Mi lista de blogs y bibliotecas

sábado, 25 de abril de 2015

LAS LEYES DIVINAS.- Por Ana Castro Valle

LAS LEYES DIVINAS
Por Ana Castro Valle




Las leyes que determinan la actividad de la Naturaleza y rigen los movimientos de la materia, unas veces destruyendo, otras organizando, y que producen las más variadas formaciones orgánicas e inorgánicas, son eternas e inmutables. Esto forma parte de la “Sabiduría Perenne”

La comprensión de la sabiduría perenne significa superar nuestras  limitaciones  basadas,  tanto  en el desconocimiento de las leyes que rigen el cosmos como en el desconocimiento de nuestro propio ser, el microcosmos. La principal ley que necesitamos interiorizar aquí en este plano material en que habitamos es la ley general de la evolución. No sólo porque ella es la explicación fundamental del universo y de nuestro devenir sino porque nos entrega las líneas centrales del mapa de la existencia.

La existencia así como la vida y la creación no podrían tener cabida sin un orden. El equilibrio es necesario y para eso es imprescindible una intencionalidad.

¿Quién determina las leyes naturales?
La ignorancia tiene un precio, siempre doloroso.
La ley divina es la propia ley natural por la que se rige el universo.

Si somos verdaderos discípulos llegaremos a comprender estas leyes. Si no fuera así nuestro desarrollo estaría pendiente de producirse, ya que estas leyes solo nos representarían palabras y más palabras. Por estas leyes se rige el Universo y quien se rige por ellas lo consigue todo.

No hablamos de conocer las leyes por el simple hecho de conocerlas, sino del conocimiento que necesitamos adquirir, entender y comprender, haciéndolo nuestro,  para poder vivir coherentemente de acuerdo con estas leyes.

Podemos  pensar  que  sí,  que  nos  regimos  por  leyes divinas, que las conocemos y que ya estamos preparados, que no necesitamos ni leer, ni estudiar, ni discernir, ni discriminar, ni servir. O sea que ignorantemente nos sentimos felices pensando que lo sabemos todo y, seguramente, nos puede faltar mucho para salir de tanto espejismo como nos rodea, y uno de ellos podría ser nuestras  propias  creencias,  y  dejaremos  de  tener creencias cuando lleguemos al SER, a nuestra esencia, y eso no se consigue por arte de magia, hay que ejercitar la voluntad y el amor.

Estas leyes esconden el secreto y la esencia de la vida y encierran  un  programa  a  desarrollar:  el  progreso  del espíritu que trata de manifestarse. Nuestra misión, a través de las vidas, es desarrollar el espíritu en su plenitud, única manera de conformar la UNIDAD en su perfección y de que se establezca el Plan de Dios en la tierra.

Siempre ha habido seres más avanzados que han sabido lo relacionado con estas leyes o principios, pero ya no son necesarias aquellas organizaciones secretas poseedoras de estos conocimientos. Todavía puede haber quien se otorga esa categoría de poseedor de la verdad, y autoridad, que los demás tienen que seguir porque tal o cual entidad es quien tiene la verdad y nos va a salvar. Sin embargo, la humanidad, cada día más, está desarrollando su mente y va adquiriendo  la  capacidad  necesaria  para  saber  los pasos que tiene que dar para tener acceso a estos principios, entenderlos, comprenderlos y vivir conforme a ellos. Para ello es absolutamente indispensable nuestro trabajo para, por nosotros mismos, llegar a la raíz, a la causa de todas las cosas, sin necesidad de que nadie nos equivoque, incluso con la mejor de las intenciones. Es nuestro deber y obligación explotar nuestros talentos, para que cuando creamos, que sea con absoluto convencimiento, y la creencia será sustituida por el SER.

Cuando se reconozca que el hombre común sólo ha sido hasta ahora plenamente consciente en el plano físico, semiconsciente en el emocional y que ahora comienza a desarrollar la conciencia en el plano mental, se evidenciaráque su comprensión de las informaciones cósmicas sólo puede ser rudimentaria.

Este tema podríamos tratarlo desde diferentes ángulos.

