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jueves, 26 de diciembre de 2013

EL TRABAJO DE LOS GRUPOS EN LA NUEVA ERA (D.K. “EL TIBETANO”)




EL TRABAJO DE LOS GRUPOS EN LA NUEVA ERA (D.K. “EL TIBETANO”)


LIDERAZGO

Conocerlos por lo que son, a quienes ocupan una posición elevada, guían a la humanidad y tienen la responsabilidad de sacarla de la esclavitud y llevarla a la liberación. Ayúdenlos con amor, porque se hallan donde están, debido al destino individual y a la guía de sus almas.

Uno de los primeros deberes de los discípulos es aceptar los hechos como son. En la tarea de ayudar a la humanidad, como parte del grupo o Ashrama de un Maestro, una de las primeras cosas que deben saber es que han sido ubicados hombres y mujeres en posiciones de poder para llevar a cabo el Plan  divino.  Esto  debe  hacerse  sin  críticas,  evitandel  constante reconocimientde  sus  limitaciones,  comprendiendsus  problemas, percibiendo el llamado de estas almas a las de ustedes y enviándoles una constante corriente de comprensión amorosa. Ellos son discípulos más avanzados que ustedes, aunque no lo comprendan. Consciente o inconscientemente se hallan bajo la impresión de los Maestros; muy poco puede hacer el discípulo común para moldear sus pensamientos o configurar sus decisiones. Me refiero, desde luego, a los conductores de las Fuerzas de la Luz  en  el  plano  físico  externoPero  los  discípulos  y  aspirantepueden rodearlos de una barrera protectora de  luz y de amor; deben abstenerse de obstaculizarlos con la crítica mental que puede aumentar la oleada de murmuraciones que las mentes mundanas vierten sobre ellos. Los dirigentes deben aprender a permanecer solos, y lo logran si aman lo suficiente.  

¿Cles son las lecciones que deben aprender los verdaderos dirigentes? Sería de valor que le explique una o dos de ellas - en forma harto breve -de manera que pueda (si, como creo, está tan ansioso de servir a sus semejantes) empezar a asimilarlas y comprender cn necesarias son, y aplicarlas a mismo con miras a prestar un servicio más pleno y útil.

La primera es la lección de la visión. ¿Qué metas se ha fijado usted?. ¿Cl es el incentivo espiritual suficientemente fuerte, para mantenerlo con firme propósito y fiel al objetivo? Nadie puede formular la visión por usted. Ese es el problema de su propia personalidad, y gran parte de lo que haga y llegue a ser dependerá de la fuerza de la visión y de la belleza de la imagen creada por su imaginación.

La segunda es la lección del desarrollo de un correcto sentido de la proporción. Una vez que haya desarrollado y aplicado correctamente este sentido le permitirá recorrer humildemente el Camino. Todo verdadero dirigente debe ser humilde, porque comprende la magnitud de su tarea; si quiere contribuir adecuadamente debe darse cuenta de su limitada contribución (a la luz de la visión) y de la necesidad de continuar el autodesarrollo y cultivar un constante e interno aprendizaje espiritual. Por lo tanto siga aprendiendo, no se sienta satisfecho consigo mismo ni con lo realizado, pero no con un sentido morboso, sino fomentando el principio de arremeter adelante y hacia arriba. Con nuestro propio esfuerzo ayudamos a otros a lograr la realización, lo cual significa pensar con claridad, ser humilde y adaptarse constantemente.

La tercera Lección es el desarrollo del espíritu de la síntesis. Esto le permite incluir todo lo que está al alcance de su influencia y ser incluido dentro del alcance de la influencia de los que esn más evolucionados. A se establece la cadena jerárquica...

Otra lección, que en realidad deriva de la que antecede, consiste en evitar el esritu de crítica, porque la crítica conduce a erigir barreras y a perder tiempo. Aprenda a diferenciar el espíritu de crítica de la capacidad de analizar y de aplicarlo prácticamente. Aprenda a analizar la vida, las circunstancias y las personas, desde el ángulo del trabajo y no desde el punto de vista de su personalidad y también del Ashrama, y no del ejecutivo o del maestro de escuela en el plano físico.  

