CREACIÓN Y DISIPACIÓN DEL ESPEJISMO
Recopilación de textos del Maestro D.K. “El Tibetano”
Al resumir alguna información que he dado respecto a los cuatro aspectos
del espejismo, quisiera que estudien cuidadosamente la siguiente
clasificación:
1
Un sentido incipiente de Maya
apareció en la época lemuriana, pero no existían el verdadero espejismo ni la
ilusión.
2
El Espejismo apareció en
los primeros días Atlantes.
3
La Ilusión apareció entre
los seres humanos más avanzados, en posteriores días Atlantes, y será el
factor que controlará a nuestra raza Aria.
4
El Morador en el Umbral llegará
a su pleno poder al final de esta raza, la Aria, y en las vidas de todos los
iniciados, antes de pasar la tercera iniciación.
5
Los reinos subhumanos de la naturaleza
están libres de la ilusión y del espejismo, pero se hallan sumergidos en el
maya mundial.
6
El Buda y Sus 900 arhats
asestaron el primer golpe al espejismo mundial cuando Él promulgó las Cuatro
Nobles Verdades. El Cristo asestó el segundo golpe al enseñar la naturaleza de
la responsabilidad individual y la hermandad. El próximo golpe será asestado
por el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo, dirigido por el Cristo y Sus
discípulos, simbólicamente descritos: "El Cristo y sus 9.000
iniciados".
Las cuatro notas clave para la solución del espejismo son: Intuición...
Iluminación... Inspiración... El Ángel de la Presencia.
Llamaré la atención sobre el
hecho de que todo el problema concierne al uso o abuso de la fuerza o energía,
y que muchos conceptos se aclararán en sus mentes si comprenden tres cosas:
1. Que el hombre común, en su vida diaria, y el aspirante en el Sendero de
Probación o Purificación, trabajan con las fuerzas de la vida en los tres
planos del esfuerzo humano, más el principio de vida mismo.
2. Que el discípulo comienza a discriminar entro fuerzas y energías. En el
Sendero del Discipulado empieza a trabajar con la energía del alma, la cual
oportunamente domina las fuerzas.
3. Que el iniciado trabaja en el Sendero de Iniciación aplicando la energía
y aprende a distinguir entre la energía de la vida, las energías del alma y las
fuerzas del mundo fenoménico.
Quisiera recalcar otro punto, y es que la naturaleza de esas fuerzas y
energías y su empleo y control, deben ser comprendidos y desarrollados con toda
paciencia, en el plano físico. La teoría se ha de convertir en una realidad, y
la lucha que tiene lugar en los niveles sutiles de los planos astral y menta! debe
librarse en la conciencia cerebral. Es allí donde se aplica la teoría. A medida
que estas realizaciones y actividades internas se convierten en parte práctica
de la vida del discípulo y su conciencia incipiente percibe con toda claridad
sus consecuencias, con el tiempo llegan a formar parte de su equipo de
cualidades. En realidad, integra y sintetiza experiencias en los tres
mundos y se convierte en un Maestro por
medio de la maestría consciente. Capta el hecho de que todo lo que aparece y
sucede se debe a la circulación y a la mutación constante de fuerza. Descubre
cómo estas fuerzas interactúan en su propia experiencia y naturaleza, comprendiendo entonces el hecho
fundamental de que sólo esas fuerzas, que él mismo puede usar y dominar en su
propia vida como individuo, pueden ser empleadas por él en la actividad grupal,
y para disipar el espejismo mundial. Como ilustración podría decirse que:
1. Por el alineamiento y consiguiente contacto se evoca, despierta y emplea
la intuición, siendo el gran agente disipador que desciende desde el plano de
la intuición (el plano búdico), por medio del alma y del cerebro, al corazón
del discípulo.
2. Por el alineamiento y el consiguiente contacto, se evoca, despierta y
emplea la energía del alma, siendo el gran agente disipador que desciende desde
los niveles del alma (los niveles superiores del plano mental), por medio de la
mente, al cerebro del discípulo, iluminando el plano astral.
