EVOLUCIÓN
Y PROCESO: 2 “EL ALMA”
EL ALMA
Y SU MECANISMO (ACV)
(Extraído de las enseñanzas del Maestro D.K.)
(Extraído de las enseñanzas del Maestro D.K.)
¿QUÉ ES EL ALMA?
El Alma
es nuestra conciencia, es esa semilla divina que desciende a la materia (la
personalidad) y mediante el proceso evolutivo, a través de las vidas, la personalidad se purifica, se desmaterializa
y a través de ella se expresa el Alma. El Alma no se puede expresar sin esa purificación
de la materia.
El alma
es la intermediaria entre el espíritu y la materia, entre el espíritu y la
personalidad. No es posible la relación espíritu/personalidad sin las
intermediación del alma. La personalidad, en su
mayor parte, es materia densa con unas vibraciones muy bajas, y para que se
pueda relacionar con el espíritu tiene la necesidad y ayuda del alma que ejerce
de intermediaria.
Nunca entendía cuando oía hablar del “desarrollo del alma”. Yo me decía, pero si el Alma es perfecta cómo se va a desarrollar? Ahora lo entiendo, si el alma es la semilla divina, cada ser humano debe desarrollar esa semilla divina, hacerla germinar y desarrollarla en toda su plenitud. ¿Cómo podemos hacer esto?: Desarrollando nuestra conciencia de lo que hablaremos en otro capítulo.
Cuando el Alma todavía no se puede expresar a través de nuestra personalidad, quiere decir que la materia de la personalidad crea una barrera que no hace posible que el alma se exprese.
PROCESO DE LAS VIDAS DEL HOMBRE.
El ser humano tiene una etapa involutiva que podríamos relacionarla con la frase de “descendió a los infiernos”, llegamos a lo máximo de la densidad, a la podredumbre, al igual que las plantas, que el agricultor introduce la semilla en las profundidades de la tierra, se pudre y de esa podredumbre nacen las raíces, el tallo, las hojas y finalmente el fruto. Todo en la naturaleza sigue igual proceso porque las leyes son las mismas para todo el universo.
Hablando de la fase involutiva del hombre, podríamos remontarnos al hombre primitivo en que solamente vivía como un animal, para cubrir sus necesidades físicas de todo tipo y ahí estaba centrada su vida y sus energías, ignorando por completo al alma. Posteriormente esas energías pasan al astral, distribuyéndose entre el físico y el cuerpo de emociones y aquí damos libertad total a los deseos y a las emociones, porque consideramos que es lo más importante para nosotros, lo que debe regir en nuestra vida, los sentimientos. Esta teoría nos la hemos pasado defendiendo y todavía prevalece, durante muchísimo tiempo, con lo cual el ser humano se mueve por pasiones y se sigue ignorando en gran medida al alma. Llega el momento en que va haciendo acto de presencia la mente y el ser humano va pensando y utilizando argumentos y razones que utiliza en la mayoría de los casos egoístamente. Quiere decir que en esta fase se sigue ignorando al alma.
Sin embargo la mente es el cuerpo más importante de la personalidad y sigue un proceso por el cual dirige al físico y al astral en lo que se puede considerar como una dirección egoísta, ya que va buscando que nada interfiera en sus objetivos. En esta etapa, humana y socialmente, el hombre crece porque se da cuenta de la importancia de la mente y la utiliza inteligentemente aportándole conocimientos que va a utilizar con fines egoístas, para lo que considera que es su propio bien.
Las leyes divinas son tan sabias y tan justas que nos van a proporcionar los efectos lógicos de nuestra naturaleza libre e incontrolada. Entonces vamos a ver que los excesos del cuerpo físico y del cuerpo astral alimentados por el egoísmo de la mente, tiene unas consecuencias y llegan las enfermedades, desequilibrios nerviosos y problemas sociales creados por nuestra propia mente que ignora los derechos de los demás.
Ante las contrariedades llegamos a preguntarnos ¿por qué? Y por supuesto no encontramos respuestas, y no las encontramos porque no estamos preparados para recibirlas, no tenemos la honestidad necesaria y solo encontramos culpables a los demás. Como no somos capaces de ver, las experiencias se repiten una y otra vez, y seguimos preguntándonos ¿por qué?, hasta que tanta insistencia en las experiencias y en las preguntas nos van despertando la conciencia, el resultado de la relación entre el alma y la personalidad ya se va manifestando aunque torpemente porque la personalidad no está preparada para poder dar la respuesta que nos pide el alma.
¿Qué tendremos que hacer para hacer compatible la personalidad con el alma?
Tendremos que desarrollar esa parte espiritual que es su
esencia, e ir transformando la materia en espíritu, con lo cual las vibraciones
de personalidad y alma se irán aproximando y el entendimiento se va haciendo
posible. La personalidad irá captando la luz del alma que antes no percibía y
tendrá que poner en acción la voluntad para expresar al alma mediante sus
pensamientos, palabras y obras. En la medida que conjugamos este trabajo, que
realmente es un trabajo, vamos percibiendo más y más luz y somos más capaces de
ver nuestros defectos y de corregirlos, y los corregimos, y seguimos expresando
al alma. Es un proceso, y en este proceso llegará el momento en que se
fusionará la personalidad con el alma, seremos almas, “almas en manifestación”.
Si fuéramos almas en manifestación, los
problemas del mundo desaparecerían.
