LOS RAYOS Y LAS DISTINTAS CLASES DE
YOGAS.
PONENCIA DE MARIA DEL CARMEN MOLINA
ENCUENTRO CELEBRADO EN EL ESCORIAL (MADRID),
LOS DÍAS 29, 30 Y 31 DE MAYO DE 2015
NOTA CLAVE: LOS RAYOS.
LOS RAYOS SON ENTIDADES.
He preparado un pequeño resumen de los cinco
Yogas, que forman parte del proceso evolutivo de la conciencia humana, como un
todo. Los Yogas no pueden ser separados, aunque aquí, así lo hayamos hecho para
una mejor comprensión de nuestro estudio, como no se pueden separar los Planos de un Sistema Solar, ni los
siete Subplano dentro de un Plano, ni las distintas cadenas evolutivas, dentro
del Esquema Planetario. El proceso de perfección es único, solo varia la
calidad de los elementos dévicos, que son introducidos en determinado estadio
de aquel, siendo precisamente está calidad la que define el verdadero tipo de
yoga, puesto en actividad en un momento dado de la historia, ya sea Solar,
Planetaria o Humana.
Usando la analogía; los Rayos son Entidades y se manifiestan a
través de una entidad, un Chakra es una entidad, una cadena es una Entidad, y
así sucesivamente. La energía de los rayos le llega al hombre a través de los
siete centros de energía alojados en su vehículo etérico, llamados
esotéricamente chacras, y el fuego de kundalini penetra en su organismo a
través de los cuatro pétalos u orificios de entrada situados en la base de la
columna vertebral, este Chacra es la sede del llamado fuego kundalini, está
dividido en cuatro sectores, siendo su color predominantemente el rojo
anaranjado. Su símbolo, la cruz dentro del circulo y también la figura
geométrica del cuadrado, indica el aspecto Kármico de la materia y la lucha y
el sufrimiento que el dominio de la materia, para fines redentores, presupone
para el ser humano. Tal conciencia puede ser desarrollada a través de la
técnica “como si”, la cual encubre el secreto de la auto-revelación; cuando hemos llegado a cierto punto de
integración espiritual y se produce un destello de esta infinita inspiración o
iluminación, sabemos con absoluta certeza, cual es nuestro Rayo espiritual y
cuál es el yoga más conveniente para desarrollarle. Existen evidentemente siete
Yogas o Senderos de cumplimiento, siete Misterios a descubrir y siete secretos
a revelar, y una consumación final para cada uno de ellos. De estas siete corrientes
de Vida, de Yoga o de Misterios, solo conocemos cinco, los correspondientes a
la Quinta gran Raza Raíz, la Aria, y a nuestra Quinta Subraza, la actual.
En el momento actual, y cuando todavía las
agujas del Gran Reloj de la Vida están
marcando la acción temporal de Kali Yuga, tenemos en expansión y progresivo
desarrollo cuatro Yogas Principales, en el proceso de estos cuatro yogas, se
inicia la práctica de un quinto Yoga llamado, DEVI YOGA, estos cuatro Yogas
son: Hatha Yoga, Bakti Yoga, Raja Yoga y Agni Yoga. Este último, llamado
también el Yoga del Fuego o Yoga de Síntesis, este Yoga solo puede ser
íntegramente practicado por los verdaderos investigadores del mundo espiritual.
Pero como una cálida promesa de redención para el futuro, aparece en lontananza
el DEVI YOGA y con él, una nueva efusión
de Vida divina o fuego sagrado penetra en los éteres planetarios, afectando la
vida de todos aquellos, que lograron dominar gran parte de la sustancia
inferior que componen sus vehículos de expresión, y presentan su Tabernáculo
como una sagrada ofrenda al Cristo interior, el Verbo Inmaculado, que ha de
llenar el mundo con el tesoro de su gracia.
PRIMERO: HATHA YOGA. TIENE COMO META
ARQUETIPICA LA BELLEZA Y EL EQUILIBRIO DE LAS FUNCIONES ORGANICAS.
