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lunes, 1 de enero de 2018

LA SABIDURÍA ETERNA. TEMA VII: “LAS CUALIDADES”

LA SABIDURÍA ETERNA.  TEMA VII: “LAS CUALIDADES”



Somos un grupo de estudiantes anónimos que deseamos trabajar con la mejor voluntad y humildad, apoyándonos en las enseñanzas de la Sabiduría Eterna, sin intentar imponer a nadie nuestros criterios ni conclusiones, a éstos debemos llegar cada uno de nosotros a través de nuestro esfuerzo y trabajo y cada vez que nos equivoquemos querrá decir que no tenemos la lección aprendida y debemos repetirla. 
Ponemos a disposición de otros estudiantes tanto individuales  como a grupos, estos estudios por si les pueden servir de base para seguir profundizando y llegar a sus propias conclusiones, puesto que en espiritualidad no hay dogmas.



INDICE:
0.         INTRODUCCION
1.         ¿Qué SON LAS CUALIDADES?
2.         LAS CUALIDADES SON ¿UN FIN O UN MEDIO?
3.         COMO EDUCIR CUALIDADES.
4.         LAS CUALIDADES Y LOS RAYOS.
5.         LAS CUALIDADES Y LA TRIADA SUPERIOR.
6.         UTILIDAD DE LAS CUALIDADES



INTRODUCCION.  
El desarrollo interno del ser humano consiste básicamente en su mejoramiento espiritual como entidad individual, para que a través de sucesivas expansiones de conciencia llegue a unificarse con el Uno de forma consciente.
El mejoramiento espiritual o interno, conlleva además del desarrollo de sucesivas ampliaciones de conciencia, el uso de cuerpos cada vez más sutiles y vibrantes, más apropiados a las nuevas condiciones internas, donde lo interno debe ser la expresión de lo externo, lo que significa que de alguna forma, nuestro aspecto externo debería reflejar, hasta cierto punto, nuestra situación interna, nuestro grado evolutivo.
En Ocultismo se dice que el desarrollo evolutivo del ser humano consiste en la “creación del carácter”, una peculiaridad interna del individuo, que se forma de manera lenta y progresiva en el curso de innúmeras encarnaciones, a través de la acción de la Ley del Karma que corrige los muchos errores cometidos.
Por la “creación del carácter” se puede entender la suma de aspectos que favorecen el progreso o desarrollo espiritual del ser humano. Es a esto y no a otra cosa a lo que se hace alusión a la de “creación del carácter”. Esto, es un aspecto muy importante del desarrollo integral del ser humano, porque implica que se han de adquirir indefectiblemente, Cualidades.
El término “CUALIDADES”, sin tener para nada en cuenta que puedan ser denominadas de alguna otra forma, hacemos referencia a los aspectos positivos o virtudes, y a sus contrapartes, como vicios o defectos que todos hemos ido acumulando en el curso de nuestras muchas vidas debidos casi siempre al egoísmo y a la ignorancia, y pocas veces a través del desinterés y altruismo.
Como ya sabemos, en el Universo todo es cíclico, y así, aspectos más o menos negativos imperantes en la humanidad, de alguna manera se vuelven a presentar en tiempos posteriores para que sirvan en gran medida de enseñanza al género humano como un todo, por lo que la  postura a adoptar ante la situación mundial actual, ha de ser de comprensión positiva, por mucho que a veces nos duelan ciertas situaciones.
Esta es la época del inicio del Poder Mental, pero desafortunadamente lo practicamos en su aspecto Concreto, algo totalmente lógico, pues hemos de continuar avanzando hasta poder emplear el aspecto Abstracto e Intuitivo de la Mente.
Quienes, aunque sea muy lejanamente, tratan de vislumbrar lo que es o puede representar el Plan de la Evolución y se esfuerzan por espiritualizar sus existencias, han de ser conscientes de que no se debe caer en el orgullo intelectual, que poco bien nos hace, y por el contrario tanto perjudica.
La humanidad abandonará esta u otras situaciones mundiales similares que puedan presentarse en el futuro cuando se espiritualice, pero para ello ha de hacer todo lo necesario para Educir Cualidades de forma consciente, y lo hará tan pronto como el orgullo intelectual quede de lado, y la Sabiduría y el Altruismo ocupen su lugar.
Todos los seres humanos orientados hacia la Buena Voluntad, tenemos la posibilidad y el deber de saber que conscientemente podemos avanzar en la evolución adelantando el Camino simplemente poniendo en práctica las Cualidades que hemos oído o estudiado, y siguiendo el ejemplo que nos mostraron Aquellos quienes fueron los Iniciadores, Precursores e Inspiradores de la Humanidad y de todas las principales Religiones y Filosofías del mundo.
En uno de los muchos comentarios que el Maestro Tibetano hace sobre las Cualidades, dice lo siguiente:
“El desarrollo de la Intuición trae aparejadas Tres Cualidades:
ILUMINACION. Por iluminación no me refiero a la luz de la cabeza. Ella es incidental y fenoménica, muchas personas verdaderamente intuitivas desconocen por completo esta luz. La luz a que me refiero es la que ilumina el Camino, “la luz del intelecto” que significa realmente lo que ilumina la mente y puede reflejarse en el mecanismo mental cuando ella se mantiene “firme en la luz”……
COMPRENSION. Tener verdadera comprensión implica poseer una acrecentada capacidad de amar a todos los seres y no obstante al mismo tiempo, mantener un desapego personal, que puede basarse fácilmente en la incapacidad de amar o en la preocupación egoísta por la propia comodidad física, mental o espiritual y sobre todo emocional……
AMOR. Como ya se ha dicho, no es un sentimiento afectivo ni tampoco el de poseer una disposición amorosa, ambos aspectos son incidentales y correlativos. Cuando se desarrolla la Intuición, tanto el afecto como la exteriorización del espíritu amoroso se expresarán en su forma más pura, pero aquello que produce esto es algo mucho más profundo y abarcante”……
Las Cualidades son un camino a desarrollar por parte de cada uno de los buscadores espirituales, son el mecanismo que nos permitirá llevar a la práctica toda la riqueza de la enseñanza y de la asimilación de la verdad profunda. Es una formación continua en el que cada eslabón conecta con nuestra verdadera esencia, siendo por tanto un camino muy efectivo para el trabajo aquí en la tierra.
Las Cualidades y Virtudes, como la ‘contraparte de los vicios y defectos adquiridos’, es una realidad que muchas veces nos encontramos en el camino cuando estamos abrumados por toda esa estructura mental creada e incorporada durante tanto tiempo, y en esa línea se nos presenta como un gran obstáculo a superar, así el desarrollo consciente de las Cualidades nos servirán de sostén fundamental o una vía de apoyo para vivenciar nuestro camino en el sendero y deshacernos de tanta opresión.
Las contrapartes de los vicios como el odio o el rencor, es el amor y la compasión, Cualidades, y uno de los Pares de Opuestos que debemos reconocer y trabajar para transmutar nuestra Naturaleza Personal e Interna a la que nos comprometimos en su día al decidirnos libremente a hollar el Sendero de Retorno.
Es de mucho interés, para todos en general, el tema de las Cualidades o características que debe reunir el peregrino espiritual, y sería bueno recordar que cuando se entra en este camino lo lógico es que se llegue con las virtudes ya incorporadas a nuestra vida, si no en plenitud al menos bastante desarrolladas.
Cuando hablamos de espiritualidad, debemos tener en cuenta que el espíritu es la raíz de todo y de ahí nacen todas las religiones, por lo que en principio todas son buenas, aunque se adulteran en cuanto el hombre interviene con sus normas dogmáticas e interfiere en el libre albedrío que todos tenemos.
Solo se puede avanzar en el camino espiritual en libertad, lo cual da lugar a que nos equivoquemos consciente o inconscientemente, pero estos pasos erróneos son los que nos sirven para darnos cuenta de que lo podríamos haber hecho mejor, y así, también libremente corregirnos.
Nos equivocamos nosotros solos, y nos desarrollamos nosotros solos, con nuestro propio trabajo y esfuerzo, y es que de esta manera estamos modelando y desarrollando nuestra divinidad. No llegamos ni a la ILUMINACIÓN, ni a la COMPRENSIÓN, ni al AMOR, sin ser nosotros mismos los constructores, y así seremos en verdad "a Imagen y Semejanza de Dios" con todas sus Cualidades.