 ¿Puede imaginarse su reacción cuando --como dirigente-- deba cargar  co la   culpa  d todo  fracaso,  aunque  personalmente  n sea responsable; aceptar sin represalias las acometidas de aquellos a quienes está tratando de ayudar, que esperan demasiado de usted y lo obligan a vivir en el resplandor de la opinión pública; ¿qué hará cuando los colaboradores que ha elegido sean incomprensivos, desleales, critiquen injustamente y enfrenten su ambición a la suya, se nieguen a ver su punto de vista deliberadamente y hablan de usted con otras personas, para despertar resentimientos, resentimientos probablemente sin base alguna? Estas son cosas que su personalidad no acepta fácilmente, y será mejor que su imaginación creadora empezara  a  ocuparse  de  esos  problemas,  a  fin  de  que  los  emergentes principios del comportamiento aparezcan con toda claridad. ¿Posee en su corazón la virtud interna de aceptar los errores y debilidades o admitir que se equivo en la técnica o método de acercamiento, al juzgar o al hablar, en el caso de que fuera necesario evitar una ruptura o en bien del trabajo?  

 GRUPOS DE LA NUEVA ERA

Para  los  que  actuamos  en  el  aspecto  interno,  los  trabajadores mundiales se dividen en tres grupos:

Los  pocos  y  muy  diseminados,  verdaderos  acuarianos. Trabajan en condiciones muy difíciles, porque su visión va más allá de la comprensión de la mayoría, y con frecuencia se enfrentan con la incomprensión los constantes desengaños, de sus colaboradores y además se hallan muy solos.

Los directamente pisceanos. Trabajan con mayor facilidad y hallan respuesta más rápida de quienes lo rodean. Su trabajo es más doctrinario, menos incluyente y matizado por el espíritu de separatividad. Abarcan la masa de trabajadores mundiales en todos los campos del pensamiento y bienestar humanos.

Los  pisceanos  que  esn  suficientemente  desarrollados para responder al mensaje acuariano, pero n no tienen confianza en mismos para los verdaderos mensajes y métodos acuarianos de trabajo.

Por ejemplo, en el campo político poseen un sentido del internacionalismo, pero no pueden aplicarlo cuando tienen que comprender a otros. Creen poseer conciencia universal, pero cuando deben ponerla a prueba emplean la discriminación y la eliminación. Constituyen un grupo [i476] mucho más pequeño que el de los verdaderos pisceanos, están haciendo un buen trabajo y llenan un lugar muy necesario. Sin embargo, presentan un problema para el trabajador acuariano, porque si bien responden al ideal y se consideran a mismos como de la nueva era, en realidad no lo son. Ven una parte de la visión y han captado la teoría, pero no pueden expresarla en la acción.

Tenemos a estos tres grupos que efectúan un trabajo muy necesario, llegando a las multitudes mediante su esfuerzo unido y cumpliendo a su deber o dharma. Un grupo trabaja necesariamente bajo el espejismo de la opinión pública. El grupo intermedio tiene una tarea muy difícil que cumplir, porque donde no hay clara visión la voz de su medio ambiente elegido y la voz del grupo interno de los Conocedores del mundo esn con frecuencia en conflicto, y el grupo es arrastrado de acá para allá, a medida que responde primeramente a unas y después a otras. El grupo de quienes responden más plenamente a las entrantes vibraciones acuarianas, registran las voces de los conductores de los otros dos grupos, pero la voz de los Maestros guías y la  voz del grupo de los Maestros del mundo, sirven para conducirlo infaliblemente hacia adelante.  

El séptimo rayo traerá a la conciencia de los futuros iniciados el concepto  del  servicio  y  el  sacrificio  grupales.  Esto  inaugurará  la  era  del servicio divino. La visión del individuo entregado al sacrificio y al servicio en el grupo y para el ideal del grupo, será la meta de la masa de pensadores avanzados en la Nueva Era, mientras que para el resto de la humanidad la hermandad será la tónica de sus esfuerzos. Estas palabras tienen una connotación y significación más amplia de lo que pueden saber y comprender los pensadores de hoy.  