Una versión nos habla de una inteligibilidad racional en el cosmos. Puede encontrarse en las leyes de la física, que son las reglas fundamentales por las que se rige la naturaleza.  Y  aquí  nos  podríamos  hacer  una  pregunta:

¿Cuál puede ser la raíz de estas leyes?, que son, que están y que simplemente se nos presentan como una realidad que es, y que como tal hay que aceptarla.

Los físicos se han dedicado a describir fenómenos sin importarles  su  origen.  Se  daba  por  supuesto  que  esas leyes matemáticas inmutables, absolutas y universales existen, sin dar mayor importancia a su raíz, simplemente son, y las razones, aparentemente, no parece que haya que prestarles ninguna atención, porque los hechos son.

Parece ser que en este siglo XXI, el debate entre círculos científicos y espiritualistas pudiera hacerse posible y las posturas son más cercanas, más beligerantes y desapasionadas.  Posiblemente  sea  algo  importantísimo que estemos poniendo en práctica: el desarrollo de la mente, que nos permite dialogar.

Hay un principio fundamental: “Como Es Arriba, es Abajo”. Una ley oculta y clave para la comprensión esotérica del Universo, es la llamada Ley de las Correspondencias o de las Analogías, configurada en el principio “Como es arriba, es abajo”, al que hemos hecho referencia. Esto significa que  el  Microcosmos,  el  Ser  Humano,  es  una  réplica perfecta y completa en la cual se refleja el Macrocosmos. O lo  que  es  lo  mismo,  el  Ser  Humano,  reproduce íntegramente la naturaleza, la constitución y las leyes fundamentales que rigen el Macrocosmos. “En nosotros está la fórmula exacta y sintética del Universo”.  He aquí la justificación de “hombre conócete a ti mismo y conocerás el Universo”

Así también se puede entender el significado profundo de esta frase “Dios creo al Hombre a Su imagen y semejanza”. Es una imagen y semejanza en su sentido más auténtico y profundo. Desde esta luz se pueden comprender las palabras del salmo repetidas en el evangelio de S. Juan: “Sois todos dioses e hijos del Altísimo”. Seguimos hablando de analogías.

¿Cómo llegaremos a conocernos a nosotros mismos; podremos echarnos a dormir, pensar que ya lo sabemos todo, que todo es bien fácil, que solamente tenemos que amar….?   Más bien se tendría que decir que no, y seguramente las palabras de Cristo de “poner la otra mejilla”, podrían referirse a hacer el camino, cayéndonos y levantándonos una y otra vez hasta aprender cada mensaje de la vida. Seguramente que así llegaremos a conocernos a nosotros, las leyes y el Universo. Por otra parte ¿acaso sabemos  lo  que  es  amar,  y  acaso  amamos;  estamos explotando todos nuestros talentos para conocer, entender y comprender, y poder actuar en consecuencia, o nos conformamos con lo que nos cuentan?

Toda la sabiduría formará parte de nuestro haber en la medida que hollemos el sendero de retorno a la casa del Padre; el premio del “ciento por uno” es una realidad, pero no nos tocará en una tómbola, todo hay que ganarlo.

Dice El Kybalion:

-   «Los   labios   de   la   sabiduría   permanecen   cerrados, excepto para el oído capaz de comprender.»
-  «Donde quiera que estén las huellas del Maestro, allí los oídos del que está pronto para recibir sus enseñanzas se abren de par en par.»
-  «Cuando el oído es capaz de oír, entonces vienen los labios que han de llenarlos con sabiduría.»

Es bien claro que nunca se nos ha dejado solos, pero para que llegue a nosotros la sabiduría tenemos que ejercitar el oído para que sea capaz de comprender. Donde hay un Maestro los oídos del que está preparado se abren de par en par. Cuando al oído lo hemos hecho capaz de oír, la sabiduría viene a llenarlo. Para llegar a la sabiduría y a la comprensión de todas las leyes, necesariamente, tenemos que tener voluntad y superar las pruebas del camino, e intencionadamente, purificarnos y redimirnos, o lo que es lo mismo, eliminar las viejas estructuras para regirnos por las nuevas, lo cual supone, y no está mal repetirlo una vez más, estudio, análisis, discernimiento, discriminación y servicio. No podemos cambiar estructuras sin este trabajo y no podremos realizar mejores trabajos sin mejores estructuras.