1.                  ¿Qué SON LAS CUALIDADES?

Para el hombre común que solicita libremente hollar el Sendero, se le sugiere someterse a una serie de disciplinas tanto internas como externas, necesarias para recorrer con éxito este difícil camino de complicadas y a veces casi insuperables pruebas a las que tendrá que verse sometido en todo su recorrido, para poder liberarse de la continua rueda de renacimientos, y llegar victorioso al final de esta senda, convertido en un Ser de Luz, en un Maestro de Compasión y de Sabiduría.

Dentro de las disciplinas a las que debe someterse, figura en primer lugar la de Conocerse a Sí mismo, la de reconocer tanto lo bueno y positivo que hay en él, como también lo malo y lo negativo que encierran los más profundos repliegues de su ser. Tiene que averiguar y aprender a utilizar sus Cualidades, tanto de las innatas, las que ya ha desarrollado y potenciado con anterioridad, como las que aún pueden faltarle por cultivar y ejercitar, para de esta forma, poder aplicarlas de forma correcta, en el desarrollo, y aplicación de las Virtudes Espirituales que van a ir surgiendo en el devenir de su existencia en el Plano Físico.

Durante el ejercicio de todo este proceso de aprendizaje y de entrenamiento, el ser humano, debe ir modelando y creando un fuerte y firme “carácter interno”, imprescindible para poder salir airoso de todas las pruebas a las que tendrá que verse sometido en el transcurso de sus todavía futuras existencias, donde se encontrará con victorias y derrotas, y con todo tipo de complejas y dolorosas experiencias.

Tendrá que potenciar sus Cualidades, tanto las Mentales, como las Sicológicas y Físicas, para poder desarrollar toda una serie de habilidades y técnicas que le convertirán en un virtuoso y especializado guerrero, para que en el campo de batalla de la vida, pueda tener posibilidades de éxito, y así, aunque caiga y salga derrotado una y mil veces en infinitas batallas, por la preparación tan especial a la que se ha sometido, y el coraje y empeño que ha cultivado durante tanto tiempo, le permitirán al final ganar la última batalla y conseguir así la corona de laurel de los héroes victoriosos.

Tanto las Cualidades innatas, como las que quizá aún le falten por incorporar a su bagaje espiritual, deben de alguna manera hacer que se expresen en mayor medida las Virtudes que debe manifestar a su alrededor, hacia todos los seres en ese acto de continuo y permanente estado de ayuda y de servicio altruista que el karma le va a facilitar para cumplir con la parte del Gran Plan que a él, le corresponde cumplir en una determinada existencia.

Se podría decir, que las Cualidades son el único medio eficaz del que disponemos cada uno de nosotros para poder desarrollar, cultivar y expresar las Virtudes, que son el fin, en sí mismas, diseñadas por las Leyes Divinas y propuestas por la evolución para poder servir a todos seres de una forma más amplia y perfecta en su desarrollo interno.

Casi todas las tradiciones filosóficas o religiosas, describen con gran precisión la diferencia entre Cualidades y Virtudes, variando lógicamente los nombres que se les asignan, como es el caso del Budismo, donde se explican las Paramitas, refiriéndose según la mayoría de las traducciones occidentales a las Virtudes Piadosas o a las Virtudes Ilimitadas, según sea su procedencia, la del Budismo Hinayana o bien del Budismo Mahayana. En cuanto a la religión Católica, por ser la que conocemos la gran mayoría, las cualidades como Fortaleza, Amor, etc., la Religión las contempla como valores espirituales que se deben utilizar para expresar en mayor o menor medida cualquier tipo de virtud, dentro del contexto de las Teologales, o las Cardinales.

Contemplando de forma Trascendente en el Hombre las Cualidades, se podría decir, que son las causas y origen de las Virtudes. Siendo éstas, las Virtudes, el efecto y el resultado lógico y natural de la puesta en práctica de los atributos y potencialidades del Alma o Ego.

En lo referente a las disciplinas, tendríamos que saber la forma de cómo interpretarlas correctamente, ya que la mayoría de ellas no deben ser tomadas y entendidas al pie de la letra, sino que hay que aprender a sacar el mensaje interno que conllevan, todo dependerá del nivel y estado de conciencia alcanzado por el estudiante o discípulo que está intentando someterse a este tipo de entrenamiento. Se sabe ocultamente, que muchos libros sagrados, se pueden leer e interpretar de siete formas posible. El nivel de percepción y enseñanza que pueda recibir la persona que esté tratando de descifrar el mensaje implícito de estos textos, dependerá lógicamente de su desarrollo interno.

Debemos tener presente que nadie está en posesión de la Verdad Absoluta, que cada uno de nosotros, sólo vemos y somos conscientes de una parte ínfima de esa Verdad que nos envuelve, que las distintas divergencias y opiniones que pueden existir entre nosotros en cualquier disciplina, es motivo suficiente como para que nos sintamos obligados a investigar, a discernir y a discriminar su misma esencia, y de esta manera, si nos olvidamos de nosotros mismos y sobre todo, de lo que nos pide la personalidad, podremos acercaremos mucho más a esa Verdad Absoluta y Total.

Un fragmento que trata sobre la disciplina, del libro: La Libertad Primera y Última, de Krishnamurti dice:

"¿Qué hay implícito en la disciplina? ¿Por qué nos disciplinamos, si es que lo hacemos? ¿Pueden ir juntas la disciplina y la inteligencia? Porque casi todos sienten que debemos, mediante alguna clase de disciplina, subyugar o dominar al bruto, a eso repugnante que hay en nosotros. ¿Y ese bruto, esa faz repugnante, ¿puede dominarse mediante la disciplina? ¿Qué entendemos por disciplina? Una línea de acción que promete una recompensa; una línea de acción que, si la seguimos, nos dará lo que deseamos, ya sea positivo o negativo. Una norma de conducta que, si se la pone en práctica de un modo diligente, asiduo y lleno de ardor, me dará al final lo que yo deseo. Puede que sea doloroso, pero estoy dispuesto a pasar por ello para conseguir lo que quiero. Es decir, al "yo" que es agresivo, egoísta, hipócrita, impaciente, miedoso todo lo que sabéis-, a ese "yo" que es la causa del bruto en nosotros, lo queremos transformar, subyugar, destruir. ¿Y esto, cómo se va a hacer? ¿Ha de hacerse por medio de la disciplina, o de una comprensión inteligente del pasado del "yo", de lo que es el "yo", de cómo surge a la existencia, y todo lo demás? Es decir, ¿destruiremos al bruto en el hombre por medio de la coacción o por medio de la inteligencia? ¿Y es la inteligencia cuestión de disciplina? Olvidemos por ahora lo que han dicho los santos y todo el resto de la gente, y ahondemos el asunto por nosotros mismos, como si por primera vez considerásemos este problema; y entonces, al final, quizá podamos obtener algo creador, no meras citas de lo que otras personas han dicho, todo lo cual es tan vano e inútil."

