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sábado, 6 de junio de 2015

LOS RAYOS Y LAS DISTINTAS CLASES DE YOGAS. PONENCIA DE MARIA DEL CARMEN MOLINA

LOS RAYOS Y LAS DISTINTAS CLASES DE YOGAS. 
PONENCIA DE MARIA DEL CARMEN MOLINA



ENCUENTRO CELEBRADO EN EL ESCORIAL (MADRID), LOS DÍAS 29, 30 Y 31 DE MAYO DE 2015
NOTA CLAVE: LOS RAYOS.

LOS RAYOS SON ENTIDADES.

He preparado un pequeño resumen de los cinco Yogas, que forman parte del proceso evolutivo de la conciencia humana, como un todo. Los Yogas no pueden ser separados, aunque aquí, así lo hayamos hecho para una mejor comprensión de nuestro estudio, como no se pueden  separar los Planos de un Sistema Solar, ni los siete Subplano dentro de un Plano, ni las distintas cadenas evolutivas, dentro del Esquema Planetario. El proceso de perfección es único, solo varia la calidad de los elementos dévicos, que son introducidos en determinado estadio de aquel, siendo precisamente está calidad la que define el verdadero tipo de yoga, puesto en actividad en un momento dado de la historia, ya sea Solar, Planetaria o Humana.

Usando la analogía;  los Rayos son Entidades y se manifiestan a través de una entidad, un Chakra es una entidad, una cadena es una Entidad, y así sucesivamente. La energía de los rayos le llega al hombre a través de los siete centros de energía alojados en su vehículo etérico, llamados esotéricamente chacras, y el fuego de kundalini penetra en su organismo a través de los cuatro pétalos u orificios de entrada situados en la base de la columna vertebral, este Chacra es la sede del llamado fuego kundalini, está dividido en cuatro sectores, siendo su color predominantemente el rojo anaranjado. Su símbolo, la cruz dentro del circulo y también la figura geométrica del cuadrado, indica el aspecto Kármico de la materia y la lucha y el sufrimiento que el dominio de la materia, para fines redentores, presupone para el ser humano. Tal conciencia puede ser desarrollada a través de la técnica “como si”, la cual encubre el secreto de la auto-revelación;  cuando hemos llegado a cierto punto de integración espiritual y se produce un destello de esta infinita inspiración o iluminación, sabemos con absoluta certeza, cual es nuestro Rayo espiritual y cuál es el yoga más conveniente para desarrollarle. Existen evidentemente siete Yogas o Senderos de cumplimiento, siete Misterios a descubrir y siete secretos a revelar, y una consumación final para cada uno de ellos. De estas siete corrientes de Vida, de Yoga o de Misterios, solo conocemos cinco, los correspondientes a la Quinta gran Raza Raíz, la Aria, y a nuestra Quinta Subraza, la actual.

En el momento actual, y cuando todavía las agujas del Gran  Reloj de la Vida están marcando la acción temporal de Kali Yuga, tenemos en expansión y progresivo desarrollo cuatro Yogas Principales, en el proceso de estos cuatro yogas, se inicia la práctica de un quinto Yoga llamado, DEVI YOGA, estos cuatro Yogas son: Hatha Yoga, Bakti Yoga, Raja Yoga y Agni Yoga. Este último, llamado también el Yoga del Fuego o Yoga de Síntesis, este Yoga solo puede ser íntegramente practicado por los verdaderos investigadores del mundo espiritual. Pero como una cálida promesa de redención para el futuro, aparece en lontananza el DEVI YOGA y con él,  una nueva efusión de Vida divina o fuego sagrado penetra en los éteres planetarios, afectando la vida de todos aquellos, que lograron dominar gran parte de la sustancia inferior que componen sus vehículos de expresión, y presentan su Tabernáculo como una sagrada ofrenda al Cristo interior, el Verbo Inmaculado, que ha de llenar el mundo con el tesoro de su gracia.

PRIMERO: HATHA YOGA. TIENE COMO META ARQUETIPICA LA BELLEZA Y EL EQUILIBRIO DE LAS FUNCIONES ORGANICAS.

Este Yoga apareció en una lejanísima época de la evolución humana, muchos millones de años, antes de que la mente como principio de coordinación inteligente actuara en el cerebro. Se halla esotérica y místicamente vinculado, con el gran Misterio Cristiano del “Nacimiento del Niño Jesús”, constituyendo la base  de todos los esfuerzos humanos, pendientes de su propia redención psicológica y liberación espiritual. Nuestro Sistema Solar con todo su contenido, es solo el cuerpo físico de una Entidad Cósmica. Podemos suponer, que el entero proceso de evolución de este Universo, “en donde vivimos, nos movemos y tenemos nuestro Ser”, se realiza según las reglas, principios y disciplinas de un indescriptible Yoga físico, de un Hatha Yoga Cósmico.  Este Universo físico en que vivimos inmersos, ha sido creado y está siendo vivificado por una gloriosa Entidad Psicológica de Segundo Rayo, el Rayo Cósmico del Amor, del cual Cristo ha sido el máximo exponente en nuestro Planeta. De ahí la importancia que se le asigna esotéricamente al Drama del Nacimiento, de este Gran Avatar de Amor, por ser una expresión directa del verdadero Sendero de unión y de Redención.

Hatha Yoga tiene a su cargo el proceso combinado de armonizar las líneas estructurales físicas, su apariencia objetiva que ha de responder a un ideal de belleza, y de equilibrar las funciones orgánicas dentro de un perfecto sincronismo con el ritmo de la Naturaleza entera, lo cual se va consiguiendo a medida que va siendo más conocido y conscientemente utilizado el cuerpo etérico, hacia el cual va especialmente dirigida, la atención de los científicos de nuestros días. El objetivo esencial del “doble etérico”, es complementar el desarrollo de esa soberbia creación que es el cuerpo físico del ser humano, esta maravillosa estructura que Pablo de Tarso definió  como “Morada  del Espíritu Santo”, enlazándolo a la vida sensible de otros cuerpos más sensibles todavía, que el ser humano va construyendo paralelamente al esfuerzo creador de otros Yogas, que surgen a medida que las distintas subrazas van ofreciéndose a la Mónada espiritual, estuches cada vez más sutiles y preciosos, para alberga a “la Joya en el Loto”, el principio interno que revela el perfecto Arquetipo.

SEGUNDO: BAKTI YOGA, EL YOGA DE LA DEVOCIÓN O CAMINO ESPIRITUAL

Al Hatha Yoga le sigue en el orden evolutivo el Bakti Yoga, el Yoga de la devoción y las emociones, constituye el segundo Misterio del Cristianismo, el del Bautismo en el Jordán, siendo el elemento agua símbolo de purificación, el que se halla estrechamente vinculado con el desarrollo de este tipo de Yoga, el cual a su vez, es la representación de un estado de sensibilidad en creciente evolución dentro de la conciencia de la humanidad. El Bakti Yoga puede ser considerado como un ensayo del Creador para manifestar Amor a través de los seres humanos, reconociendo al mismo tiempo, que el Amor es la base fundadora o creadora de este universo. Desde el punto de vista esotérico es el Sendero de mínima resistencia en lo que se refiere al desarrollo del ser humano.

SOLO EL CUERPO EMOCIONAL TIENE UN CARÁCTER DEFINIDAMENTE UNITARIO

El vehículo emocional sobre el cual se estructura todo el edificio del Yoga de la devoción mística, contiene en sí el espíritu de unidad, y su línea de Sendero interno conduce al plano búdico, allí donde el sentimiento de amor, de paz y de unidad impregna los éteres sutiles que lo constituyen. Podríamos decir, que el cuerpo físico se subdivide en dos aspectos, el denso y el etérico, el cuerpo mental puede ser reconocido también bajo el aspecto subjetivo o concreto, solamente el cuerpo emocional, tiene un carácter definidamente unitario y actúa constantemente como un sólido bloque, como un todo unido en sus incesantes intentos de reconstruir idéntica cualidad de amor dentro de su corazón, que la de Aquel que le dio la Vida.

Bakti Yoga no es un Yoga de grandes esfuerzos ni de fuertes disciplinas, la única inquietud y el único cuidado de la naturaleza mística del sincero practicante de Bakti Yoga, es mantener constantemente encendida, “una antorcha en el corazón”, llena de fe y de confiada esperanza en Algo o en Alguien, cuya búsqueda y cuyo hallazgo, han de constituir necesariamente la suprema guía y esperanza de su alma en el sendero, de la misma manera que el alma más genuinamente mística, deberá emprender mentalmente la búsqueda de la verdad, y consumar con el descubrimiento de la misma la certeza infinita de su alma, según las disciplinas del Raja Yoga.

TERCERO: RAJA YOGA EL YOGA DE LA MENTE Y  DE LA RAZÓN.

Baja la acción de Raja yoga, el cuerpo mental tiene como misión específica revelar la verdad, la esencia del gran principio Cósmico, aduciendo las facultades de la razón y la autoconciencia, en aquella mítica etapa en el que el ser semianimal, que solo tenía de hombre la apariencia física, fue elevado al misterio de la individualización, por intercesión de aquellas indescriptibles Entidades Cósmicas, denominadas esotéricamente los Dyanes del Fuego o Ángeles Solares. Se nos habla de un Concilio Solar en los que estuvieron presentes “Enviados Celestes”, procedentes de otros planetas de nuestro sistema Planetario, del propio Sol Central espiritual, y aún de otros Sistemas Solares. Y se acordó solicitar la cooperación de un Gran Adepto de la Cadena Venusiana, en la obra prevista de aceleración del proceso evolutivo de la Tierra, como antes, y con éxito, lo habían hecho en el Planeta Venus. El propio Logos Solar enviaría a nuestro Planeta, a una misteriosa Entidad de gran elevación espiritual, de categoría similar a la de nuestros Adeptos o Maestros de Compasión y de Sabiduría, Quienes constituían una parte integrante y activa de Su Centro Cardíaco. Así fue establecida y estructurada la Gran Jerarquía Espiritual o Gran Fraternidad Blanca, que ya desde aquel momento debería regir los destinos espirituales y cíclicos de la Tierra, y elevar la sintonía de todos los Reinos de la Naturaleza. Algún día será comprendida la verdad hermética de que todos los Universos son solidarios, y de que todos los Logos que se manifiestan a través de Ellos, constituyen una sociedad fraternal y familiar, que escapa por completo a la comprensión de nuestra pequeña inteligencia.

Por primera vez en la historia de la Raza Humana, se establece la gran división entre corazón y mente; mente y corazón, antes de la individualización, operaban conjuntamente como una sola unidad de expresión. A partir de aquel momento, se produjo la necesaria, positiva y al mismo tiempo dolorosa escisión.  En virtud de este hecho son creadas las grandes avenidas de Raja yoga, aparece la mente como un sexto sentido, como un instrumento de la percepción del alma en los tres mundos, y como un medio de contacto con la divinidad a través del Ángel Solar. La aparente separación en el tiempo de ambos principios, constituyentes del fenómeno de la evolución universal en el hombre, es causa de aquello que esotéricamente denominamos, “la gran herejía de la separatividad”, origen del dolor y del conflicto, que durante edades harán presa del corazón humano; pero el fruto amargo de la prueba, de este doloroso karma, que debe arrastrar el hombre, de está punzante agonía de sentirse desvinculado de todo cuanto le rodea, aún del propio Dios, y también de los niveles etéricos, en donde la evolución dévica o angélica se manifiestan. Desde aquel momento, el ser humano debe soportar solo, completamente solo, el peso de la vida, el fluir de los acontecimientos, y la rudeza del ambiente social, lleno de fricciones que se están creando. Él es entonces el promotor directo, causa y efecto de todas sus reacciones psicológicas. Así el hombre como un fenómeno realmente social, aparece en el marco de la historia, escribiendo las más nobles y al propio tiempo, más dolorosas páginas de la misma.

