INICIACION: SOLICITANTES DE LA INICIACIÓN E INICIACIONES 1ª, 2ª, 3ª, Y 4ª (D.K.)
1. Hay una gran diferencia entre los términos
"aspirante al sendero” y “solicitante de la iniciación”. El que aspira al
discipulado y se esfuerza por llegar a él no está comprometido, de ninguna
manera, a adoptar la misma actitud y disciplina específica que el solicitante
de la iniciación y puede emplear el tiempo que quiera en hollar el sendero de
probación. Quien busca la iniciación está en distinta posición, y, presentada
la solicitud, debe disciplinar su vida bajo normas definidas y seguir un
régimen estricto, optativo para el discípulo.
2. El discípulo debe adoptar la actitud mental de no
importarle recibir o no la iniciación. No debe tener ningún móvil egoísta. Sólo
las solicitudes que llegan al Maestro mediante la energía engendrada por
móviles puros y altruistas son trasmitidas por El al ángel que lleva los
registros de la Jerarquía; sólo recibirán respuesta a sus demandas los
discípulos que ansían la iniciación porque confiere un mayor poder para ayudar
y bendecir. Quienes están dispuestos a servir y se sienten abrumados por las
necesidades del mundo...llaman y reciben respuesta.
Cuando la vida inferior del plano físico se ha
fertilizado, lo emocional estabilizado y lo mental trasmutado, nada impedirá
que se abra el portal para que entre el discípulo.
3. Muchas personas se consideran iniciados. Quienes
están tratando de serlo, lo cual no significa que lo sean, sólo son personas de
buenas intenciones cuya comprensión mental sobrepasa la capacidad de sus
personalidades para practicar lo que han captado. Están en contacto con fuerzas
que no pueden aún manejar ni controlar; han efectuado gran parte del trabajo
necesario para lograr el contacto interno, pero no han dominado la naturaleza
inferior, por eso son incapaces de expresar lo que han comprendido y percibido
internamente. Son esos discípulos que hablan en forma demasiado anticipada y
autocentrada, presentando al mundo un ideal para el cual realmente trabajan,
pero todavía son incapaces de materializarlo debido a lo inadecuado de su
equipo. 4. El mayor riesgo del iniciado común es la pereza y la lentitud.
Reflexionen sobre esto.
PRIMERA INICIACION (Nacimiento)
1. En la primera iniciación, el ego debe haber controlado
en gran medida al cuerpo físico y vencido “los pecados de la carne”, según la
fraseología cristiana. No deben prevalecer la gula, el alcoholismo, ni el
libertinaje, ni satisfacerse las exigencias del elemental físico; por lo tanto
el control debe ser total y la tentación vencida. Debe mantenerse una actitud
general y una fuerte disposición de obediencia al ego. Entonces el canal entre
lo superior y lo inferior se expande, y la carne obedece prácticamente en forma
automática.
2. Después de la primera iniciación se enseña
principalmente al iniciado lo concerniente al Plano astral; debe estabilizar su
vehículo emocional y aprender a actuar en el plano astral con la misma soltura
y facilidad con que lo hace en el plano físico; debe entrar en contacto con los
devas astrales; aprender a controlar a los elementales del astral; actuar con
facilidad en los subplanos inferiores ' y acrecentar el valor y la calidad de
su trabajo en el plano físico. En esta iniciación pasa del Aula del Aprendizaje
al Aula de la Sabiduría. Entonces se le da especial importancia al desarrollo
astral, aunque su equipo mental se desarrolla constantemente. Puede pasar un
largo período de encarnaciones antes de perfeccionar el control del cuerpo
astral y el iniciado estar preparado para el próximo paso.
3. La primera iniciación está al alcance de muchos;
pero la necesaria centralización y la firme creencia en la realidad futura,
juntamente con la voluntad de sacrificarlo todo antes que renunciar, son
obstáculos para la mayoría. Este libro no habrá sido escrito en vano, si sólo
sirviera a alguien como acicate para una renovada fe.
