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sábado, 31 de diciembre de 2016

LA CIRCUNSPECCIÓN OCULTA (EL SILENCIO DEL DISCÍPULO) Por Alice A. Bailey

LA CIRCUNSPECCIÓN OCULTA (EL SILENCIO DEL DISCÍPULO)
Por Alice A. Bailey
Publicado en TheBeacon, Marzo 1926



https://youtu.be/v58VVqL1kYE
  

“Saber, Querer, Osar y Callar.”

Podría ser de utilidad enumerar brevemente algunas de las razones del porqué se impone la circunspección a todos los iniciados y, por tanto, por qué todos los discípulos deben cultivar la cualidad del silencio, como etapa preparatoria para aprehender la naturaleza de la “Circunspección Oculta”.

En la actualidad ello es muy necesario para destacar la facultad equilibradora del silencio. Pero, en estos días de desarrollo de la mente concreta, imponer el silencio resulta de poca utilidad; más aún, a quienes observan las exigencias, eso les induce a creer que el silencio, o vela la ignorancia o no es más que la imposición de una orden arbitraria. De ahí que mi propósito sea dilucidar, de alguna manera, el problema y mostrar por qué es necesario que quienes estén afiliados a la Jerarquía —como aspirantes o iniciados juramentados— deban desarrollar esta restricción oculta.
1. El pensador poco atento o el no-iniciado no se da cuenta del efecto que produce la palabra hablada y del efecto del poder atractivo del habla. Cuando un hombre habla, magnéticamente atrae sustancia dentro de su aura inmediata y afecta —quiera él hacerlo o no— a las unidades de vida sensibles en los cuerpos, sutiles o densos, de sus semejantes. Por lo tanto, cuando anuncia a los alumnos que le están prestando atención que él es un iniciado o un discípulo, haciéndolo con afirmación positiva y, de este modo, atrayendo la atención hacia su personalidad, inevitablemente actúa sobre los aspectos atómicos negativos en los cuerpos y así también sobre las vidas negativas receptivas o aspectos receptivos en los cuerpos de sus hermanos. Sus palabras no están de acuerdo con el “Yo soy ESE” oculto que produce la identificación con la vida grupal central y, por lo tanto, con la chispa central de fuerza positiva en todas las unidades del grupo. Pero, la declaración — al ser una afirmación de la personalidad— tiene su reacción sobre las personalidades de todos sus hermanos, actuando a través del aspecto negativo, y es la imposición (a menudo inconsciente) de su fuerza o del poder de su voluntad sobre la de ellos la que causa eso; y los efectos de tal imposición no dejan de producir resultados terribles. Estimula aquello que es indeseable y desarrolla reacciones o respuestas negativas, como la devoción a la persona en cuestión y la voluntad de ser guiados por el que habla o enuncia su posición jerárquica personal, o bien causa repulsa, produciendo así separación, y ésta engendra odio y luchas.

Este es el motivo, entre otros, por el que a los discípulos se les enseña a menospreciar su prestigio personal y al mismo tiempo a exaltar la naturaleza del Dios interno, que es idéntico en todos los hombres, y se les pide que se abstengan de hablar, a menos que sirva al propósito grupal. Se presta mejor servicio a los propósitos grupales mediante el estímulo del aspecto más elevado en cada hombre.

Entonces, ¿por qué los Maestros se han dado a conocer que son Adeptos?

Aunque los Maestros hayan permitido que se sepa (a través de Sus discípulos) sobre sus servicios, conocimientos y poder para ayudar y que han trascendido los tres mundos del esfuerzo humano, les pediría a ustedes que tengan en cuenta que tales admisiones hechas a través de la palabra o la letra, se han hecho a Sus discípulos juramentados, sobre quienes recae el karma de pasar la información al público en general. Y sobre sus hombros recae la responsabilidad de trabajar sobre los resultados, ya sean buenos o malos. Es un hecho en el desarrollo oculto que cuanto más cerca un discípulo está del Maestro y de la meta, más discreto es y (como individuo) busca menos atraer la atención del Maestro o hacia sí mismo como agente de ese Maestro. El trabajo que debe ser hecho puede lograrse más fácilmente cuando hay menos formas mentales para ser transmutadas.

¿No debemos, pues, transmitir información acerca de los Maestros al público en general?

Es necesario que el público sea informado sobre la naturaleza y el trabajo de los Maestros, porque el momento es apropiado; pero esto es algo claramente diferente al problema que estamos examinando, el de proclamar la afiliación personal a un Maestro o a la Jerarquía.

Por lo tanto, los discípulos e Iniciados protegen el trabajo por medio de un muro de silencio de la personalidad, que ellos guardan. También se ha de tener en cuenta (y esto se comprende poco, aunque es de considerable importancia en este caso) que los cuerpos de manifestación, a través de los cuales trabajan los Adeptos en el plano físico, se construyen definitivamente con fines específicos; están compuestos de materia de los subplanos más elevados de cada uno de los tres planos, y la impresión se efectúa desde Sus propios niveles, a través de los átomos permanentes búdico y manásico, directamente en el cerebro físico; para Ellos no existe unidad mental o átomos permanentes en los tres mundos. Han superado el dominio de los Padres Lunares, e incluso del Ángel Solar; son puras esencias espirituales. Por tanto, sólo pueden influir en el aspecto espiritual del hombre, aunque también controlan las fuerzas infrahumanas si así lo desean. Ésta es la verdad oculta detrás de la idea de que los Maestros pueden trabajar solamente con los seres humanos cuando estos hayan “entrado a Su mundo”, o sea, que se hayan elevado a un tal estado de conciencia donde están en contacto con su propio aspecto espiritual, al inicio con el principio medio, el Ego, y más tarde con la Mónada. Por lo tanto, el mandato consiste en que el hombre encuentre su propio Dios interior, el Iniciador, que despierte y sea más sensible a la vibración egoica. Después los Maestros pueden trabajar, y lo hacen, para reforzar esa impresión hasta lograr el vínculo consciente definido en la primera Iniciación; y así el hombre está en el CAMINO para “ver a su Dios”. Cuando esto ocurre, el iniciado no debe hablar acerca de ello. Se ha de tener presente que después de un proceso similar en la vida de su hermano, no habrá necesidad de hablar, porque el reconocimiento será mutuo aunque no esté basado en palabras; y tales declaraciones sobre los vínculos, como que ‘soy un Iniciado’ sólo conducen a resultados equívocos.

2. Asimismo en la vida oculta se ordena guardar silencio, como es bien sabido, debido al peligro de transmitir conocimientos a los incautos, los curiosos, los inescrupulosos y a quienes no están preparados. Por lo tanto, a menos que un discípulo muestre una sabia discriminación en el uso de los hechos ocultos impartidos gradualmente, se retrasa el proceso iniciático, en el que le son comunicadas las palabras de las fórmulas y las claves. No es, pues, por azar que se nos enseña el aforismo oculto que “La palabra es plata y el silencio es oro”, puesto que el oro es el símbolo del alma transmutada que funciona con fuerza eléctrica positiva, mientras que la palabra es plata y se refiere a las vidas negativas; y el hombre que utiliza la palabra, como normalmente se entiende, está todavía bajo el dominio de la vida involutiva. La Palabra tiene que ver con los Dioses; el sonido con Dios. La idea es expresada en la Palabra del Logos, que se lleva a cabo satisfactoriamente por la “Hueste de la voz”. Desde el punto de vista del Ego, o Dios interno, en este ciclo manifestado la palabra es una característica de la personalidad (los dioses en manifestación triple) y el sonido lo es de la naturaleza del Ego en los niveles abstractos. El Iniciado trabaja en el plano mental usando las palabras universales; los hombres trabajan en los planos inferiores a través del discurso o la multitud de palabras y sonidos. El método para el Iniciado en entrenamiento, para el discípulo que mantiene disciplina, asimismo como para el Adepto en el trabajo liberado es siempre el mismo: la meditación, la comprensión, la visualización y el sonido; y quien medita, siempre permanece como el que emplea conscientemente estos cuatro. El método para el hombre en su propio plano son siempre las conclusiones de la mente inferior, la imaginación, las formas de deseo y las palabras fragmentarias; y el hombre se identifica inconscientemente con las formas que crea y con las formas mentales inmaduras que visualiza. Entonces, hasta que un hombre no sea libre o aún esté en proceso rápido de liberarse en el Sendero, no se le puede confiar el conocimiento de las energías que dirigen y manipulan las fuerzas de la involución o el aspecto sustancia. Primero tiene que aprender los métodos del silencio oculto.

3. El silencio consciente también es encomendado a un discípulo por las siguientes razones:

a. El silencio desarrolla en él el conocimiento de los motivos, a través de las consideraciones sobre la razón para hablar y la necesidad de circunspección.

b. El silencio desarrolla en él la cualidad de la meditación interior y la capacidad para escuchar su voz.

c. El silencio sirve para enseñarle el proceso de la conservación de energía y cómo acumular fuerza para el servicio a la humanidad.

d. El silencio engendra en él la capacidad de conservar el equilibrio y le permite lograr el alineamiento consciente con el Ego, su propia Divinidad interior.

4. Otra razón contundente para el cultivo del silencio es que hablar engendra karma y la palabra hablada siempre produce resultados que tendrán que ser resueltos si las palabras se relacionan con la personalidad o están basadas en ella. El discípulo o Iniciado debe estar en proceso de disminuir y resolver el karma, con miras a la liberación. Al mismo tiempo, la emisión de la palabra de la Hermandad y el empleo del habla con el fin de ayudar o de enseñar a los hombres EL CAMINO, no engendra karma.

Cuando un hombre hace afirmaciones y llama la atención sobre sí mismo, bien como un Iniciado o un discípulo, él ata a sí mismo, ya sea favorable o desfavorablemente, a otras unidades humanas; y debe resolver con ellos los efectos del uso de tal discurso y liberarse, con el tiempo, de las formas mentales de devoción o aversión, de ardiente atracción o rechazo despectivo, y tendrá que “permanecer”, en el sentido oculto del término, hasta que haya deshecho, lo que sea, los malos efectos de sus mal-evaluadas palabras. Ésta es una contundente razón para guardar silencio.
Los Maestros trabajan con aquellos que se acercan a Ellos, que se esfuerzan por abrirse camino hasta Su presencia y encontrar la entrada que conduce a Su mundo mediante la similitud de la vibración. Ellos no envían anuncios a todo el mundo, porque conocen la ley, y Sus palabras se las dicen a los que llegan hasta Ellos y a los que se han decidido a buscarlas por gran necesidad. Hablan a Su propia gente, a los que conocen a través de un reconocimiento individual; y Sus palabras son para ellos, para que puedan ser sus agentes en el plano físico a fin de llevar a efecto los Planes.


ALICE A. BAILEY

martes, 27 de diciembre de 2016

ENFERMEDADES DE LOS DISCÍPULOS (D.K. “El Tibetano”)

ENFERMEDADES DE LOS DISCÍPULOS (D.K. “El Tibetano”)



Dividiré en dos partes lo que voy a decir acerca de las enfermedades de los discípulos: los problemas específicos de los discípulos y las dificultades incidentales al contacto con el alma. 

Es necesario recordar que todo discípulo es susceptible de contraer los tipos principales de enfermedades, pues al tratar de ser uno con toda la humanidad, ello incluye por lo tanto todos los males hereditarios de la carne. Sin embargo, no pueden sucumbir a las flaquezas del hombre común y deben recordar que las enfermedades cardíacas y nerviosas constituyen su mayor problema. En conexión con esto los discípulos podrían dividirse en dos grupos principales: Los que viven arriba del diafragma y por lo tanta están predispuestos a las enfermedades del corazón, a las dificultades de la tiroides y de la garganta, y aquellos que están en proceso de transferir las energías de los centros situados abajo del  diafragma a los de arriba del diafragma. La mayoría de ellos está transfiriendo las energías del plexo solar al corazón, y la agonía del mundo está acelerando profundamente el proceso. Dificultades estomacales, hepáticas y respiratorias van a la par de tales trasferencias. 

1. Los Problemas Específicos de los Discípulos. 

Estos problemas específicos son, como bien saben, peculiares de quienes han elevado su conciencia a la vida del alma, fuera de la vida de la personalidad.  Están relacionados principalmente con la energía, su afluencia, su asimilación o no asimilación, y su empleo correctamente dirigido. Las otras enfermedades que constituyen la herencia de la carne en esta época de la evolución humana (pues debe recordarse que las enfermedades varían de acuerdo a la etapa de evolución y que su aparición es cíclica), y a las cuales los discípulos pueden sucumbir y sucumben, no se considerarán aquí; basta decir que las tres principales enfermedades de la humanidad, a las cuales me he referido, cobran su tributo a los discípulos, particularmente para lograr que el alma se libere de su vehículo. Sin embargo, son controladas en tales casos -aunque no lo parezca- desde los niveles del alma, y el desenlace está planeado como resultado de la decisión del alma y no por los estragos de la enfermedad. La razón de que estas tres principales enfermedades, originarias de la vida planetaria en la cual vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser, ejercen este poder sobre los discípulos, consiste en que ellos mismos son parte integrante de la vida planetaria, y en las primeras etapas del reconocimiento de esta unidad están propensos a ser fácil presa de ellas. Este es un hecho poco conocido o comprendido, pero explica por qué los discípulos y personas avanzadas son susceptibles a dichas enfermedades. 

Dividiremos estos problemas en cuatro categorías: 

1. Los que están relacionados con la sangre o el aspecto vida, porque “la sangre es la vida”. Esto produce un efecto especÍfico sobre el corazón, por lo general sólo de naturaleza funcional. Las enfermedades orgánicas del corazón se deben a causas más profundamente arraigadas. 
2. Los que son un efecto directo de la energía, actuando sobre el sistema nervioso y a través de éste, por intermedio del cerebro rector. 
3. Los que están relacionados con el sistema respiratorio y tienen un origen oculto. 
4. Los que se deben específicamente a la receptividad o no receptividad, al funcionamiento o no funcionamiento, y a la influencia que ejerce el centro.  Lógicamente éstas caen en siete grupos, que afectan siete zonas principales del cuerpo. En lo que respecta al  discípulo común, antes de que exista total control por el alma y dirección monádica, el principal agente rector, vía el cerebro, es el nervio vago, a lo largo del cual las energías (penetrando por intermedio del centro coronario) son distribuidas al resto del cuerpo. En Oriente ha sido creada, por una poderosa escuela esotérica, una ciencia definida de los centros y su relación con el kundalini. Contiene muchas verdades y también muchos errores. 

He establecido diferencia entre problemas, reacciones físicas y enfermedades, porque la afluencia, distribución y dirección de la energía no producen necesariamente enfermedad. Sin embargo, durante el noviciado que precede a todas las iniciaciones, se producen siempre dificultades y problemas de todo tipo, ya sea en la conciencia del discípulo o en relación con quienes están a su alrededor. De ahí que sea afectado su medio ambiente y en consecuencia su propia acción recíproca. 

