LA SABIDURÍA ETERNA. TEMA VII: “LAS CUALIDADES”
Somos un
grupo de estudiantes anónimos que deseamos trabajar con la mejor voluntad y
humildad, apoyándonos en las enseñanzas de la Sabiduría Eterna, sin intentar imponer
a nadie nuestros criterios ni conclusiones, a éstos debemos llegar cada uno de
nosotros a través de nuestro esfuerzo y trabajo y cada vez que nos equivoquemos
querrá decir que no tenemos la lección aprendida y debemos repetirla.
Ponemos a disposición
de otros estudiantes tanto individuales
como a grupos, estos estudios por si les pueden servir de base para
seguir profundizando y llegar a sus propias conclusiones, puesto que en
espiritualidad no hay dogmas.
INDICE:
0. INTRODUCCION
1. ¿Qué SON LAS CUALIDADES?
2. LAS CUALIDADES SON ¿UN FIN O UN MEDIO?
3. COMO EDUCIR CUALIDADES.
4. LAS CUALIDADES Y LOS RAYOS.
5. LAS CUALIDADES Y LA TRIADA SUPERIOR.
6. UTILIDAD DE LAS CUALIDADES
INTRODUCCION.
El desarrollo interno del ser humano consiste básicamente
en su mejoramiento espiritual como entidad individual, para que a través de
sucesivas expansiones de conciencia llegue a unificarse con el Uno de forma
consciente.
El mejoramiento espiritual o interno, conlleva además del
desarrollo de sucesivas ampliaciones de conciencia, el uso de cuerpos cada vez
más sutiles y vibrantes, más apropiados a las nuevas condiciones internas,
donde lo interno debe ser la expresión de lo externo, lo que significa que de
alguna forma, nuestro aspecto externo debería reflejar, hasta cierto punto,
nuestra situación interna, nuestro grado evolutivo.
En Ocultismo se dice que el desarrollo evolutivo del ser
humano consiste en la “creación del carácter”, una peculiaridad interna del
individuo, que se forma de manera lenta y progresiva en el curso de innúmeras
encarnaciones, a través de la acción de la Ley del Karma que corrige los muchos
errores cometidos.
Por la “creación del carácter” se puede entender la suma de
aspectos que favorecen el progreso o desarrollo espiritual del ser humano. Es a
esto y no a otra cosa a lo que se hace alusión a la de “creación del carácter”.
Esto, es un aspecto muy importante del desarrollo integral del ser humano,
porque implica que se han de adquirir indefectiblemente, Cualidades.
El término “CUALIDADES”, sin tener para nada en cuenta que
puedan ser denominadas de alguna otra forma, hacemos referencia a los aspectos
positivos o virtudes, y a sus contrapartes, como vicios o defectos que todos
hemos ido acumulando en el curso de nuestras muchas vidas debidos casi siempre
al egoísmo y a la ignorancia, y pocas veces a través del desinterés y altruismo.
Como ya sabemos, en el Universo todo es cíclico, y así,
aspectos más o menos negativos imperantes en la humanidad, de alguna manera se
vuelven a presentar en tiempos posteriores para que sirvan en gran medida de
enseñanza al género humano como un todo, por lo que la postura a adoptar ante la situación mundial
actual, ha de ser de comprensión positiva, por mucho que a veces nos duelan
ciertas situaciones.
Esta es la época del inicio del Poder Mental, pero
desafortunadamente lo practicamos en su aspecto Concreto, algo totalmente
lógico, pues hemos de continuar avanzando hasta poder emplear el aspecto
Abstracto e Intuitivo de la Mente.
Quienes, aunque sea muy lejanamente, tratan de vislumbrar
lo que es o puede representar el Plan de la Evolución y se esfuerzan por
espiritualizar sus existencias, han de ser conscientes de que no se debe caer
en el orgullo intelectual, que poco bien nos hace, y por el contrario tanto
perjudica.
La humanidad abandonará esta u otras situaciones mundiales
similares que puedan presentarse en el futuro cuando se espiritualice, pero
para ello ha de hacer todo lo necesario para Educir Cualidades de forma
consciente, y lo hará tan pronto como el orgullo intelectual quede de lado, y
la Sabiduría y el Altruismo ocupen su lugar.
Todos los seres humanos orientados hacia la Buena Voluntad,
tenemos la posibilidad y el deber de saber que conscientemente podemos avanzar
en la evolución adelantando el Camino simplemente poniendo en práctica las
Cualidades que hemos oído o estudiado, y siguiendo el ejemplo que nos mostraron
Aquellos quienes fueron los Iniciadores, Precursores e Inspiradores de la
Humanidad y de todas las principales Religiones y Filosofías del mundo.
En uno de los muchos comentarios que el Maestro Tibetano
hace sobre las Cualidades, dice lo siguiente:
“El desarrollo de la Intuición trae aparejadas Tres Cualidades:
ILUMINACION. Por iluminación no me refiero a la luz de la
cabeza. Ella es incidental y fenoménica, muchas personas verdaderamente
intuitivas desconocen por completo esta luz. La luz a que me refiero es la que
ilumina el Camino, “la luz del intelecto” que significa realmente lo que
ilumina la mente y puede reflejarse en el mecanismo mental cuando ella se
mantiene “firme en la luz”……
COMPRENSION. Tener verdadera comprensión implica poseer una
acrecentada capacidad de amar a todos los seres y no obstante al mismo tiempo,
mantener un desapego personal, que puede basarse fácilmente en la incapacidad
de amar o en la preocupación egoísta por la propia comodidad física, mental o
espiritual y sobre todo emocional……
AMOR. Como ya se ha dicho, no es un sentimiento afectivo ni
tampoco el de poseer una disposición amorosa, ambos aspectos son incidentales y
correlativos. Cuando se desarrolla la Intuición, tanto el afecto como la
exteriorización del espíritu amoroso se expresarán en su forma más pura, pero
aquello que produce esto es algo mucho más profundo y abarcante”……
Las Cualidades son un camino a desarrollar por parte de
cada uno de los buscadores espirituales, son el mecanismo que nos permitirá
llevar a la práctica toda la riqueza de la enseñanza y de la asimilación de la
verdad profunda. Es una formación continua en el que cada eslabón conecta con
nuestra verdadera esencia, siendo por tanto un camino muy efectivo para el
trabajo aquí en la tierra.
Las Cualidades y Virtudes, como la ‘contraparte de los vicios
y defectos adquiridos’, es una realidad que muchas veces nos encontramos en el
camino cuando estamos abrumados por toda esa estructura mental creada e
incorporada durante tanto tiempo, y en esa línea se nos presenta como un gran
obstáculo a superar, así el desarrollo consciente de las Cualidades nos
servirán de sostén fundamental o una vía de apoyo para vivenciar nuestro camino
en el sendero y deshacernos de tanta opresión.
Las contrapartes de los vicios como el odio o el rencor, es
el amor y la compasión, Cualidades, y uno de los Pares de Opuestos que debemos
reconocer y trabajar para transmutar nuestra Naturaleza Personal e Interna a la
que nos comprometimos en su día al decidirnos libremente a hollar el Sendero de
Retorno.
Es de mucho interés, para todos en general, el tema de las
Cualidades o características que debe reunir el peregrino espiritual, y sería
bueno recordar que cuando se entra en este camino lo lógico es que se llegue
con las virtudes ya incorporadas a nuestra vida, si no en plenitud al menos
bastante desarrolladas.
Cuando hablamos de espiritualidad, debemos tener en cuenta
que el espíritu es la raíz de todo y de ahí nacen todas las religiones, por lo
que en principio todas son buenas, aunque se adulteran en cuanto el hombre
interviene con sus normas dogmáticas e interfiere en el libre albedrío que
todos tenemos.
