LAS FUERZAS NEGRAS (D.K.)
1.
No deben temer
ningún peligro proveniente
de esta fuente.
Sólo cuando nos acercamos al discipulado y un hombre se destaca de sus
semejantes, como instrumento de la Hermandad Blanca, atrae la atención de quienes
tratan de detenerlo. Cuando por la práctica de la meditación, el poder y la
actividad en el servicio, el hombre ha desarrollado sus vehículos a un punto de
verdadera realización, su vibración pone en movimiento materia de un tipo
específico, y aprende a trabajar con esa materia, a manipular los fluidos y a
controlar a los constructores. Al hacerlo, se entromete en los dominios
de quienes trabajan con las fuerzas de la involución y se expone a sus ataques,
los cuales pueden ser dirigidos contra cualquiera de sus tres vehículos,
pudiendo ser de distintos tipos. Describiré brevemente algunos de los métodos
que se emplean contra el discípulo:
I.
Ataques al cuerpo físico: Emplean todos los medios posibles para
entorpecer la utilidad del discípulo, mediante enfermedades o invalidando su
cuerpo físico. No todos los accidentes son consecuencia del karma, pues
comúnmente el discípulo ha trascendido buena parte de ese tipo de karma, y está
relativamente libre de esa fuente de entorpecimiento durante el trabajo activo.
II.
El espejismo es otro de los métodos empleados: Consiste en envolver al
discípulo en una nube de materia emocional o mental, suficientemente densa como
para ocultarle lo real y oscurecer temporalmente la verdad. El estudio de los
casos donde ha sido empleado el espejismo son altamente reveladores, poniendo
de manifiesto cuán difícil
es, aun para
el discípulo avanzado, discernir siempre entre lo real
y lo falso, la verdad y la mentira. El espejismo puede producirse en los
niveles emocional y mental, pero comúnmente en el primero. Una de las formas
empleadas consiste en introducir en la mente del discípulo la idea de
debilidad, desaliento o crítica, a la cual cede en algunos momentos. La idea,
así sugerida, adquiere excesiva proporción y el discípulo desprevenido, sin
advertir que está viendo los gigantescos contornos de sus propios pensamientos
momentáneos y pasajeros, se deja dominar por el desaliento, hasta llegar a la
desesperación, siendo en tales condiciones de muy poca utilidad para los
Grandes Seres. Otra forma consiste en proyectar en su aura mental sugerencias e
ideas que se supone proceden de su propio Maestro; pero en realidad son
sugerencias sutiles que entorpecen y no ayudan. Ha de ser muy sagaz el
discípulo para discernir, en cualquier momento, entre la voz de su verdadero
Instructor y las engañosas sugerencias del falso, y esto ha sucedido hasta con
elevados iniciados, que han sido engañados momentáneamente.
Son muchos y sutiles los medios para engañar y
reducir el rendimiento efectivo del trabajo en el mundo. Por eso se aconseja
sabiamente a todos los aspirantes a estudiar y trabajar para desarrollar
viveka, o esa discriminación que protege contra el engaño. Si esta cualidad se
construye laboriosamente y se cultiva cuidadosamente en todas las circunstancias
y casos, grandes y pequeños de la vida diaria, el peligro de ser desviado
quedará anulado.
III.
Un tercer método,
frecuentemente empleado, es
envolver al discípulo en una
densa nube oscura; rodearlo de una impenetrable noche y niebla, en la cual
tropieza y frecuentemente cae. Puede tomar la forma de una negra nube de materia
emocional, de alguna oscura emoción, que parece poner en peligro toda vibración
estable, precipitando al aturdido estudiante en las negruras de la
desesperación; se siente como si fuera despojado de todo y presa de varias y
funestas emociones; se considera abandonado por todos; ve los esfuerzos pasados
como inútiles; cree que ya no le queda más que morir. En tales momentos el
estudiante necesita en
gran manera el don de viveka, contrapesar cuidadosamente y
razonar con calma toda la cuestión. En esos momentos debe recordar que la
oscuridad no oculta nada al Dios interno y que el centro de la conciencia
permanece allí, incólume ante todo cuanto pueda acontecer. Ha de perseverar
hasta el fin, el fin ¿de qué? el fin de la nube que lo envuelve; el punto donde
se fusiona con la luz del sol y que debe atravesar en toda su extensión y salir
a la luz del día, comprendiendo que nada puede llegar ni dañar a la conciencia
interna. Dios se halla dentro, no importa lo que transcurre afuera. Observamos
las circunstancias ambientales, físicas, astrales o mentales, y olvidamos que
en lo más profundo del corazón se ocultan
nuestros puntos de
contacto con el
Logos universal.
IV.
Finalmente (no puedo tratar todos los métodos utilizados), los medios empleados
pueden consistir en
proyectar oscuridad mental sobre
el discípulo. La oscuridad puede ser intelectual, en consecuencia, más difícil
de penetrar; pues en este caso debe entrar en juego el poder del Ego, mientras
que en el primero el razonamiento sereno de la mente inferior puede ser
suficiente para disipar la dificultad. En este último caso, el discípulo no
sólo hará bien en tratar de evocar a su Ego o Yo superior, para disipar la
nube, sino también a su Instructor o a su Maestro, para que le presten ayuda.
Estos son sólo algunos de los peligros que
acechan al aspirante. Los señalo únicamente como advertencia y guía, no para
alarmarlos.
2. Salvaguardias contra los Hermanos Negros
Con frecuencia, el hermano negro se disfraza de
agente de la luz, presentándose a menudo como mensajero de los dioses; pero
para seguridad de ustedes, les diré que
quien actúe guiado por el Ego (alma) obtendrá clara percepción y escapará al
engaño.
En la época actual, su poder es a veces muy
grande. ¿Por qué? En la personalidad de todos los hombres existe aún muchas
cosas que responden a su vibración, por eso les resulta fácil afectar los
cuerpos de los hombres. Muy pocos miembros de la raza, relativamente hablando,
han desarrollado la vibración elevada que corresponde a la tónica de la
Hermandad de la Luz, que prácticamente actúa en la casi totalidad de los dos
niveles más elevados (los subplanos atómicos y subatómicos) de los planos
mental, emocional y físico. Al actuar en dichos subplanos, puede sentirse el
ataque de los elementales en los planos inferiores, pero no producirán daño; de
ahí la necesidad de la pureza de vida, de emociones puras y controladas y de
pensamientos elevados.
Observarán que he dicho que el poder de los
hermanos negros predomina aparentemente en los planos físico y emocional, no
así en el plano mental, en el cual actúan los hermanos de la Luz. Es posible
hallar magos negros de gran poder en los niveles mentales inferiores, pero en
los superiores domina la Logia Blanca; los tres subplanos superiores son los
niveles que Ellos exhortan a los hijos de los hombres a descubrir; constituyen
Su región, hacia la cual han de aspirar y luchar. El hermano negro impone su
voluntad sobre los seres humanos (cuando existe vibración análoga) y sobre los
reinos elementales de involución. Los hermanos de la luz, como lo hizo “el
Varón de dolores”, imploran a la humanidad
errante que se
eleve hacia la
luz. El hermano negro retarda el
progreso y moldea todo para sus propios fines; el hermano de la luz dirige sus
esfuerzos a fin de acelerar la evolución y - renunciando a lo suyo, como precio
de la realización-- permanece en medio de las brumas, la lucha, el mal y el
odio de la época, si al hacerlo puede ayudar a otros (sacándolos de la
oscuridad de la tierra) afirmándoles sus pies sobre el Monte para que puedan
ascender a la Cruz.
Y ahora, ¿qué métodos pueden emplearse para
salvaguardar a los trabajadores en el campo del mundo? ¿Qué se puede hacer para
evitar los peligros de la actual lucha y de la aún más enconada de los siglos
venideros?:
I.
La primera condición esencial es lograr la purificación de todos los
vehículos. Si un hermano negro obtiene dominio sobre un hombre, es prueba de
que éste tiene algún punto débil en su vida. La puerta por donde el hermano
negro penetra debe ser abierta por el hombre mismo; la abertura por donde
entran las fuerzas malignas debe ser hecha por el mismo ocupante de los
vehículos. De ahí la necesidad de la escrupulosa limpieza del cuerpo físico, de
emociones puras estables en el cuerpo emocional, y de pensamientos puros, en el
cuerpo mental. Cuando esto ocurra, habrá coordinación entre los vehículos
inferiores, y el Pensador que los habite no permitirá la entrada a entidades
extrañas.
II.
La eliminación de todo temor. Las fuerzas de la evolución vibran mucho
más rápidamente que las de la involución, y en esto hay una reconocida
seguridad. El temor causa debilidad, la debilidad causa desintegración; el
punto débil falla, produciéndose el vacío;
a través de
éste pueden entrar las fuerzas
del mal. El factor que permite la entrada radica en el temor que siente el
hombre, y es el que así abre la puerta.