Podríamos llegar a entender de este párrafo, que si la disciplina no es libremente aceptada, y surge como imposición, anula nuestra libertad, y por tanto es siempre negativa. Sin embargo la autodisciplina como resultado del desarrollo de nuestra mente iluminada por la luz del alma, y con el pleno convencimiento de lo que más nos interesa como seres espirituales, es la de conocernos a nosotros mismos en cuanto a defectos y cualidades, muy posiblemente lleguemos a la conclusión de la necesidad que tenemos de la autodisciplina. Pese a todos estos razonamientos, la decisión por la que tenemos que optar en nuestro trabajo, es de cada uno de nosotros.

Krishnamurti, indica que más que ejercer una férrea disciplina que subyugue a nuestro yo inferior, a nuestro ego personal, a todas nuestras tendencias, deseos y apegos hacia el mundo de los sentidos, (que sólo lleva a un éxito circunstancial y relativo en el tiempo, porque la causa de esta situación sigue latente en lo más ocultos recovecos de nuestra naturaleza personal), insinúa, que es a través del discernimiento, como podemos reconocer nuestros “vicios”, nuestras “inclinaciones” y nuestras “tendencias” negativas, y una vez enfrentadas y reconocidas, la única forma que hay para eliminarlas de forma permanente, es descubrir que forman parte de los muchos “pares de opuestos” que han ido incorporándose ” desde la noche de los tiempos a nuestro ego, llegando a confundirnos y a creernos debido a nuestra ignorancia, que somos nosotros, y desde ese momento de reconocimiento, poner de forma práctica en nuestras Vidas, las Cualidades o Virtudes correspondientes, para que éstas vayan sustituyendo y transmutando paulatinamente lo Negativo en Positivo, y el Defecto en Virtud.

En realidad, Krishnamurti hace referencia al conocimiento de nosotros mismos y a que todo tiene una causa que es la que debe dirigir nuestros pensamientos, palabras, y obras, y a través de esa causa se llega a conocer mediante el estudio, el discernimiento, la discriminación, la meditación y el servicio, que nos puede conducir al origen y a la causa de todas las cosas, permitiéndonos ver las correcciones que debemos aplicarnos, sin que nos las imponga nadie y con absoluto convencimiento de que esa autodisciplina es oportuna.

Sabemos que el ser humano posee ya de forma innata todas las Cualidades, como la Voluntad, el Amor, la Compasión, la Intuición, etc., que las ha ido adquiriendo en el transcurso de su evolución y que tendrá que potenciar y poner en práctica lo antes posible. Que las Cualidades “innatas”, son las que el Ego trae consigo mismo en cada encarnación. Y que las Cualidades “adquiridas” o “educidas” son las que se desarrollan en el transcurso de una vida o encarnación. 

Las Cualidades que cada uno de nosotros expresamos habitualmente, son un componente básico, el marchamo, de cualquier Alma o Ego que le hacen ser único e irrepetible dentro de la Familia Humana.

Según se van desarrollando y utilizando las Cualidades, el ser humano va adquiriendo una cada vez mayor sensibilidad hacia lo superior que hay en la naturaleza y en cada situación a la que nos enfrentamos en nuestra vida diaria.

La expresión y manifestación de las Cualidades, proporcionan al hombre una mayor estabilidad, equilibrio y armonía internas que le permiten ser consciente de la belleza en cualquiera de sus formas y manifestaciones dentro de la naturaleza. Las Cualidades son en realidad Atributos de lo que llamamos Principio Divino, por lo que ya forman parte, y están ya en todos nosotros.

Las Cualidades no se pueden definir, porque se trata de elevados estados de conciencia. Si decimos que estamos percibiendo cualquier Cualidad, esto significa que estamos educiendo esa cualidad. Si definimos a las Cualidades como vibraciones, estamos generando una redundancia, ya que todo cuanto existe es vibración. Educir Cualidades es el objetivo del Aspirante, ya que de esta forma se logra ser consciente de la Unidad, ser uno con el Todo, y así trascender la dualidad.

Tanto las Cualidades como las Virtudes son de índole Espiritual, mientras que las Capacidades, son más bien de índole funcional. Cuando el Aspirante logra educir en mayor o menor grado todas las Cualidades, es cuando se completa la formación de su “carácter interno”. Las Cualidades son el medio del que disponemos para poder desarrollar, cultivar y expresar las Virtudes, que son el fin, en sí mismas, diseñadas por las Leyes Divinas y propuestas por la evolución para poder servir a todos seres de una forma más amplia y perfecta.

La expresión natural de las cualidades en nuestro ser, representa por tanto un escalón más en nuestra evolución espiritual, una llamada hacia la presencia interior, una actitud silente en la que los fenómenos externos de la materia no causan ningún atisbo de inquietud en el ser que busca ese desarrollo espiritual. Es dejarnos guiar por nuestro yo interno para que nos guie hacia esa reflexión última representada en la acción correcta según nuestro nivel de conciencia, donde sea el alma la que se exprese por medio de las cualidades con su grandeza dejando una huella interna en cada ser con el que tengamos la oportunidad de encontrarnos.


2.         LAS CUALIDADES SON ¿UN FIN O UN MEDIO?
Las Cualidades son un medio para lograr un fin. Las Cualidades Espirituales son las herramientas que nos permiten poder desarrollar y expresar las Virtudes, que son el fin en sí mismas. La expresión y práctica de las Cualidades, permiten al ser humano, evolucionar, y por tanto servir a todos seres de una forma más amplia y correcta.
Las Cualidades son Poderes Espirituales, y su correcta utilización es nuestra responsabilidad, por lo que de alguna forma generan el correspondiente Karma. A través de nuestro Espíritu y de nuestras Almas estamos unidos al Alma Universal y también a otros Espíritus, estando sólo estamos “separados” por la diferenciación y expresión de nuestras Cualidades.
Las Cualidades imperecederas como el Amor o la Bondad, forman parte del Ego Inmortal, siendo una expresión o una imagen del Aspecto Divino en el Ser Humano.  Las Cualidades son aspectos evolutivos que nos hacen ser conscientes de nuestro desarrollo espiritual, y facilitarnos la posibilidad de “comunicarnos” con los mundos invisibles.
El “carácter”, entre otras cosas, es la suma de nuestras propias Cualidades. El Ser Humano perfecto, es un Buda, es el fruto y resultado evolutivo de innumerables encarnaciones que han llevado a una persona a educir todas las Cualidades en su máxima expresión en lo que se refiere al género humano. 
Cuando son educidas todas las Cualidades, se hace innecesario volver a reencarnar porque el hombre ha alcanzado el cénit de su desarrollo evolutivo en los planos más objetivos, convertido en un Maestro de Compasión y de Sabiduría, pasando por tanto al quinto Reino Espiritual, el de las Almas Liberadas.
Las Cualidades, por decirlo de alguna forma, reposan y actúan en cada Cuerpo o Vehículo, y sus consecuencias afectan y caracterizan al resto de los vehículos. En este sentido, son un medio que ayudan en el tránsito por el camino espiritual, para poder experimentar con correcta sensibilidad a través de los Vehículos Superiores.
Las Cualidades, podríamos decir también, que proporcionan al que las pone en práctica un gran poder de realización al convertirse en un fiel instrumento de la Evolución en lo que se refiere al Gran Plan Divino.
Las Cualidades, son como cualquier órgano o apéndice del cuerpo, si no se usan o utilizan, de alguna forma se atrofian y quedan inservibles, como si no estuvieran, perdiendo así la oportunidad de poder desarrollar las Virtudes necesarias para desarrollarnos internamente.
¿Cualidades como fin egoísta, y como medio para obtener un resultado?
Dice Krishna:
“Al enfrentarte a la acción, has de tener la mente puesta en la victoria y en la derrota, y además, en ninguna de ellas.  La acción ha de cumplirse por la misma acción y no por su resultado”:
1.         Reconocimiento de la existencia de las Cualidades
2.         Necesidad de manifestar las Cualidades.
3.         Educir las Cualidades a través de muchas vidas de forma inegoista.
4.         Alcanzar la iluminación y la sabiduría.
Podríamos decir que los poderes espirituales o poderes del alma, son fruto de una utilización correcta de nuestras herramientas, todas esas cualidades son entre otras cosas, las virtudes que debemos adquirir y potenciar plenamente, con lo cual si ejercemos la buena voluntad, y mejor aún "la Voluntad al Bien" que es aceptar y actuar de acuerdo con la Voluntad Divina, todas esas cualidades utilizadas en el servicio a la humanidad, con olvido de nosotros mismos, y como colaboración para que el Plan se restablezca en la tierra, nos permitirá también alcanzar la perfección, la iluminación y que los poderes del alma se manifiesten en nosotros.
Las cualidades son un medio indispensable para alcanzar un fin mayor: Desarrollar nuestra esencia Divina, Servir al Plan y a la humanidad, alcanzar la Iluminación y con todo ello que los Poderes del alma se manifiesten. Otra cosa importante, es que utilizando las cualidades de forma correcta, haremos en perfectas condiciones el camino de retorno a la casa del Padre, porque tenemos que llegar perfectos y para ello hemos de hacer nuestro trabajo para que la UNIDAD sea perfecta, lo cual será posible cuando todas sus partes sean perfectas.