Este Yoga apareció en una lejanísima época
de la evolución humana, muchos millones de años, antes de que la mente como
principio de coordinación inteligente actuara en el cerebro. Se halla esotérica
y místicamente vinculado, con el gran Misterio Cristiano del “Nacimiento del
Niño Jesús”, constituyendo la base de
todos los esfuerzos humanos, pendientes de su propia redención psicológica y
liberación espiritual. Nuestro Sistema Solar con todo su contenido, es solo el
cuerpo físico de una Entidad Cósmica. Podemos suponer, que el entero proceso de
evolución de este Universo, “en donde vivimos, nos movemos y tenemos nuestro
Ser”, se realiza según las reglas, principios y disciplinas de un
indescriptible Yoga físico, de un Hatha Yoga Cósmico. Este Universo físico en que vivimos inmersos,
ha sido creado y está siendo vivificado por una gloriosa Entidad Psicológica de
Segundo Rayo, el Rayo Cósmico del Amor, del cual Cristo ha sido el máximo
exponente en nuestro Planeta. De ahí la importancia que se le asigna esotéricamente
al Drama del Nacimiento, de este Gran Avatar de Amor, por ser una expresión
directa del verdadero Sendero de unión y de Redención.
Hatha Yoga tiene a su cargo el proceso
combinado de armonizar las líneas estructurales físicas, su apariencia objetiva
que ha de responder a un ideal de belleza, y de equilibrar las funciones
orgánicas dentro de un perfecto sincronismo con el ritmo de la Naturaleza
entera, lo cual se va consiguiendo a medida que va siendo más conocido y
conscientemente utilizado el cuerpo etérico, hacia el cual va especialmente
dirigida, la atención de los científicos de nuestros días. El objetivo esencial
del “doble etérico”, es complementar el desarrollo de esa soberbia creación que
es el cuerpo físico del ser humano, esta maravillosa estructura que Pablo de
Tarso definió como “Morada del Espíritu Santo”, enlazándolo a la vida
sensible de otros cuerpos más sensibles todavía, que el ser humano va
construyendo paralelamente al esfuerzo creador de otros Yogas, que surgen a
medida que las distintas subrazas van ofreciéndose a la Mónada espiritual,
estuches cada vez más sutiles y preciosos, para alberga a “la Joya en el Loto”,
el principio interno que revela el perfecto Arquetipo.
SEGUNDO: BAKTI YOGA, EL YOGA DE LA
DEVOCIÓN O CAMINO ESPIRITUAL
Al Hatha Yoga le sigue en el orden
evolutivo el Bakti Yoga, el Yoga de la devoción y las emociones, constituye el
segundo Misterio del Cristianismo, el del Bautismo en el Jordán, siendo el
elemento agua símbolo de purificación, el que se halla estrechamente vinculado
con el desarrollo de este tipo de Yoga, el cual a su vez, es la representación
de un estado de sensibilidad en creciente evolución dentro de la conciencia de
la humanidad. El Bakti Yoga puede ser considerado como un ensayo del Creador
para manifestar Amor a través de los seres humanos, reconociendo al mismo
tiempo, que el Amor es la base fundadora o creadora de este universo. Desde el
punto de vista esotérico es el Sendero de mínima resistencia en lo que se
refiere al desarrollo del ser humano.
SOLO EL CUERPO EMOCIONAL TIENE UN
CARÁCTER DEFINIDAMENTE UNITARIO
El vehículo emocional sobre el cual se
estructura todo el edificio del Yoga de la devoción mística, contiene en sí el
espíritu de unidad, y su línea de Sendero interno conduce al plano búdico, allí
donde el sentimiento de amor, de paz y de unidad impregna los éteres sutiles
que lo constituyen. Podríamos decir, que el cuerpo físico se subdivide en dos
aspectos, el denso y el etérico, el cuerpo mental puede ser reconocido también
bajo el aspecto subjetivo o concreto, solamente el cuerpo emocional, tiene un
carácter definidamente unitario y actúa constantemente como un sólido bloque,
como un todo unido en sus incesantes intentos de reconstruir idéntica cualidad
de amor dentro de su corazón, que la de Aquel que le dio la Vida.
