INICIACIONES:
PREPARÁNDOSE PARA LA INICIACIÓN (D.K.)
Por Aart Juriaanse
La vida del probacionista y del discípulo prepara al
individuo para el Sendero de Iniciación. Marca esa fase en el desarrollo del
hombre en que comienza a colaborar deliberada y conscientemente con las fuerzas
evolutivas, y trabaja en la reconstrucción y fortalecimiento de su carácter. Es
consciente de algunos de sus defectos y sistemáticamente intenta rectificar
aquello que le falta, cultivar buenas cualidades y poner a la personalidad
coordinada bajo el control del alma.
En tiempos pasados el entrenamiento de discípulos tenía lugar
normalmente bajo la instrucción directa de un discípulo avanzado o 'Guru'. Este
entrenamiento era en gran parte de una naturaleza mística. Con las cambiantes
condiciones del mundo y particularmente con el rápido aumento de la
inteligencia de las razas, especialmente en las razas occidentales, el
discípulo está consiguiendo hoy una mejor comprensión mental de los principios
subyacentes de la vida y, con la literatura disponible, está en posición de
hacer un progreso esotérico considerable mediante auto-estudio.
Un equipo mental mejorado, sin embargo, también tiene como
resultado la obtención de los valores del discipulado, y por eso los Maestros
ahora exigen cualidades superiores a las exigidas anteriormente.
Los estudiantes interesados en el campo del esoterismo
descubrirán que de algún modo – a menudo aparentemente de forma inexplicable, o
'por casualidad' – llegará a sus manos justo el libro apropiado. Esta
manipulación de condiciones normalmente es el trabajo de ayudantes invisibles
del 'otro lado' – discípulos avanzados en los niveles etéricos que son
designados por el Maestro para ayudar a discípulos más jóvenes que se esfuerzan
bajo las dificultades físicas. En lo que a esto se refiere, sin embargo, debe
recordarse que el alma es, y siempre será, el soporte principal del hombre y la
guía principal en relación con todas las decisiones y actitudes acerca de los
aspectos espirituales del ser o la calidad de vida. Pero hay también muchos
otros aspectos que afectan las condiciones y circunstancias medioambientales
del discípulo, sobre los que el alma no tiene ningún control directo, y donde
este 'ayudante invisible' puede ser de inestimable ayuda.
Este guía a menudo sin darnos cuenta contribuye a allanar todo
tipo de dificultades externas, y en muchos casos es el factor que se oculta
detrás de la escena y que es responsable de esos sucesos que frecuentemente
pasamos un poco por alto y que llamamos nuestra 'buena suerte'. Las personas
que creen en su buena suerte son por lo general quienes colaboran con sus
ayudantes de una manera positiva, mientras que los 'desafortunados' normalmente
tienen un enfoque negativo y por consiguiente hacen las cosas difíciles para
sus guías y para sí mismos.
Pero volviendo al tema de los estudios esotéricos, el
estudiante dedicado descubrirá que de alguna forma u otra siempre puede
adquirir la literatura que necesita para su etapa particular de desarrollo.
Puede, además, estar seguro de que si sus genuinas necesidades espirituales
llegaran a exceder el alcance de la literatura a su disposición, entonces el
Maestro intervendrá y de algún modo sus requisitos serán satisfechos. Ningún
discípulo, bajo cualquiera circunstancias que su 'destino' lo haya puesto, pasa
inadvertido, y cuando a través del propio esfuerzo su luz interior comienza a
llamar la atención, su Maestro le facilitará los medios por los que se guiará a
lo largo del Sendero de Iniciación.
Aunque puede encontrarse que el estudiante ocasional por
alguna razón está trabajando solo, hay algo que atrae mutuamente a los
estudiantes esotéricos, existe la tendencia de que los estudiantes se unan a
alguna escuela esotérica o algún grupo local que sea compatible y donde el
individuo siente que está 'afiliado'.
Siempre debe recordarse que el Maestro no está en primer lugar
interesado en el desarrollo personal del discípulo, sino que ve a su alumno
como un canal potencial a través del cual las energías jerárquicas pueden
transmitirse a la humanidad. Mientras el discípulo progresa, ésta debe también
ser cada vez más su actitud personal hacia la evolución e iniciación espiritual
– no tanto cómo fomentar su beneficio personal, sino más bien cómo mejorarse a
sí mismo para llegar a ser un servidor más eficaz.
Los obstáculos o pruebas preparan al discípulo
para la Iniciación. En tiempos pasados el entrenamiento de discípulos tenía
lugar normalmente bajo la instrucción directa de un discípulo avanzado o
'Guru'. Este entrenamiento era en gran parte de una naturaleza mística.
Actualmente las razas tienen un mayor desarrollo mental y con la literatura
disponible, está en posición de hacer un progreso esotérico considerable
mediante el auto-estudio. Ningún discípulo, bajo cualquiera circunstancia pasa
inadvertido, y cuando a través del propio esfuerzo su luz interior comienza a
llamar la atención, su Maestro le facilitará los medios por los que se guiará a
lo largo del Sendero de Iniciación.
La vida del probacionista y del discípulo prepara al individuo
para el Sendero de Iniciación. Marca esa fase en el desarrollo del hombre en
que comienza a colaborar deliberada y conscientemente con las fuerzas
evolutivas, y trabaja en la reconstrucción y fortalecimiento de su carácter. Es
consciente de algunos de sus defectos y sistemáticamente intenta rectificar
aquello que le falta, cultivar buenas cualidades y poner a la personalidad
coordinada bajo el control del alma.
En tiempos pasados el entrenamiento de discípulos tenía lugar
normalmente bajo la instrucción directa de un discípulo avanzado o 'Guru'. Este
entrenamiento era en gran parte de una naturaleza mística. Con las cambiantes
condiciones del mundo y particularmente con el rápido aumento de la
inteligencia de las razas, especialmente en las razas occidentales, el
discípulo está consiguiendo hoy una mejor comprensión mental de los principios
subyacentes de la vida y, con la literatura disponible, está en posición de
hacer un progreso esotérico considerable mediante el auto-estudio.
Un equipo mental mejorado, sin embargo, también tiene como
resultado la obtención de los valores del discipulado, y por eso los Maestros
ahora exigen cualidades superiores a las exigidas anteriormente.
Los estudiantes interesados en el campo del esoterismo
descubrirán que de algún modo – a menudo aparentemente de forma inexplicable, o
'por casualidad' – llegará a sus manos justo el libro apropiado. Esta
manipulación de condiciones normalmente es el trabajo de ayudantes invisibles
del 'otro lado' – discípulos avanzados en los niveles etéricos que son
designados por el Maestro para ayudar a discípulos más jóvenes que se esfuerzan
bajo las dificultades físicas. En lo que a esto se refiere, sin embargo, debe
recordarse que el alma es, y siempre será, el soporte principal del hombre y la
guía principal en relación con todas las decisiones y actitudes acerca de los
aspectos espirituales del ser o la calidad de vida. Pero hay también muchos
otros aspectos que afectan las condiciones y circunstancias medioambientales
del discípulo, sobre los que el alma no tiene ningún control directo, y donde
este 'ayudante invisible' puede ser de inestimable ayuda.
Este guía a menudo sin darnos cuenta contribuye a allanar todo
tipo de dificultades externas, y en muchos casos es el factor que se oculta
detrás de la escena y que es responsable de esos sucesos que frecuentemente
pasamos un poco por alto y que llamamos nuestra 'buena suerte'. Las personas
que creen en su buena suerte son por lo general quienes colaboran con sus
ayudantes de una manera positiva, mientras que los 'desafortunados' normalmente
tienen un enfoque negativo y por consiguiente hacen las cosas difíciles para
sus guías y para sí mismos.
Pero volviendo al tema de los estudios esotéricos, el estudiante
dedicado descubrirá que de alguna forma u otra siempre puede adquirir la
literatura que necesita para su etapa particular de desarrollo. Puede, además,
estar seguro de que si sus genuinas necesidades espirituales llegaran a exceder
el alcance de la literatura a su disposición, entonces el Maestro intervendrá y
de algún modo sus requisitos serán satisfechos. Ningún discípulo, bajo
cualquiera circunstancias que su 'destino' lo haya puesto, pasa inadvertido, y
cuando a través del propio esfuerzo su luz interior comienza a llamar la
atención, su Maestro le facilitará los medios por los que se guiará a lo largo
del Sendero de Iniciación.
Aunque puede encontrarse que el estudiante ocasional por alguna
razón está trabajando solo, hay algo que atrae mutuamente a los estudiantes
esotéricos, existe la tendencia de que los estudiantes se unan a alguna escuela
esotérica o algún grupo local que sea compatible y donde el individuo siente
que está 'afiliado'.
Siempre debe recordarse que el Maestro no está en primer lugar
interesado en el desarrollo personal del discípulo, sino que ve a su alumno
como un canal potencial a través del cual las energías jerárquicas pueden
transmitirse a la humanidad. Mientras el discípulo progresa, ésta debe también
ser cada vez más su actitud personal hacia la evolución e iniciación espiritual
– no tanto cómo fomentar su beneficio personal, sino más bien cómo mejorarse a
sí mismo para llegar a ser un servidor más eficaz.
Esencia
Enseñanzas Maestro Tibetano
Los obstáculos
o pruebas preparan al discípulo para la Iniciación. En tiempos pasados el
entrenamiento de discípulos tenía lugar normalmente bajo la instrucción directa
de un discípulo avanzado o 'Guru'. Este entrenamiento era en gran parte de una
naturaleza mística. Actualmente las razas tienen un mayor desarrollo mental y
con la literatura disponible, está en posición de hacer un progreso esotérico
considerable mediante el auto-estudio. Ningún discípulo, bajo cualquiera
circunstancia pasa inadvertido, y cuando a través del propio esfuerzo su luz
interior comienza a llamar la atención, su Maestro le facilitará los medios por
los que se guiará a lo largo del Sendero de Iniciación.
La vida del probacionista y del discípulo prepara al individuo para el Sendero de Iniciación. Marca esa fase en el desarrollo del hombre en que comienza a colaborar deliberada y conscientemente con las fuerzas evolutivas, y trabaja en la reconstrucción y fortalecimiento de su carácter.
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