EL
CORAZÓN COMO ÓRGANO DE SENSACIÓN
A.C.V.
Hablando
de la Doctrina del Corazón vamos a manejar una serie de ideas o conceptos que
vamos a intentar definir con mayor o menor exactitud.
Las
sensaciones que recibimos tienen su base fundamental en los sentidos. Hay unos acontecimientos a los cuales el ser
humano es sensible produciéndole sensaciones. Digamos que esas sensaciones son
un principio que nos dan la opción de poder captar los distintos hechos
con mayor o menor profundidad.
La
Conciencia o Percepción, es la suma de
esa primera sensación que hemos recibido, pero siempre fundamentada en un análisis mental o incluso espiritual.
Dependiendo de ese análisis o profundización, la percepción va a estar más o
menos cercana a la verdad.
La
diferencia entre sensación y percepción es que en la primera funcionan
principalmente los sentidos, y en la segunda el fundamento principal está en la
argumentación o fondo verdaderamente espiritual.
Aquí
estamos manejando nuestros órganos sensoriales o sentidos y con este motivo se
van a producir acciones. La observación y la acción generan al alma consciente.
Las reacciones son propias de la
personalidad y se generan ante los distintos hechos de cualquier
tipo, entonces reaccionamos y nuestros
sentidos y emociones se manifiestan en uno u otro sentido (a favor o en
contra), está actuando nuestra personalidad.
Como
hemos dicho la Percepción va un paso más allá de la Sensación. Con la
percepción ya usamos como mínimo la mente y mejor Percepción todavía si ya
hemos trascendido la mente y la personalidad ya está expresando al alma. En
este último caso puede decirse que en su sentido más auténtico, la Iluminación
es una forma de percepción o la percepción más verdadera. Con el uso de la
mente la posible percepción está más sujeta a error, sin embargo si es el alma,
el corazón, el que nos hace ver, quiere decir que ya estamos en la luz.
Se
entiende que estamos iluminados cuando ya estamos fusionados con el alma y
somos almas encarnadas, y nuestra personalidad expresa al alma. Esta
iluminación como trasciende la
personalidad, ya es más sensible al dolor ajeno, al sufrimiento de los otros, y
puede decirse que esa sensibilidad es una forma de iluminación.
Todas
estas manifestaciones físicas, emocionales y
mentales, son nuestro mecanismo de respuesta al alma, porque a través de
los tres cuerpos o personalidad expresamos las sensaciones que tenemos. Si ya
hablamos de percepción, nuestro mecanismo de respuesta va a actuar de forma más
elevada, desde la luz.
Cuando ya
sentimos la necesidad de trascender la mente y trabajamos en ese proceso,
estamos iniciándonos en la Doctrina del Corazón, porque ya no es la razón la
que argumenta y juzga, ya que se ha
realizado ese trabajo, es el alma, el
corazón con sus atributos de Amor-Sabiduría quien ilumina nuestra vida. Así
podremos ser más fuertes que el hierro y más sensibles que una flor, pero
llegar hasta este punto exige muchas noches oscuras del alma porque estamos entrando
en un terreno que no conocemos y que no dominamos y el aprendizaje nos va a
mostrar la soledad y las espinas más profundas, al mismo tiempo que nos va a
hacer conocernos en su más auténtica realidad y vamos a tener que reconocernos
en muchas cosas y en muchos fallos.
El Camino
iluminado es el único camino para conocer verdaderamente lo Real y establecer
relaciones realmente causales. Las afirmaciones del Corazón equilibran siempre
las negaciones de la cabeza y el discernimiento pasa a ser el correcto equilibrio
entre el corazón que afirma y la selectividad de la cabeza que niega. El amor relaciona todo lo que existe, el amor
es pura relación. La Luz revela el Amor y el Amor revela la Luz.
Seguramente
que seremos más sensibles ahora en lo que respecta al verdadero método del
corazón, que hace un tiempo. Muy posiblemente antes, éramos infinitamente más
sensibles en emociones pero no en lo que es el auténtico amor que ahora estamos aprendiendo.
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