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sábado, 27 de diciembre de 2014
miércoles, 24 de diciembre de 2014
NAVIDAD.- Trabajo presentado por Francisco Javier Ortiz y Loli Bermúdez
NAVIDAD
Trabajo presentado por Francisco Javier Ortiz y Loli Bermúdez
Celebramos
estos días unas fiestas entrañables, La Navidad, que nos recuerda el nacimiento
de Jesús-Cristo el “25 de diciembre”. Consideramos por ello que es un buen
momento para intentar profundizar en el significado esotérico de la imagen de
Cristo, su nacimiento y el propósito de su vida. Para ello recurriremos a las
Cartas de Helena Roerich y al libro de Kabaleb “Cómo descubrir al Maestro
Interior. Interpretación Esotérica de los Evangelios”.
Respecto
al significado de Cristo escribe Helena lo siguiente:
“Al
leer los vitales consejos y explicaciones de los Evangelios de los grandes
trabajadores espirituales de las primeras centurias de la Cristiandad, uno ve
claramente la gran confusión en la que está nuestra mente moderna. Para estos
grandes Sabios el término "Cristo" significaba precisamente el
principio divino más elevado en nosotros, justamente lo que significaba
originalmente en los Grandes Misterios de la Antigüedad. Los términos
"Krestos" y "Kristos" fueron tomados de los diccionarios de
los Misterios paganos. Krestos, o neófito, es aquel que ha pasado por todos los
sufrimientos y aprobado todas las pruebas en el último ritual de Iniciación.
Luego el ungido se convierte en Cristo, "el purificado." Su
personalidad finita se funde con su individualidad infinita y entonces, él se
convierte en un Ego inmortal. La misma concepción de la palabra
"Cristo" uno también la puede encontrar en la Epístola a los Galateos
(4:19) y en la Primera Epístola a los Corintios (3:16), así como en el
Evangelio de San Juan (15:4) y en el Evangelio de San Lucas (17:21)”.
“Verdaderamente,
Cristo el Redentor mora en cada uno de nosotros. Tú ya sabes que para los
primeros cristianos, así como por todo el mundo antiguo, la palabra
"Christos" o Cristo, era sinónimo de Ego Superior. En este sentido,
debería entender que Cristo es el Redentor de los pecados. Así pues, la
redención de los pecados personales es llevada a cabo de manera perpetua, por
el alma—el conductor y mensajero de Cristo—durante la larga cadena de las
encarnaciones en la tierra de nuestro Ego individual. "El Cristo
Crucificado está representado en cada ser humano, quien luego de alcanzar
cierto grado de evolución debe descender a los infiernos y traer de regreso al
estado normal o elevado al alma allí caída debido a los hechos ilegítimos de su
ego inferior. En otras palabras, el Amor Divino debe alcanzar al corazón del
hombre y debe conquistarlo y regenerarlo antes que él sea capaz de darse cuenta
de la monstruosidad de sus pecados en contra de la Ley Divina. Esto puede ser
alcanzado sólo a través de una completa fusión y unificación con el Elevado Ego
o con la Ley Divina del Amor”.
“Debería
estar claro que nadie puede perdonar o redimir los pecados de otros, pero
ciertamente lo puede ayudar, en un momento específico, a abrir su corazón hacia
su elevado Ego, y de esta manera despertar dentro de él las latentes fuerzas
divinas. En su momento, estas fuerzas divinas beneficiarán el aura de aquel que
ha ayudado y éste se convertirá en un participante de los buenos resultados
causados por el beneficioso despertar de las fuerzas divinas en otro. Siempre
la cooperación, en todo y en todas partes”.
“Todos
los grandes Maestros que han aparecido en varias naciones y en varios países
bajo diferentes imágenes, son las Puertas al Espíritu. Cada uno de Ellos es el
Alfa y Omega y es así mismo con cada persona que ha encontrado y afirmado el
principio de Cristo dentro de sí mismo. Tú recuerdas la expresión, "el
microcosmo es como el macrocosmo." Todos conocemos que el término
"Cristo" fue tomado del diccionario pagano y originalmente su
significado era "Iniciado" o "Hierofante." El Cristo es
nuestro Ego Más Elevado y purificado”.
Queda
patente con estas lecturas la tergiversación y manipulación de la imagen de
Cristo y su Enseñanza, con la intención de ocultar su verdadero significado y
mantener en pie las estructuras sociales y religiosas que oprimen al ser
humano, ya que EL CONOCIMIENTO NOS HACE LIBRES.
Una
vez explicada la verdadera naturaleza de Cristo y su manifestación en cada ser humano,
profundizaremos en el simbolismo esotérico de las circunstancias que rodearon
su nacimiento de la mano del análisis realizado por Enrique Llop Kabaleb.
“Cristo
es una fuerza que actúa en el interior del ser humano, y los hechos de su vida
nos refieren cómo esa fuerza penetra en cada hombre empezando por nacer, hasta
que, al morir, deja de ser una fuerza individualizada, expresándose por dentro
como una tendencia particular para derramar su “sangre” sobre el conjunto de
tendencias que forman nuestra personalidad anímica, convirtiéndolas todas a la
dinámica crística”.
“No
son los conocimientos intelectuales los que nos permiten avanzar en el sendero
evolutivo, sino las transmutaciones que se operan en la personalidad y que
éstas siempre se deben al impulso del deseo exaltado, cuando es ayudado por la
mente en el empeño de conquistar más altos niveles”.
“La
Vida de Dios es una historia que un día u otro ha de ser protagonizada por
todos los hombres. El Ego Superior de cada ser humano la lleva impresa en su
interior como si fuera una cruz y en cada una de nuestras sucesivas existencias
interpretamos un episodio, un fragmento de esa historia divina … La Biblia nos
refiere esa historia de Dios, o sea, nos anuncia los trances por los que todos
tendremos que pasar, siendo alternativamente los Abraham del pacto con la
divinidad, los habitantes de Sodoma que reciben el fuego del cielo, los José
vendidos por sus hermanos, los que atraviesan el Mar Rojo, los Salomón y
finalmente los Cristo, en los cuales la naturaleza divina y la humana actuarán
al unísono para siempre jamás”.
“El
nacimiento místico en nuestro fuero interno no depende de nuestra voluntad, que
es la parte masculina que hay en nosotros, sino de que exista un terreno
virgen, un cuerpo puro sin el cual el niño divino no podría nacer. Esta
disposición de pureza se llama María y es la parte femenina de nuestra psique.
Ahora bien, si hemos llegado a ese estado es porque previamente nuestra
voluntad nos ha conducido hacia él. José representa la voluntad que ha creado
ese estado virginal propicio al nacimiento del niño divino. Una vez creado, ese
nacimiento se produciría sin que la voluntad-José interviniera, por obra del
Espíritu Santo, que es quien ha de juzgar si nuestra preparación es la adecuada
para recibir el niño. Así pues, esa parte del Evangelio relata unos hechos
míticos que se repiten una y otra vez cuando, en un 25 de diciembre, nace la
personalidad divina en el fuero interno de algún ser humano”.
“Jesús
venía al mundo para realizar una obra redentora y era preciso que naciera a la
hora en que las tinieblas son más densas y en la gruta que simboliza la
oscuridad, ya que el objetivo de Jesús-Cristo era el de conseguir que la luz
penetrara en las tinieblas”.
“Un
ángel se apareció a los pastores para anunciarles el nacimiento del Salvador
del mundo y todos ellos emprendieron el camino hacia Belén. Esos pastores (los
hombres de buena voluntad) representan las tendencias humildes del alma humana,
las que están creciendo y aún no han alcanzado los niveles del poder anímico”.
“La
tendencia naciente supone una amenaza mortal para el reino de Herodes, ya que
cuando esa tendencia se consolide y adquiera poder, inevitablemente Herodes
dejará de reinar, es decir ya no nos interesará nada de lo que constituye la felicidad
del hombre profano. Sabiéndose amenazado por la tendencia naciente, Herodes
tomará medidas para destruirla”.
“Los
magos de Oriente representan las tres fuerzas que hay en nosotros capaces de
transformarlo todo, esas tres fuerzas que en el árbol kabalístico conocemos
como Kether, Hochmah y Binah y que actúan en cada uno de nosotros como
Voluntad, Amor/Sabiduría e Inteligencia Activa y Transformadora … Los magos
ofrecieron al niño oro, incienso y mirra. El oro es atributo de la
voluntad-Kether, administrada por nuestro espíritu inmortal, el Ego Superior.
