Mi lista de blogs y bibliotecas

domingo, 22 de septiembre de 2013

OBEDIENCIA ESOTÉRICA




OBEDIENCIA ESOTÉRICA
Textos del Maestro D.K. “El Tibetano”

¿Cuál es esa obediencia esotérica de que tanto oímos hablar? No es lo que muchos grupos esotéricos creen. Tampoco es el control ejercido por una organización externa, dedicada al seudo trabajo esotérico. No son las condiciones impuestas por un ins­tructor de determinada categoría, ni consiste en cambiar el con­junto de ideas que nos aprisionan, por otro de mayor importan­cia o alcance. Una prisión, ya sea una pequeña celda o una isla solitaria de vasta extensión, de la cual es imposible escapar, cons­tituyen siempre una prisión.

La autoridad a la cual respondemos los Instructores del as­pecto interno, es de naturaleza dual, y ustedes (como unidades de un grupo) recién empiezan a responder. ¿A qué responden?

1.    Al lento surgimiento de la comprensión de la "luz que está más allá", empleando esta frase como símbolo. Esta luz de distinto atractivo para cada individuo. Sin embargo es UNA LUZ. Pero su reconocimiento revela nuevas leyes y responsabilidades, nuevos deberes y obligaciones y nue­vas relaciones con otros, los cuales constituyen la autoridad a la que nadie puede escapar aunque pueden desobedecerla, en tiempo y espacio, durante un período temporario.

2.    A la autoridad de las Reglas del Camino impuesta cuando se pasa del Sendero de Probación al Sendero del Discipulado. Sin embargo es UN CAMINO. En este "estrecho sendero del filo de la navaja", se aprende a caminar con disciplina, discreción y  carencia de deseos, experimentados al unísono con los condiscípulos.

Breve y sucintamente, ¿cuáles son las Reglas del Camino? Per­mítanme proporcionarles las seis reglas más simples, pidién­doles recordar que no son impuestas autoritariamente por una arbitraria Junta de Directores, corno lo sería un instructor o los instructores de grupos (de los cuales, lógicamente, yo podría ser uno), sino que es el resultado de las condiciones que imperan en el Sendero; llevan en sí la garantía de la propia alma del hombre y son el resultado de la experiencia de millones de viajeros que recorren ese sendero. Les daré las seis reglas (tal como las he dado a otros aspirantes)* en su forma antigua y simbólica y las traduciré, lo mejor que pueda, de los antiguos registros que exis­ten en el Aula de la Sabiduría y están a disposición de los discí­pulos dedicados, como ustedes.


(Reglas del Camino)

1.El Camino se recorre a la plena luz del día, la cual es pro­yectada sobre el Sendero por Aquellos que saben y guían. Nada puede ocultarse, y en cada vuelta de ese camino el hombre debe enfrentarse a sí mismo.

2.En el Camino lo oculto es revelado. Cada uno ve y conoce la villanía del otro. No encuentro otra palabra para traducir la antigua palabra que designa la estupidez y la vileza no reveladas, la burda ignorancia y el propio interés, caracte­rísticas sobresalientes del aspirante común. Sin embargo a pesar de esa gran revelación, no es posible volver atrás, des­preciar a  los demás ni vacilar en el Camino. El Camino va hacia el día.

3.Ese Camino no se recorre solo. No hay prisa ni apremio. No hay tiempo que perder. Cada peregrino, sabiéndolo, apre­sura sus pasos y se encuentra rodeado por sus semejantes. Algunos logran pasar adelante, él los sigue. Otros caminan detrás, él marca el paso. No camina solo.

4.Tres cosas debe evitar el peregrino. Llevar un capuchón o velo, que oculte su rostro a los demás, un cántaro que sólo contenga suficiente agua para sus propias necesidades y un báculo sin horqueta.

5.Cada Peregrino en el Camino, debe llevar consigo lo nece­sario; un brasero para dar calor a sus semejantes; una lámpa­ra para iluminar su corazón y mostrar a sus semejantes la na­turaleza de su vida oculta; una talega con oro que no ha de esparcir por el Camino sino compartirlo con los demás; una  vasija cerrada donde guarda todas sus aspiraciones para arrojarlas a los pies de Aquel que espera en el portal para darle la bienvenida.

6.A medida que el Peregrino recorre el Camino debe tener el oído atento, la mano dadivosa, la lengua silenciosa. el corazón casto, la voz áurea, el pie ligero y el ojo, que ve en la luz, abierto. Él sabe que no camina solo.

La Ilusión del Poder es quizás una de las primeras y más serias pruebas que se le presenta al aspirante y también uno de los mejo­res ejemplos de este "gran error"; por lo tanto, les pido que lo con­sideren como algo contra lo cual deben precaverse cuidadosamente.

La palabra ilusión es utilizada frecuentemente con ligereza para significar falta de conocimiento, opiniones variables, espejismos, in­comprensión, confusión síquica, predominio de los poderes síquicos inferiores y muchas otras formas de ilusión mundana. Pero ha llegado el momento en que debe ser empleada con un desarrollado sentido de discriminación por el discípulo; él debe conocer y comprender con claridad la naturaleza de ese miasma fenoménico en el cual actúa la humanidad. A los efectos de la claridad y con el fin de distinguir más definida y efectivamente los tipos de ilu­sión en que se mueve el alma, y de los cuales tiene que liberarse, será necesario que dividamos la Gran Ilusión (con sus di­versos aspectos) en sus partes componentes, en tiempo y espa­cio; esto intenté hacerlo parcialmente cuando definí las palabras  Maya, Espejismo, Ilusión y el Morador en el Umbral. Les pido que mantengan con claridad en sus mentes estas diferencias, y que estudien con cuidado la clasificación dada con anterioridad.

La mente del hombre (que está len­tamente llegando a ser el centro de su conciencia y la mayor realidad de su existencia) se hace consciente de este nuevo e inexplorado mundo de ideas, se apodera de alguna idea o con­junto de ideas y trata de apropiarse de ellas. Al principio, en la mayoría de las personas y especialmente en el tipo místico común, la comprensión de las ideas es vaga y nebulosa y, frecuentemente, llega a ellas mediante la comprensión de otro. La iluminación, pro­ducida por el débil contacto con el alma, es considerada por el inexperto neófito como una maravilla suprema y de vital im­portancia. Las ideas con que ha hecho contacto le parecen porten­tosas, excepcionalmente insólitas y vitalmente necesarias para la humanidad.

La idea que ha surgido en su conciencia, por el parcial despertar de su intuición, será distorsionada de dis­tintas maneras al descender a la conciencia cerebral. Su contri­bución, para materializar la idea y trasformarla en un programa práctico y activo, es todavía completamente inadecuada. El equipo aún es deficiente e inexacto. La manera en que se produce esta distorsión y el descenso de la idea puede describirse como: El paso de una idea del plano de la intuición al cerebro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Última entrada

LA INICIACION Y LOS RAYOS

LA INICIACION Y LOS RAYOS   1. Después de la tercera iniciación, [el hombre] localiza (si corresponde esta palabra tan inadecuada) su alma e...