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sábado, 26 de enero de 2019

¿QUÉ SON LOS RAYOS? D.K. - AAB.

¿QUÉ SON LOS RAYOS? D.K. - AAB.



Rayo es el término aplicado a una fuerza o a un determinado tipo de energía que pone de relieve la cualidad que exhibe esa fuerza, y no el aspecto forma que ella crea. Ésta es la verdadera definición de un rayo. (14-250) 

Cuando hablamos de energía de rayo estamos considerando, en realidad, la cualidad y el aspecto voluntad-propósito de cierta gran Vida a la cual damos el nombre de "Señor de Rayo"... Su intención, voluntad y propósito divinos o la proyección determinada de Su mente, crean una radiación o corriente de energía que —de acuerdo al tipo y cualidad— actúa sobre todas las formas de vida manifestadas dentro de nuestro "círculo no se pasa" planetario. Estos Señores de Rayos son las energías creadoras y sustentadoras que complementan la Voluntad del Logos planetario. Colaboran con Él en la definición y expresión de Su supremo propósito. Sus radiantes emanaciones son objetivadas y retiradas cíclicamente. A medida que se irradian en los tres mundos, las energías que hacen impacto, producen cambios, disturbios, progreso y desenvolvimiento, crean las nuevas formas necesarias y vitalizan y cualifican aquello por lo cual se expresa la inmediata intención divina, intensificando tanto la cualidad como la receptividad de la conciencia. En otros momentos, durante el proceso de ser retiradas "a [i4] su propio lugar", causan la desaparición o la muerte del aspecto forma, de las instituciones y "organismos organizadores" (empleando una frase peculiar), produciendo por lo tanto ciclos de destrucción y cesación, y dando así lugar a esas nuevas formas y expresiones de vida que serán producidas por un rayo entrante. (18-467) 

Toda manifestación es de naturaleza septenaria y la luz central denominada Deidad, el Rayo Uno de la divinidad, se manifiesta primero como triplicidad y después como septenar 6 Uno brilla como Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, reflejados a su vez en los Siete Espíritus ante el Trono, los siete Logos planetarios. Los estudiantes esoteristas de origen no cristiano quizás denominen a estos Seres el Rayo Uno, que se manifiesta a través de los tres rayos mayores y los cuatro menores, formando un septenario divino. El Rayo Sintético que fusiona a todos es el gran Rayo de Amor Sabiduría, pues en verdad "Dios es Amor". Éste es el rayo índigo, el rayo fusionador, que al final del gran ciclo absorberá a todos los demás, cuando se obtenga la perfección sintética. También es la manifestación del segundo aspecto de la vida logoica. Este aspecto, el de constructor de la forma, hace de nuestro sistema solar el más concreto de los tres sistemas mayores. El aspecto Amor-Sabiduría se manifiesta mediante la construcción de la forma, y como "Dios es Amor", en el Dios de Amor "vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser" y así será hasta el fin de la manifestación de los eones. Los siete planos de Manifestación Divina, o siete planos mayores de nuestro sistema, constituyen los siete subplanos del plano cósmico inferior. Los siete rayos de que tanto se habla y que encierran tanto interés y misterio, son análogamente los siete subrayos de un rayo cósmico. (1-18/9) 

Uno de los Rayos cósmicos permanentes es el de nuestro Logos, y los subrayos de este rayo impregnan todo Su sistema. Otros seis Rayos cósmicos, que animan a otros sistemas, influyen sobre el nuestro y se reflejan en los subrayos de nuestro Rayo logoico. Nuestros Hombres celestiales responden a estas seis influencias cósmicas. Absorben dicha influencia puesto que son centros del cuerpo logoico, la pasan [i5] a través de Sus esquemas, la hacen circular por Sus centros (cadenas) y la trasmiten a otros esquemas, coloreándola con Su matiz y cualificándola con Su nota o tono peculiar. Todo el sistema de influencia de rayo o calor irradiante, considerado tanto física como psíquicamente, constituye una interacción y circulación intrincadas. La irradiación o vibración pasa, en ciclos ordenados, de su fuente original, o sea el Rayo Uno o Logos del sistema, a los diferentes centros de Su cuerpo. Desde el punto de vista físico, esta fuerza de Rayo es el factor que energetiza la materia, desde el punto de vista psíquico es la facultad cualitativa. Esta fuerza o cualidad pasa y circula de un esquema a otro, de una cadena a otra, de un globo a otro, agregando y, al mismo tiempo, absorbiendo y retornando a su punto focal con dos notables diferencias: a. El calor que irradia se intensifica. b. El carácter o color cualitativo aumenta. Es igualmente notable el efecto que produce sobre la forma, pues el calor o cualidad de un Rayo afecta no sólo a la psiquis del hombre, del Logos planetario y del Logos solar, sino que también tiene un efecto definido sobre la sustancia material misma. (3-366/7) ...