¿Cuál es el mecanismo del alma?:
LA PERSONALIDAD, que si no se hace fuerte, si no se redime, si no se espiritualiza, no puede expresar al alma.
¿Es necesaria la meditación en este proceso?
Totalmente es necesaria la meditación porque a través de ella
se produce la invocación y la evocación, o lo que es lo mismo, pretendemos
acercarnos a la LUZ, la invocamos, la deseamos, y consecuentemente la evocación
y precipitación de energías se manifiesta, y si las usamos correctamente
serviremos a la humanidad, a la Jerarquía y al Plan.
¿Se puede sustituir la meditación con el estar serenamente expectantes?
Yo diría que la meditación es absolutamente necesaria en la
mayor parte de nuestras vidas, porque nuestra humanidad y densidad es una
realidad y mientras no hayamos llegado a la fusión con el alma no podremos
estar de continuo “serenamente expectantes” que es igual a decir que estamos
continuamente en meditación
RESUMIENDO SOBRE EL ALMA
Una vez más hay que aclarar que tenemos que utilizar palabras que siempre limitan todo lo abstracto, pero es lo que tenemos y a partir de aquí hago mis puntualizaciones, más o menos acertadas porque todos estamos sujetos a error.
Efectivamente el Espíritu es la fuente, el manantial de donde nace todo, absolutamente todo. Vulgarmente se dice que el alma es “la chispa divina” que está en todo lo creado. El Alma es el vehículo de expresión del Espíritu. El Espíritu se expresa a través del Alma.
El Alma es la intermediaria entre el Espíritu y la Personalidad (en el caso del ser humano). ¿Por qué el Alma es la intermediaria entre Espíritu y Personalidad?. Porque la diferencia de vibración del espíritu es tan alta y la de la personalidad (materia) es tan baja, que son incompatibles, sería imposible. Es el Alma la que nos permite esa relación con el Espíritu.
La personalidad es el vehículo de expresión del alma. El alma se expresa a través de nuestra personalidad, pero ¿qué tiene que hacer la personalidad para expresar correctamente y en su auténtica realidad al alma?.
La personalidad tiene que redimir su materia, es decir purificarse, sutilizarse, mediante correctos pensamientos, correctas palabras y correctas obras. De esta manera expresaremos al Alma y mediante este trabajo algún día seremos almas en manifestación y no tendremos problemas en el mundo.
Durante las primeras etapas de nuestra existencia el alma ignora a la
personalidad y la personalidad ignora al alma, porque el alma sabe que somos pura
materia y no estamos capacitados para oír su voz, y la personalidad ignora al
alma por su ignorancia, porque prácticamente somos animales.
ACV.
LAS CUALIDADES
DEL ALMA A.C.V.
Las Cualidades del alma son esas cualidades
divinas que todos tenemos en estado latente y que hemos de desarrollar y
potenciar.
Algo importante a tener en cuenta es que a medida que manifestamos las Cualidades del alma también somos más sensibles y percibimos tanto lo positivo como lo negativo de los demás, las intenciones más o menos puras y la dirección de determinadas actitudes, y esto implica una cualidad más a desarrollar por nuestra parte que es la Comprensión, la Compasión y la actitud correcta.
No quiere decir que por comprensión y compasión anulemos lo que hemos percibido que puede corresponderse totalmente con la realidad, sino que hemos de aceptarlo como una manifestación del nivel de conciencia de cada uno y hemos de hacer nuestro trabajo que siempre debe representar un servicio.
En espiritualidad hay que ser mucho más que buenos y hemos de desarrollar una inteligencia amorosa que no es dar por bueno todo, sino que cada cosa y cada quién está en determinado nivel que no hemos de calificar sino como parte del proceso por el cual todos pasamos y todo ello nos debe servir de reflexión y enseñanza, sin dejar de aportar nuestro granito de arena que nunca debe ser una crítica sino una aportación constructiva y quizás sólo en casos muy excepcionales apartarnos de determinados ambientes. No olvidemos que donde está la oscuridad, a cualquier nivel, también debe estar presente la luz, y ello representa un gran sacrificio para el que percibe esa oscuridad y es consciente de que su presencia es necesaria. Sacrificio: "sagrado oficio".
A.C.V.
LA IMPERSONALIDAD (Extraído de las enseñanzas
de D.K.)
La personalidad es el vehículo de expresión del alma. Nuestro Yo superior es el alma, la cual se expresa a través de nuestra personalidad.
La personalidad está constituida por nuestro cuerpo físico, emocional y mental, y a través de estos cuerpos podemos expresar al alma.
Cuando expresamos enfados, odios, apatía, irritación, soberbia, competitividad, egoísmo, deseos terrenales, etc., se está expresando la personalidad.
Cuando expresamos paciencia, templanza, comprensión, compasión, amor….., se está expresando el alma.
¿Qué es necesario para que se exprese el alma a través de la personalidad? Que transmutemos las energías inferiores en superiores, que no admitamos los malos pensamientos, ni las malas palabras, ni las malas acciones, que tengamos olvido de nosotros mismos y demos amor. Esto significa redimir la materia, desmaterializarnos, purificarnos; ESPIRITUALIZARNOS.
En esta armonía le estamos dando paso al alma para que se refleje a través de la personalidad como en un espejo.
Cuando continuamente hablamos de nosotros, queremos que nos alaben, que nos halaguen, que nos mimen, no tener problemas, estar muy bien situados, que se cumplan todos nuestros deseos, o lo que es lo mismo establecernos en la tierra como si fuera el Reino, en esas condiciones el alma no se puede expresar.
