Mi lista de blogs y bibliotecas

martes, 26 de enero de 2016

CRISIS PERSONALES.- Manuel Luque Aranda

CRISIS PERSONALES
Manuel Luque Aranda


Los Puntos de Crisis en la Vida, (según Alice A. Bailey )
Tenemos cinco períodos de crisis en la vida del individuo... El reflejo de esta quíntuple experiencia en la vida individual se efectúa en el siguiente orden, durante la vida del aspirante común inteligente, que responde y saca provecho de la civilización y la educación de la época actual:

1. La apropiación de la envoltura física.
Tiene lugar entre los cuatro y los siete años, cuando el alma que hasta ese momento había influido, toma posesión del vehículo físico.

2. Una crisis durante la adolescencia, en la que el alma se apropia del vehículo astral. La gente no reconoce esta crisis y sólo el psicólogo común la percibe tenuemente debido a las momentáneas anormalidades que presenta, el cual no reconoce la causa sino únicamente los efectos.

3. Una crisis similar ocurre entre los veintiuno y los veinticinco años, en que el alma se apropia del vehículo mental; entonces el hombre común debería empezar a responder a las influencias Egoicas, y en el caso del hombre evolucionado frecuentemente lo hace.

4. Una crisis entre los treinta y cinco y los cuarenta y dos años, en que se establece el contacto consciente con el alma; entonces la triple personalidad comienza a responder como unidad, al impulso del alma.

5. Durante los restantes años de vida debería establecerse una acrecentada y fuerte relación entre el alma y sus vehículos, lo cual conduce a otra crisis entre los cincuenta y seis y los sesenta y tres años. De esa crisis dependerá la futura utilidad de la persona, de si el Ego continuará utilizando los vehículos hasta la vejez, o si tendrá lugar un retiro gradual de la entidad que mora internamente.

En el transcurso de las épocas, han habido muchos ciclos de crisis durante la historia de la vida de un alma, pero estas cinco crisis mayores pueden ser delineadas con claridad desde el punto de vista de la visión superior.
(Alice A. Bailey)

LA CRISIS ESPIRITUAL, ¿CUÁNDO COMIENZA?

Generalmente, la crisis comienza con una sensación de ausencia de sentido y finalidad, que la persona no puede remediar simplemente barajando los componentes externos de su vida. El anhelo es mucho más profundo, no lo puede satisfacer un aumento de salario o una promoción, ni un matrimonio o una nueva relación. Las soluciones corrientes no ofrecen ningún atractivo. Por supuesto, hay personas que nunca han encontrado sentido ni finalidad a su vida, pero probablemente estas personas esperan, equivocadamente, que la vida les deje el "sentido" en la puerta. Las quejas continuas y la falta de ambición no indican que se haya producido una crisis espiritual. Las personas que padecen una crisis
espiritual  tienen la sensación de que algo está tratando de despertar en su interior, pero  no saben verlo.

Sentir miedos nuevos y raros es el segundo síntoma de una crisis espiritual. Estos miedos no son corrientes, como lo son el miedo al abandono y a envejecer, sino
que producen la sensación de estar desconectándose de la propia identidad.

"Ya no sé muy bien quién soy ni lo que deseo de la vida" es una expresión común de la persona saturada de la energía del séptimo chakra.

El tercer síntoma es la necesidad de experimentar devoción por algo superior a uno. Los innumerables libros actuales de psicología, que explican las necesidades humanas, rara vez hablan de nuestra necesidad fundamental de devoción; sin embargo, necesitamos, biológica y enérgicamente, estar en contacto con una fuente de poder que trasciende las limitaciones y confusiones humanas.

Necesitamos comunicarnos con una fuente de milagros y esperanza. La devoción entrega una parte de nuestra conciencia a nuestro yo inconsciente eterno, el que a
su vez nos conecta directamente con una presencia divina. Incluso encuentros breves y fugaces con esa presencia y su infinito poder ayudan a nuestra conciencia a liberarse de sus miedos, y el poder humano deja de gobernar nuestra atención.

La ausencia de sentido, la pérdida de identidad y la necesidad de devoción son los tres síntomas más fuertes que indican que la persona ha entrado en la "noche oscura". Ciertamente estas características son similares a los dilemas psíquicos comunes que experimenta la gente. Sin embargo, cuando su origen es espiritual, uno no tiene motivos para culpar a otras personas de causarle la crisis. Se da cuenta de que la causa de su crisis está en su interior. La insuficiencia de los componentes externos de la vida de la persona es la consecuencia de la crisis espiritual, no la causa.