El incienso y la mirra representan las virtudes de Hochmah y Binah, la
sabiduría y la fuerza cristalizadora que su Obra iba a necesitar.
Una
vez que Cristo haya nacido en nosotros deberemos seguir sus pasos,
esotéricamente hablando: la huida a Egipto (la tierra madre), formación
espiritual, vida oculta, retirada al desierto, tentaciones, vida pública
(iniciada con el bautismo), traición y crucifixión. Respecto a ésta última, que
representa el final del ciclo y que da paso al nuevo ciclo iniciado con la
resurrección, Kabaleb expresa lo siguiente:
“La
cruz es el emblema del hombre que ha vivido plenamente las cuatro etapas de los
trabajos que le ha sugerido su divinidad, las experiencias correspondientes al
elemento Fuego, Agua, Aire y Tierra. Cuando todo este trabajo ha sido
realizado, ya no queda más que cargar con esa cruz y clavar en ella nuestra
alma para que el contenido de las experiencias, del saber, se derrame sobre la
Tierra, en beneficio de todos los hombres, acelerando así su ritmo evolutivo”.
La
comprensión de la Enseñanza de Cristo es fundamental e imprescindible para que
la humanidad logre alcanzar su meta evolutiva en la ronda actual, el nacimiento
del Niño-Dios en cada ser humano, para llegar al final de la última ronda
convertido en un Hombre-Dios, un Arhat. De ahí la importancia dada a esta
Enseñanza por Kabaleb y Helena Roerich en los siguientes textos:
Kabaleb:
“Los hombres vuelven una y otra vez a la sinagoga de Jehová, vida tras vida,
pero en ella encuentran ya, desde que Cristo vino, el camino de salida. Ese
camino es la propia vida de Cristo, en la que él señalizó con sus acciones cómo
lograr transmutar nuestra naturaleza interna y destruir todo lo desperdiciado
que se acumula en nuestro historial, así podremos salir definitivamente del
mundo de Jehová para instalarnos en el Reino.
El
esoterismo cristiano que ha de desarrollarse en el siglo XXI no será
esoterismo, sino la doctrina del Reino que se proclamará por los tejados,
inaugurando así el milenio en que la enseñanza de Cristo florecerá en la Tierra
y convertirá el mundo en un jardín del Edén”.
Helena
Roerich: “La Enseñanza de Cristo recordó a la humanidad los amenazantes
peligros e indicó el camino de la redención espiritual-el sendero a la
salvación … El primer rayo de la Nueva Época resplandecerá con una nueva
comprensión de la Enseñanza de Cristo. “Por tanto, aceptemos la aparición de
Cristo como un signo sagrado y dejemos que la gente venere todas las señales
del Camino Sublime”.
Esta
Enseñanza de Cristo no será abanderada por ninguna religión, fructificará en
nuestro interior porque NACERÁ DE ÉL, haciendo realidad en la humanidad la
unidad, cooperación, lealtad, generosidad, compromiso, responsabilidad,
sacrificio y manifestaciones del AMOR CRÍSTICO en todas sus actividades, que
estarán encaminadas a la construcción de una Nueva Sociedad y un Nuevo País,
cuyo único objetivo sea el reinado del Bien Común. Estos nuevos seres humanos
reconocerán a La Jerarquía Espiritual de la Luz como Guía Conductora y
Espiritual de la Humanidad y harán posible que el final del Kali Yuga (la edad
negra) se haga realidad, dando paso al Satya Yuga ¡¡¡ la edad blanca !!! , que
será establecida por el Señor del Mundo SANAT KUMARA.
A
cada uno de nosotros corresponde la responsabilidad de contribuir a este bello
propósito. Nuestra decisión hará posible el nacimiento de Cristo en nuestro
interior. Cuando esto ocurra, podremos hacer nuestras las palabras pronunciadas
por Vivekananda:
¡¡¡
Si yo hubiera vivido en Palestina en la época de Jesús de Nazaret, yo le
hubiera lavado sus pies, no con mis lágrimas sino con la sangre de mi corazón
!!!
Loli
Bermúdez y Paco Ortiz os deseamos Feliz Navidad
Navidad
2014
lunes, 22 de diciembre de 2014
JESUCRISTO: EL MAESTRO JESÚS Y CRISTO (ACV.)
