Mi lista de blogs y bibliotecas

martes, 5 de octubre de 2021

“EL CAMINO ILUMINADO DE INTEGRACIÓN”. GRADO DE DISCIPULOS. Enseñanzas extraídas del Maestro Tibetano, por ACV.

 

 “EL CAMINO ILUMINADO DE INTEGRACIÓN”. GRADO DE DISCIPULOS.

Enseñanzas extraídas del Maestro Tibetano, por ACV.




EL TODO,  LA UNIDAD,  de la que todos somos parte, desde el reino humano a los subhumanos, y al mismo  tiempo participando de la integración planetaria, tanto de forma individual como colectiva, todo absolutamente todo está interrelacionado y al mismo tiempo es independiente.

El aspirante que voluntaria y conscientemente se decide a acelerar su evolución, tiene un trabajo que realizar, primero con su personalidad y posteriormente fusionándola con el alma. Este trabajo no solamente es vertical entre la personalidad y el alma, también lo es horizontal con la vida planetaria y a medida que la fusión  con el alma se acrecienta, en la misma proporción, aumenta la integración horizontal, pues el alma consciente del grupo impresiona la mente y el cerebro del aspirante haciéndolo consciente de su común identidad y destino.

La etapa de la integración se puede calificar como conflictiva, pues implica ese trabajo previo a la fusión con el alma, en que la personalidad se resiste al sometimiento, de ahí esas etapas de inquietud que no acertamos bien a comprender. En esta etapa no solemos ser regulares, sino todo lo contrario; estamos subiendo y bajando la montaña. Afortunadamente que de vez en cuando nos subimos a la cima y tomamos aliento, pero también necesariamente bajamos al valle para continuar el trabajo que tenemos pendiente. Cuando ya esto lo comprendemos ya hemos ganado algo, sabemos que es así. Son las crisis del alma con las consiguientes expansiones de conciencia debido a la afluencia de luz y amor. También se las conoce como crisis incluyentes. El alma está experimentando a través de nuestra personalidad; estamos hollando el sendero y con ello acelerando nuestro proceso evolutivo, el retorno a la casa del Padre. Pero un ser no evoluciona solo, pues las leyes de la naturaleza conciernen a las actividades del alma en las formas. Esto produce una acrecentada relación entre el centro planetario y la humanidad.

Hasta que voluntariamente el ser humano acepta su colaboración con el alma, está regido por las leyes de la naturaleza y si son quebrantadas acarrean que actúe la Ley del Karma. A este sistema estamos sometidos todos y es el que nos va haciendo despertar y corregir errores.

Los aspirantes y discípulos intentamos ponernos bajo el régimen de las leyes del alma, lo cual trae consigo las rectas relaciones humanas y jerárquicas, que respectivamente implica SERVIR Y VOLUNTAD DE APRENDER. Esto tiene su fruto: LIBERACIÓN.

La sabiduría que forjamos en la fragua del dolor y del sufrimiento, debe estar disponible a medida que el camino de LUZ Y ALEGRÍA se nos abre. Es esa gran oportunidad que se nos brinda y que significa COMPARTIR Y SERVIR.

En este caminar debemos ver a las personas tal y como son, sin sobrestimar ni subestimar. Somos compañeros de camino, cada uno en su punto evolutivo y así hemos de considerarlo, aceptarlo y vivirlo.

A medida que transmutamos las energías inferiores en las superiores empezamos a ser  esos vehículos de expresión del alma y esos colaboradores de la Jerarquía.

Este trabajo de alineamiento e integración de la personalidad y su fusión con el alma es la primera mitad del antakarana y todavía nos queda mucho por hacer, la segunda mitad que nos permita la unión con la Tríada.

En todo este trabajo la meditación es imprescindible, y dentro de ella la visualización y la imaginación porque es lo que nos ayuda a crear.

Nuestra participación con la vida planetaria representa una responsabilidad pues  nuestra influencia va a depender de nuestro nivel de conciencia. Vivimos en un mundo de espejismos, unos impuestos y otros que creamos nosotros mismos con nuestros ideales y con la creación de formas mentales. Los ideales, como un espejismo más,  pueden estar representados por todas esas tradiciones que las damos por buenas solamente por ser tradiciones ancestrales y que constituyen barreras a destruir. Nuestra construcción de formas mentales igualmente y según nuestro nivel de conciencia pueden ser constructivas o destructivas, de ahí que la creación de formas mentales en sí mismas van a ser positivas o negativas dependiendo del grado evolutivo del  que crea esas formas mentales.

El que no tiene nada bueno, poco bueno puede crear. Esto es una somera explicación de la influencia de nuestra integración planetaria y de cómo debemos esforzarnos por el correcto análisis y discernimiento para detectar los espejismos, que nos hacen ver como correcto lo que no lo es.

La causa de estos males está en la mente no entrenada y por lo tanto no iluminada, y su solución está en las técnicas de meditación de raja yoga que nos permite mantener la mente firme en la luz.

Como sabemos nos regimos por leyes, una muy determinante es la Ley de Reencarnación, mediante la cual el alma, vida tras vida encarna en su vehículo. Esto tiene lugar mediante tres impactos:

  1.  El toque de Apropiación o individualización en el plano físico.
  2.  El  toque de Conformidad que se desarrolla en el plano astral.
  3.   El toque de Iluminación que se efectúa a través de la mente.

A medida que evolucionamos y nos perfeccionamos llegamos a ser conscientes de  la unidad de la conciencia,  la síntesis de la vida.

Nuestra conciencia, el resultado de la relación entre espíritu/materia, a medida que vamos trascendiendo la personalidad y superando etapas, se va expandiendo y esta expansión nos va permitiendo penetrar en las iniciaciones, un mundo nuevo de amplias dimensiones.

Es la penetración en el hombre de esas energías características del alma, las fuerzas del amor inteligente y de la voluntad espiritual. Son energías dinámicas que actúan en toda alma que ha logrado la liberación. Este proceso de penetrar y ser penetrado es y debería ser simultáneo. Es una etapa difícil porque la capacidad de comprensión mental y la de la personalidad  no se corresponden para practicar lo que ha captado. Se está en contacto con fuerzas que todavía no se pueden manejar ni controlar. Hay mucha confusión de personas no iniciadas que consideran estarlo. El error radica en el factor tiempo, que afirman prematuramente lo que llegarán a ser algún día.

La iniciación se produce cuando las energías del alma y las de la triple personalidad comienzan a fusionarse y la energía del alma comienza a dominar y controlar las fuerzas inferiores.

La integración de la personalidad y fusión con el alma comprende: plena y responsable libertad para utilizar la mente; poder de controlar las emociones, y capacidad para contactar con el plano de las ideas incorporándolas a la conciencia (intuición).

Este proceso iniciático llega a producir el Maestro de Sabiduría liberado de las limitaciones humanas y que consecuentemente recoge sus frutos. El discípulo llega a ser un “hombre de Dios”, cuyos poderes son controlados por la vibración del rayo del alma y que a su vez es orientado hacia el rayo de la mónada.

En todo este proceso es de suma importancia el funcionamiento de los rayos del alma y de la personalidad,  y poco a poco vamos a ir captando sus energías y vamos a tener la capacidad de calificarlas y fusionarlas en una expresión sintética, hasta que llega a dominar el alma.

Progresivamente  el individuo se ve impelido a ampliar su horizonte, buscando en el grupo y en su medio ambiente el medio de servicio. Su sentido de responsabilidad  le despierta la conciencia grupal que tiene sus propias reglas para el buen funcionamiento: Abandono o sacrificio por la antigua tendencia a criticar.  Abandono o sacrificio por el sentido de responsabilidad  hacia los demás.  Abandono del orgullo mental que considera correctas y verdaderas las propias modalidades e interpretaciones, y las demás son falsas y erróneas.

Discípulo es aquel que reconoce su responsabilidad respecto a los entes que están bajo su influencia y responsabilidad para con el Plan evolutivo. La responsabilidad se desarrolla por medio del sufrimiento y esto conduce inevitablemente al desapego. El sentido de responsabilidad brilla con llamas parpadeantes en toda alma que ha buscado y hallado alineamiento y consecuentemente “aventa sus llamas en un fuego constante en cada alma que encuentre”. Los discípulos son de gran utilidad para aquellos con quienes están vinculados kármicamente.

Se llega a responder al llamado que viene de la esfera de las obligaciones que comprende:  La esfera del instinto (vivir instintivo y aplicación inteligente). La esfera del deber (cumplimiento del propio deber con amor y responsabilidad). La esfera del dharma, consecuencia de las dos anteriores, donde el discípulo reconoce por primera vez y con claridad, su responsabilidad y participación en los acontecimientos mundiales. Voluntad expresada por medio del Plan.

El iniciado, habiendo conocido las esferas anteriores y como consecuencia de haber desarrollado los aspectos divinos, entra en la esfera de la obligación, en la que solo puede entrar cuando ha logrado una gran medida de liberación, dirigiendo las reacciones en dos aspectos de su vida: En el Ashrama,  y  en Shamballa.

En el Asharama la vida de la Tríada Espiritual reemplaza gradualmente la vida de la personalidad controlada por el alma. En la Cámara del Concilio de Shamballa, la vida de la Mónada reemplaza a todas las otras expresiones de la realidad esencial.

En todo este proceso existen unas obligaciones kármicas que hasta que no se cumplen imposibilitan actuar como discípulo. Para el Maestro el discípulo solo le merece atención cuando su vida vale algo en el mundo de los hombres, cuando ejerce influencia en su esfera y cuando moldea y actúa sobre las mentes y los corazones de otros hombres. Mientras esto no tenga lugar el Maestro  perdería tiempo al ocuparse personalmente de él.

Es de gran importancia la adquisición de conocimiento, para poderlo incorporar a la realización de la vida práctica diaria, hasta que se llega a  actuar como alma.

Así llegamos al grupo externo en donde a las reacciones de sus miembros tenemos que prestar gran atención, ya que la personalidad no está totalmente controlada y precisaremos del alineamiento e integración en el propio grupo. La importancia del grupo es fundamental y todos deberíamos saber que nuestro yo personal debe estar sometido al yo grupal para que su fin pueda cumplirse. Es un trabajo difícil que no cabe duda que nos empuja al crecimiento ya que nos obliga a examinarnos una y otra vez y a rectificar nuestras actitudes en pro del grupo, que no se limita al propio grupo, sino a todo el planeta, ya que nuestro servicio tiene un efecto interplanetario, de lo cual deberemos ser muy responsables.

Hay distintas clases de grupos diferenciados por el servicio a prestar y por el rayo que los rige. Con todas las dificultades que implica el buen funcionamiento de un grupo, es el trabajo de la nueva era y es muy de tener en cuenta la guía y protección del grupo interno.

Todo el proceso evolutivo nos lleva siempre a las correctas relaciones humanas de las que estamos tan necesitados. El Nuevo Grupo de Servidores del Mundo es el arma de servicio de la Jerarquía y tenemos que demostrar nuestra disponibilidad.

==========

Entiendo que la principal barrera que tenemos que afrontar para conseguir la fusión de la personalidad con el alma y así expresar al alma plenamente, es detectar y desvincularse totalmente de los espejismos y conseguir el desapego total. Es ciertamente difícil eliminar la barrera en su totalidad, de lo cual hay que ser conscientes.

 

 

 

 

Última entrada

LA INICIACION Y LOS RAYOS

LA INICIACION Y LOS RAYOS   1. Después de la tercera iniciación, [el hombre] localiza (si corresponde esta palabra tan inadecuada) su alma e...