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miércoles, 4 de marzo de 2015

CHAKRAS: LA SOLEDAD EN RELACIÓN CON EN EL DESPERTAR DE LOS CHAKRAS EN LA HUMANIDAD:PONENCIA PARA EL ENCUENTRO DE MÁLAGA (7, 8 Y 9 DE NOVIEMBRE 2014)

PONENCIA DEL ENCUENTRO DE MÁLAGA (7, 8 Y 9 DE NOVIEMBRE 2014), PRESENTADA POR ANA CASTRO


LA SOLEDAD EN RELACIÓN CON EN EL DESPERTAR DE LOS CHAKRAS EN LA HUMANIDAD:

- DÓNDE ESTÁN SITUADOS LOS CHAKRAS
- DESPERTAR DE LOS CHAKRAS
- HAY TÉCNICAS PARA DESPERTAR LOS CHAKRAS?
- KUNDALINI



LOS CENTROS O CHAKRAS.

Los chakras forman parte de la anatomía oculta del hombre. La palabra chakra" es sánscrita, y significa rueda o lotos, aludiendo en ambos términos respectivamente a su forma redonda y a su representación mediante el símbolo de una flor de loto. Estos chakras existen en todo ser humano, aunque son centros ocultos, es decir, no visibles ni materiales, ya que pertenecen al cuerpo sutil o etérico.

Los chakras se corresponden con los diversos grados de la manifestación en el macrocosmos, y con los diferentes niveles de la personalidad humana, que al fin no son sino una reproducción en pequeño, microcosmos, de los grandes niveles de la manifestación cósmica. Los chakras son centros psíquicos del cuerpo que están en actividad en todo momento, tanto si tenemos conciencia de ellos como si no.

Los chakras o centros de fuerza son también puntos de conexión o enlace por los cuales fluye la energía de uno a otro vehículo o cuerpo del hombre. Esto quiere decir que existen chakras no sólo en el cuerpo etérico, sino también en el astral y mental, teniendo todos ellos una interrelación  necesaria. Existen numerosos de estos centros por todo el cuerpo, sin embargo de entre ellos hay que destacar, por su basta importancia, a siete. Cada uno de estos 7 chakras principales, tiene su propia singularidad, ya sea en color, ubicación, forma y división, símbolos, facultades o poderes que otorga.

LOS SIETE CHAKRAS

1.Centro básico, en la base de la columna vertebral “MULADARA”, con  cuatro pétalos. Están dispuestos en forma de cruz, irradiando fuego de color anaranjado.

2.Centro sacro o Umbilical, con seis pétalos de color naranja amarillento

3. Centro plexo solar. Diez pétalos. Color rosado con mezcla de verde.

4. Centro cardíaco. Doce pétalos. Color oro resplandeciente.

5. Centro laríngeo. Dieciséis pétalos. Color azul plateado, predominando el azul.
Los centros de la cabeza son dos:

6. Entre las cejas “CENTRO AJNA”. Noventa y seis pétalos. La mitad del loto de color rosa y amarillo; la otra mitad, azul y púrpura.

7. En la cima de la cabeza “CENTRO CORONARIO”. Doce pétalos principales, de color blanco y oro, y 960 pétalos secundarios, dispuestos alrededor de los doce pétalos centrales. Esto hace un total de 1068 pétalos, en los dos centros de la cabeza, o sea 356 triplicidades. Estas cifras tienen un  significado oculto.

Resumimos: 1º en la base del espinazo; 2º en el ombligo; 3º en el bazo; 4º en  el  corazón; 5º  en la garganta; 6º entre ceja y ceja; 7º en la coronilla. Además de éstos hay en el cuerpo otros centros dinámicos que no vamos a considerar.


Estos siete centros dinámicos se corresponden con los siete colores y las siete notas, y los tratados hindúes los relacionan con ciertas letras del alfabeto y determinadas modalidades de vitalidad. También se les da poética semejanza con las flores, asignándoles a cada uno de ellos cierto número de pétalos.

Es la vida la que se distribuye a través de los chakras, uniendo lo superior con lo inferior, haciendo descender del triple espíritu, cada vez más fuego, realizando para el cuerpo causal, lo que el Ego o Alma para los tres vehículos inferiores de la personalidad.

Obliga a la unificación de lo superior con lo inferior, y atrae la vida espiritual. Cuando se ha realizado esto, cuando cada vida consecutiva percibe una acrecentada vitalización de los centros y cuando el kundalini, en su séptuple capacidad, hace contacto con cada centro, entonces, hasta el cuerpo causal resulta inadecuado para la afluencia de vida que desciende de lo alto. Los dos fuegos se unen, si puede expresarme así, y con el tiempo el cuerpo egoico desaparece; el fuego consume el Templo de Salomón, se destruyen los átomos permanentes y todo queda reabsorbido en la Tríada. La esencia de la personalidad, las facultades desarrolladas, el conocimiento adquirido y el recuerdo de lo que ha  ocurrido, forman parte del bagaje del Espíritu y, con el tiempo, llega al Espíritu o Mónada en su propio plano.

Los centros reciben en la iniciación una nueva afluencia de capacidad vibratoria y de poder, que en la vida exotérica da por resultado:

1. El refinamiento y la sensibilidad de los vehículos, que al principio puede ocasionar mucho sufrimiento al iniciado, pero que produce la capacidad de responder, lo cual compensa ampliamente el dolor incidental.

2. El desarrollo de la facultad psíquica, que puede provocar también momentánea angustia, pero que oportunamente conduce al reconocimiento del yo uno en todos los yoes, objetivo del esfuerzo.

3. La consumación de la trama etérica, por el gradual despertar del kundalini y su exacta progresión geométrica, con la consiguiente continuidad de conciencia que capacita al iniciado para utilizar conscientemente el factor tiempo en los planos de la evolución.

4. La gradual comprensión de la ley de vibración como aspecto de la ley fundamental de construcción, la ley de atracción, donde el iniciado aprende conscientemente a construir, a manejar materia mental para perfeccionar los planes del logos, a trabajar con esencia mental y a aplicar la ley en los niveles mentales, afectando con ello el plano físico. El movimiento se origina cósmicamente en niveles cósmicos, ocurriendo lo mismo en el microcosmos. Tenemos aquí una insinuación oculta que revelará mucho si reflexionamos sobre ella. Durante la iniciación, en el momento de la aplicación del Cetro, el iniciado conoce conscientemente el significado de la Ley de Atracción en la construcción de formas y en la síntesis de los tres fuegos. Su progreso dependerá de su capacidad para retener ese conocimiento y aplicar la ley.

5. El Hierofante trasmite al iniciado la energía manásica superior, y así le permite conocer y reconocer conscientemente el plan destinado a su centro grupal, a través del estímulo enormemente acrecentado. Esta fuerza desciende del átomo manásico permanente por intermedio del antakarana y se dirige al centro que el Hierofante, de acuerdo a la ley, considera debe ser estimulado.

 6. El Iniciador estabiliza la fuerza y regula su afluencia, al circular a través del cuerpo egoico. De modo que, cumplido el trabajo de desenvolvimiento, puede ser revelado el séptimo principio en el Corazón del Loto. El loto se abre más después de cada iniciación y empieza a brillar la luz en su centro -luz o fuego que finalmente se va abriendo camino hasta los tres lotos del santuario, permitiendo ver la plena gloria interna y manifestarse el fuego eléctrico del espíritu. Debido a que esto se lleva a cabo en el segundo subplano del plano mental (donde está ahora situado el loto egoico), tiene lugar el correspondiente estímulo en la sustancia densa que forma los pétalos o ruedas de los centros, en los niveles astral y etérico.

Sobre este tema nos dice el Maestro Tibetano que se enumera aquello sobre lo cual no es posible dar mayor información, porque implica demasiado peligro:

1. El método para despertar el Fuego Sagrado.

2. El orden de su progresión.

3. Las formas geométricas que adquiere al elevarse.

4. El orden en que se desenvuelven los centros, de acuerdo al rayo del Espíritu. 

La complejidad es excesiva.

Podemos  darnos cuenta de que cuanto más se estudia el tema, más abstruso se hace. Se complica por la actuación de los rayos, por el lugar que el individuo ocupa en la escala de evolución, por el despertar desigual de los diferentes centros, en relación al tipo de vida que lleva el hombre. Su complejidad aumenta por la triple naturaleza de los mismos (etérica, emocional y mental), por el hecho de que algunas personas tienen un centro emocional completamente despierto, mientras que el mental está pasivo. 

Los CENTROS 6º y 7º (que son independientes de los demás), están respectivamente relacionados con el CUERPO PITUITARIO y la GLANDULA PINEAL, y solamente se ponen en acción cuando el hombre alcanza cierto grado de desarrollo espiritual.

Aquí debemos hacer una llamada de atención porque en muchos casos la prisa del ser humano por llegar a la meta le hace cometer muchos errores a los que desgraciadamente nos apuntamos con mucha facilidad, y así se habla de técnicas para despertar o desarrollar la glándula pineal. La única técnica que nos conduce con seguridad a la meta es nuestro desarrollo espiritual, hollar el Sendero.