Reflexión: Cuando el espíritu se quiebra, surge un profundo conflicto en el alma y caminas más allá del temor donde la angustia, las dudas y los miedos se aferran a ti. Has de pasar por ese camino y sin resistencia reconocer tu dolor.

La paciencia y la humildad te ayudarán a irte desprendiendo de tu ego dejando que tu alma vuelva al estado puro, fluirás como el agua dirigiéndote a la Fuente Creadora, a la Fuente Divina, al Manantial del Amor de Dios y la Luz renacerá en ti.

Tu ser interior despertará transformado en la liberación de la luz, para que entres
en el mundo con una nueva visión y poder que va mas allá del tiempo y del espacio en busca de la Verdad Sagrada.( Carolina Myss )

Desconexión. La persona se desconecta básicamente de la vida, de sí misma, de los demás y del mundo. Es un movimiento hacia adentro, implosivo. Se recoge en sí y se aísla.

Pérdida del sentido de vida. No hay el para qué vivir, para qué despertar, trabajar, comunicarse, planear, etc. En esos momentos la persona ansía desaparecer, permanecer dormida, y hasta morir. Es incapaz para sufrir su experiencia con sentido, para responder a lo que le está sucediendo. No cuenta consigo misma para vivir la situación, y, algo que me parece fundamental, no siente compasión por sí misma, antes lo contrario, hay un profundo enojo hacia sí, y frecuentemente deseo de castigarse. Esta situación la deja desamparada porque nadie puede sacarla de la crisis más que ella misma, pero en ese momento no tiene motivación para ello.

La crisis como oportunidad espiritual
Estas crisis, por duras y trágicas que sean para muchos, es una oportunidad para despertar y para abrir los ojos a la realidad. Siempre las crisis, tanto a nivel personal como epocal e histórico, son momentos propicios para la reflexión y el cambio de conducta. Es necesario hoy un cambio de paradigma civilizatorio, de sistema, hay que revertir el curso de la historia, volver a las raíces de la humanidad, a las fuentes espirituales de todas las tradiciones religiosas y espirituales.

Es preciso vivir esta crisis en espíritu de penitencia y con un deseo de conversión
a los seres humanos, especialmente a los más pobres y vulnerables. Toda espiritualidad comienza por un momento ascético de conversión y de pedir perdón.

Culpa.
Viktor Frankl,  dice que la persona neurótica tiene dos problemas: “se siente mal, y
se siente mal de sentirse mal”. Frecuentemente entra en sentimientos de culpa por
no poder darle a los demás lo que quisiera. Recuerdo ocasiones como estar de viaje, en donde lo que me tocaba era estar feliz y agradecido con la vida y sin embargo me sentía miserable, enojado, culpable, y reflexionaba ¿cómo es posible que no esté contento ?, voy a echar a perder las vacaciones de mi familia, qué tipo de persona soy…? Estas culpas se producen con facilidad en la persona abatida.

Cuando alguien estima que se asemeja en mucho al tipo de persona que quiere ser, puede estar razonablemente contento. Cuanto mayor es la distancia entre lo que es y lo que considera debe ser, mayor es su sensación de fracaso.
  
Dolor de vida.
Vivir duele y esto no es una metáfora. Duele despertar, levantarse, estar consciente, vestirse, trabajar; duele hablar con los demás, sonreír como si no pasara nada. Cada esfuerzo por funcionar es enorme y muchas veces no se puede lograr. De otra parte, como es comprensible, la vida no brinda disfrute alguno, la alegría está cancelada, y muchas veces tocar por un instante el placer aumenta al instante siguiente el dolor. Es extraño, pero cuando me siento muy mal, tocar por un momento el placer y regresar al dolor, lo hace más intenso, como si el disfrute acrecentara la conciencia de lo mal que me siento.

En la crisis se pierde también la esperanza, y la existencia se ve a través de lentes oscuras: “no voy a salir nunca de este agujero”? solía decirme. Se distorsiona la
percepción de la realidad, de mi mismo, del mundo, y aflora lo más negro del pesimismo. La persona en crisis frecuentemente se juzga con severidad, está enojada consigo misma, maldice su vida “¿cómo es posible que me haga esto a mi mismo?”. El espejo en el que nos miramos nos devuelve una imagen fea, distorsionada, patética, de alguien avergonzado. Justamente de alguien sin autocompasión.

Todos los seres humanos hemos aprendido a mirarnos en el espejo que nos ponen los demás. El auto-concepto se genera, sobre todo en la infancia, en base a lo que nos reflejan nuestras figuras significativas: si papá me quiere, entonces soy bueno, si no me quiere, soy malo. La aceptación de los demás deviene en aceptación de mi mismo, y viceversa. Alguien en crisis no se está queriendo, está viendo la peor imagen de sí mismo y del mundo.

Vacío de mi es vacío espiritual.
No hay camino aparente hacia el espíritu. Como dice Thomas Moore.( El cuidado
del alma. Segunda parte) “… en ocasiones el espíritu permanece enterrado debajo
de un montón de influencias y experiencias [dolorosas]… algunos tenemos bloqueos muy comunes: un excesivo narcisismo, un sentido heredado de la culpabilidad, un talante crítico hacia nosotros, y… experiencias sentimentales negativas. En otras personas, el espíritu está sepultado debajo de unos deshechos más pesados: enfermedades graves, violencia doméstica, abusos sexuales…en todos estos casos el espíritu debe ser liberado… es muy difícil”

Contar conmigo mismo: recuperar el camino hacia mi espíritu Contar conmigo mismo es la misión de mi vida. Es arduo, de subidas y de bajadas, pero no hay nada más importante que eso. Para estar conmigo trato de hacer lo mejor que pueda a sabiendas que muchas veces no lo voy a lograr, al menos en ese momento. He aprendido el valor del esfuerzo por encima del de los logros (sin que esto signifique que éstos no son importantes). Me conmueve lo que dice Paulo Coelho sobre las imperfecciones del “Guerrero de la Luz” porque lo hacen ver como el ser humano brillante y oscuro que somos todos nosotros:

“Todo guerrero de la luz ya tuvo alguna vez miedo de entrar en combate.
Todo guerrero de la luz ya traicionó y mintió en el pasado.
Todo guerrero de la luz ya recorrió un camino que no le pertenecía.
Todo guerrero de la luz ya sufrió por cosas sin importancia.
Todo guerrero de la luz ya creyó que no era un guerrero de la luz.
Todo guerrero de la luz ya falló en sus obligaciones espirituales.
Todo guerrero de la luz ya dijo sí cuando quería decir no.
Todo guerrero de la luz ya hirió a alguien a quien amaba.

Por eso es un guerrero de la luz; porque pasó por todo eso y no perdió la esperanza de ser mejor de lo que era. .”

La dificultad de vivir la alegría.
Nos educan para ser eficientes, productivos, competitivos, lo cual está bien, porque la vida es dura. Sin embargo cuando la eficiencia y el éxito, se puede convertir en desdicha. Es difícil tocar la alegría. Ser buen proveedor, pareja comprensiva, amante efectivo, buen hijo, buen hermano y padre o madre a la medida de las necesidades de los hijos, es tarea difícil. La inseguridad es una sensación común. ¿Cuántas personas pueden trabajar en lo que les gusta? ¿qué tantos se sienten creativos en lo que hacen?. La sobre vivencia es la primera prioridad para la gran mayoría y es ahí donde se invierte el mayor tiempo y energía. No hay mucho espacio para la alegría, y sin embargo, sin ella somos presa más fácil de los cuestionamientos de la vida.

La persona capaz de inyectar alegría a su vida, de tomar las cosas con cierta ligereza, de reírse un poco de sí mismo, tiene un sustento importante para no caer en la crisis o para vivirla con más humanidad y sentido. Recuerdo el caso de un joven pintor talentoso, profundo y gran amante de la vida, al que le descubrieron un cáncer incurable de próstata. Al salir del hospital puso cara de incrédulo y le dijo a la cajera: ¡cómo, ¿me dan estas horribles noticias y además tengo que pagar…?

(Alejandro Unikel Spector )
si consiguiéramos liberarnos de toda angustia (dice May Rollo) nos encontraríamos privados de lo más positivo y estimulante para vivir y para la elemental supervivencia…. La definición de la salud mental ha de ser cambiada por el vivir sin la paralizante angustia, pero vivir con la angustia normal convertida en un estímulo de la existencia vital, es una fuente de energía.. potenciadora de vida… Propongo la idea de que la finalidad de la psicoterapia es hacer a la gente libre. Libre, todo lo posible, de fantasmas, ya sean síntomas psicosomáticos… o psicológicos… Libres de ser maníacos del trabajo para ganar más, de… repetir hábitos torturantes… de elegir compañeros de otro sexo que acarrean continua infelicidad y… tormento. Pero más que todo esto, yo creo que la función del terapeuta había de ser el ayudar a la gente a hacerse libre para tener conciencia de sus posibilidades y para ponerlas a prueba La auto trascendencia (que significa: unión y conexión espiritual y emocional con los otros, la naturaleza y el mundo. Poder identificarse con un Todo en armonía y luchar por un "mundo mejor") es (tomando la última frase de Viktor Frankl) dar amor al otro, que sale indudablemente de mi mismo. Es mi capacidad de amar consciente e intencionalmente, no por accidente. Y esto es exclusivamente humano, no producto de un mero instinto, como sucede con los animales.

Pero para que pueda amar desde mi mismo tengo que tener amor. No concibo dar
lo que no tengo; aunque es cierto que hay situaciones, como la de crisis existencial, en que no reconozco lo que existe en mí y en cambio puedo ponerlo afuera, en otros, en el mundo, en Dios.

Una de las explicaciones posibles de por qué una persona entra y se mantiene en
la crisis es el enojo y la poca confianza en ella. Esos momentos son muy dolorosos porque frecuentemente no puede hacer gran cosa porque no está a su alcance la el motor del ¡sí a la vida!. Sin embargo hay casos en que puede regalar a los demás el amor que no puede darse a sí; de hecho en esos casos la gran fuerza escondida en el dolor sale potentemente para beneficiar a otros. Este movimiento benéfico se revierte y nutre a la persona en crisis: me siento bien dedar, y entonces puedo empezar a recibir, a recibirme.
Carl Rogger aportó unos pensamientos para ayudarnos a salir:

– Me acepto como soy, para entender lo que me sucede en este momento.
– No me juzgo tan severamente para encontrar la compasión por mí mismo.
– Empatizo conmigo, para que pueda comprenderme.

Cuando te aborde la crisis en tu existencia acuérdate -aunque en ese momento no
lo sientas- que tu espíritu está ahí, esperándote con paciencia y compasión a que
lo contactes; acuérdate que nunca te abandonará, y que se desplegará delante de
ti en el momento menos esperado.

CONCLUSIÓN:
Llevamos demasiado tiempo dando vueltas, no te identificas con nada, necesitamos otra dirección dentro de nosotros, sabemos que somos pura energía, nuestro corazón emite frecuencias que se convierten en luz, expandiéndose por todo el inmenso universo, formando una unidad vibratoria, que se nos devuelve más limpia. Esa maravillosa vibración fluye por cada chacra armoniosamente cuando hay equilibrio, formando una unidad, un Ser, cuando tu lado masculino y femenino se funden su vibración , conectan con la fuente, la unidad tu verdadero Ser, el Yo Soy y esa paz que sientes rodeándote y te lleva a seguir avanzando con Luz, girando a un perfecto equilibrio, tu Ser viene a la tierra a traer esa luz convencido de que su éxito no está solo en ser, si no en vivir como lo haría Dios, Tú eliges el papel y lo disfrutas sintiendo con inmenso amor, compartiendo como una unidad, creando tu propio mundo, porque eres un ser creador a través de una maravillosa consciencia de luz, dirigida para traer ese cielo a este planeta en que cada cosa que haces con todos nuestros hermanos. Así la ascensión es un reencuentro con tu verdadero Ser, siendo en ese momento puro aliento de la fuente. Somos infinitos, inmensos, extraordinarios, así que no hay nada mal en ti y si lo hay no es tuyo, sácalo y fluye como lo que verdaderamente eres, atrayendo seres de Luz con tu misma vibración, para crear nuevos mundos.

¿De verdad piensas que hay algo que no puedas hacer?

Manuel Luque Aranda

EL GRAN FESTIVAL DE WESAK (A.C.V.)

Última entrada

LA INICIACION Y LOS RAYOS

LA INICIACION Y LOS RAYOS   1. Después de la tercera iniciación, [el hombre] localiza (si corresponde esta palabra tan inadecuada) su alma e...