LA LEY

¿Qué es la Ley divina? Es la determinación tanto en las cosas más   insignificantes como en las más importantes, de la voluntad y el propósito divinos. Está más allá del conocimiento  del  hombre,  y  algún  día  la  masa comprenderá que todas las leyes de la naturaleza tienen su contraparte espiritual y que funcionan universalmente, sin elegidos, todos somos iguales y por lo tanto no hay excepciones.

El sabio rige en lo inferior y sirve en lo superior.  Obedece a las leyes que están por encima de él, y en las que están por debajo de él ordena.  De esta manera el hombre forma parte del principio en vez de oponerse al mismo. El sabio se sumerge en la Ley y colabora sin ser un esclavo.

Todo está en el TODO, y el TODO está en todas las cosas. El que esto comprende, ha adquirido gran conocimiento. Esto queda resumido en siete principios:

1. Principio  del   Mentalismo: Todo  es  Mente,  el universo es Mental. Base del principio creador.
2. Principio de Correspondencia: Como es arriba es abajo. Ley de las analogías.
3. Principio de Vibración: Todo está en movimiento, todo vibra. Nada  es  estático.
4. Principio de Polaridad: Todo es dual. El equilibrio de los pares de opuestos será nuestro gran trabajo en el camino espiritual.
5. Principio de Ritmo: Todo es cíclico, fluye y refluye, siempre está  elavance yel retroceso.
6. Principio de Causa y Efecto:   Ley   del karma. Todoefecto tiene una causa y toda causa produce un efecto. Nada es casualidad y todos los acontecimientos de la vida tienen su base en esta Ley.
7. Principio de Generación: Es el principio de la creación en cualquier plano.

La violación de la ley, de forma consciente o inconsciente, tiene sus consecuencias.

El cuerpo humano no escapa a esas leyes naturales inmutables. Toda   enfermedad   es   el   resultado   de   la violación de estas leyes naturales. Las personas se enferman porque en esta vida o en anteriores han descuidado los principios fundamentales que nos rigen.

Algunas personas exigen salud perfecta, bienestar de todo tipo y creen tener derecho a ello, olvidándonos de que todos los efectos tienen sus causas. Todo está regulado por la ley Divina y aprendemos con el cumplimiento de la ley.


LIBRE ALBEDRIO

Podría decirse que dentro de los límites de la sabia orientación del hombre inteligente, existe el libre albedrío, en lo que concierne a la actividad del reino humano. Allí donde no existe actividad mental ni facultad para discriminar, analizar y elegir, no hay libre albedrío, porque se  está  imponiendo  la  ley  del  karma  y  ante  esto  no tenemos escapatoria, nuestro libre albedrío no existe en este caso. La opción que nos da el libre albedrío desaparece,  cuando  al  quebrantar  cualquier  ley provocamos que funcione la ley de Causa y Efecto, en lo cual también hemos decidido nosotros, consciente o inconscientemente.

La gran diferencia que existe entre el reino humano en los tres mundos y los otros reinos de la naturaleza, es el libre albedrío. En la cuestión muerte, el libre albedrío tiene, en último análisis, una definida relación con el alma; lavoluntad del alma se cumple consciente o inconscientemente, en lo que a su decisión de la muerte concierne, y esta idea contiene en sí muchas implicaciones sobre las cuales se haría muy bien en reflexionar.

Es  imposible  predecir  lo  que  hará  el  género  humano, debido al factor del libre albedrío. Tan es así, que el cumplimiento del Plan de Dios en la tierra no se hará presente sin la libre colaboración del ser humano.El ser humano disfruta de soberanía personal que implica el poder y la autoridad intrínsecos del individuo para determinar su propia dirección y destino, o lo que es lo mismo: LIBRE ALBEDRÍO.