Las siguientes razones ponen de manifiesto porqué el sendero es tan difícil de hollar y el  proceso de ascenso más difícil a medida que se alcanzan los escalones más altos.   Se debe:
1. Purificar cada cuerpo.

2. Reajustar y alinear.

3. Repolarizar.

4. Reconstruir prácticamente.

5. Dominar cada subplano, del cuarto en adelante, pues en el cuarto se inicia la vida del aspirante.

6. Despertar gradual, cuidadosa y científicamente cada centro; intensificar la rotación y electrificar la radiación, si así fuera posible expresarlo,  y manifestar su fuerza a través de la dimensión superior.

7. Vincular magnéticamente cada centro etérico plenamente alineado con los centros correspondientes de los cuerpos mental y emocional, de modo que no se entorpezca la afluencia de fuerza.

8. Despertar nuevamente cada centro mediante el Fuego Sagrado, hasta que las radiaciones, la velocidad y los colores, se hayan armonizado con la nota egoica. Esto es parte del trabajo de Iniciación.

Hombre avanzado es aquel que une los dos centros mayores -coronario y cardíaco- en un instrumento sintético, y cuyo centro laríngeo vibra al mismo ritmo. Entonces tiene la voluntad y el amor fusionados en servicio armónico, y la actividad del físico inferior es trasmutada en idealismo y altruismo. Al llegar a esta etapa el hombre está preparado para despertar el fuego interno. Sus cuerpos están suficientemente refinados para resistir la presión y la precipitación; nada contienen que sea perjudicial para su progreso; los centros son objeto de una sintonización suficientemente elevada, como para recibir el nuevo estímulo. Cuando esto se ha realizado llega el momento de la iniciación, en que el servidor, en cierne, de la humanidad, llega ante su Señor con el deseo purificado, el intelecto consagrado y un cuerpo físico que es su servidor y no su amo.

El verdadero estudiante procura desviar la conciencia de sus cuerpos físico y emocional y dirigirla a las regiones del pensamiento o al cuerpo mental inferior. Alcanzado esto, procura trascender su mente inferior y polarizarse en el cuerpo causal, utilizando el antakarana como canal de comunicación entre la mente inferior y la superior.   

La meditación ocultista nos ayuda grandemente a alinear nuestros cuerpos con el alma y junto con el servicio actúa como elemento purificador y vinculador entre el yo inferior o personalidad y el Yo superior. 

Durante la meditación, el estudiante trata de establecer contacto con la llama divina, su Yo superior, y se pone  en  armonía  con  el  fuego  del  plano  mental.  Cuando  la  meditación  es  forzada  o  practicada  muy violentamente, sin efectuar antes el alineamiento entre los cuerpos superior e inferior, vía el emocional, este fuego puede actuar sobre el fuego latente en la base de la columna vertebral {denominado kundalini), y hacerlo circular prematuramente.   Esto causaría la desorganización y destrucción en vez de la vivificación y el estímulo de los centros superiores. Hay un camino geométrico espiroidal apropiado, que este fuego debe seguir, y depende del rayo a que pertenece el estudiante y del tipo de vibración de sus centros superiores. Sólo ha de permitirse que este fuego circule bajo la instrucción directa del Maestro y sea distribuido conscientemente por el estudiante mismo, siguiendo las instrucciones verbales específicas del instructor. A veces el fuego puede ser despertado y ascender correctamente en espiral sin que el estudiante sepa lo que está ocurriendo en el plano físico, pero en los planos internos lo sabe, sólo que no ha hecho descender ese conocimiento a la conciencia del plano físico. 


TANTRA Y KUNDALINI   

Nos dice  El Tibetano:  La columna vertebral (desde el ángulo de las ciencias esotéricas) alberga un triple hilo. Es la exteriorización del antakarana, compuesto por el propio antakarana, el sutratma o hilo de vida y el hilo creador. Este triple hilo dentro de la columna vertebral está compuesto por lo tanto de tres hilos de energía, los cuales han abierto para sí, en la sustancia dentro de la columna, un “triple camino de entrada y de salida”. A éstos se los denomina en terminología hindú: los senderos de ida, pingala y sushumna, y juntos constituyen el sendero de vida para el hombre individual, entrando en actividad en forma secuencial y de acuerdo al tipo de rayo y etapa de evolución. El sendero de sushumna sólo es empleado en forma correcta y sin peligro, cuando se ha construido el antakarana y la Mónada (Espíritu) y la Personalidad se relacionan, aunque sólo sea  mediante un hilo muy tenue. Por lo tanto la Mónada, el Padre, el aspecto voluntad, puede llegar a la personalidad en forma directa y despertar el centro básico, y con ello fusionar, unificar y elevar los tres fuegos.

El fuego kundalini, sobre el cual tanto se ha enseñado y escrito en Oriente y cada vez más en Occidente, en realidad es la unión de los tres fuegos, enfocados en el centro básico, por un acto de la voluntad iluminada, impulsada por el amor. Estos fuegos unificados son elevados mediante el empleo de la Palabra de Poder (emitida por la voluntad de la Mónada), y llega a integrarse y vivificarse por la autoridad conjunta del alma y la personalidad. Por lo tanto, cuando el ser humano llega a hacer esto con plena conciencia, es un iniciado que ha pasado la tercera iniciación. Sólo él puede sin peligro elevar este triple fuego desde la base de la columna vertebral al centro coronario.

De acuerdo a la interpretación común de los esoteristas ignorantes en los diversos grupos ocultistas, el fuego kundalini es algo que debe ser “elevado”, y cuando se logra, entonces todos los centros entran en actividad funcionante y los canales, hacia arriba y hacia abajo de la columna vertebral, quedarán libres de toda obstrucción. 

Esta es una peligrosa generalización y lo contrario de la realidad. El fuego kundalini podrá ser elevado y ascendido hacia el cielo cuando todos los centros hayan despertado y los canales de la columna vertebral no estén obstruidos. La remoción de las obstrucciones es el resultado de la vivencia de los centros individuales que, debido a la potencia de su vida, son por sí mismos eficaces para destruir todo impedimento y obstrucción. También pueden “quemar” todo lo que impide su radiación. Lo que generalmente sucede en esos casos accidentales (que producen tanto daño) es que el aspirante, debido a su curiosidad ignorante y por un esfuerzo de la mente (no de la voluntad espiritual, sino estrictamente como una expresión de la voluntad de la personalidad), logra despertar el inferior de los tres fuegos, el fuego de la materia, el fuego por fricción, lo cual quema y destruye prematuramente la red etérica del cuerpo etérico. Esos discos o redes circulares se hallan entre cada par de centros a lo largo de la columna vertebral y también en la cabeza. Generalmente son disipados por la pureza de vida, la disciplina de las emociones y el desarrollo de la voluntad espiritual.

KUNDALINI SUS PELIGROS

Solemnemente prevengo a todos los estudiantes contra cualquier intento en el sentido de despertar esta tremendísima fuerza sin adecuada tutela, y la guía de un Maestro experimentado en el tema; porque yo mismo he presenciado muchos casos de las terribles consecuencias de una ignorante y mal aconsejada intromisión en estas gravísimas materias. La fuerza ígnea es una tremenda realidad, uno de los fenómenos capitales de la naturaleza, y no es cosa de juego ni que se pueda manejar a la ligera, sino tan peligrosa en manos inexpertas como en las de un niño la dinamita. Verdaderamente se ha dicho de ella: «Libera a los yoguis y esclaviza a los insensatos.»

Uno de los más frecuentes efectos de la prematura actualización de la serpiente ígnea es que entonces fluye cuerpo abajo en vez de cuerpo arriba, excitando con ello groserísimas pasiones, con tal intensidad que no le cabe al hombre resistirlas porque se ha puesto en acción una fuerza contra la cual está tan perdido como el nadador ante las fauces de un tiburón. Tales son los sátiros y monstruos de depravación que se hallan entre las garras de una fuerza incomparablemente superior a toda humana resistencia.

Muchos desean ensayar el mayor número posible de experimentos porque se creen aptos para recibir las más elevadas enseñanzas y adelantar cuanto quiera en su desarrollo; pero pocos se resignan a ir mejorando pacientemente su carácter, a dedicar tiempo y trabajo a una labor útil a la Sociedad, y esperar a que un Maestro le advierta que ya está en disposición de recibir cuanto otros anhelan. No pierde su perpetua oportunidad el viejo aforismo: «Buscad primero el reino de Dios y su justicia, y lo demás se os dará por añadidura» (C.W.Leadbeater)

Es importante que seamos felices, como lo indica el Maestro, aunque ciertamente no vivimos para la felicidad. Creo que muchos olvidamos el deber de la felicidad. No la consideramos como un deber, a pesar de que lo más enfáticamente eso es. Es parte necesaria del avance espiritual. Aquel que siempre esta apesadumbrado y deprimido por lo que acontece jamás puede avanzar. Es muy importante que seamos más sensitivos, porque a menos que nos pongamos en esa condición no podremos responder instantáneamente a la señal del Maestro. ( C.W. Leadbeater)

EL FUEGO SERPENTINO

YA sabemos que esta ígnea serpiente, llamada en sánscrito kundalini, es la manifestación física de una de las grandes fuerzas del universo, una de las energías del Logos.  

La Voz del Silencio llama al kundalini "fuerza ígnea" y "madre del mundo". Por extraños que parezcan estos nombres están justificados, porque en verdad es como fuego líquido que fluye por el cuerpo en dirección espiral a modo de movimiento serpentino. En cuanto al nombre de "madre del mundo" se le da porque activa nuestros diversos vehículos, de suerte que se nos  abren uno tras otro los mundos superiores.

En el cuerpo del hombre, está localizada la serpiente ígnea en la base del espinazo, según ya dijimos; pero en el hombre vulgar permanece latente y dormida durante toda la existencia terrena; y en verdad vale más dejarla dormir hasta que la moralidad del hombre llegue a suficiente nivel y su voluntad sea lo bastante recia para gobernarla y sus pensamientos de sobra puros para arrostrar sin peligro su actualización. Nadie ose jugar.  

Uno de los más frecuentes efectos de la prematura actualización de la serpiente ígnea es que entonces fluye cuerpo abajo en vez de cuerpo arriba, excitando con ello groserísimas pasiones, con tal intensidad que no le cabe al hombre resistirlas porque se ha puesto en acción una fuerza contra la cual está tan perdido como el nadador ante las fauces de un tiburón. Tales son los sátiros y monstruos de depravación que se hallan entre las garras de una fuerza incomparablemente superior a toda humana resistencia. Acaso adquieran algunos poderes supernormales; pero les pondrán en contacto con un bajo orden de evolución incompatible con la humana, y para emanciparse de tan horrible esclavitud necesitarán más de una encarnación. En verdad que no exagero el horror de semejante estado, como acaso hiciera quien de oídas lo contara sin testimonio personal. Yo mismo he tratado a individuos sujetos a tan espantosa suerte, y con mis propios ojos vi lo que les sucedía. Hay una escuela de magia negra que adrede emplea siniestramente el kundalini con objeto de vivificar los bajos centros dinámicos que jamás emplean los discípulos de la Buena Ley.

Aparte de este peligro capital, entraña otros muchos de siniestra índole la prematura actualización de la serpiente ígnea, porque intensifica en general la naturaleza del hombre y estimula las malas y bajas cualidades mucho más fácilmente que las buenas.  Por ejemplo, en el cuerpo mental se despierta luego la ambición y no tarda en hincharse extraordinariamente. Cabe en lo posible que también despierte poderoso talento, pero irá acompañado de un orgullo satánico como no se concibe en el hombre vulgar. No presuma el hombre de poder habérselas con toda fuerza que en su cuerpo se levante, porque la serpiente ígnea no es una fuerza ordinaria, sino algo irresistible. Desde luego que ningún inexperto debe intentar siquiera despertarla, y si por acaso la despertara algún accidente, ha de consultar enseguida con un entendido en la cuestión.

Echará de ver el lector que de propósito he omitido la explicación del modo de actualizar la serpiente ígnea ni tampoco señalé el orden en que una vez actualizada pasa por los diversos centros dinámicos, pues no puede intentarse en modo alguno sin expreso mandato del Maestro, quien cuidará de su discípulo durante las diversas etapas del experimento. Solemnemente prevengo a todos los estudiantes contra cualquier conato en el sentido de despertar esta tremendísima fuerza sin adecuada tutela, porque yo mismo he presenciado muchos casos de las terribles consecuencias de una ignorante y mal aconsejada intromisión en estas gravísimas materias. La fuerza ígnea es una tremenda realidad, uno de los fenómenos capitales de la naturaleza, y no es cosa de juego ni que se pueda manejar a la ligera, sino tan peligrosa en manos inexpertas como en las de un niño la dinamita.

Verdaderamente se ha dicho de ella: "Libera, a los yoguis y esclaviza a los insensatos."

En cuestiones como ésta, se figuran algunos estudiantes que habrá para ellos particular excepción de las leyes naturales o que la especial intervención de la Providencia les librará de los efectos de su locura. Seguramente que no sucederá nada de esto, y quien insensatamente provoque una explosión es muy fácil que resulte su primera víctima. Muchas tribulaciones y desengaños se ahorrarían los estudiantes si comprendieran que en todo cuanto con el ocultismo se relaciona significamos exacta y literalmente lo que decimos, y que es aplicable a todos los casos sin excepción. Las leyes capitales del universo no conocen el favoritismo.






Textos extraídos de las enseñanzas del Maestro D.K. “El Tibetano”, y de C.W. Leadbeater.

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