4. La primera iniciación representa simplemente el
comienzo. Se ha erigido una estructura del recto vivir, recto pensar y correcta
conducta; ha sido construida la forma que va a ocupar el Cristo y ahora debe
ser vivificada y habitada. La vida crística penetra y la forma vive.
5. Para recibir la primera iniciación sólo es
necesario evidenciar un mínimo de control egoico. Esta iniciación indica
simplemente que el germen de la vida del alma ha vitalizado y ha puesto en
existencia activa al cuerpo espiritual interno, la envoltura del hombre
espiritual interno, lo que oportunamente permitirá al hombre en la tercera
iniciación manifestase como "un hombre en Cristo en toda su plenitud”...
...puede trascurrir mucho tiempo entre la primera iniciación y la segunda,
efectuándose innumerables cambios durante las números etapas del discipulado.
6. El centro laríngeo está relacionado con la
primera iniciación y desarrolla gran actividad cuando ha logrado esa etapa de
experiencia, así como la han alcanzado la vasta mayoría de los hombres,
actualmente aspirantes y discípulos probacionistas del mundo. (No olviden que,
técnicamente hablando, la primera iniciación mayor desde el ángulo jerárquico
es la tercera. Los Maestros consideran la primera iniciación como que significa
su admisión en el Sendero).
7. Muchos miles de personas en el mundo actual han
recibido la primera iniciación, se encaminan hacia la vida espiritual y a
prestar servicio a sus semejantes; sin embargo sus vidas, frecuentemente dejan
mucho que desear y evidentemente el alma no ejerce constante control; todavía
están librando una gran batalla para lograr la purificación en los tres
niveles. Las vidas de estos iniciados no son del todo perfectas y su
inexperiencia es muy grande, y en este ciclo particular se está iniciando una
tentativa para alcanzar la fusión del alma. Cuando esto se logre, entonces
recibirán la tercera iniciación (la primera, hablando jerárquicamente).
8. Un ejemplo de la lenta penetración en el cerebro
físico, de la información que proviene del plano de la iniciación, puede
observarse en que muy pocos aspirantes y discípulos registran el hecho de haber recibido la primera
iniciación, el nacimiento del Cristo en la caverna del corazón. Se evidencia
que ha sido recibida porque recorren deliberadamente el Camino, por su amor a
Cristo ‑no importa con qué nombre lo denominen‑ y por su esfuerzo en servir y
ayudar a sus semejantes; sin embargo, se sorprenden cuando se les dice que han
dejado atrás la primera iniciación.
9. Se presume que todos los aspirantes y discípulos
sensatos trabajan, sin desviarse, para el adelanto espiritual (con móvil puro)
y están indesviablemente orientados hacia el alma, han recibido la primera
iniciación.
10. La energía y la radiación del Señor de séptimo
rayo va siendo cada vez más poderosa en los tres mundos.
La entrada de un rayo produce siempre un
intensificado período de actividad iniciática, como sucede ahora. El efecto
principal, en lo que concierne a la humanidad, es posibilitar la presentación
de millares de aspirantes y solicitantes para la primera iniciación; los
hombres en vasta escala y en formación masiva pueden pasar actualmente por la
experiencia de la Iniciación del Nacimiento. Millares de seres humanos pueden
experimentar el nacimiento del Cristo dentro de sí mismos y comprender que la
vida, la naturaleza y la conciencia crísticas les pertenecen.
La experiencia no necesita ser expresada en términos
ocultos y, en la mayoría de los casos, no lo será; el iniciado individual que
recibe esta iniciación, es consciente de grandes cambios en su actitud, hacia
sí mismo, sus semejantes, las circunstancias y hacia sus interpretaciones de
los sucesos de la vida. Estas son peculiarmente las reacciones que acompañan la
primera iniciación; el iniciado registra entonces una nueva orientación hacia
la vida y un nuevo mundo de pensamiento.
Cada iniciación indica una etapa en el crecimiento,
y desarrollo de este nuevo factor en la conciencia y la expresión humanas, y
ello continúa hasta la tercera iniciación, en que el "hombre maduro surge
en Cristo”.
