CRISTO ¿QUIÉN ES; PORQUÉ
VINO; PORQUÉ DEBE VENIR OTRA VEZ?
Por Max Heindel
I. ¿Quién es Cristo?
El primer punto que debemos fijar es la
identidad del Cristo según lo enseñado en la Escuela de Misterios de Occidente.
Según el diagrama, "los siete días de la creación," el hombre ha
pasado por los períodos de involución de
saturno, el período
solar, el período
lunar y también
la primera mitad del período terrestre. En este peregrinaje a través de
la materia ha adquirido los vehículos que hoy posee.
Durante el Período de Saturno, cuando éramos
como los minerales, algunos seres eran tan humanos como lo somos nosotros hoy,
pero pertenecían a otra oleada evolutiva. Ellos progresaron y se convirtieron
en los Señores de la Mente. El mayor iniciado de esa evolución -- de la oleada
de vida que entonces estaba en la etapa humana – se lo llama en esoterismo el
Padre.
El mayor iniciado del Período Solar, cuando
esos seres que ahora son arcángeles eran humanos, se lo llama el Hijo, o sea el
Cristo. Los ángeles actuales eran
humanos en el Período Lunar y el mayor iniciado, a quien actualmente llamamos
Jehová, también se lo llama el Espíritu Santo.
Aquí tenemos el estado de los tres grandes
seres más activos como líderes de la evolución.
La humanidad del Período Solar no podía
descender más allá del mar de la materia que el Mundo del Deseo (véase el
diagrama), por lo tanto su vehículo más bajo era el cuerpo de deseos, y como es
una ley cósmica que ningún ser pueda crear un vehículo que no haya aprendido a
construir durante su evolución, era imposible que el espíritu de Cristo naciese
en un cuerpo físico. Él no podría formar tal vehículo. Tampoco podría formar su
cuerpo vital hecho de éter. Él también carecía de la capacidad de funcionar en esta
última sustancia, porque Él no la había adquirido en su evolución. Para proveer
los vehículos necesarios para Cristo, Jesús -- un hombre de nuestra evolución
nacido de un padre y de una madre, ambos altos iniciados que
hicieron del acto
creativo un sacrificio
y lograron la inmaculada concepción sin pasión – le
otorgó sus cuerpos denso y vital en el bautismo al espíritu solo, al Cristo,
que después entró en el mundo material
y se convirtió
en mediador, teniendo
todos los vehículos necesarios para funcionar entre
Dios y el hombre. Cristo Jesús es por lo tanto absolutamente único, y la Biblia
nos dice que no hay otro nombre por el que debamos ser salvados, excepto por el
nombre de Cristo Jesús; éste es el único credo cristiano autorizado.
Habiendo explicado la identidad de Cristo y de
Jesús según lo indicado en las Enseñanzas de la Sabiduría de Occidente, nuestra
próxima pregunta es:
II. ¿Por qué vino Cristo por primera vez?
En el Gólgota destruyeron el cuerpo físico de
Jesús en medio de ciertos fenómenos registrados en la Biblia, y así el espíritu
de Cristo se introdujo dentro de la tierra. Hasta ese momento, la tierra había
sido trabajada desde afuera. Así como los Espíritus de Grupo dirigen a los
animales desde afuera, así también la tierra había sido dirigida en su órbita y
la humanidad fue conducida por el camino de la evolución casi exclusivamente
por Jehová, mas desde entonces Cristo es el Espíritu que mora en nuestra
Tierra. Él ahora dirige nuestro planeta en su órbita, y se está esforzando por
sustituir el régimen de guerra inaugurado por Jehová, por un lado, y la
influencia de los espíritus luciferes marcianos por el otro, por un régimen
altruista, un reinado de fraternidad universal. Oímos mucho sobre la
fraternidad universal, pero no es necesario formar sociedades para proclamar
que somos hermanos; cada uno sabe esto; no existe ninguna necesidad de llamar
la atención al respecto. Los hermanos y las hermanas no siempre son armoniosos,
mas deben ser armoniosos si quieren ser amigos, y por eso Cristo instituyó un
ideal mucho más alto cuando llamó a Sus discípulos amigos “vosotros sois mis amigos si hacéis lo
que os he encomendado".
III. ¿Por qué debe venir otra vez?
Mientras que tenemos la promesa enfática del
regreso de Cristo, hay muchos cristianos que no creen en su segundo
advenimiento, así que sería bueno que consideremos si hay alguna razón que
motive su regreso.
Para aclarar este punto, tomemos un incidente
muy iluminador del "Fausto". Aunque fue escrito por Goethe, este
drama no era un producto de su imaginación, pues la leyenda de Fausto es más
antigua que la historia; es uno de los mitos que expresa de la forma más
imaginativa e ilustrativa posible la búsqueda de luz del alma. Estos relatos
fueron contados a la humanidad infantil para que en forma subconsciente pudiese
empaparse con los ideales que con posterioridad estarían por vivir. De hecho,
utilizamos el mismo método de instrucción cuando damos a nuestros niños libros
de cuentos para inculcarles ideas que son demasiado jóvenes para captar
intelectualmente.
