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sábado, 12 de abril de 2014

LAS LEYES DIVINAS (A.C.V.)

 LAS LEYES DIVINAS  (ACV)




Las leyes que determinan la actividad de la Naturaleza y rigen los movimientos de la materia, unas veces destruyendo, otras organizando, y que producen las más variadas formaciones orgánicas e inorgánicas, son eternas e inmutables. Esto forma parte de la “Sabiduría Perenne” La comprensión de la sabiduría perenne significa superar nuestras limitaciones basadas, tanto en el desconocimiento de las leyes que rigen el cosmos como en el desconocimiento de nuestro propio ser, el microcosmos. La principal ley que necesitamos interiorizar aquí en este plano material en que habitamos es la ley general de la evolución. No sólo porque ella es la explicación fundamental del universo y de nuestro devenir sino porque nos entrega las líneas centrales del mapa de la existencia.

La existencia,  así como la vida y la creación no podrían tener cabida sin un orden. El equilibrio es necesario y para eso es imprescindible una intencionalidad.

¿Quién determina las leyes naturales? La ignorancia tiene un precio, siempre doloroso. La ley divina es la propia ley natural por la que se rige el universo. Si somos verdaderos discípulos llegaremos a comprender estas leyes. Si no fuera así nuestro desarrollo estaría pendiente de producirse, ya que estas leyes solo nos representarían palabras y más palabras. Por estas leyes se rige el Universo y quien se rige por ellas lo consigue todo. No hablamos de conocer las leyes por el simple hecho de conocerlas, sino del conocimiento que necesitamos adquirir, entender y comprender, haciéndolo nuestro, para poder vivir coherentemente de acuerdo con estas leyes.

Podemos pensar que sí, que nos regimos por leyes divinas, que las conocemos y que ya estamos preparados, que no necesitamos ni leer, ni estudiar, ni discernir, ni discriminar, ni servir. O sea que ignorantemente nos sentimos felices pensando que lo sabemos todo y, seguramente, nos puede faltar mucho para salir de tanto espejismo como nos rodea, y uno de ellos podría ser nuestras propias creencias, y dejaremos de tener creencias cuando lleguemos al SER, a nuestra esencia, y eso no se consigue por arte de magia, hay que ejercitar la voluntad y el amor.

Estas leyes esconden el secreto y la esencia de la vida y encierran un programa a desarrollar: el progreso del espíritu que trata de manifestarse. Nuestra misión, a través de las vidas, es desarrollar el espíritu en su plenitud, única manera de conformar la UNIDAD en su perfección y de que se establezca el Plan de Dios en la tierra.

Siempre ha habido seres más avanzados que han sabido lo relacionado con estas leyes o principios, pero ya no son necesarias aquellas organizaciones secretas poseedoras de estos conocimientos. Todavía puede haber quien se otorga esa categoría de poseedor de la verdad, y autoridad, que los demás tienen que seguir porque tal o cual entidad es quien tiene la verdad y nos va a salvar. Sin embargo, la humanidad, cada día más, está desarrollando su mente y va adquiriendo la capacidad necesaria para saber los pasos que tiene que dar para tener acceso a estos principios, entenderlos, comprenderlos y vivir conforme a ellos. Para ello es absolutamente indispensable nuestro trabajo para, por nosotros mismos, llegar a la raíz, a la causa de todas las cosas, sin necesidad de que nadie nos equivoque, incluso con la mejor de las intenciones. Es nuestro deber y obligación explotar nuestros talentos, para que cuando creamos, que sea con absoluto convencimiento, y la creencia será sustituida por el SER.

Cuando se reconozca que el hombre común sólo ha sido hasta ahora plenamente consciente en el plano físico, semiconsciente en el emocional y que ahora comienza a desarrollar la conciencia en el plano mental, se evidenciará que su comprensión de las informaciones cósmicas sólo puede ser rudimentaria.

Este tema podríamos tratarlo desde diferentes ángulos. Una versión nos habla de una inteligibilidad racional en el cosmos. Puede encontrarse en las leyes de la física, que son las reglas fundamentales por las que se rige la naturaleza. Y aquí nos podríamos hacer una pregunta:

¿Cuál puede ser la raíz de estas leyes?, que son, que están y que simplemente se nos presentan como una realidad que es, y que como tal hay que aceptarla.

Los físicos se han dedicado a describir fenómenos sin importarles su origen. Se daba por supuesto que esas leyes matemáticas inmutables, absolutas y universales existen, sin dar mayor importancia a su raíz, simplemente son, y las razones, aparentemente, no parece que haya que prestarles ninguna atención, porque los hechos son.

Parece ser que en este siglo XXI, el debate entre círculos científicos y espiritualistas pudiera hacerse posible y las posturas son más cercanas, más beligerantes y desapasionadas. Posiblemente sea algo importantísimo que estemos poniendo en práctica: el desarrollo de la mente, que nos permite dialogar.

Hay un principio fundamental: “Como Es Arriba, es Abajo”. Una ley oculta y clave para la comprensión esotérica del Universo, es la llamada Ley de las Correspondencias o de las Analogías, configurada en el principio “Como es arriba, es abajo”, al que hemos hecho referencia. Esto significa que el Microcosmos, el Ser Humano, es una réplica perfecta y completa en la cual se refleja el Macrocosmos. O lo que es lo mismo, el Ser Humano, reproduce íntegramente la naturaleza, la constitución y las leyes fundamentales que rigen el Macrocosmos. “En nosotros está la fórmula exacta y sintética del Universo”. He aquí la justificación de “hombre conócete a ti mismo y conocerás el Universo”.

Así también se puede entender el significado profundo de esta frase “Dios creo al Hombre a Su imagen y semejanza”. Es una imagen y semejanza en su sentido más auténtico y profundo. Desde esta luz se pueden comprender las palabras del salmo repetidas en el evangelio de S. Juan: “Sois todos dioses e hijos del Altísimo”. Seguimos hablando de analogías.

¿Cómo llegaremos a conocernos a nosotros mismos; podremos echarnos a dormir, pensar que ya lo sabemos todo, que todo es bien fácil, que solamente tenemos que amar….? Más bien se tendría que decir que no, y seguramente las palabras de Cristo de “poner la otra mejilla”, podrían referirse a hacer el camino, cayéndonos y levantándonos una y otra vez hasta aprender cada mensaje de la vida. Seguramente que así llegaremos a conocernos a nosotros, las leyes y el Universo. Por otra parte ¿acaso sabemos lo que es amar, y acaso amamos; estamos explotando todos nuestros talentos para conocer, entender y comprender, y poder actuar en consecuencia, o nos conformamos con lo que nos cuentan?.

Toda la sabiduría formará parte de nuestro haber en la medida que hollemos el sendero de retorno a la casa del Padre; el premio del “ciento por uno” es una realidad, pero no nos tocará en una tómbola, todo hay que ganarlo.

Dice El Kybalion:

- «Los labios de la sabiduría permanecen cerrados, excepto para el oído capaz de comprender.»

- «Donde quiera que estén las huellas del Maestro, allí los oídos del que está pronto para recibir sus enseñanzas se abren de par en par.»

- «Cuando el oído es capaz de oír, entonces vienen los labios que han de llenarlos con sabiduría.»

Para llegar a la sabiduría y a la comprensión de todas las leyes, necesariamente, tenemos que tener voluntad y superar las pruebas del camino, e intencionadamente, purificarnos y redimirnos, o lo que es lo mismo, eliminar las viejas estructuras para regirnos por las nuevas, lo cual supone, y no está mal repetirlo una vez más, estudio, análisis, discernimiento, discriminación y servicio. No podemos cambiar estructuras sin este trabajo y no podremos realizar mejores trabajos sin mejores estructuras.

LA LEY

¿Qué es la Ley divina? Es la determinación tanto en las cosas más insignificantes como en las más importantes, de la voluntad y el propósito divinos. Está más allá del conocimiento del hombre, y algún día la masa comprenderá que todas las leyes de la naturaleza tienen su contraparte espiritual y que funcionan universalmente, sin elegidos, todos somos iguales y por lo tanto no hay excepciones.

El sabio rige en lo inferior y sirve en lo superior. Obedece a las leyes que están por encima de él, y en las que están por debajo de él ordena. De esta manera el hombre forma parte del principio en vez de oponerse al mismo. El sabio se sumerge en la Ley y colabora sin ser un esclavo.

Todo está en el TODO, y el TODO está en todas las cosas. El que esto comprende, ha adquirido gran conocimiento. Esto queda resumido en siete principios:

1. Principio del Mentalismo: Todo es Mente, el universo es Mental. Base del principio creador.

2. Principio de Correspondencia: Como es arriba es abajo. Ley de las analogías.

3. Principio de Vibración: Todo está en movimiento, todo vibra. Nada es estático.

4. Principio de Polaridad: Todo es dual. El equilibrio de los pares de opuestos será nuestro gran trabajo en el camino espiritual.

5. Principio de Ritmo: Todo es cíclico, fluye y refluye, siempre está el avance y el retroceso.

6. Principio de Causa y Efecto: Ley del karma. Todo efecto tiene una causa y toda causa produce un efecto. Nada es casualidad y todos los acontecimientos de la vida tienen su base en esta Ley.

7. Principio de Generación: Es el principio de la creación en cualquier plano.

La violación de la ley, de forma consciente o inconsciente, tiene sus consecuencias. El cuerpo humano no escapa a esas leyes naturales inmutables. Toda enfermedad es el resultado de la violación de estas leyes naturales. Las personas se enferman porque en esta vida o en anteriores han descuidado los principios fundamentales que nos rigen. Algunas personas exigen salud perfecta, bienestar de todo tipo y creen tener derecho a ello, olvidándonos de que todos los efectos tienen sus causas. Todo está regulado por la ley Divina y aprendemos con el cumplimiento de la ley.

Ana Castro

jueves, 10 de abril de 2014

LA SOLEDAD (A.C.V.)



LA SOLEDAD (A.C.V.)



Los discípulos se desarrollan solos, palpando su camino y descubriendo su propia línea particular de acercamiento al centro de donde surge la luz, respondiendo firmemente, en la soledad, al llamado del deber y del servicio.

Hay que trabajar con firmeza en la línea de servicio elegida. Para estas almas constituirá un problema cuando llegue el momento de fusionar sus identidades en el alma de un grupo, infringiendo y negando su aislamiento personal. Este aislamiento no se debe a tendencia separatista, porque tal condición es contrarrestada por su amor profundamente arraigado a los Maestros y a la humanidad. Es resultado de la soledad esencial que el discípulo ha tenido que vivir para fortalecer el equipo necesario de quienes luchan por llegar al Portal de la Iniciación.

Debe cumplirse el voto de silencio que hacen los discípulos, pero al mismo tiempo se debe cultivar el poder de compartir, el conocimiento y la experiencia, más lo adquirido por la iluminación. De acuerdo a la luz que afluye desde el Centro de Luz, todo lo que concierne a la personalidad y al servicio debe quedar revelado, no deben existir secretos; sin embargo, las revelaciones que llegan a medida que uno avanza por el sendero deben permanecer y sólo podrán saberlas quienes comparten los mismos secretos. Debe cultivarse el silencio respecto a la relación con el grupo, los Maestros y la Jerarquía, más los conocimientos que  el discípulo comparte con quienes huellan el Camino a la par suya. He aquí la necesidad del reconocimiento de los compañeros de camino.

También debe abstenerse de impartir el conocimiento que posee, porque es peligroso para quienes aún no están en el sendero del discipulado. Se debe desarrollar la habilidad de actuar para divulgar información, así como también hay que desarrollar la actitud correcta.  Es importante comprender que el actual ciclo de soledad es objetivamente real, pero subjetivamente puede decirse que ha terminado.

El problema personal se agranda y se hace excesivamente complejo, debido a las reacciones de los asociados inmediatos y al  arduo esfuerzo por aliviar la carga que se lleva sobre los hombros. No aliviemos en exceso la carga de nuestros hermanos.  Las almas debemos  gozar del derecho de aprender todas las  lecciones, y un corazón demasiado blando no siempre constituye una posesión muy útil, lo cual no significa no tener un  corazón amoroso que es siempre necesario.

No quitemos a los demás el derecho de sostenerse solos, mediante un despliegue demasiado grande de ese amor protector...     Enfrentemos por nosotros mismos las cuestiones del alma que se nos presenten por medio de las lecciones materiales, así podremos venir en la próxima vida mejor equipados para amar, trabajar y vivir altruistamente.

El verdadero amor debe entenderse en su profundidad y observar pacíficamente y divinamente indiferentes, mientras otros aprenden sus lecciones.

Se piensa con claridad, cuando las emociones de los demás no nos abruman ni arrastran nuestro cuerpo astral junto con el de ellos. No nos dejemos abrumar, no creamos que hay fracaso en algún aspecto cuando otros no enfrentan las cosas como es debido. Las reacciones de los demás no son responsabilidades nuestras. Sí es nuestra responsabilidad darles fortaleza y desapego. Por lo tanto, no nos hagamos cargo de responsabilidades que no nos correspondan.  Esta es una de las lecciones más difíciles que el iniciado tiene que aprender antes de ser admitido como trabajador activo en la Jerarquía de Amor.

Todo lo que cualquier discípulo o aspirante debe hacer en relación con sus semejantes, es estimular la luz que está en ellos, dándoles libertad para que caminen en su propia luz y a su manera en el sendero.

Todo discípulo que alcanza su etapa de desarrollo, debe aprender a permanecer completamente solo, incluso sin contacto con el Maestro. A veces hasta su propia alma parece estar silenciosa. Se está desarrollando el discípulo y tendrá que atravesar la denominada  “la oscura noche del alma”. No obstante, todo esto es sólo parte de la gran ilusión y debe ser superada y disipada. Cuando se ha logrado esta victoria y se puso de manifiesto la disposición de trabajar solo y sin dirección ashrámica aparente - excepto un conocimiento general del Plan -, el discípulo entonces ha demostrado que se puede confiar en él; entonces queda disponible para alcanzar un grado superior y se le puede dar mayor responsabilidad en esta vida o en la próxima.

martes, 8 de abril de 2014

LAS TRES CRUCES “Segunda parte” (D.K. “EL TIBETANO”)



LAS TRES CRUCES  “Segunda parte”  (D.K. “EL TIBETANO”)



LA CRUZ FIJA:

Tauro. - El Cristo dijo (como lo dijeron todos los Hijos de Dios que conocieron la verdadera significación de la Cruz Fija) “Yo soy la luz del mundo”, y añadió, “si tu ojo fuese iluminado,  todo tu cuerpo estaría pleno de luz”. Tauro es, como habrán oído decir, la Madre de la Iluminación, y el “ojo del Toro” es el símbolo del ojo al cual se refirió Cristo.

Leo. - Es el signo de la identidad autoconsciente Esto lo testimonió el Cristo en las palabras que pronunció a sus discípulos: “¿De qué le serviría al hombre ganar el mundo y perder su alma ?“ o su propio centro de autoconciencia -ese significativo punto de realización que debe preceder a los más incluyentes estados de conciencia.

Escorpio. - La significación de este signo en la vida del Cristo ha sido eliminada de El Nuevo Testamento, pero conservada para nosotros en la antigua leyenda cristiana que -en la cuna misma- Cristo mató o estranguló a dos serpientes, refiriéndose a los pares de opuestos, los cuales ya no podían controlarlo

Acuario. - La expresión de esta influencia nos ha sido bellamente dada en la historia de la Última Cena. El Cristo envió a Sus discípulos a la ciudad para que buscaran al hombre que llevaba un cántaro de agua” sobre sus hombros. Éste es el símbolo del signo Acuario, en el cual la universalidad del agua de la vida llegará a ser un factor en la conciencia humana; entonces todos compartiremos oportunamente la comunión del pan y del vino. Se refirió indirectamente a la misma idea cuando dijo que Él era “el Agua de la Vida”, que apaga la sed de la humanidad.

Por medio del empleo de las energías de los cuatro signos de la Cruz Fija, el Cristo demostró la perfección.

LA CRUZ CARDINAL:

En los cuatro signos de esta Cruz hallamos que Él también manifestó sus energías en su forma más elevada (desde el ángulo de la comprensión humana), aunque más por implicación que por enunciación directa.

Aries. - El signo de los comienzos proporcionó el impulso de la energía que Lo capacitó para inaugurar la era cristiana; inició, por Su intermedio, la “era del Amor”, que sólo ahora está empezando a tomar forma, y su potencia es tan grande que ha traído (en forma paradójica) la actual separación mundial.

Cáncer. - La potencia de este signo está expresada en las palabras del Cristo, a menudo mal interpretadas: “Otros corderos tengo que no son de este rebaño, y a esos también debo traerlos”. Se refiere a la conciencia masiva, en oposición a la conciencia iniciática de Sus discípulos. Cáncer es el signo de las masas.

Libra. - El Cristo permaneció en el punto de equilibrio de la evolución humana; permaneció entre el viejo mundo y el nuevo, entre Oriente y Occidente. En la era cristiana se obtiene un “punto de equilibrio”, a esas crisis de equilibrio en el reino humano.
Capricornio. - Este signo marca el punto de concreción y cristalización que trae oportunamente la muerte de la forma, y es lo que está sucediendo actualmente. En Su triunfo sobre la muerte y Su resurrección a la vida, el Cristo indicó el profundo misterio de Capricornio.

Un estudio de estas pocas sugerencias respecto a la vida del Cristo, traerá luz y vivencia sobre el tema de las tres Cruces. Es innecesario recordarles aquí, que en el Monte Gólgota las tres Cruces están representadas como:

1.         La Cruz Mutable-el ladrón que no se arrepiente. Humanidad.
2.         La Cruz Fija-el ladrón arrepentido. Jerarquía.
3.         La Cruz Cardinal-la Cruz del Cristo. Shamballa.

2. La Cruz del Cristo Crucificado.

Para quienes lean este tratado, la Cruz de primordial importancia es la Cruz Fija de los Cielos. El número de aspirantes a los Misterios aumenta constantemente en la actualidad, y esto implica su reorientación hacia la luz, su reversión consciente en la rueda del zodíaco y su comprensión respecto a los objetivos de los procesos a los cuales se han dedicado en la Cruz Fija. Los discípulos tienden a pensar que el hecho de ocupar su lugar en esa Cruz y demostrar su disposición para someterse a las pruebas y manifestar una inalterable estabilidad, constituye el principal factor implicado. Pero en realidad no es así. Cada una de estas Cruces hace sentir su presencia como una cuádruple esfera de influencia o un potente centro de energía, por intermedio de un “sonido invocador”. Este sonido se eleva de cada una de las Cruces y produce resultados y respuesta en alguna parte. Este nuevo dato respecto a las Cruces es importante y lo trataré brevemente. Sólo cuando la influencia de los cuatro brazos de cada Cruz haya producido un efecto en el sujeto, tendrá lugar una transición en la conciencia, de una Cruz a otra -marcando cada transición un punto de crisis, tanto en el individuo como en el todo mayor. Entonces se iniciará un proceso de invocación -al principio inconscientemente, y será en este caso algo así como un esparcido llamado y luego, conscientemente, cuando adquiera la forma de un llamado enfocado.

Cuando llega el momento de la transición de la Cruz Mutable a la Cruz Fija, suceden tres cosas:  

1.      La influencia de las cuatro energías de la Cruz Mutable ha proporcionado a la forma una vasta experiencia de la vida.

2.      Actualmente existe una gradual, creciente y profunda disconformidad en la conciencia del hombre que realiza la transición. Ha agotado en gran medida el deseo material, ya no le atrae el sendero que lleva a la materia; no lo dominan las necesidades de la naturaleza física; teme a los impulsos que emanan del plano astral: está mentalmente despierto y activo como una personalidad funcionante, pe¬ro permanece insatisfecho y está penosamente consciente de ello.

3.      Se dedica a invocar. Este proceso de invocación se divide en dos etapas:

a.      La etapa de la aspiración irregular y vaga, pero que gradualmente adquiere poder.

b.      La etapa del misticismo, fusionándose con el ocultismo (el estudio de lo que está oculto). La dualidad es ahora consciente y penosamente reconocida, y se pone en contacto con el camino superior y la visión espiritual. El deseo cede el lugar a los vagos impulsos de lo que podría llamarse amor. Este amor es la actividad producida en la personalidad por ese emergente aspecto divino, el cual él trata de invocar. Cuando es adecuadamente fuerte, entonces tiene lugar la verdadera evocación y el discípulo (el hombre es eso ahora) asciende a la Cruz Fija.

Lo que antecede es aplicable al discípulo individual y también a la entera humanidad y, como he dicho a menudo, este proceso de invocación está teniendo lugar en la familia humana, produciendo la terrible crisis actual. Las dos etapas ya descritas están presentes hoy en la humanidad en forma general y potente.

El reconocimiento de estas dos etapas en la humanidad, me indujo a dar, bajo instrucciones de la Jerarquía, como puntos ampliamente separados en el tiempo, dos estrofas de un gran mántram oculto. La primera, empleada en 1936, se refería a Ja vaga aspiración general del conjunto de pueblos del mundo, evidenciada hoy más que nunca y enfocada cada vez más hacia el verdadero bienestar.

LA GRAN INVOCACIÓN

Que las Fuerzas de la Luz iluminen a la humanidad.
Que el Espíritu de Paz se difunda por el mundo.
Que el espíritu de colaboración una a los hombres de buena voluntad dondequiera que estén.
Que el olvido de agravios, por parte de todos los hombres, sea la tónica de esta época.
Que el poder acompañe los esfuerzos de los Grandes Seres.
Que así sea, y cumplamos nuestra parte.

El empleo de esta primera estrofa, obtuvo un éxito inmediato y plena respuesta de esas personas buenas y bienintencionadas, cuyo enfoque es predominantemente astral y anhelante y cuya meta es paz y tranquilidad. La paz y la tranquilidad proporcionan una “zona de conciencia” en la que puede florecer la aspiración, alcanzarse el bienestar físico y emocional y posibilitar el reconocimiento de la visión mística.

La segunda estrofa se dio luego, y estaba destinada a ser una prueba o “punto decisivo en un momento de crisis”.

Que surjan los Señores de la Liberación.
Que traigan ayuda a los hijos de los hombres.
Que aparezca el Jinete del Lugar Secreto
Y con su venida salve.
Ven, oh Todopoderoso.
Que las almas de los hombres despierten a la Luz,
Y que permanezcan en conjunta intención.
Que el Señor pronuncie el fíat:
¡Ha llegado a su fin el dolor!
Ven, oh Todopoderoso.
Ha llegado para la Fuerza Salvadora la hora de servir.
Que se difunda por el mundo, oh Todopoderoso.
Que la Luz, el Amor, el Poder y la Muerte
Cumplan el propósito de Aquel que Viene.
La VOLUNTAD de salvar está presente.
El AMOR para llevar a cabo la tarea está ampliamente difundido.
La AYUDA ACTIVA de quienes conocen la verdad, también está presente.
¡Ven, oh Todopoderoso y fusiona a los tres!
Construye la muralla protectora.
El imperio del mal debe terminar AHORA.

