UN BREVE TEXTO PARA
REFLEXIONAR. (Aart Jurriaanse)
Las Dos Vías
El Místico y el
Esoterista
o El Devoto y el
Conocedor
El esoterista es deliberadamente consciente del
mundo de las energías y las fuerzas, y es parte de sus funciones determinar
hasta qué punto puede él controlarlas y dirigirlas. Este acercamiento es
principalmente mental.
El místico, sin embargo, principalmente trabaja
desde el nivel emocional, y su vida se caracteriza por una aspiración profunda
y sincera hacia el contacto con algún vago concepto de la Deidad que él puede
llamar el Padre, Dios, el Cristo, Buda, el Amado, o cualquier otro nombre,
expresando un hambre del alma por la síntesis con lo espiritual, la Mónada.
El camino místico es por lo general el primer
acercamiento al esoterismo, conduciendo al aspirante a la 'primera iniciación'.
Cuando se logra este hito inicial, entonces se renuncia al misticismo, y la
atención se enfoca en adelante en el 'camino iluminado' del esoterismo que
llevará al discípulo inevitablemente a los estados más altos de conciencia y
por consiguiente a la Luz mayor.
A menudo aspirantes con una conciencia mística
altamente desarrollada tienen una inclinación ofensiva hacia las
consideraciones mentales e incluso técnicas del esoterista cuyo acercamiento está
principalmente despojado de emocionalismo. El místico se da cuenta de algo de
la verdad, pero no está interesado en que estas verdades sean presentadas
intelectualmente y claramente definidas. Sin embargo, no hay ninguna razón en
absoluto del por qué una definición más clara de todo lo que es abarcado por la
verdad debe disminuir de alguna manera la belleza y la grandeza de lo que se
revela en los planos más altos por medios esotéricos.
Al contrario, éstos 'descubrimientos’ deben
proporcionar un conocimiento más profundo de la majestad de todo lo que está
incluido en el concepto de Deidad. El reconocimiento de la existencia en la
vida de misterios mayores, y la insignificancia comparativa de las capacidades
humanas, sólo puede incrementar la humildad, con una correspondiente deferencia
hacia esos aspectos exaltados de Divinidad que son revelados gradualmente al
ojo de la mente.
También debe reconocerse que la oposición al
acercamiento esotérico es a menudo generada por la pereza mental - una forma de
inercia mística. Demanda un ejercicio mucho menos mental para expresar nuestra
aspiración y amar a Dios mediante las diferentes formas de ritual devocional
que por medio de un cuidadoso análisis mental de todos los hechos a disposición
del discípulo, apoyado por estudios que le conducirán a una más profunda
penetración y entendimiento del arcano de los mundos subjetivos.
El esoterista debe estar al mismo tiempo en
guardia para que su acercamiento no sea tan objetivo como para que él pierda el
contacto con o reprima su natural ‘percepción mística’ - esa cualidad inherente
en todo ser humano, e indicativa de la presencia del alma. Es una fuerza que
constantemente impele a cada individuo hacia adelante, esforzándose por algo
elevado e indefinido, pero que parece estar más allá de su alcance.
El Maestro Tibetano profetizó que los hombres
de la Era de Acuario, que ahora entran en la encarnación, se distinguirán por
un amplio reconocimiento de esta 'percepción mística’. Esto conducirá a un
entendimiento intuitivo de la naturaleza de las energías, y consecuentemente a
un rápido aumento en el desarrollo espiritual de la raza.
El sendero del esoterista es el de la razón, el
intelecto y el conocimiento, y por consiguiente el de la cabeza, en contraste
con el sendero del corazón expresado por la aspiración del místico. La
verdadera comprensión debe ser por consiguiente el producto y la sabia mezcla
del intelecto, el amor y la devoción. El místico y el esoterista deben ambos
seguir el sendero equilibrado de la sabiduría. El místico encontrará en el
futuro que su devoción debe guiarse por el intelecto, y esto lo llevará al
sendero del esoterista. El esoterista, sin embargo, tampoco conseguirá su meta
sin mantener o recuperar su sentido místico.
Otra manera de expresar lo anterior es declarar
que el esoterista no es sino un místico que ha elevado sus funciones desde el
plano emocional al plano mental. Individuos que normalmente exhiben estas
cualidades en sus actividades diarias llegan a lo más alto en sus profesiones,
mostrando una habilidad creativa excelente en su campo particular de servicio;
ellos también radian magnetismo personal, y tienen la destreza de congregar y
unir a las personas bajo su influencia. Éstos también son los atributos que capacitarán
a los futuros líderes mundiales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario