La Primera Iniciación Mayor
“EL NACIMIENTO”
F. Redondo
“Una iniciación es una
expansión de conciencia, un medio de abrir la mente y el corazón al
reconocimiento de lo que ya existe en la realidad. Como proceso viviente, la
iniciación es experimentada por todas las formas de vida, grandes y pequeñas,
desde lo universal hasta lo particular.
En la primera Iniciación, el dominio del Ego (alma) sobre el
cuerpo físico debe haber alcanzado un alto grado de realización. Han de
vencerse «los pecados de la carne», como dice la fraseología cristiana. La
gula, la embriaguez y el libertinaje, ya no deben dominar. El elemental físico
ya no encuentra obedecidas sus exigencias; el dominio ha de ser completo,
desvanecido el atractivo. Debe haberse logrado una actitud general de la
obediencia al Ego (alma), y debe ser fuerte la buena voluntad de obedecer. El
canal entre lo superior y lo inferior se ensancha, y la sumisión de la carne es
prácticamente automática.
El que no todos los iniciados alcancen esta norma, puede
provenir de varias causas; pero la nota que pulsen, debe estar sintonizada con
la rectitud; el evidente reconocimiento de sus propias limitaciones será
sincero y público, y notoria su lucha para adaptarse al modelo superior, aun
cuando no hayan llegado al perfecto control.
"En la primera Iniciación, el Cristo nace en el corazón
del discípulo. Entonces percibe por
primera vez en sí mismo la afluencia del Amor divino y experimenta el
maravilloso cambio que lo hace sentirse uno con todo lo que vive. Éste es el
“Segundo Nacimiento”, del que se regocijan todos los seres celestiales, porque
nace en el “Reino de los Cielos”, como uno de los “pequeños”, como un
“infante”, nombres que se aplican a los nuevos Iniciados. Tal es el significado
de las palabras de Jesús, que sugieren que un hombre debe convertirse en un niño
para entrar en el Reino de los Cielos."
Puede sugerirse que en la primera Iniciación, en la que nace
Cristo, el Centro del Corazón es el único usualmente vitalizado, a fin de
conseguir un dominio más efectivo del vehículo astral, y de prestar mayores servicios
a la humanidad. Después de esta Iniciación se le enseña principalmente al
iniciado, lo que concierne al plano astral. Ha de estabilizar su vehículo
emotivo, y aprender a operar en el plano astral con la misma soltura y
familiaridad que en el plano físico. Entra en contacto con los devas astrales;
aprende a dominar a los elementales del astral; Ha de actuar fácilmente en los
subplanos inferiores; y se acrecienta el valor y calidad de su labor en el
plano físico. Pasa en esta Iniciación, desde la Sala de la Instrucción a la de
la Sabiduría. En este momento, se le da especial importancia al desarrollo
astral, aunque su facultad mental progresa constantemente. En esta Iniciación,
la REVELACIÓN DE LA PRESENCIA le coloca al Iniciado ante el Tercer Aspecto o
inferior del Alma, la Inteligencia Activa. Se enfrenta con el Ángel Solar que
le fue confiado como custodio desde el momento de su individualización
operativa en la Lemuria; y reconoce sin lugar a dudas que esa entidad, que es
manifestación de la Inteligencia, es su compañero eterno a través de las
Épocas, conforme a cuya imagen el Alma se modela encarnación tras encarnación.
"Un sin número de hombres darán el primer paso hacia el
desarrollo de la conciencia Crística y pasarán así por la Primera Iniciación. A
menudo (podría muy bien decir generalmente), esto tiene lugar sin la
comprensión consciente del cerebro físico, esto quiere decir que muchos de
nosotros, es posible que ya seamos iniciados de Primer Grado aún sin saberlo.
Esta Primera Iniciación es, y siempre ha sido, una Iniciación masiva, aunque
sea individualmente registrada y anotada." Muchas vidas pueden transcurrir
entre la primera y la segunda Iniciación, generalmente de 7 a 10 vidas. Un
largo período de encarnaciones transcurre antes de que completado el dominio
del cuerpo astral, esté dispuesto el iniciado para el próximo paso. La analogía
está interesantemente expuesta en el Nuevo Testamento, en la vida del iniciado
Jesús. Pasaron muchos años entre el Nacimiento y el Bautismo; pero en tres años
dio los tres pasos restantes. Una vez pasada la segunda Iniciación, el progreso
es rápido, y la tercera y la cuarta seguirán probablemente en la misma vida, o
en la siguiente.
Comentario Sobre La Entrada En La CORRIENTE
Narración esotérica:
Este momento, poco antes de recibir la PRIMERA INICIACIÓN, es de
imponderable magnificencia en la vida espiritual del candidato, según no hace
mucho tiempo manifestó el Maestro KUTHUMI al aceptar a un discípulo,
diciéndole:
“Ahora que has alcanzado
la inmediata meta de tus aspiraciones, te exhorto a que te fijes en los muchos
mayores requisitos de la próxima etapa, para la cual has de prepararte y es «la
entrada en la corriente», o lo que los cristianos llaman «salvación». Este
ideal será el punto saliente en la larga línea de tus existencias terrenas, la
culminación de setecientas vidas. Hace siglos te individualizaste en el reino
humano. En un porvenir que, según espero, no será remoto, saldrás del reino
humano por la puerta del adeptado y entrarás en el superhumano. Entre estos dos
extremos no hay puesto de mayor importancia que la iniciación hacia la cual
debes dirigir desde ahora tus pensamientos. No sólo serás así para siempre
salvo sino que ingresarás en la sempiterna Fraternidad auxiliadora del mundo.
Piensa en el sumo cuidado con que has de prepararte para tan prodigioso
acontecimiento. Quisiera que te representaras de continuo su gloria y hermosura
a fin de que vivieses en la luz de su ideal. Joven es tu cuerpo para tan
formidable esfuerzo, pero se te depara una espléndida oportunidad y deseo y
espero que completamente la aproveches.”
Al iniciar a un ego éste entra a formar parte de la más compacta
corporación del mundo y se une al dilatado océano de conciencia de la Gran
Fraternidad Blanca. Durante largo tiempo no podrá el nuevo iniciado comprender
cuanto esta unión entraña, y ha de penetrar mucho más adentro del santuario
antes de que se dé cuenta de lo estrecho del lazo y de la magnitud de la
conciencia del Rey, de la cual participan hasta cierto punto los hermanos. Todo
esto es incomprensible e inexplicable en el mundo profano, pues su metafísica y
sutilidad transcienden la eficacia del lenguaje; y, sin embargo, es una
gloriosa realidad hasta el extremo de que quien lo empieza a vislumbrar, le
parece ilusorio lo demás. Una vez realizados los oportunos esfuerzos y
disciplinas, e integrados ciertos mecanismos internos, el candidato ya está
preparado para recibir la PRIMERA INICIACIÓN. Y tras una Magna y formidable
ceremonia en los planos sutiles, El Iniciador manifiesta al candidato que por
haber entrado en la corriente está ya para siempre en salvo, aunque todavía
arriesga demorar considerablemente su adelanto si cede a cualquiera de las
tentaciones que le han de asediar en el sendero. La frase «ser salvo para
siempre» se toma en el sentido de significar la certeza de pasar adelante en el
actual período de evolución, y no quedar rezagados el «día del Juicio», en el
promedio de la quinta ronda, cuando Cristo, que habrá entonces descendido a la
materia, declare quiénes pueden y quiénes no alcanzar la meta de evolución
señalada a la presente cadena planetaria, dependiendo esta decisión del
adelanto evolutivo de cada individuo. No hay condenación eterna. Habrá quienes
no puedan seguir adelante en el actual período de evolución, pero sí podrán en
el próximo período, de la propia suerte que un alumno suspenso en un curso de
estudios puede seguir adelante y aún colocarse a la cabeza de la clase al repetir
el curso el año siguiente.
Nota: Cualquier palabra que no se comprenda podrá encontrarse en
cualquier diccionario o glosario esotérico.
“Una iniciación es una expansión de conciencia, un medio de abrir la mente y el corazón al reconocimiento de lo que ya existe en la realidad. Como proceso viviente, la iniciación es experimentada por todas las formas de vida, grandes y pequeñas, desde lo universal hasta lo particular.
ResponderEliminarEn la primera Iniciación, el dominio del Ego (alma) sobre el cuerpo físico debe haber alcanzado un alto grado de realización. Han de vencerse «los pecados de la carne», como dice la fraseología cristiana. La gula, la embriaguez y el libertinaje, ya no deben dominar. El elemental físico ya no encuentra obedecidas sus exigencias; el dominio ha de ser completo, desvanecido el atractivo. Debe haberse logrado una actitud general de la obediencia al Ego (alma), y debe ser fuerte la buena voluntad de obedecer. El canal entre lo superior y lo inferior se ensancha, y la sumisión de la carne es prácticamente automática.