Esta invocación fue dada a las masas durante esta prueba, pero estaba principalmente destinada a ser empleada por esos aspirantes y discípulos que no sólo son místicos, sino que han logrado por lo menos un pequeño progreso en su tentativa de hollar el camino oculto; están mentalmente enfocados y reconocen el camino superior; han visto la visión y están ya preparados para algo más cercano y real. Por lo tanto, la última estrofa está destinada principalmente a los que han ascendido o están en proceso de ascender a la Cruz Fija.

Por eso fue relativamente limitado el empleo de la segunda parte de la Gran Invocación, repudiada (a veces casi violentamente) por las personas de tipo emocional que no pueden ver más allá de la belleza de la paz -expresión de la meta en el plano astral. Su visión del todo mayor y la evocación de la voluntad al bien (que no es voluntad por la paz) estaba extremadamente limitada, aunque no por su culpa. Simplemente indicaba el lugar que ocupaba en la escala de la evolución, y marcaba un punto relativamente útil de servicio, pero en proceso de ser trascendido. Los pueblos del mundo ya están comprendiendo (por medio del sufrimiento y su consiguiente reflejo) que existe algo más grande que la paz, y es el bien de la totalidad, y no únicamente pacíficas condiciones individuales o paz nacional. Esta reorientación de la conciencia humana es creada por la actitud determinada de las almas de los hombres en forma masiva y fusionada, organizada y enfocada por la visión del bienestar general de la humanidad.

Sin embargo, fue esencial que las diferenciaciones en las actitudes aparecieran con toda claridad y, por lo tanto, dimos las dos estrofas de la Gran Invocación, en forma separada y en distintos momentos. Así aprendieron a apreciar la diferencia entre las actitudes de la masa de personas bien intencionadas del mundo y las actitudes correctamente orientadas de los aspirantes y discípulos inteligentes. Esto fue necesario antes de que pudiera tener lugar una acción más amplia. Hago una pausa aquí para recordarles que ambos grupos son necesarios: el primero -emocional e idealista- tiene que desempeñar su parte para enfocar la masiva aspiración fluida, cuya responsabilidad es hacia el público en general. El otro grupo de pensadores entrenados y personas que están principalmente animadas por la voluntad al bien (que es de mayor importancia en este ciclo mundial que la voluntad para la paz) tienen la función de evocar respuesta jerárquica, contestando a la aspiración del primer grupo. Enfoca su aspiración en el plano mental, creando una forma mental que personifica el objetivo y proyecta el “llamado” que puede llegar a oídos de los Señores de la Liberación.

La invocación fusionada y el llamado unido, elevará una poderosa demanda desde los distintos niveles de la conciencia humana hasta los Centros ocultos de la “Fuerza Salvadora”. Tal el llamado unido que deben ahora organizar. Así la masa de la humanidad será estimulada para pasar de la Cruz Mutable a la Cruz Fija, y el nuevo ciclo mundial que empieza en Acuario (un brazo de la Cruz Fija), será definitivamente inaugurado por la humanidad misma.

Por lo tanto, podría decirse que la Gran Invocación, tal como fue dada la primera vez, es para que la empleen aquellos que están crucificados en la Cruz Mutable, la Cruz del cambio, mientras que la Segunda Invocación es para quienes están crucificados en la Cruz Fija, la Cruz de la correcta orientación, y también para que la empleen esos hombres y mujeres cuya finalidad es expresar la voluntad al bien, y pensar en términos de servicio mundial, porque están orientados hacia la luz -la luz del conocimiento, la luz de la sabiduría y de la comprensión y la luz de la vida misma.

En la Cruz Fija, la influencia unida de sus cuatro corrientes de energía, cuando se expresan plenamente por intermedio de un discípulo individual y de la Jerarquía, produce también tres condiciones emergentes:

1. Hay una vasta experiencia de vida, actividad y percepción grupales. El hombre autoconsciente en Leo, se convierte en el hombre consciente del grupo en Acuario.
2. Surge en la conciencia del discípulo una visión del “Camino interminable, del cual el Nirvana no es más que el principio”.
3. Reconoce su trabajo mediador, tarea principal de la Jerarquía, que media entre Shamballa y la Humanidad. Sabe que debe llevar adelante simultáneamente, la tarea dual de invocación y evocación -la evocación (por medio de la correcta invocación) de la voluntad al bien de los pensadores y aspirantes del mundo y, además, la voluntad de salvar de los Señores de Shamballa, por conducto de la Jerarquía, pues él está en posición de acercarse directamente. Señalo grandes misterios.

Por lo tanto, al principio se despierta en él una vaga determinación que cede su lugar, con el tiempo, a la evocación de la voluntad en sí mismo. Esto oportunamente lo relaciona con el aspecto voluntad de la Deidad cuando emana y desciende aminorado, desde Shamballa, por conducto de la Jerarquía, en cuya organización espiritual está siendo gradualmente integrado, mediante la experiencia de la Cruz Fija. Aquí debería observarse que:

1.   La experiencia en la Cruz Mutable integra a un hombre en el centro denominado Humanidad.

2.    La experiencia en la Cruz Fija integra al discípulo en el segundo centro planetario denominado la Jerarquía.

3.      La experiencia en la Cruz Cardinal integra al iniciado en el principal Centro planetario que denominamos Shamballa.

Oportunamente, se convierte en un radiante centro de voluntad espiritual que afecta a la humanidad y evoca su voluntad al bien, la fusiona con la de la Jerarquía hasta donde puede, y a su vez fusiona esta voluntad humana con la actividad jerárquica, en un esfuerzo por evocar respuesta desde Shamballa.

4.      La Cruz del Cristo Resucitado.

No puedo extenderme más sobre este tema, ni será útil que lo haga, respecto a las condiciones que emergen en la conciencia del iniciado en la Cruz Cardinal. Mis palabras no tendrían significado. La mayoría de ustedes se halla en el estado de transición, en el que están estabilizando la voluntad individual y tratando acrecentadamente de expresarla como voluntad al bien. Quisiera que comprendieran profundamente que si están condicionados por la voluntad para la paz, significa que aún actúan en niveles emocionales, y que deberán trabajar con la primera estrofa de la Gran Invocación y distribuirla a las masas. Si la voluntad al bien los influye y dirige, entonces, a la tarea de despertar la aspiración de las masas, deben agregar la de evocar respuesta a la necesidad mundial en los pensadores y aspirantes, por medio de la segunda estrofa, fusionando los dos acercamientos en un esfuerzo por evocar -por conducto de la Jerarquía- la voluntad de salvar de Shamballa.

lunes, 7 de abril de 2014

ESOTERISMO - OCULTISMO, Por A.C.V




E
SOTERISMO - OCULTISMO, Por A.C.V.





Las  palabras limitan  cualquier concepto y  mucho  más  si  hablamos  de  esoterismo, pues estamos tratando de definir algo infinito con un medio totalmente limitado como son las palabras. Así y todo no tenemos más remedio que hacer uso de ellas, pero siendo conscientes de esa limitación, lo cual nos  hace ver que toda definición esotérica engloba y describe un concepto muy superior y mucho más amplio que el que hayamos conseguido expresar y que a través de las distintas etapas podremos ir descubriendo y exponiendo con mayor precisión y amplitud. 
El término “esotérico” a mí me costó incorporarlo como una terminología usual y racional en mí. Creo que esta palabra ha ido cargada de un sentido equívoco en el que todos hemos colaborado y que hemos ido arrastrando. Es por esto que desde el principio que conocí el esoterismo traté de informarme de su auténtico significado, y muy especialmente de aquello que a mí no me gustaba o no me convencía, de ahí que con bastante  prontitud pude hacer un pequeño artículo que me voy a atrever a incorporar en este trabajo:
 “En principio podemos pensar que todos sabemos lo que es esoterismo, pero posiblemente ignoramos mucho más de lo que creemos saber. Es un tema muy amplio y muy profundo, tanto que nos falta conocimiento para poder definirlo, pero así y todo vamos a intentar aproximarnos y concretarlo lo más acertadamente posible. 
Vamos a empezar (para eliminar algunos errores) por decir que desde luego esoterismo no es adivinar el futuro. El futuro es algo que cada cual nos vamos haciendo con nuestro propio esfuerzo y trabajo, de ahí los resultados. 
Hablando con seriedad y de forma escueta, el esoterismo es la ciencia que estudia la raíz más profunda de todas las cosas. Si lo definimos   con más propiedad deberíamos decir que “el esoterismo es la ciencia que estudia el alma de todas las cosas”. 
Sin lugar a dudas es algo grandioso, porque todas las cosas de que hablamos son: los planetas, los distintos reinos, el universo, “TODO”, ABSOLUTAMENTE TODO.
Si buscamos la verdad, no nuestra verdad, un día u otro llegaremos al estudio esotérico y con esfuerzo, con trabajo, y siempre con servicio, llegaremos a aproximarnos a la verdad y descubriremos grandes cosas. Sentiremos muchísimo no saber de ciencia, de religiones, de las distintas culturas, de astrología, de tantas y tantas cosas, porque el conocimiento de la raíz más profunda de esas cosas nos llevará a LA VERDAD.  Aún así, el verdadero esotérico sin tener esos conocimientos específicos de tantas materias, estudia todo aquello que llega a sus manos para analizarlo, razonarlo y asumirlo o rechazarlo, según las conclusiones que saque. 
Los dos grandes pilares del esoterismo son: LA REENCARNACIÓN, Y LA LEY DE CAUSA Y EFECTO O LEY DEL KARMA, ambas están totalmente enlazadas y como el tema no es éste, solo vamos a enunciarlas. El ser humano tiene que evolucionar hasta llegar a la perfección. Dios, ese Dios absolutamente justo y bueno, no nos castiga eternamente, ni porque nos haya dado tiempo a hacer un acto de constricción y arrepentirnos de los pecados, nos manda al cielo, y al que no haya tenido esa suerte, lo manda al infierno. Efectivamente es un Dios justo y bueno y para eso nos da la oportunidad de trabajar, estudiar, aprender, servir, en las vidas que necesitemos hasta conseguir la perfección. Aquí entra la Ley de causa y efecto o Karma. Lo que hacemos mal en una vida lo tendremos que repetir en la vida o vidas siguientes hasta llegar a esa perfección, al igual que el estudiante que suspende un curso y tiene que repetirlo. Naturalmente que esto precisa de un estudio mucho más amplio. 
Algo importantísimo en esoterismo: cada uno tiene que ir descubriendo la verdad; no vale decir son palabras de tal Maestro o tal Santo, o la autoridad que sea, para aceptar así porque sí una teoría o un concepto. Todas las supuestas verdades, absolutamente todas, vengan de quien vengan,  hay que estudiarlas, analizarlas y razonarlas y así aprender a discernir. No se nos han dado los talentos para delegar en otros, sino para utilizarlos, porque del uso de esos talentos se nos pedirá cuentas a cada uno de nosotros. 
Todos  los  esotéricos  rechazamos  los  dogmas,  porque  atentan  contra  la  libertad  del  ser humano, libertad que nadie nos puede quitar, ni nosotros quitarle a nadie, de ahí que el esoterismo no impone absolutamente nada y nadie debe sentirse ofendido porque sus planteamientos se  cuestionen; todo  lo  contrario, todo  debe  ser  cuestionado y  todo  debe ponerse en duda para llegar a la verdad, esa verdad que en el fondo todos buscamos. 
El verdadero esotérico no habla ex cáthedra porque sabe que por  muchos conocimientos que tenga más le queda por descubrir. Siempre respeta las tendencias y criterios de los demás sin menosprecio alguno y es conocedor de que ningún conocimiento cumple su fin si no se traduce en servicio a los demás.
El nivel de cada cual no significa nada más y nada menos que vidas que se han aprovechado en mayor o menor medida, pero de ninguna forma, ni por nivel de conocimiento ni por nivel espiritual puede ser utilizado ni para enorgullecernos ni para humillarnos; unos y otros tenemos que seguir trabajando con esa gran alegría que aporta el utilizar la personalidad como medio de manifestación del alma; difícil, pero totalmente satisfactorio y fortalecedor. LA VERDAD OS HARÁ LIBRES.
Vamos a reseñar unas palabras de Buda y expresadas en La Doctrina Secreta VI, pág. 84: “Que  no tenemos que creer en lo dicho simplemente porque haya sido dicho; ni en  las
tradiciones, porque han sido transmitidas desde la antigüedad; ni en los rumores como tales; ni  en  los  escritos  de  los  sabios,  porque  ellos  los  han  escrito;  ni  en  las  fantasías  que sospechamos nos han sido inspiradas por un deva (es decir una supuesta inspiración espiritual); ni en las deducciones basadas en alguna suposición casual que hemos hecho; ni por lo que parece ser una necesidad analógica; ni por la mera autoridad de nuestros instructores o maestros, sino que hemos de creer cuando lo escrito, la doctrina o lo dicho, está corroborado por nuestra propia razón y conciencia. Por eso dice, “les he enseñado a no creer por el solo hecho de haberlo oído decir; pero que cuando crean con toda conciencia, entonces actúen de acuerdo con ello, con plenitud”.

domingo, 6 de abril de 2014

LAS TRES CRUCES (primera parte) (D.K. “EL TIBETANO”)




LAS TRES CRUCES  (primera parte)  (D.K. “EL TIBETANO”)


No  podré tratar detalladamente el tema de las tres Cruces zodiacales -las Cruces Mutable, Fija y Cardinal- porque conciernen a las totalidades o a la síntesis de la manifestación y a la experiencia unificada de una entidad encarnante, sea Dios o el hombre. Por lo tanto, sólo pueden comprenderlo quienes poseen conciencia incluyente, es decir, percepción iniciática. Sin embargo, pueden hacerse algunos comentarios generales.

Las tres cruces son, como bien saben:

1.         La Cruz del Cristo Oculto - La Cruz Mutable.


a.      Es la Cruz de las cuatro energías principales, que producen las circunstancias condicionantes y transforman al hombre animal en un aspirante.
b.    Es la Cruz de la personalidad o del ser humano, que se desarrolla en forma constante, integrándose finalmente. Esto tiene lugar, primero, en respuesta a las circunstancias y luego, a la inclinación del alma.
c.      Es la Cruz del cambio temporal y temporario, de la fluidez y de esos ambientes que se alteran constantemente e impulsan al alma, que anima la forma, a ir de una extrema experiencia a otra, de manera que la vida oscile entre los pares de opuestos.
d.   Es la Cruz de la forma que responde, nutre y desarrolla la vida del Cristo que mora internamente, el alma oculta o Señor del Ser.

Los cuatro brazos de esta Cruz son Géminis-Virgo-Sagitario-Piscis. Algunas veces se la denomina la Cruz Común, porque condiciona al rebaño común, la masa humana.

2.         La Cruz del Cristo Crucificado - La Cruz Fija.


a.         Es la Cruz compuesta por las cuatro energías que condicionan la vida del hombre que es ante todo un discípulo en probación y luego un discípulo aceptado o con-sagrado.
b.        Es, destacadamente, la Cruz del alma. El hombre que se halla en la Cruz Fija está llegando a ser acrecentadamente consciente de su orientación e influencia, y no responde tan ciegamente como el hombre que se halla en la Cruz Mutable. No “asciende, en un sentido técnico a esta Cruz de Correcta Orientación”, hasta no haber alcanzado, en cierta medida, contacto con el alma y recibido un toque de iluminación y de intuición espiritual -no importa cuán fugaz pueda ser ese destello.
c.         Es la Cruz de “la visión fija y de ese intento inmutable que impele al hombre a ir      desde un punto de luz hasta la brillante luz solar”. El hombre en la Cruz Fija dice: “Soy el alma y aquí permanezco. Nada moverá mis pies fuera del estrecho lugar en el que permanezco. Enfrento la luz. Soy la Luz, y en esa luz veré la Luz”.
d.        Es la Cruz cuyas cuatro energías se mezclan con las energías del sistema solar mismo y las trasmiten. Esto puede hacerlo el hombre porque en la Cruz Fija está llegando a ser acrecentadamente consciente de los acontecimientos más importantes que él, y más absorbentes que sus anteriores intereses que conciernen a la humanidad, en su relación con las fuerzas solares, no sólo con las fuerzas planetarias. Va siendo cada vez más sensible a un todo mayor.
e.         Las energías de esta Cruz continúan evocando respuesta hasta el momento de recibir la tercera iniciación.

Los cuatro brazos de esta Cruz son Tauro-Leo-Es¬corpio-Acuario. Se la denomina Cruz Fija porque el hombre está crucificado en ella por la directa elección y la intención inamovible de su alma. Una vez tomada esta decisión no puede retroceder.

3.         La Cruz del Cristo Resucitado - La Cruz Cardinal.



a.    En esta Cruz, de acuerdo a la paradoja ocultista y al tiempo y espacio, el Espíritu es crucificado. Sus cuatro energías rigen y dirigen al alma cuando avanza en el Sendero de Iniciación. Lógicamente, tratándose de un estado de conciencia tan excelso, poco puedo decir respecto a esta Cruz. excepto hacer vagas generalizaciones.
b.    Por lo tanto es preeminentemente, la Cruz de la Iniciación y de los comienzos. Concierne fundamentalmente “al comienzo del interminable Camino de la Revelación” que se inicia cuando se entra en el Nirvana, para lo cual todas las etapas previas al Sendero de Evolución no han sido más que preparatorias.
c.     La citas dadas a continuación pueden aportar comprensión y ayuda a fin de iluminar este tema tan difícil, indicando el significado de esta Cruz Cardinal como influencia culminante y revelando lo que tienen por delante quienes logran la categoría jerárquica:

“Toda belleza y bondad, todo lo que contribuye a la desaparición del dolor y la ignorancia en la Tierra, debe ser dedicado a ‘la Gran Culminación. Entonces, cuando los Señores de Compasión hayan civilizado espiritualmente a la Tierra y hecho de ella un Cielo, quedará revelado para el peregrino el interminable Sendero que se extiende hasta el Corazón del Universo. El hombre, que entonces ya no será hombre, habrá trascendido la naturaleza, e impersonalmente, no obstante en forma consciente, unificado con todos los Seres Iluminados, ayudará a cumplir la Ley de la Evolución Superior, de la cual el Nirvana no es más que el principio”. (Yoga Tibetano y Doctrinas Secretas.)
d.        Ésta es la Cruz de los “brazos extendidos, del corazón abierto y de la mente superior”, y quienes se hallan en ella conocen y gozan de la significación subyacente en las palabras: Omnipresencia y Omnisciencia, y están en proceso de desarrollar los aspectos superiores del Ser, que inadecuadamente describimos con la palabra Omnipotencia.
e.         Las energías de la Cruz Cardinal se fusionan con esas energías a las cuales sólo podemos dar el nombre de energía. cósmica, aunque ésta no les signifique nada. Contienen la cualidad de Aquel del Cual Nada Puede Decirse, y están “matizadas con la Luz de los siete sistemas solares”, de los cuales nuestro sistema solar es uno.
f.         El alcance y el ciclo de su influencia en la vida del iniciado son absolutamente desconocidos, incluso para nuestro Logos planetario, que está crucificado sobre sus “brazos abiertos”.

1.         La Cruz del Cristo Oculto.

Hablando en forma general, la Cruz Mutable rige por lo tanto a la forma o naturaleza corpórea; controla todo el ciclo de vida del alma individual a través de las etapas de las expe-riencias inferiores de la humanidad, etapas estrictamente humanas, y los procesos integrantes del desarrollo de la personalidad, hasta que el hombre se trasforma en una persona alineada, reorientándose lentamente hacia una visión superior, una captación horizontal y vertical más amplia de la realidad, y convirtiéndose en aspirante. Esta Cruz rige a la triplicidad inferior en manifestación y a los tres mundos de la evolución humana. La Cruz Fija rige al alma, que ahora es consciente dentro de la forma humana y en los tres mundos, pero controla todo lo denominado “los cinco mundos de la realización humana” -los tres niveles de actividad estrictamente humanos y los dos superhumanos, es decir, la trinidad inferior y la Tríada espiritual. Concierne a toda la vida de la experiencia y la expresión del alma, después que la Cruz Mutable ha obligado, en realidad, al hombre a pasar los senderos de purificación y del discipulado. Se relaciona con la integración del alma y la personalidad y su total mezcla o fusión. La Cruz Cardinal rige la manifestación de la Mónada en toda su gloria y belleza, ciclo de influencia que tiene dos etapas: Una, en que la Mónada se expresa en los seis planos de manifestación, en “sabiduría, fuerza y belleza”, por intermedio del alma y de la personalidad integradas. Esta etapa es relativamente breve. La otra, en que -retirado y abstraído de esas formas de Ser- “el UNO prosigue en un Camino superior y pasa a reinos desconocidos, hasta para los más elevados Hijos de Dios en nuestra Tierra.

Podría decirse que la Cruz Mutable constituye la influencia condicionante de ese gran centro planetario denominado humano; la Cruz Fija constituye eminentemente la principal serie controladora de energías regentes, trasmitidas por el centro denominado Jerarquía planetaria; la Cruz Cardinal rige y condiciona (en forma desconocida para los hombres) ese gran centro planetario denominado Shamballa.

Por lo tanto, verán cuán grandioso es mi tema. Permítaseme repetir que sólo quienes pueden pensar en términos de cualesquiera de las tres Totalidades mencionadas, sabrán de lo que hablo; las mentes menos capacitadas obtendrán una imagen o visión de posibilidades trascendentales que los ayudará a obtener una expansión de conciencia, pero lo que expondré permanecerá en el nivel de lo (momentáneamente) inalcanzable.

Técnica y académicamente se aclarará el tema, si puntualizo que:

1.         La Cruz Mutable es la Cruz del Espíritu Santo, de la tercera Persona de la Trinidad Cristiana, pues organiza la sustancia y evoca la respuesta sensible de la sustancia misma.
2.         La Cruz Fija es la Cruz del Hijo de Dios, de la segunda Persona de la Trinidad, impulsado por el amor a encarnar en la materia y a ser conscientemente crucificado en la Cruz de la materia
3.         La Cruz Cardinal es la Cruz del Padre, el primer aspecto de la sagrada Trinidad, que envió al Espíritu Santo (el Aliento) porque la Mente de Dios visualizó un destino para la materia, que ha tardado mucho tiempo en cumplirse, “ya cercano el momento”, el Hijo cumplió la ley en colaboración con el Espíritu Santo, y esto en respuesta al “hágase” del Padre.

Estas tres Cruces en su total manifestación se relacionan con las tres energías básicas, que trajeron a la existencia el sistema solar; constituyen las tres expresiones principales y sintéticas de la Voluntad suprema, motivadas por el amor y expresadas por la actividad. En estas Cruces, la capacidad de Ver el Todo, propósito-¬móvil-expresión, vida-cualidad-apariencia, se trasforma y cambia. En la Cruz Mutable, el hombre crucificado no ve nada. Sufre, agoniza, desea, lucha, y es la víctima aparente de las circunstancias, caracterizándose por la visión velada y los anhelos incipientes, que gradualmente toman forma hasta que alcanza la etapa de aquiescencia. y aspiración. Luego, en la Cruz Fija, empieza a comprender la totalidad del propósito de la experiencia en la Cruz Mutable (en lo que a la humanidad concierne) que hay un propósito jerárquico que puede ser captado sólo por el hombre que está dispuesto a ser crucificado en esa Cruz. Alcanza la etapa de la responsabilidad, de la autopercepción y de la correcta dirección. Su orientación es ahora “espiritualmente vertical, lo que implica la incluyente horizontal”. En esta etapa va adquiriendo forma, en su conciencia, el Plan del Logos. En la Cruz CarcZi~w2, el propósito y la culminación unificada de las dos crucifixiones anteriores evidencia en forma casi cegadora, aparece con toda claridad la visión de la intención unificada de las tres Personas de la Trinidad subyacente -cada una en Su Propia Cruz.

Quizás la simplicidad de los tres símbolos que se darán a continuación, puedan servir de algo para aclarar lo que he tratado de impartir.

La Cruz Mutable, de cambio material y movimiento constante, ‘puede ser representada por la svástica. El Hombre es inconsciente de la naturaleza de las cuatro energías entrantes y poco puede interpretar en términos del alma. Las energías hacen impacto sobre él y lo impulsan a la actividad material. La Cruz de la personalidad hace que el hombre crucificado en ella, se dedique a las cosas materiales, para poder en su oportunidad emplearlas divinamente. Los nazis eligieron de esta Cruz el aspecto inferior del símbolo, expresando así al finalizar el ciclo material de la existencia humana, el falso y maligno empleo de la materia, cuya clave es la separatividad. la crueldad y el egoísmo. El mal uso de la sustancia y la prostitución de la materia y de la forma para fines malignos, constituye el pecado contra el Espíritu Santo. Podría decirse que la svástica “lleva a un terrible peligro y a erróneos caminos a aquellos cuya codicia es grande y no ven la belleza de la Cruz que alborea ni sienten amor por las vidas humanas”. Para quienes no responden a los aspectos y efectos inferiores de la Cruz que gira (según se la denomina a veces), “la svástica los arroja lejos y fuera de sí misma hasta que se detienen en la Cruz de la crucifixión elegida”, la Cruz Fija del discípulo consagrado.

El símbolo de la Cruz Fija (en lo que a la humanidad se refiere) puede ser expresado así. Ésta es la
Cruz de la Humanidad.

En ella el hombre obtiene la iluminación y es consciente de los ‘efectos del ciclo completo (indicado por el círculo) de las cuatro energías, a las cuales estaba sometido en la Cruz Mutable.

El símbolo de la Cruz Cardinal es más complicado y puede ser representado así:

He aquí el triángulo de la Mónada manifestada, más los tres ciclos de cuatro energías, enfocadas y mezcladas en una unidad, y también la línea de la evolución (la evolución de la conciencia) descendiendo profundamente e incluyendo a la materia y, al mismo tiempo, extendiéndose a los “Espacios de la Divinidad”.Mucho de lo que puede decirse sobre las tres Cruces ya se ha expuesto en forma diseminada, cuando fueron considerados separadamente cada uno de los doce signos del zodíaco, y es in-necesario repetirlo. Este tratado, igual que La Doctrina Secreta está destinado a incitar la investigación y tiene el poder de desentrañar y buscar, porque el proceso produce un efecto definido sobre las células del cerebro y conduce al estímulo necesario. En el estudio de las Cruces, el verdadero significado de sus influencias sólo aparecerá cuando empiecen a pensar en términos de síntesis o en relación con las cuatro corrientes de energía que fluyen en forma unida sobre y a través de cualquier tipo de manifestación divina. Esto no es fácil de realizar, pues la capacidad de pensar sintéticamente recién está comenzando a aparecer en las mentes más destacadas de la raza, lo cual puede ser ilustrado. y ello analíticamente (que siempre niega la síntesis), afirmando en lo que respecta a la Cruz Mutable, que, por ejemplo, la síntesis de la evolución, su problema y su meta, aparecen como si estuvieran unidos en una total presentación, cuando las influencias son observadas como:

1.         Géminis - la presentación de la dualidad.
2.         Virgo - la presentación de la vida y la forma fusionadas.
3.         Sagitario - la presentación de la energía enfocada.
4.         Piscis - la presentación de una radiación fusionada.

Esta radiación culminante es el resultado del enfoque de la vida, la intención y la energía en un “punto de poder radiante”. Se ha dicho que, en conexión con la Cruz Mutable, actualmente el signo Piscis es el más poderoso y, cuando el trabajo de la Cruz Mutable ha sido realizado, el discípulo pasivo pasa a la Cruz Fija y se prepara para las pruebas y experiencias de la iniciación. Esto lo expresa El Antiguo Comentario en su simbología oculta, de esta manera:

“La Luz brilla porque la luz mayor y la menor se acercan y se invocan mutuamente. Sus luces mezcladas, aunque todavía no son un sol radiante, se están fusionando rápidamente. Estas luces fusionadas revelan el Camino Iluminado.

El hombre se ve a sí mismo siguiendo al otro Camino, el de las totalidades iluminadas, que conduce desde la forma al alma, desde la oscuridad a la luz, y así alrededor de la Rueda. Retrocediendo sus pasos y yendo hacia atrás en el Camino (la rueda revertida del zodíaco, A. A. B.), avanza.

Penetra una nueva luz. Las siete hermanas desempeñan su parte (las Pléyades en Tauro son el primer signo de la Cruz Fija), entonces brillan tres luces. Y así aparece un radiante sol”.

El tema de las tres Cruces es fusión e integración. La fusión de la personalidad en un todo funcionante; la fusión consciente del alma y la personalidad; la fusión de la triple expresión de la divinidad -Mónada, ego y personalidad, a fin de que aparezcan las energías fusionadas. La nota clave de sus influencias es el poder de incluir y la plena expresión en forma simultánea de la vida vertical y horizontal en tiempo y espacio.

Debería observarse que hay siete formas de luz, relacionadas con la sustancia de los siete planos, los cuales son estimulados y realzados por las doce formas de luz de las Jerarquías Creadoras, relacionada cada una con cualquiera de los doce signos del zodíaco. No puedo extenderme sobre esto, pues se relaciona con los misterios de las iniciaciones superiores. Las enuncio simplemente para que puedan apreciar una realidad oculta, que aún no pueden comprobar. Una afirmación paralela sería que la luz de los siete centros en el hombre (cuando están realzados por la luz de los siete centros planetarios) y los cinco reinos de la naturaleza (7 + 5 12) además de las doce luces del zodíaco, culminarán la efectividad de la luz que posibilitará la expresión de la totalidad, y esto por medio de la humanidad. Esta afirmación fundamental tiene muy poco significado para ustedes todavía, pero constituirá -en el próximo siglo- un pensamiento simiente o “sonido clave” para la próxima revelación de la Sabiduría Eterna.

Mientras la significación de las tres Cruces no sea comprendida en forma más plena y sintética por los astrólogos y los investigadores de la astrología es casi imposible hallar las palabras necesarias para trasmitir con claridad el significado designado. Hasta ahora no ha habido una real tentativa, por parte de los astrólogos (aún de los más avanzados), para llegar a una comprensión general o sintética del efecto que producen las Cruces sobre la humanidad. Todo lo que hasta ahora se ha trasmitido es el efecto que ejerce un brazo de la Cruz sobre el sujeto nacido en un signo particular. Pero hay una fusión de energía que debe observarse cuando, hablando esotéricamente, el hombre “permanece en el punto medio donde se unen las cuatro energías”. El hombre cuyo signo del Sol está en Géminis, por ejemplo, está sujeto a las fuerzas que afluyen a través de toda la Cruz, a menos que sea un ser humano de grado muy inferior; será sensible a las influencias de los otros tres signos, cuando entran a ejercer poder, a medida que el zodíaco menor del año desempeña su parte. Más tarde, cuando el valor práctico de la astrología esotérica sea mejor comprendido, los hombres aprovecharán las tres energías de los otros tres signos de la Cruz en la que está ubicado el signo del Sol. Éste es un futuro desarrollo de la ciencia de la astrología esotérica. En términos más simples y, por lo tanto, limitando necesariamente la significación, podría decirse que el hombre, cuando está en Sagitario, tratará de practicar la centralización sobre determinada línea; cuando se halle en Virgo, sabrá que tiene la oportunidad de poner a la forma bajo la influencia del Cristo oculto y que, en Piscis, la sensibilidad a la impresión superior será su derecho y privilegio. Estas cuatro posibilidades, en lo que al iniciado avanzado se refiere, están bellamente demostradas para nosotros en la vida de Jesús, el Maestro que pertenece al sexto rayo.

El aspecto Géminis de Su vida está demostrado en la fusión perfecta de la dualidad básica que reside en la humanidad: lo humano y lo divino.

El aspecto Virgo vino a la expresión en Su duodécimo año, cuando dijo: “No sabéis que debo ocuparme de los asuntos de mi Padre”, indicando con ello la subordinación de la vida de la forma a la voluntad del Cristo interno; lo cual fue consumado cuando “la divinidad descendió sobre Él” en el Bautismo.

La energía de Sagitario Lo capacitó para decir, cuando enfrentaba con pleno conocimiento el inminente sacrificio que tendría que hacer: “Debo ir a Jerusalén”, y leemos que entonces Él “volvió Su rostro” y recorrió el Sendero del Salvador, que conduce a la liberación de la humanidad.

El aspecto Piscis, en su expresión más elevada, está demos¬trado por Su sensibilidad al contacto inmediato e ininterrumpido con Su “Padre en los Cielos”; Él estaba en comunicación constante con la Mónada, probando así al mundo que Él había sido iniciado en esos estados de conciencia de los cuales la tercera iniciación es sólo el comienzo.

Todo ello demuestra que las tres Cruces funcionaron simultáneamente en Su Vida -algo hasta entonces desconocido en la perfección que Él demostraba, la perfección de la perfecta res-puesta y también la perfecta demostración del resultado,  dándonos  una manifestación y un ejemplo de la fusión de las doce energías en una sola Personalidad divina (expresando la Individualidad) en el plano físico. Completaré brevemente la demostración de esta verdad -la verdad de que en el iniciado de grados superiores las doce energías zodiacales pueden enfocarse simultáneamente y producir una total manifestación de la divinidad, que está destinada oportunamente a expresarse a través de la humanidad en este planeta. He dado la forma en que se expresa la Cruz Mutable. Consideraremos las otras dos en relación con el Cristo y con el Cristo cósmico.

Comentarios sobre este tema:

Ana Castro Valle:  Es un tema interesante aunque más complejo para los que no dominamos la astrología.

Luis Mendez:  LA CRUZ ES EL SIMBOLO DE LA MATERIA ,EL GIRO NOS MUESTRA SI ES POSITIVO O NEGATIVO.LA FORMA DE LA MATERIA.NOS AYUDA A ENCONTRAR LA FORMA ARMONICA DEL UNIVERSO,PARA ASI ENCONTRAR LA ARMONIA DE LA PALABRA.ESTUDIAR COSMOLOGIA,,,,,,LA TERCERA CRUZ SIMBOLIZA LA MUERTE Y RESURECCION DE JESUS....Y SI ES POSIBLE LA NUESTRA.


Mario Aranguiz:  Es la cruz zodiacal que fue determinada así al comienzo de la era de Aries cuando el sol entro en este signo en el punto vernal al comienzo de la primavera 20 -21 de marzo hace 4000 años por eso Aries está en la cúspide de la cruz. El punto Libra, en el equinoccio de otoño y los solsticiales Cáncer y Capricornio que corresponden a los trópicos que vemos en los mapa mundi fueron determinados junto con la astrología también hace 4000 años y no tienen ninguna vigencia en la actualidad ya que el sol recorre estos signos en otros meses por el fenómeno de la precesión de los equinoccios y no en las fechas que todavía señalan los horóscopos

Luis Mendez: SI ES NECESARIO CONOCER EL MOVIMIENTO DE LOS ASTROS Y DE LOS FENOMENOS QUE SURGEN GRACIAS A ELLO.LA CRUZ NO SURGIO A DETERMINADA POSICION DE PLANETAS O ANIMALES DEL ZODIACO.GRACIAS A LA CRUZ SE DETERMINA EL COMO Y PORQUE DE LA POSICION DE LOS ASTROS.......ES LO FANTASTICO DE LA CABALA.


Luis Mendez: CRISTO SE CRUCIFICO A SI MISMO EN UNA ESPERA ETERNA DE LA MUERTE Y RESURECCION DE SU CREACIÓN. GRACIAS A SU INFINITA VOLUNTAD A QUE SEAMOS.

Ana Castro Valle:  Luis Mendez, me encantaría que para todos complementaras este artículo con esas explicaciones importantes sobre cómo surgió la cruz y demás datos, así lo adjuntaría al artículo. En cualquier caso, gracias.


Luis Mendez:  DEL DEMIURGO GNOSTICO , DEL AIN SOPH CABALISTICO , DEL CRISTO-JEOHVA BIBLICO.....ANTE EL CAOS DE LA FORMA PRIMIGENIA , FUE NECESARIO CREAR NORMAS Y ASI GENERAR ORDEN.SE FORMARON DOS FUERZAS OPUESTAS,PERO DEPENDIENTES UNA DE LA OTRA , EL PASIVO Y EL ACTIVO ( PARA NOSOTROS UNA LINEA HORIZONTAL Y UNA VERTICAL) , QUE AL UNIRSE FORMAN UNA CRUZ ,CREANDO LA MATERIA Y ASI UN ESPACIO. UNA CRUZ INSCRITA EN UNA CICUNFERENCIA. LA PRIMERA LEY EMITIDA PARA EL FUTURO UNIVERSO . LA RELACION QUE HAY ENTRE EL DIAMETRO Y SU PERIMETRO....EL PI.....ESTE ES EL ORIGEN DE TODO PENSAMIENTO RELIGIOSO-FILOSOFICO DE LA ANTIGÜEDAD. TALES PROTAGONISTAS FUERON TEJEDORES DE LA "MATERIA" YA EXISTENTE....LA EXPOSICION FUE LO MAS SIMPLE POSIBLE, EVITANDO EL ASPECTO ESPIRITUAL.....TODO CASO IRRELEVANTE , ILOGICO Y CONTRADICTORIO QUE SE ENCUENTREN DENTRO DE TODA ESCRITURA ANTUGUA SE EXPLICA POR MEDIO DE LAS MATEMATICAS.





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