Debería recordarse, en conexión con esto, que todos los discípulos son centros de energía en el cuerpo de la humanidad y están en proceso de convertirse en puntos de energía enfocada y dirigida. Su función y actividad, siempre e inevitablemente, producen efectos, resultados, despertamientos, desintegraciones y reorientaciones, en la vida de aquellos que los rodean. En las primeras etapas producen esto inconscientemente, por eso los resultados, sobre aquellos con quienes hacen contacto con frecuencia, no son deseables, ni la energía está dirigida, desviada o retenida inteligentemente. Una intención inteligente debe existir detrás de toda sabia dirección de la energía. Más adelante, cuando estén aprendiendo conscientemente a ser y estén convirtiéndose en centros radiantes de energía curadora, conscientemente dirigida, esta energía animadora será transmitida y luego empleada constructivamente en líneas sicológicas y físicas. Sin embargo, en cualquier caso, el discípulo  ejerce una eficaz influencia y nunca puede pasar “inadvertido en su lugar ni dejar de hacer impacto sobre otras almas”, como se dice esotéricamente. Su influencia, emanación y potente energía, inevitablemente le acarrean problemas y dificultades, basadas en las relaciones humanas que ha establecido kármicamente y en las reacciones de aquellos con quienes hace contacto, ya sea para bien o para mal. 

Esencialmente, la influencia de un discípulo de la gran Logia Blanca es fundamentalmente buena y espiritualmente condicionante; superficialmente y en sus efectos externos -en particular en lo que concierne al discípulo- aparecen situaciones difíciles, aparentes separaciones, y emergen los defectos lo mismo que las virtudes de quienes han sido afectados, persistiendo a menudo durante muchas vidas, hasta que la persona, así influenciada, llega a  “reconciliarse ocultamente con la energía emanante.” Reflexionen sobre esto. El reajuste deben hacerlo quienes han sido influenciados y no el discípulo. 

Consideraremos ahora los cuatro problemas desde el ángulo sicológico y no desde el físico. 
a. Los problemas que surgen debido al despertar del centro cardiaco del discípulo son quizás los más comunes y con frecuencia los más difíciles de manejar; están basados en las relaciones vivientes y la interacción de la energía del amor con las fuerzas del deseo. En las primeras etapas, esta afluyente fuerza-amor establece contactos con la personalidad, que oscilan entre las etapas de máxima devoción y extremo odio, por parte de la persona que ha sido afectada por la energía del discípulo. Esto produce un constante disturbio en la vida del discípulo, hasta llegar a adaptarse a los efectos de la distribución de su energía y también a las frecuentes rupturas de relaciones y reconciliaciones. Cuando el discípulo ha adquirido suficiente importancia como para llegar a ser el centro organizador de un grupo o estar en posición de comenzar a formar esotéricamente su propio ashrama (antes de recibir alguna de las iniciaciones mayores), entonces la dificultad puede ser muy real y perturbadora. Sin embargo muy poco puede hacer el discípulo, excepto tratar de regular la saliente energía del amor. El problema continúa fundamentalmente para aquel que ha sido afectado; los reajustes deben ser hechos por los demás, como he dicho anteriormente, y el discípulo debe estar preparado para colaborar al primer indicio de una buena voluntad en reconocer la relación y la intención de colaborar en el servicio grupal. Este punto deben considerarlo ambas partes, el discípulo y la persona que reacciona a su influencia. El discípulo está preparado; el sujeto que responde, generalmente se retira o se acerca, de acuerdo al anhelo de su alma o de su personalidad, probablemente ocurra esto último en las primeras etapas. Sin embargo, oportunamente el sujeto presta su plena comprensión colaboradora con el discípulo, finalizando la difícil experiencia de la enfermedad.

No me es posible dar detalles explícitos al considerar estos problemas relacionados con el corazón y la energía vital del discípulo, los cuales están condicionados por su rayo, la iniciación para la cual se está preparando, y la calidad, etapa evolutiva y rayo de quienes han sido afectados. 

Existen también dificultades y problemas de naturaleza más sutil, que surgen de la misma causa, pero no localizadas en ciertas relaciones humanas definidas. Un discípulo sirve, escribe y habla; sus palabras e influencias compenetran la masa de hombres, despertando en ellos alguna actividad a menudo buena y espiritual, a veces mala, antagónica y peligrosa. En consecuencia, no sólo tiene que ocuparse de sus propias reacciones al trabajo que está realizando, sino, en un sentido general y específico, de las masas a las que comienza a afectar. Esto no es algo fácil de realizar, particularmente para un trabajador inexperto en el Plan. Fluctúa entre el plano mental, donde normalmente  intenta actuar, y el plano astral, donde las masas se hallan enfocadas, y esto lo lleva al reino del espejismo y al consiguiente peligro. Su conciencia se dirige a quienes trata de ayudar, a veces como alma (entonces a menudo sobrestimula a quienes lo escuchan) y otras como personalidad (entonces nutre y aumenta las reacciones de la personalidad de la masa). 

A medida que el tiempo pasa, aprende -mediante las dificultades que trae el necesario acercamiento cordial- a mantenerse firme en el centro, emitiendo la nota, dando su mensaje, distribuyendo energía de amor e influyendo sobre quienes lo rodean, pero él permanece impersonal, sólo como agente rector y alma comprensiva. Esta impersonalidad (que puede ser definida como una abstracción de la energía de la personalidad) acarrea sus propios problemas, como bien saben los discípulos; sin embargo, nada pueden hacer sino esperar que el tiempo conduzca a los otros hacia una clara comprensión del significado y sentido esotérico de las rectas relaciones humanas. El problema de quienes trabajan con individuos y grupos está básicamente relacionado con la energía del corazón y con la fuerza vivificadora de su vida personificada. En conexión con este problema y su reacción sobre el discípulo, pueden ocurrir ciertas dificultades físicas, y de éstas me ocuparé en breve. 

Debo puntualizar que también pueden aparecer las dificultades del ritmo y los problemas vinculados con la vida cíclica del discípulo. El corazón y la sangre están esotéricamente relacionados y simbólicamente definen la vida palpitante del alma que se manifiesta en el plano físico, en la exteriorización y abstracción de la vida dual del discípulo: cada fase presenta su propio problema. Una vez que el discípulo ha dominado el ritmo de su vida externa e interna y ha organizado sus reacciones de manera que puede extraer de ellas el máximo significado, sin ser condicionado por ellos, entonces entra en la vida relativamente sencilla del iniciado. ¿Les asombra esta frase? Debe recordarse que el iniciado se ha liberado, después de la segunda iniciación, de las complejidades del control emocional y astral. El espejismo ya no puede do-minarlo. Puede permanecer firme a pesar de todo lo que haga y sienta. Se da cuenta que la condición cíclica está relacionada con los pares de opuestos y es parte de la manifestación de la vida de la existencia misma. Durante el tiempo que aprende esto pasa a través de grandes dificultades. Como alma, se somete a una vida de exteriorización, influencia magnética y extroversión. Inmediatamente después de esto puede llevar una vida de abstracción, sin ningún interés aparente por sus relaciones y medio ambiente, y expresarse en forma intensamente introspectiva e introvertida. Quizás luche penosamente entre estos extremos, a veces durante muchas vidas, hasta que aprende a fusionar y mezclar ambas expresiones. Llega a comprender con claridad la vida dual del discípulo aceptado, en sus diversos grados y etapas, y sabe lo que hace. Constante y sistemáticamente desempeñan una parte útil la exteriorización y abstracción, el prestar servicio al mundo y el vivir la vida reflexiva. 