3. Estos dos tipos de energía espiritual actúan distintamente sobre las
fuerzas de la personalidad, y la conciencia cerebral del discípulo debe
comprender sus propósitos y actividades, a medida que trabaja en el plano
físico.
4. Sólo entonces la luz de la intuición y la luz del alma pueden volver al
plano astral mediante el esfuerzo consciente y la inteligente y dinámica
voluntad del discípulo servidor.
Reflexionen sobre estos puntos porque trazan el camino a seguir y el
servicio a prestar.
Ante todo, estas instrucciones deben tener un valor práctico definido y
darle al estudiante la sensación de que comprende mejor el mundo sutil de las
corrientes de fuerzas mentales en que habita y los medios que debe emplear
además de la técnica a seguir, si es que va a allanar su camino desde la
oscuridad y confusión para seguir adelante hacia la luz y la armonía. Nuestro
estudio también ha de ser comparativo, debiendo el lector tener en cuenta que
no se hallará capacitado para distinguir la verdad o aislar ese aspecto de la
enseñanza que es para él de suprema importancia, hasta no aplicar lo que
es útil y estar debidamente seguro de si es víctima de la ilusión o del espejismo.
En último análisis, debe saber en qué punto se encuentra antes de dar el
próximo y necesario paso adelante. El discípulo es la víctima, y esperemos que
también sea el disipador del espejismo y de la ilusión, de allí la complejidad
de su problema y la sutileza de sus dificultades. A la vez debe tener en
cuenta (para su fortalecimiento y estímulo) que cada parte del espejismo
disipado y cada ilusión reconocida y superada allana el camino a los que le
siguen, simplificando así el camino a sus condiscípulos. Por excelencia, es el
gran Servicio a prestar, y sobre este aspecto les llamo la atención. Por eso
trato en estas instrucciones de esclarecer la cuestión.
Uno de los problemas que enfrenta el aspirante es reconocer el espejismo
y ser consciente de los espejismos que acechan su camino y de las ilusiones que erigen un muro entre él y la
luz. Ya es bastante poder reconocer que el espejismo y la ilusión existen. La
mayoría no son conscientes de su existencia. Muchas personas buenas no los ven,
divinizan sus espejismos y consideran sus ilusiones como posesiones muy
apreciadas y arduamente conquistadas.
Sin embargo, el reconocimiento lleva en sí sus propios problemas, debido
a la incapacidad del discípulo común para liberarse de la facultad de crear
espejismos, desarrollada en el pasado, encontrando demasiado difícil mantener
una adecuada proporción y un sentido exacto de los valores, respecto a las
verdades del plano mental. El discípulo puede adquirir arduamente la verdad y
captar un principio de la realidad y luego circundarlos con las fáciles
ilusiones de la mente, la cual recién ha comenzado a descubrirse a sí misma.
Los espejismos de naturaleza emocional pueden surgir y agruparse alrededor del
ideal, puesto que todavía no está esclarecido y predispuesto a atraer hacia sí
aquello que –emocional y sensiblemente— cree ser y poseer.
Ilustraré este punto desde dos ángulos, los cuales se hallan dentro del
ámbito del discipulado o se enfrentan en el Sendero de Probación. Los
denominaré la “ilusión del poder" y el "espejismo de la
autoridad". Estas palabras demostrarán que uno será enfrentado en el
plano astral y el otro en el mental.
El Espejismo de la Autoridad es colectivo en la mayoría de
los casos. Tiene sus raíces en la psicología colectiva e indica que la humanidad
todavía está en la etapa de la infancia, donde el hombre es protegido de sí mismo por la imposición de
algunas reglas, conjunto de leyes, edictos autoritarios emanados del control
gubernamental, régimen oligárquico o la dictadura de un individuo. Esto
obliga al género humano, hasta donde es posible juzgarlo, a obedecer fórmulas
fijas y estandariza las actividades del hombre regimentando su vida y trabajo.