11. Las vidas de un vasto grupo de iniciados de la
primera iniciación comienzan a ser controladas por la conciencia crística,
conciencia de la responsabilidad y del servicio. Hay miles de estos iniciados
en la actualidad, y cuando llegue el año 2025 habrá millones. Toda esta
reorientación y desenvolvimiento será el resultado de la actividad del séptimo
rayo y el impacto de su radiación sobre la humanidad.
12. La primera iniciación marca el principio de una
vida y un modo de vivir totalmente nuevos y señala el comienzo de una nueva
forma de pensar y de percepción consciente. La vida de la personalidad en los
tres mundos ha nutrido durante eones el germen de esta nueva vida y ha
fomentado la diminuta chispa de luz dentro de la relativa oscuridad de la
naturaleza inferior. Este proceso está llegando ahora a su fin, aunque en esta
etapa no será interrumpido totalmente porque el "nuevo hombre" tiene
que aprender a caminar, hablar y crear; sin embargo, la conciencia se enfoca ya
en otra parte. Esto conduce a mucho dolor y sufrimiento, hasta tomar el
iniciado la decisión definitiva, acordar una nueva dedicación al servicio y
estar preparado para recibir la iniciación del Bautismo.
13. Todos los verdaderos aspirantes han recibido la
primera iniciación. Este hecho se demuestra por el intenso esfuerzo para
introducirse en la vida espiritual, seguir una orientación determinada hacia
las cosas del espíritu y vivir por la luz de ese espíritu.
SEGUNDA INICIACION (Bautismo)
1.-Una vez pasada la segunda iniciación, el progreso
es rápido; la tercera y cuarta iniciación seguirán probablemente en la misma
vida o en la siguiente.
La segunda iniciación constituye la crisis del control del cuerpo astral.
Así como en la primera iniciación se manifiesta el control del cuerpo físico
denso, en la segunda se manifiesta análogamente el control del astral. El
sacrificio y la muerte del deseo ha sido la finalidad del esfuerzo. El ego
dominó al deseo, y sólo queda el anhelo de lo que es para beneficio del todo,
de acuerdo a la voluntad del ego y del Maestro. El elemental astral es
controlado, el cuerpo emocional se torna puro y límpido y va desapareciendo
rápidamente la naturaleza inferior. Entonces el ego se aferra nuevamente a los
dos vehículos inferiores y los somete a su voluntad. La aspiración y anhelo de
servir, amar y progresar, llegan a ser tan intensos, que por lo general se
observa un desarrollo muy rápido. Esto explica por qué, esta iniciación y la
tercera, se suceden con frecuencia (aunque no invariablemente) en una misma
vida. En este período de la historia del mundo se ha dado tal estímulo a la
evolución, que las almas aspirantes ‑al sentir la angustiosa y perentoria
necesidad de la humanidad‑ sacrifican todo a fin de satisfacer esa necesidad.
Además, no debe incurrirse en el error de creer que
todo esto sigue invariable y consecutivamente los mismos pasos y etapas. Mucho
se realiza al unísono y simultáneamente, porque el esfuerzo en ejercer control
es lento y penoso, pero en el intervalo ente las tres primeras iniciaciones
debe lograrse y mantenerse una etapa definida en la evolución de cada uno de
los tres vehículos inferiores, antes de ser posible una mayor expansión, sin
peligro, del canal. Muchos actúan en los tres cuerpos, a medida que huellan el
sendero de probación.
2. La segunda iniciación marca la crisis del control
del cuerpo astral.
3. El discípulo comienza a comprender lentamente que
para recibir la segunda iniciación debe demostrar
control emocional; comprende también que debe poseer algún conocimiento de esas
energías espirituales que disiparán el espejismo, más una comprensión de la
técnica por la cual la iluminación proveniente de la mente ‑como agente
trasmisor de la luz de la alma‑ puede disipar estos espejismos y, de esta
manera, "purificar" la atmósfera, en un sentido técnico.
Podría acentuarse que ningún iniciado hasta ahora ha
manifestado un control completo durante el período intermedio entre determinada
iniciación y la siguiente; el período intermedio es considerado como "un
ciclo de perfeccionamiento". Lo que queda atrás y está subordinado a la
comprensión superior va siendo dominado lentamente por las energías que se han
de liberar en la conciencia del iniciado, en esa iniciación para la cual se
está preparando. Este período intermedio es siempre de gran dificultad.