Mientras va dominando este proceso surgen muchas dificultades sicológicas que conducen a separaciones psicológicas, profundamente arraigadas o superficiales. El objetivo de todo desarrollo es integración, integración como personalidad, integración con el alma, integración en la Jerarquía, integración con el Todo, hasta lograr la completa unidad e identificación, A fin de dominar esta ciencia de integración cuya meta básica es la identificación con la Realidad Una, el discípulo progresa de una unificación a otra, cometiendo errores, llegando con frecuencia a un completo desaliento, identificándose con lo indeseable, hasta que como personalidad-alma repudia las anteriores relaciones, y debe pagar  continuamente el fervor mal aplicado, la aspiración distorsionada, el efecto abrumador del espejismo y las numerosas condiciones sicológicas y desarreglos físicos que deben surgir mientras se subsanan las separaciones, se logra la correcta identificación y se establece la debida orientación. 

Durante este proceso básico, necesario e ineludible, se lleva a cabo un definido trabajo en el cuerpo etérico. El discípulo aprende a elevar las energías, extraídas de los centros inferiores, al plexo solar y de allí al centro cardíaco, reenfocando así las energías arriba del diafragma, en vez de hacerlo abajo del diafragma. Esto conduce frecuentemente a grandes complicaciones, porque -des¬de el ángulo de la personalidad- el centro plexo solar es el más poderoso, siendo el lugar donde se distribuyen las fuerzas de la personalidad. Este proceso de descentralización y “elevación” de la conciencia inferior a la superior, trae las principales dificultades a las que está sujeto el discípulo. Este proceso también se está llevando a cabo hoy en todo el mundo, causando la espantosa dislocación de los asuntos humanos, culturas y civilizaciones. Todo el enfoque de la conciencia humana está cambiando; la vida egoísta (característica del hombre centralizado en sus deseos y consecuentemente en el centro plexo solar) cede su lugar a la vida descentralizada del hombre altruista (centrado en su yo alma),  consciente de sus relaciones y responsabilidades con el Todo y no con la parte. Esta sublimación de la vida inferior en la superior es uno de los momentos más importantes para el individuo y la raza. Una vez que el discípulo individual y también la humanidad, que simboliza al discípulo del mundo, hayan dominado el proceso de trasferencia, veremos establecido el nuevo orden del servicio individual mundial y, por lo tanto, la llegada del tan esperado nuevo orden. 

La circulación de la corriente sanguínea es el símbolo de estos procesos, y la clave del establecimiento del orden mundial se halla oculta en dicha simbología -la libre circulación de todo lo necesario para cada parte de la gran estructura de la humanidad. La sangre es la vida, y el libre intercambio, la libre participación, la libre circulación de todo lo que se requiere para un correcto vivir humano, caracterizará al mundo futuro. Estas condiciones no existen, el cuerpo de la humanidad está enfermo y su vida interna desorganizada. En vez de la libre circulación del aspecto vida en todas partes, ha existido separación, congestión, estancamiento y canales obstruidos. Ha sido necesaria la terrible crisis actual para que la humanidad perciba esta condición enfermiza, la enorme extensión del mal y descubra que las enfermedades de la “sangre de la humanidad” (simbólicamente entendida) son tan graves que se requieren las más drásticas medidas -dolor, agonía, desesperación y terror- para lograr su curación. 

Los curadores deberán recordar esto, y tener presente que los discípulos, los hombres buenos y los aspirantes, comparten esta enfermedad universal de la humanidad, la cual deberá cobrar tributo, sicológica o fisiológicamente, o ambos. El malestar es de origen muy antiguo y de arraigados hábitos, e inevitablemente afecta al vehículo físico del alma. Estar exento de los efectos de las enfermedades humanas no indica superioridad espiritual. Simplemente podría indicar lo que uno de los Maestros denominó como “las profundidades del egoísmo y la autosatisfacción espirituales”. El iniciado de tercer grado puede considerar que está exento, pero sólo se debe a que está completamente liberado del espejismo y ningún aspecto de la vida de la personalidad tiene poder sobre él. Todos los tipos de rayos que rigen al individuo están sujetos simi¬larmente a estos problemas particulares. Sin embargo, los que pertenecen al séptimo rayo son más susceptibles a los problemas, dificultades y enfermedades incidentales de la corriente sanguínea, que ningún otro tipo. La razón es que éste rayo tiene  que ver con la expresión y manifestación de la vida en el plano físico y con la organización de la relación entre espíritu y materia en la forma. Por lo tanto concierne hoy, mientras se trata de crear el nuevo orden, a la libre circulación y la consiguiente y destinada¬ liberación de la humanidad de las enfermedades y problemas del pasado. Es interesante recordar esto y sería útil para los estudiantes, en esta época -si desean colaborar inteligentemente con los acontecimientos del día- reunir y estudiar todo lo que he escrito acerca del séptimo Rayo de Orden Ceremonial y Magia. 

b.  Las enfermedades del sistema nervioso producidas por la afluencia de energía a todas las partes del cuerpo, ya sea dirigida por la personalidad, algún aspecto del yo inferior personal, o por el alma, vía el cerebro, son muchas, y se agudizan a medida que el discípulo se acerca a la iniciación o se convierte en un iniciado. Al margen de los males sicológicos que esto produce, existen otras numerosas condiciones, debidas a esta afluencia de tuerza. El discípulo, por ejemplo, llega a estar excesivamente estimulado y por consiguiente superactivo; sufre un desequilibrio y con esto no me refiero al desequilibrio mental (aunque puede ocurrir) sino al superdesarrollo e hiperexpresión de alguna parte de su naturaleza. Puede llegar a estar exageradamente superorganizado por medio de algún centro hiperactivo, o suborganizado e inactivo. Por lo tanto está sujeto al desequilibrio del sistema glandular, con todas las dificultades derivadas. La sobrestimulación o el subdesarrollo, en lo que concierne a los centros, generalmente afecta a las glándulas, y éstas a su vez producen las dificultades del carácter, que lógicamente también traen problemas ambientales, así como impedimentos de la personalidad. 

Esto llega a convertirse en un círculo vicioso y todo se debe a la errónea dirección de la fuerza y su afluencia, desde uno de los vehículos de la personalidad a su correspondiente centro (por ejemplo, la fuerza astral y su relación con el plexo solar), apareciendo los problemas que conciernen a la salud, el carácter y a la influencia que ejerce. La actividad excesivamente radiante de algún centro llama la atención y el discípulo es víctima de su propia obra. Me ocuparé de éstas más extensamente cuando considere las enfermedades que surgen de estas cuatro categorías. 

Dichas dificultades son de tipo general, pero afectan principalmente a los discípulos de segundo y sexto rayos. A los primeros, porque el segundo rayo es el rayo constructor y por lo tanto con-cierne predominante a la manifestación externa y a la utilización de todos los centros, y a los otros, porque es primordialmente el rayo de tensión, tensión que puede convertirse en el más ma¬ligno fanatismo o en la más altruista devoción. Es innecesario decir que todos los rayos presentan los mismos problemas, pero el segundo rayo tiene que ver mayormente con la actividad del alma a través de todos los centros (ubicados arriba y abajo del diafragma), teniendo el cardíaco como principal centro de  atención. El sexto rayo tiene una estrecha relación con el centro plexo solar como lugar de distribución y de reorientación de la fuerza vital en la personalidad. Continuamente recuerden esto. 

c.  Los problemas vinculados con el sistema respiratorio están relacionados con el corazón y por lo tanto con el establecimiento del ritmo y contacto correctos con el medio ambiente. Inhalar el aliento de la vida y compartir el aire con los demás seres humanos, significa un centro individual de vida y la participación también en la vida general de todos. A estos problemas de la existencia individual o separada y de su opuesto, está íntimamente relacionada la Palabra Sagrada u el OM. Podría expresarse  con las palabras de un manual ocultista sobre oraciones, dado a los discípulos avanzados: 

“Quien vive regido por el sonido AUM se conoce a sí mismo. 

Quien vive entonando el OM conoce a su hermano. Quien conoce el SONIDO, conoce todo”. 
Luego, en el lenguaje críptico y simbólico del iniciado, el manual continúa: 

“El aliento de vida se convierte en la causa de la muerte para quien vive dentro de un cascarón. Existe, pero no es; el aliento entonces se retira y asciende en espiral hacia el todo”. 

“Quien exhala el OM no sólo se conoce a si mismo. Sabe que el aliento es prana, vida y fluido vinculador. Los males de la vida son suyos, porque constituyen el sino del hombre, no generado en un cascarón porque el cascarón no existe.” 

“Quien es el SONIDO y lo emite, no conoce enfermedad ni tampoco la mano de la muerte”. 
En estas pocas palabras se resume todo el problema que corresponde al tercer grupo de problemas y enfermedades, los cuales están relacionados con la circulación de la energía del alma, la energía del amor, y nada tienen que ver con la circulación de la esencia de la vida. Estas dos energías básicas, a medida que actúan sobre las fuerzas de la personalidad, acarrean la totalidad de los problemas heredados por la humanidad. Producidos por la falta de amor, de vida, y por no emitir ni trasmitir correctamente la nota del alma y del rayo. El secreto para la construcción de un canal puro (empleando una fraseología mística, pero no ocultista) está considerado en el primer grupo de problemas, y el establecimiento de correctas relaciones por la correcta enunciación de la nota atractiva del alma, está considerado en los dos últimos grupos.

 Este tercer grupo de dificultades, problemas y enfermedades, corresponde lógicamente a esas personas que pertenecen a todos los rayos, pero las de primer rayo tienen una marcada predisposición a estas perturbaciones específicas. Al mismo tiempo, cuando emplean correctamente sus poderes latentes, pueden superar, por el correcto empleo del OM y finalmente del SONIDO, los problemas incidentales y las dificultades, mucho más fácilmente que las de otros rayos. Aquí se refiere a la Palabra Perdida de la Masonería y al SONIDO del Nombre Inefable. 

Los sonidos AUM y OM y el SONIDO mismo, están relacionados con la vibración y sus diferentes y variados efectos. El secreto de la Ley de Vibración se está revelando progresivamente a medida que las personas aprenden a emitir la PALABRA en sus tres aspectos. Los estudiantes harían bien en reflexionar sobre la diferencia que existe entre el aliento y el sonido, entre el proceso de la respiración y el proceso de creación de la actividad vibratoria. Están relacionados, pero son diferentes. Uno se relaciona con el Tiempo, el otro con el espacio, y (como lo expone El Antiguo Comentario) “el sonido, sonido final aunque iniciador, concierne a aquello que no es ni Tiempo ni Espacio; está más allá del Todo manifestado, Fuente de todo lo que es y sin embargo es nada” (o ninguna cosa. A.A.B.) 

Por esta razón los discípulos que pertenecen al cuarto rayo pueden comúnmente progresar mediante el poder de la intuición y la comprensión del OM. Este rayo de armonía a través del conflicto (el conflicto de los pares de opuestos), necesariamente está relacionado con la introducción de esa actividad vibratoria que llevará a la unidad, a la armonía y rectas relaciones y a la liberación de la intuición. 

d. Los problemas incidentales a la actividad o inactividad de los centros son quizás los más importantes desde el punto de vista de la enfermedad, porque los centros rigen el sistema  glandular, y las glándulas tienen una relación directa con la corriente sanguínea, condicionando también las principales y más importantes zonas del cuerpo humano; tienen un efecto fisiológico y sicológico sobre la personalidad y sus contactos y relaciones internas y externas. La reacción es principalmente física pero los efectos son mayormente sicológicos, por lo tanto me extenderé sobre este cuarto grupo principalmente, trataré las enfermedades de los discípulos y daré algunas instrucciones definidas sobre los centros, lo cual indicará más claramente que en ninguna otra parte, las causas de muchos males humanos y dificultades físicas.

sábado, 17 de diciembre de 2016

UN ESTUDIO SOBRE LA DIETA Y LA ALIMENTACIÓN (D.K. A.A.B.)

UN ESTUDIO SOBRE LA DIETA Y LA ALIMENTACIÓN (D.K.  A.A.B.) 




 Realizado en base a una recopilación de enseñanzas transmitidas por el Maestro D.K. (El Tibetano) y Alice A. Bailey 


El presente estudio se basa en una recopilación de fragmentos y extractos de los libros del Maestro Tibetano y Alice A. Bailey, en los cuales se hace mención al tema de la alimentación y la dieta.

Aunque se ha intentado extraer toda la información referida al tema, dada la extensa obra del Tibetano, existe la posibilidad de que pueda faltar algún fragmento.

Cada fragmento viene precedido por el título del libro, capítulo y/o sección de donde procede el texto, por si se desea ampliar la información mas allá de lo relacionado estrictamente con el tema de la alimentación.

Debe tenerse en cuenta que el estudio se ha realizado sobre toda la obra del Maestro, y por tanto, se encuentran mezclados fragmentos de libros orientados tanto para principiantes como para estudiantes avanzados.

Espero que este intento de recopilar en un documento lo referente al tema, pueda ser útil y aclare, oriente y estimule a los estudiantes de la magnifica obra del Maestro Tibetano y Alice A. Bailey.


(Un estudiante) 






 INICIACIÓN HUMANA Y SOLAR
Capítulo XIX. Reglas para Aspirantes


Regla Seis

Los fuegos purificadores arden tenuemente cuando el tercero es sacrificado al cuarto. Por lo tanto, que el discípulo se abstenga de quitar la vida y que nutra lo más inferior con el producto del segundo.
Esta regla puede aplicarse a la conocida norma de que el discípulo debe ser estrictamente vegetariano. La naturaleza inferior se embota y densifica y la llama interna no puede brillar cuando se incluye la carne en la dieta. Esta regla es rígida e inviolable para los solicitantes. Los aspirantes pueden o no consumir carne, según prefieran, pero en cierto etapa del sendero es esencial la abstención de cualquier tipo de carne y es necesario vigilar con estricta atención la dieta. El discípulo debe limitarse a las verduras, cereales, frutas y legumbres, pues sólo así será capaz de construir el tipo de cuerpo físico que pueda resistir la entrada del hombre real que ha permanecido ante el Iniciador en sus vehículos sutiles. Si no hiciera esto y pudiera recibir la Iniciación sin haberse preparado de este modo, el cuerpo físico sería destruido por la energía que fluye a través de centros recientemente estimulados y surgirían graves peligros para el cerebro, la columna vertebral y el corazón.
No pueden dictarse reglas rígidas o ascéticas, excepto la regla inicial de prohibición absoluta -para todos los que solicitan la iniciación- de carnes, pescados, licores y el uso del tabaco. Para quienes pueden soportarla, es mejor eliminar de la dieta los huevos y el queso, aunque esto no es en modo alguno obligatorio; pero para quienes están desarrollando facultades psíquicas de cualquier tipo, es aconsejable abstenerse de consumir huevos y moderarse en el queso. La leche y la manteca entran en diferente categoría, y la mayoría de los Iniciados y solicitantes consideran necesario incluirlas en la dieta. Pocos pueden subsistir y retener todas sus energías físicas con la dieta vegetariana, pero allí está encerrado el ideal, y como bien se sabe, éste rara vez se logra en el actual período de transición.
A este respecto conviene recalcar dos cosas: primero, la necesidad del sentido común en el solicitante, factor del cual se carece frecuentemente, y los estudiantes deberían recordar que los fanáticos desequilibrados no son miembros deseables para la Jerarquía. El equilibrio, el justo sentido de proporción, la debida consideración de las condiciones del medio ambiente y un sensato sentido común, es lo que caracteriza al auténtico esoterista. Cuando existe el verdadero sentido del buen humor, muchos peligros pueden evitarse. Segundo, el reconocimiento del factor tiempo y la capacidad de efectuar lentamente los cambios en la dieta y en los hábitos de toda la vida.
En la naturaleza todo progresa lentamente, y los solicitantes deben aprender la verdad oculta de la frase: "Apresúrate despacio". El proceso de eliminación gradual es generalmente el sendero de la sabiduría, y este período eliminatorio -bajo condiciones ideales, que raras veces existen- debe abarcar la etapa que llamamos del aspirante, para que cuando el hombre se convierta en un solicitante de la iniciación, haya realizado la necesaria preparatoria purificación de la dieta.


