ETAPA
ALCANZADA EN EL SENDERO DE EVOLUCIÓN
El problema consiste en
descubrir en qué peldaño de la escala y nivel nos encontramos en determinado
momento. Detrás de cada ser humano se extiende una larga serie de vidas, y
muchos se dirigen ahora a la etapa de la dominante y egoísta expresión de la
personalidad, y con plena conciencia se van formando como individuos. Esto para
ellos constituye un paso adelante, así como lo es el discipulado para ustedes.
Otros ya han formado su personalidad y comienzan a experimentar con la energía
que fluye a través de ellos y a reunir a su alrededor a esas personas que
vibran en la misma nota, y para quienes tienen que dar un mensaje definido.
Esto explica los miles de pequeños grupos que existen y trabajan en el mundo en
todos los campos conocidos de la expresión humana. Otros han sobrepasado esa
etapa y se están descentralizando de la expresión de la personalidad en los
tres mundos de la vida humana, motivados por el aspecto superior de la energía
de la personalidad. Ya no trabajan, proyectan, ni luchan, para expresar sus
personalidades y hacer un impacto individual en el mundo, tampoco para reunir
magnéticamente a su alrededor un grupo de personas que respeten y nutran las
fuentes de su orgullo y ambición, haciéndolos influyentes e importantes.
Empiezan a ver las cosas bajo una perspectiva más nueva y auténtica. A la luz
del Todo se desvanece la luz del pequeño yo, así como la luz inherente a todo
átomo del cuerpo se une y queda anulada en la luz de alma, cuando ésta resplandece
en toda su gloria.
Cuando esta etapa de altruismo, servicio y
subordinación al Yo uno y de sacrificio al grupo, llega a ser el objetivo, el
hombre ha alcanzado la etapa en que puede ser aceptado en ese grupo de
místicos, conocedores mundiales y trabajadores grupales, que es el reflejo de
la Jerarquía planetaria en el plano físico.
Se ha difundido tanta información errónea y se ha
puesto tan poco énfasis inteligente sobre el estado y la posición de lo que se
denomina la jerarquía de almas, que los discípulos sensatos y equilibrados
tratan ahora de dirigir sus pensamientos en otras direcciones y eliminar en lo
posible todo pensamiento referente a grados y esferas de actividad...Si estas
etapas son consideradas sensatamente por lo que son ‑estados de expansión de
conciencia y grados de responsabilidad‑ entonces el peligro de reacciones
personales hacia los términos “discípulo aceptado, iniciado, adepto, maestro”,
sería insignificante y se evitarían muchas dificultades. Hay que recordar
siempre que el estado individual debe mantenerse estrictamente para sí mismo, y
el punto de evolución...será demostrado mediante una vida de servicio activo y
altruista y por la manifestación de una visión iluminada que está por encima de
la idea racial.
Al reunir hoy al Nuevo Grupo de Trabajadores del
Mundo, debe tenerse gran precaución. Cada trabajador es solo responsable de sí
mismo, de su servicio y de nadie más. Es prudente medir y tener una idea
aproximada del estado evolutivo, no basándose en pretensiones sino en el
trabajo efectuado y en el amor y la sabiduría demostrados.
El punto alcanzado por un Maestro es elevado sólo
relativamente, pues se ha de recordar que cuando lo alcanza, comprueba que es
realmente inferior, comparado con la perspectiva que se extiende ante El. Cada
expansión de conciencia y cada peldaño de la escala, no hace más que abrir
ante el iniciado otra esfera que ha de abarcar y otro paso que ha de avanzar.
Cada iniciación lograda sólo revela otras más elevadas a alcanzar, de manera
que nunca se llega al punto en que el aspirante (sea un hombre común, iniciado,
Maestro, Chohan o Buda) puede permanecer en condición estática, incapaz de
mayor progreso. Hasta el Logos Mismo aspira llegar, y aún Aquel a Quien el
Logos aspira, a su vez, aspira llegar a otro superior a Él.
Lo que ocurre en el sistema se repite en los planos
cósmicos y lo que se aprende aquí debe aprenderse nuevamente, en más vasta
escala, en el cosmos mismo. Esta idea encierra inspiración y desenvolvimiento,
no cansancio ni desesperación. La recompensa que viene con cada paso adelante,
el gozo que acompaña a toda nueva comprensión, compensar al luchador aspirante
en forma adecuada.
No obstante es evidente que los discípulos e iniciados
conozcan esencial y exactamente el lugar que ocupan en el sendero, aspecto
final de la escala de evolución; de lo contrario interpretarán mal el llamado,
y no reconocerán la fuente de donde proviene el sonido. Cuán fácilmente puede
suceder esto lo evidencia todo instructor avanzado de ocultismo y esoterismo
cuando comprueba la facilidad con que las personas insignificantes y los principiantes
interpretan los llamados y mensajes que oyen o reciben, como provenientes de
una fuente superior y elevada, mientras probablemente lo que oyen emana de sus
propias subconciencias, de sus propias almas o de algún instructor (no un
Maestro) que trata de ayudarlos.
Debe recordarse que actualmente el mundo está lleno de
hombres que han recibido alguna de las iniciaciones y hay grandes discípulos,
pertenecientes a todos los rayos, que se desempeñan en el plano físico como
trabajadores avanzados para la humanidad, regidos por la Jerarquía; habrá
muchos más durante los próximos cien años (escrito en 1949). El cerebro físico
de algunos de ellos no registra su particular categoría jerárquica pues han
eliminado deliberadamente este conocimiento a fin de llevar a cabo determinado
trabajo. Lo que aquí escribo está destinado ‑durante los próximos cuarenta
años‑ a llegar a sus manos, con el intento deliberado de hacer surgir a la
superficie de su conciencia cerebral, quiénes y qué son Ellos en realidad. Esta
es una parte del programa planificado por la Jerarquía, previamente a la
exteriorización de los ashramas. Los Maestros creen que estos discípulos e
iniciados avanzados (en su lugar) deben empezar pronto a trabajar con más
autoridad. Esto no significa que afirmarán su identidad espiritual y pretenderán
tener categoría de iniciados. Tampoco podrían hacerlo, debido a su etapa en la
escala de la evolución espiritual. Pero ‑sabiendo quiénes son, desde el ángulo
de la Jerarquía, y lo que se espera de ellos‑ fortificarán su trabajo, atraerán
más energía e indicarán el camino con mayor claridad. Se reconocerá su
sabiduría, así como también su compasión, pero ellos mismos se relegarán a un
segundo plano; quizás aparenten ser menos activos externamente, siendo por ello
erróneamente juzgados, pero su influencia espiritual aumentará, y no les
importará lo que piensen de ellos. Reconocen además los puntos de vista
erróneos de las religiones modernas, respecto a Cristo; algunos podrán ser
perseguidos en su propia comunidad, o por quienes ellos tratan de ayudar. Nada
de esto les incomodará. Su camino está claro y conocen la extensión de su
servicio.
El discipulado debe ser reconocido. No debe existir un
falso orgullo cuando uno sabe que es un discípulo...Reconocer tal categoría es,
sin embargo, una cuestión estrictamente personal; debe enfrentarla, aceptarla y
luego guardar silencio.
A. A. B. constantemente se opone, con mi total
aprobación, a la malsana curiosidad respecto de títulos y categorías, lo cual
constituye una plaga en muchos grupos esotéricos, y conduce a la competencia
desmedida, envidia, críticas y pretensiones, que caracterizan a la generalidad
de esos grupos ocultistas, inutilizando la mayoría de sus publicaciones e
impidiendo al público recibir las enseñanzas en toda su pureza y sencillez.
Estado y título, categoría y posición, nada significan. Lo que vale es la enseñanza,
es decir, su verdad y su llamado intuitivo. Esto debe tenerse constantemente
presente.
Al reunir hoy al Nuevo Grupo de Trabajadores del Mundo, debe tenerse gran precaución. Cada trabajador es solo responsable de sí mismo, de su servicio y de nadie más. Es prudente medir y tener una idea aproximada del estado evolutivo, no basándose en pretensiones sino en el trabajo efectuado y en el amor y la sabiduría demostrados.
ResponderEliminarEl punto alcanzado por un Maestro es elevado sólo relativamente, pues se ha de recordar que cuando lo alcanza, comprueba que es realmente inferior, comparado con la perspectiva que se extiende ante El. Cada expansión de conciencia y cada peldaño de la escala, no hace más que abrir ante el iniciado otra esfera que ha de abarcar y otro paso que ha de avanzar.