EL MAESTRO JESÚS Y CRISTO (ACV.)
Todos los buscadores y sabios
que se han esforzado por estudiar y comprender la vida histórica de Jesús, han
utilizado el único material del que disponían, y en una gran parte ha servido
como base la transmisión oral. Podemos decir al respecto, que existe una doble
literatura sagrada, entendiendo por texto sagrado una obra inspirada por el
Espíritu. Esta obra puede ser una
invocación mística o un determinado conocimiento con relación a las leyes
universales del mundo de la forma.
Cuando este conocimiento se expresa de forma escrita se hace con
frecuencia, bajo una forma simbólica, con el fin de protegerlo de un uso
egoísta e inmoral. Esta literatura, llamada sagrada, concierne exclusivamente
al alma. Generalmente está constituida por oraciones y mantras de gran valor
espiritual y su orientación es siempre la búsqueda de la comunión con lo
Divino. Es a esta fuente a la que el gran sabio y poeta Kabir hacía referencia
cuando escribía:
«No tengo ni tinta, ni papel, ni
pluma en la mano.
De era en era, entrego mi
mensaje eterno.
Vedas, Puranas, Corán y libros.
Todos han hablado de Él de
distintas maneras.
Hindú, Turco, Jainista, Yogui:
¡Ninguno ha comprendido el
secreto!»
Kabir hubiera podido ampliar su
lista añadiendo el Antiguo y el Nuevo Testamento. Kabir,
al igual que todos los auténticos sabios, admite que algunos textos han
sido escritos por seres inspirados, por conocedores del Ser, pero estos escritos
no pueden ser, bajo ningún pretexto, la verdad que trasciende toda expresión
conceptual escrita o hablada.
Cuando Pilatos preguntó a
Jesús: ¿Qué es la verdad?» Jesús permaneció en silencio, ya que esta
verdad no puede ser transmitida a través del pensamiento intelectual.
La lectura de los escritos
alegóricos y simbólicos tiene de excepcional
para el buscador, que según sea su grado de madurez interior, encontrará
el alimento que necesite. Para los menos avanzados, el texto será una pauta de
conducta, pero para los más avanzados el mismo texto podrá revelar una ley
universal. Esto es así, tanto para los textos sagrados como para los discursos.
Jesús lo demostró en numerosas ocasiones cuando, por necesidad de ocultar la
sabiduría, enseñó a través de parábolas: «A vosotros os ha sido dado conocer
los misterios del reino de los cielos, pero a ésos no.»
Si la enseñanza esotérica es
velada de esta forma en los discursos, mucho más lo es en los escritos. De ahí que los
historiadores no iniciados en los misterios se hayan visto perdidos en la
interpretación de los textos que evocan la vida y palabras de Jesús.
A través de las muchas
investigaciones sobre la vida de Jesús, se llegó a creer durante mucho tiempo
que ya todo había sido dicho, hasta el día en que fueron descubiertas nuevas
fuentes literarias, tales como los escritos gnósticos encontrados en Egipto y
los escritos esenios del Mar Muerto. Más allá de los textos clásicos el estudio
debe abarcar e integrar también los escritos nacidos del judaísmo, tales como
el Talmud, así como el conjunto de escritos, llamados «apócrifos», descartados,
precisamente, por ser de naturaleza
esotérica. No hay ninguna intención negativa respecto al valor que los judíos y
los cristianos dan a sus respectivas religiones. La crítica podría estar
exclusivamente en el sentido y la interpretación y no en la esencia de cada una
de estas religiones.
Enunciado esto, nos preguntamos
¿Quién es el Maestro Jesús? Y podemos decir que es el punto focal de la
energía que fluye por medio de las varias Iglesias cristianas, pero
fundamentalmente vamos a considerar a Jesús como el medio de encarnación de
Cristo en la tierra. Es decir que Cristo encarnó en Jesús.
