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viernes, 22 de noviembre de 2013

AMOR (SRI SUAMI SIVNANDA)



AMOR
SRI SUAMI SIVANANDA




El amor es la ley de la vida. Amar es cumplir la Ley. Y cumplir la Ley significa paz eterna y felicidad perdurable.

Este mundo ha surgido del amor. Existe en el amor. Se disuelve finalmente en el amor. El amor es la fuerza motivadora del universo.

El amor es la vida, es felicidad, es calor. Es un cordón de oro que ata un corazón a otro y un alma a otra.

El amor es constructivo y creativo. El amor ata y edifica. Es el principio de la regeneración. Es una verdadera sustancia que puede utilizarse con confianza. Es algo concreto y positivo. Quien aplica la ley del amor con precisión científica puede hacer maravillas. La ley del amor es una ciencia mucho más grande que cualquier ciencia moderna. La ley del amor prevalece entre los santos y los hombres de bien.

Vivir es amar. Amar es vivir. Vives para aprender a amar. Amas para aprender a vivir en lo Eterno. Una vida sin fe, amor y devoción es una triste pérdida; es la verdadera muerte.

No hay virtud más grande que el amor. No hay tesoro mayor que el amor. No hay conocimiento más grande que el amor. No hay Dharma mayor que el amor. No hay religión más grande que el amor. Pues el amor es la Verdad. El amor es Dios. Dios es la encarnación del amor. En cada pulgada de Su creación puede  contemplarse verdaderamente Su amor.

El amor es el camino más inmediato hacia la Verdad o el Reino de Dios. Es el principio vital de la creación. Es la más elevada expresión del poder del alma. Constituye la suma total de todos los deberes religiosos.

Es una varita mágica en manos del devoto, con la cual puede conquistar el mundo entero. El amor era también la fuerza motora tras Mira, Radha, Tukaram, Tulasidas, Gouranga, Jesús y los Sufis, intoxicados de Dios, Mansur y Shams Tabriez.

La pasión y el amor puro.

El amor por el cuerpo o la piel es pasión. El amor por Dios es Prem, o devoción. Es el amor puro. Es el amor en virtud de si mismo.

Amar a alguien para obtener algún beneficio egoísta es un amor interesado que te ata a esta tierra. Amar a todos los seres con Naráiana Bhava, como manifestaciones del Señor, constituye un amor puro. Ése es el amor divino que conduce a la liberación.

Un hombre ama a su esposa no por ella, sino en virtud de sí mismo. Es egoísta y espera obtener de ella placer sensual. Si la lepra o la viruela destruyesen su belleza, cesaría su amor hacia ella.
Hay una pasión física en ese amor. Hay en él un profundo egoísmo. Es un amor interesado.
No puede haber, en un amor interesado, ninguna felicidad entre el amante y la amada. Si el esposo agoniza, la esposa coge los recibos del banco y huye silenciosamente a casa de su madre. Si el esposo pierde su trabajo durante un tiempo, la esposa le pone caras largas, le habla con dureza y no le sirve adecuadamente ni con ningún amor. Eso es amor egoísta. No hay en él un afecto verdadero que surja de lo más profundo del corazón. No hay en él elemento alguno de sacrificio. Por eso se producen siempre peleas, disputas e inquietud, o Asanti, en el hogar. Los maridos y sus esposas no están realmente unidos. Se hallan siempre en pie de guerra. Pero procuran seguir tirando de algún modo. Llevando una existencia triste y sórdida.

Incluso las mujeres de mala reputación muestran durante algún tiempo abundante amor, sonrisa afable y palabras dulces hacia sus clientes mientras pueden sacarles algún dinero. ¿Se puede llamar a eso amor y verdadera felicidad? Decidme francamente, ¿no hay en ello malicia, diplomacia, sinuosidad e hipocresía?

En todo amor terreno hay un vacío, una nota disonante, una duda oculta y una falta. Pero en verdad que el amor puro es rico, profundo, pleno e intachable. Es eterno, inmutable e infinito.

La pasión egoísta busca su gratificación a través de los demás. Pero el amor puro y divino busca hacer feliz a la amada y encontrar la felicidad propia en la de ella. El amor es sacrificio. Amar es compartir y servir. 

El servicio es el amor en expresión. 

El espíritu de servicio debe estar siempre arraigado en el corazón. Ha de ser innato e inherente. No debe reducirse a una mera exhibición. Todo servicio es hueco si no hay en él amor, afecto, sinceridad y Bhava. Si sirves con Bhava y amor, Dios está detrás de ti.

Sankara, Jesús, Buddha y Mahoma sirvieron. Yánaka y Samartha Ramdas, sirvieron. Sirve, ama, da. Quien practica estas instrucciones puede atravesar los tiempos difíciles y los días malos iluminado por un rayo divino.

Haz a los demás verdaderamente felices mientras te esfuerces por hacerte feliz a ti mismo. Pronuncia una palabra útil. Ofrece una sonrisa alegre. Realiza una acción amable. Sirve un poco. Seca las lágrimas de quien está afligido. Allana el sendero áspero de otro. Sentirás entonces una gran alegría. 

El amor cósmico o Visua-Prema.

Adora al pobre, al abatido y al oprimido. Ellos son tus dioses. Ellos son tus primeros dioses. Ama a todos. Cosecharás así más beneficio que haciendo un millar de Yañas o sacrificios, austeridades y Vratas u oficios religiosos. Considera la felicidad de tu prójimo corno la tuya propia, y considera el dolor de tu prójimo como el tuyo propio.

El hombre es uno. Dios es uno. El amor es uno. La Ley es una. La realización es una. Todos nosotros somos los frutos de un solo árbol y las hojas de una misma rama. No hay nadie que sea extraño o forastero en este mundo. Todo el mundo es Dios en el proceso de la evolución. Identifícate con cuanto vive. Vive en paz con tu amigo y tu enemigo.

Todos los hombres somos miembros de un mismo cuerpo. Toda la creación es la familia de Dios. Ama a toda la creación de Dios. Ama incluso a la hoja; ama a los animales; ama a los pájaros; ama a las plantas; ama a todo. Ése es el camino hacia el conocimiento que subyace en todos ellos. Yo sigo la religión del amor. Soy un verdadero cristiano, un verdadero musulmán, un verdadero hindú, un verdadero budista, un verdadero sikh y un verdadero parsi.

La auténtica religión no consiste en los oficios religiosos, los baños y las peregrinaciones, sino en amar a todos. El amor cósmico abraza e incluye a todo. El amor puro no excluye a nadie de su cálido abrazo. Es lo suficientemente amplio como para incluir hasta el más humilde de nosotros, desde la diminuta hormiga hasta el poderoso elefante, desde el prisionero condenado hasta el poderoso emperador, desde el peor truhán hasta el más afamado santo sobre la faz de la  superficie de la tierra. Es el odio lo que separa a un hombre del otro, a una nación de la otra, y a un país de otro. Es el orgullo y el egoísmo lo que divide a los hombres. El odio, el orgullo y el egoísmo son creaciones mentales. Son sólo producto de la ignorancia. No pueden permanecer ante el amor puro. 

La necesidad del momento.

El odio alimenta al odio. El amor engendra amor. El temor alimenta al temor. Ésta es una ley psicológica inmutable. Prevalecer sobre esta tierra y conquistar todas las fuerzas del mal es el derecho natural del amor, la expresión del poder divino.

En el amor reside la salvación de todos los seres. El amor es la esperanza de este mundo oscuro y solitario. Este mundo necesita líderes llenos de simpatía, espíritu de cooperación, amor, sacrificio, compasión y tolerancia. En el cultivo de este amor cósmico yace el progreso espiritual individual, el bienestar de la comunidad y la paz del mundo entero. Ponte a trabajar cuanto antes y propaga este evangelio del amor cósmico por todo el mundo.

Visita cada localidad, o Mohala, y cada casa. Haz Kirtan. Dirige oraciones en grupo. Propaga el mensaje del amor, la unidad, la buena voluntad, el servicio, el sacrificio, la cooperación y la simpatía. Deja que el mensaje espiritual de la unidad y la llamada divina hacia la unión, la amistad y la cooperación alcancen los corazones de todos y despierten el amor y la fraternidad en el seno de la humanidad. Deja que el mundo entero sea abrazado por el corazón del amor. 

El amor, meta de la vida.

Los santos, sabios y profetas del mundo han hablado del amor como el fin y el propósito o la meta de la vida. El Rasa-lila de Sri Krishna está lleno de Prem y de misterios divinos. El acto de despojarse de las vestiduras realizado por las Gopis representa la destrucción del egoísmo. Krishna predicó el amor por medio de Su flauta. Buddha fue un océano de amor. Abandonó su cuerpo para saciar el hambre de un cachorro de tigre. El rey Sibi produjo de su propio pecho una cantidad de carne semejante a la de una paloma para satisfacer el apetito del halcón. ¡Qué alma tan noble! El Señor Rama vivió una vida de amor, mostrándolo hasta en la menor actividad. ¡Mis queridos hijos del Amor, inspiraos en sus enseñanzas! Caminad por el sendero del amor, comulgad con Dios y alcanzad la morada eterna del amor. Éste es vuestro deber más elevado. Habéis tomado este cuerpo para alcanzar el Amor, el cual constituye la única meta de la vida. Vivid con amor. Respirad con amor. Cantad con amor. Comed con amor. Bebed con amor. Hablad con amor. Orad con amor. Meditad con amor. Pensad con amor. Moveos con amor. Morid con amor. Purificad vuestros pensamientos, palabras y acciones en el fuego del amor. Bañaos y sumergíos en el océano sagrado del amor. Probad la miel del amor y convertíos en encarnación del amor.

Sentid que este cuerpo es un templo de Dios en movimiento. Sentid que todos los seres son imágenes de Dios. Sentid que este mundo está habitado internamente por el Señor. Sentid que el poder único de Dios actúa a través de todas las manos, que ve a través de todos los ojos, y que escucha a través de todos los oídos. Os convertiréis en seres distintos y disfrutaréis de la paz y la dicha más elevadas.





miércoles, 20 de noviembre de 2013

MEDITACIÓN OCULTISTA - REFLEXIÓN DE UN ESTUDIANTE




MEDITACIÓN OCULTISTA   -  REFLEXIÓN DE UN ESTUDIANTE



La meditación, unida al servicio y al estudio, es la manera por excelencia de establecer contacto con el alma. Mediante el uso de la meditación ocultista se desarrolla un alineamiento e integración de la personalidad, requisito previo necesario para convertirse en una personalidad fusionada con el alma. Estabiliza el cuerpo emocional, estimula el cuerpo mental y ayuda en la construcción del antahkarana. El alineamiento e integración de la personalidad crea un canal más perfeccionado para la expresión de la energía del alma en el mundo y permite que, eventualmente, el alma se comunique vía el plano mental con el cerebro físico. Esto abre el camino para la expresión del alma en la vida cotidiana, con sus efectos sobre nuestros asociados y entorno. Esto produce una situación por la cual el aspirante actúa como un canal para traer las ideas generadas desde el alma al mundo fenomenal, así como un mayor sentido del plan y del servicio que se podría brindar. Este servicio puede no ser el que la personalidad se imaginó.