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CARTAS SOBRE MEDITACIÓN OCULTISTA
Carta V. Peligros a Evitarse en la Meditación. 28 de julio 1920.


Peligros para el sistema nervioso.

Los trastornos relacionados con el sistema nervioso son mas frecuentes que los que atacan al cerebro, como la destrucción de su tejido y la demencia. Casi todos los que practican la meditación, son conscientes de su efecto en el sistema nervioso; algunas veces asume la forma de insomnio, excitación, energía acumulada y desasosiego, que no permiten el relajamiento; de irritabilidad, que quizás no se había sentido antes de practicar la meditación; de reacciones nerviosas -como la contracción de los miembros superiores o inferiores, de los dedos y de los ojos-, depresión y disminución de la vitalidad, y distintas maneras personales de expresar nerviosidad y tensión, las cuales difieren según la naturaleza y el temperamento de cada uno. Tal nerviosidad puede ser grave o simple, pero quiero señalar que es completamente innecesaria, siempre que el estudiante se atenga a las reglas del sentido común, estudie inteligentemente su temperamento, no siga ciegamente las fórmulas y métodos, sino que insista en conocer la razón de la acción recomendada. Si los estudiantes de ocultismo disciplinaran su vida más inteligentemente, estudiaran con más cuidado el problema de la alimentación y durmieran las horas necesarias con más determinación, y si trabajaran con precavida parsimonia y menos impulsivamente (no importa cuán elevada sea la aspiración), obtendrían mejores resultados, y los Grandes Seres podrían contar con auxiliares más eficientes en la tarea de servir al mundo.




CARTAS SOBRE MEDITACIÓN OCULTISTA
Carta X. La Purificación de los Vehículos. 7 de noviembre de 1920.


En la tarea de acelerar el proceso evolutivo, ciertas cosas deben ser realizadas antes de que el hombre pueda ser utilizado como instrumento de confianza, noble como acero templado, para ayudar a la raza. No olviden que por regla general, el hombre (una vez probado y experimentado) es el mejor instrumento, porque abarca totalmente la conciencia de la raza y se introduce en los problemas diarios en forma más completa que un Ego de un periodo anterior. Por eso los Maestros desean utilizar a quienes viven ahora, a fin de curar las heridas de la doliente generación actual. Qué es lo que debe hacerse? Lo que voy a exponer no tiene nada de extraordinario, pero contiene ideas para que reflexione todo aquel que desea ayudar... Al preparar un alma para prestar servicio, los Guías de la raza deben ocuparse de cada uno de los cuerpos.


Entrenamiento del cuerpo físico.

Esto implica ciertas condiciones precisas:

La construcción con materia de los subplanos superiores y la eliminación de la materia inferior y más burda. Esto es necesario porque resulta imposible, para quienes poseen cuerpos toscos, hacer contacto con una vibración elevada. Al Ego le es imposible trasmitir el conocimiento y guía superiores por medio de un cuerpo físico burdo, y también a las elevadas corrientes del pensamiento hacer impacto sobre un cerebro poco evolucionado. Por eso el refinamiento del cuerpo físico es esencial, efectuándose de varias maneras, todas razonables y útiles.

Alimentos puros. Esto requiere un régimen vegetariano elegido con inteligente discernimiento; alimentación basada en vegetales y frutas que vitalicen; selección cuidadosa de los alimentos; evitar comer demasiado, pues un poco de alimento puro perfectamente asimilado es todo lo que el discípulo necesita. Se preguntarán, ¿qué alimento? Leche, miel, pan integral, todos los vegetales en contacto con el sol, naranjas (sobre todo naranjas), bananas, pasas, nueces, algunas patatas, arroz integral y, repetiré, comer la cantidad justa para asegurar la actividad.
  


CARTAS SOBRE MEDITACIÓN OCULTISTA
Carta XI. La Resultante Vida de Servicio. 16 de septiembre de 1920. 2. Métodos de servicio.


Un buen servidor no es motivo de ansiedad para el Maestro por causas físicas, y puede confiarse en que cuidará y distribuirá su fuerza física de tal manera que siempre estará en condiciones de cumplir los requisitos del Maestro. Nunca falla debido a la incapacidad física. Procura que su vehículo inferior obtenga suficiente descanso y sueño adecuado. Se levanta temprano y se retira a una hora conveniente. Descansa cuando es posible; toma alimento adecuado y sano y evita comer con exceso. Un poco de alimento bien escogido y bien masticado, es mucho mejor que una comida abundante. Hoy la raza humana come por lo general cuatro veces más de lo necesario. Deja de trabajar cuando (por causa de accidente o incapacidad física heredada) su cuerpo se resiste a la acción y reclama cuidado. Entonces busca el descanso, el sueño, toma precauciones respecto al régimen alimenticio, se somete a la atención del médico y obedece sus instrucciones, empleando el tiempo necesario para el restablecimiento.


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TRATADO SOBRE FUEGO CÓSMICO
Segunda Parte Sección D. Los Elementales de la Mente y los Elementales del Fuego.
II. Los Devas y Elementales de la Mente
2. Los Devas del Fuego - Los Grandes Constructores.
c. Los Devas y los Planos.


La relación del hombre con los reinos inferiores, especialmente con el animal y el mineral, ha dado lugar a una condición peculiar en el mundo dévico, tendiente a complicar la evolución dévica. El em­pleo de alimentos animales (y en menor grado la aplicación de los minerales como medicina) ha producido una mezcolanza de sustancia dévica y de vibraciones que no se sintonizan entre sí. El reino vegetal está en una situación totalmente diferente, y parte de su karma consiste en proveer alimentos al hombre; esto ha dado por resultado una necesaria transmutación de la vida de ese reino a la etapa superior (la animal que es su meta). La transmutación de la vida vegetal ocurre necesariamente en el plano físico. De allí su disponibilidad como alimento. La transmutación de la vida ani­mal al reino humano tiene lugar en niveles kama-manásicos. A eso se debe que no esté disponible, entendido esotéricamente, el animal como alimento para el hombre. Éste es un argumento en favor de la vida vegetariana que es necesario considerar.




TRATADO SOBRE FUEGO CÓSMICO
Segunda Parte Sección D. Los Elementales de la Mente y los Elementales del Fuego.
II. Los Devas y Elementales de la Mente
2. Los Devas del Fuego - Los Grandes Constructores.
c. Los Devas y los Planos.


