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martes, 14 de enero de 2014

INTERESANTES FRAGMENTOS DE MADAME BLAVATSKY II



INTERESANTES FRAGMENTOS DE MADAME BLAVATSKY II





Mi mente quieta, mi alma y espíritu en paz.. LAS PERSONAS DEMUESTRAN SU DEBILIDAD, HUMILLANDO A LOS DEMAS. SIN SABER Y COMPRENDER QUE SU INSEGURIDAD Y SU PROPIA MUERTE EN VIDA, HACEN QUE SE PIERDAN DE LO MAS MARAVILLOSO QUE ES ESTA EXISTENCIA, EL AMOR VERDADERO, LA PAZ LA ARMONIA Y LA TRANQUILIDAD INTERNA, QUE MI PERSONA ENCUENTRA TAN FELIZ Y COMPLETA . "La mente que es esclava de los sentidos, hace al alma tan inválida, como el bote que el viento extravía sobre las aguas" Madame Helena PetroVna Blavatsky.
Jesús.
Llamado también Cristo o Jesu-Cristo. Hay que establecer una distinción entre el Jesús histórico y el Jesús mítico. El primero era esenio y nazareno y fue mensajero de la Gran Fraternidad para predicar las antiguas enseñanzas divinas que debían ser la base de una nueva civilización. Por espacio de tres años fue Maestro divino de los hombres y recorrió la Palestina llevando una vida ejemplarísima por su pureza, compasión y amor a la humanidad. Obró multitud de prodigios resucitando muertos, sanando enfermos, volviendo la vista a los ciegos, haciendo andar a los paralíticos y realizando muchos otros actos que, por su carácter extraordinario, se han calificado de “milagros”. La sublimidad de sus doctrinas resalta sobre todo en su célebre Sermón de la Montaña. Como Iniciado que era, enseñó también doctrinas esotéricas, pero éstas las reservaba únicamente para “los pocos”, esto es, para sus discípulos elegidos. Al Jesús histórico se le han atribuído no pocos hechos legendarios que le han convertido en otro personaje puramente mítico, una verdadera copia del dios Krichna, tan venerado en la India. Para probar claramente tal aserto, no hay más que fijarse un poco en el paralelo que entre Jesús y Krichna presenta la autora de Isis sin velo (II, 537-539 de la edición inglesa), y del cual entresacamos las siguientes comparaciones: 1) Jesús es perseguido por Herodes, rey de Judea, pero huye a Egipto, guiado por un ángel; para asegurar su muerte, Herodes ordena el degüello de 40.000 inocentes. –Krichna es perseguido por Kanza, tirano de Mathurâ, pero escapa de una manera milagrosa; esperando matar al niño, el rey hace dar muerte a miles de niños varones. 2) La madre de Jesús era Mariam o Miriam; se casó continuando virgen, pero tuvo varios hijos después del primogénito Jesús. (Véase: Mateo, XIII, 55, 56; Marcos, III, 32-35; VI, 3; Lucas, VIII, 19, 20; y Juan, II, 12; VII, 5-10). –La madre de Krichna era Devakî, una virgen inmaculada (pero había dado a luz ocho hijos antes de Krichna). 3) Jesús obra milagros, echa los demonios del cuerpo, lava los pies de los discípulos, muere, desciende al infierno y sube al cielo después de librar a los muertos. –Krichna hace otro tanto, con la sola diferencia de que lavó los pies a los brahmanes y subió al paraíso Vaikuntha o paraíso de Vichnú. 4) Uno y otro divulgan los secretos del santuario y mueren, Cristo clavado en una cruz (un árbol), y Krichna clavado a un árbol, atravesado el cuerpo con una flecha.
MADAME BLAVATSKY

La función de la Teosofía es la de abrir el corazón y la mente del hombre a la caridad, la justicia y la generosidad, atributos que pertenecen específicamente al reino humano y son naturales al hombre, cuando éste ha desarrollado las cualidades del ser humano.

La Teosofía enseña al hombre animal a ser humano; y cuando la gente ha aprendido a pensar y a sentir tal como deberían pensar y sentir los seres humanos, éstos actuarán humanamente y todos harán, de forma espontánea, obras de caridad, justicia y generosidad. (Madame Blavatsky.)