Mucho se podría decir del uso del libre albedrío, porque lleva implícito el derecho a la libertad que todos tenemos, y que en el camino espiritual encierra tanta responsabilidad. El respeto a la libertad del otro no implica que yo deje de respetar la mía propia, y en esto, como en todo, hay que ser muy firmes.

Los siguientes puntos resultarán difíciles de captar, pero son de suma importancia:
Los hombres deciden por sí mismos la acción directa, hacen su propia elección y ejercen sin impedimento el libre albedrío que pueden poseer en un momento dado.

El Cristo y la Jerarquía espiritual nunca han infringido el derecho divino de los hombres a tomar sus propias decisiones, ejercer su libre albedrío y alcanzar la libertad, luchando por ella en forma individual, nacional o inter- nacional. Cuando la verdadera libertad reine en la tierra veremos el fin de las tiranías: política, religiosa y económica. No nos referimos a la democracia moderna como una condición que satisface la necesidad, porque la democracia es en la actualidad una filosofía anhelante y un ideal no logrado. Se habla del período que ciertamente vendrá,   en  que  gobernarán  personas  iluminadas,  las cuales no tolerarán el autoritarismo de la iglesia ni el totalitarismo  de  ningún  sistema  político;  tampoco aceptarán o permitirán que ningún grupo ni “ser” alguno les diga lo que deben creer para ser salvados, ni cuál es el gobierno que deben aceptar. Cuando la verdad sea dicha a los pueblos y éstos puedan juzgar y decidir libremente, por sí mismos, veremos un mundo mejor.

La Jerarquía, debido al divino principio del libre albedrío en la humanidad, no puede predecir cómo actuarán los hombres en momentos de crisis, ni puede obligar a seguir la buena senda de la vida contra el deseo del ser humano, porque las buenas acciones deben llegar desde lo más profundo  del  pensamiento  y  sentimientos  humanos  y surgir como un esfuerzo libre y no dirigido; la Jerarquía no puede dar los pasos que impidan a los hombres cometer errores, pues los hombres por los errores cometidos se dan cuenta "a través del mal, que es mejor el bien".

¿Cómo a veces los seres humanos nos podemos dejar influir y dirigir perdiendo nuestra propia libertad. Puede venir alguien a decirnos que no hagamos ningún esfuerzo porque todos vamos a ser salvados, o por el contrario, que tampoco hagamos nada porque no hay salvación posible? En estos supuestos se estarían violando las leyes que son inmutables y entraría en funcionamiento la ley del karma.

Vamos a hacer un breve enunciado de

EL ALMA Y SUS LEYES

El alma es el principio sensible que subsiste en toda manifestación externa, compenetra todas las formas y constituye la conciencia de Dios Mismo.

Cuando la humanidad esté segura de su divinidad e inmortalidad y haya adquirido conocimiento sobre la naturaleza del alma y el reino en el cual funciona el alma, su actitud hacia la vida y los asuntos cotidianos sufrirán tal transformación que veremos surgir en verdad un nuevo cielo y una nueva tierra. He aquí unos enunciados de estas leyes que nos puede dar mucho para estudiar:

Ley del Sacrificio.  Significa el impulso de dar. El secreto de  la  doctrina  del  “perdón  de  los  pecados  y  de  la expiación” está oculto en esta frase. El sacrificio de los ángeles solares trajo a la existencia el cuarto reino de la naturaleza. Nosotros elegimos morir y este sacrificio permitió que evolucionara la conciencia que mora  internamente  en  la  Deidad.    Al  abrirse  camino  a través de los reinos subhumanos de la naturaleza, esta conciencia necesitó de la actividad de los ángeles solares para poder seguir progresando. Aquí reside:

Nuestro  servicio  a  Dios  por  medio  del  sacrificio  y  la muerte. ¿Sabemos de qué hablamos al decir esto?

Nuestro servicio a otras almas por medio del propósito deliberado de autosacrificio.

Nuestro servicio a otras formas de vida en otros reinos.

Le ley del Sacrificio (sagrado oficio) significa también salvar y subyace en todo el proceso evolutivo, por medio del cual nos perfeccionamos.