Fausto ha estudiado de muchos libros toda su
vida y gradualmente se dio cuenta que conocemos solo lo que vivimos -- que
aparte de la experiencia práctica de la vida diaria, aprender de un libro no
tiene ningún valor. Cuando el alma se despierta a este hecho, está parada en el
portal del conocimiento verdadero, mirando hacia la Luz. Pero los caminos se bifurcan. Un trayecto es cómodo y
sencillo, a lo largo del camino se encuentran
guías serviciales y alegres, prestos
a animar al
viajero y asistirle de la manera
que él lo desee, mas al final de éste está parado Lucifer, el portador de la
luz, preparado para otorgar favores mundanos a aquellos que lo adoren . El otro
trayecto es áspero, rugoso y peligroso; está a veces muy oscuro; muchos de
corazón débil están sobre él, y a menudo se puede oír el grito desesperado:
“¿cuánto tiempo, Señor, cuánto tiempo?". Pero aunque el alma lucha en
aparente soledad, siempre oye una voz dentro suyo, inmóvil, pequeña y casi
imperceptible, mas increíblemente clara: "venid vosotros que estáis
cansados y apesadumbrados, que os daré el descanso", y de vez en cuando la
"luz Verdadera", Cristo, la meta de la búsqueda del alma, se deja ver
a través de una grieta en las nubes de tormenta que deben pasar hasta alcanzar
la cumbre de la realización, y de esta la beatísima visión el alma que busca,
recoge nueva fuerza.
En el trayecto oscuro, Lucifer complace a cada
requerimiento sin reservas ni impedimentos. Mientras que el alma se deja llevar
por la corriente, todo parece fácil, y el placer parece esperar en cada
esquina, pero cuando al final se llega al extremo del río de la vida, en vez de
remontarse hacia arriba por su propio mérito, se hunde en los abismos por los
bajos deseos que se aferran como la pulpa de la fruto verde se aferra al
carozo, y experimenta con una intensidad mil veces amplificada, el dolor que
provocan los grilletes soldados por el pecado.
Thomas A. Kempis comenta sobre el deseo de la
mayoría, de vivir una larga vida, y cómo a pocos les preocupa vivir una buena
vida. Puede ser que parafrasee al decir "OH, cuántos desean lograr poderes
espirituales, más qué pocos se esfuerzan por cultivar la espiritualidad!"
La historia de Fausto nos ofrece una mirada interior acerca de lo que podría
suceder si con toda la intensidad de nuestro ser dijésemos:
"OH, ¿son los espíritus del cielo,
los que flotan por el cielo y por la tierra
ejerciendo su dominio? Aquí se inclinan desde su atmósfera de oro, lléveme a la
nueva vida de las sensaciones y a un mejor vivir. Una capa mágica ansío poseer,
Una amplia, para flotar, sería más valiosa que cualquier vestido terrenal, no
la cambiaría ni siquiera por los trajes de loa reyes".
Por esta impaciencia y deseo de conseguir algo
para nada, cosechar donde no había sembrado, atrae hacia sí un espíritu
indeseable, pues los habitantes de los mundos invisibles son diferentes de la gente
aquí. No se encuentra ningún filántropo en este mundo cuando lo necesitamos, ni
se encuentran a los ángeles en el momento que cruzamos la frontera, y la única
salvaguardia es esforzarse por tener conciencia cuando entremos en esos reinos.
Cuando hayamos logrado el carácter indispensable, no tendremos que esperar.
No necesitamos aquí referirnos con qué negocio
fue tentado Fausto por Lucifer, que había seguido a su víctima previamente
hacia su estudio, mas cuando éste gira hacia la puerta para irse, ve con
consternación una estrella de cinco puntas con dos puntas dirigidas hacia la
puerta y una punta dirigida hacia él. Le pide a Fausto que la saque, mas al
preguntarle de cerca e invitarlo a escaparse por la ventana o la chimenea, éste
último finalmente confiesa:
"Para los espíritus fantasmales existe una
ley, por donde vinieron se deben retirar".
Este es un punto de mucha importancia, pues
como Lucifer entró al estudio de Fausto por la puerta y es forzado a irse de la
misma manera, así también Cristo entró en la tierra por el cuerpo vital de
Jesús, Él debe irse de esa misma manera, en Su regreso, de la tierra redimida
hacia el sol, su hogar divino; con ningún otro vehículo lo hará.
Pero hay mucho más de interés en esa situación
entre Fausto y Lucifer que podemos relacionar. La puerta está abierta, así que
¿por qué la estrella de cinco puntas podría obstruir la salida de Lucifer,
siendo que había pasado por allí al entrar en el estudio?
