EL
TERCER OJO
AART
JURIAANSE
Mucho ya
se ha escrito en la literatura esotérica sobre el tercer ojo, y parece que se
precisa más claridad sobre este poco comprendido órgano místico. Sin embargo,
aunque las descripciones y las explicaciones pueden dar algún concepto mental
de este 'ojo', la verdadera comprensión interior nunca puede alcanzarse hasta
que, por el desenvolvimiento espiritual gradual, una medida de experiencia de
visión práctica a través de este 'ojo del alma' es en primer lugar conseguida -
otra de estas paradojas esotéricas.
Se
encontrará que unas pocas expresiones sinónimas son parcialmente descriptivas y
podrán dar quizás alguna idea de las funciones del tercer ojo. Por ejemplo: el
ojo espiritual; el espejo del alma; el ojo del alma; el ojo que todo lo ve; el
ojo del mago; el ojo de la visión; el ojo interno; el director de la energía.
El tercer
ojo existe en materia etérica y es un centro de fuerza etérico situado justo
delante de la frente, en el punto medio entre los dos ojos físicos. Aunque
asociado con la glándula pineal, no debe ser confundido con ella, que es
claramente una pequeña glándula física detrás del cerebro. El tercer ojo debe
considerarse como la correspondencia etérica de la glándula pineal, y es sólo
cuando la última alcanza la actividad plena que el 'ojo' funcionará
efectivamente, indicando la etapa 'completamente despierta' del hombre.
El tercer
ojo es también el instrumento de la Voluntad o Espíritu, y así se convierte en
el 'Director de la energía'.
El 'ojo'
provee al aspirante de visión interna de los espacios subjetivos, y por tanto
de clarividencia, y también permitirá al trabajador eficiente control sobre
muchas de las energías que gobiernan el comportamiento de la materia.
Hasta que
el ojo está funcionando, aunque sólo parcialmente y periódicamente, el hombre
no puede comprender y apreciar plenamente la naturaleza de la energía que él es
capaz de manejar y por tanto de los poderes potenciales a su disposición.
Finalmente este ojo le dará los poderes del mago blanco, y es por ello que
también se conoce como el 'ojo del mago'. Es dirigiendo las energías con el
tercer ojo que las formas mentales son energizadas y vivificadas, llevando a
los constructores menores (devas) a una línea particular de actividad.
El tercer
ojo es por tanto la agencia directora en todo trabajo mental creativo, así
formando también la base de toda creación práctica. Fijando el ojo interno en
el objeto de contemplación, se produce una corriente continua de energía, que
cuando se enfoca sobre lo objetivo engendra vitalización y actividad. Como
norma este proceso opera inconscientemente, pero a través de la meditación y la
contemplación el estudiante cualificado aprende a aplicar estos principios
deliberadamente y a voluntad, aunque con discernimiento.
Es a
través de este 'ojo que todo lo ve' que el Maestro de Sabiduría o el hombre
perfeccionado, puede en cada momento ponerse en contacto con sus discípulos,
dondequiera que estén, o puede comunicarse con otros miembros de la Jerarquía
Espiritual a través del espacio etérico. Este ojo le sirve como un instrumento
para dirigir y controlar las energías y mantener formas mentales que pueda
haber creado dentro de su esfera de influencia o en su sendero de servicio, y
es a través de este medio que dirige corrientes de energía para ayudar y
estimular a sus discípulos y grupos en cualquier lugar y momento.
La
visualización también estimula el desarrollo del tercer ojo, y las formas,
ideas y abstracciones de pensamiento pueden así ser vestidas mentalmente y traídas
a la existencia etérica.
Hay
principalmente dos procedimientos que son responsables del desarrollo de la
glándula pineal. Primero ésta puede estimularse por energías que emanan del
alma misma y actuando a través de los centros etéricos. Este flujo descendente
de energía egoica o del alma proviene en primer lugar de los centros
despertados a través de la meditación y la actividad espiritual; la energía
afecta esa glándula, que con el curso de los años se desarrollará gradualmente
y comenzará a desenvolverse para comenzar un nuevo ciclo de actividad. La
glándula pineal puede, sin embargo, también ser estimulada por una vida física
racional, y disciplinando al cuerpo a las leyes del desenvolvimiento
espiritual. Esto significará llevar una vida regulada, evitando la carne, y
estimulantes como la nicotina y el alcohol, y practicando moderación en todas
las cosas. De esta manera la glándula perderá progresivamente su atrofia y se
vitalizará.
Para
resumir se puede decir que el tercer ojo constituye la ventana del alma, de
donde mira hacia dentro en los tres mundos de la existencia humana, revelando
la naturaleza de los mundos internos, el Reino de Dios y el Plan Divino; dirige
la energía del alma en el plano físico, y finalmente une al hombre despierto
del plano físico con el mundo astral o subjetivo, permitiéndole funcionar allí
con plena conciencia. Por tanto permite al hombre hacerse consciente de aquello
que previamente permanecía oculto a sus sentidos; un mundo de nuevas realidades
fantásticas se abre a su visión etérica, y la naturaleza y la cualidad del
espacio de las almas y aquel de la Jerarquía se le revela en toda su belleza.
En realidad estas nuevas percepciones son animadas más claramente y se vuelven
más auténticas para el observador que lo que nunca pudo haber sido el mundo de
experiencia física.
Aart
Jurriaanse
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