“La cresta de la ola de la evolución intelectual debe ser sujetada con determinación y guiada hacia la espiritualidad. Esta no puede ser forzada dentro de creencias y adoración emocional. La esencia de los pensamientos superiores de la colectividad de sus miembros debe guiar todas las acciones en la S.T. Y LA S.E. “Sección Esotérica” Nunca tratamos de sujetar a nosotros la voluntad de otros. En tiempos favorables liberamos influencias elevadoras que impresionan a varias personas de diferentes maneras. Es el aspecto colectivo de muchos de estos pensamientos que puede dar el rumbo correcto de las acciones.”
Cartas de los Mahatmas,
carta de 1900

El símbolo universal en la antigüedad del Conocimiento Sagrado y Secreto, era un Árbol, lo cual significaba también una Escritura o un Registro. De aquí la palabra Lipika, los Escritores o Escribientes; los Dragones, símbolos de la Sabiduría, que guardan los Árboles del conocimiento; el Manzano “áureo” de las Hespérides; los “Árboles Frondosos” y la vegetación del Monte Meru, guardados por Serpientes.
HPB, D.S., I

«Nadie ha descrito más poética y acabadamente los seres elementales que Bulwer–Lytton, en su obra Zanoni, pues cuando los pinta como “algo inmaterial que da idea de alegría y luz”, parecen sus palabras más bien eco fiel de la memoria que exuberante engendro de la imaginación. Dice uno de los personajes de la mencionada obra: “El hombre es tanto más presuntuoso cuanto más ignorante. Durante muchos siglos sólo vio lucecitas encendidas por Dios para alumbrarle por la noche en los innumerables mundos que centellean en el espacio como burbujas en un océano sin límites… La astronomía ha desvanecido esta ilusión de la vanidad humana, y, aunque con repugnancia, confiesa el hombre que los astros son otros tantos mundos mayores y mejores que el suyo… Por doquiera descubre la ciencia nuevas vidas en esta inmensa ordenación… Procediendo, pues, por rigurosa analogía, si no hay brizna de hierba ni gota de agua que no sea, como la estrella más lejana, un mundo palpitante de vida, y si el hombre es un mando para los millones de seres vivientes que pueblan su carne y su sangre, basta el sentido común para inferir que los infinitos espacios interplanetarios están cuajados de entidades vivientes adaptadas a dicho medio. ¿No es absurdo admitir la vida en una brizna de hierba y negarla en las inmensidad es del espacio? La ley reguladora del sistema universal no consiente el vacío ni en un punto siquiera, ni tampoco permite lugar alguno donde no aliente la vida. ¿Cómo cabe concebir, entonces, que el espacio esté vacío, inanimado, y tenga en el ordenamiento de la creación menor utilidad que la brizna de hierba o la gota de agua poblada de miles de infusorios? El microscopio descubre los parásitos que habitan en la brizna, pero no se ha inventado todavía un telescopio de suficiente alcance, para descubrir los nobilísimos y superiores seres que pueblan los inmensos espacios etéreos. Sin embargo, entre estos seres y el hombre hay misteriosa y terrible afinidad… Mas para descorrer este velo es preciso que el alma rebose de vivo entusiasmo y se desprenda de todo deseo mundano… Dispuesto así el hombre, vendrá en su auxilio la ciencia para que su vista sea más aguda, su ingenio más vivo, su sensibilidad más exquisita y aun el mismo éter, por virtud de ciertos secretos de química sublime, será más tangible y manifiesto. Después de todo, esto no es magia como se figuran los crédulos, pues no hay magia contra naturaleza, sino que únicamente la ciencia es capaz de dominar a la naturaleza. Ahora bien: existen en el espacio millones de seres no precisamente espirituales, porque todos tienen, como los infusorios, ciertas formas de materia, si bien tan delicada, vaporosa y tenue, que es a manera de película o vello que envuelve el espíritu… A la verdad, estas razas difieren entre sí completamente, pues unas son de extrema sabiduría y otras de horrible malignidad; unas hostiles como enemiga implacable hacia el hombre y otras benéficas como medianeras entre cielo y tierra… Entre los habitantes de los umbrales hay uno que excede en malicia y perversidad a todos los de su linaje; uno cuya mirada arredra al hombre más intrépido y cuyo poder se acrecienta en proporción del temor que inspira”.»
H.P.B., Isis sin Velo, Tomo I

(Con referencia a las Églogas de Virgilio)  «Primero, descubren en unas cuantas líneas de Virgilio, una profecía directa del nacimiento de Cristo. Sin embargo, es imposible detectar en esta profecía ninguna característica de la era actual. Es en la famosa cuarto Égloga en la cual, medio siglo antes de nuestra era, se hace que Polión pida a las Musas de Sicilia que le canten los mayores eventos.
‹La última era del canto Cumeano ha llegado ahora y la gran serie de eras [esa serie que recurre una y otra vez en el curso de nuestra revolución mundana] empieza de nuevo. Ahora vuelve la Virgen Astrea y el reino de Saturno vuelve a empezar. Ahora, una nueva progenie desciende de los reinos celestiales. ¿Sonríes tú, casta Lucina, propiciamente al Niño que llevará a su fin la presente Era de Hierro (NOTA: Kali-Yuga, la Era Negra o de Hierro. FINAL NOTA), e introducirá por todo el mundo la Era de Oro… Compartirá la vida de los Dioses y verá héroes mezclados en la sociedad con Dioses, él mismo será visto por ellos y por todo el pacífico mundo… Entonces las masas ya no temerán al enorme león, la serpiente también morirá y la engañosa planta venenosa perecerá. ¡Ven entonces, querido niño de los Dioses, gran descendiente de Júpiter!… El tiempo se acerca. Mira, el mundo se estremece en su globo, saludándote: la tierra, las regiones del mar, y los sublimes cielos. ›(NOTA: Virgilio, Égloga, iv. FINAL NOTA)

Es en estos pocos versos, llamados la «profecía sibilina sobre la venida de Cristo», donde sus seguidores ahora ven una predicción directa del evento. Pero ¿quién mantendrá la suposición de que ya sea en el nacimiento de Jesús o desde el establecimiento de la llamada religión cristiana, cualquier porción de las frases arriba citadas pueden ser consideradas como proféticas? ¿Se ha cerrado la «última era» –la Era de Hierro o Kali-Yuga– desde entonces? Muy al contrario, dado que ahora demuestra estar en pleno dominio, no solamente porque los hindúes usen el nombre, sino por experiencia personal universal. ¿Dónde está esa «nueva raza que ha descendido desde los reinos celestiales»? ¿O es nuestra raza actual, con naciones siempre al rojo vivo para luchar, celosos y envidiosos, listos para abalanzarse unos sobre otros, mostrando un odio mutuo que sonrojaría a gatos y perros, siempre mintiendo y engañándose unos a otros? ¿Es esta era nuestra la prometida «Edad de Oro» –en la cual ni el veneno de la serpiente ni de ninguna planta son ya letales, y en la cual todos estamos seguros bajo el suave poder de soberanos escogidos de Dios? La máxima fantasía de un consumidor de opio a duras penas puede sugerir una descripción más inadecuada, si tenemos que aplicarla a nuestra época o a cualquier época desde el año uno de nuestra era. ¿Qué hay de la matanza mutua de sectas, de cristianos y paganos, y de paganos y herejes por los cristianos; los horrores de la Edad Media y de la Inquisición; Napoleón y desde su, en el mejor de los casos, «paz armada» –y en el peor, torrentes de sangre derramados por la supremacía sobre acres de tierra y un puñado de infieles: millones de soldados en armas, listos para la batalla; un cuerpo diplomático jugando a Caínes y a Judas; y en lugar del «suave poder de un soberano divino», el poder universal, aunque no reconocido, del cesarismo, de «fuerza» en lugar de «derecho», y de allí la generación de anarquistas, socialistas, petroleros y destructores de todo tipo?
La profecía sibilina y la poesía inspiradora de Virgilio permanecen incumplidas en cada punto, como vemos.

‹Los campos son amarillos con suaves espigas de trigo›; pero ya lo eran antes de nuestra era:
‹Las ruborosas uvas colgarán de las groseras zarzas, y miel de rocío destilará [o puede destilar] del robusto roble›; pero hasta ahora, no lo han hecho así.

Debemos buscar otra interpretación. ¿Cuál? La Profetisa Sibilina habló, como han hablado miles de otros Profetas y Videntes, aunque incluso los pocos de tales registros que han sobrevivido son rechazados por los cristianos e infieles y sus interpretaciones son solamente permitidas y aceptadas entre los Iniciados. La Sibila aludía a los ciclos en general y al gran ciclo en particular. Recordemos cómo los Puranas corroboran lo indicado, entre otros el Vishnu-Purâna.

‹Cuando las prácticas enseñadas por los Vedas y los Institutos de la Ley hayan casi cesado y el final de la Edad de Kali [-Yuga, la «Edad de Hierro» de Virgilio] se avecine, una porción de ese divino Ser que existe, de su propia naturaleza espiritual, en el personaje de Brahma y que es el principio y el final [Alfa y Omega]… descenderá sobre la tierra: nacerá en la familia de Vishnuyashas –un eminente Brahman de Shamballah… dotado con las ocho facultades sobrehumanas. Con su irresistible poder destruirá… todos aquellos cuyas mentes están dedicadas a la iniquidad. Entonces restablecerá la rectitud sobre la tierra; y las mentes de aquellos que vivan al final de la Era de [Kali] serán despertados, y serán tan diáfanos como el cristal (NOTA: Al final de nuestra Raza, la gente, se dice, a través del sufrimiento y el descontento, se volverán más espirituales. La clarividencia será una facultad general. Nos estaremos acercando al estado espiritual de las Tercera y Segunda Razas. FINAL NOTA). Los hombres que de esta forma hayan cambiado en virtud de ese tiempo peculiar serán como las semillas de los seres humanos [los shistas, supervivientes del futuro cataclismo] y darán nacimiento a una raza que seguirá las leyes de Krita [o Satya]-Yuga [la edad de la pureza, o la «Edad de Oro»]. Se ha dicho: «Cuando el sol y la luna y Tishya [asterismos] y el planeta Júpiter estén en una mansión, la Edad Krita [la de Oro] volverá.› (NOTA: Vishnu Purâna, IV, ch. xxiv., 228-29. Traducción de Wilson. [Londres: Trubner & Co., 1868]. FINAL NOTA).

Los ciclos astronómicos de los Hindúes –los enseñados públicamente– han sido suficientemente bien comprendidos, pero el significado esotérico de los mismos en su aplicación a temas trascendentales relacionados con ellos, siempre ha permanecido como letra muerta. El número de ciclos era enorme; variaba desde el ciclo de Maha-Yuga de 4.320.000 años, hasta los pequeños ciclos septenario y quinquenal, éste último estando formado por los cinco años llamados respectivamente, el Samvatsara, Parivatsara, Idvatsara, Anuvatsara y Udravatsara, cada uno de ellos con atributos o cualidades secretas. Vriddhagarga los da en un tratado, ahora propiedad de un Matha (o templo) Trans-himaláyico; y describe la relación entre este quinquenio y el ciclo Brihaspati, basado en la conjunción del Sol y la Luna cada año sexagésimo: un ciclo tan misterioso –para los eventos nacionales en general y para los de la nación indo-aria en particular– como importante.

«El mito de Prometeo es verdaderamente una Profecía […] El hombre volverá a ser el Titán libre de antaño; pero no antes de que la evolución cíclica haya vuelto a establecer la interrumpida armonía entre las dos naturalezas, la terrestre y la divina; después de lo cual se hará impenetrable a las Fuerzas Titánicas inferiores, invulnerable en su Personalidad, e inmortal en su Individualidad. Pero esto no sucederá sino cuando haya eliminado de su naturaleza todo elemento animal. Cuando el hombre comprenda que ‹Deus non fecit mortem›, sino que el hombre mismo la ha creado, volverá a ser el Prometeo de antes de la Caída.»
Blavatsky, H.P. La Doctrina Secreta, Tomo III

«El Divino Titán ha sufrido, pues, en vano; y casi se siente uno inclinado a lamentar su beneficio a la humanidad, y a suspirar por aquellos días tan gráficamente descritos por Esquilo en su ‹Prometeo Encadenado›, cuando al final de la primera Edad Titánica (la Edad que siguió a la del Hombre Etéreo, del piadoso Kandu y Pramlochâ) el hombre físico naciente, todavía sin intelecto y (fisiológicamente) sin sentidos, se describe como:

Viendo, veían en vano;
Oyendo, no oían : sino que semejantes a las sombras en sueños,
Durante largo tiempo, todo lo confundían al acaso.

Nuestros Salvadores, los Agnishvâtta y otros ‹Hijos divinos de la Llama de la Sabiduría›, personificados por los griegos en Prometeo, bien pueden quedar desconocidos y, sin que se les dé las gracias, en la injusticia del corazón humano.»
Blavatsky, H.P. La Doctrina Secreta, Tomo III

«¡Todos los que podáis leer entre líneas, estudiad la Antigua Sabiduría en los viejos dramas, indos y griegos; leed con atención el ‹Prometeo Encadenado›, representando en los teatros de Atenas hace 2.400 años! El mito no pertenece a Hesiodo ni a Esquilo; sino que, como Bunsen dice, ‹es más antiguo que los mismos helenos›, pues verdaderamente pertenece a la aurora de la conciencia humana. El Titán crucificado es el símbolo personificado del Logos colectivo, la ‹Hueste›, y de los ‹Señores de la Sabiduría› o el HOMBRE CELESTE, que encarnó en la Humanidad. Además, según demuestra su nombre (Pro–me–theus, ‹el que va ante él› o el futuro), en lo que él ideó y enseñó a la humanidad, la penetración psicológica no era lo de menos. Pues según sus quejas a las hijas del Océano:

De modos diversos determiné las profecías
Y entre los sueños distinguí primeramente
La visión verdadera… y a los mortales guié
A un arte misterioso…
Todas las artes, de Prometeo los mortales recibieron.

Blavatsky, H.P. La Doctrina Secreta, Tomo III

 Mucha gente se pregunta que hay que hacer para seguir un Camino Espiritual, y van buscando métodos más y más novedosos. Acabo de leer en el "famosísimo" tomo XIV de la C.W. un artículo que también está en el Tomo VI de La Doctrina Secreta, de Kier, El Misterio de Buddha, donde Helena recoge, en Nota a Pie de Página, una sencilla cita, que es toda una indicación, en mi humilde opinión, y que esta emparentada con las Virtudes Platónicas. Es muy breve y dice:

"... los seis Paramitas [la generosidad, la virtud, la paciencia, el vigor, la meditación y la sabiduría], [son] el camino hacia el Nirvana".

GENEROSIDAD
VIRTUD
PACIENCIA
VIGOR
MEDITACIÓN
SABIDURÍA

Seis conceptos dignos de meditar...

Dice Helena en el Glosario Teosófico sobre los Paramitas:

"Pâramitâs (Sánsc.) – Perfecciones o virtudes trascendentales “nobles puertas de virtud que conducen al Bodhi y Prajñâ, el séptimo escalón de la sabiduría”. Hay seis de ellas para los laicos y diez para los sacerdotes. En la Voz del Silencio se enumeran las siete siguientes, que son otras tantas “llaves de oro” de los siete Portales que conducen a la “otra orilla” (Nirvâna): Dâna (caridad, amor) ; Zîla (pureza, armonía en la palabra y en la acción) ; Kchânti (paciencia); Viraga (indiferencia al placer y al dolor); Vîrya (energía); Dhyâna (contemplación, meditación) y Prajñâ (conocimiento, sabiduría). Practicar el sendero Pâramitâ es convertirse en un yoguî, con la intención de llegar a ser asceta. (Voz del Silencio, II y III)."
Como siempre, un puñado de frases extraída de la Obra de Helena:

«Además, en el antiguo manuscrito Quiché, el Popol-Vuh, publicado por el difunto Abbé Brasseur de Bourbourg, los primeros hombres están descritos como una raza “cuya vista era ilimitada, y que sabía todas las cosas a la vez”, mostrando así el conocimiento divino de Dioses, no de mortales. La Doctrina Secreta, corrigiendo las exageraciones inevitables de la fantasía popular, expone los hechos conforme se hallan registrados en los símbolos arcaicos.»
H.P.B., La Doctrina Secreta, Tomo III

«El Ask Norse, el árbol Ash de Hesiodo, de donde procedieron los hombres de la generación de bronce, la Tercera Raza Raíz, y el árbol Tzité del Popol-Vuh, del cual fue creada la tercera raza mexicana de hombres, todos son unos.»
H.P.B., La Doctrina Secreta, Tomo III

«En Hesiodo, Zeus crea su Tercera Raza de hombres de los fresnos. En el Popol-Vuh, la Tercera Raza de hombres es creada del árbol Tzita y de la médula de la caña llamada Sibac. Pero Sibac significa “huevo” en el lenguaje misterioso de las Artufas, o cavernas de Iniciación. En una memoria enviada en 1812 a las Cortes por don Bautista Pino, se dice: “Todos los pueblos tienen sus Artufas –así llaman los indígenas a las habitaciones subterráneas, con sólo una puerta, en donde se reúnen (secretamente)… Éstos son templos impenetrables… y las puertas permanecen siempre cerradas para los españoles … Adoran al Sol y la Luna… al fuego y a la gran Serpiente (el poder creador), cuyos huevos llaman Sibac”.»
H.P.B., La Doctrina Secreta, Tomo III

«En el Popol-Vuh de los americanos, se dice que el hombre fué formado del limo de las aguas. Según los Vedas, Brahmâ sentado en el loto forma a Lomus (el gran muni o primer hombre) de agua, aire y tierra, después de dar existencia a los espíritus que, por lo tanto, tienen prelación sobre los mortales.»
H.P.B., Isis sin Velo, Tomo I

«Por otra parte, el texto original del Popol-Vuh nos proporciona suficientes pruebas de la casi identidad de las costumbres religiosas de México, Perú y otros pueblos precolombinos y las de los fenicios, babilonios y egipcios, pues la terminología religiosa descubre las mismas raíces etimológicas.»
H.P.B., Isis sin Velo, Tomo II

EVOLUCIÓN

Es el desarrollo de órdenes superiores de animales partiendo de otros órdenes inferiores. Como se dijo en Isis sin velo: "La ciencia moderna sólo se ocupa de una parcial evolución física, evitando prudentemente o ignorando la más elevada, o sea la espiritual, lo que obligaría a nuestros contemporáneos a confesar su inferioridad respecto a los antiguos filósofos y psicólogos. Los sabios antiguos, remontándose a lo INCOGNISCIBLE, tomaban su punto de partida desde la primera manifestación de lo invisible, de lo inevitable, y por un razonamiento rigurosamente lógico, desde el Ser creador necesario en absoluto, el Demiurgo del universo. La evolución empieza entre ellos desde el Espíritu puro, el cual descendiendo más y más, adquirió por fin una forma visible y comprensible, y llegó a convertirse en materia. Llegados a este punto, especulan por el método de Darwin, pero partiendo de una base amplia y comprensible. [Toda evolución consiste en una vida que se desarrolla pasando de una forma a otra y almacenando en sí misma las experiencias que adquiere a través de dichas formas.
MADAME BLAVATSKY

“El primer dogma Fundamental del Ocultismo es la Unidad Universal (u Homogeneidad) bajo tres aspectos. Esto conduce a una concepción posible de la Deidad, que como una unidad absoluta debe permanecer por siempre incomprensible para los intelectos finitos. ‘Si quieres creer en el poder que actúa dentro de la raíz de una planta, o imaginar la raíz escondida bajo el suelo, tienes que pensar en su tallo o tronco y en sus hojas y flores. No puedes imaginar ese Poder independiente de estos objetos. La Vida solo puede conocerse por el Árbol de la Vida’ . . . (Preceptos para Yoga). La idea de una Unidad Absoluta se rompería por completo en nuestra concepción, si no tuviésemos algo concreto ante nuestros ojos para contener esa Unidad. Y la deidad siendo absoluta, debe ser omnipresente, de aquí que ni siquiera un átomo pueda dejar de contener a ELLO dentro de sí mismo. Las raíces, el tronco y sus muchas ramas son tres objetos distintos, sin embargo ellos son un solo árbol. Los Kabalistas dicen: ‘La Deidad es una, porque Ello es infinito. Es triple porque siempre se está manifestando’. Esta manifestación es triple en sus aspectos, ya que requieren, como dice Aristóteles, de tres principios para que todo cuerpo natural se haga objetivo: privación, forma y materia. La privación significaba en la mente del gran filósofo eso que los Ocultistas llaman prototipos impresos en la Luz Astral – el plano y mundo más inferior del Anima Mundi. La unión de éstos tres principios depende de un cuarto – la VIDA que se irradia desde las cúspides de lo Inalcanzable, para convertirse en una Esencia difundida universalmente en los planos manifestados de la Existencia. Y este CUATERNARIO (Padre, Madre, Hijo, como una UNIDAD, y un cuaternario, como una manifestación viva) ha sido el medio para conducir a la muy arcaica Idea de la Inmaculada Concepción, ahora finalmente cristalizada en un dogma de la Iglesia Cristiana”
H.P.B.

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