El proceso iniciático entre la primera y la segunda
iniciación es, para una gran mayoría, el peor momento de aflicción, dificultad,
comprensión de los problemas y el esfuerzo constante por "absolverse a sí
mismo" (como se dice esotéricamente), a lo cual el discípulo está sujeto
en cualquier momento. La frase que dice: el objetivo del iniciado es
"absolverse a sí mismo" es quizás la más atrayente e iluminadora de
todas las definiciones posibles, de la tarea a emprender. La tormenta
ocasionada por su naturaleza emocional, las oscuras nubes y nieblas en las
cuales deambula constantemente, y que ha creado durante todos los cielos de
vida, han de ser despejadas para que el iniciado pueda decir que el plano
astral ya no existe para él, y todo lo que resta de ese antiguo y poderoso
aspecto de su ser, es la aspiración, respuesta sensible a todas las formas de
vida divina y una forma por la cual el aspecto inferior del amor divino, la
buena voluntad, puede afluir sin impedimento.
Debemos recordar aquí que las masas pueden recibir y
recibirán la primera iniciación, pero que un grupo muy grande de aspirantes
(mucho más de lo que se cree) pasará por la experiencia de la segunda
iniciación, la del Bautismo purificador.
4. Los miembros del nuevo grupo de servidores del
mundo deberían estar a la expectativa de quienes da7n señales de haber pasado
por la experiencia del "nacimiento", y ayudarlos a obtener mayor
madurez. Deberían suponer que todos los que aman realmente a sus semejantes, se
interesan en la enseñanza esotérica y tratan de disciplinarse para alcanzar una
mayor belleza de la vida, son iniciados y han pasado por la primera iniciación.
Cuando descubren a quienes buscan la polarización mental y evidencian deseo y
aspiración para pensar y saber, juntamente con las señales características de
haber recibido la primera iniciación, pueden considerar con toda probabilidad,
sin lugar a dudas, que tales personas han recibido la segunda iniciación o
están a punto de hacerlo. Entonces sabrán con toda claridad cual será su deber.
Mediante esta aguda observación, por parte de los servidores del mundo, se van
ampliando las filas del nuevo grupo. La oportunidad y el estímulo son hoy tan
grandes que todos los servidores deben estar alertas, desarrollando en sí
mismos la capacidad de registrar la cualidad que debe ser buscada, ayudando y
guiando en tal forma, que unirán en un grupo cooperador a esos discípulos e iniciados
que deben preparar el camino para el Cristo.
5. La segunda iniciación ‑ tal como se lleva a cabo
ahora ‑ es hasta cierto punto una de las más difíciles. Involucra la
purificación, pero la purificación por el fuego, simbólicamente comprendido. La
oculta "aplicación del fuego al agua" produce resultados muy serios y
devastadores. El agua, bajo la acción del fuego, "es reducida a vapor,
siendo el iniciado sumergido en las nieblas y las miasmas, los espejismos y las
brumas". El iniciado debe salir de esta niebla y espejismos; y de las
actuales brumas de los asuntos humanos saldrá también eventualmente la
humanidad.
6. ¿Cuál es la meta básica del iniciado que ha
recibido la segunda iniciación?...Por lo tanto, ¿qué tiene ante sí el iniciado
que ha penetrado en el agua purificadora, o mejor dicho en el fuego? ¿A qué se
ha consagrado?.
Al finalizar el proceso iniciático ciertas energías
y aspectos divinos deben ser reconocidos por él, pues desempeñan ahora una
parte de su pensamiento y propósitos, energías que hasta entonces (aunque
presentes) estaban pasivas y no controlaban.
El iniciado tiene ante sí la tercera Iniciación de
la Trasfiguración. Lo enfrenta a una gran transición desde el enfoque
aspiracional emocional a otro enfoque inteligente y pensante. Se ha
desprendido, teóricamente por lo menos, del control del cuerpo y la naturaleza
astrales; tiene todavía mucho por hacer; antiguos deseos, viejas reacciones
astrales y emociones habituales, siguen siendo poderosas; pero ha desarrollado
una nueva actitud hacia ellas y una nueva perspectiva hacia el cuerpo astral.