Solo se puede avanzar en el camino espiritual en libertad,
lo cual da lugar a que nos equivoquemos consciente o inconscientemente, pero
estos pasos erróneos son los que nos sirven para darnos cuenta de que lo
podríamos haber hecho mejor, y así, también libremente corregirnos.
Nos equivocamos nosotros solos, y nos desarrollamos
nosotros solos, con nuestro propio trabajo y esfuerzo, y es que de esta manera
estamos modelando y desarrollando nuestra divinidad. No llegamos ni a la
ILUMINACIÓN, ni a la COMPRENSIÓN, ni al AMOR, sin ser nosotros mismos los
constructores, y así seremos en verdad "a Imagen y Semejanza de Dios"
con todas sus Cualidades.
1.
¿Qué SON LAS
CUALIDADES?
Para el hombre común que solicita libremente hollar el
Sendero, se le sugiere someterse a una serie de disciplinas tanto internas como
externas, necesarias para recorrer con éxito este difícil camino de complicadas
y a veces casi insuperables pruebas a las que tendrá que verse sometido en todo
su recorrido, para poder liberarse de la continua rueda de renacimientos, y
llegar victorioso al final de esta senda, convertido en un Ser de Luz, en un
Maestro de Compasión y de Sabiduría.
Dentro de las disciplinas a las que debe someterse, figura
en primer lugar la de Conocerse a Sí mismo, la de reconocer tanto lo bueno y
positivo que hay en él, como también lo malo y lo negativo que encierran los
más profundos repliegues de su ser. Tiene que averiguar y aprender a utilizar sus
Cualidades, tanto de las innatas, las que ya ha desarrollado y potenciado con
anterioridad, como las que aún pueden faltarle por cultivar y ejercitar, para
de esta forma, poder aplicarlas de forma correcta, en el desarrollo, y
aplicación de las Virtudes Espirituales que van a ir surgiendo en el devenir de
su existencia en el Plano Físico.
Durante el ejercicio de todo este proceso de aprendizaje y de
entrenamiento, el ser humano, debe ir modelando y creando un fuerte y firme
“carácter interno”, imprescindible para poder salir airoso de todas las pruebas
a las que tendrá que verse sometido en el transcurso de sus todavía futuras existencias,
donde se encontrará con victorias y derrotas, y con todo tipo de complejas y
dolorosas experiencias.
Tendrá que potenciar sus Cualidades, tanto las Mentales, como
las Sicológicas y Físicas, para poder desarrollar toda una serie de habilidades
y técnicas que le convertirán en un virtuoso y especializado guerrero, para que
en el campo de batalla de la vida, pueda tener posibilidades de éxito, y así, aunque
caiga y salga derrotado una y mil veces en infinitas batallas, por la
preparación tan especial a la que se ha sometido, y el coraje y empeño que ha
cultivado durante tanto tiempo, le permitirán al final ganar la última batalla
y conseguir así la corona de laurel de los héroes victoriosos.
Tanto las Cualidades innatas, como las que quizá aún le
falten por incorporar a su bagaje espiritual, deben de alguna manera hacer que
se expresen en mayor medida las Virtudes que debe manifestar a su alrededor,
hacia todos los seres en ese acto de continuo y permanente estado de ayuda y de
servicio altruista que el karma le va a facilitar para cumplir con la parte del
Gran Plan que a él, le corresponde cumplir en una determinada existencia.
Se podría decir, que las Cualidades son el único medio
eficaz del que disponemos cada uno de nosotros para poder desarrollar, cultivar
y expresar las Virtudes, que son el fin, en sí mismas, diseñadas por las Leyes
Divinas y propuestas por la evolución para poder servir a todos seres de una
forma más amplia y perfecta en su desarrollo interno.
Casi todas las tradiciones filosóficas o religiosas, describen
con gran precisión la diferencia entre Cualidades y Virtudes, variando
lógicamente los nombres que se les asignan, como es el caso del Budismo, donde
se explican las Paramitas, refiriéndose según la mayoría de las traducciones
occidentales a las Virtudes Piadosas o a las Virtudes Ilimitadas, según sea su
procedencia, la del Budismo Hinayana o bien del Budismo Mahayana. En cuanto a
la religión Católica, por ser la que conocemos la gran mayoría, las cualidades
como Fortaleza, Amor, etc., la Religión las contempla como valores espirituales
que se deben utilizar para expresar en mayor o menor medida cualquier tipo de
virtud, dentro del contexto de las Teologales, o las Cardinales.
Contemplando de forma Trascendente en el Hombre las Cualidades,
se podría decir, que son las causas y origen de las Virtudes. Siendo éstas, las
Virtudes, el efecto y el resultado lógico y natural de la puesta en práctica de
los atributos y potencialidades del Alma o Ego.
En lo referente a las disciplinas, tendríamos que saber la
forma de cómo interpretarlas correctamente, ya que la mayoría de ellas no deben
ser tomadas y entendidas al pie de la letra, sino que hay que aprender a sacar
el mensaje interno que conllevan, todo dependerá del nivel y estado de
conciencia alcanzado por el estudiante o discípulo que está intentando someterse
a este tipo de entrenamiento. Se sabe ocultamente, que muchos libros sagrados,
se pueden leer e interpretar de siete formas posible. El nivel de percepción y
enseñanza que pueda recibir la persona que esté tratando de descifrar el
mensaje implícito de estos textos, dependerá lógicamente de su desarrollo
interno.
Debemos tener presente que nadie está en posesión de la
Verdad Absoluta, que cada uno de nosotros, sólo vemos y somos conscientes de
una parte ínfima de esa Verdad que nos envuelve, que las distintas divergencias
y opiniones que pueden existir entre nosotros en cualquier disciplina, es motivo
suficiente como para que nos sintamos obligados a investigar, a discernir y a discriminar
su misma esencia, y de esta manera, si nos olvidamos de nosotros mismos y sobre
todo, de lo que nos pide la personalidad, podremos acercaremos mucho más a esa Verdad
Absoluta y Total.
Un fragmento que trata sobre la disciplina, del libro: La
Libertad Primera y Última, de Krishnamurti dice:
"¿Qué hay implícito en la disciplina? ¿Por qué nos
disciplinamos, si es que lo hacemos? ¿Pueden ir juntas la disciplina y la
inteligencia? Porque casi todos sienten que debemos, mediante alguna clase de
disciplina, subyugar o dominar al bruto, a eso repugnante que hay en nosotros.
¿Y ese bruto, esa faz repugnante, ¿puede dominarse mediante la disciplina? ¿Qué
entendemos por disciplina? Una línea de acción que promete una recompensa; una
línea de acción que, si la seguimos, nos dará lo que deseamos, ya sea positivo
o negativo. Una norma de conducta que, si se la pone en práctica de un modo
diligente, asiduo y lleno de ardor, me dará al final lo que yo deseo. Puede que
sea doloroso, pero estoy dispuesto a pasar por ello para conseguir lo que
quiero. Es decir, al "yo" que es agresivo, egoísta, hipócrita,
impaciente, miedoso ‑todo lo que sabéis-, a ese "yo" que es la causa del bruto en
nosotros, lo queremos transformar, subyugar, destruir. ¿Y esto, cómo se va a
hacer? ¿Ha de hacerse por medio de la disciplina, o de una comprensión inteligente
del pasado del "yo", de lo que es el "yo", de cómo surge a
la existencia, y todo lo demás? Es decir, ¿destruiremos al bruto en el hombre
por medio de la coacción o por medio de la inteligencia? ¿Y es la inteligencia
cuestión de disciplina? Olvidemos por ahora lo que han dicho los santos y todo
el resto de la gente, y ahondemos el asunto por nosotros mismos, como si por
primera vez considerásemos este problema; y entonces, al final, quizá podamos
obtener algo creador, no meras citas de lo que otras personas han dicho, todo
lo cual es tan vano e inútil."
