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viernes, 6 de diciembre de 2013

LA LEY DE LA VIDA GRUPAL (D.K.)



LA LEY DE LA VIDA GRUPAL (D.K.)


 Nuestras relaciones grupales deben ser observadas y reconocidas. El hombre no sólo debe cumplir amorosamente sus obligaciones familiares y nacionales, sino pensar en términos más amplios abarcando a la humanidad misma, y así expresar la Ley de la Hermandad. La hermandad es una cualidad grupal. Los niños que nacen ahora vienen equipados con un sentido más profundo del grupo y una conciencia grupal más desarrollada que hasta hoy. Resolverán sus propios problemas incluso el del sexo y se interrogarán a sí mismos si se les presenta un situación difícil. ¿Tenderá mi acción hacia el bien grupal? ¿Se dañará o sufrirá el grupo si hago esto o aquello? ¿Se beneficiará y obtendrá progreso e integración y unidad el grupo? Toda acción que no esté a la altura de los requisitos grupales será automáticamente rechazada. En la dilucidación de los problemas el individuo o ente, aprenderá a subordinar lentamente el bien y los placeres personales a las condiciones y requisitos grupales. La comprensión de la Ley del Renacimiento, la buena voluntad hacia todos los hombres, expresándose como inofensividad, y el deseo de lograr la buena voluntad grupal, llegarán a ser gradualmente factores determinantes en la conciencia racial y nuestra civilización se adaptará con el tiempo a estas nuevas condiciones.   
Los diversos aspectos de la vida de Dios son interdependientes y ninguno progresa hacia una mayor comprensión sin beneficiar a todo el grupo.  

ELIGIENDO A LOS CORRECTOS TRABAJADORES 
Su trabajo inmediato es encontrar personas adecuadas e inspirarlas. Se lo está entrenando para dirigir a los hombres y guiar a los aspirantes en el trabajo de construcción de la nueva era, en la que están empeñados los Grandes Seres. Tiene que aprender a discernir, a comprender y a elegir correctamente mediante el experimento, el fracaso y el éxito. Sí, hermano mío, todos los hombres son almas, pero no todos los hombres están preparados para servir desinteresadamente. Juzgar acertadamente al considerar a otros, es una cualidad necesaria. Para llevar a cabo la tarea que trata de vitalizar, no busque a los amables, gentiles, bondadosos y suaves, porque las personas muy buenas son frecuentemente ignorantes y perezosas. Busque a esas almas fuertes que responden a la necesidad de la humanidad y reaccionan  ante  el  impulso  del  amor  (que  con  tanta  abundancia  usted derrama), pero que sean capaces de pensar en términos, firmes, con planeamiento vital, actividad consecutiva y que no pierdan tiempo en bellos sueños visionarios. El místico visionario percibe el ideal, pero como no utiliza la mente, no contemporiza con las ideas maravillosas que pueden materializarse en un futuro lejano y en el actual período de apremiante necesidad. Busque a quienes no tienen un trasfondo de segundo rayo semejante al suyo, pero que le otorguen su confianza y amor, porque reconocen su sabiduría, conocen su vinculación interna con la Jerarquía y se apoyan en su experiencia y en la fuerza de su alma. No atraiga a las personas amables y delicadas, débiles y bien intencionadas, gentiles pero ineficaces, para hacer el trabajo que usted quiere realizar. Busque almas fuertes, mediante las cuales pueda aprender a trabajar. Busque a aquellos que puedan colaborar con el Plan y también a compañeros trabajadores, fuera de las filas de los sicológicamente angustiados y anormales... Debe abstenerse de incluirlos en la estructura que construya para los Grandes Seres, porque no estando preparados, serían pobres piedras en el edificio y eslabones débiles en su trabajo. Tiene que construir para el futuro. Simbólicamente, le digo: Busque a quienes han fusionado su cabeza y su corazón y sobre cuya frente resplandece el símbolo místico del constrictor. 
Que pueda integrarse más libre y plenamente en el trabajo de la Gran Logia Blanca, y entre en un compañerismo más íntimo y en relación más estrecha con los constructores de la nueva era, es el ardiente deseo y la plegaria de su amigo, su hermano y su instructor. 
Cuando pueda mantenerse con más firmeza en el ser espiritual y trabaje más definida y conscientemente con el aspecto alma, y menos absorbentemente con la personalidad, su vida se simplificará y algunos de sus excepcionales problemas de la personalidad desaparecerán. Sólo entonces su alma atraerá a quienes puedan ser sus verdaderos colaboradores. 
Le haré aquí una insinuación: No busque a quienes sean espirituales en potencia, pero que no lo son todavía en expresión; busque almas maduras que no necesiten su ayuda sino su colaboración, así como usted necesita de la de ellos. Usted buscó sus colaboradores entre aquellos a quienes usted ayuda, pero allí no los encontrará. 
Una de las cosas más difíciles para los aspirantes humildes es comprender ese momento peculiar de la vida en que deben capacitarse para emprender un trabajo más discernidor, así como los instructores en el aspecto interno  aprendimos a hacerlo. No trabajamos con quienes piden nuestra ayuda; dejamos que nuestros discípulos o instructores de grado inferior se ocupen de las “luces menores”. Nos limitamos a  entrenar a  las almas fuertes, a las personas de gran fortaleza, cuyas vidas puedan enfocarse en la radiación y a quienes su respuesta y esfuerzo justifiquen nuestro empeño. A muchos de los que están alrededor suyo, hermano mío, les impartió mucha fuerza y enseñanza, pero tienden a confundir la pasividad de su enseñanza y a aceptar su fuerza, en vez de emprender la difícil tarea de lograr la divina autoconfianza y la innata, que no puede ser prestada, fortaleza. Deje que esas personas se vayan y - manteniéndose como centro radiante de fuerza magnética -atraiga hacia sí a quienes colaboran con el Plan, y no a los que consumen su energía. Estudie la lista de aquellos a quienes trató de ayudar y abandónelos a sus propias almas. No se preocupe por sus críticas, dedíquese en cambio a realizar un trabajo más importante, que se le presentará cuando se haya liberado de las pegajosas manos de aspirantes bien intencionados, pero mentalmente débiles. Entonces, alrededor de la estrella, que es su alma, habrá muchos “puntos luminosos”. Algunas veces me resultó difícil encontrarlo, debido a la obscuridad de quienes lo rodeaban y casi sofocaban, al aferrarse a usted. Manténgase libre.


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