RAYOS:
BREVE RESUMEN SOBRE “LOS SIETE RAYOS”
Extraído
de las nseñanzas de Djwal Kool, “el Tibetano”
Los Siete Rayos son, en
palabras de Alice Bailey, la base toda
la Psicología de la Nueva Era que estamos viviendo. A pesar de su complejidad,
los más de veinte libros que Alice Bailey escribió a principios del siglo
pasado -así como los anteriores de Helena
Petrovna Blavatsky, tiñen de manera
determinante el pensamiento de los libros fundamentales de crecimiento personal
que han aparecido en Occidente durante las últimas décadas.
Hace casi un siglo,
Bailey empezó a transcribir las enseñanzas de su maestro, Djwal Kool, “el
Tibetano”. Dicho maestro le reveló la estructura de todo el universo conocido y
desconocido en función de Siete Rayos de cualidades bien concretas. Dichos
rayos además de estar presentes en los objetos “inanimados” también determinan
los campos de tu personalidad agregada, tu campo mental, emocional y físico.
Además de describir las características de estos cuatro campos, va más allá y
afirma que tu Alma individual también se ve afectada por la cualidad de un rayo
concreto lo cual guarda una relación directa con tu propósito individual.
Hasta finales del siglo
pasado, sin un maestro muy avanzado en este sendero concreto, llegar a conocer
cuáles eran tus rayos era una tarea árdua que requería de largas cuarentenas de
meditación sobre todos los campos de ti mismo en relación a las cualidades de
todos los rayos. Por fortuna, hace no muchos años y después de décadas de
estudio, la Escuela Huber de Astrología Psicológica pudo correlacionar con gran
precisión la composición de tus rayos a partir de tu carta natal.
LOS
SIETE RAYOS
A continuación paso a
resumir las características principales de cada rayo independientemente del
campo al que se apliquen:
Rayo
I: Voluntad y Poder
Rayo.- Al Primer Rayo se le denomina de Voluntad o
Poder porque los seres que pertenecen a él llegan al Poder a través de su
fuerza de voluntad. El sendero de este Rayo es el más rápido pero también el
más difícil. Hay muy pocos seres humanos actualmente que expresen las
cualidades de este rayo porque muy pocos serían capaces de resistir la tremenda
energía que supone la expresión del Primer Rayo en su estado puro. El hombre de
Primer Rayo es un líder, y siempre se le encuentra al frente de la actividad
que ha decidido emprender. Es un destructor de las formas cristalizadas. El
método característico es la fuerza de voluntad. Estos seres son capaces de
"conquistar el cielo por la violencia".
Rayo
II.- Amor y Sabiduría
Rayo II.- El método de
este rayo es el de reunir o juntar. Es el Rayo de la dualidad y en él se
sintetiza el Amor y la sabiduría. El hombre de este Rayo siempre tiene deseo de
adquirir conocimiento puro, independiente del conocimiento adquirido, por eso
su mente siempre está dispuesta a escalar nuevas cimas para conseguir más
comprensión, más sabiduría. Si no hay amor se vuelve frío y egoísta. Y si falta
voluntad es inactivo. La fusión del amor y la sabiduría proporcionan al hombre
del Segundo Rayo una inteligencia clara, y facilidad para enseñar a los demás
su visión sintética.
Rayo
III.- Inteligencia Activa
Rayo III.- Este es el
rayo del pensador abstracto. Rige la filosofía, las matemáticas, la metafísica
y también la Astrología. Mediante la imaginación captan la esencia de la
verdad; son idealistas, impulsivos, soñadores y teóricos. El hombre de este
Rayo debe estar en continuo movimiento y creación cuidando de realizar todo de
forma desinteresada. Suelen ser poco prácticos y les encanta regodearse en sus
propias acciones y creaciones. Los individuos del Tercer Rayo descubren el
sendero a través de reflexiones filosóficas pero lo recorren mediante una
actitud de entrega y servicio a los demás.
Rayo
IV.- Armonía a través del conflicto
Este es el Rayo de la
lucha y la inestabilidad porque en él están presentes las cualidades de la
actividad y de la inercia. Cuando rige la inercia la persona se siente atraída
por las comodidades, arrastrándola a un estado de dejadez. Mientras que cuando
están bajo la actividad se convierten en personas de gran valor, efectivas e
intuitivas. Suelen crearse situaciones de mucha tensión como consecuencia del
enfrentamiento de los pares de opuestos, pero son estas dolorosas experiencias
las que les llevan a una rápida evolución. Las personas de Cuarto Rayo aman la
belleza, la armonía, el color. Son personas sensibles y cariñosas, pero los
continuos cambios de humor hace que algunas veces resulte difícil convivir con
ellas.
Rayo
V: Conocimiento concreto
El Rayo V es el rayo de
la mente concreta, de la investigación científica. Los individuos de este Rayo
aman los hechos. A pesar de que su punto de vista suele ser estrecho, les gusta
actuar con lógica. Su principal problema es la rigidez mental, por ello es importante
para él aprender a estudiar las cosas libre de todo prejuicio y aceptando el
resultado tal y como es. El individuo de este Rayo es el más materialista de
todos. El hombre de Quinto Rayo debe aplicar el conocimiento para adquirir
fuerza interna y confianza en sí mismo. La disciplina interna y externa le
aportan autoconfianza. El método para recorrer el Sendero es a través de la
confianza en los demás y en sí mismo.
Rayo
VI: Devoción e Idealismo
Rayo VI. El efecto de la
actividad de este Rayo durante los últimos dos mil años ha sido entrenar a la
humanidad en el arte de reconocer los ideales. A los ojos de las personas de
este Rayo todo es perfecto o desastroso; es muy extremista. Sus fines
humanitarios les empujan a sacrificarse. Son románticos, y necesitan entregarse
a una causa. No son estadistas ni científicos, pero pueden ser magníficos
poetas, amantes del arte, o grandes instructores cuando reconocen que sus
cualidades pueden ser útiles a los demás. Les gusta pasar desapercibidos y
cuando alguien les da una responsabilidad son cumplidores y efectivos. Los
individuos de este Rayo recorren el sendero mediante la entrega y el servicio a
los demás.
Rayo
VII: Magia y Orden Ceremonial
Rayo VII. El hombre de
este Rayo se deleita por todas las cosas realizadas en forma decente y
ordenada. Se sienten motivados por todo lo que es noble, digno, ordenado. Su
meta es hacer lo más conveniente y pronunciar la palabra correcta en el momento
oportuno. A pesar de querer aparentar gran fuerza y suficiencia carecen de autoconfianza.
Son grandes idealistas y sienten un profundo respeto por la libertad de las
personas que conviven junto a ellas. Las personas del Séptimo Rayo son
mentalmente abiertas, y aunque les cuesta reconocer sus errores suelen ser
dóciles y predispuestas a cambiar su forma de pensar. Algunas virtudes
características de los que pertenecen a este rayo son: el poder para crear
orden, ritualismo y ceremoniosidad, sentido del tiempo y del ritmo y poder para
coordinar grupos.
Los
cinco campos de tu Ser
El funcionamiento del
cuerpo humano es increíblemente complejo, como cualquier texto médico puede
confirmar. Pero como sabemos, el Ser humano es mucho más que su cuerpo. El
cuerpo de hecho, es el aspecto menos importante del sistema de energía humano -
el aspecto más alejado del Yo esencial.
Tus cinco campos. Para
comprender al individuo real en su totalidad hay que reconocer y estudiar
profundamente la naturaleza de su cuerpo, sus emociones, su mente, su
personalidad agregada y, por último, su Alma o Ser Espiritual.
Estos aspectos del ser
humano existen, de acuerdo a la Escuela Arcana, en forma de "campos",
del alguna forma análogos a los campos magnéticos o eléctricos que rodean e
interpenetran a los objetos magnetizados o cargados eléctricamente. Voy a describir
ahora las características y funciones de cada uno empezando del más denso al
más sutil:
Campo
Físico
Algunas de las funciones
clave de tu campo físico son el movimiento, la acción, la coordinación, la
recepción, la expresión, la vitalización y el anclaje.
A menudo se repite en
las Enseñanzas de la Sabiduría Perenne, que el cuerpo físico no es un
principio, sino un autómata. Al hablar del campo físico, además de referirse al
cuerpo físico que podemos ver y tocar, se está refiriendo también a un campo
etérico o energético invisible pero que se puede sentir. Para la Escuela
Arcana, el campo etérico es el verdadero cuerpo físico, y sus movimientos son
responsables de las actividades más tangibles de su contraparte física y densa.
Mientras que en un sentido
esotérico estricto, este vehículo es el menos importante, en nuestro actual
etapa de evolución (y especialmente durante la encarnación) influencia nuestra
vida profundamente. Comprendido y utilizado apropiadamente puede ser un
instrumento de manifestación inestimable; mal comprendido y maltratado
resultará ser una gran limitación, frustrando la demostración en el plano
físico del individuo real y subjetivo.
Campo
Emocional
El campo emocional tiene
dos niveles principales: el superior es el nivel de los sentimientos
potencialmente conscientes y en un nivel más inconsciente se encuentran las
emociones. Como son inconscientes pero quieren ser vividas, muchas veces son
compulsivas. Esto significa que, cuando recibimos un estímulo emocional,
sencillamente reaccionamos. En el nivel superior consciente de los sentimientos
encontramos los patrones que nos sirven para explicar las emociones. Así como
el cuerpo etérico vitaliza al cuerpo físico, también tenemos unos sentimientos
potencialmente conscientes que, en cierto modo son el motor de las emociones
que vivimos.
Si profundizamos más en
el Campo Emocional podemos ver que tiene las siguientes funciones clave: deseo,
contacto, apego, aspiración, evaluación, atracción, repulsión, miedo, humor
-elevación y depresión emocional- y equilibrio.
Campo
Mental
Durante décadas,
científicos de todos los campos han realizado complejos estudios de las
funciones mentales, pero sin llegar a un consenso acerca de la verdadera
naturaleza de la mente. ¿Es el cerebro un producto de la fisiología? ¿O es una
facultad o principio cuya existencia es independiente (aunque interactuante) de
la substancia del cerebro? La Escuela Arcana y todas las tradiciones de
Sabiduría Perenne apoyan esta última perspectiva. Estos procesos son reflejados
-ya que tienen su correlato físico- en los procesos cerebrales, de ahí la
posibilidad de confusión.
Por tanto, la siguiente
aproximación a la comprensión de la mente será cognitiva y psicológica más que
fisiológica. Quienes han estudiado y meditado a fondo sobre su mente y sus
procesos describen las funciones clave, operaciones y dinámicas características
del campo mental del siguiente modo: creación de formas de pensamiento, poder
de fijación del pensamiento, concentración, análisis, síntesis, asociación, conjuntación,
clasificación, comparación y contraste, deducción e inducción, correlación,
detección de causas y efectos, manipulación, ordenación, combinación,
generalización y particularización, visualización creativa, señalización y
designación, simbolización, memoria e intuición.
Campo
de la Personalidad
Alice Bailey afirmaba
que de igual modo que no todo las personas se expresan a sí mismas como Almas
-porque no han alcanzado el alineamiento entre Alma y personalidad- tampoco
todas las personas son personalidades. A menos que los tres vehículos o campos
inferiores hayan sido integrados con éxito y pueden operar simultáneamente con
eficiencia, no es técnicamente correcto describir al ser humano en cuestión
como una personalidad.
Sin embargo, incluso con
antelación al momento de la completa integración de la personalidad, comienzan
a ocurrir momentos transitorios de integración; en tales ocasiones uno puede
ver a la "personalidad" en acción, y puede detectar la cualidad de
rayo que eventualmente se manifestará con relativa consistencia, una vez que la
fusión de la mente, las emociones y la naturaleza físico-etérica sea un hecho
consumado e irrevocable.
Dentro de las enseñanzas
trascendentales, la personalidad ocupa un lugar ambiguo, porque tanto es
valorada como depreciada. Por un lado, es el instrumento de expresión más
valioso del Alma sintetizando los tres campos inferiores - los campos mental,
emocional y físico. Por otro lado, es la principal oposición al Alma,
impidiendo, bloqueando o distorsionando su expresión en este mundo terrenal.
Más concretamente,
podemos considerar la dinámica positiva de la personalidad como el principal
medio de:
-
Expresión del Alma en este mundo
-
Integrar los campos mental, emocional y físico y su resultado
-
Coordinar y dirigir la actividad del plano físico
-
Establecer la identidad del ego inferior, o identidad personal
-
Establecer auténtica autonomía, distinción de la masa y
originalidad
-
Establecer la vocación preliminar
Y podemos considerar su
dinámica negativa como el principal medio de:
-
Obstaculizar el camino del (y hacia el) Yo Superior
-
Evadir o no lograr responder a la "llamada superior"
-
Limitar la expansión y rehusarse a crecer
-
Expresar egoísmo y separatividad
-
Ser egocéntrico y autoreferirse
Campo
del Alma
El Alma en su propio plano
es una entidad de gran desarrollo espiritual. Los principales intereses de esa
entidad están bastante más allá de la común comprensión humana, y sólo son
brevemente sugeridos en un pequeño número de pasajes de los libros del
Tibetano.
El Alma humana encarnada
resulta afectada de siete modos diferentes, dependiendo de la cualidad de su
rayo. Se puede reconocer la influencia del Alma en la medida en que afecta al
crecimiento y desarrollo espiritual del ser humano en la vida diaria. A efectos
prácticos y psicológicos dicha influencia se puede ver como la fuente de:
-
El mayor servicio y contribución
-
La verdadera vocación de uno
-
El autodesinterés y altruismo propios
-
La verdadera consciencia de uno mismo
-
La actividad más gozosa
-
El mayor sentimiento de significado
-
El sentido de lo sagrado
-
Los "deseos del corazón"
La
naturaleza de tu propósito individual
Es de la más completa
importancia que comprendas conscientemente quién eres. Tantas personas que
afirman ser simplemente "ellas mismas" están realmente viviendo
instintiva e inconscientemente, respondiendo a la vida con sólo una fracción de
ellos mismos. Cuando dicen que responden espontáneamente a las impresiones,
están simplemente respondiendo irreflexivamente. Responden de esa manera porque
no tienen ningún concepto de su modelo de energía, o de cómo se relaciona con
los modelos de energía de los demás, o del modelo de energía que está siendo
expresado en su entorno como un todo.
El enfoque hacia el
propósito de tu vida demanda un agudo conocimiento de tu modelo de energía
individual. Esto no significa que debas enfocar tus ojos de modo narcisista
sobre ti mismo por siempre, sino que deberías comprender el modelo del sistema
de energía propio (el modelo arquetípico espiritual, y el modelo personal),
igual que un experto piloto comprende la estructura, el propósito y las
limitaciones del aeroplano en el que vuela, o como un virtuoso comprende la
función de cada parte de su instrumento musical, así como la forma de cuidarlo,
como afinarlo y cómo manejarlo para que se convierta en el mejor vehículo
posible para la expresión de su musicalidad.
Desde luego, el
instrumento humano es mucho más delicado, complejo y expresivo que cualquier
instrumento hecho por el hombre. Y mientras que es bastante fácil alcanzar una
"distancia objetiva" de cualquiera de éstos, es muy difícil
distinguir el verdadero Yo (el Yo Transpersonal o Alma) de la mente, emociones
y naturaleza física propias - i.e., del propio 'instrumento' personal. Las más
habilidosas manipulaciones ejecutadas por el más logrado virtuoso no son nada
comparadas con la tarea de 'tocar' consumadamente las energías y fuerzas de un
instrumento humano afinado espiritualmente.
Cada uno de nosotros
tiene un propósito único en la vida. Hay algo que debes ser, algo que debes hacer.
Cada uno de nosotros tiene (o más bien, es) un arquetipo espiritual que debe
ser expresado en el tiempo y el espacio. Todos nosotros somos partes integrales
e inseparables de una gran y totalmente inclusiva ENTIDAD, y se espera que
cooperemos en SU propósito creativo manifestando nuestra naturaleza
arquetípica.
En nuestro presente
estado de evolución, sin embargo, es fácil olvidar que cada uno de nosotros,
esencialmente, es un arquetipo espiritual. Los mundos superiores no son
fácilmente accesibles a la consciencia condicionada por el cerebro, e incluso
en nuestros momentos más exaltados, resulta más fácil pensar que tenemos un
arquetipo espiritual a pensar que somos un arquetipo espiritual. Aunque esta
distinción es filosóficamente esencial, no tenemos por que preocuparnos
demasiado por ella con tal que aprendamos a reconocer y manifestar ese
arquetipo espiritual.
De todos los numerosos
propósitos que pueden animarte como ser humano, tu propósito más profundo es
manifestar tu arquetipo espiritual. Este arquetipo espiritual (el cual es tu
verdadera -aunque no última- identidad individual) puede desde un punto de
vista esotérico ser considerado un patrón sutil de energías diferenciadas a
partir de las cualidades de tus rayos en los cinco campos arriba descritos.
La tarea ante cada uno
de nosotros es muy simple de comprender, no importa lo difícil que pueda ser
realizarla. Debes simplemente hacerte consciente de tu modelo único de
energías, y ser fiel a ese modelo, actualizando de ese modo quien y lo que ya
eres en esencia.
Tu mayor alegría y tu
mayor responsabilidad espiritual es volverte quien realmente eres, lo que
significa expresar totalmente tu arquetipo espiritual - tu modelo e identidad
espiritual.
Desafortunadamente, la
mayoría de nosotros, incluso si somos relativamente inteligentes, no
reconocemos el verdadero patrón de nuestra identidad espiritual, ni reconocemos
realmente nuestro lugar y función en el esquema más vasto de las cosas. A
menudo ni siquiera reconocemos el patrón de nuestra identidad personal (que es
un patrón menor sobre el que debe ser impuesto el modelo espiritual). Nuestro
usual sentido de identidad es por tanto extremadamente limitado. Nuestro
nombre, raza, nacionalidad, religión, origen familiar, unas pocas relaciones
personales y grupales, y nuestra vocación mundana y pasatiempos a menudo
definen los límites de nuestro autoconcepto. Si trabajamos bajo tal limitación
de consciencia, nuestra respuesta a la vieja pregunta - "¿Quién soy?"
- será siempre inexacta, limitada y confusa.
Nuestra responsabilidad
espiritual es la expresión de nuestra verdadera identidad. En esto no hay nada
de egoísta. En vez de eso, al hacerlo estamos cumpliendo con nuestra
responsabilidad hacia el todo mayor. Cada entidad dentro de la mayor ENTIDAD es
un único patrón o diseño que debe expresarse a sí mismo si la totalidad del
Diseño Universal ha de manifestarse. Por eso, si fallamos en descubrir quiénes
somos, o fallamos en manifestar lo que descubrimos, el Gran Todo queda
empobrecido debido a nuestra estupidez o nuestra negligencia.
Por tanto, de alguna
manera, a pesar de toda nuestra pequeñez e insignificancia, somos
extremadamente significantes. Somos patrones irreemplazables dentro del Gran
Patrón. ¡Estamos, literalmente, destinados a SER! Estamos destinados a
manifestar nuestro verdadero Yo y la función de la psicología esotérica a
través de los Siete Rayos es hacerlo posible.
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