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sábado, 18 de junio de 2016

EL ALMA Y SUS LEYES (A.C.V.) Extraído de las enseñanzas del Maestro D.K. “El Tibetano”

 EL ALMA Y SUS LEYES (A.C.V.)
Extraído de las enseñanzas del Maestro D.K. “El Tibetano”





El alma es el principio sensible que subsiste en toda manifestación externa, compenetra todas las formas y constituye la conciencia de Dios Mismo.

Cuando la humanidad esté segura de su divinidad e inmortalidad y haya adquirido conocimiento sobre la naturaleza del alma y el reino en el cual funciona el alma, su actitud hacia la vida y los asuntos cotidianos sufrirá tal transformación que veremos surgir en verdad un nuevo cielo y una nueva tierra.

He aquí unos enunciados de estas leyes que nos puede dar mucho para estudiar:

Ley del Sacrificio.

Significa el impulso de dar. El secreto de la doctrina del “perdón de los pecados y de la expiación” está oculto en esta frase.

El sacrificio de los ángeles solares trajo a la existencia el cuarto reino de la naturaleza. Nosotros elegimos morir y este sacrificio permitió que evolucionara la conciencia que mora internamente en la Deidad. Al abrirse camino a través de los reinos subhumanos de la naturaleza, esta conciencia necesitó de la actividad de los ángeles solares para poder seguir progresando. Aquí reside:

Nuestro servicio a Dios por medio del sacrificio y la muerte. ¿Sabemos de qué hablamos al decir esto?.Nuestro servicio a otras almas por medio del propósito deliberado de autosacrificio. Nuestro servicio a otras formas de vida en otros reinos.

Le ley del Sacrificio significa también salvar y subyace en todo el proceso evolutivo, por medio del cual nos perfeccionamos. Cristo fue crucificado sobre la cruz de la materia, para presentar al hombre el simbolismo de la muerte y del sacrificio, o como lo hizo el Buda, para demostrar al hombre el sacrificio y la muerte del deseo personal. El tema sigue siendo el mismo, la muerte de lo inferior para liberar lo superior. Pero la gran enseñanza que el hombre está aprendiendo es que, muerte, dolores y tristezas, pérdidas y desgracias, alegrías y aflicciones, tal y como lo comprende la conciencia humana, existen porque el hombre todavía se identifica con la vida de la forma y no con la vida y la conciencia del alma. “Mi reino no es de este mundo”. He aquí el conflicto que tenemos que vivir: “ir porel camino de los hombres conociendo los caminos de Dios”.

Ley del Impulso Magnético.-

Rige la relación, interacción, intercambio e interpenetración de los siete grupos de almas, correspondientes a los siete rayos. Sólo diremos en este sentido que a través de las vidas estaremos identificados con un rayo determinado, hasta que llegue el momento en que los contengamos todos. Esta Ley rige también la relación entre almas que, al manifestarse por medio de la forma, entran en mutua armonía. En consecuencia esta ley rige la relación entre todas las almas y por la correcta comprensión de esta ley el hombre llega a conocer su vida subjetiva, la realidad más profunda de la vida. Esta ley concierne a las actividades esotéricas internas que no se relacionan primordialmente con la vida de la forma.

La Ley del Impulso Magnético es en el reino del alma, lo que la Ley de Atracción en el mundo de los fenómenos. Mucho tendríamos que estudiar para el conocimiento de esta Ley.

La Ley del Servicio.-

Es la Ley que rige toda la actividad del alma. El resultado del contacto efectuado en la meditación y la medida de su realización, estará determinando el consiguiente servicio que se preste a la raza. Si hay correcta comprensión, necesariamente habrá correcta acción, o lo que es lo mismo, correcto servicio. De aquí la importancia de la Meditación, la ciencia del Antahkarana y la ciencia del Servicio. Esta Ley no puede ser evadida sin las consecuencias pertinentes. Hay que recordar aquí la necesidad de una personalidad bien alineada e integrada, igual a decir: trabajo, mucho trabajo.

La Ley de Repulsión.-

He aquí una ley muy interesante para el gobierno del alma, que rige al peregrino en su agotador y largo camino de regreso al centro. Esta ley se expresa por medio de la mente y por lo tanto únicamente se manifiesta en el sendero del discipulado. Tiene un efecto discriminador, sin embargo es un aspecto de la Ley del Amor, del aspecto Crístico y concierne a esa actitud del alma cuya naturaleza es amor. Actúa a través del amor pero al mismo tiempo rechaza y discrimina. Esta ley plasma primordialmente el propósito divino dictándole al aspirante los impulsos superiores y decisiones espirituales que marcan su progreso en el Sendero. Demuestra la cualidad de primer rayo. La atracción y repulsión
funciona al unísono, haciendo desaparecer el caos para que brille la luz. ¿Sabemos dónde estamos, qué tenemos que hacer? El funcionamiento de esta ley es decisivo para eliminar las sombras y tomar la dirección de la luz.

La Ley del Progreso Grupal.-

Esta Ley comienza a captarse en la conciencia personal cuando se han hecho ciertas realizaciones definidas y se descubre que determinados ideales son realidades. Al hablar de estas realizaciones podríamos estar hablando del sendero de probación, cuya superación puede dar lugar a la manifestación de verdades cósmicas profundamente esotéricas. Los actos más comunes de la vida del autosacrificio instintivo diario, rozan los bordes de las verdades mundiales más profundas. Es por ello que es tan importante el autoconocimiento para conocer el universo. Aquí es fundamental la discriminación; no lo llamado malo o bueno, sino los pares de opuestos más sutiles, el buen o el mal empleo del silencio, la correcta o la errónea palabra, la correcta comprensión y la correcta indiferencia y sus opuestos. El hombre que reacciona a estas leyes superiores descubre que la discriminación a utilizar debe ser cada vez más sutil, algo difícil de hacer y también de expresar con palabras que en esoterismo difícilmente alcanzan a la expresión correcta. En la medida que este crecimiento se vaya dando y como consecuencia se produzcan las consiguientes expansiones de conciencia, podremos llegar a la conciencia Grupal. La Ley deProgreso Grupal vendrá y será presentada por los discípulos mundiales, siendo su eficacia cada vez más poderosa, aunque pasará mucho tiempo antes de que la humanidad la comprenda. El grupo se mantendrá unido por una estructura interna de pensamiento y una relación telepática. Si el alineamiento e integración de la conciencia individual suponen un gran esfuerzo, mucho más lo será el de la conciencia grupal.

La Ley para ampliar la Respuesta.-

La sexta y séptima leylas analizaremos brevemente y en conjunto. Los efectos olas consecuencias de los impulsos que están tras ellas, producen el desarrollo del propósito del Altísimo y pueden ser reconocidos en el plano fenoménico, pero únicamente serán percibidos ténuemente por los aspirantes mundiales más avanzados. Estas leyes no son susceptibles de ser interpretadas como las anteriores, porque sólo los iniciados que están preparándose para ello podrán comenzar a comprenderlas. Es necesaria la iluminación antes de llegar a la idea que está tras estas manifestaciones del propósito. En consecuencia poco podemos hablar de esta Ley sin haber llegado a la iluminación.

La Ley de los Cuatro Inferiores.-

“Partieron cuatro hijos de Dios. Pero sólo uno regresó. Cuatro salvadores se fusionaron en dos, luego ambos se convirtieron en el Uno”. Estas palabras simbólicas poco pueden significar para muchas mentes. Por lo tanto de nada servirá considerarlas; aún no es el momento. Fueron dadas porque contienen un poder magnético que ayudará a estimular la compresión. No olvidemos el gran poder del sonido y de la palabra.

La raza se encamina por un sendero que la conducirá a la luz y a la paz. “La paz que trasciende a toda comprensión ”porque es una paz independiente de las condiciones externas y nada tiene que ver con lo que la humanidad entiende como paz. La raza tendrá la paz de la serenidad y de la alegría. Alegría y serenidad que no son una condición astral, sino una condición del alma, como resultado de haber conseguido un alineamiento definitivo. Estas dos circunstancias, serenidad y alegría indican que el alma, el Uno, controla o domina a la personalidad, a las circunstancias y a todas las condiciones ambientales de la vida.

Mucho más se podría decir de todas la leyes enunciadas. Sí que podríamos hacernos algunas preguntas para que en nuestra mente empiecen a circular y a conseguir respuestas:

¿Qué soy? ¿Para qué estamos aquí? ¿Creemos en un Dios justo que nos rige por unas leyes justas? ¿Me conozco a mí mismo, en mi cuerpo físico, en mi cuerpo de emociones, en mi cuerpo mental? ¿Conozco a mi alma?¿Qué tengo que hacer para conocer mi alma?¿Qué trabajo tengo que hacer con mi personalidad para servir al Plan de Dios? Si todas mis realidades son consecuencia del cumplimiento de la Ley, ¿hasta qué punto puedo construir formas mentales para anular esas realidades? ¿Cuándo está el ser humano preparado para construir formas mentales, o lo que es lo mismo, para co-crear?.

Es nuestro trabajo encontrar las respuestas.

ACV.

miércoles, 15 de junio de 2016

MAESTROS ASCENDIDOS: MAHATMAS VERSUS MAESTROS ASCENDIDOS Pablo D. Sender

MAESTROS ASCENDIDOS: MAHATMAS VERSUS MAESTROS ASCENDIDOS
Pablo D. Sender


Mi agradecimiento a una compañera de camino María Yolanda Quintana, que nos envió este texto y que no se ha publicado en nuestros grupos hasta que no lo he leído. Me fío plenamente de esta compañera pero al ser un tema con el que tengo gran cuidado, he preferido estar segura.
Merece la pena que le prestemos atención y que tengamos una idea clara de lo que verdaderamente es un Maestro. (ACV)

H.P.Blavatsky fue la primera en introducir en occidente el concepto de Mahatmas (también llamados adeptos o Maestros). Al principio, hablaba de ellos en privado, pero después de unos años, dos de dichos adeptos, conocidos por los pseudónimos de Kut-Humi (K.H.) y Morya (M.), accedieron a mantener correspondencia con un par de teósofos británicos, A.P. Sinnet y A.O. Hume. La correspondencia tuvo lugar entre 1880 y 1885 y durante esos años, los Mahatmas fueron cada vez más conocidos. Las cartas originales están guardadas como valiosos documentos históricos en la Biblioteca Británica en Londres. 
Se han publicado con el título de Las Cartas de los Mahatmas. Este libro es una fuente de información directa sobre los Mahatmas y sus enseñanzas.
En 1930, cincuenta años después de que empezara la correspondencia, un misterioso personaje sin cuerpo físico contactó con Guy Ballard, antiguo estudiante de Teosofía, durante una excursión que hizo por el monte Shasta en California.
Dicho personaje se identificó como uno de los Mahatmas teosóficos, el ocultista del siglo XVIII conocido como el Conde de Saint Germain. Encargó a Ballard que transmitiera las lecciones de “La Gran Ley de la Vida” y así comenzó lo que fue el “movimiento YO SOY”. Ballard y su mujer tuvieron pronto multitud de seguidores gracias a su versión de las enseñanzas de Saint Germain y crearon la Fundación Saint Germain en 1932. El movimiento YO SOY alcanzó su mayor actividad a finales de los años 30.
Pero ésta disminuyó debido a la muerte de Guy Ballard en 1939, junto con otras complicaciones legales posteriores, que incluían una denuncia por parte del gobierno federal por fraude postal. Actualmente, la organización sigue existiendo, aunque discretamente (Hanegraaff, 2:587).
El movimiento de Maestros Ascendidos empezó otra etapa en 1958, cuando Mark Prophet, antiguo estudiante de la Fundación Saint Germain, manifestó que el “Maestro Ascendido El Morya” le había elegido para transmitir las enseñanzas de la Gran Fraternidad Blanca mediante una organización llamada the Summit Lighthouse.
Después de su muerte en 1973, su esposa Elizabeth Clare Prophet asumió el liderazgo de la organización y cambió el nombre de ésta por el de Iglesia Universal y Triunfante. En 1999, Prophet se retiró de sus actividades de la iglesia y murió en 2009 (Hanegraaff, 2:1093-96).
En la actualidad, en gran parte como consecuencia del movimiento YO SOY y de las actividades de los Prophet, la de los Maestros Ascendidos es una idea común en el movimiento New Age. Dado que los Ballard y los Prophet utilizaron los nombres y los retratos de los Mahatmas Teosóficos para sus Maestros Ascendidos, muchos asumen que son los mismos. Sin embargo, tal como vamos a ver en este artículo, difieren en algunos aspectos muy importantes.
¿Ascendidos o Vivientes? Los Maestros Ascendidos, tal como su nombre sugiere, son supuestamente Maestros que han experimentado el milagro de la ascensión, igual que, según parece, hizo Jesús. La enseñanza original, canalizada por Guy Ballard, era que un nuevo Maestro Ascendido no moriría, sino que se llevaría con él su cuerpo. Esta enseñanza de la ascensión es directamente contraria a las enseñanzas teosóficas.
En una de sus cartas a Sinnet, el Mahatma K.H. habla de esa idea de manera desdeñosa: “Sólo había una mujer histérica que presuntamente habría presenciado la pretendida ascensión, y... ese fenómeno nunca ha sido confirmado con otra repetición” (Barker and Chin, 5). También H.P.B. rechaza el hecho de la ascensión, y lo califica de “alegoría tan vieja como el mundo” (Blavatsky, Collected Writings 8:389; ver también 4:359-60).
Se suponía que Ballard había alcanzado el nivel de la ascensión y, después de que falleciera de una esclerosis arterial cardíaca sin llevarse su cuerpo, su esposa Edna afirmó que de hecho se podía ascender después que el cuerpo muriera. De esta manera, la idea de la ascensión cambió con el tiempo, y hoy en día se considera que los Maestros Ascendidos son espíritus desencarnados que han trascendido sus cuerpos físicos.
Este concepto es también contrario a las enseñanzas teosóficas sobre los Mahatmas. En los comienzos de la S.T., antes de que nadie en occidente conociera nada acerca de los Maestros, Henry Steel Olcott empezó a recibir cartas de algunos de ellos. En una primera carta, el Maestro Serapis escribió: “Ha llegado la hora de que usted sepa quien soy. No soy un espíritu desencarnado, hermano. Soy un hombre vivo” (Jinarajadasa [2002], 2:23).
HPB verificó que eran personas vivas porque vivió con algunos de ellos cerca del Tibet durante varios años, mientras se sometía a entrenamiento oculto. Más tarde, Olcott y otros teósofos también conocieron a algunos Mahatmas en su cuerpo físico, en diferentes momentos y en distintas partes del mundo.
El hecho de que los Mahatmas permanecen en sus cuerpos es de gran importancia. Son yogis iluminados, parecidos en ciertos aspectos a los que tradicionalmente se conocen en oriente. Pero hay una diferencia. Un iluminado, después de haber realizado la Verdad, ha adquirido el poder de fundirse con el Todo en un estado de absoluto éxtasis (llamado moksha o nirvana). Ello le impide estar en contacto con la humanidad, puesto que debe abandonar los vehículos inferiores de conciencia.
Por el contrario, los Maestros Teosóficos, por compasión, deciden renunciar al nirvana para poder seguir ayudándonos en nuestra lucha por realizar la Verdad: El Maestro debe estar en un cuerpo humano, debe estar encarnado. Muchos de los que alcanzan este nivel dejan de soportar el peso de la carne, usan solamente el “cuerpo espiritual” dejando así de estar en contacto con este mundo y habitan solamente los reinos más elevados de existencia. (Besant, 49).

En este aspecto, los Mahatmas son lo que los budistas Mahayana llaman bodhisattvas. Eligen mantener el cuerpo, no debido a ningún fallo en su crecimiento, sino como acto de sacrificio. El poseer un cuerpo físico ata a los adeptos a determinadas limitaciones inevitables. Como dijo Blavatsky, “son hombres vivos, nacidos de la misma manera que nosotros, y condenados a morir como cualquier mortal” (Blavatsky [1987], 288). Al ser yogis perfectos, han aprendido a cuidar de su cuerpo para poder vivir mucho más que los seres humanos normales. Aunque, con el tiempo, los cuerpos deben morir.

En las cartas de los Maestros hay varios comentarios sobre las limitaciones intrínsecas que tiene el llevar una existencia física. Por ejemplo, el Mahatma K.H. escribió: “estaba físicamente extenuado por un viaje de 48 horas seguidas” (Barker and Chin, 398). También dijo que se veía limitado a sus sentidos físicos y a las funciones de su cerebro “cuando estoy sentado a la mesa, o cuando me estoy vistiendo, leyendo o bien ocupado con otras cosas” (Barker and Chin, 257).
Sin embargo, es en el cuerpo físico de los Maestros donde su desarrollo evolutivo es menos aparente. Se dice que si viéramos a un adepto en el plano físico, puede ser que percibiéramos simplemente a un buen hombre sabio y que no le reconoceriamos. No obstante, en los planos internos su naturaleza está mucho más allá de aquellos que todavía están atrapados en la ilusión.
En sus cartas, los Mahatmas distinguen entre el “hombre interno” (el Yo espiritual del adepto que es relativamente omnisciente y que está más allá de cualquier limitación) y el “hombre externo”, expresión muy limitada del Yo. Cuanto más espiritual es el Adepto, menos interfiere en las cuestiones mundanas y burdas y más se recluye para su trabajo espiritual ....... Por lo tanto, los Adeptos más elevados sí ayudan a la humanidad, pero sólo espiritualmente: por constitución, no pueden interferir en los asuntos mundanos. (Blavatsky, Collected Writings, 6:247).

Otra característica de las enseñanzas de los Maestros Ascendidos es que principalmente se ocupan de la “forma y aspecto” de los Maestros (su apariencia, sus nombres, su carácter, etc.). Cuando se entiende bien el punto de vista teosófico, se ve que es muy diferente. Blavatsky escribió: “Por lo tanto, el verdadero mahatma no es su cuerpo físico, sino su Manas superior [la Mente espiritual] que está conectado inseparablemente al Atma [el Yo verdadero] y a su vehículo [el Alma espiritual]”. Y añade que quienquiera que desee “ver” a un Mahatma debe elevar su percepción hasta los planos espirituales, porque “lo superior sólo puede percibirse con un sentido perteneciente a lo superior.”

Los planos espirituales, donde se desvanece la separación y prevalece la unidad están muy por encima del plano psíquico, que es el que contactan los videntes naturales. Aquellos que pueden alcanzar el elevado estado de conciencia que trasciende todo sentido de separatividad “verán al mahatma dondequiera que esté, pues al estar fundidos con el sexto y el séptimo principios, que son ubícuos y omnipresentes, se puede afirmar que los mahatmas están en todas partes” (Blavatsky, Collected Writings, 6:239).

Por consiguiente, el verdadero Mahatma se ve principalmente como un estado espiritual que está funcionando a través de una personalidad psicológica. Por esta razón K.H. escribió: “No somos Mahatmas infalibles ni predecimos a cada momento del día” (Barker and Chin, 450). Tal como dijo, “Un adepto, del más elevado al menos elevado, lo es únicamente mientras ejercita sus poderes ocultos” (Barker and Chin, 257).

Así pues, esos adeptos no son como los Maestros Ascendidos del New Age, de los que se dice que se han convertido a imagen de Dios, en seres todopoderosos más allá de la naturaleza. En sus enseñanzas, los Mahatmas incluso negaron que existieran seres así. K.H. escribió:
“Si tuviéramos los poderes del Dios Personal imaginario, y las leyes universales e inmutables sólo fueran meros juguetes, por supuesto que habríamos creado las condiciones para que este mundo se convirtiera en la Arcadia de las almas nobles” (Barker and Chin, 474).
En sus cartas, los Mahatmas hablan constantemente de las “leyes inmutables” del universo, y de que pueden ayudar a la humanidad sólo dentro de los límites de dichas leyes. No pueden producir por arte de magia una Nueva Era; eso, nos guste o no, nos corresponde a nosotros.
Los partidarios de los Maestros Ascendidos intentan justificar esas discrepancias alegando que cuando se fundó la ST la mayoría de los Mahatmas Teosóficos aún eran “Maestros no ascendidos”. De esta manera se pueden separar los Maestros Ascendidos de las limitaciones que se dice tienen todos los Mahatmas, “los más elevados y los menos elevados”. Pero según las enseñanzas teosóficas, cuanto más elevado es el adepto menos posibilidades hay de oír hablar de él: espiritual de conciencia, y las formas que asume su aspecto personal son simplemente sombras. Para estar seguros, se pueden encontrar descripciones de la forma y aspecto de los Mahatmas en la literatura teosófica, no porque este aspecto sea en sí importante, sino porque proporciona algo para la comprensión de nuestras mentes limitadas. Este aspecto personal debe trascenderse, y quienquiera que se conforme con ello está anclado en el mundo de la ilusión.

El Trabajo de los Maestros por la Humanidad

Hoy en día hay miles de personas que aseguran estar canalizando a los Maestros Ascendidos. Está claro que esos Maestros Ascendidos tienen enfocada su atención en el plano físico, sin hacer mucho más que comunicar con nosotros por medio de canales. Otra vez vemos que hay una diferencia básica con las enseñanzas teosóficas. En Teosofía, al igual que en la mayoría de tradiciones espirituales serias, este plano físico se considera una ilusión.
El Maha Chohan, uno de los adeptos más elevados, dijo: “enseñad a la gente que la vida en la tierra, incluso la más dichosa, no es más que una carga y una ilusión”(Jinaradasa [1988], 1:6-7). Este concepto está relacionado con la enseñanza de Platón, cuando dijo que este mundo no es sino una sombra de la Realidad. También se relaciona con la primera Noble Verdad que Buddha enseñó después de su iluminación: Todo es dukkha (sufrimiento) en este mundo.

Por consiguiente, tal como Annie Besant dijo acerca de los Maestros, “una ínfima parte de su trabajo se hace aquí”, refiriéndose al plano físico (citado en Codd[1988], 45). Esta es una de las razones por las que viven aislados, pues la mayor parte de su actividad tiene lugar en los planos superiores.
De hecho, se basa en un profundo conocimiento de la estructura del cosmos: Cualquiera que observe la naturaleza de la dinámica oculta verá fácilmente que toda energía empleada en el plano espiritual o en el astral produce mayores resultados que la misma energía empleada en el plano físico objetivo de existencia.(Blavatsky, Collected Writings, 5:338-39).

Y ¿cuál es el trabajo de los Maestros en esos planos superiores? Este es un tema muy complejo que sobrepasa los límites de este artículo. Cuando le preguntaban a Blavatsky sobre el tema, ella respondía: “No podría entenderlo, a menos que usted mismo fuera un Adepto. Pero Ellos mantienen viva la vida espiritual de la humanidad” (Blavatsky, Collected Writings, 8:401).
Por el contrario, las comunicaciones de los Maestros Ascendidos se ocupan profusamente de las vidas físicas y de los deseos de sus seguidores. La literatura de los Maestros Ascendidos está llena de promesas de milagros mágicos sobre salud, riqueza infinita y felicidad perfecta y se dictan “decretos” para que la gente pueda “manifestar” dichas cosas en sus vidas. Esta actitud es totalmente opuesta a la teosófica.

La Teosofía afirma que el ego psicológico es falso, que la idea de que somos el cuerpo, las emociones y la mente es un error de percepción y una fuente de dolor. Afirma que la verdadera felicidad sólo aparece como efecto secundario no buscado al reducir, en lugar de acrecentar, nuestro apego y nuestra identificación con lo personal. Por esta razón Blavatsky dijo que “el Ocultismo no es la búsqueda de la felicidad tal como el hombre la entiende; pues el primer paso es el sacrificio y el segundo la renuncia” (Blavatsky, Collected Writings, 8:14). K.H. estaba de acuerdo con eso cuando escribió: “Nosotros, los Hermanos criticados y malinterpretados, intentamos que el hombre sacrifique su personalidad, que es un destello transitorio, por el bien de la humanidad entera” (Barker and Chin, 222).