EL REINO DE DIOS EN LA TIERRA

Es importante que se den cuenta que hoy está aconteciendo algo nuevo. Que está surgiendo un nuevo reino de la naturaleza, el quinto, es decir, el reino de Dios en la tierra o el reino de las almas. Este se está precipitando en la tierra y se está formando con quienes van siendo conscientes del grupo y pueden trabajar en formación grupal, lo cual será posible porque alcanzarán la perfección autoiniciada (aunque relativa) y se identificarán con ciertas expansiones grupales de conciencia, y también porque amarán a sus semejantes, a como en el pasado se amaron a mismos. Reflexionen detenidamente hermanos míos y capten, si pueden, la plena significación de esta última frase.

 Su tarea consistirá mayormente en resumir y hacer efectivo el trabajo de esos dos grandes Hijos de Dios, el Buda y el Cristo. Como bien saben, el Buda trajo iluminación al mundo y encarnó el principio de la sabiduría; el Cristo trajo el amor al mundo, y encarnó en Sí Mismo un gran principio cósmico, el del amor. ¿Qué podemos hacer para que Su trabajo sea efectivo? El proceso incluirá tres aspectos:


I.     El esfuerzo individual, por parte del discípulo, utilizando la cnica del desapego, del desapasionamiento y del discernimiento, que el Buda enseñó.

II.      La  iniciación  grupal,  posible  por  el  esfuerzo  autoiniciaddel discípulo  individual,  que  cumpliendo  los  mandatos  del  Cristo traerá la completa subordinación de la personalidad y del ente, al interés y bien grupales.


III.     El esfuerzo grupal, llevado a cabo como grupo, a fin de amar a todos los seres y captar y comprender la verdadera significación de la cnica acuariana de amor y trabajo grupales.

Cristo anunció que el Reino de Dios se hallaba en la Tierra, y también dijo que buscáramos primeramente ese Reino, considerando todo lo des como secundario. Ese Reino formado por aquellos que en el transcurso de las épocas persiguieron fines espirituales y se liberaron de las limitaciones del cuerpo físico, del dominio emocional y de la mente obstaculizadora, ha estado siempre con nosotros. Sus ciudadanos, desconocidos para ¡a mayoría, tienen cuerpo físico, trabajan para el bienestar de la humanidad, aplican la técnica general del amor, en vez de la emoción, y constituyen ese gran grupo de “Mentes Iluminadas” que guían los destinos del mundo. El Reino de Dios no es algo que descenderá sobre la Tierra cuando el hombre sea suficientemente bueno. Es algo que ya está actuando eficientemente y demanda reconocimiento. Este grupo organizado ya está reconocido por quienes en verdad buscan primeramente el Reino de Dios y con ello descubren que tal Reino ya está aquí. Muchos saben que Cristo y sus discípulos están presentes física- mente en la Tierra; saben también que el Reino que Ellos rigen posee sus leyes y modos de actuar, siendo conocido por muchas personas a través de los siglos.

Cristo es el sanador y Salvador del mundo. Aca porque es el alma personificada de toda Realidad. Actúa hoy, como lo hizo en Palestina hace dos mil años, por intermedio de grupos. Allí actuó por medio de sus tres discípulos amados, de los doce apóstoles, de los setenta [i478] elegidos y de los quinientos seguidores. El ahora actúa por intermedio de los Maestros y de Sus grupos, intensificando grandemente Su esfuerzo. Puede actuar y lo hará, por intermedio de todos los grupos, en la medida en que se adapten al servicio planeado de difundir amor y lograr alinearse conscientemente con el gran poder de los grupos internos.

Esos grupos siempre han proclamado la Presencia física del Cristo, han tergiversado de tal manera la enseñanza con afirmaciones dogmáticas sobre detalles sin importancia y enunciados ridículos, que la verdad subyacente no ha sido reconocida, ni han presentado un Reino atrayente. Ese reino existe, pero no es un lugar de disciplina ni de arpas doradas, habitado por fanáticos ignorantes, sino un campo de servicio, un lugar donde todo hombre tiene plena libertad para ejercer su divinidad al servicio de la humanidad.  

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