EL CAMINO DEL SANNYASIN
Extraído de las enseñanzas del Maestro
Tibetano
Por Dora Ospina
Felicidad
Usted está entrando en un nuevo ciclo de
vida y de utilidad. Se halla al borde de la oportunidad y sin embargo parece no
reconocerla. Está preparado para un servicio total, no obstante lo elude. Tiene
capacidad y tiempo, si pudiera comprender, y también la fuerza física necesaria
que le permite ser un punto focal activo para nosotros, y aún consciente y
mentalmente se abstiene y no parece darse cuenta. Le expongo la verdad
duramente, porque es un discípulo fuerte y consagrado y no teme conocer la
realidad.
Ha pasado a través de la tierra ardiente
y la dejó atrás, pero el denso humo aún oscurece su visión. Siga rápidamente
hacia la clara luz del día y deje atrás todo recuerdo de dolor, de
descorazonamiento y de los problemas y -levantando su rostro hacia la luz- en
lo que resta del camino terrenal, sea una torre de fortaleza y una luz radiante
para otros. Esto puede hacerlo.
Definiciones
En lo que a usted concierne, hermano
mío, está entrando en una fase o ciclo de vida, en el que puede convertirse, si
lo desea, en verdadero “sannyasin", es decir, aquel que (libre de las
tareas más activas, propias del joven que se inicia en el campo de actividad de
su vida) puede utilizar la experiencia adquirida, el conocimiento arduamente
obtenido y la sabiduría acumulada, en servicio activo a la Jerarquía y a la
humanidad. Puede ahora vivir para bien de otros y hallar en nuestro trabajo la
recompensa, el interés y la compensación por todas las luchas del pasado.
Servir ha sido por largo tiempo su anhelo, porque ha amado a sus semejantes y
luchó por mantener este amor hacia la humanidad, a pesar de las desilusiones,
de su desagrado por el egoísmo mundial y de su tendencia (muy marcada en usted,
hermano mío) a sentir la futilidad de las cosas y la inutilidad del esfuerzo,
frente al actual desastre mundial y al abrumador pesimismo humano. Contra esto
tendrá que luchar.
Ha llegado un momento en su vida en que
debe ajustarse a la antigua regla y convertirse en un sannyasin, el que recorre
el Camino sin apegos. Usted está en el mundo, pero no es del mundo; ahora debe
morar en ese elevado y secreto lugar donde la divinidad es siempre sentida.
Unos consideran que es practicar la Presencia de Dios; algunos, caminar en la
luz del alma, y otros, recorrer conscientemente el sendero. No tiene
importancia su denominación. Para usted es la constante transferencia del
corazón a la cabeza, y creo que ya lo sabe.
El período de vida que usted tiene por
delante es el del sannyasin, el cual, por haber pasado todas las experiencias
de la vida, lleva ahora una vida consagrada a los valores espirituales y enseña
a otros a hacer lo mismo. Reflexione sobre esto.
En mi grupo de discípulos hay personas
que en forma descollante están destinadas a vivir la vida del sannyasin, la
vida de quien -habiendo cumplido los deberes del escolar, del ama de casa, del
hombre de familia y del hombre de negocios- es llamado a adoptar esa actitud
vital y a orientarse hacia otros propósitos y metas que nosotros técnicamente
denominamos la del sannyasin o discípulo instructor. En la antigüedad, un
hombre así abandonaba su hogar y sus asuntos, caminaba por el mundo siguiendo
el fulgor de la luz, buscando al Maestro y enseñando siempre, mientras
deambulaba. Actualmente, en la vida de nuestra civilización occidental y bajo
la naciente influencia de la nueva era, el llamado es el mismo, pero el
discípulo no se ausenta, ni abandona todo lo familiar, ni anula su utilidad
externa. Permanece donde se encuentra, continúa cumpliendo su deber externo y
físico, pero internamente, se va produciendo un gran cambio y una reorientación
definida. Su actitud hacia la vida y sus asuntos se alteran básicamente. La
tendencia de su vida interna es ir hacia el retiro planeado. Pasa por esa etapa
cuando está en el Camino al que Patanjali se refiere, en Los Aforismos de la
Yoga, con el término "correcta abstracción”, distinta del proceso llamado
"desapego", porque ese proceso o actividad motivada, se aplica
principalmente a la naturaleza astral emocional, a la vida de deseo, cualquiera
sea la índole de los apegos o deseos. Es una actividad mental; una actitud de
la mente que afecta principalmente la actitud en la vida de la personalidad. No
sólo involucra el desapego en la naturaleza de deseos de lo familiar, lo
deseado y lo poseído por un viejo hábito, sino también la total adaptación del
triple hombre inferior al mundo de las almas.
Aquí los correctos hábitos y actitudes
de la vida desempeñan su parte respecto al mundo de los negocios y a las
relaciones familiares, permitiendo al sannyasin "seguir por el camino
ascendente con el corazón libre y sin apegos", y hace esto mientras
ejecuta la correcta acción, mediante el hábito y el deseo correctos, para todos
aquellos cuyo destino está unido al suyo. Su alma lo exhorta ahora a que
emprenda esta difícil tarea, que constituye el mayor problema de su vida:
Permanecer libre aunque limitado; trabajar en el mundo subjetivo, mientras está
activo en el mundo de los asuntos externos; lograr el verdadero desapego,
aunque da a cada uno lo que le corresponde.
Mandato
Quiero que ponga mayor atención a las
instrucciones anteriores. La concentración tranquila sobre la vida del
sannyasin y además el logro de ese desapego interno, que es característica
sobresaliente del sannyasin, deberían ser durante los próximos seis meses su
principal pensamiento y constituir el control de su vida esotérica. Con el
acrecentamiento de ese desapego deberá desarrollar
normalmente un amor más intenso, y la expresión esotérica de ese amor será más
profunda.
La obtención de un mejor alineamiento
liberaría también con más plenitud el amor de su alma en la vida de su
personalidad, y lo haría más radiante y atractivo en sentido espiritual.
Acrecentaría la utilidad de su servicio y satisfaría una necesidad. Es más bien
una necesidad de expresarse que una necesidad real. La liberación del amor
vendrá por medio del alineamiento, la descentralización de las cosas de la
personalidad y una dedicación más amorosa al servicio de los demás. Por lo
tanto, continúe con el trabajo de meditación dado, pero dedique dos o tres
minutos a fin de obtener el alineamiento, antes de empezar el trabajo definido.
Procure, hasta donde pueda, "permanecer en el ser espiritual" y ser
uno con el alma y así establecer un limpio canal desde el alma al cerebro, por
conducto de la mente. Luego olvide las diferenciaciones de origen mental, las
cuales son de utilidad en el lugar que les corresponde y haga su trabajo como
alma. Trabaje para establecer una estrecha relación con sus hermanos de grupo.
Permanezca con firmeza durante el
próximo año y sin apego. No permita que las voces menores se sobrepongan a la
voz de su alma o a la mía. Ésta es mi última palabra: Mantenga limpio el canal.
Si lo hace, enfrentará las decisiones importantes a la luz de su alma y
sobrevendrá esa rápida acción que traerá buenos resultados. El consejo que
quizá tenga que dar no estará basado en
el temor o en un débil amor de la personalidad, sino que contendrá la
nota triunfante del alma sapiente. Rompa las trabas del pasado, hermano mío,
conviértase en un verdadero sannyasin, que nada desea para el yo separado, y
que el verdadero altruismo que siempre evidenció, lo lleve a una total entrega.
Requisitos
Creo haberle dicho que usted es un
sannyasin consagrado. Esto no sólo trae gozo, sino responsabilidad, disciplina
y también adquisición de conocimientos. El sannyasin debe trabajar siempre para
acrecentar el conocimiento. Debe darse cuenta y ser consciente de cada paso y
su resultado, de cada móvil que lo impele y su efecto, y de cada objetivo
alcanzado y su consecuencia. Debe comprender con claridad los frutos de la
disciplina, sin apegarse a los resultados del trabajo. Debe fomentar esta aguda
percepción, hermano mío. Debe ir desarrollándose en usted una creciente
sensibilidad hacia sí mismo y los demás. Debe inducirlo hacia la meta de un
acercamiento consciente, para que siempre sea consciente del contacto en dos
direcciones: usted es consciente de la vida subjetiva interna y también del
mundo objetivo externo; esto debe emprenderlo y desarrollarlo como una
actividad dual y sintética. Reflexione sobre esto.
Esta práctica de la Presencia puede
hacerse de muchas maneras y existen numerosas técnicas de contacto. Tal
práctica debería traerle sencillez, paz y gozo. Cultive la sencillez mental y
recuerde que la confusión y la indebida preocupación por las condiciones y las
personas y una actitud indecisa hacia la vida, indican actividad de la mente,
pero no comprensión del alma. Usted debe esforzarse por adquirir la actividad
del alma.
Por ser usted un sannyasin, debe
esforzarse por liberarse cada vez más de las ataduras de todo tipo (y aquí
reside una sutil diferencia), pero no de las condiciones y responsabilidades
ambientales. Necesita una actitud interna de total entrega a la voluntad de su
alma, que es la Voluntad de Dios, en lo que a todo individuo concierne,
liberación que le otorgará mucho de lo que esperé ver expresado en su vida.
Hermano mío, reúna nuevamente a su
alrededor a quienes buscan el Camino iluminado y de esta manera aprenda a
darles de su sabiduría y a compartir con ellos lo que posee. Es su deber en los
meses venideros. No le será fácil, pero lo ayudará a llevar a cabo el proceso
del desapego. Comience con quienes están cerca, con los que lo conocen y lo
aman, y juntos abran de par en par el portal para que hallen su camino los
buscadores y, por el ser vicio prestado, puedan encontrar el camino hacia
nosotros.
Ha tenido un año de tensión y mucha
ansiedad. Pero progresó mucho debido a ello y logró como nunca, en forma
subjetiva, una mayor medida de liberación. Está aprendiendo a desapegarse de
las personas y de las manos aferradoras de esas presencias exigentes que claman
por su atención. Esta liberación debe acrecentarse a medida que se esfuerza por
satisfacer en forma perfecta la necesidad de quienes lo circundan, y no
obstante al mismo tiempo continuar con mayor fuerza su desapego del
aferramiento interno de esas personas, las cuales no deben llegar hasta la
fortaleza interna de su alma. Debe aprender a permanecer allí, desapegado y sin
temor.
Cuanto le recomiende para este desapego
es poco, y le ruego que viva de ahora en adelante más valientemente la vida del
sannyasin. Hace dos años no le hubiera podido hablar así, porque no lo habría
comprendido; pero ha avanzado mucho desde esos días, hermano mío, y está
empezando a entrar en el reino de la libertad, aunque su libertad es todavía
relativa e incompleta.
Tarea
Sin embargo, le diré: moldee su vida
sobre el canon del “sannyasin” y no se aferre a ningún apego del plano físico.
Si lo hace le fallará, y el dolor por haberse aferrado constituirá un obstáculo
para sus vacilante pies en el sendero. Camine libremente hermano mío, no se
aferre a nadie, ni permita que nadie se aferre a usted. ¿Podría usted llegar a
ser un verdadero ‘‘sannyasin“, mantenerse por sí sólo en la vida, teniendo como
compañeros y amigos únicamente a sus hermanos discípulos? En lo que pueda
sucederle durante los próximos dos años, recuerde mis palabras constantemente,
porque así encarará las eventualidades de las relaciones de la vida en forma
espiritual. Si con igual ecuanimidad puede ver las circunstancias de la vida
reconstruidas a su alrededor, o que se desmoronan y quedan en la nada, entonces
su campo de servicio podrá ampliarse, y ya no le interesarán los asuntos del
pequeño yo. En vista de esto los numerosos pequeños yoes solicitarán su ayuda.
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