Nos dicen los grandes Maestros y entre ellos Helena Petrovna Blavatsky, que Espiritualidad no son Poderes psíquicos, y es algo que hay que tener muy en cuenta. A veces se busca por encima de todo los poderes, sin habernos desarrollado espiritualmente, sin haber desarrollado nuestra divinidad, y ello tiene un gran peligro porque hemos desviado nuestra atención de lo esencial, de la Verdad, y hemos puesto todo nuestro deseo en los poderes. ¿Qué poderes llegarán en estas circunstancias?, lo más seguro es que lleguen los poderes psíquicos inferiores, los del bajo astral y nos creamos que somos unos iluminados. El objetivo principal es el amor a la Verdad y desarrollar nuestra conciencia, nuestra esencia divina, y todo lo demás llegará por añadidura, y sabremos dar el mejor uso a esos poderes, con responsabilidad y con toda humildad.
Las cualidades colaboran en el desarrollo y expansión de nuestra verdadera naturaleza interna. Lograr por medio de este proceso un punto de apoyo hacia la expansión de nuestra conciencia será una herramienta necesaria también para el desarrollo de nuestro discernimiento, que permitirá conocer qué cualidades queremos potenciar en nuestro sendero.
Para el sincero aspirante espiritual, es necesario que a través de la correcta acción, pueda potenciar y elevar su desarrollo moral, intelectual y también espiritual, esto lo puede lograr por medio de la meditación, de la lectura espiritual, extrayendo con su discernimiento las verdades latentes que conllevan, para llevarlas a la práctica. Pero, a pesar de esto, en ocasiones puede tener pequeños deslices generados por situaciones que inciten volver a los patrones adquiridos durante toda la vida. Es importante destacar que si persiste en ese correcto conocimiento y medio vital, siempre encontrará un aliciente y por tanto, aparecerán los caminos que vaya necesitando para su evolución, aunque esto no sea un proceso sencillo, algo en su interior le dirá que es el camino que debe seguir. De ello deriva la importancia de la observación sin interferir en lo que la mente quiera encasillar.
Es así como la atención plena nos hará conscientes de todo lo que ocurre, y lo que se expresa interna y externamente, esto nos facilita el poder elegir en consciencia la respuesta que damos a eso que ocurre. Cuando observamos el mundo que nos rodea son muchos los sentimientos y emociones que nos genera, pero en cada momento podemos elegir, dejar pasar esas emociones o sentimientos y que sea nuestro ser más elevado el que se exprese, brindando amor hacia todo lo que nos rodea como elemento integrante de la belleza en todas las cualidades.
Hay seres, que voluntaria y conscientemente trabajan para educir Cualidades de forma inegoista como un fin, con la intención de poder desarrollarse con más rapidez, y ayudar así más y mejor a todos los seres.
Los conceptos de fin o medio son conceptos que solo tienen sentido y significado aquí, en el plano físico ya que son propios de la personalidad.


3.         COMO EDUCIR CUALIDADES.

El desarrollo de las Cualidades puede efectuarse de dos formas:

Por el camino natural de la evolución, en el que la corriente evolutiva que arrastra hacia la perfección a todo lo que existe en el universo, permite de un modo lento y gradual, el que se vayan desarrollando las Cualidades en el individuo a través del proceso de las continuas reencarnaciones.

O por el discernimiento y libre decisión de reorientar la propia evolución al haber logrado a través del duro y prolongado entrenamiento interno, una importante conexión entre el Alma y la Personalidad a través de las muchas experiencias que el Yo superior ha ido adquiriendo y acumulando vida tras vida, y que con mayor o menor éxito, ha hecho posible a un ritmo más rápido, ir perfeccionando y educiendo distintas cualidades en cada período existencial, asimilándolas y añadiéndolas a su carácter, transformado muy positivamente su personalidad, dotando al individuo, de más oportunidades para acelerar ese desarrollo en función del nivel evolutivo que ha ido consiguiendo. De él dependerá atender esa voz interna o continuar siendo arrastrado por la normal corriente evolutiva.

En el caso de que el individuo, en un momento y en una vida determinada, fuera capaz de escuchar la voz de su conciencia espiritual y estuviera dispuesto a ello, puede acelerar su desarrollo externo e interno, sirviéndose tanto de las leyes biológicas, como mediante la aplicación de las Leyes Mentales y Espirituales que operan en los distintos planos. Para ello, el hombre dispone de lo que el teósofo I. K. Taimni define como la Ciencia del Conocimiento de Sí Mismo, la cual según dicho autor, se basa en la aplicación integral de las Leyes Naturales ante el problema de la evolución humana, definiéndola como una ciencia tan cierta y fidedigna, por sus resultados exactos, como lo son las leyes que operan en el  Plano Físico en el campo de la Ciencia Moderna.

El Principio Divino en esencia se encuentra en todos y en cada uno de nosotros así como en todo lo que se puede ver o no en el Universo. Todas las Cualidades se encuentran en dicho Principio Divino y, por extensión en nosotros mismos. Ahora bien, el proceso que ha seguido la Mónada a través de la manifestación la ha llevado por un proceso involutivo en la materia que ha ido cubriendo todas esas Cualidades con capas de materia correspondientes a cada uno de los planos por los que ha ido pasando hasta manifestarse en el Plano Físico, el más denso de todos.

De este modo, estas cualidades inherentes al Origen Divino, han quedado en meras potencialidades en el actual estado de desarrollo humano. Pero el averiguar el exacto estado de evolución de cada uno de nosotros es una tarea que compete en exclusiva al ámbito de nuestra propia esfera personal, la cual, si es llevada a cabo adecuadamente, se verá guiada por nuestro propio Maestro Interior, el mismo Yo Superior que nos ha llevado hasta este punto.