Impersonalidad
significa actuar desde el alma, y el alma es AMOR.
El proceso de transmutación de la personalidad para que sea un perfecto vehículo de expresión del alma, se consigue con esfuerzo y con trabajo, no con invocaciones y creyéndonos que somos los mejores y que nada tenemos que hace; ni que va a venir nadie a solucionar nuestros problemas. Nosotros tenemos que solucionar nuestros problemas. El Padre necesita servidores con olvido de sí mismos.
¿Hemos visto a algún gran servidor de la Humanidad viviendo tan ricamente?
“El que quiera venir en pos de Mí, que coja su cruz y me siga”
Yo entiendo que oír estas palabras no es muy halagador, pero también entiendo que así es el Camino de retorno a la Casa del Padre. No estamos para oir cosas bonitas, estamos para, si es posible, expresar LA VERDAD y actuar en consecuencia.
ACV.
El Alma
Humana.- Por John Nash
[Publicado en
The Beacon, 2003]
«Muchas personas, tras haber experimentado alguna vez la iluminación, cierto desenvolvimiento, elevación y beatitud, se han convencido de la existencia de un nivel de conciencia tan alejado de lo común que los lleva a un nuevo estado del ser y a un nuevo nivel de conciencia.». . ( Tratado sobre Magia Blanca)
La conciencia y
la construcción de formas
«El alma», nos dice El Tibetano, «es esa entidad que viene a la existencia cuando los aspectos espíritu y materia se relacionan mutuamente.» 1 Es una expresión del segundo aspecto de la Deidad, el principio mediador entre el espíritu y la materia, el aspecto constructor de formas de ese asombroso proceso a través del cual el Logos desciende a la manifestación. Aprendemos que «en todo el universo, el alma es el sensible y consciente tema del plan divino…». 2 Todo tiene un alma, desde una roca, un árbol, un caballo y un ser humano, hasta un planeta y más allá. En el nivel más rudimentario del reino mineral, el alma es «el factor sensible en la sustancia misma» y en los reinos superiores ella expresa la conciencia, así como normalmente más la comprendemos.
El alma da a la forma sus características especiales, para que de este modo, por ejemplo, el árbol sea diferente de la piedra y del caballo y el roble lo sea del olmo. El alma del árbol asegura que la semilla se desarrolle en un brote, un retoño y en un árbol maduro que sea capaz de reproducirse; asegura que la raíz del árbol penetre en el suelo y que sus ramas lleguen hasta el cielo, dando hojas y frutos. En cada reino, el alma:
«… trae forma a la existencia; le permite desarrollarse y crecer a fin de albergar más adecuadamente la vida inmanente; empuja hacia delante a todas las criaturas de Dios en el sendero de la evolución, a través de un reino tras otro, hacia una meta final y una gloriosa consumación.»
Hablamos de las
almas minerales, las almas vegetales y las almas animales, que son responsables
de construir las formas de sus respectivos reinos, otorgándoles la conciencia
sensible y confiriéndoles «esa facultad innata en todas las formas… que produce
la innegable actividad inteligente que todas manifiestan». 4 Estas almas no
están individualizadas y forman parte del alma colectiva mayor que anima al
planeta, «… el ánima mundi o el alma del mundo, el aspecto subjetivo de todas
las formas en los tres mundos, de todos los cuerpos en los cuatro reinos de la
naturaleza». 5 Los «tres mundos» son los planos físico, emocional y mental, los
planos de la existencia objetiva terrenal.
Como seres humanos en encarnación física, con los reinos inferiores compartimos las formas y las almas asociadas con estas formas. También tenemos, in potentia o en realidad, aquellas almas humanas cuya misión es construir formas más especializadas, necesarias para nutrir la vida que mora en nosotros, para aportarnos nuestras cualidades peculiares y para conducirnos adelante, a lo largo de nuestro propio sendero de evolución. Estas almas humanas son de un orden más elevado que de sus equivalentes inferiores, debido a la relación especial existente entre la Mónada humana y sus formas.
La individualización no solo apartó la experiencia de la evolución humana de la experiencia de los reinos inferiores, sino que también condicionó la naturaleza, el papel y los objetivos del alma humana. Mientras el alma mineral, vegetal o animal es un principio indiferenciado de construcción de formas, el alma humana es diferenciada y tiene el potencial de existencia autónoma, como entidad, que expresa no solo conciencia, sino autoconciencia.
El alma humana permite a la humanidad expresar el principio de manas, o mente; y vemos el florecimiento de este principio cuando el alma se acerca a la madurez. El alma se convierte en el «Pensador», el «Hijo de la Mente», que media entre la mente inferior de la personalidad y la mente superior de la Tríada Espiritual. La mente, «el gran factor de división», se transmuta en la personificación de la Unidad y el Amor. Pero, la maduración del alma es el producto final de un largo proceso de evolución. Tenemos que rastrear este proceso evolutivo para ver de dónde proviene el alma y qué estimula su desarrollo.