Podríamos llegar a entender de este párrafo, que si la
disciplina no es libremente aceptada, y surge como imposición, anula nuestra
libertad, y por tanto es siempre negativa. Sin embargo la autodisciplina como resultado
del desarrollo de nuestra mente iluminada por la luz del alma, y con el pleno
convencimiento de lo que más nos interesa como seres espirituales, es la de
conocernos a nosotros mismos en cuanto a defectos y cualidades, muy
posiblemente lleguemos a la conclusión de la necesidad que tenemos de la
autodisciplina. Pese a todos estos razonamientos, la decisión por la que
tenemos que optar en nuestro trabajo, es de cada uno de nosotros.
Krishnamurti, indica que más que ejercer una férrea
disciplina que subyugue a nuestro yo inferior, a nuestro ego personal, a todas
nuestras tendencias, deseos y apegos hacia el mundo de los sentidos, (que sólo
lleva a un éxito circunstancial y relativo en el tiempo, porque la causa de
esta situación sigue latente en lo más ocultos recovecos de nuestra naturaleza
personal), insinúa, que es a través del discernimiento, como podemos reconocer
nuestros “vicios”, nuestras “inclinaciones” y nuestras “tendencias” negativas,
y una vez enfrentadas y reconocidas, la única forma que hay para eliminarlas de
forma permanente, es descubrir que forman parte de los muchos “pares de
opuestos” que han ido incorporándose ” desde la noche de los tiempos a nuestro
ego, llegando a confundirnos y a creernos debido a nuestra ignorancia, que
somos nosotros, y desde ese momento de reconocimiento, poner de forma práctica
en nuestras Vidas, las Cualidades o Virtudes correspondientes, para que éstas
vayan sustituyendo y transmutando paulatinamente lo Negativo en Positivo, y el
Defecto en Virtud.
En realidad, Krishnamurti hace referencia al conocimiento
de nosotros mismos y a que todo tiene una causa que es la que debe dirigir
nuestros pensamientos, palabras, y obras, y a través de esa causa se llega a
conocer mediante el estudio, el discernimiento, la discriminación, la
meditación y el servicio, que nos puede conducir al origen y a la causa de
todas las cosas, permitiéndonos ver las correcciones que debemos aplicarnos,
sin que nos las imponga nadie y con absoluto convencimiento de que esa
autodisciplina es oportuna.
Sabemos que el ser humano posee ya de forma innata todas
las Cualidades, como la Voluntad, el Amor, la Compasión, la Intuición, etc.,
que las ha ido adquiriendo en el transcurso de su evolución y que tendrá que
potenciar y poner en práctica lo antes posible. Que las Cualidades “innatas”,
son las que el Ego trae consigo mismo en cada encarnación. Y que las Cualidades
“adquiridas” o “educidas” son las que se desarrollan en el transcurso de una
vida o encarnación.
Las Cualidades que cada uno de nosotros expresamos
habitualmente, son un componente básico, el marchamo, de cualquier Alma o Ego
que le hacen ser único e irrepetible dentro de la Familia Humana.
Según se van desarrollando y utilizando las Cualidades, el
ser humano va adquiriendo una cada vez mayor sensibilidad hacia lo superior que
hay en la naturaleza y en cada situación a la que nos enfrentamos en nuestra
vida diaria.
La expresión y manifestación de las Cualidades,
proporcionan al hombre una mayor estabilidad, equilibrio y armonía internas que
le permiten ser consciente de la belleza en cualquiera de sus formas y
manifestaciones dentro de la naturaleza. Las Cualidades son en realidad
Atributos de lo que llamamos Principio Divino, por lo que ya forman parte, y
están ya en todos nosotros.
Las Cualidades no se pueden definir, porque se trata de
elevados estados de conciencia. Si decimos que estamos percibiendo cualquier
Cualidad, esto significa que estamos educiendo esa cualidad. Si definimos a las
Cualidades como vibraciones, estamos generando una redundancia, ya que todo
cuanto existe es vibración. Educir Cualidades es el objetivo del Aspirante, ya
que de esta forma se logra ser consciente de la Unidad, ser uno con el Todo, y
así trascender la dualidad.
Tanto las Cualidades como las Virtudes son de índole
Espiritual, mientras que las Capacidades, son más bien de índole funcional.
Cuando el Aspirante logra educir en mayor o menor grado todas las Cualidades,
es cuando se completa la formación de su “carácter interno”. Las Cualidades son
el medio del que disponemos para poder desarrollar, cultivar y expresar las
Virtudes, que son el fin, en sí mismas, diseñadas por las Leyes Divinas y
propuestas por la evolución para poder servir a todos seres de una forma más
amplia y perfecta.
La expresión natural de las cualidades en nuestro ser,
representa por tanto un escalón más en nuestra evolución espiritual, una llamada
hacia la presencia interior, una actitud silente en la que los fenómenos
externos de la materia no causan ningún atisbo de inquietud en el ser que busca
ese desarrollo espiritual. Es dejarnos guiar por nuestro yo interno para que
nos guie hacia esa reflexión última representada en la acción correcta según
nuestro nivel de conciencia, donde sea el alma la que se exprese por medio de
las cualidades con su grandeza dejando una huella interna en cada ser con el
que tengamos la oportunidad de encontrarnos.
2. LAS
CUALIDADES SON ¿UN FIN O UN MEDIO?
Las Cualidades son un medio para lograr un fin. Las
Cualidades Espirituales son las herramientas que nos permiten poder desarrollar
y expresar las Virtudes, que son el fin en sí mismas. La expresión y práctica
de las Cualidades, permiten al ser humano, evolucionar, y por tanto servir a
todos seres de una forma más amplia y correcta.
Las Cualidades son Poderes Espirituales, y su correcta utilización
es nuestra responsabilidad, por lo que de alguna forma generan el
correspondiente Karma. A través de nuestro Espíritu y de nuestras Almas estamos
unidos al Alma Universal y también a otros Espíritus, estando sólo estamos
“separados” por la diferenciación y expresión de nuestras Cualidades.
Las Cualidades imperecederas como el Amor o la Bondad, forman
parte del Ego Inmortal, siendo una expresión o una imagen del Aspecto Divino en
el Ser Humano. Las Cualidades son aspectos
evolutivos que nos hacen ser conscientes de nuestro desarrollo espiritual, y
facilitarnos la posibilidad de “comunicarnos” con los mundos invisibles.
El “carácter”, entre otras cosas, es la suma de nuestras
propias Cualidades. El Ser Humano perfecto, es un Buda, es el fruto y resultado
evolutivo de innumerables encarnaciones que han llevado a una persona a educir todas
las Cualidades en su máxima expresión en lo que se refiere al género humano.
Cuando son educidas todas las Cualidades, se hace
innecesario volver a reencarnar porque el hombre ha alcanzado el cénit de su
desarrollo evolutivo en los planos más objetivos, convertido en un Maestro de
Compasión y de Sabiduría, pasando por tanto al quinto Reino Espiritual, el de
las Almas Liberadas.
Las Cualidades, por decirlo de alguna forma, reposan y
actúan en cada Cuerpo o Vehículo, y sus consecuencias afectan y caracterizan al
resto de los vehículos. En este sentido, son un medio que ayudan en el tránsito
por el camino espiritual, para poder experimentar con correcta sensibilidad a
través de los Vehículos Superiores.
Las Cualidades, podríamos decir también, que proporcionan
al que las pone en práctica un gran poder de realización al convertirse en un
fiel instrumento de la Evolución en lo que se refiere al Gran Plan Divino.
Las Cualidades, son como cualquier órgano o apéndice del
cuerpo, si no se usan o utilizan, de alguna forma se atrofian y quedan
inservibles, como si no estuvieran, perdiendo así la oportunidad de poder desarrollar
las Virtudes necesarias para desarrollarnos internamente.