La meditación ocultista es una experiencia grupal y une al meditador con su propia alma, con el rayo grupal del cual es una parte y con el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo. Para los estudiantes involucrados en escuelas esotéricas, también une al meditador con el grupo de la escuela y su ritmo y propósito. Este contacto con el grupo sirve tanto al aspirante como al grupo, ampliando la capacidad del grupo para el servicio y orientando al aspirante a la vida grupal. Por lo tanto, la meditación es un acto de servicio en sí mismo. Permite que el meditador utilice la energía y la percepción generadas en la meditación (y el resultante contacto con el alma) de una manera práctica en apoyo del Plan. Esto puede manifestarse en una miríada de formas, algunas de las cuales podrían ser expresados como sigue:

Se actúa liberando la energía de Amor y Buena voluntad en el mundo de hoy.

Se estará mejor equipado para reconocer y apoyar las actividades de individuos y grupos cuyas ideas y filosofía están alineadas con el Plan.

Se puede interpretar los ideales y el trabajo del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo para el público en general. Esto puede producir cambios de actitud y percepción, permitiendo expansiones de conciencia. Dada la exposición a y un acrecentado entendimiento del plan y del trabajo a realizar, muchos pueden tomar decisiones informadas para apoyar a los servidores mundiales y/o hacerse hombres y mujeres de buena voluntad en el mundo actual.

Ayuda a la gente de buena voluntad a entender el trabajo de la Jerarquía y del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo de modo que puedan tomar decisiones informadas sobre los problemas y situaciones mundiales de actualidad.

Una capacidad acrecentada de servir como transmisores, general y expresamente, como agentes transmisores de energía jerárquica, a través del grupo, durante los festivales y meditaciones lunares.

El descubrimiento de cómo controlar y utilizar la mente como mediador entre el alma y el cerebro.
Capacidad acrecentada para "pensar a través" del mundo fenoménico los ideales mundiales y los elementos del Plan.

Moldear la vida cotidiana tomando como base las verdades captadas.

(27-VI-2013)-34ª SESIÓN -- LA LEY UNIVERSAL - por JOSEP TARRAGÓ

martes, 19 de noviembre de 2013

EL CENTRO EN LA BASE DE LA COLUMNA VERTEBRAL (D.K. “El Tibetano”)




EL CENTRO EN LA BASE DE LA COLUMNA VERTEBRAL
D.K. “El Tibetano”



Este centro, ante todo está controlado y regido por la Ley del Ser, ya men­cionada, y rige cuando el espíritu y la materia se unen, y la materia, la Virgen María -bajo la influencia del Espíritu San­to, la energía del vehículo etérico-, es trasladada “al Cielo”, donde (tal como lo expresa la fraseología cristiana) “se sen­tará al lado de su Hijo en el hogar del Padre”.

Este centro está ubicado en la base misma de la columna ver­tebral y sostiene a los demás centros. En la época actual se halla relativamente pasivo, porque sólo entra en plena actividad, por un acto de la voluntad, dirigida y controlada, del iniciado. Responde únicamente al aspecto voluntad y, durante la encarnación, la voluntad de ser constituye el factor que en la actualidad controla su vida y produce sus efectos cuando nutre y dirige el principio vida de la materia y la forma. De la misma manera en que el prin­cipio vida está “situado en el corazón”, también la voluntad de ser está situada en la base de la columna. Se han dicho muchas y peligrosas cosas vanas acerca de este centro, y todo el tema del “fuego kundalínico” ha demostrado ser una fábula fantástica y atrayente para los pseudocultistas del mundo. El verdadero ocultista en entrenamiento nada tiene que hacer con el fuego kundalínico, como comúnmente  se lo entiende. Sólo puedo aclarar ciertos hechos y al mismo tiempo debo abstenerme de indicar modos y métodos para despertar la actividad de dicho centro, debido al extremo peligro que involucra cualquier trabajo prematuro sobre este cen­tro básico. Lo único que puedo hacer es exponer una serie de observaciones que las comprenderán correctamente aquellos que conocen (y son muy pocos y raros), lo cual ayudará a pensar a quienes están en entrenamiento, y les dará un cuadro más com­pleto que protegerá del desastre al ignorante. Haré estas observa­ciones lo más clara y brevemente posible, pero prácticamente no daré explicación alguna al margen.

Este centro básico, es el punto donde, de acuerdo a la ley evo­lutiva, se unen el espíritu y la materia, y la vida se relaciona con la forma.

1. Es el centro donde el dualismo esencial de la divinidad ma­nifestada -el hombre o Logos planetario- se une y produce la forma.

2. La naturaleza de esta divinidad es solamente revelada cuando el segundo aspecto ha completado su trabajo por medio del tercer aspecto, pero bajo la voluntad rectora del primer aspecto.

3. Es el centro donde la “serpiente de Dios” experimenta dos transformaciones:

a. La serpiente de la materia permanece arrollada.
b. Dicha serpiente es trasformada en la serpiente de la sa­biduría.
c. La serpiente de sabiduría es trasladada y se convierte en el “dragón de luz viviente”.

5.Estas tres etapas están nutridas por la vida y la energía que afluye y desciende a través de toda la columna  vertebral, por intermedio de la analogía etérica del cordón vertical, y -en tiempo y espacio- este descenso (además de la simultánea elevación de la vida) produce:

a. El despertar gradual y ordenado de los centros, de acuer­do al tipo de rayo.
b. La reversión de los centros a fin de que la conciencia del hombre que mora internamente sea adecuada a su medio ambiente.
c. La síntesis de las energías de la vida de todos los centros y su adecuación a las demandas del iniciado y al servicio de la Jerarquía y de la Humanidad.