El agua, el fuego, el vapor, el espejismo, la ilusión, la mala interpretación y
la continua emotividad, siguen significando algo específico e indeseable para
él. Ahora es negativo a su llamado y positivo para el exigente enfoque
superior. Lo que él ahora ama y anhela, desea y planea, se hallan en otra
dimensión superior. Por estar dispuesto a recibir la segunda iniciación, ha asestado
el primer golpe a su egoísmo innato y ha demostrado su determinación de pensar
en términos más amplios e incluyentes. El grupo comienza a significar para él,
más que él mismo...En la segunda iniciación se le concede una visión de un
enfoque superior y su lugar en el todo mayor empieza lentamente e revelarse.
Una nueva creatividad y un nuevo enfoque son sus metas inmediatas, y la vida
para él ya no puede volver a ser la misma. Las antiguas actitudes y deseos
físicos pueden a veces asumir control; el egoísmo puede seguir desempeñando una
parte importante en su expresión de la vida, pero ‑subyacente en ellos y
subordinándolos‑ habrá un profundo descontento acerca de las cosas tal como
son, y angustiosos sufrimientos de fracaso. En este punto el discípulo aprende
a utilizar el fracaso y a reconocer ciertas diferencias fundamentales entre lo
natural y objetivo y lo sobrenatural y subjetivo.
7. Las tres notas clave para la segunda iniciación
son: Dedicación. Espejismo. Devoción. La dedicación da por resultado el
espejismo, que es disipado por la devoción.
8. El período más largo entre iniciaciones es de la
primera a la segunda. Esta verdad debe ser enfrentada, debiendo además
recordarse que de ninguna manera es el período más arduo. El período más difícil
para el aspirante sensitivo y sensible, se encuentra entre la segunda y la
tercera iniciación.
Es un período de intenso sufrimiento, de castigo,
por haber aplicado los factores de espejismo e ilusión, al verse envuelto
pronunciadamente en situaciones que, durante largo tiempo, no se aclaran, y el
asediado aspirante avanza firmemente adelante lo mejor que puede, influido por
una correcta orientación y determinación espiritual. Generalmente debe hacerlo
en la oscuridad, trabajando bajo la acción de la mente lógica y comprensiva,
pero rara vez bajo la influencia de la inspiración. No obstante, el buen
trabajo continúa. Las emociones son controladas y, necesariamente, el factor
mente asume una importancia acrecentadamente correcta. La luz ‑vacilante y hasta
entonces incierta e impredecible‑ afluye ocasionalmente desde el alma, vía la
mente, aumentando con frecuencia las complicaciones, pero produciendo
eventualmente el control necesario que conducirá a la libertad y dará por
resultado la libertad.
Reflexionen sobre estas cosas. La libertad es la
nota clave del individuo que enfrenta la segunda iniciación y su corolario ‑
preparación para la tercera iniciación. Libertad es actualmente la nota clave
del discípulo mundial, y la humanidad exige hoy libertad de vivir, libertad de
pensar y libertad de saber y planificar.
9. Entre la primera iniciación y la segunda pueden
trascurrir muchas vidas, intervalos muy extensos de silencio y casi
imperceptible crecimiento.
10. La segunda iniciación es muy difícil de pasar.
Para quienes pertenecen al primero o segundo rayo de aspecto, es probablemente
la más difícil de todas.
TERCERA INICIACION (Transfiguración)
1. La enseñanza asciende de nivel después de la
segunda iniciación. El iniciado aprende a controlar su vehículo mental,
desarrolla la capacidad de manejar materia mental y aprende las leyes para
construir pensamientos creadores. Actúa libremente en los cuatro subplanos
inferiores del plano mental; antes de la tercera iniciación debe, consciente o
inconscientemente, dominar totalmente los cuatro subplano inferiores, en los
tres planos de los tres mundos.