Bakti Yoga no es un Yoga de grandes esfuerzos
ni de fuertes disciplinas, la única inquietud y el único cuidado de la
naturaleza mística del sincero practicante de Bakti Yoga, es mantener
constantemente encendida, “una antorcha en el corazón”, llena de fe y de
confiada esperanza en Algo o en Alguien, cuya búsqueda y cuyo hallazgo, han de
constituir necesariamente la suprema guía y esperanza de su alma en el sendero,
de la misma manera que el alma más genuinamente mística, deberá emprender
mentalmente la búsqueda de la verdad, y consumar con el descubrimiento de la
misma la certeza infinita de su alma, según las disciplinas del Raja Yoga.
TERCERO: RAJA YOGA EL YOGA DE LA MENTE
Y DE LA RAZÓN.
Baja la acción de Raja yoga, el cuerpo
mental tiene como misión específica revelar la verdad, la esencia del gran
principio Cósmico, aduciendo las facultades de la razón y la autoconciencia, en
aquella mítica etapa en el que el ser semianimal, que solo tenía de hombre la
apariencia física, fue elevado al misterio de la individualización, por
intercesión de aquellas indescriptibles Entidades Cósmicas, denominadas
esotéricamente los Dyanes del Fuego o Ángeles Solares. Se nos habla de un
Concilio Solar en los que estuvieron presentes “Enviados Celestes”, procedentes
de otros planetas de nuestro sistema Planetario, del propio Sol Central
espiritual, y aún de otros Sistemas Solares. Y se acordó solicitar la
cooperación de un Gran Adepto de la Cadena Venusiana, en la obra prevista de
aceleración del proceso evolutivo de la Tierra, como antes, y con éxito, lo
habían hecho en el Planeta Venus. El propio Logos Solar enviaría a nuestro
Planeta, a una misteriosa Entidad de gran elevación espiritual, de categoría
similar a la de nuestros Adeptos o Maestros de Compasión y de Sabiduría,
Quienes constituían una parte integrante y activa de Su Centro Cardíaco. Así
fue establecida y estructurada la Gran Jerarquía Espiritual o Gran Fraternidad
Blanca, que ya desde aquel momento debería regir los destinos espirituales y
cíclicos de la Tierra, y elevar la sintonía de todos los Reinos de la
Naturaleza. Algún día será comprendida la verdad hermética de que todos los
Universos son solidarios, y de que todos los Logos que se manifiestan a través
de Ellos, constituyen una sociedad fraternal y familiar, que escapa por
completo a la comprensión de nuestra pequeña inteligencia.
Por primera vez en la historia de la Raza
Humana, se establece la gran división entre corazón y mente; mente y corazón,
antes de la individualización, operaban conjuntamente como una sola unidad de
expresión. A partir de aquel momento, se produjo la necesaria, positiva y al
mismo tiempo dolorosa escisión. En
virtud de este hecho son creadas las grandes avenidas de Raja yoga, aparece la
mente como un sexto sentido, como un instrumento de la percepción del alma en
los tres mundos, y como un medio de contacto con la divinidad a través del
Ángel Solar. La aparente separación en el tiempo de ambos principios,
constituyentes del fenómeno de la evolución universal en el hombre, es causa de
aquello que esotéricamente denominamos, “la gran herejía de la separatividad”,
origen del dolor y del conflicto, que durante edades harán presa del corazón
humano; pero el fruto amargo de la prueba, de este doloroso karma, que debe
arrastrar el hombre, de está punzante agonía de sentirse desvinculado de todo
cuanto le rodea, aún del propio Dios, y también de los niveles etéricos, en
donde la evolución dévica o angélica se manifiestan. Desde aquel momento, el
ser humano debe soportar solo, completamente solo, el peso de la vida, el fluir
de los acontecimientos, y la rudeza del ambiente social, lleno de fricciones
que se están creando. Él es entonces el promotor directo, causa y efecto de
todas sus reacciones psicológicas. Así el hombre como un fenómeno realmente
social, aparece en el marco de la historia, escribiendo las más nobles y al
propio tiempo, más dolorosas páginas de la misma.
La relación del hombre con su Ángel Solar,
aparece aquí como una Meta claramente señalada, los “dones del Espíritu santo”,
que antaño solo se dispensaban a los elegidos, pueden ser conquistados ahora
por todos los seres humanos, conscientes y de buena voluntad que así lo deseen.
Podríamos decir que Raja Yoga, es el proceso alquímico mediante el cual el ser
humano utiliza creativamente el fuego creador que arde en el quinto subplano
del plano mental del universo, para quemar las escorias que el tiempo, la
atracción por lo material, y el deseo de
ser y de existir en los tres mundos, deposito en los ocultos repliegues de cada
uno de los cuerpos de expresión, y
redimir así, aquella sustancias sin principio contenida en el éter, cuya
manifestación constituye el fenómeno de la vida, hasta donde nos es posible
concebirla, y a la que corrientemente definimos con el nombre de
“electricidad”, el aspecto esotérico del Prana vital.
CUARTO: AGNI YOGA, EL YOGA DE LA
SÍNTESIS O DEL FUEGO.
El objetivo esencial de Agni Yoga, de
acuerdo con las leyes evolutivas que rigen la expresión del ser humano, es la
integración de las cualidades básicas de, Verdad, Bondad y belleza, en un solo
cuerpo místico de expresión universal, introduciendo en cada uno de los cuerpos,
la cualidad de síntesis, que aparece como una rutilante promesa de redención
para todos los hijos de los hombres, cansados del tormento de la vida, expresa
la capacidad libre del pensador de proyectarse fuera de sí mismo en busca del
fuego creador, de conquistar las cumbres de la más elevada unidad, de vencer
“la gran herejía de la separatividad”, gestada en las era histórica del Raja
Yoga. Expresa también, el contacto con ciertos elevados niveles del plano
mental, y establece relación con los primeros súplanos del plano búdico,
conquistando la idea arquetípica que ha de desarrollar la quinta raza, y
preparando la labor inmediata de la sexta Subraza de la misma, que ya a
mediados de la Era de Acuario, mostrará algunos de sus más excelsos y acabados
Seres.
La práctica del Agni Yoga “para aquellos
que se sientan llamados”, les iniciará en el arte del silencio, que convertido
en música, la vos de los ángeles les permitirá adquirir poder en los mundos
invisibles, y en las nuevas dimensiones dentro de la conciencia. Pero
mayormente, se le dará el poder de controlar conscientemente todos sus
vehículos, y de ponerlos humildemente a disposición del Ángel Solar, el
verdadero promotor de la evolución, y celoso guardador de los Misterios
sagrados de la Divinidad en el corazón del hombre, la misión de este Maestro de
Compasión, es revelar el Verbo Divino por medio del alma humana, la cual a su
vez tiene la misión de preparar el Cáliz o Tabernáculo, que debe acoger el
Verbo. Con el Ángel Solar, el Arquetipo perfecto de la raza Aria, llegamos al
final de una etapa en la historia de los Yogas Planetarios. Lo que va a
producirse de ahora en adelante, ya no será de la incumbencia del ser humano,
ni un producto de su esfuerzo por adaptarse a un determinado aspecto creador,
sino que será cosa del Ángel Solar, de ese Enviado de Dios que, “conociendo el
fin desde el principio”, sabe perfectamente cuál es la meta inmediata.
Agni Yoga, corresponde a la edad madura de
la humanidad y a aquella mística etapa tan bien descrita en el Misterio de la
Pasión y Muerte en la Cruz, en el que el individuo, el ser, el alma humana se
convierte por primera en un “mediador Celeste”, en un intermediario entre las
fuerzas materiales que agonizan en la Cruz de la gran prueba kármica, y las
energías espirituales que descienden de la propia Divinidad monádica.