Cristo fue crucificado sobre la cruz de la materia, para presentar al hombre el simbolismo de la muerte y del sacrificio,  o  como  lo  hizo  el  Buda,  para  demostrar  al hombre  el  sacrificio y la muerte del  deseo personal.  El tema sigue siendo el mismo, la muerte de lo inferior para liberar lo superior. Pero la gran enseñanza que el hombre está aprendiendo es que, muerte, dolores y tristezas, pérdidas y desgracias, alegrías y aflicciones, tal y como lo comprende   la   conciencia   humana,   existen   porque   el hombre todavía se identifica con la vida de la forma y no con la vida y la conciencia del alma. “Mi reino no es de este mundo”. He aquí el conflicto que tenemos que vivir: “ir por el camino de los hombres conociendo los caminos de Dios”.

Ley del Impulso Magnético.- Rige la relación, interacción, intercambio  e  interpenetración  de  los  siete  grupos  de almas, correspondientes a los siete rayos. Sólo diremos en este sentido que a través de las vidas estaremos identificados con un rayo determinado, hasta que llegue el momento en que los contengamos todos.  Esta Ley rige también la relación entre almas que, al manifestarse por medio de la forma, entran en mutua armonía. En consecuencia esta ley rige la relación entre todas las almas y por la correcta comprensión de esta ley el hombre llega a conocer su vida subjetiva, la realidad más profunda de la vida. Esta ley concierne a las actividades esotéricas internas que no se relacionan primordialmente con la vida de la forma. La Ley del Impulso Magnético es en el reino del alma, lo que la Ley de Atracción en el mundo de los fenómenos. Mucho tendríamos que estudiar para el conocimiento de esta Ley.

La Ley del Servicio.- Es la Ley que rige toda la actividad del alma. El resultado del contacto efectuado en la meditación y la medida de su realización, estará determinando el consiguiente servicio que se preste a la raza. Si hay correcta comprensión, necesariamente habrá correcta acción, o lo que es lo mismo, correcto servicio. De aquí la importancia de la Meditación, la ciencia del Antahkarana y la ciencia del Servicio. Esta Ley no puede ser evadida sin las consecuencias pertinentes. Hay que recordar aquí la necesidad de una personalidad bien alineada e integrada, igual a decir: trabajo,  mucho trabajo.

La Ley de Repulsión.- He aquí una ley muy interesante para el gobierno del alma, que rige al peregrino en su agotador y largo camino de regreso al centro. Esta ley se expresa por medio de la mente y por lo tanto únicamente se manifiesta en el sendero del discipulado. Tiene un efecto discriminador, sin embargo es un aspecto de la Ley del Amor, del aspecto Crístico y concierne a esa actitud del alma cuya naturaleza es amor. Actúa a través del amor pero  al  mismo  tiempo  rechaza  y  discrimina.  Esta  ley plasma primordialmente el propósito divino dictándole al aspirante los impulsos superiores y decisiones espirituales que marcan su progreso en el Sendero. Demuestra la cualidad  de  primer  rayo.  La  atracción  y  repulsión funcionan al unísono, haciendo desaparecer el caos para que brille la luz. ¿Sabemos dónde estamos, qué tenemos que hacer? El funcionamiento de esta ley es decisivo para eliminar las sombras y tomar la dirección de la luz.

La Ley del Progreso Grupal.- Esta Ley comienza a captarse en la conciencia personal cuando se han hecho ciertas realizaciones definidas y se descubre que determinados ideales son realidades. Al hablar de estas realizaciones podríamos estar hablando del sendero de probación, cuya superación puede dar lugar a la manifestación de verdades cósmicas profundamente esotéricas. Los actos más comunes  de  la  vida  del  autosacrificio  instintivo  diario, rozan  los  bordes  de  las  verdades  mundiales  más profundas. Es por ello que es tan importante el autoconocimiento para conocer el universo. Aquí es fundamental   la   discriminación; no lo llamado malo o bueno, sino los pares de opuestos más sutiles, el buen o el mal empleo del silencio, la correcta o la errónea palabra, la correcta comprensión y la correcta indiferencia y sus opuestos.  El  hombre  que  reacciona  a  estas  leyes superiores descubre que la discriminación a utilizar debe ser cada vez más sutil, algo difícil de hacer y también de expresar con palabras que en esoterismo difícilmente alcanzan a la expresión correcta. En la medida que este crecimiento se vaya dando y como consecuencia se produzcan las consiguientes expansiones de conciencia, podremos   llegar  a   la   conciencia   Grupal.   La   Ley   de Progreso Grupal vendrá y será presentada por los discípulos mundiales, siendo su eficacia cada vez más poderosa, aunque pasará mucho tiempo antes de que la humanidad la comprenda. El grupo se mantendrá unido por una estructura interna de pensamiento y una relación telepática. Si el alineamiento e integración de la conciencia individual suponen un gran esfuerzo, mucho más lo será el de la conciencia grupal.

La Ley para ampliar la Respuesta.- La sexta y séptima ley las analizaremos brevemente y en conjunto. Los efectos o las consecuencias de los impulsos que están tras ellas, producen el desarrollo del propósito del Altísimo y pueden ser reconocidos en el plano fenoménico, pero únicamente serán percibidos tenuemente por los aspirantes mundiales más avanzados. Estas leyes no son susceptibles de ser interpretadas y no podemos hablar de esta Ley sin haber llegado a la iluminación. Es necesaria la iluminación antes de llegar a la idea que está tras estas manifestaciones del propósito porque sólo los iniciados      que están preparándose para ello, podrán comenzar a comprenderlas.

La Ley de los Cuatro Inferiores.-  “Partieron cuatro hijos de Dios. Pero sólo uno regresó. Cuatro salvadores se fusionaron en dos, luego ambos se convirtieron en el Uno”

Estas palabras simbólicas poco pueden significar para muchas  mentes.  Por  lo  tanto  de  nada  servirá considerarlas;  aún  no  es  el  momento.  Fueron  dadas porque contienen un poder magnético que ayudará a estimular la compresión. No olvidemos el gran poder del sonido y de la palabra.

La raza se encamina por un sendero que la conducirá a la luz y a la paz. “La paz que trasciende a toda comprensión” porque es una paz independiente de las condiciones externas y nada tiene que ver con lo que la humanidad entiende como paz. La raza tendrá la paz de la serenidad y de la alegría. Alegría y serenidad que no son una condición astral, sino una condición del alma, como resultado de haber conseguido un alineamiento definitivo. Estas dos circunstancias, serenidad y alegría indican que el alma, el Uno, controla o domina a la personalidad, a las circunstancias y a todas las condiciones ambientales de la vida.

Mucho más se podría decir de todas la leyes enunciadas, pero no es posible por el tiempo y porque, sin lugar a dudas, a la que suscribe le falta mucho por adquirir. Sí que podríamos   hacernos   algunas   preguntas   para   que   en nuestra mente empiecen a circular y a conseguir respuestas:

¿Qué soy?   ¿Para qué estamos aquí? ¿Creemos en un Dios  justo  que  nos  rige  por  unas  leyes  justas?  ¿Me conozco a mí mismo, en mi cuerpo físico, en mi cuerpo de emociones, en mi cuerpo mental? ¿Conozco a mi alma?¿Qué tengo que hacer para conocer mi alma?

¿Qué trabajo tengo que hacer con mi personalidad para servir al Plan de Dios? Si todas mis realidades son consecuencia  del  cumplimiento  de  la  Ley,  ¿hasta  qué punto puedo construir formas mentales para anular esas realidades?  ¿Cuándo está el ser humano preparado para construir formas mentales, o lo que es lo mismo, para co-crear? Podríamos seguir con muchas más preguntas  y, si queremos, ahora mismo podemos continuar.


Ana Castro


Jiddu Krishnamurti - A los pies del maestro - audiolibro

Última entrada

LA INICIACION Y LOS RAYOS

LA INICIACION Y LOS RAYOS   1. Después de la tercera iniciación, [el hombre] localiza (si corresponde esta palabra tan inadecuada) su alma e...