En la tercera iniciación, denominada a veces la
Trasfiguración, la entera personalidad queda anegada por la luz descendente.
Después de esta iniciación la mónada guía definitivamente al ego, derramando
acrecentadamente su divina vida en el canal ya preparado y purificado.
2. Nuevamente se le otorga al iniciado una visión
del porvenir, y está siempre en condición de reconocer a los otros miembros de
la Gran Logia Blanca.
La finalidad de todo el desarrollo consiste en el
despertar de la intuición espiritual; una vez lograda, cuando el cuerpo físico
es puro, el cuerpo astral estable y firme y el cuerpo mental controlado,
entonces el iniciado podrá manejar sin peligro y utilizar inteligentemente las
facultades síquicas para ayudar a la raza. No sólo podrá utilizar estas
facultades, sino que será capaz de crear y vivificar formas mentales claras y
bien definidas, que vibren con espíritu de servicio, sin estar controladas por
la mente inferior o el deseo. Estas formas mentales no serán (como las creadas
por la mayoría de los hombres) formas sin cohesión, relación ni unión, sino que
alcanzarán un alto grado de síntesis. Arduo e incesante será el trabajo, antes
de poder realizarse esto, pero una vez estabilizada y purificada la naturaleza
de deseos, no resultará difícil el control del cuerpo mental. De ahí que el
sendero del devoto sea más fácil en ciertos aspectos que el del intelectual,
pues ha aprendido a medir el deseo purificado y a progresar mediante las etapas
requeridas.
3. La tercera iniciación es la primera, desde el
ángulo de la Jerarquía, y en ella el hombre espiritual demuestra controlar
completamente la personalidad. El cuerpo físico ha sido controlado por las
distintas disciplinas físicas; la naturaleza emocional ha sido reorganizada y
ha llegado a ser receptiva a la impresión espiritual, proveniente del plano de
la razón pura (el plano búdico), mediante el proceso de trasformación de la
mente o quinto principio. A este respecto, la mente ha actuado como
organizadora de la reacción astral y como disipadora del espejismo. El
discípulo enfoca su conciencia cotidiana en el plano mental, predominando la
relación triangular de los tres aspectos de la mente en este plano.
4. En la tercera iniciación se establece finalmente
el control de la mente iluminada por el alma, asumiendo ésta la posición
dominante y no la forma fenoménica. Entonces se trascienden todos los límites
de la naturaleza forma.
Quisiera referirme a un punto respecto a las
primeras tres iniciaciones principales, y es que tales iniciaciones se reciben
cuando se tiene cuerpo físico y en el plano físico, demostrando así conciencia
iniciática, tanto por medio de la mente como del cerebro. Esto es algo que no
se acentúa frecuentemente y a veces se lo contradice.
CUARTA INICIACION (Crucifixión)
1. Antes de recibir la cuarta iniciación se
intensifica el trabajo de entrenamiento, y la aceleración y acumulación de
conocimiento debe ser increíblemente rápida. A menudo el iniciado tiene acceso
a la biblioteca de libros esotéricos, y después de esta iniciación no sólo
puede entrar en contacto con el Maestro, al que está vinculado y con el cual ha
trabajado conscientemente durante largo tiempo, sino también con los Chohanes,
el Bodhisattva y el Manu, ayudándolos en cierta medida.
Además, debe captar intelectualmente las leyes de
los tres planos inferiores y aplicarlas para ayudar al plan de la evolución;
estudiar los planos cósmicos y dominar sus gráficos; llegar a ser un conocedor
de las técnicas esotéricas, y desarrollar la visión cuatridimensional, si aún
no lo ha hecho. Debe aprender a dirigir las actividades de los devas constructores,
y al mismo tiempo trabajar continuamente en el desarrollo de su naturaleza
espiritual.
El hombre que recibe la cuarta iniciación, la
Crucifixión, suele tener una vida de gran sacrificio y sufrimiento. Es la vida
del hombre que hace la Gran Renunciación, y que aún exotéricamente es
considerada difícil, intensa y penosa. Todo lo abandona, hasta su perfecta
personalidad misma, sobre el altar del sacrificio, y queda despojado de todo.