Podríamos decir, que los tres primeros
Yogas a los que hicimos anteriormente referencia: Hatha Yoga, Bakti Yoga y Raja
Yoga, constituyen el Cáliz, el Tabernáculo, estructura física, emocional y
mental que el Yo trascendente, “Dios en nosotros”, ha ido perfeccionando a
través del tiempo, y que quiere utilizar ahora para demostrar la Gloria de su
esplendente Vida. Al llegar a cierto definido punto dentro de los esfuerzos y
disciplinas del Yoga, consideramos que el trabajo sobre el Cáliz se halla muy
avanzado, y puede aspirarse a una etapa superior. Quizás no refleje todavía
este Cáliz las cualidades requeridas, de Verdad, Bondad y Belleza, que cada uno
de los cuerpos tiene la misión de revelar, pero existe al manos una
coordinación perfecta en sus respectivas actitudes, y reflejan el místico
propósito de ser trascendente. La integración que se pretende ahora, es de un
orden desconocido. Ya no se trata del lento y persistente ejercicio de pulir
los instrumentos de expresión, sino dejar, que sea la propia vida del Espíritu
la que realice los últimos y definidos retoques en el Cáliz, y prepare el
asiento del Verbo o Morada del Yo superior. Ahora el individuo solo calla y
observa, se sume voluntariamente en profunda expectación, y deja que sea su
propio Yo interior el verdadero Artífice de la obra, quien realice el trabajo
de acuerdo con un modelo o diseño arquetípico de carácter universal.
La actividad mística de observación parece
sencilla, pero basta enfrentarse a la simplicidad del método, para que nos
demos cuenta de sus grandes dificultades. Estamos tan habituados a trabajar con
sensación de esfuerzo y de fatiga, que el hecho de permanecer en silenciosa
expectación o contemplación, nos parece una pérdida de tiempo. No obstante,
Buda dijo: “El Mejor de los Guerreros, es Aquel que vence sin luchar”, dándonos
en estas palabras la verdadera esencia del Agni Yoga. Se trata de una actividad
increíblemente dinámica, que escapa por completo al campo de nuestras
percepciones, como en el caso de un disco, que al girar a grandes velocidades,
causa la sensación de hallarse en completo reposo. Este proceso afectará
indudablemente al desarrollo de ciertas células del corazón y del cerebro, y
nos permitirá ser conscientes en otros ocultos niveles de nuestra compleja
estructura psicológica.
El misterio de los Rayos que se expresan a
través de cada uno de los Reinos de la Naturaleza, tiene en el cuarto Reino, el
humano, y en el cuarto Rayo que lo condiciona, el medio de intercomunicación
con los demás Reinos y demás Rayos Planetarios, en cada una de las sucesivas
etapas evolutivas. El efecto en el reino humano tiene la misión de armonizar,
equilibrar, y realizar la fusión de los Reinos subhumanos, el mineral, el
vegetal y el animal, con el Quinto gran Reino de la Naturaleza, el Reino espiritual
de las Almas liberadas o Jerarquía espiritual.
El Yoga de Síntesis, opera preferentemente
desde el centro del corazón, y labora en los planos intuitivos de la mente,
realizando el requerido equilibrio de la razón y de la voluntad con el
sentimiento y la intuición. Este equilibrio traerá paulatinamente a la
existencia el hombre nuevo, el hombre de la Nueva Era.
El Centro Cardiaco es el verdadero centro
originador de Vida en nuestro Sistema Solar, está involucrado en todas y cada
una de las actividades conscientes de la Vida espiritual. El Plexo Solar y el
Sacro, no se tienen en cuenta en el Agni Yoga, en razón, de que se les
considera trascendidos. Esta consideración se basa en el hecho esotérico, de
que en edades futuras, no muy lejanas de nuestra evolución humana actual, el fuego
kundalini, cuyo deposito dentro del organismo, se halla localizado actualmente
en el centro de la Base de la Columna Vertebral, se polarizará en el Centro cardiaco, quedando
en desuso y trascendidos ambos centros.
QUINTO: DEVI YOGA, EL YOGA DEL FUTURO.
Denominamos Devi Yoga, a este nuevo tipo de
yoga, aunque puede ser, que esta denominación no sea la más adecuada, y debe
ser reemplazada más adelante. Devi Yoga tiene que ver con el inteligente
contacto que deberán realizar los seres humanos con el soberbio mundo de los
Devas o Ángeles, en algunas de sus inmediatas Jerarquías, se trata de la fusión
de la mente de los hombres, con el sentimiento de integridad, de ciertos tipos
de devas, que habitan en el cuarto subplano del plano búdico de nuestro Sistema.
Aparentemente esta meta se halla todavía muy lejana de las posibilidades de los
seres humanos en el momento actual. Pero en realidad, el Reino de los Cielos
con todas sus oportunidades, está más cerca de lo que comúnmente se cree, por
la magnitud del Misterio de Gracia, por la cual toda alma tiene en el refugio
del corazón, y en toda su potencia la indescriptible posibilidad de aquel
Reino.
Devi Yoga es un Yoga excepcional al alcance
solamente de seres excepcionales, aquellos que en el pasado realizaron los
requeridos esfuerzos y obligados sacrificios personales, y remontando las
tiránicas imposiciones del medio ambiente, del atavismo personal, y del proceso
Kármico de la vida humana, que llena con su estela de colores y dificultades
las páginas de la historia planetaria, pudieron llegar a la cumbre de sí mismos,
y situarse plenamente conscientes, en el más elevado Centro de evolución
individual, el Centro Sahasrara, o Centro Coronario. Este Centro constituye el
más preciado don o Gracia Santificante, ya que expresa en su acabada esencia el
Arquetipo divino, que el ser humano ha de desarrollar en esta Cuarta Ronda. A
este Yoga se refiere el Misterio Cristiano de la Ascensión, solo los Adeptos,
Maestros de Compasión y Sabiduría, son accesibles al aspecto superior y
trascendente del mismo.
En este Centro Coronario, es donde mora el
más profundo de los silencios, existe un punto de anclaje para las energías de
la Mónada espiritual, queriendo significar con ello, que el fuego que allí se
manifiesta, consustancial con el Misterio de la Vida, es de naturaleza
eléctrica, y que el poder de Dios aquí, se expresa allí, en su más pura y
acabada esencia, en lo que al ser humano se refiere. Se trata “de un lugar”
eminentemente sagrado, y su centro de irradiación, con respecto al planeta
Tierra, se halla en aquella parte del mismo, perdida en el corazón de Asia, que
los esoterista mencionan en los tratados ocultos, con el nombre de Shamballa,
“La Isla Blanca” en el desierto de Gobi.
La facultad dinámica del Ser que llamamos
Voluntad, es la característica principal del proceso de Devi Yoga, y no todos
los aspirantes espirituales, se hallan capacitados para seguir “este camino de
fuego, que hay que hollar con los pies desnudos, y sin otra defensa y guía que
la ardiente fe, el decidido propósito y el más profundo desapego”. El fuego de
Shamballa que se expresa gradualmente en el ser humano, a través del Centro
Coronario, es de carácter muy diferente al fuego Solar que se expresa por medio
del Centro Cardiaco, del cual, en su línea de expresión superior, caracteriza
el proceso de Agni Yoga, y pone en vibración e incandescencia aquellos
sutilísimos filamentos esotéricos, llamados “nadis”, que van del Centro Cardiaco
al Chacra Coronario. Podríamos decir, que Agni Yoga actuando desde el Centro
Místico del Corazón, inicia el proceso de Ascensión, que culmina en el Devi
Yoga, en el de la unión mística con “el Padre en los Cielos.”