Es imprescindible el análisis sincero de nuestro propio carácter a través de la meditación y de la reflexión, la aceptación de nuestras propias carencias y el trabajo minucioso, a través de la paciencia y la perseverancia en el esfuerzo, trabajando sobre aquellas Cualidades que queremos desarrollar, haciéndolas finalmente nuestras, de modo que queden indeleblemente marcadas en nuestro interior, vida tras vida, unido a la práctica constante de las mismas en nuestro diario devenir, lo que nos llevará finalmente a la Perfección y a la Iluminación.

Mucha gente que emprende este camino y comienza a trabajar sobre sus Vehículos Inferiores, sobre sus emociones y sus pensamientos, se desanima al comprobar que los resultados no son tan rápidos como desearía, pero hemos de tener en cuenta el hecho de que nos enfrentamos a fenómenos de carácter mental y espiritual cuyo desarrollo y desenvolvimiento por ser muy complejos y abstractos es mucho más lento que los fenómenos físicos. Esto sólo significa que las condiciones son diferentes, más complicadas, y que requieren un reajuste mucho más inteligente de todas las condiciones que garantizarían el éxito tras un esfuerzo paciente y prolongado.  Pero los resultados se basan en leyes naturales y por lo tanto el éxito final es seguro.

Pero ésta es una meta que sólo se puede alcanzar tras muchas vidas de duro esfuerzo en pos de nuestra evolución interna, pero en modo alguno hemos de desdeñar los frutos de cada pequeño progreso que podamos alcanzar en esta vida, ya que alcanzar el dominio de la razón sobre nuestros impulsos, sobre nuestras emociones y pensamientos, nos permite lograr una vida sin las preocupaciones y las ansiedades de una mente inquieta y atormentada, obsesionada por los apegos y los deseos que nos llevan al sufrimiento.  El tiempo necesario para lograrlo dependerá, por supuesto, de los esfuerzos que hagamos no sólo en esta vida, sino de los que hayamos realizado en esta dirección en nuestras vidas pasadas, de nuestro estado evolutivo y de nuestro karma, pero nada puede privarnos de conseguir un estado de equilibrio mental, de tranquilidad y de paz en esta vida, si el esfuerzo es lo suficientemente serio.

¿Cómo o que podemos hacer para conocer, para actuar, desarrollar y manifestar las Cualidades?

Es muy importante reflexionar sobre cómo manifestar las cualidades que todos tenemos inherentes pero que hay que manifestar y en esta reflexión podemos apreciar que en un principio es la Vida, el Espíritu, el que de forma natural nos guía, ya que nosotros no tenemos capacidad para dilucidar quiénes somos y por qué estamos aquí, y por supuesto tampoco sabemos qué tenemos que hacer. Es la propia ley natural y nuestro yo inferior quienes actúan y las consecuencias de esas actuaciones, en la mayoría de los casos involutivas, las que nos van haciendo despertar por medio de preguntas para las que no tenemos respuesta y a través de muchas vidas empezamos a despertar de esa ignorancia, ya que nosotros somos aquellos hombres primitivos, ignorantes, que a través de las edades hemos ido evolucionando.

Hasta que no hemos conseguido alguna respuesta significativa de quiénes somos y qué hacemos aquí, la evolución es lenta, muy lenta y vivimos casi como animales, abducidos por la materia, y sobre todo por la materia física. Paso a paso superamos esa dominación del físico y nos adentramos en el astral y son las emociones y deseos los que dominan, y no tenemos otro objetivo que conseguir aquello que deseamos, y por ello luchamos y no siempre las consecuencias son las que esperábamos, pero el dominio de las pasiones de todo tipo (dinero, poder, sexo, etc.) tiene sus consecuencias, porque aunque en esa etapa todavía no lo sabíamos, el Karma existe y es la Ley de Causa y Efecto o Ley de la justa retribución que siempre actúa. El Karma, es una ley equilibradora que ni castiga ni premia, simplemente actúa de forma que cada cual recibe las consecuencias positivas o negativas de sus pensamientos, palabras y obras, y con ella llega el dolor y el sufrimiento que nos aporta las mejores lecciones de aprendizaje, y efectivamente, seguimos siendo nosotros los autores y constructores de nuestra vida, nadie nos obliga a nada y somos libres para actuar en libertad y si aprendemos la lección rectificaremos nuestros pensamientos, palabras y obras y con ello nuestros deseos y emociones.

Ojalá que no tardemos demasiado en darle el predominio a la mente y la desarrollemos cuanto antes porque es el cuerpo más importante de la personalidad. Cuando la mente domina controla a los otros cuerpos. En un principio y no sabemos durante cuántas vidas, el desarrollo de la mente suele ser egoísta y consideramos que todo lo tenemos que hacer en nuestro propio beneficio, sin pensar en nadie, y aquí tenemos las diferencias de grandes inteligencias que pueden ser magos negros y grandes inteligencias que llegan a la iluminación.

Cuando realmente despierta nuestra conciencia es que el alma ya nos está dando toques y nosotros en principio la oímos muy poco o en periodos intermitentes, hasta que tardando más o menos y dependiendo de nuestra actitud y respuesta, nos implicamos en esas llamadas del alma y ante nuestros esfuerzos por aclarar dudas nos van llegando las respuestas, muchas de ellas equivocadas, incorrectas, pero ese es el principio para que poco a poco el alma vaya tomando posesión de su vehículo de expresión, y lo va haciendo cuando esa personalidad adquiere conocimiento, discierne el conocimiento adquirido y discrimina para evitar quedarse con errores y mezclar la mala hierba con las semillas buenas, medita para recibir esa luz que ilumina su vida, y en la medida que puede sigue avanzando y sirve a sus hermanos. En este periodo las Cualidades se potencian grandemente porque tenemos una personalidad que está colaborando con el alma, que se deja guiar por la luz.

De alguna manera y someramente estamos describiendo el Antakarana que es el propio camino y que consta de dos partes, una primera inconsciente que termina con la fusión de la personalidad con el alma, y una segunda parte ya consciente en que sabemos perfectamente lo que estamos haciendo y estamos trabajando para unir nuestra mente concreta con la mente Abstracta o superior, con la Tríada Espiritual “Atma, Buddhi y Manas”. Todo un gran y maravilloso trabajo.

La amplia y correcta manifestación de las cualidades se llevará a cabo cuando realicemos la labor de conocernos a nosotros mismos, reconociendo nuestras facultades, y observando la variedad de posibilidades antes diferentes circunstancias alejadas de cualquier clase de egoísmo. Viviendo no solo para nosotros mismos, sino también para los demás como una sola comunidad, y considerando que cualquier acto que realicemos, vaya orientado hacia el beneficio de toda humanidad.

Desarrollando una profunda comprensión del dominio propio y con un esfuerzo determinante, el primer paso será desarrollar aquella acción, que por pequeña que sea, nos acerque a realizar ese servicio a la humanidad y poder adquirir así, el desarrollo de las cualidades que presenta un hombre en equilibrio.

Consciente o inconscientemente las Cualidades se educen a través de la práctica y de esta forma poder incorporarlas a nuestro acervo personal. Por lo tanto, la tarea de educir Cualidades corresponde única y exclusivamente a cada ser humano.

En este contexto, podríamos preguntarnos también ¿educen Cualidades los vegetales, los minerales y los animales?.  Los reinos inferiores educen Cualidades de forma inconsciente, impelidos por la evolución, como el deseo en algunos animales. Las Cualidades son vibraciones, que se manifiestan de diferente forma y escala según los reinos de la naturaleza. Así en el reino vegetal, las Cualidades vienen expresadas por las formas y el color.  En el reino mineral, las Cualidades se expresan a través de las vibraciones que manifiestan los minerales, desde los más simples hasta los más evolucionados, como son los metales preciosos y los radiactivos.  Así, por ejemplo, las potentes vibraciones que emite el uranio, por ser uno de los más evolucionados de su reino, manifiesta dentro de las limitaciones propias de su entorno evolutivo, una gran capacidad de sensibilidad y de percepción que tiene su incipiente conciencia para responder instintiva e inteligentemente a los estímulos que le llegan dentro del Aura de su Alma Grupal. Hay una casi infinita gradación de formas sensibles, tantas, como conciencias, en distintos y niveles o grados de evolución. Las Cualidades embrionarias de las conciencias grupales de los reinos inferiores que engloban y contienen las almas grupales de cada una de las especies de los reinos inferiores: mineral, vegetal y animal, se manifiestan también por lo que se denomina “Inconsciente Colectivo”.

En el reino animal las vibraciones de las Cualidades se expresan desde el instinto hasta el estadio anterior del intelecto. En general, en los reinos inferiores, mineral, vegetal y animal, el desarrollo y manifestación de las Cualidades, vienen dadas por los especializados grandes Devas que conforman las almas grupales, de cada reino, grupo o especie que tienen a su cargo.

Algunos comentarios que hace el Maestro Tibetano sobre las Cualidades:

“Que las Cualidades, Vibraciones, Colores y Características de todos los Reinos de la Naturaleza, son Cualidades del Alma, como lo son los poderes latentes en determinada forma que tratan de expresarse y demostrar potencialidades. Al terminar el período evolutivo, todas éstas revelarán la naturaleza de la Vida Divina y del Alma del Mundo, esa Superalma que está revelando el Carácter de Dios…. “

“El Alma, mediante las Cualidades y características, se manifiesta como consciente respuesta a la materia, pues las Cualidades se producen por medio de la interacción de los pares de opuestos, espíritu y materia, y su mutuo efecto. Esta es la base de la Conciencia….”

“Muchas Cualidades representan la misma expresión de la realidad. Pero detrás de ellas aparece (inmanente, y glorioso) aquello de lo cual estas dualidades no son más que aspectos de la Presencia inmanente aunque trascendente de la Deidad. Todas las dualidades son absorbidas en la naturaleza de este Uno, y las distinciones y diferencias pierden sus significados…..”

El ser humano educe Cualidades a través del esfuerzo personal, del olvido de sí mismo, y de la generosidad altruista que expresa hacia todos los seres con los que se rodea e interrelaciona y que el karma le ha puesto en contacto.

Algo importante a tener en cuenta es que a medida que manifestamos las Cualidades del alma también somos más sensibles y percibimos tanto lo positivo como lo negativo de los demás, las intenciones más o menos puras y la dirección de determinadas actitudes, y esto implica una cualidad más a desarrollar por nuestra parte que es la Comprensión, la Compasión y la Acción Correcta.

No quiere decir que por comprensión y compasión anulemos lo que hemos percibido que puede corresponderse totalmente con la realidad, sino que hemos de aceptarlo como una manifestación del nivel de conciencia de cada uno y hemos de hacer nuestro trabajo que siempre debe representar un servicio.

En espiritualidad hay que ser mucho más que buenos y hemos de desarrollar una inteligencia amorosa que no es dar por bueno todo, sino que cada cosa y cada quién está en determinado nivel que no hemos de calificar sino como parte del proceso por el cual todos pasamos y todo ello nos debe servir de reflexión y enseñanza, sin dejar de aportar nuestro granito de arena que nunca debe ser una crítica sino una aportación constructiva y quizás sólo en casos muy excepcionales apartarnos de determinados ambientes. No olvidemos que donde está la oscuridad, a cualquier nivel, también debe estar presente la luz, y ello representa un gran sacrificio para el que percibe esa oscuridad y es consciente de que su presencia es necesaria. Sacrificio,  "Sagrado Oficio".

Una técnica interesante para lograr educir nuestras cualidades latentes sería el interrogatorio interno, el método socrático por excelencia. Con esto, lograremos buscar detrás de cada situación, el lugar en el que queremos posicionarnos como una elección consciente. Somos máquinas de pensamientos, a veces irracionales y casi siempre involuntarios, una nube de dramas e historias que vienen y van a lo largo de nuestra vida y que son los determinantes de la historia que nos contamos a diario logrando esto condicionar nuestro comportamiento, y por tanto, las cualidades que como ser expresamos. Pero qué clase de pensamientos albergamos? Quiénes somos respecto a ellos? Son realmente ciertos? Quiénes seríamos si ellos no existieran en nuestra mente?. Respondiendo a estas preguntas y las que nuestro ser nos inspire a realizarnos, encontraremos esa sensibilidad especial y discernimiento para actuar de acuerdo con esa consciencia despierta que cultivamos a diario en nuestro trabajo interno, reconociendo así el nivel en el que nos encontramos, eligiendo voluntariamente en el que queremos estar, y comprendiendo que el nivel en el que estén los demás solo es asunto de ellos.


4. Las Cualidades y los Rayos.

Los Rayos son corrientes de Energías Cósmicas que emanan y son la esencia de la Mente Universal, del Todo. En el inconmensurable Universo, estas Energías Cósmicas crean, sustentan, eliminan y vuelven a recrear cíclicamente todo cuanto existe, desde las más insignificantes y primigenias partículas subatómicas hasta ahora desconocidas por la ciencia, hasta los más complejos y remotos sistemas de galaxias.

Estas Corrientes de Energías Cósmicas que subyacen y son los Rayos, se expresan de forma séptuple, siendo de alguna forma la manifestación del aspecto Sicológico y Mental, sobre lo que se basa la Creatividad Vital del Todo, en el Infinito Espacio-Tiempo de Su Manifestación.

Ante el análisis y el estudio de los Rayos que el ser humano puede hacer a través de su Mente Concreta, aparecen ante él estas Energías desglosadas como Potencialidades, Cualidades, Virtudes y Defectos. Todo esto puede conducir al estudiante, a erróneas, falsas, y equivocadas deducciones cuando se pierde de vista que estas energías están interrelacionadas entre sí por tener un origen común, aunque aparentemente su manifestación pueda parecer aislada e independiente. 

Los Rayos están asociados misteriosa y simbólicamente al sagrado número 7, a través de los siete colores principales del espectro luminoso, de las siete notas musicales, de los siete días de la semana, de los siete principios, de los siete chakras principales del ser humano, con las estrellas y planetas (las siete pléyades), con los cuatro ciclos lunares de siete días, con las siete virtudes o pecados capitales, etc.

Estas asociaciones y correspondencias mistéricas de las Energías de los Rayos con el número siete, nos conducen a través del estudio, meditación, aprehensión del significado y realidad de lo que verdaderamente son y de su puesta en práctica, a los más elevados niveles de la realidad, al conocimiento sobre nuestra más íntima naturaleza y realidad, a la Unificación con Ese Gran Ser en el que vivimos, evolucionamos y tenemos nuestro Ser, y en definitiva a la Iluminación, a la Sabiduría y a la Gran Liberación del Samsara. Por tanto, el hacernos uno con los Rayos, nos permite y facilita trascender el Reino Humano y dar el salto definitivo hacia el Quinto Reino Espiritual.