Cuando el espejismo de la autoridad se transfiere a la conciencia
espiritual del hombre, tenemos un estado de cosas como el período de la
inquisición en sus peores aspectos, la autoridad eclesiástica con su énfasis
puesto sobre la organización, gobierno y castigos o la indiscutible férula de
algún maestro. Pero, al igual que a toda persona que no ha recibido alguna de
las iniciaciones superiores, puede, con el tiempo, llegar a enamorarse de su
libertad y entonces automáticamente penetrar en el espejismo de su ideal de
libertad –ideal que él ha creado—, llegando así a convertirse en prisionero de
la libertad. Rechaza toda autoridad, excepto la que él llama "autoridad de
su propia alma", olvidando que el contacto con su alma es todavía
intermitente. Reclama el derecho de valerse por sí mismo. Goza de la nueva
libertad que ha hallado. Olvida que habiendo desistido de la autoridad de una
enseñanza y de un maestro, tiene que aprender a aceptar la autoridad del alma
y del grupo de almas con el cual está afiliado por su karma, su tipo de rayo,
su elección y por la inevitabilidad de los efectos de la unificación. Quienes
nos ocupamos de él y lo observamos desde las claras cumbres de la realización,
vemos cómo gradualmente es envuelto por las volutas de niebla y espejismo que
paulatinamente surgen a su alrededor mientras se convierte en un
"prisionero de la bruma de la libertad", regocijándose en lo que
estima la realidad de su independencia. Cuando su visión se haya esclarecido y
su aspecto mental esté más desarrollado y evolucionado, sabrá que la Ley que
rige al grupo tiene que imponerse, y se impondrá sobre él, y que el control de
la naturaleza inferior sólo puede ser reemplazado por el control del alma,
control grupal que opera bajo la Ley que rige al grupo. Ha luchado para salir
del conjunto de los que buscan el Camino, hasta llegar al Camino mismo. Por lo
tanto ha avanzado más que las masas, pero no está solo, aunque así lo crea.
Descubrirá que muchos recorren el mismo camino, y su número crecerá
constantemente a medida que progrese. La regla de la interacción del viajero y
el reconocimiento grupal del trabajo y el servicio, preponderarán sobre él,
hasta que descubra que es un miembro del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo
trabajando bajo ciertas condiciones que constituyen las reglas que rigen la
actividad del grupo. Finalmente, penetrará en los lugares silenciosos donde
moran los Maestros de Sabiduría, y trabajará a la par de Ellos con ritmo
grupal, obedeciendo así las leyes del reino espiritual, leyes subjetivas de
Dios.
Repetidas veces, al recorrer el Camino, se rebelará contra el control y
caerá nuevamente en el espejismo de su supuesta libertad. Puede liberarse
del control de la personalidad y también del de las personalidades, pero nunca
puede liberarse de la Ley de Servicio y de la constante interacción entre un
hombre y otro y un alma y otra. Ser libre significa permanecer en la clara y
límpida luz del alma, que básica e intrínsecamente es conciencia grupal.
Por lo tanto, cuando se sienten embargados por la incertidumbre y la
inquietud, deseando y exigiendo libertad para hollar el Sendero, sin la
imposición de autoridad alguna, tengan cuidado que no sea el espejismo que
produce el deseo de verse libres de los impactos grupales y asegúrense de que
no están tratando –como almas sensibles— de hallar una vía de escape. Aplico
esta frase en su sentido psicológico moderno. Formúlense las siguientes preguntas:
¿Son de tanta importancia para mí y para otros, la comodidad y la paz mental,
que, por obtenerlas, me veo impulsado a sacrificar la integridad del grupo?
¿Constituye mi propia satisfacción interna, una excusa adecuada para postergar
el propósito grupal planeado? Pues ciertamente, lo postergará. Cualquier cosa
que decidan constituirá, a su vez, una decisión responsable, con consiguientes
reacciones sobre el grupo.