La relación del hombre con su Ángel Solar, aparece aquí como una Meta claramente señalada, los “dones del Espíritu santo”, que antaño solo se dispensaban a los elegidos, pueden ser conquistados ahora por todos los seres humanos, conscientes y de buena voluntad que así lo deseen. Podríamos decir que Raja Yoga, es el proceso alquímico mediante el cual el ser humano utiliza creativamente el fuego creador que arde en el quinto subplano del plano mental del universo, para quemar las escorias que el tiempo, la atracción por lo  material, y el deseo de ser y de existir en los tres mundos, deposito en los ocultos repliegues de cada uno de los cuerpos  de expresión, y redimir así, aquella sustancias sin principio contenida en el éter, cuya manifestación constituye el fenómeno de la vida, hasta donde nos es posible concebirla, y a la que corrientemente definimos con el nombre de “electricidad”, el aspecto esotérico del Prana vital.

CUARTO: AGNI YOGA, EL YOGA DE LA SÍNTESIS O DEL FUEGO.

El objetivo esencial de Agni Yoga, de acuerdo con las leyes evolutivas que rigen la expresión del ser humano, es la integración de las cualidades básicas de, Verdad, Bondad y belleza, en un solo cuerpo místico de expresión universal, introduciendo en cada uno de los cuerpos, la cualidad de síntesis, que aparece como una rutilante promesa de redención para todos los hijos de los hombres, cansados del tormento de la vida, expresa la capacidad libre del pensador de proyectarse fuera de sí mismo en busca del fuego creador, de conquistar las cumbres de la más elevada unidad, de vencer “la gran herejía de la separatividad”, gestada en las era histórica del Raja Yoga. Expresa también, el contacto con ciertos elevados niveles del plano mental, y establece relación con los primeros súplanos del plano búdico, conquistando la idea arquetípica que ha de desarrollar la quinta raza, y preparando la labor inmediata de la sexta Subraza de la misma, que ya a mediados de la Era de Acuario, mostrará algunos de sus más excelsos y acabados Seres.

La práctica del Agni Yoga “para aquellos que se sientan llamados”, les iniciará en el arte del silencio, que convertido en música, la vos de los ángeles les permitirá adquirir poder en los mundos invisibles, y en las nuevas dimensiones dentro de la conciencia. Pero mayormente, se le dará el poder de controlar conscientemente todos sus vehículos, y de ponerlos humildemente a disposición del Ángel Solar, el verdadero promotor de la evolución, y celoso guardador de los Misterios sagrados de la Divinidad en el corazón del hombre, la misión de este Maestro de Compasión, es revelar el Verbo Divino por medio del alma humana, la cual a su vez tiene la misión de preparar el Cáliz o Tabernáculo, que debe acoger el Verbo. Con el Ángel Solar, el Arquetipo perfecto de la raza Aria, llegamos al final de una etapa en la historia de los Yogas Planetarios. Lo que va a producirse de ahora en adelante, ya no será de la incumbencia del ser humano, ni un producto de su esfuerzo por adaptarse a un determinado aspecto creador, sino que será cosa del Ángel Solar, de ese Enviado de Dios que, “conociendo el fin desde el principio”, sabe perfectamente cuál es la meta inmediata.

Agni Yoga, corresponde a la edad madura de la humanidad y a aquella mística etapa tan bien descrita en el Misterio de la Pasión y Muerte en la Cruz, en el que el individuo, el ser, el alma humana se convierte por primera en un “mediador Celeste”, en un intermediario entre las fuerzas materiales que agonizan en la Cruz de la gran prueba kármica, y las energías espirituales que descienden de la propia Divinidad monádica.

Podríamos decir, que los tres primeros Yogas a los que hicimos anteriormente referencia: Hatha Yoga, Bakti Yoga y Raja Yoga, constituyen el Cáliz, el Tabernáculo, estructura física, emocional y mental que el Yo trascendente, “Dios en nosotros”, ha ido perfeccionando a través del tiempo, y que quiere utilizar ahora para demostrar la Gloria de su esplendente Vida. Al llegar a cierto definido punto dentro de los esfuerzos y disciplinas del Yoga, consideramos que el trabajo sobre el Cáliz se halla muy avanzado, y puede aspirarse a una etapa superior. Quizás no refleje todavía este Cáliz las cualidades requeridas, de Verdad, Bondad y Belleza, que cada uno de los cuerpos tiene la misión de revelar, pero existe al manos una coordinación perfecta en sus respectivas actitudes, y reflejan el místico propósito de ser trascendente. La integración que se pretende ahora, es de un orden desconocido. Ya no se trata del lento y persistente ejercicio de pulir los instrumentos de expresión, sino dejar, que sea la propia vida del Espíritu la que realice los últimos y definidos retoques en el Cáliz, y prepare el asiento del Verbo o Morada del Yo superior. Ahora el individuo solo calla y observa, se sume voluntariamente en profunda expectación, y deja que sea su propio Yo interior el verdadero Artífice de la obra, quien realice el trabajo de acuerdo con un modelo o diseño arquetípico de carácter universal.

La actividad mística de observación parece sencilla, pero basta enfrentarse a la simplicidad del método, para que nos demos cuenta de sus grandes dificultades. Estamos tan habituados a trabajar con sensación de esfuerzo y de fatiga, que el hecho de permanecer en silenciosa expectación o contemplación, nos parece una pérdida de tiempo. No obstante, Buda dijo: “El Mejor de los Guerreros, es Aquel que vence sin luchar”, dándonos en estas palabras la verdadera esencia del Agni Yoga. Se trata de una actividad increíblemente dinámica, que escapa por completo al campo de nuestras percepciones, como en el caso de un disco, que al girar a grandes velocidades, causa la sensación de hallarse en completo reposo. Este proceso afectará indudablemente al desarrollo de ciertas células del corazón y del cerebro, y nos permitirá ser conscientes en otros ocultos niveles de nuestra compleja estructura psicológica.

El misterio de los Rayos que se expresan a través de cada uno de los Reinos de la Naturaleza, tiene en el cuarto Reino, el humano, y en el cuarto Rayo que lo condiciona, el medio de intercomunicación con los demás Reinos y demás Rayos Planetarios, en cada una de las sucesivas etapas evolutivas. El efecto en el reino humano tiene la misión de armonizar, equilibrar, y realizar la fusión de los Reinos subhumanos, el mineral, el vegetal y el animal, con el Quinto gran Reino de la Naturaleza, el Reino espiritual de las Almas liberadas o Jerarquía espiritual.

El Yoga de Síntesis, opera preferentemente desde el centro del corazón, y labora en los planos intuitivos de la mente, realizando el requerido equilibrio de la razón y de la voluntad con el sentimiento y la intuición. Este equilibrio traerá paulatinamente a la existencia el hombre nuevo, el hombre de la Nueva Era.

El Centro Cardiaco es el verdadero centro originador de Vida en nuestro Sistema Solar, está involucrado en todas y cada una de las actividades conscientes de la Vida espiritual. El Plexo Solar y el Sacro, no se tienen en cuenta en el Agni Yoga, en razón, de que se les considera trascendidos. Esta consideración se basa en el hecho esotérico, de que en edades futuras, no muy lejanas de nuestra evolución humana actual, el fuego kundalini, cuyo deposito dentro del organismo, se halla localizado actualmente en el centro de la Base de la Columna Vertebral,  se polarizará en el Centro cardiaco, quedando en desuso y trascendidos ambos centros.

QUINTO: DEVI YOGA, EL YOGA DEL FUTURO.

Denominamos Devi Yoga, a este nuevo tipo de yoga, aunque puede ser, que esta denominación no sea la más adecuada, y debe ser reemplazada más adelante. Devi Yoga tiene que ver con el inteligente contacto que deberán realizar los seres humanos con el soberbio mundo de los Devas o Ángeles, en algunas de sus inmediatas Jerarquías, se trata de la fusión de la mente de los hombres, con el sentimiento de integridad, de ciertos tipos de devas, que habitan en el cuarto subplano del plano búdico de nuestro Sistema. Aparentemente esta meta se halla todavía muy lejana de las posibilidades de los seres humanos en el momento actual. Pero en realidad, el Reino de los Cielos con todas sus oportunidades, está más cerca de lo que comúnmente se cree, por la magnitud del Misterio de Gracia, por la cual toda alma tiene en el refugio del corazón, y en toda su potencia la indescriptible posibilidad de aquel Reino.

Devi Yoga es un Yoga excepcional al alcance solamente de seres excepcionales, aquellos que en el pasado realizaron los requeridos esfuerzos y obligados sacrificios personales, y remontando las tiránicas imposiciones del medio ambiente, del atavismo personal, y del proceso Kármico de la vida humana, que llena con su estela de colores y dificultades las páginas de la historia planetaria, pudieron llegar a la cumbre de sí mismos, y situarse plenamente conscientes, en el más elevado Centro de evolución individual, el Centro Sahasrara, o Centro Coronario. Este Centro constituye el más preciado don o Gracia Santificante, ya que expresa en su acabada esencia el Arquetipo divino, que el ser humano ha de desarrollar en esta Cuarta Ronda. A este Yoga se refiere el Misterio Cristiano de la Ascensión, solo los Adeptos, Maestros de Compasión y Sabiduría, son accesibles al aspecto superior y trascendente del mismo.

En este Centro Coronario, es donde mora el más profundo de los silencios, existe un punto de anclaje para las energías de la Mónada espiritual, queriendo significar con ello, que el fuego que allí se manifiesta, consustancial con el Misterio de la Vida, es de naturaleza eléctrica, y que el poder de Dios aquí, se expresa allí, en su más pura y acabada esencia, en lo que al ser humano se refiere. Se trata “de un lugar” eminentemente sagrado, y su centro de irradiación, con respecto al planeta Tierra, se halla en aquella parte del mismo, perdida en el corazón de Asia, que los esoterista mencionan en los tratados ocultos, con el nombre de Shamballa, “La Isla Blanca” en el desierto de Gobi.

La facultad dinámica del Ser que llamamos Voluntad, es la característica principal del proceso de Devi Yoga, y no todos los aspirantes espirituales, se hallan capacitados para seguir “este camino de fuego, que hay que hollar con los pies desnudos, y sin otra defensa y guía que la ardiente fe, el decidido propósito y el más profundo desapego”. El fuego de Shamballa que se expresa gradualmente en el ser humano, a través del Centro Coronario, es de carácter muy diferente al fuego Solar que se expresa por medio del Centro Cardiaco, del cual, en su línea de expresión superior, caracteriza el proceso de Agni Yoga, y pone en vibración e incandescencia aquellos sutilísimos filamentos esotéricos, llamados “nadis”, que van del Centro Cardiaco al Chacra Coronario. Podríamos decir, que Agni Yoga actuando desde el Centro Místico del Corazón, inicia el proceso de Ascensión, que culmina en el Devi Yoga, en el de la unión mística con “el Padre en los Cielos.”