Ernest Wood, notable erudito en sánscrito, y eminente teósofo, contemporáneo de Annie Besant, en uno de sus numerosos libros titulado “Los Siete Rayos” (1925), quizá uno de los primeros que trataron en profundidad este tema, a través de las analogías y correspondencias entre los Siete Rayos y los Siete Principios del Hombre, comenta en este libro:

“… todo Hombre pertenece a Shiva, y tiene como El operativos los Siete Principios que ponen a su conciencia en contacto con las Siete Realidades fundamentales de la vida, aunque a diferencia de Shiva, tiene desiguales los Siete Principios, siendo siempre uno de ellos más vigoroso que los demás.

… los Siete Principios están inseparablemente presentes en todos los hombres, pero al principio más vigoroso y predominante se le denomina Rayo … también las Razas y las Naciones tienen como los individuos, su principio dominante, su Rayo.

Los Siete Principios atraen contantemente a todos los hombres, pero cada hombre responde mayormente al de su propio Rayo, que es el supremo ideal de su vida, y así puede exaltar su conciencia a la más intensa vida de que sea capaz.

He aquí los Ideales que respectivamente sugieren los Siete Principios:

1.      (Ichchha) - Libertad.
2.      (Jnana) - Unión.
3.      (Kriya) - Comprensión.
4.      (Maya) - Armonía.
5.      (Sattva) - Verdad.
6.      (Rajas) - Bondad.
7.      (Tamas) - Belleza.

En la vida ordinaria de los hombres, los Rayos se manifiestan de forma general en los siguientes tipos de personas:

Rayo 1º.          El hombre de Voluntad, que se esfuerza en Liberarse del dominio del yo y de las circunstancias, es el Gobernante.
Rayo 2º.          El hombre de Amor, que se esfuerza en lograr la Unidad por medio de la Simpatía, es el Filántropo.
Rayo 3º.          El hombre de Pensamiento, que se esfuerza en Comprender por medio del estudio, es Filósofo.
Rayo 4º.          El hombre de Imaginación, que busca la Armonía a través de un triple camino, el del Mago, el del Actor, y el del Artista.
Rayo 5º.          El hombre de Pensamiento, que va en pos de la Verdad en el mundo, es el Científico.
Rayo 6º.          El hombre de Amor, que busca a Dios como Bondad en el mundo, es el Devoto.
Rayo 7º.          El hombre de Voluntad, que busca a Dios como Belleza en el mundo, es el Artista y el Artífice”.


5.         LAS CUALIDADES Y LA TRIADA SUPERIOR.
¿Qué relación hay entre las Cualidades y la Tríada Superior? 
A través de la Personalidad como gran mediador, es por donde se incorpora activa y objetivamente la Triada Espiritual en el plano físico, con todas sus Potencialidades, Cualidades y Virtudes, para que a través del ser humano, estos aspectos divinos puedan perfeccionarse y así puedan incorporarse definitivamente en la Personalidad como resultado del esfuerzo y del trabajo realizado a través  de las experiencias de múltiples existencias en los planos más objetivos de la manifestación planetaria.

En el transcurso de la evolución, el hombre, va actualizando y desarrollando las Cualidades Superiores, haciendo que su conciencia se enfoque cada vez con más intensidad y frecuencia en su parte espiritual. La Tríada Espiritual, empieza a manifestarse cada vez más frecuentemente en el ser humano, al percibir con más nitidez la Verdad y Realidad de los Planos más Sutiles de nuestra existencia, haciendo que la conciencia abandone la periferia del yo, y tome contacto y se una a la conciencia global del resto de la humanidad.

Las Cualidades que nos son inspiradas y de alguna forma sentidas en determinados momentos de nuestras vidas, al principio se manifiestan de una forma vaga e imprecisa. Más adelante, a través de la comprensión y del mayor tiempo dedicado a practicarlas, hacen que nuestras vidas tomen una nueva dimensión más abarcante e incluyente, dedicando cada vez más tiempo en ayudar y colaborar altruistamente con el resto de seres con los que nos relacionamos.

En nosotros, surgen cada vez con más insistencia nuevas ideas, más holísticas y universales, que lentamente nos inducen a pensar que no somos el centro del universo y que compartimos el Planeta Tierra con el resto de la humanidad y de los reinos animal, vegetal y mineral, como una la Unidad de Vida y de Conciencia.

El Hombre, cuando alcanza un determinado desarrollo espiritual, sale de su ensimismamiento y reorienta su mirada hacia su vida interna. Busca ampliar su conocimiento sobre las Leyes Ocultas de la Naturaleza, llegando a conocer a través  de otros, esa otra parte de sí mismo que lentamente, consciente o inconscientemente, le va conduciendo a orientar su vida hacia la parte Espiritual de su Ser. Llega a comprender que el conocimiento, tampoco es el fin, es sólo una parte y que hay otra parte de sí mismo, todavía no solo por conocer, si no también y más importante, por sentir.  Esta es la Tríada Espiritual, la parte Espiritual de su Ser Real.

Por lo que va descubriendo, sabe, vive y siente la unidad de todos los seres, llegando a comprender y orientar su vida hacia esa Unidad. Empieza a salir de su ensimismamiento y a dirigir sus pensamientos, sentimientos y acciones en busca de esa Unidad. Comprende entonces, que hace falta Transformar su Personalidad, que todas las Cualidades que hasta ahora había desarrollado, pertenecen a una parte de su vida que le han servido sólo para llegar hasta este momento. Entonces busca más en su interior esas otras Cualidades Superiores necesarias que potencialmente tiene pero que ha de aprender a utilizarlas en el trabajo de Transmutación Interna, haciendo de esta forma que nazca en él, el Cristo Universal.

La transformación, que se opera en el ser humano, debido al desarrollo de las Cualidades Superiores, se hará notar a su alrededor y su frecuencia de vibración interna será mayor, y más apta para una plena Vida de Servicio.

A partir de aquí, viene la culminación de su Carácter Espiritual, donde el hombre alcanza la meta, a través del control de su mente sobre sus emociones y pensamientos:

Siembra un pensamiento y cosecharás una acción.
Siembra una acción y cosecharás un hábito.
Siembra un hábito y cosecharás un carácter.
Siembra un carácter y cosecharás tu destino.
                                                                                 
William Makepeace Thackeray.

"Hay una Paz que a toda comprensión transciende, reside en los corazones de quienes viven en lo Eterno. Hay un Poder que todas las cosas renueva, es el que vive y se mueve en quienes saben que el Yo es Uno."

 A. Bailey.

Si contemplamos al Ser humano, encontramos en él predisposiciones, como las que existen en una planta, en la que sólo se hayan desarrollado las hojas verdes, pero que todavía no posee ni la flor ni el fruto. Al contemplarlas sabemos, sin embargo, que a la planta que al principio tiene sólo tiene las hojas, le es inherente la fuerza para desarrollar la flor y el fruto. Así, también es seguro que en el transcurso de la evolución, el Alma del hombre con el tiempo ha de desarrollarse de forma consciente para abrirse al Yo espiritual, y así el hombre pueda incorporar y ser influenciado por la Triada Superior. En base a las cualidades del alma, el ser humano va desenvolviéndose de la misma manera como la planta, después de las hojas verdes, desenvuelve la flor y el fruto. Dicho de otro modo, a través de su Alma, el hombre se abre a lo divino que él recibe desde lo alto, para que una vez recibido el Yo espiritual, pueda seguir su camino hacia las alturas de la evolución de la humanidad.