Mucho se puede decir de la vida
de Jesús y de Cristo y mejor hacerlo con absoluto respeto y responsabilidad y sin lugar a dudas, cada
uno, desde su propio nivel de conciencia, no puede ser de otra manera, de ahí
las diferencias. A partir de esta consideración, el respeto, la honestidad y la
consciencia deben darse en grado sumo, porque es lo que corresponde y porque
somos conscientes de que nadie puede traspasar ese “círculo no se pasa” ahora
representado por la conciencia, con lo cual no podemos dejarnos invadir por la
conciencia de nadie, ni nosotros invadir la de los demás; no puede haber nada
más que respeto y ojalá que hubiera mucho amor y mucha compasión pues cuando se
dan ambas cosas, hay sabiduría.
Tenemos que decir una vez más
que la verdad absoluta no es propiedad de nadie y solamente nuestra propia
evolución o nivel de conciencia es lo que nos va a permitir esa parte de verdad
y cada cual tiene su propio límite que sería bueno reconocer, conocer y
aceptar, lo cual nos haría mucho más comprensivos.
Se dice que la segunda venida de
Cristo a la tierra ya se ha producido. Yo, honestamente, no puedo pronunciarme
porque no lo sé y a mí, individualmente eso no me hace ni mejor ni peor. En
este sentido sí que he pensado en las distintas posibilidades del retorno de
Cristo a la tierra y una de ellas es que venga en forma etérica, y otra en
forma física. No me representa ningún
problema la forma en que pueda producirse porque entiendo que si hubiéramos
hecho que Cristo naciera y creciera en nuestros corazones querría decir que
ahora mismo cada uno de nosotros seriamos un Cristo en la tierra y seguro que
hacen falta muchos Cristos. Ahora mismo no estoy manejando dogmas ni palabras
de nadie, estoy manejando mis propias palabras con mis propias limitaciones y
tal y como ahora mismo puedo pensar.
Circulan muy distintas versiones
sobre la vida de Jesús. ¿En qué nos puede influir todo esto a nosotros? En primer lugar debo decir que hago mención
de ello porque me parece necesario que seamos conscientes de esas variadas
versiones que circulan con mayor o menor verdad, y con mayor o menor engaño que
de todo puede haber. A mí particularmente todo esto me va diciendo que hay que
poner los pies en el suelo y que hay que profundizar y mucho en lo
verdaderamente espiritual, en la esencia, y que llegar a la divina indiferencia
nos aportará todo lo necesario para no equivocarnos, y hablo de la divina
indiferencia porque es de la mayor importancia. Si nosotros verdaderamente lo
que buscamos es la verdad, los datos históricos nos van a afectar relativamente
porque son datos concretos de mentes concretas, lo cual siempre tendremos que
utilizar, pero también sabemos que va a llegar un momento, cuando ya hayamos
explotado y desarrollado nuestra mente, que tendremos que trascenderla y la
verdad nos llegará por vía directa. ¡Cuidado y no nos confundamos, a ver si
ahora todos nos vamos a creer que ya somos seres iluminados! Tenemos que ser
muy honestos y llegar al “conócete a ti mismo” con su mayor pureza; entonces
llegaremos a saber cuándo estaremos en condiciones de trascender la mente
concreta y llegar a la abstracta, sin intentar imponer a nadie lo que pensamos
que ES. No se produce este proceso de la noche a la mañana, lleva un trabajo y
un esfuerzo, con sus correspondientes crisis.
De todo este tipo de historias,
se apropian personas muy documentadas y que a mí, en ocasiones, hasta me han
alterado, seguro que por mi falta de
madurez espiritual y por no gozar todavía de “la divina indiferencia”, entiendo
que no tenemos que estar ignorantes sino muy alerta para que llegado el momento
cada uno de nosotros, seamos nosotros mismos con conocimiento de causa, para lo
cual debemos tener conocimiento y, quien ya esté preparado, trascender la mente
concreta y que le llegue la luz.
El ser humano es capaz de hacer
infinidad de manipulaciones y generalmente por intereses terrenales e incluso
por ignorancia propiamente dicha, así que podemos pensar que efectivamente,
tanto con la vida de Jesús como con la de Cristo se ha podido manipular desde
los distintos estamentos y que los propios historiadores escriben un mismo
hecho de la historia según ellos lo han visto y también condicionados por sus
preferencias, por quien a ellos les ha contado tal hecho, y a veces, según quien a ellos les ha pagado. Desgraciadamente
así es y no sé hasta cuándo será.