III.
Permanecer firme e
inconmovible, no importa
lo que suceda. Los pies pueden
estar hundidos en el barro de la tierra, pero la cabeza puede estar bañada por
los rayos del sol en regiones más elevadas. Conocer la suciedad de la tierra no
significa contaminarse.
IV.
El reconocimiento del sentido común y su aplicación a la cuestión en
debate. Dormir mucho y, durmiendo, aprender a hacer positivo al cuerpo;
mantenerse activo en el plano emocional y alcanzar la calma interna. Evitar el
cansancio excesivo al cuerpo físico y procurar distracción, cuando sea posible.
Durante las horas de relajación se efectúa el reajuste, que anula la tensión
posterior.
3. Los discípulos que hoy trabajan
conscientemente en el mundo a fin de ayudar al Cristo y a Su misión, son
protegidos por el aura que el Guía de la Jerarquía circunda en todo momento a
determinado trabajo que ha emprendido la Jerarquía, en conexión con nuestro
planeta. El trabajo de preparación para Su venida está impregnado, en forma curiosa,
de peligro, debido al enorme y constante
antagonismo que evoca
(aumentado cada vez
más) en las opositoras fuerzas del mal, que atacan
principalmente a los discípulos y en particular a los que han llegado a una
etapa evolutiva y a una posición en que pueden actuar poderosamente y ayudar
grandemente en la tarea de llegar a otros.
...Esto no quiere decir que se librará de ser
atacado y - como usted es un discípulo - lo atacarán simultáneamente en los
tres cuerpos, pero no lo atemorizarán. Recuerde siempre que el temor permite que entren potestades
malignas y probablemente no lo atacan en el punto más débil, sino
preferentemente en el más fuerte; es allí, donde toman desprevenidos a los
discípulos, sufriendo un momentáneo contratiempo.
4. El mal o la maldad existe sólo cuando se
pone el énfasis sobre el aspecto erróneo, desde el punto de vista del
desarrollo alcanzado, o cuando lo que ha sido utilizado y desarrollado hasta la
necesaria etapa, retiene la vida o conciencia demasiado tiempo. De allí,
hermanos míos, la naturaleza benéfica de la muerte.
Las Fuerzas de la Oscuridad son energías
poderosas que actúan para preservar lo antiguo y material; por eso son
preeminentemente las fuerzas de la cristalización, de la conservación de la
forma, de la atracción de la materia y de la seducción de lo que existe en la
vida de la forma de los tres mundos. En consecuencia, bloquean deliberadamente
la afluencia de lo nuevo y dador de la vida; trabajan para impedir la
comprensión de lo que pertenece a la nueva era; se esfuerzan en conservar lo
familiar y antiguo, en contrarrestar los efectos de la cultura y la
civilización venideras, en enceguecer a los pueblos y nutrir constantemente los
existentes fuegos del odio, de la separatividad, de la crítica y de la
crueldad. Estas fuerzas, en lo que concierne a los pueblos inteligentes del
mundo, trabajan insidiosamente y engalanan su esfuerzo con bellas palabras, y
conducen, hasta a los discípulos, a manifestar odio a personas e ideologías, nutriendo
las ocultas simientes del odio que existen en muchos seres humanos. Aventan
hasta el ensañamiento, el temor y el odio que hay en el mundo, en un esfuerzo
por conservar lo anticuado, haciendo que lo desconocido parezca indeseable y
deteniendo las fuerzas de la evolución y del progreso para sus propios fines,
los cuales son tan inescrutables para ustedes como lo son los planes del
Regente de Shamballa.
Sería bueno reconocer que estas fuerzas
existen, pero ustedes, como individuos o grupos, poco pueden hacer respecto a
ellas, excepto procurar que - por insignificante que sea- en nada les sirva de
punto focal de sus esfuerzos, ni los convierta en agentes para la distribución
de su tipo peculiar de energía - la enfocada y dirigida energía del odio-, de
la separatividad, del temor y del orgullo. Quienes estamos vinculados
directamente con la Jerarquía debemos ocuparnos de ellas, pero ustedes pueden
ayudar más de lo que creen, controlando los pensamientos y las ideas,
cultivando un espíritu amoroso y empleando en forma general la Gran Invocación.
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