Podríamos decir por tanto, que en esta etapa y cuando el ser humano empieza a manifestar las cualidades de la Tríada superior, ya ha terminado la primera mitad del Antakarana que termina con la fusión de alma y personalidad, la primera gran fusión, y comienza la segunda mitad, que es necesariamente consciente y que es imposible construir sin servicio. El ser humano es plenamente consciente de lo que está haciendo y hacia dónde se dirige, y las herramientas para expresar las cualidades de la Tríada Espiritual van apareciendo, como necesidades que tenemos que afrontar.

Como en todo avance y progreso espiritual, se nos presentará una gran crisis con multitud de preguntas, en principio sin respuestas, así empezamos a descubrir el sentido de muchas experiencias que hemos vivido y que no teníamos muy claras, como puede ser la soledad externa e interna, ya que nuestro ser nos está reclamando un servicio expresamente dedicado a la humanidad. Nuestra sensibilidad aumenta y así percibimos las diferencias con nuestros compañeros de camino. Todo esto es duro porque estamos percibiendo una realidad que en nada gusta a la personalidad y que nos va conduciendo a la aceptación y al desapego, conduciéndonos al Yoga de la Mente, al Agni Yoga o Yoga del Fuego, donde necesariamente tenemos que entrar en ese VACÍO, para que nuestra mente que tanto la hemos trabajado y que de tanto nos ha servido, pueda ser trascendida, y confiar plenamente en la divinidad, llegando a entender el significado de lo que es el dolor, porque hay que superar muchas cosas.

Nuevamente hay que hacer hincapié en que el Agni Yoga no tiene épocas en el tiempo y sí que corresponde a una etapa de nuestro desarrollo espiritual y cada ser tendrá que determinar por sí mismo en qué etapa está, sin obsesionarse, todo llega por sus pasos y nosotros aceleramos o retrasamos el camino según nuestra respuesta a los obstáculos que la vida nos va poniendo por delante.

De esta forma, conforme el Hombre va desarrollando las Cualidades, el Canal de Comunicación o Antakarana, entre la Tríada Superior y la Personalidad, se va haciendo cada vez más amplio e incluyente, haciendo que la Voz del Alma pueda oírse con más insistencia y nitidez en la Personalidad. De esta manera, las Cualidades comienzan a hacerse cada vez más visibles en nuestra vida, haciendo que nuestra visión de la Realidad se vaya ensanchando hacia nuevas oportunidades de servicio, partiendo desde nuestro entorno familiar, hacia el social, universal y planetario.

La Tríada Superior (Atma, Buddhi, Manas), representa en el Ser Humano, el Aspecto Trino del Creador (Padre, Hijo y Espíritu Santo). Todas las Cualidades están inscritas y forman parte de la Tríada Superior. Las Cualidades sólo se pueden desarrollar y potenciar cuando las ponemos a disposición y las utilizamos en aras del servicio universal. Cuanto mayor sean la disposición, entusiasmo e interés que pongamos en poner en práctica las Cualidades, mayores serán las oportunidades y la efectividad de nuestra interacción con los seres hacia las que van dirigidas.

Para El tibetano a través de Alice Bailey:

"El Antakarana lo van construyendo las personalidades fusionadas con el alma, o lo construyen inconscientemente quienes luchan por alcanzar la orientación y estatura espirituales convirtiéndose rápidamente en un fuerte cable compuesto de numerosos hilos de luz viviente, de hilos de conciencia y de vida que están mezclados y fusionados de manera que nadie podrá realmente decir: "mi hilo, mi puente, o mi Antakarana" como a menudo se dice ignorantemente. Todas las personalidades fusionadas con el alma están creando el Antakarana, que unirá, en una indisoluble unidad, los tres aspectos o energías de la Tríada espiritual y los tres aspectos de la personalidad fusionada con el alma en los tres mundos”.



6.  Utilidad de las Cualidades.
Debemos partir de que las Cualidades son facultades del Alma que el ser humano ha ido desarrollando a través de las múltiples experiencias vividas en sus innumerables existencias en el plano físico a través del sufrimiento, la alegría, el sacrificio, el amor, el estudio, la reflexión, la observación, etc., y de todos los actos y circunstancias que componen el desarrollo de toda una vida humana. De esta forma, nos daremos cuenta que todo ello nos lleva a una maduración o desarrollo de nuestra conciencia espiritual, haciendo posible o creando las condiciones para que la naturaleza superior o trascendente que es el ser real, se vaya expresando o afirmando cada vez más, en la conciencia humana, y así, de este modo, ir dando lugar a una mayor evolución de las posibilidades de la vida en la materia de la vida terrena.

De este modo, paso a paso, el ser humano irá dejando atrás, sus fases más primarias o instintivas, dando así lugar a una evolución consciente de lo que es la Vida Superior, ya que la práctica continuada en la concienciación y desarrollo de las Cualidades o Facultades del ser eterno que mora en nosotros, nos hace entrar en unas dinámicas o líneas de vida muy diferentes, que abarcan la inmensidad de tareas de preparación y de labor, necesarias en beneficio de la humanidad, muy diferentes a las que desarrollan la inmensa mayoría de los seres que viven en la Tierra.

Esta es la importancia y utilidad de las Cualidades, pues la continua práctica de ellas será en definitiva lo que nos ayude a un desarrollo mayor, a vibrar y a actuar desde nuestra naturaleza superior, que es el objetivo final o meta de nuestros continuos retornos a la vida de la materia en la rueda de renacimientos.

El objetivo de la Vida y de la Conciencia del ser humano, es la integración paulatina y consciente con los propósitos de la Vida Universal, las Cualidades que de este modo puedan desarrollase son tan solo la consecuencia de esta paulatina integración.

El desarrollo de las Cualidades es algo que va intrínseco a nuestro ser, es nuestra autorrealización, es una realidad viva de nuestro interior. Las cualidades nos invitan a sentir la conexión con nuestra esencia, y esto se manifiesta en nuestro comportamiento hacia los demás y obviamente con nosotros mismos, irradiando una energía diferente que pueda expandirse en nuestro entorno. Las cualidades nos permiten tener un balance y una armonía con todo lo manifestado, un intercambio de energías con la naturaleza donde el hombre se convierte en ese canal necesario para traer el “cielo a la tierra”, y también vivir en el “perfecto ahora” aceptando lo que es.

Es importante recordar que estas cualidades innatas que todos poseemos, tenemos que desarrollarlas y es el trabajo que la personalidad tiene que asumir. A veces oímos decir expresiones como "YO SOY AMOR", "YO SOY LUZ", "YO SOY PODER", "YO SOY AMOR", etc., pero esto es verdad solo en parte, porque yo no soy nada que no sea capaz de desarrollar. Nuestra esencia es el alma, nuestro Yo Superior, y es el alma la que tiene todas esas cualidades que cada uno de nosotros tenemos que potenciar en nuestra personalidad transmutando la materia en espíritu, y ésto lo tenemos que hacer con cada uno de los cuerpos de la personalidad, físico emocional y mental. A medida que desarrollamos estas cualidades y purificamos nuestra personalidad, el alma se va expresando más intensamente a través de nosotros, algo que de otra manera es imposible.

Son infinidad de vidas las que necesitamos para paso a paso sutilizar nuestra personalidad e integrarla coherentemente, para que actúe como unidad y finalmente fusionarla con el alma. Somos aquellos hombres primitivos que vivían de la caza y de la pesca, no somos unos privilegiados que el Padre nos ha elegido para que disfrutemos de esta era tan avanzada, y con tantos problemas sin resolver. El trabajo lo hemos tenido que ir haciendo cada uno de nosotros y tenemos que seguir haciéndolo para que se restablezca el Plan de Dios en la tierra. Ser a imagen y semejanza de Dios nos exige una gran tarea.


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