¿Qué pienso yo? Que si todo es energía y todo es espíritu,
cualquier manifestación de energía se puede expresar con formas y nombres
diferentes. Nosotros mismos en las distintas vidas hemos tenido personalidades
y nombres distintos, es lógico. De hecho lo que hoy somos es el fruto del
recorrido de esas distintas existencias y personalidades, ¿qué nombres habremos
tenido y qué profesiones habremos desempeñado?, ¡qué más da, nuestra esencia es
la misma!
Cuando consigamos trascender la
mente concreta para ver desde la abstracta, la verdad se hará patente y
mientras tanto habrá errores (intencionados o no) en las fechas, la geografía y los distintos
nombres, pero de esto debemos ser conscientes.
A través de la historia, cada historiador sitúa un mismo hecho o un
mismo personaje en un lugar u otro, en una u otra fecha y con unas u otras
características según la ideología del propio historiador o del grupo que lo
sustenta, así como y muy principalmente de su “luz”. Ahora bien, los mensajes divinos tienen tanto peso, o la
verdad tiene tanto peso, que pese a todas las posibles manipulaciones la luz siempre
resplandece, pues al fin y al cabo "todo es energía" de primer Rayo,
2º ó 3º; eso es lo que quizás tenemos que ver en cada caso, que la
manifestación de la energía se expresa de diferentes formas.
No tenemos más remedio que
pensar que en todas esas versiones que circulan hay parte de verdad y parte de
mentira, pero lo realmente importante es esa energía que los distintos avatares
vienen a manifestar, y que en el caso de Cristo (con cualquier otro nombre que
se le pueda dar y que históricamente se le haya dado) su energía es la del
Amor-Sabiduría ¿qué importan los nombres, ni cuántas manifestaciones pudo tener
en la tierra?, porque si una energía se manifiesta en distintas encarnaciones,
lógicamente será con distintas formas y distintos nombres, con lo cual
perfectamente caben ahí errores humanos, malas intenciones, interpretaciones y
manipulaciones, ya que los que escriben la historia no son necesariamente
Iniciados.
A la segunda venida de Cristo
han hecho referencia, aparte de otros muchos,
Maestros como El Tibetano y Vicente Beltrán Anglada y ambos me merecen
gran confianza, sin que por esto quiera decir que seamos o tengamos que ser
copias exactas de uno u otro, pues estaríamos faltando a la lógica espiritual y
a las más elementales líneas del esoterismo. Cada camino es uno, individual e
intransferible, de ahí nuestras propias percepciones según las circunstancias y
características.
Sobre la Cruz del Mártir del
Calvario está definido el Misterio del Cristo con una sola palabra que consta
de cuatro letras, INRI: Ignis Natura Renovatur Integram, es decir, El Fuego
Renueva Incesantemente la Naturaleza. El Advenimiento del Cristo en el corazón
del Hombre, nos transforma radicalmente. Cristo es la vida que palpita en el
universo entero, es lo que es, lo que siempre ha sido y lo que siempre será.
Aunque Cristo nazca mil veces en
Belén, de nada sirve si no nace en nuestro corazón. Aunque hubiese muerto y
resucitado al tercer día de entre los muertos, si no muere y resucita en
nosotros también, de nada sirve. El Cristo Íntimo, el Fuego Celestial, debe
nacer en nosotros, y nace en realidad cuando hemos avanzado en el Trabajo
Psicológico. El Cristo Íntimo debe eliminar de nosotros todo lo negativo. No
sería posible la disolución de nuestros deseos, de nuestros apegos, de nuestra
materialidad, en tanto el Cristo interno
no haya nacido y crecido en nosotros.
Podemos y debemos hacernos
infinidad de preguntas con todas sus dudas, pero muy conscientes de que el
camino lo tenemos que recorrer en soledad, experimentando y superando etapas,
lo cual nos va a crear una absoluta compasión hacia nuestro hermano que al
igual que nosotros tendrá que hollar su propio sendero, con aciertos y con
errores. Hoy vamos a descubrir algo que mañana tendremos que modificar parcial o
totalmente, porque lo que hoy puede ser
una seguridad absoluta para unos, para otros no lo es, y cada uno está en su
derecho y en su deber de ir aclarando todas las dudas, no tanto con las teorías
sino conjugando estas con las vivencias, y para eso, el esfuerzo hay que
hacerlo, no conseguiremos nada sin esfuerzo.
Ana
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