Hay atributos divinos y características de rayo que hasta ahora nunca fueron revelados a las mentes de los hombres, o percibidos por ellos, en los momentos más elevados de inspiración; esto se debe a la falta de sensibilidad, hasta en los más avanzados hijos de los hombres. Sus mecanismos están inadecuadamente desarrollados y son incapaces de responder a esas cualidades divinas superiores. Cristo mismo y otros miembros de la Gran Logia Blanca se preparan para registrar esos atributos divinos y fusionarse conscientemente en un proceso o escala evolutiva, aún más elevada; resultará evidente que las ínfimas conclusiones de las pequeñas mentes constituyen hoy algunos de los factores más peligrosos en los asuntos mundiales. (9-33/4) 7 

La enseñanza referente a los siete rayos es una especulación infructuosa mientras no sea susceptible de investigación, de comprobación eventual y de utilidad general y particular. Mucho de lo que hoy se escribe deberá ser [i6] descartado por inútil, y no puede ser aceptado como posible hipótesis, y tampoco presenta una verdad que puede ser probada. Por lo tanto trato aquí de hacer dos cosas: 1. Indicar, como se habrá observado, una nueva, poderosa y eficaz psicología esotérica. 2. Señalar las inevitables líneas de desarrollo, debido a que están comenzando a actuar en esta época ciertas potencias importantes. Algunas fuerzas van acrecentando su actividad, mientras otras pasan constantemente a ser pasivas. (9-8) 

A medida que estudiamos veremos que las palabras entorpecen en gran parte las explicaciones dadas sobre las realidades implicadas, por lo tanto, debemos procurar penetrar por debajo del significado superficial y llegar hasta la estructura esotérica de la verdad. Los rayos están en constante movimiento y circulación, y manifiestan una actividad progresiva y cíclica que evidencia un impulso cada vez mayor. En ciertas épocas dominan, en otras permanecen inactivos, y de acuerdo al rayo particular que haga sentir su presencia en un período determinado, así será la cualidad de la civilización, el tipo de formas que aparecerán en los reinos de la naturaleza y la consiguiente etapa de percepción (estado de conciencia) de los seres humanos que vienen a la vida en una era particular. Estas vidas que encarnan (en los cuatro reinos de la naturaleza) responderán a determinada vibración, cualidad, colorido y naturaleza en cuestión. El rayo que está en manifestación afectará poderosamente los tres cuerpos que constituyen la personalidad del hombre, y la influencia del rayo producirá cambios en su contenido mental y en su naturaleza emocional, determinando la calidad del cuerpo físico. Me doy cuenta que al dar a conocer esta enseñanza relativamente nueva sobre los rayos, y en mi esfuerzo por arrojar nueva luz sobre el tema, quizás momentáneamente aumente su complejidad. Pero a medida que se hacen experimentos y se estudian a las personas en los laboratorios de los psicólogos y de los psicoanalistas, en relación con los rayos y lo que ellos manifiestan, y a medida que las nuevas ciencias puedan ser utilizadas inteligentemente dentro de una esfera adecuada, obtendremos muchos beneficios y [i7] corroboraremos la enseñanza dada. Entonces veremos surgir un nuevo acercamiento a las antiguas verdades y una nueva forma de investigar a la humanidad. Mientras tanto, procuremos enunciar con claridad la verdad acerca de los rayos, y tratemos de clasificar, delinear e indicar su naturaleza, propósito y efectos. Los siete rayos se manifiestan cíclicamente y, debido a ello, entran y salen continuamente de la manifestación, dejando en el transcurso de las épocas su impronta en el género humano, conteniendo por lo tanto la clave para toda verdadera investigación histórica, investigación que aún queda por hacerse. (14-27/8) 

Algunos de los puntos que trataré de aclarar no podrán ser sustanciados ni comprobados por ustedes, por lo tanto, sería prudente aceptarlos como hipótesis activas, a fin de comprender lo que trato de decir. Otros puntos que mencionaré podrán ser verificados en sus propias experiencias de la vida, y demandarán el reconocimiento de la mente concreta, o podrán producir una reacción que traerá como consecuencia una intensa convicción que emanará de sus Yoes 8 intuitivamente conscientes. De todos modos, lean lentamente; apliquen las leyes de analogía y de correspondencia; hagan un análisis de sí mismos y de sus hermanos; procuren vincular lo que digo con el conocimiento que puedan poseer de las teorías modernas, y recuerden que cuanto más vivan realmente como almas, tanto más captarán lo que se trata de impartir. A medida que estudian no olviden el concepto fundamental de que todo trabajo oculto se ocupa de la energía —unidades de energía, energía contenida en las formas y corrientes de energía que afluyen; estas energías llegan a ser poderosas y encarnan nuestro propósito mediante el empleo del pensamiento... (14-31) 

[Como efecto del estudio de estos rayos] tendremos un método práctico de análisis para llegar a una correcta comprensión de nosotros mismos como entidades animadoras, y a una comprensión más inteligente de nuestros semejantes. Por ejemplo, cuando comprobamos por el estudio que la tendencia de nuestro rayo del alma es de poder o voluntad, pero que el rayo que rige a la personalidad es el de devoción, entonces podemos medir con más exactitud nuestras oportunidades, capacidades y limitaciones y determinar con más precisión [i8] nuestra vocación y servicio, nuestro debe y haber y nuestro verdadero valor y fortaleza. Cuando podemos agregar a ese conocimiento un análisis que nos permita comprender que el cuerpo físico reacciona preeminentemente al rayo del alma, mientras que el cuerpo emocional está bajo la influencia del rayo de la personalidad, históricamente en manifestación en ese momento, entonces estamos en posición de juzgar con acierto nuestro problema, y podemos ocuparnos más inteligentemente de nosotros mismos, de nuestros hijos, amigos y asociados. Descubriremos que somos capaces de colaborar más inteligentemente con el Plan, a medida que trata de manifestarse en determinada época. (14-30/1) 

Los estudiantes ocultistas deben pensar y trabajar acrecentadamente en términos de energía. Se dice esotéricamente que estas energías "tienen efectos impulsores, atracciones magnéticas y actividades enfocadas". Las corrientes o emanaciones de energía existen, como es bien sabido, en siete aspectos o cualidades principales. Llevan a los hijos de los hombres a la encarnación y los sacan de la encarnación. Tienen sus propias cualidades y características específicas, las cuales determinan la naturaleza de las formas construidas, la cualidad de la vida que expresa en cualquier época o encarnación, la extensión del ciclo de vida y la aparición o desaparición de cualquiera de los tres aspectos de la forma. (15-72/3) 

Esta instrucción sobre los rayos tiene una significación más profunda de lo que se puede captar. Un cuidadoso y sistemático estudio y la abstención sensata para llegar a rápidas conclusiones, será la forma más inteligente de encarar esta instrucción... Trato de dar un delineamiento general, impartir ideas, introducir ciertos conceptos básicos en la conciencia del lector, e intento revestir este tema, tan abstruso y difícil, en forma tal que pueda iniciar un nuevo ritmo de pensamientos y captar y asimilar una nueva comprensión... Comenzaremos con lo universal y terminaremos con lo particular, que es siempre el verdadero método ocultista. (14- 79/80) 

En los círculos esotéricos se habla demasiado y se [i9] dicen muchas tonterías respecto al rayo a que pertenece un hombre. La gente se entusiasma estúpidamente cuando se le dice cuál es su rayo, así como cuando se le dice qué eran ellos en encarnaciones pasadas. La "nueva enseñanza sobre los rayos" compite en interés con la astrología. Al igual que los atenienses, los hombres 9 siempre buscan lo novedoso y lo extraño, y olvidan que toda nueva verdad y cada nueva presentación de la antigua verdad lleva consigo una acrecentada responsabilidad. Sin embargo, resulta interesante trazar paralelos, pues es evidente para el concienzudo estudiante que, las nuevas enseñanzas sobre los rayos han llegado justamente cuando la ciencia anuncia que no existe ni se conoce nada más que energía y que todas las formas se componen de unidades de energía y son, en sí mismas, expresiones de fuerza. (14-250) 

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