino en la vida. Es en la vida donde debemos pasar las pruebas de los cuatro elementos, que son las pruebas de la materia. Cuando el hombre fue expulsado del Paraíso por haber desobedecido al Señor, perdió su poder sobre la materia cuya representación simbólica son los cuatro elementos. Para recobrar este poder, debe aprender a dominar su cuerpo físico (la tierra), sus sentimientos (el agua), sus pensamientos (el aire), y su fuerza sexual (el fuego). Pero ¿acaso sirve todavía de algo hablarles a los humanos del control de la fuerza sexual? Cada vez más, en este terreno, los jóvenes y los adultos sólo piensan en despilfarrar estúpidamente esta fuerza, esta quintaesencia que es una condensación del fuego divino, y de esta manera permiten que la muerte y la enfermedad penetren insidiosamente en ellos. ¡Cuántas cosas tienen que aprender y comprender los humanos para recobrar su poder sobre la materia, sobre los cuatro elementos!"
Omraam Mikhaël Aïvanhov


«¿Cuántas personas reflexionan verdaderamente sobre lo que significa su paso por la tierra? Sí, cuántas se preguntan: «¿Qué hago aquí? ¿Por qué estoy aquí?» La mayoría se comportan como si no tuvieran nada mejor que hacer que intentar pasar el tiempo de la mejor manera posible. Muy pocos son conscientes que esas decenas de años que les han sido otorgados para vivir, deben considerarlos como un período de prácticas. Sí, un período durante el cual el Cielo les pide que aprendan y mejoren; es decir, aprender a trabajar sobre su carácter, pues es la única cosa que les quedará y que se llevarán con ellos al otro mundo. Cuando dejamos la tierra, nos vemos obligados a abandonar todas las adquisiciones materiales e incluso las intelectuales, y el que no ha hecho ningún trabajo interior se presenta miserable, pobre y desnudo ante los Espíritus celestes de arriba.

El discípulo de una Escuela iniciática sabe que debe trabajar aquellas cualidades que permanecerán en él hasta la eternidad; y cuando vuelva, en otra encarnación, el Cielo le dará mejores condiciones y medios más eficaces para continuar su trabajo.»
Omraam Mikhaël Aïvanhov

«Tenéis un ideal, lo perseguís desde hace mucho tiempo sin llegar a nada. Desanimado os ponéis a razonar: ”Soy estúpido obstinándome en perseguir quimeras. ¡Cúantos años ya he perdido siguiendo un camino espiritual, por un ideal que huye siempre delante de mi! ¡Es ridículo! Los otros a mi alrededor conocen el éxito, el triunfo, la riqueza y el bienestar. Solo yo, espero el resultado de mis esfuerzos inútiles. Yo renuncio”. Esto es exactamente lo que no hay que hacer. Esta actitud, corta la corriente e interrumpe la circulación. Esto es la sola cosa que interrumpe todo el proceso. El hombre, a pesar de sus errores, sus deficiencias, sus faltas, no debe jamás interrumpir la persecución de su ideal ni renunciar a sus esfuerzos, no debe cesar de pedir la ayuda del mundo invisible para alcanzar su meta divina.»
Omraam Michaël Aïvanhov 

"Si la mayoría de la gente no vuelve verdaderamente descansada de sus vacaciones, es porque las han pasado en la pereza o en los placeres que consumen sus energías físicas y psíquicas. Ignoran que el verdadero reposo es solamente un cambio de actividad. Y un reposo en el que el espíritu no venga a decir algo, abre la puerta a los consejos perniciosos de la naturaleza inferior. ¿Por qué no aprovechar el periodo de vacaciones para hacer una pausa, con el fin de reencontraros? Durante el año, vuestra vida se ha recargado demasiado, se ha hecho pesada y se ha oscurecido con tantas preocupaciones y actividades que se han juntado unas con otras. Tomaos pues ahora unos momentos para analizar la dirección que estáis siguiendo, las actividades en las que os habéis comprometido, y esforzaos en conservar solamente aquello que no se oponga con vuestro trabajo espiritual. Volved también sobre ciertos acontecimientos que habéis vivido en los meses precedentes, sobre ciertos encuentros que habéis tenido, y tratad de sacar conclusiones útiles para el futuro. Y puesto que tenéis más tiempo, procurad consagrar una parte del mismo a los ejercicios espirituales que no pudisteis practicar durante el resto del año. Leed libros que alimenten vuestra vida interior. Elegid algunas frases significativas y repetidlas hasta que brote de vuestra alma una chispa que encienda en todo vuestro ser un fuego de sabiduría y de amor."
Omraam Mikhaël Aïvanhov

"Siempre tenemos más oportunidades de mejorar una situación si nos concentramos más en el bien que en el mal. Tratad de aplicar esta regla en vuestras relaciones con los demás. Por ejemplo, más que criticar sus defectos, deteneos en las cosas buenas, que también tienen, para ver cómo pueden ser mejoradas todavía más. Aunque no tuviesen más que una, agarraos a ella. Dejad de lado sus defectos y en la medida que podáis, tratad de ayudarles a desarrollar sus cualidades. Esto será más provechoso para ellos y para vosotros también, porque la evolución de cada uno contribuye a la evolución de todos. Cuanto más avanzamos, más arrastramos a los demás con nosotros. Y si los defectos de ciertas personas os molestan tanto, he aquí una razón más para desarrollar la indulgencia y la paciencia mirándoles con buenos ojos.

Siempre debemos fijarnos en las cualidades de un ser diciéndonos: «Dios habita en su alma, no voy a ocuparme de los animales que merodean a su alrededor.» ¿Quién no alberga algunas fieras dentro de sí? En algunos, estas fieras están encerradas en jaulas o cloroformadas, pero están ahí.»

Omraam Mikhaël Aïvanhov

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