La estrella de cinco puntas es el emblema del
hombre con los miembros separados y los brazos extendidos, una punta está hacia
arriba representando la cabeza, que es la puerta natural del espíritu. Por allí
ingresará su futuro cuerpo alrededor de dieciocho días después de la
concepción, en consecuencia, es de donde sale cuando el cuerpo duerme, y vuelve
a entrar por esa misma puerta en la mañana. Para los ayudantes invisibles ésta
es también la salida y la entrada. Finalmente, cuando viene la muerte, el
espíritu se retira por la cabeza.
Por esta razón la estrella de cinco puntas con
una punta hacia arriba, representada en el emblema de la Fraternidad Rosacruz
es el símbolo de la magia blanca, que trabaja por medios naturales en armonía
con la Ley de la Evolución.
El estudiante de una escuela de misterios
aprende a canalizar la fuerza creativa hacia arriba, hacia el cerebro y
transmutarla en energía del alma con una vida de castidad y auto sacrificio.
Esta energía del alma la utiliza para proyectarse en las esferas más altas por
la cabeza. El mago negro, incapaz de autosacrificio obtiene la energía
necesaria por el uso pervertido de la fuerza vital de sus víctimas, que
proyecta hacia abajo por los pies, y que debe volver a reingresar de la misma
manera. Así el cordón plateado se prolonga hacia el órgano más bajo. Por lo tanto
la estrella de cinco puntas con los dos cuernos que señalan hacia arriba y uno
hacia abajo es el símbolo de la magia negra. Era fácil para Lucifer entrar al
estudio de Fausto pues los dos cuernos de la estrella apuntaban hacia la
entrada, pero cuando él quiso irse y fue enfrentado con el un punto del
símbolo, su alma negra fue rechazada por el emblema de la pureza y del amor.
Por supuesto que no hay un prueba legal de que
Cristo haya entrado en la Tierra y que allí esté confinado parcialmente como lo
estamos nosotros en nuestros cuerpos densos, pero hay un montón de evidencia
mística, y por la Ley de la Analogía también se sabe claramente que Cristo pasa
sus días y años en parte dentro y en parte fuera de la Tierra.
Cáncer, regido por la Luna, es el signo que
rige la concepción. Los egipcios lo representaron como un escarabajo, y el
escarabajo era el símbolo del alma. Cuando la Luz del Mundo, el Sol, entra a
Cáncer en junio, la energía creativa del pasado ciclo que dio vida a la Tierra
ya ha pasado, y para renovar esta vida, que disminuiría de otra manera, el Sol
debe descender otra vez. En el caída del equinoccio en Libra, las escalas se
inclinan y la fuerza germinativa entra en nuestra Tierra, llegando a su pico
máximo en Navidad cuando el Sol está en su punto más bajo de la declinación, el
solsticio de invierno. Por lo tanto la fuerza germinativa, el Rayo de Cristo,
irradia para fructificar la materia y alcanza la periferia de la Tierra en el
momento en que el Sol cruza el ecuador celeste en el equinoccio invernal en
Aries. Entonces el Salvador, el Cordero del Dios, muere para el mundo, pero
renace en las más altas esferas.
Así como nosotros estamos confinados en
nuestros cuerpos densos desde la mañana hasta la noche durante la actividad del
día, así también el Cristo está confinado en la tierra a partir de la caída del
equinoccio invernal que es el período en el que las actividades físicas merman,
pero los esfuerzos espirituales acarrean mejores resultados. Y así como salimos
de nuestros cuerpos en la noche y entramos en los mundos invisibles (del
espíritu) para recuperarnos de las condiciones paralizantes de la existencia física,
así también el Cristo es lanzado temporariamente de la Tierra en cruz (ficción)
cuando vemos al sol “pasar” por el ecuador celeste hasta elevarse a los altos
cielos. En consecuencia éste es el tiempo cuando sentimos que
decae nuestro impulso
espiritual y dedicamos
nuestra energía a las actividades físicas de labranza y hacer crecer dos
parcelas de hierba donde creció solamente una.
De acuerdo con la visión común de lo material,
Cristo culminó Su sacrificio en el Gólgota, mas de hecho, este era solamente el
principio. Él todavía "está gimiendo y
esperando la manifestación de los hijos del Dios", que somos
nosotros mismos. Cuando un número suficiente haya experimentado el nacimiento
del Cristo en su interior de modo que puedan llevar la carga de su hermano y
dar la vida como Cristo, quien ahora está dando la Suya, entonces sonará la
hora de la liberación y Cristo podrá volver permanentemente al Sol. Pero como
él entró en la periferia de la tierra cuando vino el éter, según la ley que se
acaba de explicar, Él debe regresar a la superficie de la Tierra, y esto en sí
mismo constituye el Segundo Advenimiento.
No hay advertencia en la Biblia más enfática
que la dada por Cristo a los demandantes del cristianismo. Él declaró que
algunos obrarían signos y maravillas que engañarían a los mismos elegidos, y no
podemos hacer mejor que traer Sus palabras a la mente relacionadas con nuestra
última pregunta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario