PODERES PSÍQUICOS, Por A.C.V.
Un avance profundamente espiritual nos va a llevar, entre otras cosas, al desarrollo de las facultades psíquicas que no necesariamente precisan de una mente de alto relieve espiritual, investigadora y profundamente organizada. Otras mentes mucho más corrientes y normales están dotadas de grandes facultades psíquicas: clarividencia, clariaudiencia, mediumnidad, etc. Este hecho, contradictorio para algunos, es totalmente lógico y racional, ya que lo que más abunda son las facultades psíquicas procedentes del astral y por lo tanto no se da en las personas más evolucionadas.
El verdadero ser espiritual, el investigador avanzado, el
discípulo y el iniciado, tienen un tipo de vibración de más elevada frecuencia
y se mueven en los niveles superiores del plano mental y desde luego sus
poderes psíquicos nada tienen que ver con los del plano astral donde lo que se
mueven son los deseos. En las facultades síquicas superiores se aprecian unos
poderes realmente portentosos y extraordinarios, expresiones propias de la
Deidad. Estos poderes están muy por encima de la comprensión humana.
Mediante los poderes síquicos superiores queda patente la
omnipresencia y la omnipotencia divina, que se manifiesta en todas las formas y
cuyo poder también está latente hasta su oportuno desarrollo, y llegados a la
iluminación tendrá su oportunidad de manifestación.
Estamos hablando de la importancia que tiene el trabajo para
llegar a la iluminación que nos va a permitir conectar con la mente universal y
ejercitar sus poderes, implicando en ello:
La mente universal.
La mente individual iluminada por la conciencia del alma. El
cerebro, reaccionando a la mente individual.
El grupo de aquellos cuyas mentes y cerebros están similarmente
sintonizados y relacionados telepáticamente.
En relación a los discípulos y aspirantes al discipulado se
presume que sus mentes, están, en cierta medida, sintonizadas con el alma y
también alineados en tal forma, que el alma, la mente y el cerebro se han
coordinado, comenzando ya a actuar como una unidad. Tal es la responsabilidad
del individuo.
¿Cómo podemos distinguir el psiquismo inferior del superior?
Podríamos aplicarnos el principio de “Hombre conócete a ti mismo”, ese gran
trabajo que corresponde a cada uno de nosotros y que nos conducirá a la
humildad. Cada cual debe conocer con honestidad en qué nivel de conciencia se
encuentra y es lo que nos dará la clave
para poder saber qué tipo de poderes podemos tener. Esto en lo que respecta a cada uno de
nosotros individualmente; y en lo que respecta a los poderes de los otros, no tenemos más remedio
que ceñirnos a las palabras de Cristo:
“Por sus obras los conoceréis”. No se puede dar por válido todo ni
cualquier cosa.
Las facultades síquicas están muy por encima de la comprensión
humana corriente. Son reflejos del
Creador, de Su poder en los tres mundos de la evolución humana. Pero no
vamos a referirnos a este tipo de facultades tan elevadas para nuestro
entendimiento, sino que vamos a referirnos a los peligros del siquismo inferior
que la mayoría de nosotros podemos conocer y ojalá que no estemos en peligro de
vivir directamente ni como protagonistas ni como testigos. Se ha podido comprobar
con cierta frecuencia que personas altamente psíquicas son en su mayoría
físicamente enfermas, y que suelen valorar la vida apoyándose en sus facultades
síquicas, sin tener en cuenta la lógica ni la razón. Generalmente suelen ser
personas que escapan frecuentemente a la realidad de la vida que les toca
vivir. Las personas psíquicas, las que producen fenómenos bajo el control de
entidades encarnadas o desencarnadas, o posiblemente de su propio
subconsciente, pierden paulatinamente la salud, porque inconscientemente han
perdido el rastro de luz de sus propias Almas. El gran problema de la
comunicación mediúmnica y otros contactos de tipo astral, como cualquier otra
expresión síquica sin control interno, representa un mal para el propio
síquico, para su familia y para las personas que acuden a él, llegando a ser un
problema social que afecta a muchas personas.
Al aspirante espiritual y especialmente al discípulo, su camino
evolutivo lo guía hacia un siquismo de tipo superior, estando caracterizado por
el desarrollo de la actividad dentro de su vida
personal de ciertas
facultades del Alma.
Esto es consecuencia
del trabajo de alineamiento, integración y purificación
de la personalidad que llega a hacerlo un perfecto vehículo del alma,
implantándose en su vida la inofensividad y las correctas relaciones humanas.
Al contrario de
lo que sucede
con las facultades
psíquicas inferiores, desarrolladas
y utilizadas sin el debido control espiritual, las facultades superiores
se expresan siempre por propia voluntad e iniciativa, libres de cualquier ente
exterior y con total autocontrol.
¿Cuál es la diferencia principal entre siquismo superior y
siquismo inferior? “El grado de la energía síquica lo determina la calidad, no
el poder”. La energía síquica inferior es instintiva, de ahí que la tengan los
animales, y también los médium sin excepción, ya que no controlan los entes por
los que son poseídos. La energía síquica superior aporta Enseñanza y tiene
capacidad de síntesis. Todo médium posee la calidad más inferior de energía ya
que está sujeto a las condiciones circundantes, inclusive a las atmosféricas.
En estas manifestaciones no hay síntesis de espíritu; se ve y se oye sin
participación en la Enseñanza. En la energía síquica superior el ser es un
mediador con participación y síntesis de enseñanza, con control de los
acontecimientos, lo cual protege contra influencias tenebrosas. La inferior
desarrolla instinto, mientras que la superior desarrolla conciencia.
La energía síquica está en toda la naturaleza. El pensamiento
refina la energía y ese refinamiento se refleja por la irradiación del aura. La
energía síquica se manifiesta en toda actividad y su cualidad superior será
fruto de la iluminación que trascenderá a toda la humanidad. El reconocimiento
de que la energía síquica es sustancia tangible producirá nuevos pensamientos
durante toda la vida. “La energía sigue al pensamiento”. La energía síquica
está en toda la naturaleza; sólo es necesario llegar a la iluminación para
utilizar correctamente esta riqueza. El punto justo de tensión producirá el
efecto del poder y de la energía.
Independientemente de la curiosidad o interés que puedan
despertar este tipo de experiencias, ¿cuál debe ser el verdadero campo de
actividad de un discípulo en la Nueva Era? La primera determinación de un
discípulo es prescindir voluntariamente de ciertos poderes o facultades. Estos
supuestos poderes suelen representar trabas que provocan ataduras a lo
superficial y a la vida fenoménica, impidiendo el avance espiritual.
La Era de Acuario en la que poco a poco nos vamos introduciendo
es esencialmente mental y la mente humana
debe ser desarrollada
para poder contactar
con fuentes de
energía espiritual que seguramente no llegamos ni a sospechar.
Es muy frecuente en las personas que practican el siquismo
inferior, una autosuficiencia y orgullo que las incapacita para salir del
círculo en que se encuentran metidas. Suelen considerarse superiores a los
demás, sin ser capaces de considerar que nuestros remotos antepasados (que no
se distinguían precisamente por su evolución) ya tenían estos poderes, al igual
que los salvajes y ciertos animales domésticos.
La humildad para conocernos y reconocernos a nosotros mismos,
nos ayudará a protegernos de estos equívocos, ya que estos poderes en su
inferior cualidad astral, representan un fenómeno de regresión desde el punto
de vista esotérico. Desgraciadamente muchos de estos médium pretenden estar
guiados por grandes Maestros, con el peligro de que muchos de sus seguidores se
lo crean.
Dice VBA que para poder establecer relación con un verdadero SER
superior, se precisa una gran capacitación mental, no tanto por los
conocimientos sino por su educación interna, recto propósito de vida y una gran
capacidad de síntesis espiritual. El verdadero “Hombre Espiritual” (Dios en
nosotros) solo puede ser contactado a través de la mente y no a través de las
emociones y de los deseos. Por supuesto que existen verdaderos médiums, pero no
sin reunir esos determinados requisitos. No se puede aparcar la “vida
espiritual” para llevar una “vida síquica”. Sin un buen vehículo no podemos
caminar y mucho menos evolucionar.
En todo nuestro proceso evolutivo es indispensable derribar las
viejas estructuras para apoyarnos en las nuevas que nos conducirán a la meta, y
todo esto implica trabajo y esfuerzo. No podemos caminar con las muletas de la
época Atlante, pues serían como frenos para poder vivir plenamente
en la Era de Acuario.
No podemos acomodarnos y
pasar por ciertas prácticas aunque puedan probar
determinadas cosas, pues nos privan de la experiencia espiritual del hombre.
El verdadero aspirante o discípulo es, ante todo, un
investigador de los hechos y esto quiere decir que se mueve en el nivel mental,
siendo cada vez más consciente de las energías y fuerzas que actúan sobre la
vida.
Las facultades síquicas superiores son de tipo mental-espiritual
y se desarrollan mediante la discriminación, el discernimiento, la meditación,
el control de los deseos y el progresivo desarrollo del “amor”. De estas
facultades forman parte la intuición espiritual, la telepatía, la clarividencia
mental consciente, la facultad de ver a
niveles muy elevados y el desarrollo progresivo del sentimiento de Compasión,
así como el elevado aspecto mental de Síntesis; todo lo cual dará lugar a una
gran belleza y sutilidad que permitirá el contacto con los reinos sutiles de la
Naturaleza que producirá aspectos de luz, color y sonidos que ahora mismo nos
resulta imposible de ver.
Todos podemos analizar hasta qué punto muchos de nosotros
seguimos jugando, con nuestra pasividad, colaborando de alguna manera con la
actividad síquica inferior que solamente consigue retrasar nuestro proceso
espiritual.
No debemos olvidar que todas nuestras posesiones tienen un único
fin: SERVIR. Las facultades síquicas representan un haber que tenemos que
utilizar mediante el servicio a la humanidad y nunca para el yo separado, y
nunca, para la vanagloria personal. Si
ese fin no se cumple, esas facultades deberíamos desterrarlas de nuestra vida.
En esta era de Acuario las únicas facultades síquicas que deben
merecer nuestra atención son las superiores (mentales-espirituales) y siempre
para servir a la humanidad. Las síquicas inferiores, hoy día, no representan
ningún valor y sí una pérdida de tiempo para el que las usa y para el que
igualmente se deja enganchar por ellas.
Podemos hacernos algunas
preguntas para asegurarnos de si ciertos fenómenos corresponden a “poderes
síquicos superiores” o a “poderes síquicos inferiores”:
- La supuesta
información que se nos pasa ¿beneficia a alguien o simplemente satisface
nuestra curiosidad?
- La supuesta
información mediúmnica o de cualquier otro tipo, es para un interés particular
o general?
- Esas supuestas
informaciones representan un bien trascendente o puramente humano? Pienso que
estas simples preguntas nos pueden dar la clave de la clase de poderes con que
nos enfrentamos.
En cualquiera de los casos ninguno de nosotros puede recibir
poderes que no se correspondan con el vehículo de su personalidad. Una
personalidad redimida y purificada ha hecho méritos para recibir determinados
poderes superiores, mientras que una personalidad que se mueve por el deseo y
las emociones solo puede aspirar al siquismo inferior que para nada nos sirve.
El ser humano no evolucionado e irreflexivo y las personas que
no han desarrollado la mente, pueden ser telepáticos y a menudo lo son, pero
trabajan a través del plexo solar y solo pueden comunicarse de plexo a plexo,
funcionando a través de las emociones y deseos, lo cual es propio de las
personas emocionalmente polarizadas. Es todo lo contrario de lo que ocurre en
el ser humano evolucionado, que actúa de mente a mente y de cerebro a cerebro,
estando su nivel de conciencia suficientemente acondicionado por la persona
mentalmente integrada, de manera que es consciente en sí misma. Estamos
hablando de la más grande ciencia de comunicación, que se inició por medio del
sentido del tacto y se desarrolló por el sonido, los símbolos, el arte, las
palabras y frases, los idiomas y escritos, y, volviendo nuevamente a la etapa
de los símbolos superiores, por el contacto vibratorio, la telepatía, la
inspiración y la iluminación.
El trabajo de los comunicadores telepáticos es uno de los más
importantes en los nuevos tiempos.
Los poderes síquicos son
una gran cualidad para una correcta colaboración con la Jerarquía y vamos a
terminar con una invocación a través de este mantram:
"Que el Poder de la Vida Una afluya a través de todos los
grupos de verdaderos servidores.
"Que el Amor del Alma Una caracterice la vida de todos los
que tratan de ayudar a los Grandes Seres.
"Que cumpla mi parte en el Trabajo Uno, mediante el olvido
de mi mismo, la inofensividad y la correcta palabra."