CONCLUSIONES SOBRE EL ALMA
Por John Nash.- [Publicado en The Beacon, 2003]
En todos los niveles de la creación, el «alma» fue traída a la existencia por el descenso del Espíritu a la materia y construye formas para expresar su interacción mutua. El alma es «energía atractiva, coherencia, sensibilidad, vivencia, percepción o conciencia…, es la cualidad manifestada por todas las formas.» 31 Tras la individualización, cada miembro de la raza humana fue dotado de un alma humana. Durante largos eones ella existió nada más que como una semilla, esperando germinar y crecer como una entidad autoconsciente y operante; pero, a su debido tiempo el alma humana se despliega como un principio medio entre el superpuesto Ángel Solar y el alma animal vestigial para completar la triplicidad del alma.
El alma humana se desarrolla poco a poco como resultado de dos factores: un desplazamiento de las prioridades del individuo hacia una realidad superior y hacia una conciencia de grupo, y gracias a la guía del Ángel Solar. El alma va estableciendo una estrecha relación con el Ángel Solar, que dura hasta el retiro del Ángel en la cuarta iniciación. La triplicidad del alma se resuelve en una Unidad y el alma humana reina suprema; es un Todo sintetizado sirviendo como el único mediador entre la Mónada y el mundo de las formas.
La autoconciencia está estrechamente vinculada a la identidad: el sentido de la individualidad, o la noción de «quienes somos». A lo largo de la historia, la humanidad ha buscado una base segura para la identidad y ha explorado diversas posibilidades, incluyendo la tribu, el cuerpo físico y la personalidad, pero ninguno de ellos le ha ofrecido una permanencia que la tranquilizara. De manera definitiva, el individuo puede identificarse con la última y duradera expresión de la conciencia humana, a saber, el alma humana. Sin embargo, no es suficiente aceptar el alma humana como un constructo intelectual; también tenemos que experimentarla, abrazarla, convertirnos en ella y vivir su vida.
Hay una tendencia a pensar que la personalidad es mucho más interesante que el alma —que las almas son, de alguna manera, todas parecidas, como pájaros posados sobre un cable aéreo—. Pero nada podría estar más lejos de la verdad; el alma humana refleja la experiencia única de innumerables vidas y las capacidades e intereses logrados en ellas. El alma es una «persona»; pero, en lugar de ocultar quienes somos realmente, ella nos revela en quienes nos hemos convertido. Además, el alma humana está llena de vida: una vida vibrante, inmensamente más rica que la de la existencia de la personalidad. Descubrir que somos ese carácter original y fascinante, es el mayor logro y un gran paso hacia delante en la evolución humana.
Por corresponder al segundo Aspecto de la Deidad, el alma humana no es solo un centro de conciencia, sino también un centro de Amor y Sabiduría, como lo señala El Tibetano:
«El amor… es el alma de todas las cosas o formas, comenzando por el ánima mundi, hasta llegar a su punto máximo de expresión en el alma humana,...»
A medida que el alma humana se desarrolla en más y más individuos, la conciencia Crística se irá anclando cada vez más firme en la estructura del planeta. El efecto colectivo será poderoso y de gran alcance; ello impulsará a gran parte de la humanidad hacia el Reino de las Almas, de los que «la Jerarquía es el núcleo dinámico y viviente».33 Esperamos no la aniquilación de la individualidad o la inmersión en un mar de igualdad, sino la emergencia como magníficas unidades de conciencia, compartiendo y sirviendo alegremente con otras unidades de conciencia, igualmente magníficas, en este mundo de las almas. El quinto reino, utilizando los términos del psicólogo Lewis Mumford, no es una «unidad de supresión», sino una «unidad de inclusión».34 Y a partir de ahí pueden construirse formas cada vez más perfectas para apoyar la continua evolución de la ola de vida humana. Desde el centro que llamamos la raza de los hombres, que se realice, efectivamente, el Plan de Amor y de Luz.
EL ALMA
HUMANA (Lucis Trust)
En todos los niveles de la creación, el «alma» fue traída a la existencia por el descenso del Espíritu a la materia y construye formas para expresar su interacción mutua. El alma es «energía atractiva, coherencia, sensibilidad, vivencia, percepción o conciencia…, es la cualidad manifestada por todas las formas.» Tras la individualización, cada miembro de la raza humana fue dotado de un alma humana. Durante largos eones ella existió nada más que como una semilla, esperando germinar y crecer como una entidad autoconsciente y operante; pero, a su debido tiempo el alma humana se despliega como un principio medio entre el superpuesto Ángel Solar y el alma animal vestigial para completar la triplicidad del alma.
El alma humana se desarrolla poco a poco como resultado de dos factores: un desplazamiento de las prioridades del individuo hacia una realidad superior y hacia una conciencia de grupo, y gracias a la guía del Ángel Solar. El alma va estableciendo una estrecha relación con el Ángel Solar, que dura hasta el retiro del Ángel en la cuarta iniciación. La triplicidad del alma se resuelve en una Unidad y el alma humana reina suprema; es un Todo sintetizado sirviendo como el único mediador entre la Mónada y el mundo de las formas.