1. La columna vertebral (desde el ángulo de las ciencias esoté­ricas) alberga un triple hilo. Es la exteriorización del anta­karana, compuesto por el propio antakarana, el sutratma o hilo de vida y el hilo creador. Este triple hilo dentro de la columna vertebral está compuesto por lo tanto de tres hilos de energía, los cuales han abierto para sí, en la sustancia den­tro de la columna, un “triple camino de entrada y de salida”. A éstos se los denomina en terminología hindú: los senderos de ida, pingala y sushumna, y juntos constituyen el sendero de vida para el hombre individual, entrando en actividad en for­ma secuencial y de acuerdo al tipo de rayo y etapa de evolu­ción. El sendero de sushumna sólo es empleado en forma co­rrecta y sin peligro, cuando se ha construido el antakarana y la Mónada y la Personalidad se relacionan, aunque sólo sea  mediante un hilo muy tenue. Por lo tanto la Mónada, el Padre, el aspecto voluntad, puede llegar a la personalidad en forma directa y despertar el centro básico, y con ello fusionar, unificar y elevar los tres fuegos. 

2. Por uno de estos senderos afluye la energía que nutre a la materia. Otro está relacionado con el sendero de la conciencia y al desarrollo síquico sensorio. El tercero es el sendero del espíritu puro. Así en cada forma viviente se lleva a cabo el trabajo del Padre, de la Madre y del Hijo. Vida-conciencia-forma y vida-cualidad-apariencia se fusionan, y el mecanismo de respuesta del hombre divino es perfecto, permitiéndole al hombre hacer contacto y reconocer eventualmente los aspectos divinos mayores en los reinos de la naturaleza, en el planeta y en el sistema solar.


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No se engañen y sitúen estas esferas entrelazadas de energía viviente a la derecha o a la izquierda de la columna vertebral, pues siempre tiene lugar un constante movimiento, interacción y reversión. Sólo puedo representar un símbolo que indica el sendero especial de las tres energías de la divina Trinidad. No indico un lugar o ubicación real porque la materialización y la ubicación de este concepto principal ha producido situacio­nes peligrosas. El estudiante iniciado trata de captar la relación de las tres energías básicas, los tres senderos del fuego viviente, su relación e interrelación y polarización secuencial. No trata de ajustar la enseñanza a puntos, líneas y lugar, hasta el  momento en que estos términos signifiquen poco para él y posea más conocimiento.

1. Estos tres senderos de vida son los canales para el fuego eléc­trico, fuego solar y fuego por fricción, y debido a su utilización están relacionados con las tres etapas del sendero de evolu­ción: el sendero de evolución que corresponde a las primeras etapas materiales; el Sendero de Probación, las primeras eta­pas del Sendero del Discipulado hasta la tercera iniciación, y el Sendero de Iniciación.  

2. El fuego kundalini, sobre el cual tanto se ha enseñado y escrito en Oriente y cada vez más en Occidente, en realidad es la unión de los tres fuegos, enfocados en el centro básico, por un acto de la voluntad iluminada, impulsada por el amor. Estos fuegos unificados son elevados mediante el empleo de la Pa­labra de Poder (emitida por la voluntad de la Mónada), y llega a integrarse y vivificarse por la autoridad conjunta del alma y la personalidad. Por lo tanto, cuando el ser humano llega a hacer esto con plena conciencia, es un iniciado que ha pasado la tercera iniciación. Sólo él puede sin peligro elevar este tri­ple fuego desde la base de la columna vertebral al centro coronario.

3. De acuerdo a la interpretación común de los esoteristas igno­rantes en los diversos grupos ocultistas, el fuego kundalini es algo que debe ser “elevado”, y cuando se logra, entonces todos los centros entran en actividad funcionante y los canales, hacia arriba y hacia abajo de la columna vertebral, quedarán libres de toda obstrucción. Esta es una peligrosa generaliza­ción y lo contrario de la realidad. El fuego kundalini podrá ser elevado y ascendido hacia el cielo cuando todos los cen­tros hayan despertado y los canales de la columna vertebral no estén obstruidos. La remoción de las obstrucciones es el resultado de la vivencia de los centros individuales que, de­bido a la potencia de su vida, son por sí mismos eficaces para destruir todo impedimento y obstrucción. También pueden “quemar” todo lo que impide su radiación. Lo que general­mente sucede en esos casos accidentales (que producen tanto daño) es que el aspirante, debido a su curiosidad ignorante y por un esfuerzo de la mente (no de la voluntad espiritual, sino estrictamente como una expresión de la voluntad de la personalidad), logra despertar el inferior de los tres fuegos, el fuego de la materia, el fuego por fricción, lo cual quema y destruye prematuramente la red etérica del cuerpo etérico. Esos discos o redes circulares se hallan entre cada par de centros a lo largo de la columna vertebral y también en la cabeza. Generalmente son disipados por la pureza de vida, la disciplina de las emociones y el desarrollo de la voluntad espiritual.

Existen cuatro redes. Cuando la cuádruple personalidad está altamente desarrollada y el centro ajna va despertando, en­tonces estas redes desaparecen lenta y gradualmente, normal y automáticamente. Las redes de la cabeza son de calidad su­perior y biseccionan el cráneo, horizontal y verticalmente. De esta manera simbolizan la Cruz sobre la cual es crucificado el Hijo de Dios.


"Flavio Cabobianco (Vengo del Sol): Entrevista de Silvina Chediek en 199...

domingo, 17 de noviembre de 2013

ENFERMEDADES DE LOS DISCÍPULOS (D.K. "El Tibetano"



ENFERMEDADES DE LOS DISCÍPULOS (D.K. “El Tibetano”)


Dividiré en dos partes lo que voy a decir acerca de las enfermedades de los discípulos: los problemas específicos de los discípulos y las dificultades incidentales al contacto con el alma. 
Es necesario recordar que todo discípulo es susceptible de contraer los tipos principales de enfermedades, pues al tratar de ser uno con toda la humanidad, ello incluye por lo tanto todos los males hereditarios de la carne. Sin embargo, no pueden sucumbir a las flaquezas del hombre común y deben recordar que las enfermedades cardíacas y nerviosas constituyen su mayor problema. En conexión con esto los discípulos podrían dividirse en dos grupos principales: Los que viven arriba del diafragma y por lo tanta están predispuestos a las enfermedades del corazón, a las dificultades de la tiroides y de la garganta, y aquellos que están en proceso de transferir las energías de los centros situados abajo del  diafragma a los de arriba del diafragma. La mayoría de ellos está transfiriendo las energías del plexo solar al corazón, y la agonía del mundo está acelerando profundamente el proceso. Dificultades estomacales, hepáticas y respiratorias van a la par de tales trasferencias. 
1. Los Problemas Específicos de los Discípulos. 
Estos problemas específicos son, como bien saben, peculiares de quienes han elevado su conciencia a la vida del alma, fuera de la vida de la personalidad.  Están relacionados principalmente con la energía, su afluencia, su asimilación o no asimilación, y su empleo correctamente dirigido. Las otras enfermedades que constituyen la herencia de la carne en esta época de la evolución humana (pues debe recordarse que las enfermedades varían de acuerdo a la etapa de evolución y que su aparición es cíclica), y a las cuales los discípulos pueden sucumbir y sucumben, no se considerarán aquí; basta decir que las tres principales enfermedades de la humanidad, a las cuales me he referido, cobran su tributo a los discípulos, particularmente para lograr que el alma se libere de su vehículo. Sin embargo, son controladas en tales casos -aunque no lo parezca- desde los niveles del alma, y el desenlace está planeado como resultado de la decisión del alma y no por los estragos de la enfermedad. La razón de que estas tres principales enfermedades, originarias de la vida planetaria en la cual vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser, ejercen este poder sobre los discípulos, consiste en que ellos mismos son parte integrante de la vida planetaria, y en las primeras etapas del reconocimiento de esta unidad están propensos a ser fácil presa de ellas. Este es un hecho poco conocido o comprendido, pero explica por qué los discípulos y personas avanzadas son susceptibles a dichas enfermedades. 
Dividiremos estos problemas en cuatro categorías: 
1.      Los que están relacionados con la sangre o el aspecto vida, porque “la sangre es la vida”. Esto produce un efecto especÍfico sobre el corazón, por lo general sólo de naturaleza funcional. Las enfermedades orgánicas del corazón se deben a causas más profundamente arraigadas. 
2.      Los que son un efecto directo de la energía, actuando sobre el sistema nervioso y a través de éste, por intermedio del cerebro rector. 
3.      Los que están relacionados con el sistema respiratorio y tienen un origen oculto. 
4.      Los que se deben específicamente a la receptividad o no receptividad, al funcionamiento o no funcionamiento, y a la influencia que ejerce el centro.  Lógicamente éstas caen en siete grupos, que afectan siete zonas principales del cuerpo. En lo que respecta al  discípulo común, antes de que exista total control por el alma y dirección monádica, el principal agente rector, vía el cerebro, es el nervio vago, a lo largo del cual las energías (penetrando por intermedio del centro coronario) son distribuidas al resto del cuerpo. En Oriente ha sido creada, por una poderosa escuela esotérica, una ciencia definida de los centros y su relación con el kundalini. Contiene muchas verdades y también muchos errores. 
He establecido diferencia entre problemas, reacciones físicas y enfermedades, porque la afluencia, distribución y dirección de la energía no producen necesariamente enfermedad. Sin embargo, durante el noviciado que precede a todas las iniciaciones, se producen siempre dificultades y problemas de todo tipo, ya sea en la conciencia del discípulo o en relación con quienes están a su alrededor. De ahí que sea afectado su medio ambiente y en consecuencia su propia acción recíproca. 
Debería recordarse, en conexión con esto, que todos los discípulos son centros de energía en el cuerpo de la humanidad y están en proceso de convertirse en puntos de energía enfocada y dirigida. Su función y actividad, siempre e inevitablemente, producen efectos, resultados, despertamientos, desintegraciones y reorientaciones, en la vida de aquellos que los rodean. En las primeras etapas producen esto inconscientemente, por eso los resultados, sobre aquellos con quienes hacen contacto con frecuencia, no son deseables, ni la energía está dirigida, desviada o retenida inteligentemente. Una intención inteligente debe existir detrás de toda sabia dirección de la energía. Más adelante, cuando estén aprendiendo conscientemente a ser y estén convirtiéndose en centros radiantes de energía curadora, conscientemente dirigida, esta energía animadora será transmitida y luego empleada constructivamente en líneas sicológicas y físicas. Sin embargo, en cualquier caso, el discípulo  ejerce una eficaz influencia y nunca puede pasar “inadvertido en su lugar ni dejar de hacer impacto sobre otras almas”, como se dice esotéricamente. Su influencia, emanación y potente energía, inevitablemente le acarrean problemas y dificultades, basadas en las relaciones humanas que ha establecido kármicamente y en las reacciones de aquellos con quienes hace contacto, ya sea para bien o para mal. 
Esencialmente, la influencia de un discípulo de la gran Logia Blanca es fundamentalmente buena y espiritualmente condicionante; superficialmente y en sus efectos externos -en particular en lo que concierne al discípulo- aparecen situaciones difíciles, aparentes separaciones, y emergen los defectos lo mismo que las virtudes de quienes han sido afectados, persistiendo a menudo durante muchas vidas, hasta que la persona, así influenciada, llega a  “reconciliarse ocultamente con la energía emanante.” Reflexionen sobre esto. El reajuste deben hacerlo quienes han sido influenciados y no el discípulo. 
Consideraremos ahora los cuatro problemas desde el ángulo sicológico y no desde el físico. 
a.      Los problemas que surgen debido al despertar del centro cardiaco del discípulo son quizás los más comunes y con frecuencia los más difíciles de manejar; están basados en las relaciones vivientes y la interacción de la energía del amor con las fuerzas del deseo. En las primeras etapas, esta afluyente fuerza-amor establece contactos con la personalidad, que oscilan entre las etapas de máxima devoción y extremo odio, por parte de la persona que ha sido afectada por la energía del discípulo. Esto produce un constante disturbio en la vida del discípulo, hasta llegar a adaptarse a los efectos de la distribución de su energía y también a las frecuentes rupturas de relaciones y reconciliaciones. Cuando el discípulo ha adquirido suficiente importancia como para llegar a ser el centro organizador de un grupo o estar en posición de comenzar a formar esotéricamente su propio ashrama (antes de recibir alguna de las iniciaciones mayores), entonces la dificultad puede ser muy real y perturbadora. Sin embargo muy poco puede hacer el discípulo, excepto tratar de regular la saliente energía del amor. El problema continúa fundamentalmente para aquel que ha sido afectado; los reajustes deben ser hechos por los demás, como he dicho anteriormente, y el discípulo debe estar preparado para colaborar al primer indicio de una buena voluntad en reconocer la relación y la intención de colaborar en el servicio grupal. Este punto deben considerarlo ambas partes, el discípulo y la persona que reacciona a su influencia. El discípulo está preparado; el sujeto que responde, generalmente se retira o se acerca, de acuerdo al anhelo de su alma o de su personalidad, probablemente ocurra esto último en las primeras etapas. Sin embargo, oportunamente el sujeto presta su plena comprensión colaboradora con el discípulo, finalizando la difícil experiencia de la enfermedad.

No me es posible dar detalles explícitos al considerar estos problemas relacionados con el corazón y la energía vital del discípulo, los cuales están condicionados por su rayo, la iniciación para la cual se está preparando, y la calidad, etapa evolutiva y rayo de quienes han sido afectados. 
Existen también dificultades y problemas de naturaleza más sutil, que surgen de la misma causa, pero no localizadas en ciertas relaciones humanas definidas. Un discípulo sirve, escribe y habla; sus palabras e influencias compenetran la masa de hombres, despertando en ellos alguna actividad a menudo buena y espiritual, a veces mala, antagónica y peligrosa. En consecuencia, no sólo tiene que ocuparse de sus propias reacciones al trabajo que está realizando, sino, en un sentido general y específico, de las masas a las que comienza a afectar. Esto no es algo fácil de realizar, particularmente para un trabajador inexperto en el Plan. Fluctúa entre el plano mental, donde normalmente  intenta actuar, y el plano astral, donde las masas se hallan enfocadas, y esto lo lleva al reino del espejismo y al consiguiente peligro. Su conciencia se dirige a quienes trata de ayudar, a veces como alma (entonces a menudo sobrestimula a quienes lo escuchan) y otras como personalidad (entonces nutre y aumenta las reacciones de la personalidad de la masa). 
A medida que el tiempo pasa, aprende -mediante las dificultades que trae el necesario acercamiento cordial- a mantenerse firme en el centro, emitiendo la nota, dando su mensaje, distribuyendo energía de amor e influyendo sobre quienes lo rodean, pero él permanece impersonal, sólo como agente rector y alma comprensiva. Esta impersonalidad (que puede ser definida como una abstracción de la energía de la personalidad) acarrea sus propios problemas, como bien saben los discípulos; sin embargo, nada pueden hacer sino esperar que el tiempo conduzca a los otros hacia una clara comprensión del significado y sentido esotérico de las rectas relaciones humanas. El problema de quienes trabajan con individuos y grupos está básicamente relacionado con la energía del corazón y con la fuerza vivificadora de su vida personificada. En conexión con este problema y su reacción sobre el discípulo, pueden ocurrir ciertas dificultades físicas, y de éstas me ocuparé en breve. 
Debo puntualizar que también pueden aparecer las dificultades del ritmo y los problemas vinculados con la vida cíclica del discípulo. El corazón y la sangre están esotéricamente relacionados y simbólicamente definen la vida palpitante del alma que se manifiesta en el plano físico, en la exteriorización y abstracción de la vida dual del discípulo: cada fase presenta su propio problema. Una vez que el discípulo ha dominado el ritmo de su vida externa e interna y ha organizado sus reacciones de manera que puede extraer de ellas el máximo significado, sin ser condicionado por ellos, entonces entra en la vida relativamente sencilla del iniciado. ¿Les asombra esta frase? Debe recordarse que el iniciado se ha liberado, después de la segunda iniciación, de las complejidades del control emocional y astral. El espejismo ya no puede do-minarlo. Puede permanecer firme a pesar de todo lo que haga y sienta. Se da cuenta que la condición cíclica está relacionada con los pares de opuestos y es parte de la manifestación de la vida de la existencia misma. Durante el tiempo que aprende esto pasa a través de grandes dificultades. Como alma, se somete a una vida de exteriorización, influencia magnética y extroversión. Inmediatamente después de esto puede llevar una vida de abstracción, sin ningún interés aparente por sus relaciones y medio ambiente, y expresarse en forma intensamente introspectiva e introvertida. Quizás luche penosamente entre estos extremos, a veces durante muchas vidas, hasta que aprende a fusionar y mezclar ambas expresiones. Llega a comprender con claridad la vida dual del discípulo aceptado, en sus diversos grados y etapas, y sabe lo que hace. Constante y sistemáticamente desempeñan una parte útil la exteriorización y abstracción, el prestar servicio al mundo y el vivir la vida reflexiva. 
Mientras va dominando este proceso surgen muchas dificultades sicológicas que conducen a separaciones sicológicas, profundamente arraigadas o superficiales. El objetivo de todo desarrollo es integración, integración como personalidad, integración con el alma, integración en la Jerarquía, integración con el Todo, hasta lograr la completa unidad e identificación, A fin de dominar esta ciencia de integración cuya meta básica es la identificación con la Realidad Una, el discípulo progresa de una unificación a otra, cometiendo errores, llegando con frecuencia a un completo desaliento, identificándose con lo indeseable, hasta que como personalidad-alma repudia las anteriores relaciones, y debe pagar  continuamente el fervor mal aplicado, la aspiración distorsionada, el efecto abrumador del espejismo y las numerosas condiciones sicológicas y desarreglos físicos que deben surgir mientras se subsanan las separaciones, se logra la correcta identificación y se establece la debida orientación. 