¿Cualidades como fin egoísta, y como medio para obtener un
resultado?
“Al enfrentarte a la acción, has de tener la mente puesta
en la victoria y en la derrota, y además, en ninguna de ellas. La acción ha de cumplirse por la misma acción
y no por su resultado”:
1. Reconocimiento
de la existencia de las Cualidades
2. Necesidad
de manifestar las Cualidades.
3. Educir las
Cualidades a través de muchas vidas de forma inegoista.
4. Alcanzar la
iluminación y la sabiduría.
Podríamos decir que los poderes espirituales o poderes del
alma, son fruto de una utilización correcta de nuestras herramientas, todas
esas cualidades son entre otras cosas, las virtudes que debemos adquirir y
potenciar plenamente, con lo cual si ejercemos la buena voluntad, y mejor aún
"la Voluntad al Bien" que es aceptar y actuar de acuerdo con la
Voluntad Divina, todas esas cualidades utilizadas en el servicio a la
humanidad, con olvido de nosotros mismos, y como colaboración para que el Plan
se restablezca en la tierra, nos permitirá también alcanzar la perfección, la
iluminación y que los poderes del alma se manifiesten en nosotros.
Las cualidades son un medio indispensable para alcanzar un
fin mayor: Desarrollar nuestra esencia Divina, Servir al Plan y a la humanidad,
alcanzar la Iluminación y con todo ello que los Poderes del alma se
manifiesten. Otra cosa importante, es que utilizando las cualidades de forma
correcta, haremos en perfectas condiciones el camino de retorno a la casa del
Padre, porque tenemos que llegar perfectos y para ello hemos de hacer nuestro
trabajo para que la UNIDAD sea perfecta, lo cual será posible cuando todas sus
partes sean perfectas.
Nos dicen los grandes Maestros y entre ellos Helena
Petrovna Blavatsky, que Espiritualidad no son Poderes psíquicos, y es algo que
hay que tener muy en cuenta. A veces se busca por encima de todo los poderes,
sin habernos desarrollado espiritualmente, sin haber desarrollado nuestra
divinidad, y ello tiene un gran peligro porque hemos desviado nuestra atención
de lo esencial, de la Verdad, y hemos puesto todo nuestro deseo en los poderes.
¿Qué poderes llegarán en estas circunstancias?, lo más seguro es que lleguen
los poderes psíquicos inferiores, los del bajo astral y nos creamos que somos
unos iluminados. El objetivo principal es el amor a la Verdad y desarrollar
nuestra conciencia, nuestra esencia divina, y todo lo demás llegará por
añadidura, y sabremos dar el mejor uso a esos poderes, con responsabilidad y
con toda humildad.
Las cualidades colaboran en el desarrollo y expansión de
nuestra verdadera naturaleza interna. Lograr por medio de este proceso un punto
de apoyo hacia la expansión de nuestra conciencia será una herramienta
necesaria también para el desarrollo de nuestro discernimiento, que permitirá
conocer qué cualidades queremos potenciar en nuestro sendero.
Para el sincero aspirante espiritual, es necesario que a
través de la correcta acción, pueda potenciar y elevar su desarrollo moral,
intelectual y también espiritual, esto lo puede lograr por medio de la
meditación, de la lectura espiritual, extrayendo con su discernimiento las verdades
latentes que conllevan, para llevarlas a la práctica. Pero, a pesar de esto, en
ocasiones puede tener pequeños deslices generados por situaciones que inciten
volver a los patrones adquiridos durante toda la vida. Es importante destacar
que si persiste en ese correcto conocimiento y medio vital, siempre encontrará
un aliciente y por tanto, aparecerán los caminos que vaya necesitando para su
evolución, aunque esto no sea un proceso sencillo, algo en su interior le dirá
que es el camino que debe seguir. De ello deriva la importancia de la
observación sin interferir en lo que la mente quiera encasillar.
Es así como la atención plena nos hará conscientes de todo
lo que ocurre, y lo que se expresa interna y externamente, esto nos facilita el
poder elegir en consciencia la respuesta que damos a eso que ocurre. Cuando
observamos el mundo que nos rodea son muchos los sentimientos y emociones que
nos genera, pero en cada momento podemos elegir, dejar pasar esas emociones o
sentimientos y que sea nuestro ser más elevado el que se exprese, brindando
amor hacia todo lo que nos rodea como elemento integrante de la belleza en
todas las cualidades.
Hay seres, que voluntaria y conscientemente trabajan para
educir Cualidades de forma inegoista como un fin, con la intención de poder desarrollarse
con más rapidez, y ayudar así más y mejor a todos los seres.
Los conceptos de fin o medio son conceptos que solo tienen
sentido y significado aquí, en el plano físico ya que son propios de la
personalidad.
3. COMO EDUCIR CUALIDADES.
El desarrollo de las Cualidades puede efectuarse
de dos formas:
Por el camino natural de la evolución,
en el que la corriente evolutiva que arrastra hacia la perfección a todo lo que
existe en el universo, permite de un modo lento y gradual, el que se vayan
desarrollando las Cualidades en el individuo a través del proceso de las
continuas reencarnaciones.
O por el discernimiento y libre decisión
de reorientar la propia evolución al haber logrado a través del duro y
prolongado entrenamiento interno, una importante conexión entre el Alma y la
Personalidad a través de las muchas experiencias que el Yo superior ha ido adquiriendo
y acumulando vida tras vida, y que con mayor o menor éxito, ha hecho posible a
un ritmo más rápido, ir perfeccionando y educiendo distintas cualidades en cada
período existencial, asimilándolas y añadiéndolas a su carácter, transformado
muy positivamente su personalidad, dotando al individuo, de más oportunidades
para acelerar ese desarrollo en función del nivel evolutivo que ha ido
consiguiendo. De él dependerá atender esa voz interna o continuar siendo
arrastrado por la normal corriente evolutiva.
En el caso de que el individuo, en un
momento y en una vida determinada, fuera capaz de escuchar la voz de su
conciencia espiritual y estuviera dispuesto a ello, puede acelerar su desarrollo
externo e interno, sirviéndose tanto de las leyes biológicas, como mediante la
aplicación de las Leyes Mentales y Espirituales que operan en los distintos
planos. Para ello, el hombre dispone de lo que el teósofo I. K. Taimni define
como la Ciencia del Conocimiento de Sí Mismo, la cual según dicho autor, se
basa en la aplicación integral de las Leyes Naturales ante el problema de la
evolución humana, definiéndola como una ciencia tan cierta y fidedigna, por sus
resultados exactos, como lo son las leyes que operan en el Plano Físico en el campo de la Ciencia Moderna.
El Principio Divino en esencia se
encuentra en todos y en cada uno de nosotros así como en todo lo que se puede
ver o no en el Universo. Todas las Cualidades se encuentran en dicho Principio
Divino y, por extensión en nosotros mismos. Ahora bien, el proceso que ha
seguido la Mónada a través de la manifestación la ha llevado por un proceso
involutivo en la materia que ha ido cubriendo todas esas Cualidades con capas
de materia correspondientes a cada uno de los planos por los que ha ido pasando
hasta manifestarse en el Plano Físico, el más denso de todos.
De este modo, estas cualidades
inherentes al Origen Divino, han quedado en meras potencialidades en el actual estado
de desarrollo humano. Pero el averiguar el exacto estado de evolución de cada
uno de nosotros es una tarea que compete en exclusiva al ámbito de nuestra
propia esfera personal, la cual, si es llevada a cabo adecuadamente, se verá
guiada por nuestro propio Maestro Interior, el mismo Yo Superior que nos ha
llevado hasta este punto.
Es imprescindible el análisis sincero de
nuestro propio carácter a través de la meditación y de la reflexión, la
aceptación de nuestras propias carencias y el trabajo minucioso, a través de la
paciencia y la perseverancia en el esfuerzo, trabajando sobre aquellas Cualidades
que queremos desarrollar, haciéndolas finalmente nuestras, de modo que queden
indeleblemente marcadas en nuestro interior, vida tras vida, unido a la práctica
constante de las mismas en nuestro diario devenir, lo que nos llevará
finalmente a la Perfección y a la Iluminación.
Mucha gente que emprende este camino y comienza a trabajar sobre sus Vehículos
Inferiores, sobre sus emociones y sus pensamientos, se desanima al comprobar
que los resultados no son tan rápidos como desearía, pero hemos de tener en
cuenta el hecho de que nos enfrentamos a fenómenos de carácter mental y
espiritual cuyo desarrollo y desenvolvimiento por ser muy complejos y
abstractos es mucho más lento que los fenómenos físicos. Esto sólo significa
que las condiciones son diferentes, más complicadas, y que requieren un
reajuste mucho más inteligente de todas las condiciones que garantizarían el
éxito tras un esfuerzo paciente y prolongado.
Pero los resultados se basan en leyes naturales y por lo tanto el éxito
final es seguro.
Pero ésta es una meta que sólo se puede alcanzar tras muchas vidas de
duro esfuerzo en pos de nuestra evolución interna, pero en modo alguno hemos de
desdeñar los frutos de cada pequeño progreso que podamos alcanzar en esta vida,
ya que alcanzar el dominio de la razón sobre nuestros impulsos, sobre nuestras
emociones y pensamientos, nos permite lograr una vida sin las preocupaciones y
las ansiedades de una mente inquieta y atormentada, obsesionada por los apegos
y los deseos que nos llevan al sufrimiento.
El tiempo necesario para lograrlo dependerá, por supuesto, de los
esfuerzos que hagamos no sólo en esta vida, sino de los que hayamos realizado
en esta dirección en nuestras vidas pasadas, de nuestro estado evolutivo y de
nuestro karma, pero nada puede privarnos de conseguir un estado de equilibrio
mental, de tranquilidad y de paz en esta vida, si el esfuerzo es lo
suficientemente serio.
¿Cómo o que podemos hacer para conocer, para actuar, desarrollar y
manifestar las Cualidades?
Es muy importante reflexionar sobre cómo manifestar las cualidades que
todos tenemos inherentes pero que hay que manifestar y en esta reflexión
podemos apreciar que en un principio es la Vida, el Espíritu, el que de forma
natural nos guía, ya que nosotros no tenemos capacidad para dilucidar quiénes
somos y por qué estamos aquí, y por supuesto tampoco sabemos qué tenemos que
hacer. Es la propia ley natural y nuestro yo inferior quienes actúan y las
consecuencias de esas actuaciones, en la mayoría de los casos involutivas, las
que nos van haciendo despertar por medio de preguntas para las que no tenemos
respuesta y a través de muchas vidas empezamos a despertar de esa ignorancia,
ya que nosotros somos aquellos hombres primitivos, ignorantes, que a través de
las edades hemos ido evolucionando.
Hasta que no hemos conseguido alguna respuesta significativa de quiénes
somos y qué hacemos aquí, la evolución es lenta, muy lenta y vivimos casi como animales,
abducidos por la materia, y sobre todo por la materia física. Paso a paso
superamos esa dominación del físico y nos adentramos en el astral y son las
emociones y deseos los que dominan, y no tenemos otro objetivo que conseguir
aquello que deseamos, y por ello luchamos y no siempre las consecuencias son
las que esperábamos, pero el dominio de las pasiones de todo tipo (dinero,
poder, sexo, etc.) tiene sus consecuencias, porque aunque en esa etapa todavía
no lo sabíamos, el Karma existe y es la Ley de Causa y Efecto o Ley de la justa
retribución que siempre actúa. El Karma, es una ley equilibradora que ni
castiga ni premia, simplemente actúa de forma que cada cual recibe las
consecuencias positivas o negativas de sus pensamientos, palabras y obras, y
con ella llega el dolor y el sufrimiento que nos aporta las mejores lecciones
de aprendizaje, y efectivamente, seguimos siendo nosotros los autores y
constructores de nuestra vida, nadie nos obliga a nada y somos libres para
actuar en libertad y si aprendemos la lección rectificaremos nuestros
pensamientos, palabras y obras y con ello nuestros deseos y emociones.
Ojalá que no tardemos demasiado en darle el predominio a la mente y la
desarrollemos cuanto antes porque es el cuerpo más importante de la personalidad.
Cuando la mente domina controla a los otros cuerpos. En un principio y no
sabemos durante cuántas vidas, el desarrollo de la mente suele ser egoísta y
consideramos que todo lo tenemos que hacer en nuestro propio beneficio, sin
pensar en nadie, y aquí tenemos las diferencias de grandes inteligencias que
pueden ser magos negros y grandes inteligencias que llegan a la iluminación.
Cuando realmente despierta nuestra conciencia es que el alma ya nos está
dando toques y nosotros en principio la oímos muy poco o en periodos
intermitentes, hasta que tardando más o menos y dependiendo de nuestra actitud
y respuesta, nos implicamos en esas llamadas del alma y ante nuestros esfuerzos
por aclarar dudas nos van llegando las respuestas, muchas de ellas equivocadas,
incorrectas, pero ese es el principio para que poco a poco el alma vaya tomando
posesión de su vehículo de expresión, y lo va haciendo cuando esa personalidad
adquiere conocimiento, discierne el conocimiento adquirido y discrimina para
evitar quedarse con errores y mezclar la mala hierba con las semillas buenas,
medita para recibir esa luz que ilumina su vida, y en la medida que puede sigue
avanzando y sirve a sus hermanos. En este periodo las Cualidades se potencian
grandemente porque tenemos una personalidad que está colaborando con el alma,
que se deja guiar por la luz.
De alguna manera y someramente estamos describiendo el Antakarana que es
el propio camino y que consta de dos partes, una primera inconsciente que
termina con la fusión de la personalidad con el alma, y una segunda parte ya
consciente en que sabemos perfectamente lo que estamos haciendo y estamos
trabajando para unir nuestra mente concreta con la mente Abstracta o superior,
con la Tríada Espiritual “Atma, Buddhi y Manas”. Todo un gran y maravilloso
trabajo.
La amplia y correcta manifestación de las cualidades se llevará a cabo
cuando realicemos la labor de conocernos a nosotros mismos, reconociendo
nuestras facultades, y observando la variedad de posibilidades antes diferentes
circunstancias alejadas de cualquier clase de egoísmo. Viviendo no solo para
nosotros mismos, sino también para los demás como una sola comunidad, y
considerando que cualquier acto que realicemos, vaya orientado hacia el
beneficio de toda humanidad.
Desarrollando una profunda comprensión del dominio propio y con un
esfuerzo determinante, el primer paso será desarrollar aquella acción, que por
pequeña que sea, nos acerque a realizar ese servicio a la humanidad y poder
adquirir así, el desarrollo de las cualidades que presenta un hombre en
equilibrio.
Consciente o inconscientemente las Cualidades se educen a través de la
práctica y de esta forma poder incorporarlas a nuestro acervo personal. Por lo
tanto, la tarea de educir Cualidades corresponde única y exclusivamente a cada
ser humano.
En este contexto, podríamos preguntarnos también ¿educen Cualidades los
vegetales, los minerales y los animales?.
Los reinos inferiores educen Cualidades de forma inconsciente, impelidos
por la evolución, como el deseo en algunos animales. Las Cualidades son
vibraciones, que se manifiestan de diferente forma y escala según los reinos de
la naturaleza. Así en el reino vegetal, las Cualidades vienen expresadas por
las formas y el color. En el reino
mineral, las Cualidades se expresan a través de las vibraciones que manifiestan
los minerales, desde los más simples hasta los más evolucionados, como son los
metales preciosos y los radiactivos. Así,
por ejemplo, las potentes vibraciones que emite el uranio, por ser uno de los más
evolucionados de su reino, manifiesta dentro de las limitaciones propias de su
entorno evolutivo, una gran capacidad de sensibilidad y de percepción que tiene
su incipiente conciencia para responder instintiva e inteligentemente a los
estímulos que le llegan dentro del Aura de su Alma Grupal. Hay una casi
infinita gradación de formas sensibles, tantas, como conciencias, en distintos
y niveles o grados de evolución. Las Cualidades embrionarias de las conciencias
grupales de los reinos inferiores que engloban y contienen las almas grupales
de cada una de las especies de los reinos inferiores: mineral, vegetal y
animal, se manifiestan también por lo que se denomina “Inconsciente Colectivo”.
En el reino animal las vibraciones de las Cualidades se expresan desde
el instinto hasta el estadio anterior del intelecto. En general, en los reinos
inferiores, mineral, vegetal y animal, el desarrollo y manifestación de las
Cualidades, vienen dadas por los especializados grandes Devas que conforman las
almas grupales, de cada reino, grupo o especie que tienen a su cargo.
Algunos comentarios que hace el Maestro Tibetano sobre las Cualidades:
“Que las Cualidades, Vibraciones, Colores y Características de todos los
Reinos de la Naturaleza, son Cualidades del Alma, como lo son los poderes
latentes en determinada forma que tratan de expresarse y demostrar
potencialidades. Al terminar el período evolutivo, todas éstas revelarán la
naturaleza de la Vida Divina y del Alma del Mundo, esa Superalma que está
revelando el Carácter de Dios…. “
“El Alma, mediante las Cualidades y características, se manifiesta como
consciente respuesta a la materia, pues las Cualidades se producen por medio de
la interacción de los pares de opuestos, espíritu y materia, y su mutuo efecto.
Esta es la base de la Conciencia….”
“Muchas Cualidades representan la misma expresión de la realidad. Pero
detrás de ellas aparece (inmanente, y glorioso) aquello de lo cual estas
dualidades no son más que aspectos de la Presencia inmanente aunque
trascendente de la Deidad. Todas las dualidades son absorbidas en la naturaleza
de este Uno, y las distinciones y diferencias pierden sus significados…..”
El ser humano educe Cualidades a través del esfuerzo personal, del
olvido de sí mismo, y de la generosidad altruista que expresa hacia todos los
seres con los que se rodea e interrelaciona y que el karma le ha puesto en
contacto.
Algo importante a tener en cuenta es que a medida que manifestamos las
Cualidades del alma también somos más sensibles y percibimos tanto lo positivo
como lo negativo de los demás, las intenciones más o menos puras y la dirección
de determinadas actitudes, y esto implica una cualidad más a desarrollar por
nuestra parte que es la Comprensión, la Compasión y la Acción Correcta.
No quiere decir que por comprensión y compasión anulemos lo que hemos
percibido que puede corresponderse totalmente con la realidad, sino que hemos
de aceptarlo como una manifestación del nivel de conciencia de cada uno y hemos
de hacer nuestro trabajo que siempre debe representar un servicio.
En espiritualidad hay que ser mucho más que buenos y hemos de
desarrollar una inteligencia amorosa que no es dar por bueno todo, sino que
cada cosa y cada quién está en determinado nivel que no hemos de calificar sino
como parte del proceso por el cual todos pasamos y todo ello nos debe servir de
reflexión y enseñanza, sin dejar de aportar nuestro granito de arena que nunca
debe ser una crítica sino una aportación constructiva y quizás sólo en casos
muy excepcionales apartarnos de determinados ambientes. No olvidemos que donde
está la oscuridad, a cualquier nivel, también debe estar presente la luz, y ello
representa un gran sacrificio para el que percibe esa oscuridad y es consciente
de que su presencia es necesaria. Sacrificio,
"Sagrado Oficio".
Una técnica interesante para lograr educir nuestras cualidades latentes
sería el interrogatorio interno, el método socrático por excelencia. Con esto,
lograremos buscar detrás de cada situación, el lugar en el que queremos
posicionarnos como una elección consciente. Somos máquinas de pensamientos, a
veces irracionales y casi siempre involuntarios, una nube de dramas e historias
que vienen y van a lo largo de nuestra vida y que son los determinantes de la
historia que nos contamos a diario logrando esto condicionar nuestro
comportamiento, y por tanto, las cualidades que como ser expresamos. Pero qué
clase de pensamientos albergamos? Quiénes somos respecto a ellos? Son realmente
ciertos? Quiénes seríamos si ellos no existieran en nuestra mente?.
Respondiendo a estas preguntas y las que nuestro ser nos inspire a realizarnos,
encontraremos esa sensibilidad especial y discernimiento para actuar de acuerdo
con esa consciencia despierta que cultivamos a diario en nuestro trabajo
interno, reconociendo así el nivel en el que nos encontramos, eligiendo
voluntariamente en el que queremos estar, y comprendiendo que el nivel en el
que estén los demás solo es asunto de ellos.
4. Las Cualidades y los Rayos.
Los Rayos son corrientes de Energías Cósmicas que emanan y son la
esencia de la Mente Universal, del Todo. En el inconmensurable Universo, estas
Energías Cósmicas crean, sustentan, eliminan y vuelven a recrear cíclicamente
todo cuanto existe, desde las más insignificantes y primigenias partículas
subatómicas hasta ahora desconocidas por la ciencia, hasta los más complejos y
remotos sistemas de galaxias.
Estas Corrientes de Energías Cósmicas que subyacen y son los Rayos, se
expresan de forma séptuple, siendo de alguna forma la manifestación del aspecto
Sicológico y Mental, sobre lo que se basa la Creatividad Vital del Todo, en el
Infinito Espacio-Tiempo de Su Manifestación.
Ante el análisis y el estudio de los Rayos que el ser humano puede hacer
a través de su Mente Concreta, aparecen ante él estas Energías desglosadas como
Potencialidades, Cualidades, Virtudes y Defectos. Todo esto puede conducir al
estudiante, a erróneas, falsas, y equivocadas deducciones cuando se pierde de
vista que estas energías están interrelacionadas entre sí por tener un origen
común, aunque aparentemente su manifestación pueda parecer aislada e
independiente.
Los Rayos están asociados misteriosa y simbólicamente al sagrado número
7, a través de los siete colores principales del espectro luminoso, de las
siete notas musicales, de los siete días de la semana, de los siete principios,
de los siete chakras principales del ser humano, con las estrellas y planetas
(las siete pléyades), con los cuatro ciclos lunares de siete días, con las
siete virtudes o pecados capitales, etc.
Estas asociaciones y correspondencias mistéricas de las Energías de los
Rayos con el número siete, nos conducen a través del estudio, meditación,
aprehensión del significado y realidad de lo que verdaderamente son y de su
puesta en práctica, a los más elevados niveles de la realidad, al conocimiento
sobre nuestra más íntima naturaleza y realidad, a la Unificación con Ese Gran
Ser en el que vivimos, evolucionamos y tenemos nuestro Ser, y en definitiva a
la Iluminación, a la Sabiduría y a la Gran Liberación del Samsara. Por tanto,
el hacernos uno con los Rayos, nos permite y facilita trascender el Reino
Humano y dar el salto definitivo hacia el Quinto Reino Espiritual.
Ernest Wood, notable erudito en sánscrito, y eminente teósofo,
contemporáneo de Annie Besant, en uno de sus numerosos libros titulado “Los
Siete Rayos” (1925), quizá uno de los primeros que trataron en profundidad este
tema, a través de las analogías y correspondencias entre los Siete Rayos y los
Siete Principios del Hombre, comenta en este libro:
“… todo Hombre pertenece a Shiva, y tiene como El operativos los Siete
Principios que ponen a su conciencia en contacto con las Siete Realidades
fundamentales de la vida, aunque a diferencia de Shiva, tiene desiguales los
Siete Principios, siendo siempre uno de ellos más vigoroso que los demás.
… los Siete Principios están inseparablemente presentes en todos los
hombres, pero al principio más vigoroso y predominante se le denomina Rayo …
también las Razas y las Naciones tienen como los individuos, su principio
dominante, su Rayo.
Los Siete Principios atraen contantemente a todos los hombres, pero cada
hombre responde mayormente al de su propio Rayo, que es el supremo ideal de su
vida, y así puede exaltar su conciencia a la más intensa vida de que sea capaz.
He aquí los Ideales que respectivamente sugieren los Siete Principios:
1.
(Ichchha) - Libertad.
2.
(Jnana) - Unión.
3.
(Kriya) - Comprensión.
4.
(Maya) - Armonía.
5.
(Sattva) - Verdad.
6.
(Rajas) - Bondad.
7.
(Tamas) - Belleza.
En la vida ordinaria de los hombres, los Rayos se
manifiestan de forma general en los siguientes tipos de personas:
Rayo 1º. El hombre de
Voluntad, que se esfuerza en Liberarse del dominio del yo y de las
circunstancias, es el Gobernante.
Rayo 2º. El hombre de
Amor, que se esfuerza en lograr la Unidad por medio de la Simpatía, es el
Filántropo.
Rayo 3º. El hombre de
Pensamiento, que se esfuerza en Comprender por medio del estudio, es Filósofo.
Rayo 4º. El hombre de
Imaginación, que busca la Armonía a través de un triple camino, el del Mago, el
del Actor, y el del Artista.
Rayo 5º. El hombre de Pensamiento,
que va en pos de la Verdad en el mundo, es el Científico.
Rayo 6º. El hombre de
Amor, que busca a Dios como Bondad en el mundo, es el Devoto.
Rayo 7º. El hombre de
Voluntad, que busca a Dios como Belleza en el mundo, es el Artista y el
Artífice”.
5. LAS CUALIDADES Y LA TRIADA SUPERIOR.
¿Qué
relación hay entre las Cualidades y la Tríada Superior?
A
través de la Personalidad como gran mediador, es por donde se incorpora activa
y objetivamente la Triada Espiritual en el plano físico, con todas sus
Potencialidades, Cualidades y Virtudes, para que a través del ser humano, estos
aspectos divinos puedan perfeccionarse y así puedan incorporarse definitivamente
en la Personalidad como resultado del esfuerzo y del trabajo realizado a
través de las experiencias de múltiples
existencias en los planos más objetivos de la manifestación planetaria.
En
el transcurso de la evolución, el hombre, va actualizando y desarrollando las
Cualidades Superiores, haciendo que su conciencia se enfoque cada vez con más
intensidad y frecuencia en su parte espiritual. La Tríada Espiritual, empieza a
manifestarse cada vez más frecuentemente en el ser humano, al percibir con más
nitidez la Verdad y Realidad de los Planos más Sutiles de nuestra existencia,
haciendo que la conciencia abandone la periferia del yo, y tome contacto y se
una a la conciencia global del resto de la humanidad.
Las
Cualidades que nos son inspiradas y de alguna forma sentidas en determinados
momentos de nuestras vidas, al principio se manifiestan de una forma vaga e
imprecisa. Más adelante, a través de la comprensión y del mayor tiempo dedicado
a practicarlas, hacen que nuestras vidas tomen una nueva dimensión más
abarcante e incluyente, dedicando cada vez más tiempo en ayudar y colaborar altruistamente
con el resto de seres con los que nos relacionamos.
En
nosotros, surgen cada vez con más insistencia nuevas ideas, más holísticas y
universales, que lentamente nos inducen a pensar que no somos el centro del
universo y que compartimos el Planeta Tierra con el resto de la humanidad y de los
reinos animal, vegetal y mineral, como una la Unidad de Vida y de Conciencia.
El
Hombre, cuando alcanza un determinado desarrollo espiritual, sale de su
ensimismamiento y reorienta su mirada hacia su vida interna. Busca ampliar su
conocimiento sobre las Leyes Ocultas de la Naturaleza, llegando a conocer a
través de otros, esa otra parte de sí
mismo que lentamente, consciente o inconscientemente, le va conduciendo a orientar
su vida hacia la parte Espiritual de su Ser. Llega a comprender que el
conocimiento, tampoco es el fin, es sólo una parte y que hay otra parte de sí
mismo, todavía no solo por conocer, si no también y más importante, por
sentir. Esta es la Tríada Espiritual, la
parte Espiritual de su Ser Real.
Por
lo que va descubriendo, sabe, vive y siente la unidad de todos los seres,
llegando a comprender y orientar su vida hacia esa Unidad. Empieza a salir de
su ensimismamiento y a dirigir sus pensamientos, sentimientos y acciones en
busca de esa Unidad. Comprende entonces, que hace falta Transformar su Personalidad,
que todas las Cualidades que hasta ahora había desarrollado, pertenecen a una
parte de su vida que le han servido sólo para llegar hasta este momento.
Entonces busca más en su interior esas otras Cualidades Superiores necesarias que
potencialmente tiene pero que ha de aprender a utilizarlas en el trabajo de Transmutación
Interna, haciendo de esta forma que nazca en él, el Cristo Universal.
La
transformación, que se opera en el ser humano, debido al desarrollo de las
Cualidades Superiores, se hará notar a su alrededor y su frecuencia de
vibración interna será mayor, y más apta para una plena Vida de Servicio.
A
partir de aquí, viene la culminación de su Carácter Espiritual, donde el hombre
alcanza la meta, a través del control de su mente sobre sus emociones y
pensamientos:
Siembra
un pensamiento y cosecharás una acción.
Siembra
una acción y cosecharás un hábito.
Siembra
un hábito y cosecharás un carácter.
Siembra
un carácter y cosecharás tu destino.
William
Makepeace Thackeray.
"Hay
una Paz que a toda comprensión transciende, reside en los corazones de quienes
viven en lo Eterno. Hay un Poder que todas las cosas renueva, es el que vive y
se mueve en quienes saben que el Yo es Uno."
A. Bailey.
Si
contemplamos al Ser humano, encontramos en él predisposiciones, como las que
existen en una planta, en la que sólo se hayan desarrollado las hojas verdes,
pero que todavía no posee ni la flor ni el fruto. Al contemplarlas sabemos, sin
embargo, que a la planta que al principio tiene sólo tiene las hojas, le es
inherente la fuerza para desarrollar la flor y el fruto. Así, también es seguro
que en el transcurso de la evolución, el Alma del hombre con el tiempo ha de
desarrollarse de forma consciente para abrirse al Yo espiritual, y así el
hombre pueda incorporar y ser influenciado por la Triada Superior. En base a
las cualidades del alma, el ser humano va desenvolviéndose de la misma manera
como la planta, después de las hojas verdes, desenvuelve la flor y el fruto.
Dicho de otro modo, a través de su Alma, el hombre se abre a lo divino que él
recibe desde lo alto, para que una vez recibido el Yo espiritual, pueda seguir
su camino hacia las alturas de la evolución de la humanidad.
Podríamos
decir por tanto, que en esta etapa y cuando el ser humano empieza a manifestar
las cualidades de la Tríada superior, ya ha terminado la primera mitad del
Antakarana que termina con la fusión de alma y personalidad, la primera gran
fusión, y comienza la segunda mitad, que es necesariamente consciente y que es
imposible construir sin servicio. El ser humano es plenamente consciente de lo
que está haciendo y hacia dónde se dirige, y las herramientas para expresar las
cualidades de la Tríada Espiritual van apareciendo, como necesidades que
tenemos que afrontar.