Los Mahatmas Teosóficos nunca harían caso a los deseos personales. Durante los primeros tiempos de la Sociedad Teosófica, algunos miembros que malinterpretaron completamente la naturaleza de los Mahatmas hacían peticiones personales a HPB para que se las transmitiera. Blavatsky explicó en una carta: Ni por un momento los Maestros se rebajarían a prestar atención a cuestiones individuales o privadas que tuvieran que ver con una ni con diez personas, con su bienestar, sus congojas o sus dichas en este mundo de Maya [ilusión]; no la prestarían a nada que no fueran cuestiones de importancia verdaderamente universal. Son ustedes los teósofos los que han arrastrado hasta sus mentes los ideales de nuestros Maestros; son ustedes los que inconscientemente y con la mejor de las intenciones y total sinceridad en su buen propósito Les han profanado al pensar por un sólo instante que Ellos iban a preocuparse por los negocios que ustedes tienen, los hijos que van a tener, las hijas que van a casar, las casas que ustedes van a construir, etc. etc. (Jinarajadasa [1923], iv; el subrayado está en el original).

Y sin embargo, ésta es la clase de cosas de las que se ocupan los Maestros Ascendidos. Incluso enseñan supuestas maneras de disolver karma desagradable, cosa a la que los Mahatmas teosóficos se oponían rotundamente. K.H. escribió: “Tengan en cuenta que la mínima causa producida, por inconsciente que sea, y por el motivo que sea, no puede deshacerse, ni sus efectos pueden desaparecer de su trayectoria, aunque se juntaran millones de dioses, demonios y hombres para ello” (Barker and Chin, 77-78)

Los Maestros Ascendidos se presentan como padres cósmicos que cuidarán de los problemas de sus seguidores. Por el contrario, el Mahatma M. Dijo: “Somos líderes, y no niñeros” (Eek, 605). Los adeptos son fuerzas impersonales y universales y responden sólo a aquellos que se desarrollan en dicha dirección: Aunque toda la humanidad está presente en la visión mental de los mahatmas, no se puede esperar que se fijen en cada uno de los seres humanos, a menos que alguno de ellos, por sus actos especiales, atraiga su atención particular sobre sí.
Su ocupación especial es el interés de la humanidad como un todo, pues están identificados con el Alma Universal que está presente en la Humanidad y aquél que llame su atención lo debe hacer a través de esa Alma que todo lo impregna. (Blavatsky, Collected Writings, 6:240)

Los Mahatmas no comunican indistintamente con la gente que no es capaz de darse cuenta de la ilusión del yo personal, o con los que se dejan dominar por deseos, miedos y ambiciones: Trabajan en este plano a través de dos clases de agentes: los directos y los indirectos. Cualquier persona sincera y altruista que trabaje en la línea del trabajo del Maestro puede recibir su inspiración aún sin saberlo. Sus agentes directos son sus discípulos aceptados, que trabajan de manera consciente con los Maestros. (Codd, [2000], 9)
Su influencia siempre está a la disposición de aquellos que actúan con altruismo y compasión, incluso sin ser conscientes de ello. Tal como K.H. le escribió a Annie Besant: “en ocasiones favorables, lanzamos influencias elevadas que alcanzan a varias personas de distintas maneras” (Jinarajadasa [1988], 1…123-24). Por lo tanto, cualquier acto filantrópico que realicemos puede que forme parte del trabajo del Maestro. Sin embargo, sólo los discípulos aceptados tienen una relación consciente y personal con ellos. Las cualidades morales y espirituales necesarias para ser un discípulo aceptado son muy profundas y muy exigentes, y muy pocos humanos tienen el nivel de madurez espiritual para conseguirlo. (Para una descripción de dichas cualidades, ver A los pies del Maestro y Luz en el Sendero).
¿Quiénes son los Maestros Ascendidos?

Entonces, ¿quiénes son esos Maestros Ascendidos que comunican con miles de canales en el mundo?. No podemos estar seguros. Pero para entenderlo es necesario darse cuenta de que los planos internos están habitados por toda clase de entidades (elementales, formas de pensamiento, personas fallecidas, personas vivas cuyos cuerpos están dormidos, etc.). Muchas de esas entidades se divierten haciéndose pasar por Maestros, santos u otras figuras históricas importantes. (Para leer más sobre este tema, consultar El Plano Astral y el panfleto titulado Dificultades de la clarividencia, ambos escritos por Charles W. Leadbeater). Incluso a comienzos de la ST, médiums y gente receptiva empezaron a canalizar mensajes de falsos Mahatmas. Por ejemplo, después que una persona receptiva llamada Oxley declarara que K.H. le había “visitado dos veces ‘en forma astral’ y... que había tenido una conversación con el Sr. Oxley”, el Mahatma tuvo que pedirle a su discípulo Djual Kool que escribiera al Sr. Sinnett diciéndole lo siguiente: “A quien vio el Sr. Oxley, y con quien conversó en el momento mencionado no era Koot Hoomi” (Barker and Chin, 253).
En otra ocasión, había un médium que afirmaba estar en contacto con personajes como Jesús, Juan Bautista, Hermes y Elías. En una carta que escribió al Sr. Sinnett hablando de esta clase de comunicación psíquica, K.H. escribió: “Misterio, dirá usted, misterio. Ignorancia es la respuesta; la creación de aquello en lo que creemos y queremos ver” (Barker and Chin, 109).
Debemos tener en cuenta que ese “Mundo Psíquico de percepciones suprasensoriales y de visiones engañosas, el mundo de Mediums ... es el mundo de la Gran Ilusión” (Blavatsky, [1992], 75-76).

En ese reino, diferentes entidades pueden asumir cualquier forma según lo que hallan en la mente del vidente. Se necesitan profundos poderes de clarividencia, un entreno largo y una madurez espiritual fuerte para que dichas entidades no nos engañen, porque El más leve cumplimiento de un deseo ahí [en el plano psíquico] toma cuerpo y forma. Esa forma de pensamiento puede ser animada por un espíritu de la Naturaleza... y entonces aparecer como un ángel de luz que nos cuenta exactamente lo que queremos oír. CWL [i.e., Leadbeater] siempre nos avisó para que estuviéramos alerta de cualquier visión o de cualquier voz que pudieran halagarnos. (Codd, [1988], 66).

Para corroborarlo, Blavatsky cuenta un sugerente hecho histórico. En 1889, escribe: Hace catorce años, antes de que se fundara la Sociedad Teosófica, todas las charlas [de médiums] trataban de “Espíritus” ... y a nadie se le ocurrió ni por casualidad hablar de “Adeptos”, “Mahatmas” o “Maestros” vivientes. ... actualmente, todo esto ha cambiado. Desafortunadamente, los teósofos fuimos los primeros en hablar sobre estos temas..... y ahora el nombre es de uso común ...No hay casi ningún médium que no haya afirmado haberlos visto. Cualquier Sociedad embaucadora y falaz hoy en día asegura, con fines comerciales, que está guiada y dirigida por “Maestros” que a menudo parecen estar mucho más elevados que los nuestros! (Blavatsky [1987], 301-302).
A muchas personas con ideas espirituales les cuesta creer en la idea de los Maestros Ascendidos, pues no ven en ellos más que un resurgimiento de los dioses tribales de la antigüedad. Esperemos que este artículo sirva para eliminar algunas falsas ideas. (Quest, verano 2011.)

Referencias:

BARKER, A. T., and Vicente HAO CHIN Jr., eds. The Mahatma Letters to A.P. Sinnett from the Mahatmas M. and K.H. in Chronological Sequence. Adyar:
Theosophical Publishing House,1998.
BESANT, Annie. The Masters. Adyar. Theosophical Publishing House,1985.
BLAVATSKY, H.P. Collected Writings, 15 vols. Wheaton: TheosophicalPublishing House, 1977-91.
---- . The Key to Theosophy, London: The Theosophical Publishing House, 1987.
----. The Voice of the Silence. Wheaton: Theosophical Publishing House, 1992.
CODD, Clara. The Way of the Disciple. Adyar: Theosophical Publishing
House, 1988.
----. Theosophy as the Masters See It. Adyar. Theosophical Publishing
House, 2000.
EEK, Sven, ed. Damodar and the Pioneers of the Theosophical Movement. Adyar:
Theosophical Publishing House, 1965.
HANEGRAAFF, Wouter J., et al. Dictionary of Gnosis and Western Esotericism.
2 vols. Leiden: Brill, 2005.
JINARAJADASA, C. Early Teachings of the Masters, Chicago: Theosophical Press, 1923.
----. Letters from the Masters of the Wisdom. 2 vols. Adyar: Theosophical Publishing House, 1988, 2002.



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