LA
INDIVIDUALIZACIÓN (EXTRAÍDO DE PSICOLOGÍA ESOTÉRICA II y de LOS PROBLEMAS DE LA
HUMANIDAD (AAB), citado en EL ALMA, LA CUALIDAD DE LA VIDA, pág. 21
1. En el remoto pasado de La historia (sugerido por los símbolos y las Biblias del mundo) tuvo lugar el primer Acercamiento importante; cuando Dios se ocupó del hombre ocurrió algo que bajo la acción y la voluntad del Dios Creador, Dios trascendente - afectó al hombre primitivo, el cual “se convirtió en un alma viviente”. A medida que se hizo sentir en el incipiente deseo del hombre irreflexivo (incapaz de pensar en esa etapa), el ansia de alcanzar un indefinido e incomprendido bien, esto evocó una respuesta de la Deidad; Dios se acercó al hombre y éste quedó imbuido de esa vida y energía que en el transcurso del tiempo le permitió reconocerse como hijo de Dios y, oportunamente, expresar esa filiación en forma perfecta. Este Acercamiento trajo la aparición de la facultad mental, implantándose en el hombre el poder rudimentario de pensar, razonar y saber. La Mente Universal de Dios quedó reflejada en la minúscula mente del hombre.
2. ¿Qué es la individualización desde el punto de vista del desarrollo sicológico del hombre? Es la centralización del aspecto inferior del alma, la inteligencia creadora, para que pueda expresarse a través de la forma. Oportunamente será el primer aspecto de la divinidad que así se exprese. Es el surgimiento a la manifestación de la cualidad específica del ángel solar al apropiarse de una o más envolturas que constituyen su apariencia. Es la imposición inicial de una energía aplicada y dirigida sobre ese triple conglomerado de fuerzas que llamamos la naturaleza forma del hombre. Entonces aparece en el escenario de la vida el individuo que va hacia la plena coordinación y expresión. Aparece el actor y aprende su parte; hace su debut y se prepara para el día de la plena expresión de la personalidad. El alma penetra en esa forma densa y en el plano más inferior. El yo empieza a desempeñar la parte que le corresponde, expresándose por medio del egoísmo, que finalmente conduce a un ultérrimo altruismo. El ente separatista comienza así a prepararse para la realización grupal. Es un Dios que camina sobre la Tierra, velado por la forma carnal, la naturaleza de deseo y la mente fluídica.
Momentáneamente es presa de la ilusión de los sentidos y está dotado de una mentalidad que primero obstaculiza y aprisiona y finalmente desata y libera.
La individualización puede ser simplemente definida como el proceso por el cual las formas de vida en el cuarto reino de la naturaleza llegan a:
1. La individualización consciente por la experimentación de la vida de los SENTIDOS.
2. La afirmación de la individualidad por el empleo de la MENTE DISCRIMINADORA.
3. El sacrificio final de esa individualidad en favor del GRUPO.
EXTRAÍDO DE PSICOLOGÍA ESOTÉRICA II y de LOS PROBLEMAS DE LA HUMANIDAD (AAB), citado en EL ALMA, LA CUALIDAD DE LA VIDA, pág. 21
SOBRE
CONOCIMIENTOS DEL ALMA
Enseñanzas
extraídas del Maestro D.K.
El alma es el segundo principio de la manifestación de la Triada Espiritual de un gran ser en evolución, expresa su cualidad esencial en este periodo de su evolución, nacida de su matrimonio cósmico, se expresa como el hijo, el verbo, su poder de atracción por el cual recoge y extrae hacia su propio ser, las miríadas de vidas que va evolucionando y que conforman su cuerpo de manifestación o círculo no se pasa de su gran vida, el alma humana es para el ser humano lo que nuestro Logos Solar es para otro ser cósmico en manifestación, por esta razón nuestro sistema solar es de Amor Sabiduría, es la cualidad sobresaliente del 2º rayo y de esta divinidad.
El alma es el intermediario entre el espíritu y la materia, el eterno peregrino, el recogedor de la cosecha, el encargado de elevar lo inferior a lo superior, el equilibrio, el fusionado de los tres, es el emisor de la Mónada, la esencia natural del Padre, de nuestro Dios.
Dice el Tratado de Fuego Cósmico:
Este Logos Solar encarna, o viene a la manifestación, a través de un sistema Solar.
Este sistema solar constituye el cuerpo o la forma de esa vida cósmica, y es en sí triple.
Este triple sistema solar puede describirse en términos de tres aspectos, o (según lo denomina la teología cristiana) de tres personas:
Fuego eléctrico o espíritu; 1ª. Persona, Padre, Vida, Voluntad, Propósito y Energía positiva.
Fuego Solar o Alma: 2ª Persona, Hijo, Conciencia, Amor-Sabiduría, energía equilibrada.
Fuego por fricción o cuerpo o materia: 3ª Persona, Espíritu-forma, Inteligencia Activa, Energía negativa.
SE PUBLICA NUEVAMENTE ESTE ARTÍCULO JUNTO CON UN IMPORTANTE COMENTARIO DE
OTRO COMPAÑERO DEL CAMINO, Y QUE LO VOY A COLOCAR COMO PRINCIPIO DE ESTE TEXTO:
Jo Mero
ha comentado una publicación en Blogger.
Se ha
compartido públicamente. - Ayer a la(s) 23:49
Concuerdo
en líneas generales con parte de lo escrito. Traduje a HPB
precisamente esta partecita de sus obras. Modestamente, me permito discrepar en
la interpretación sobre Lucifer y sus huestes en el sentido de que
estos ángeles “cayeron” como un acto de elección y de sacrificio supremo
en beneficio de la humanidad. Fue un acto electivo de los Espíritus
Luciferes por otras consideraciones, nacidas éstas de su libre albedrío.
Más
bien, me parece tener más sindérisis lo que leemos a continuación: Antes de que
el hombre fuera iluminado por los Espíritus Luciferes, aquél no había conocido
ni la enfermedad, ni el dolor, ni la muerte. Todas estas cosas fueron el
resultado del empleo ignorante de la facultad procreadora y su abuso para la
gratificación de los sentidos.
Los
animales en estado salvaje están generalmente libres de enfermedades y dolores,
porque su propagación se efectúa bajo el cuidado y dirección de los sabios
espíritus-grupo únicamente en esas épocas del año que son propicias para tal
objeto. La función sexual tiene por único objeto la perpetuación de las
especies, y bajo ningún concepto la gratificación de los deseos sexuales.
Si el
hombre hubiera continuado siendo un autómata guiado por Dios, no habría
conocido ni la enfermedad, ni el dolor, ni la muerte, hasta hoy; pero tampoco habría
obtenido la conciencia cerebral y la independencia resultante de la iluminación
por los Espíritus Luciferes, los "dadores de luz", quienes le
abrieron el entendimiento y le enseñaron a emplear su entonces confusa visión
para obtener conocimientos del Mundo Físico, el cual estaba destinado a
conquistar.
Desde
ese entonces había dos fuerzas obrando en el hombre. Una fuerza es la de los
Ángeles, quienes formaban nuevos seres en la matriz por medio del Amor, que se
dirigía hacia abajo para la procreación; son, por lo tanto, los perpetuadores
de la raza.
La otra
fuerza es la de los Espíritus Luciferes, quienes son los instigadores de todas
las actividades mentales, por medio de la otra parte de la fuerza sexual, que
se dirige hacia arriba para el trabajo
cerebral."
Ref; C. R. del C. - M. Heindel.
Por otro
lado y finalmente, el Cristo, no es Venus, bajo ninguna consideración. Su Luz
está más allá de la consideración sideral o celestial planetaria y
trasciende los límites de lo denso o energético. Jesús, el Hombre
Perfecto, no Cristo, el Sublime Arcángel Solar, dice: ""Yo, Jesús, he
enviado a Mi ángel a fin de darles a ustedes testimonio de estas cosas para las
iglesias. Yo soy la raíz y la descendencia de David, el lucero resplandeciente
de la mañana." Apocalipsis XX:16 y esto tiene otra connotación muy
diferente. Cristo no tiene ascendencia humana.
DESCENSO
Y SACRIFICIO (ÁNGELES CAÍDOS)
http://espiritualidadenesencia.blogspot.com/2014/01/descenso-y-sacrificio-angeles-caidos.html
Respuesta
de: Ana Castro10:03
ME
PARECE UN TEMA DE GRAN IMPORTANCIA Y LO ÚNICO QUE TENEMOS QUE BUSCAR ES
ELEMENTOS DE JUICIO QUE NOS ACERQUEN A LA VERDAD, QUE POR OTRA PARTE PUEDE
SEGUIR TENIENDO SUS ERRORES, HASTA ESE MOMENTO EN QUE TENGAMOS ACCESO AL
CONOCIMIENTO DIRECTO. MIENTRAS TANTO, PRESTEMOS ATENCIÓN A TODO CON
HUMILDAD Y LA LUZ LLEGARÁ.
VOY A
PUBLICAR DE NUEVO EL ARTÍCULO CON TU COMENTARIO QUE SEGURAMENTE NOS AYUDARÁ.
GRACIAS.
HE AQUÍ EL ARTÍCULO MOTIVO DE ESTOS COMENTARIOS Y QUE ES DE INTERÉS
ANALIZAR:
El
descenso o la “caída” a la Tierra de los ángeles rebeldes, los ángeles solares
o agnishvattas, es considerado como el misterio insinuado en la Escrituras y como
el “secreto de las edades” ((Psicología
Esotérica T II, p. 83), No es de sorprender, entonces, que haya mucha confusión
y malentendidos en lo relacionado a la “ángeles caídos” de los cuales Lucifer
es el representante más conocido.
El
secreto de los “ángeles caídos” es en esencia el misterio que subyace al mismo
Plan de la evolución ya que la voluntad de los ángeles solares de “caer”, de
sacrificarse a sí mismos con el objetivo de traer la luz del principio mental a
lo que en aquel entonces fuera el hombre animal, ha marcado el punto en el cual
ha entrado en acción la Ley de Dualidad, por medio de la cual la materia, la
forma – negativa y pasiva – puede ser estimulada por el espíritu. Este acto de
sacrificio en los albores de la historia humana es un hilo que se encuentra
entretejido en todas las grandes escrituras y mitologías del mundo, incluyendo
el mito de Prometeo que robó el fuego (la mente) para los hombres y la historia
bíblica del Hijo Pródigo, quien abandonó el hogar del Padre para embarcarse en
el sendero de la experiencia de la vida en la forma y los sentidos – el viaje
“al país lejano”.
El rol
de los ángeles solares y el de su sacrificio en beneficio de la humanidad está
tratado extensamente en La Doctrina Secreta de H.P, Blavatsky. De hecho, en
1887 a la revista de la Sociedad Teosófica se le ha dado el nombre de “Lucifer”
en un esfuerzo por arrojar claridad sobre aquello que es considerado,
injustamente, como un ángel sacrificado maligno.
El
nombre de “Lucifer” viene de las palabras latinas: Lux or Lucis (luz) y ferre
(portar, traer). De este modo, Lucifer literalmente significa “portador de
luz”; está relacionado con el planeta Venus en Revelaciones XXII: 16 cuando
Cristo dice “yo soy la brillante estrella matutina”, la cual es Venus,
anunciando la emergencia plena de la luz del Sol – el Hijo, el Cristo. De una manera
interesante el papel del “portador de luz” está relacionado a Mercurio, o
Hermes – el mensajero divino de las mitologías griega y romana. En el
cristianismo la función de Mercurio es realizada por Miguel, el “Ángel
Guardián” del Cristo, según Santo Tomás. La relación esotérica de este Ángel
Guardián y el Cristo es aun más clarificada por una declaración del Tibetano,
con Quien Alice Bailey ha colaborado escribiendo una serie de libros sobre la
Sabiduría Eterna, que dice que “Mercurio y el Sol son uno”.
Esotéricamente
hablando, la función del Ángel Guardián se ha hecho posible gracias al
sacrificio de los ángeles solares al preservar el principio de la mente,
ocultamente el fuego, por medio de repetidas y persistentes encarnaciones en la
forma hasta que el hombre animal llegara a ser un hombre pensador y,
finalmente, comenzar el despertar a su herencia espiritual verdadera: el hombre
humano/divino. De este modo los ángeles solares crean la forma para la
manifestación del principio encarnante del alma – el cuerpo causal – y también
retiran este cuerpo, en la cuarta iniciación, cuando el vínculo entre el la
forma y el espíritu se ha establecido de forma permanente, fusionándolos.
Entonces el cuerpo causal es destruido.
El
concepto del “ángel rebelde” parece remontarse al poeta John Milton que en su
Paraíso perdido aparentemente ha anclado en la conciencia humana la idea del
descenso de los ángeles solares como un acto de rebelión y consecuentemente una
caída desde la gracia. (“Reinar es ambición digna, aun cuando sea sobre el
infierno, porque más vale reinar aquí, que servir en el cielo.”). Este espíritu
de rebelión y su consecuente dolor no se encuentran en Venus, nos dice el
Tibetano. El espíritu de rebelión solo es contundente en la Tierra y el Tibetano
sugiere que este espíritu de rebelión ha cualificado la actitud de nuestro
Logos planetario mismo, el “Rebelde Divino”.
El
Tibetano cita el Antiguo Comentario:
“Entró
en la vida y supo lo que era la muerte.”
“Tomó
una forma y se entristeció porque era oscura.”
“Se
obligó a salir del lugar secreto y buscó el lugar de la luz, y la luz le reveló
lo que menos buscaba.”
“Esperaba
obtener permiso para regresar.”
“Buscó
el Trono en lo alto y a Aquel sentado en él. Exclamó: ‘No buscaba esto. Buscaba
la paz, la luz, la libertad de servir, de demostrar mi amor y revelar mi poder.
Aquí no hay luz. Aquí no hay paz. Dejadme regresar.’
“Pero
Aquel que estaba sentado en el Trono no volvió la cabeza. Parecía no escuchar
ni oír.”
“Entonces
desde la esfera inferior de las tinieblas y del dolor, surgió una voz que
exclamó: ‘Aquí sufrimos. Buscamos la luz. Necesitamos la gloria de un Dios
entrante.’[Sólo he hallado estas dos últimas palabras para poder expresar el
antiguo símbolo que estoy traduciendo.]
‘Elévanos
a los Cielos. Entra, Oh Señor, en la tumba. Resucítanos a la luz, haz el
sacrificio.
Derriba
los muros de la prisión y entra en el dolor.’
“El
Señor de la Vida retornó; de allí el dolor.”
Psicología
Esotérica T. II, p. 86 – 87.
EL MAL
DE LA SEPARATIVIDAD
El
pecado y el mal no existen en la Tierra. Nos dice el Tibetano que el único mal
es el pecado de la separatividad. En este sentido podemos obtener una
comprensión del modo por el cual Lucifer ha llegado a ser identificado con el
mal, como el despertar de la mente, que caracteriza al estado de la humanidad
avanzada de hoy, y es, como todos lo sabemos muy bien, tanto nuestro modo de
liberación como también crea más separatividad y aprisionamiento. La mente,
activa y poderosa, pero desprovista de alma, puede ser el gran factor
cristalizador que construye poderosas barreras de separación. “La mente es el
matador de lo Real. Mata tú al matador”, se le instruye al discípulo. En este
sentido, la mente, en su elemento analítico y concreto, se convierte en el
refugio (y la prisión no reconocida) de la ideología y es verdaderamente capaz
del pecado de la separatividad por medio del prejuicio, el odio y la aceptación
de las distorsiones de semi-verdades.
Mayor
clarificación sobre el papel que juegan los ángeles solares se encuentra en una
consideración sobre el cuarto Rayo de Armonía a través del Conflicto y sobre el
quinto Rayo de Conocimiento Concreto como también sobre Mercurio y Venus, por
medio de los cuales, respectivamente, estos ángeles canalizan sus energías.
Mercurio es el “Mensajero de los Dioses” y el cuarto rayo es el principio
fluido que relaciona el Plan con el Propósito de la divinidad que se conoce en
el nivel de budi o de la intuición, nivel regido por Mercurio, junto con la
mente o manas, que es regida por Venus y el quinto rayo. “Venus ha sido el
custodio de lo que llamamos el principio Mente y lo ha traído como un don puro
a la humanidad en estado embrionario”, se nos dice en “ Los Rayos y las
Iniciaciones”. Buda dijo que “El amor nace por medio de la mente”. El quinto
rayo, canalizado por Venus y mental en expresión, “opera en conexión con la Ley
de la Separatividad” y “es también responsable de la rápida formación de
grandes y condicionantes ideologías” ( Ibid p.594). Con esto se nos recuerda
que los ángeles solares que eligieron descender a la Tierra se sometieron a la
Ley de la Dualidad de tal modo que la evolución del ser humano pudiera depender
del desarrollo de la discriminación mental y del libre albedrío y de este modo
de la capacidad de realizar elecciones y decidir por el camino superior.
Siempre hay una elección entre dos senderos que es una elección, que para el
ser humano, debe ser regida por el libre albedrío.
La
sustancia del plano mental es el quinto rayo canalizado por Venus, y debido a
que el reino de los ángeles trabaja con sustancia – con el aspecto forma – los
ángeles solares han aportado la sustancia del mentalismo al hombre
estableciendo así el vínculo, el cuerpo causal del alma, en el plano mental –
un vínculo que se preserva hasta la cuarta iniciación que destruye la forma, ya
no necesaria, del cuerpo causal. Algo sobre la magnitud de este acto de los
ángeles solares se insinúa por medio de la comprensión de que el quinto rayo
del Conocimiento “es la energía que admite a la humanidad (y particularmente al
discípulo y al iniciado entrenados) en los misterios de la mente de Dios Mismo.
Es la llave “sustancial” para acceder a la Mente Universal” ( Los Rayos y las
Iniciaciones. p.485).
Más aún…
se dice que la relación entre el quinto Rayo del Conocimiento y el Segundo Rayo
de Amor-Sabiduría es muy estrecha porque el segundo rayo rige el presente
sistema solar. En el sacrificio de los ángeles solares “Portadores de Luz”, en
beneficio del hombre animal, el aspecto sabiduría del segundo rayo se ha
despertado ya que “sabiduría es conocimiento adquirido por medio de la
experiencia (el peregrinaje del Hijo Pródigo) e implementado por medio del
amor”. De este modo el descenso de los ángeles solares a la sustancia ha dejado
el legado de la experiencia en el desarrollo del Plan divino.
Retornando
a la historia del Hijo Pródigo, y para entender con más profundidad lo que
implica la experiencia del Hijo Pródigo, es importante notar que, en el retorno
al hogar del Padre, el Padre es el que sale en gozosa recepción para abrazarlo,
dejando al hijo mayor quien ha permanecido en el hogar celoso y no reconocido.
Que tal peregrinaje a un “lejano país” es parte del Plan de Dios, parece ser
corroborado por el siguiente pasaje del Tibetano:
“El
anhelo de sacrificarse, de abandonar esto por aquello, de elegir una forma o
línea de conducta, de perder para eventualmente ganar, es la historia que
subyace a la evolución y lo cual debe ser comprendido en forma psicológica. Es
el principio que rige la vida misma y corre como canon dorado de belleza a
través de los oscuros elementos con que se forja la historia humana. Cuando
este impulso de sacrificio para conquistar, adquirir o salvar lo que se
considera deseable sea comprendido, se revelará la clave del desarrollo del
hombre. Esta tendencia o anhelo es algo distinto del deseo, tal como hoy se
comprende y estudia académicamente, pues lo que en verdad significa es el
surgimiento de lo más divino en el hombre. Constituye un aspecto del deseo; es
la parte activa y dinámica, no la parte sentimental – sensual; es la
característica predominante de la Deidad.”
Psicología
Esotérica T II, p. 85 – 86.
Por
medio de la energía del quinto rayo, que “esencialmente es un portador de luz”,
la evolución de la humanidad es apresurada realizando el descenso del Reino de
Dios a la Tierra como resultado del ascenso de los muchos que pasan por la
iniciación en este tiempo. El hecho de que la Doctrina Secreta iguala a Venus
con Gaia (la Tierra) y el hecho de que el despertar de la conciencia de la
teoría de Gaia reconoce que la Tierra es un organismo vivo y unificado, sugiere
que la humanidad puede ahora estar comenzando a despertar y cooperar de alguna
manera con el objetivo para el cual los ángeles solares descendieron a la
materia: para la salvación de la sustancia y para el despertar de la mente en
la forma de tal modo que el Propósito de la Deidad pueda ser registrado y
expresado en la sustancia. Estos ángeles solares “cayeron” como un acto de elección
y de sacrificio supremo en beneficio de la humanidad. Esos “Señores del
Conocimiento y de la Compasión y los de incesante y perseverante Devoción”
somos nosotros mismos y, a nuestra vez, debemos elegir conscientemente y tomar
el control de nuestra encarnación en la forma, buscando un Propósito y de este
modo convertir la vida en la Tierra como un don de sacrificio a las vidas
menores que dependen de nuestro cuidado.
Cristo
ha dicho, “Yo soy la brillante estrella matutina”. Su promesa y el legado de la
presencia en la Tierra de tales “portadores de luz” pueden ser sintetizados en
las siguientes palabras de H.P.Blavatsky que ha escrito: “en todas las
cosmogonías de la antigüedad la luz proviene de las tinieblas. Alice Bailey ha
expresado un reconocimiento similar en las siguientes palabras: “El Maestro
M…agrega oscuridad a la luz, a fin de que aparezcan las estrellas, pues en la
luz no fulguran las estrellas, pero en la oscuridad no existe luz difusa sino
puntos enfocados de radiación”. (Los Rayos y las Iniciaciones, p. 148)
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