Como
en todo avance y progreso espiritual, se nos presentará una gran crisis con
multitud de preguntas, en principio sin respuestas, así empezamos a descubrir
el sentido de muchas experiencias que hemos vivido y que no teníamos muy
claras, como puede ser la soledad externa e interna, ya que nuestro ser nos
está reclamando un servicio expresamente dedicado a la humanidad. Nuestra sensibilidad
aumenta y así percibimos las diferencias con nuestros compañeros de camino.
Todo esto es duro porque estamos percibiendo una realidad que en nada gusta a
la personalidad y que nos va conduciendo a la aceptación y al desapego, conduciéndonos
al Yoga de la Mente, al Agni Yoga o Yoga del Fuego, donde necesariamente
tenemos que entrar en ese VACÍO, para que nuestra mente que tanto la hemos
trabajado y que de tanto nos ha servido, pueda ser trascendida, y confiar plenamente
en la divinidad, llegando a entender el significado de lo que es el dolor,
porque hay que superar muchas cosas.
Nuevamente
hay que hacer hincapié en que el Agni Yoga no tiene épocas en el tiempo y sí
que corresponde a una etapa de nuestro desarrollo espiritual y cada ser tendrá
que determinar por sí mismo en qué etapa está, sin obsesionarse, todo llega por
sus pasos y nosotros aceleramos o retrasamos el camino según nuestra respuesta
a los obstáculos que la vida nos va poniendo por delante.
De
esta forma, conforme el Hombre va desarrollando las Cualidades, el Canal de Comunicación
o Antakarana, entre la Tríada Superior y la Personalidad, se va haciendo cada
vez más amplio e incluyente, haciendo que la Voz del Alma pueda oírse con más
insistencia y nitidez en la Personalidad. De esta manera, las Cualidades
comienzan a hacerse cada vez más visibles en nuestra vida, haciendo que nuestra
visión de la Realidad se vaya ensanchando hacia nuevas oportunidades de
servicio, partiendo desde nuestro entorno familiar, hacia el social, universal
y planetario.
La
Tríada Superior (Atma, Buddhi, Manas), representa en el Ser Humano, el Aspecto
Trino del Creador (Padre, Hijo y Espíritu Santo). Todas las Cualidades están
inscritas y forman parte de la Tríada Superior. Las Cualidades sólo se pueden
desarrollar y potenciar cuando las ponemos a disposición y las utilizamos en
aras del servicio universal. Cuanto mayor sean la disposición, entusiasmo e
interés que pongamos en poner en práctica las Cualidades, mayores serán las
oportunidades y la efectividad de nuestra interacción con los seres hacia las
que van dirigidas.
Para
El tibetano a través de Alice Bailey:
"El
Antakarana lo van construyendo las personalidades fusionadas con el alma, o lo construyen
inconscientemente quienes luchan por alcanzar la orientación y estatura
espirituales convirtiéndose rápidamente en un fuerte cable compuesto de
numerosos hilos de luz viviente, de hilos de conciencia y de vida que están
mezclados y fusionados de manera que nadie podrá realmente decir: "mi
hilo, mi puente, o mi Antakarana" como a menudo se dice ignorantemente. Todas
las personalidades fusionadas con el alma están creando el Antakarana, que
unirá, en una indisoluble unidad, los tres aspectos o energías de la Tríada
espiritual y los tres aspectos de la personalidad fusionada con el alma en los
tres mundos”.
6.
Utilidad de las Cualidades.
Debemos
partir de que las Cualidades son facultades del Alma que el ser humano ha ido
desarrollando a través de las múltiples experiencias vividas en sus
innumerables existencias en el plano físico a través del sufrimiento, la
alegría, el sacrificio, el amor, el estudio, la reflexión, la observación,
etc., y de todos los actos y circunstancias que componen el desarrollo de toda una
vida humana. De esta forma, nos daremos cuenta que todo ello nos lleva a una
maduración o desarrollo de nuestra conciencia espiritual, haciendo posible o
creando las condiciones para que la naturaleza superior o trascendente que es el
ser real, se vaya expresando o afirmando cada vez más, en la conciencia humana,
y así, de este modo, ir dando lugar a una mayor evolución de las posibilidades
de la vida en la materia de la vida terrena.
De
este modo, paso a paso, el ser humano irá dejando atrás, sus fases más
primarias o instintivas, dando así lugar a una evolución consciente de lo que
es la Vida Superior, ya que la práctica continuada en la concienciación y desarrollo
de las Cualidades o Facultades del ser eterno que mora en nosotros, nos hace
entrar en unas dinámicas o líneas de vida muy diferentes, que abarcan la
inmensidad de tareas de preparación y de labor, necesarias en beneficio de la
humanidad, muy diferentes a las que desarrollan la inmensa mayoría de los seres
que viven en la Tierra.
Esta
es la importancia y utilidad de las Cualidades, pues la continua práctica de
ellas será en definitiva lo que nos ayude a un desarrollo mayor, a vibrar y a
actuar desde nuestra naturaleza superior, que es el objetivo final o meta de
nuestros continuos retornos a la vida de la materia en la rueda de
renacimientos.
El
objetivo de la Vida y de la Conciencia del ser humano, es la integración
paulatina y consciente con los propósitos de la Vida Universal, las Cualidades
que de este modo puedan desarrollase son tan solo la consecuencia de esta
paulatina integración.
El
desarrollo de las Cualidades es algo que va intrínseco a nuestro ser, es
nuestra autorrealización, es una realidad viva de nuestro interior. Las
cualidades nos invitan a sentir la conexión con nuestra esencia, y esto se
manifiesta en nuestro comportamiento hacia los demás y obviamente con nosotros
mismos, irradiando una energía diferente que pueda expandirse en nuestro
entorno. Las cualidades nos permiten tener un balance y una armonía con todo lo
manifestado, un intercambio de energías con la naturaleza donde el hombre se
convierte en ese canal necesario para traer el “cielo a la tierra”, y también
vivir en el “perfecto ahora” aceptando lo que es.
Es
importante recordar que estas cualidades innatas que todos poseemos, tenemos
que desarrollarlas y es el trabajo que la personalidad tiene que asumir. A
veces oímos decir expresiones como "YO SOY AMOR", "YO SOY
LUZ", "YO SOY PODER", "YO SOY AMOR", etc., pero esto
es verdad solo en parte, porque yo no soy nada que no sea capaz de desarrollar.
Nuestra esencia es el alma, nuestro Yo Superior, y es el alma la que tiene
todas esas cualidades que cada uno de nosotros tenemos que potenciar en nuestra
personalidad transmutando la materia en espíritu, y ésto lo tenemos que hacer
con cada uno de los cuerpos de la personalidad, físico emocional y mental. A
medida que desarrollamos estas cualidades y purificamos nuestra personalidad,
el alma se va expresando más intensamente a través de nosotros, algo que de otra
manera es imposible.
Son
infinidad de vidas las que necesitamos para paso a paso sutilizar nuestra
personalidad e integrarla coherentemente, para que actúe como unidad y
finalmente fusionarla con el alma. Somos aquellos hombres primitivos que vivían
de la caza y de la pesca, no somos unos privilegiados que el Padre nos ha
elegido para que disfrutemos de esta era tan avanzada, y con tantos problemas
sin resolver. El trabajo lo hemos tenido que ir haciendo cada uno de nosotros y
tenemos que seguir haciéndolo para que se restablezca el Plan de Dios en la
tierra. Ser a imagen y semejanza de Dios nos exige una gran tarea.