Renuncia a amigos, dinero, reputación, carácter, posición, familia y hasta a
la vida misma.
2. Después de la cuarta iniciación...al iniciado se
le permite tener una más íntima fraternidad en la Logia, y su contacto con los
devas es más completo. Va agotando rápidamente los recursos del Aula de
Sabiduría, y dominando los más intrincados planes y gráficos. Se hace muy
versado en la significación del color y del sonido; puede manejar la ley en los
tres mundos y hacer contacto con su mónada, con más libertad que la mayoría de
la raza humana con sus egos. Tiene también a su cargo gran trabajo; enseña a
muchos discípulos; ayuda en muchos planes y reúne bajo su dirección a quienes
deben ayudarlo en el futuro. Esto se refiere únicamente a los que se quedan
para ayudar a la humanidad en este globo.
3. Cuando un hombre recibe la cuarta iniciación,
funciona en el vehículo del cuarto plano, el búdico, y ha escapado
permanentemente al círculo no‑se‑pasa de la personalidad. Este gran acto de
renunciación, la cuarta iniciación, señala el momento en que el discípulo no
posee nada relacionado con los tres mundos de la evolución humana. Su contacto
con esos mundos en el futuro será puramente voluntario y para propósitos de
servicio.
4. Desde que puso por primera vez sus pies en el
sendero, ha tratado de construir el antakarana. Eso ha sido para él un acto de
fe y, en las primeras etapas, prosigue con el trabajo de construcción, sabiendo
apenas lo que hace. Acata ciegamente las antiguas reglas y trata de aceptar
como real, lo que no le ha sido probado como tal, pero está testimoniado por
incontables miles de personas en el trascurso de las edades. La naturaleza del
proceso constituye el triunfo culminante de ese sentido innato de la Deidad que
ha impulsado al hombre hacia adelante, desde las más primitivas experiencias y
aventuras físicas, hasta esta gran aventura de construir un sendero para sí,
del mundo material denso al espiritual. Estas energías espirituales superiores
han sido hasta ahora reconocidas por él a través de sus efectos; debe ante todo
aprender a manejarlas, dejándolas que afluyan en él y a través de él, vía el
antakarana, dirigiéndolas luego hacia el objetivo inmediato del plan divino.
Hasta entonces ha trabajado principalmente con el
hilo de la conciencia establecido en la cabeza y, por medio de esa conciencia,
se han unido su personalidad y su alma, hasta convertirse en una personalidad
fusionada con el alma; así ha alcanzado la unidad con su yo superior. Mediante
la construcción del antakarana se agrega otro hilo a la personalidad fusionada
con el alma, vinculando al verdadero individuo espiritual con la Tríada
espiritual, quedando bajo su dirección. En la cuarta iniciación, el cuerpo del
alma, el cuerpo causal (así llamado) desaparece, y el hilo de la conciencia
ocultamente se rompe; ni el cuerpo del alma ni el hilo son ya necesarios; ahora
son únicamente el símbolo de una dualidad inexistente. El alma ya no es la
depositaria del aspecto conciencia como hasta entonces. Todo lo que el alma ha
acumulado sobre conocimiento, ciencia, sabiduría y experiencia (cosechados en
el ciclo de vida de muchos eones de encarnación), pertenecen únicamente al
hombre espiritual individual. Los trasfiere a la analogía superior del
mecanismo perceptivo‑sensorio, la naturaleza instintiva, en los tres planos de
los tres mundos.
No obstante, sigue siendo consciente de todos los
acontecimientos pasados, y sabe ahora por qué es lo que es; descarta gran
parte de los conocimientos acerca del pasado, los cuales han servido su
propósito, dejándole el residuo de la sabiduría experimentada. Su vida adquiere
un nuevo colorido sin ninguna relación con los tres mundos de su experiencia
anterior. El es la suma total del pasado; enfrenta nuevas aventuras
espirituales; tiene que hollar ahora el sendero que lo aleja de la evolución
humana normal y lo lleva al Camino de Evolución Superior. Entonces está bien
equipado para enfrentarse con esta nueva experiencia.
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