Durante este proceso básico, necesario e ineludible, se lleva a cabo un definido trabajo en el cuerpo etérico. El discípulo aprende a elevar las energías, extraídas de los centros inferiores, al plexo solar y de allí al centro cardíaco, reenfocando así las energías arriba del diafragma, en vez de hacerlo abajo del diafragma. Esto conduce frecuentemente a grandes complicaciones, porque -des¬de el ángulo de la personalidad- el centro plexo solar es el más poderoso, siendo el lugar donde se distribuyen las fuerzas de la personalidad. Este proceso de descentralización y “elevación” de la conciencia inferior a la superior, trae las principales dificultades a las que está sujeto el discípulo. Este proceso también se está llevando a cabo hoy en todo el mundo, causando la espantosa dislocación de los asuntos humanos, culturas y civilizaciones. Todo el enfoque de la conciencia humana está cambiando; la vida egoísta (característica del hombre centralizado en sus deseos y consecuentemente en el centro plexo solar) cede su lugar a la vida descentralizada del hombre altruista (centrado en su yo alma),  consciente de sus relaciones y responsabilidades con el Todo y no con la parte. Esta sublimación de la vida inferior en la superior es uno de los momentos más importantes para el individuo y la raza. Una vez que el discípulo individual y también la humanidad, que simboliza al discípulo del mundo, hayan dominado el proceso de trasferencia, veremos establecido el nuevo orden del servicio individual mundial y, por lo tanto, la llegada del tan esperado nuevo orden. 
 La circulación de la corriente sanguínea es el símbolo de estos procesos, y la clave del establecimiento del orden mundial se halla oculta en dicha simbología -la libre circulación de todo lo necesario para cada parte de la gran estructura de la humanidad. La sangre es la vida, y el libre intercambio, la libre participación, la libre circulación de todo lo que se requiere para un correcto vivir humano, caracterizará al mundo futuro. Estas condiciones no existen, el cuerpo de la humanidad está enfermo y su vida interna desorganizada. En vez de la libre circulación del aspecto vida en todas partes, ha existido separación, congestión, estancamiento y canales obstruidos. Ha sido necesaria la terrible crisis actual para que la humanidad perciba esta condición enfermiza, la enorme extensión del mal y descubra que las enfermedades de la “sangre de la humanidad” (simbólicamente entendida) son tan graves que se requieren las más drásticas medidas -dolor, agonía, desesperación y terror- para lograr su curación. 
Los curadores deberán recordar esto, y tener presente que los discípulos, los hombres buenos y los aspirantes, comparten esta enfermedad universal de la humanidad, la cual deberá cobrar tributo, sicológica o fisiológicamente, o ambos. El malestar es de origen muy antiguo y de arraigados hábitos, e inevitablemente afecta al vehículo físico del alma. Estar exento de los efectos de las enfermedades humanas no indica superioridad espiritual. Simplemente podría indicar lo que uno de los Maestros denominó como “las profundidades del egoísmo y la autosatisfacción espirituales”. El iniciado de tercer grado puede considerar que está exento, pero sólo se debe a que está completamente liberado del espejismo y ningún aspecto de la vida de la personalidad tiene poder sobre él. Todos los tipos de rayos que rigen al individuo están sujetos simi¬larmente a estos problemas particulares. Sin embargo, los que pertenecen al séptimo rayo son más susceptibles a los problemas, dificultades y enfermedades incidentales de la corriente sanguínea, que ningún otro tipo. La razón es que éste rayo tiene  que ver con la expresión y manifestación de la vida en el plano físico y con la organización de la relación entre espíritu y materia en la forma. Por lo tanto concierne hoy, mientras se trata de crear el nuevo orden, a la libre circulación y la consiguiente y destinada¬ liberación de la humanidad de las enfermedades y problemas del pasado. Es interesante recordar esto y sería útil para los estudiantes, en esta época -si desean colaborar inteligentemente con los acontecimientos del día- reunir y estudiar todo lo que he escrito acerca del séptimo Rayo de Orden Ceremonial y Magia. 
b.      Las enfermedades del sistema nervioso producidas por la afluencia de energía a todas las partes del cuerpo, ya sea dirigida por la personalidad, algún aspecto del yo inferior personal, o por el alma, vía el cerebro, son muchas, y se agudizan a medida que el discípulo se acerca a la iniciación o se convierte en un iniciado. Al margen de los males sicológicos que esto produce, existen otras numerosas condiciones, debidas a esta afluencia de tuerza. El discípulo, por ejemplo, llega a estar excesivamente estimulado y por consiguiente superactivo; sufre un desequilibrio y con esto no me refiero al desequilibrio mental (aunque puede ocurrir) sino al superdesarrollo e hiperexpresión de alguna parte de su naturaleza. Puede llegar a estar exageradamente superorganizado por medio de algún centro hiperactivo, o suborganizado e inactivo. Por lo tanto está sujeto al desequilibrio del sistema glandular, con todas las dificultades derivadas. La sobrestimulación o el subdesarrollo, en lo que concierne a los centros, generalmente afecta a las glándulas, y éstas a su vez producen las dificultades del carácter, que lógicamente también traen problemas ambientales, así como impedimentos de la personalidad. 

Esto llega a convertirse en un círculo vicioso y todo se debe a la errónea dirección de la fuerza y su afluencia, desde uno de los vehículos de la personalidad a su correspondiente centro (por ejemplo, la fuerza astral y su relación con el plexo solar), apareciendo los problemas que conciernen a la salud, el carácter y a la influencia que ejerce. La actividad excesivamente radiante de algún centro llama la atención y el discípulo es víctima de su propia obra. Me ocuparé de éstas más extensamente cuando considere las enfermedades que surgen de estas cuatro categorías. 
Dichas dificultades son de tipo general, pero afectan principalmente a los discípulos de segundo y sexto rayos. A los primeros, porque el segundo rayo es el rayo constructor y por lo tanto con-cierne predominante a la manifestación externa y a la utilización de todos los centros, y a los otros, porque es primordialmente el rayo de tensión, tensión que puede convertirse en el más ma¬ligno fanatismo o en la más altruista devoción. Es innecesario decir que todos los rayos presentan los mismos problemas, pero el segundo rayo tiene que ver mayormente con la actividad del alma a través de todos los centros (ubicados arriba y abajo del diafragma), teniendo el cardíaco como principal centro de  atención. El sexto rayo tiene una estrecha relación con el centro plexo solar como lugar de distribución y de reorientación de la fuerza vital en la personalidad. Continuamente recuerden esto. 
c.       Los problemas vinculados con el sistema respiratorio están relacionados con el corazón y por lo tanto con el establecimiento del ritmo y contacto correctos con el medio ambiente. Inhalar el aliento de la vida y compartir el aire con los demás seres humanos, significa un centro individual de vida y la participación también en la vida general de todos. A estos problemas de la existencia individual o separada y de su opuesto, está íntimamente relacionada la Palabra Sagrada u el OM. Podría expresarse  con las palabras de un manual ocultista sobre oraciones, dado a los discípulos avanzados: 
“Quien vive regido por el sonido AUM se conoce a sí mismo. 
Quien vive entonando el OM conoce a su hermano. Quien conoce el SONIDO, conoce todo”. 
Luego, en el lenguaje críptico y simbólico del iniciado, el manual continúa: 
“El aliento de vida se convierte en la causa de la muerte para quien vive dentro de un cascarón. Existe, pero no es; el aliento entonces se retira y asciende en espiral hacia el todo”. 
“Quien exhala el OM no sólo se conoce a si mismo. Sabe que el aliento es prana, vida y fluido vinculador. Los males de la vida son suyos, porque constituyen el sino del hombre, no generado en un cascarón porque el cascarón no existe.” 
“Quien es el SONIDO y lo emite, no conoce enfermedad ni tampoco la mano de la muerte”. 
En estas pocas palabras se resume todo el problema que corres¬ponde al tercer grupo de problemas y enfermedades, los cuales están relacionados con la circulación de la energía del alma, la energía del amor, y nada tienen que ver con la circulación de la esencia de la vida. Estas dos energías básicas, a medida que actúan sobre las fuerzas de la personalidad, acarrean la totalidad de los problemas heredados por la humanidad. Producidos por la falta de amor, de vida, y por no emitir ni trasmitir correctamente la nota del alma y del rayo. El secreto para la construcción de un canal puro (empleando una fraseología mística, pero no ocultista) está considerado en el primer grupo de problemas, y el establecimiento de correctas relaciones por la correcta enunciación de la nota atractiva del alma, está considerado en los dos últimos grupos. 
 Este tercer grupo de dificultades, problemas y enfermedades, corresponde lógicamente a esas personas que pertenecen a todos los rayos, pero las de primer rayo tienen una marcada predisposición a estas perturbaciones específicas. Al mismo tiempo, cuando emplean correctamente sus poderes latentes, pueden superar, por el correcto empleo del OM y finalmente del SONIDO, los problemas incidentales y las dificultades, mucho más fácilmente que las de otros rayos. Aquí se refiere a la Palabra Perdida de la Masonería y al SONIDO del Nombre Inefable. 
Los sonidos AUM y OM y el SONIDO mismo, están relacionados con la vibración y sus diferentes y variados efectos. El secreto de la Ley de Vibración se está revelando progresivamente a medida que las personas aprenden a emitir la PALABRA en sus tres aspectos. Los estudiantes harían bien en reflexionar sobre la diferencia que existe entre el aliento y el sonido, entre el proceso de la respiración y el proceso de creación de la actividad vibratoria. Están relacionados, pero son diferentes. Uno se relaciona con el Tiempo, el otro con el espacio, y (como lo expone El Antiguo Comentario) “el sonido, sonido final aunque iniciador, concierne a aquello que no es ni Tiempo ni Espacio; está más allá del Todo manifestado, Fuente de todo lo que es y sin embargo es nada” (o ninguna cosa. A.A.B.) 
Por esta razón los discípulos que pertenecen al cuarto rayo pueden comúnmente progresar mediante el poder de la intuición y la comprensión del OM. Este rayo de armonía a través del conflicto (el conflicto de los pares de opuestos), necesariamente está relacionado con la introducción de esa actividad vibratoria que llevará a la unidad, a la armonía y rectas relaciones y a la liberación de la intuición. 
d.      Los problemas incidentales a la actividad o inactividad de los centros son quizás los más importantes desde el punto de vista de la enfermedad, porque los centros rigen el sistema  glandular, y las glándulas tienen una relación directa con la corriente sanguínea, condicionando también las principales y más importantes zonas del cuerpo humano; tienen un efecto fisiológico y sicológico sobre la personalidad y sus contactos y relaciones internas y externas. La reacción es principalmente física pero los efectos son mayormente sicológicos, por lo tanto me extenderé sobre este cuarto grupo principalmente, trataré las enfermedades de los discípulos y daré algunas instrucciones definidas sobre los centros, lo cual indicará más claramente que en ninguna otra parte, las causas de muchos males humanos y dificultades físicas.


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