Devi Yoga, puede ser considerado como el Yoga final, como resultado de la vida del hombre aquí en la Tierra. Las aperturas de luz son tan extraordinarias, que la mente del más sagaz y  profundo investigador queda como absorbida en la búsqueda de estas superiores implicaciones espirituales de la vida humana, donde los términos luz y fuego, aparecen como idóneos y consustanciales en todos sus aspectos. Esta comprensión permite adquirir la certeza de “Vida iniciática”, y en tal etapa, se le exigirá al investigador, una especialización total de todas y cada una de las células del cerebro y del corazón, las cuales en su intima comunicación, originarán espontáneamente, la combustión o ignición del sistema entero, abarcando órganos, glándulas y nadis, funcionando entonces el conjunto en forma equilibrada e indescriptiblemente armoniosa. En un organismo así constituido, según las sagradas Leyes de Armonía , existe tal tremenda seguridad espiritual, que el ser humano que haya  logrado llegar allí, es liberado radicalmente, no solo de enfermedades físicas y  conflictos emocionales, sino también y para siempre del “conflicto de decidir”,  sus decisiones y juicios, serán siempre los más correctos y oportunos, pues su mente y su corazón, plenamente integrados, descansan siempre en el juicio certero de Dios, en cuya Mente se hallan perfectamente identificados. La conquista final de aquello que Cristo denomino, “los negocios del Padre”, gestados en las zonas libres del tiempo y en donde el buscador puede en forma consciente contribuir al desarrollo del Plan de Dios aquí en la Tierra. (Infalibilidad del papa, cuando habla ex cátedra)

¿QUÉ ES EXACTAMENTE UN ÁNGEL O UN DEVA?

Podríamos responder, que se trata de una Entidad espiritual, poseyendo un poder incalificable sobre los éteres del espacio, sobre la sustancia material, que entra en la composición de todos los planos del Sistema Solar, y sobre los elementos que entran en la composición de todo cuerpo de sustancia. En la vida central de la Divinidad, durante el proceso activo de creación de un Universo, se manifiestan siete elementos vivos como base de la estructuración de todo tipo de formas. De ellos, solamente conocemos cinco: la Tierra (Hatha Yoga), el agua (Bakti Yoga), el fuego (Raja Yoga), el aire (Agni Yoga), y el éter (Devi Yoga). Los otros dos, cuya infinita sutilidad solo pueden ser percibidos por el Alto Iniciado de nuestro Planeta, constituyen la base del Misterio iniciático, y no podemos entrar por lo tanto, en detalles acerca de los mismos. Bastará señalar, que los elementos constituyen la base estructural de los planos átmico y monádico, en donde los seres humanos, no poseen todavía cuerpos definidos.

Con referencia a las vidas de los Devas, se puede señalar que sus Jerarquías se extienden desde el plano ádico, el de la propia vida interna de la Divinidad, hasta el plano físico, en donde realizamos nuestra evolución los seres humanos. Podemos afirmar que el espacio, el éter que lo llena, y los elementos naturales coexistentes en cada plano de la Naturaleza, constituyen la Vida expresiva de los devas, pudiendo asegurar que no existen “vacíos” en el cosmos absoluto, sino que todo está lleno de la sustancia vital de los devas como agentes creativos de Dios. Por lo tanto, Bakti Yoga y Raja Yoga son actividades universales que tratan de aprovechar el poder del alma Superior o Ángel Solar, sobre nuestras mentes y emociones. En esta área de poder, en este “circulo- no –se- pasa”, dentro de los planos emocional y mental, se va creando un vacio de características personales, que se va llenando progresivamente de elementos dévicos de gran sutilidad, y de más elevada vibración, que los corrientes de nuestro estado evolutivo. De ahí, que la práctica de Devi Yoga, fue iniciada sin que fuésemos conscientes de ello, en las primeras etapas de nuestra búsqueda espiritual, aunque es en Agni Yoga, donde el aspirante empieza a ser consciente de la colaboración dévica en sus intentos de perfección. Se nos dice, que esta conciencia es realmente objetiva en el Misterio de la Transfiguración, cuando el hombre, ha ascendido, venciendo el imperativo de los sentidos, de la sensibilidad, y de los espejismos mentales, al monte Tabor de su conciencia.



ENSEÑANZAS EXTRAÍDAS DE “LOS MISTERIOS DEL YOGA”, DE VICENTE BELTRAN ANGLADA

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