Devi Yoga, puede ser considerado como el
Yoga final, como resultado de la vida del hombre aquí en la Tierra. Las
aperturas de luz son tan extraordinarias, que la mente del más sagaz y profundo investigador queda como absorbida en
la búsqueda de estas superiores implicaciones espirituales de la vida humana,
donde los términos luz y fuego, aparecen como idóneos y consustanciales en
todos sus aspectos. Esta comprensión permite adquirir la certeza de “Vida
iniciática”, y en tal etapa, se le exigirá al investigador, una especialización
total de todas y cada una de las células del cerebro y del corazón, las cuales
en su intima comunicación, originarán espontáneamente, la combustión o ignición
del sistema entero, abarcando órganos, glándulas y nadis, funcionando entonces
el conjunto en forma equilibrada e indescriptiblemente armoniosa. En un
organismo así constituido, según las sagradas Leyes de Armonía , existe tal
tremenda seguridad espiritual, que el ser humano que haya logrado llegar allí, es liberado
radicalmente, no solo de enfermedades físicas y
conflictos emocionales, sino también y para siempre del “conflicto de
decidir”, sus decisiones y juicios,
serán siempre los más correctos y oportunos, pues su mente y su corazón,
plenamente integrados, descansan siempre en el juicio certero de Dios, en cuya
Mente se hallan perfectamente identificados. La conquista final de aquello que
Cristo denomino, “los negocios del Padre”, gestados en las zonas libres del
tiempo y en donde el buscador puede en forma consciente contribuir al
desarrollo del Plan de Dios aquí en la Tierra. (Infalibilidad del papa, cuando
habla ex cátedra)
¿QUÉ ES EXACTAMENTE UN ÁNGEL O UN DEVA?
Podríamos responder, que se trata de una
Entidad espiritual, poseyendo un poder incalificable sobre los éteres del
espacio, sobre la sustancia material, que entra en la composición de todos los
planos del Sistema Solar, y sobre los elementos que entran en la composición de
todo cuerpo de sustancia. En la vida central de la Divinidad, durante el
proceso activo de creación de un Universo, se manifiestan siete elementos vivos
como base de la estructuración de todo tipo de formas. De ellos, solamente
conocemos cinco: la Tierra (Hatha Yoga), el agua (Bakti Yoga), el fuego (Raja
Yoga), el aire (Agni Yoga), y el éter (Devi Yoga). Los otros dos, cuya infinita
sutilidad solo pueden ser percibidos por el Alto Iniciado de nuestro Planeta,
constituyen la base del Misterio iniciático, y no podemos entrar por lo tanto,
en detalles acerca de los mismos. Bastará señalar, que los elementos
constituyen la base estructural de los planos átmico y monádico, en donde los
seres humanos, no poseen todavía cuerpos definidos.
Con referencia a las vidas de los Devas, se
puede señalar que sus Jerarquías se extienden desde el plano ádico, el de la
propia vida interna de la Divinidad, hasta el plano físico, en donde realizamos
nuestra evolución los seres humanos. Podemos afirmar que el espacio, el éter
que lo llena, y los elementos naturales coexistentes en cada plano de la
Naturaleza, constituyen la Vida expresiva de los devas, pudiendo asegurar
que no existen “vacíos” en el cosmos absoluto, sino que todo está lleno de la
sustancia vital de los devas como agentes creativos de Dios. Por lo tanto,
Bakti Yoga y Raja Yoga son actividades universales que tratan de aprovechar el
poder del alma Superior o Ángel Solar, sobre nuestras mentes y emociones. En
esta área de poder, en este “circulo- no –se- pasa”, dentro de los planos
emocional y mental, se va creando un vacio de características personales, que
se va llenando progresivamente de elementos dévicos de gran sutilidad, y de más
elevada vibración, que los corrientes de nuestro estado evolutivo. De ahí, que
la práctica de Devi Yoga, fue iniciada sin que fuésemos conscientes de ello, en
las primeras etapas de nuestra búsqueda espiritual, aunque es en Agni Yoga,
donde el aspirante empieza a ser consciente de la colaboración dévica en sus
intentos de perfección. Se nos dice, que esta conciencia es realmente objetiva
en el Misterio de la Transfiguración, cuando el hombre, ha ascendido, venciendo
el imperativo de los sentidos, de la sensibilidad, y de los espejismos
mentales, al monte Tabor de su conciencia.
ENSEÑANZAS EXTRAÍDAS DE “LOS MISTERIOS DEL
YOGA”, DE VICENTE BELTRAN ANGLADA