LA SOLEDAD (A.C.V.)
Los
discípulos se desarrollan solos, palpando su camino y descubriendo su propia
línea particular de acercamiento al centro de donde surge la luz, respondiendo
firmemente, en la soledad, al llamado del deber y del servicio.
Hay
que trabajar con firmeza en la línea de servicio elegida. Para estas almas
constituirá un problema cuando llegue el momento de fusionar sus identidades en
el alma de un grupo, infringiendo y negando su aislamiento personal. Este
aislamiento no se debe a tendencia separatista, porque tal condición es
contrarrestada por su amor profundamente arraigado a los Maestros y a la
humanidad. Es resultado de la soledad esencial que el discípulo ha tenido que
vivir para fortalecer el equipo necesario de quienes luchan por llegar al
Portal de la Iniciación.
Debe
cumplirse el voto de silencio que hacen los discípulos, pero al mismo tiempo se
debe cultivar el poder de compartir, el conocimiento y la experiencia, más lo
adquirido por la iluminación. De acuerdo a la luz que afluye desde el Centro de
Luz, todo lo que concierne a la personalidad y al servicio debe quedar
revelado, no deben existir secretos; sin embargo, las revelaciones que llegan a
medida que uno avanza por el sendero deben permanecer y sólo podrán saberlas
quienes comparten los mismos secretos. Debe cultivarse el silencio respecto a
la relación con el grupo, los Maestros y la Jerarquía, más los conocimientos
que el discípulo comparte con quienes
huellan el Camino a la par suya. He aquí la necesidad del reconocimiento de los
compañeros de camino.
También
debe abstenerse de impartir el conocimiento que posee, porque es peligroso para
quienes aún no están en el sendero del discipulado. Se debe desarrollar la
habilidad de actuar para divulgar información, así como también hay que desarrollar
la actitud correcta. Es importante
comprender que el actual ciclo de soledad es objetivamente real, pero
subjetivamente puede decirse que ha terminado.
El
problema personal se agranda y se hace excesivamente complejo, debido a las
reacciones de los asociados inmediatos y al
arduo esfuerzo por aliviar la carga que se lleva sobre los hombros. No
aliviemos en exceso la carga de nuestros hermanos. Las almas debemos gozar del derecho de aprender todas las lecciones, y un corazón demasiado blando no siempre
constituye una posesión muy útil, lo cual no significa no tener un corazón amoroso que es siempre necesario.
No
quitemos a los demás el derecho de sostenerse solos, mediante un despliegue
demasiado grande de ese amor protector...
Enfrentemos por nosotros mismos las cuestiones del alma que se nos
presenten por medio de las lecciones materiales, así podremos venir en la
próxima vida mejor equipados para amar, trabajar y vivir altruistamente.
El
verdadero amor debe entenderse en su profundidad y observar pacíficamente y
divinamente indiferentes, mientras otros aprenden sus lecciones.
Se
piensa con claridad, cuando las emociones de los demás no nos abruman ni
arrastran nuestro cuerpo astral junto con el de ellos. No nos dejemos abrumar,
no creamos que hay fracaso en algún aspecto cuando otros no enfrentan las cosas
como es debido. Las reacciones de los demás no son responsabilidades nuestras.
Sí es nuestra responsabilidad darles fortaleza y desapego. Por lo tanto, no nos
hagamos cargo de responsabilidades que no nos correspondan. Esta es una de las lecciones más difíciles
que el iniciado tiene que aprender antes de ser admitido como trabajador activo
en la Jerarquía de Amor.
Todo
lo que cualquier discípulo o aspirante debe hacer en relación con sus
semejantes, es estimular la luz que está en ellos, dándoles libertad para que
caminen en su propia luz y a su manera en el sendero.
Todo
discípulo que alcanza su etapa de desarrollo, debe aprender a permanecer
completamente solo, incluso sin contacto con el Maestro. A veces hasta su
propia alma parece estar silenciosa. Se está desarrollando el discípulo y
tendrá que atravesar la denominada “la
oscura noche del alma”. No obstante, todo esto es sólo parte de la gran ilusión
y debe ser superada y disipada. Cuando se ha logrado esta victoria y se puso de
manifiesto la disposición de trabajar solo y sin dirección ashrámica aparente -
excepto un conocimiento general del Plan -, el discípulo entonces ha demostrado
que se puede confiar en él; entonces queda disponible para alcanzar un grado
superior y se le puede dar mayor responsabilidad en esta vida o en la próxima.
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