Esto devas, especialmente los del cuarto éter, están tan estrechamente vinculados al hombre, que uno de los desarrollos más inmediatos consistirá en llegar a conocer su existencia y el consiguiente y gradual dominio de los mismos. Este dominio se producirá por varios motivos, pero sólo será total cuando el hombre pueda actuar en el cuarto éter cósmico, el plano búdico. Una de las cosas que la Jerarquía trata de realizar en esta etapa es demorar el despertar de la humanidad a esta comprensión pues ese acontecimiento necesitará grandes reajustes y, al principio, podrá producir aparentemente muchos efectos maléficos. El desarrollo del ojo físico se lleva a cabo de acuerdo a la Ley, e inevitablemente toda la raza humana logrará ese doble enfoque que permitirá al hombre ver las formas densas y las etéricas. En la etapa actual su incapacidad para hacerlo reside mayormente en la falta de vitalidad pránica. Tal resultado se debe principalmente a las malas condiciones de vida y al abuso de los alimentos. La tendencia general que existe por lograr condiciones de vida correctas y puras, el retorno a las costumbres más simples y sanas, la gran necesidad de higienizarse, de aire puro, de luz solar y el gran deseo por ingerir alimentos de frutos oleaginosos, darán por resultado, inevitablemente, una rápida asimilación de los fluidos pránicos. Esto producirá ciertos cambios y mejoras en los órganos físicos y en la vitalidad del cuerpo etérico.




TRATADO SOBRE FUEGO CÓSMICO
Segunda Parte Sección D. Los Elementales de la Mente y los Elementales del Fuego.
II. Los Devas y Elementales de la Mente
3. Los Ángeles Solares - Los Agnishvattas.
d. La Construcción del Cuerpo Causal.


Es esencial que en el futuro los médicos comprendan que la enfermedad del cuerpo físico deriva de condiciones internas erró­neas. A esto se lo tiene en cuenta en parte, pero (aunque es indis­cutible en vista de las realizaciones de los científicos mentales y de las innumerables personas que curan por la fe) no será más que una bella teoría hasta que la verdadera naturaleza del ego, su cons­titución, sus poderes y su campo de influencia sean debidamente comprendidos.

Dicha revelación vendrá cuando los médicos acepten esta ense­ñanza como una hipótesis aplicable, y luego comiencen a observar, por ejemplo, el poder de resistencia demostrado en la tierra por las grandes almas y su capacidad para trabajar a alta presión, permaneciendo prácticamente inmunes a las enfermedades, hasta que (al finalizar una útil y larga vida) el Ego elige premeditamente “retirarse” de la existencia física. Esto sucederá cuando la profesión médica se dedique a la acción preventiva, sustituyendo el actual régimen de drogas y operaciones quirúrgicas por la luz del sol, la dieta vegetariana y la aplicación de las leyes de vibración y vitalidad magnéticas. Entonces llegará la época en que se manifestarán en la tierra seres humanos mejores y más perfectos.




TRATADO SOBRE FUEGO CÓSMICO
Segunda Parte Sección D. Los Elementales de la Mente y los Elementales del Fuego.
II. Los Devas y Elementales de la Mente
4. Los Elementales del Fuego, Los Constructores Menores.
c. Elementales de los éteres.



Segundo. Los constructores del reino vegetal. Constituyen muchos grupos y se los denomina “los alquimistas de la superficie” y “las unidades puente”. Construyen el doble etérico de toda forma de vida vegetal, y así como los “alquimistas” del reino mineral se ocupan mayormente con la acción del fuego, estos trabajadores alquímicos se ocupan de la acción líquida de la manifestación di­vina. Por consiguiente, trabajan en colaboración con los devas de las aguas o de la sustancia líquida, mientras que el grupo ya men­cionado lo hace con los devas gaseosos. Aquí sólo se da un indicio, no es posible ampliarlo detalladamente debido al peligro que im­plica el conocimiento que con ello se adquirirá. Ocultan tres secretos; uno está relacionado con el sistema solar anterior o el sistema solar color verde; otro trata de las leyes para tender puentes o de la interacción entre los reinos de la naturaleza, y el tercero está relacionado con la historia de la segunda ronda; cuando este secreto sea revelado le aclarará al hombre la razón por la cual (de acuerdo a la ley) él debería ser vegetariano y no carnívoro. Los científicos ya están descubriendo ciertas cosas vinculadas al segundo secreto y podrán obtener indicios sobre el primero, a medida que amplían su conocimiento respecto al significado del color. Sobre el tercer secreto no se dará mayores detalles hasta que la sexta raza llegue a vivir en la tierra.




TRATADO SOBRE FUEGO CÓSMICO
Segunda Parte Sección D. Los Elementales de la Mente y los Elementales del Fuego.
II. Los Devas y Elementales de la Mente
4. Los Elementales del Fuego, Los Constructores Menores.
c. Elementales de los éteres.


Para los devas color verde el sendero de servicio consiste en la magnetización, de la cual la raza humana nada sabe todavía. Por medio de este poder, actúan como protectores de la vida vegetal y de los lugares sagrados del planeta; en su trabajo reside la seguridad del cuerpo del hombre, porque éste extrae su alimento del reino vegetal y lo seguirá extrayendo durante esta ronda.




TRATADO SOBRE FUEGO CÓSMICO
Segunda Parte Sección D. Los Elementales de la Mente y los Elementales del Fuego.
IV. El Hombre y los Espíritus del Fuego o Constructores
2. La Naturaleza de la Magia.
c. Condiciones para la Magia Blanca.


Por lo tanto será evidente que antes de emprender la ardua tarea de llegar a ser un consciente Maestro de Magia, el estudiante debe poseer las siguientes cualidades:

Pureza Física. Esto es algo que no se adquiere fácilmente y para lograrlo se necesitan muchas vidas de intenso esfuerzo. Por medio de la abstinencia, la recta continencia, la vida pura, la dieta vegetariana y el rígido autocontrol, el hombre gradualmente eleva la vibración de sus átomos físicos, construye un cuerpo cada vez más resistente y fuerte y consigue “manifestar” una envoltura más refinada.






TRATADO SOBRE FUEGO CÓSMICO
Segunda Parte Sección D. Los Elementales de la Mente y los Elementales del Fuego.
IV. El Hombre y los Espíritus del Fuego o Constructores.
3. Quince Reglas para la Magia.
Regla Seis



La segunda línea de estímulo que afecta a la glándula pineal es consecuencia de la disciplina del cuerpo físico y su sometimiento a las leyes del desarrollo espiritual. Cuando el discípulo vive una vida ordenada, no consume carne, no fuma ni bebe alcohol y practica la continencia, la glándula pineal ya no está atrofiada, sino que reasume su actividad primitiva.




Segunda Parte Sección E. El Movimiento en el Plano de la Mente.
III. Resultados de su Actividad
4. La Ley de la Irradiación.
c. La irradiación y la ley cíclica.


Un imperante factor, muy difícil de explicar para que pueda comprenderlo el pensador común, es el advenimiento cíclico de egos que han alcanzado el suficiente grado de evolución, y ya están preparados para iniciar su primera vida radiactiva. En un gran sector del esfuerzo jerárquico todos los Egos están divididos en dos grupos, de acuerdo a su ciclo y a su tipo de energía. Dichos grupos están a su vez subdivididos de acuerdo a la cualidad y al efecto vibratorio que han de producir en cualquier reino de la naturaleza, encarnando en forma simple y unida. Esto podría ilustrarse destacando que mediante el gradual advenimiento de seres humanos vegetarianos por inclinación natural y por la aparición de egos que están específicamente interesados en el bienestar y cuidado de los animales (como es tan notable ahora), aparece cíclicamente un grupo de entes humanos que tiene una definida relación kármica con el tercer reino. Esta relación se diferencia específicamente de los grupos carnívoros y a veces inhumanos de los últimos quinientos años.


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LA LUZ DEL ALMA.
Libro Primero. El Problema de la Unión
15. Desapego es liberarse de la apetencia de los objetos deseados, ya sean terrenos o tradicionales, ahora y en lo sucesivo.




“La sustancia mental (chitta) -si ya no está sedienta por objetos visibles como mujeres, alimento, bebida o poder, ni tampoco por el objeto revelado (en los Vedas), tal como: alcanzar el cielo, la desencarnación o la disolución en la materia primaria, aunque esté estando en contacto con objetos supernormales o no, por virtud de su elevación será consciente de lo inadecuado de los objetos, llega a tener conciencia de ser Maestro".




LA LUZ DEL ALMA.
Libro Tercero. Realización de la Unidad y sus Resultados
39. Subyugando la vida ascendente (udana), nos liberamos del agua, del sendero espinoso y de la ciénaga, y se obtiene el poder de ascensión.


Las cinco diferenciaciones de prana en el cuerpo humano son:


2. Samana abarca desde el corazón al plexo solar; concierne al alimento y nutrición del cuerpo, por medio del alimento y la bebida, y tiene relación especial con el estómago.




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TRATADO SOBRE MAGIA BLANCA
Regla Dos. Obstáculos para el Estudio Esotérico


Un cuarto obstáculo radica en el cuerpo físico, construido con ayuda de la carne, los alimentos y las bebidas fermentadas, y nutrido en un ambiente en el que el aire fresco y la luz del sol, no son los factores más importantes. Aquí generalizo; me refiero a las masas y no al ansioso e incipiente estudiante de esoterismo. Durante largos siglos las razas occidentales se han nutrido básicamente con alimentos en estado de descomposición y fermentación, y el resultado puede ser observado en los cuerpos inaptos para cualquier esfuerzo como los que impone el esoterismo, obstaculizando el límpido resplandor de la vida interna. Cuando las frutas y legumbres frescas, el agua límpida, las frutas oleaginosas y los granos cocidos y crudos, constituyan la dieta exclusiva de los evolucionantes hijos de los hombres, entonces se construirán cuerpos aptos para ser vehículos de egos altamente evolucionados. Esperan pacientemente el giro de la rueda, y la entrada en un ciclo que les permita cumplir con su destino. Todavía no ha llegado la hora, y la tarea de eliminación y de reajuste debe ser lenta y tediosa.




TRATADO SOBRE MAGIA BLANCA
Regla Nueve. Formas Fundamentales


Quien entra en el sendero esotérico lo hace con el vehículo que le fue proporcionado, pero durante la encarnación construye para sí un vehículo más nuevo y mejor, y cuanto más avanzado esté, tanto más conscientemente trabaja. De allí la constante agitación y frecuente mala salud del neófito en la vida esotérica. Percibe la ley, se da cuenta de la necesidad de elevar su tono y con frecuencia empieza cometiendo errores. Construye de nuevo su cuerpo físico por medio de la dieta y la disciplina, en vez de trabajar de lo interno a lo externo. En la cuidadosa disciplina de la mente, en la manipulación de la materia mental y en la trasmutación de la emoción, llega a desarrollarse en el plano físico. Agréguese a los dos anteriores, la pureza del plano físico referente al alimento y los modos de vivir, y en siete años el hombre habrá construido para sí tres nuevos cuerpos alrededor de los átomos permanentes.




TRATADO SOBRE MAGIA BLANCA
Regla Diez. El Nuevo Grupo de Trabajadores del Mundo


Por otra parte, deben buscarse aspirantes jóvenes y prometedores e inculcárseles cuidadosamente las tendencias de los nuevos ideales. Debe enseñárseles a buscar lo divino y el bien en todo -tanto en las personas como en las circunstancias. Hay que tratar de desarrollar amplitud de visión para señalar a los aspirantes ese vasto horizonte que les permitirá vivir a través del actual período de transición que estamos viviendo, de manera que al llegar a la madurez sean pilares de fortaleza en el nuevo mundo. No se los debe sujetar a las antiguas disciplinas ni instruirlos para que den importancia a la dieta, al celibato, a las épocas, a las estaciones, distrayendo así su atención del arte más nuevo y sagrado del ser y la maravilla de vivir como alma.

No olviden que cuando un hombre vive como alma y toda su personalidad está subordinada a esa alma, sobreviene normal y automáticamente, el propósito altruista, la pureza de vida, la obediencia a la ley y es un verdadero ejemplo de vida espiritual. La alimentación, por ejemplo, siendo frecuentemente un asunto de condiciones climáticas y de preferencia, sin embargo es deseable el alimento que mantiene el cuerpo físico en condiciones para servir a la raza. Por otra parte, un divino hijo de Dios puede actuar libre y eficazmente siendo casado o soltero; no prostituirá los poderes del cuerpo con satisfacciones groseras, ni quebrará tampoco las costumbres establecidas, ni alterará las normas que el mundo ha fijado como las mejores y más elevadas. Se ha confundido la cuestión y se han recalcado con demasiada frecuencia los actos físicos y no la vida del actuante. Cuando se ponga la atención en el alma, la vida del plano físico se manejará correctamente. Se reconocerá que el asumir una actitud de crítica o un estado de propia satisfacción, obstaculiza más el progreso espiritual del hombre que el acto trivial de comer carne.




TRATADO SOBRE MAGIA BLANCA
Regla Quince. Los Grupos de la Nueva Era y el Entrenamiento


Podría señalarse que hay tres puntos principales de peligro en la vida de servicio.

…/…

El primer punto peligroso es su condición física. Respecto a esto no puedo explayarme mucho, excepto exhortar a todos los discípulos a actuar con sabiduría, dormir lo suficiente, alimentarse adecuadamente (esto varía para cada individuo) y desenvolverse en ese ambiente que les permita trabajar con la mayor facilidad. El castigo por violar estas sugerencias recae en la falta de poder para el servicio y en la creciente esclavitud del cuerpo físico. Cuando el cuerpo físico está en malas condiciones, el discípulo debe soportar las consecuencias surgidas por atraer fuerzas que él es incapaz de manejar.


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EL DISCIPULADO EN LA NUEVA ERA I
Sección Dos. Instrucciones Personales a los Discípulos.
F.C.D. Enero de 1933



No intento dar a quienes trabajan en mi grupo, el régimen dietético que deben seguir. Estas cosas difieren para cada individuo.


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EL DISCIPULADO EN LA NUEVA ERA II
Sección Dos. Enseñanzas Sobre la Meditación.
Decimocuarta Parte


Es necesario que todos obtengan una más amplia visión de la empresa que este grupo ha emprendido, de lo contrario el trabajo de meditación obstaculizará y no ayudará. La tarea del grupo de servidores del mundo no es difundir información esotérica u ocultista. Al preparar al mundo de los hombres para la reaparición de Cristo, deben ser satisfechas las necesidades de los numerosos estratos del orden social; debe entrarse en contacto con grupos mundiales de todo tipo. Por lo tanto, gran parte del trabajo que debe realizarse será puramente económico y tendrá que ver con la correcta alimentación y el establecimiento de una real seguridad para los millones de seres que -durante muchas vidas- no les interesarán las cuestiones esotéricas. La reforma de las iglesias en las numerosas religiones mundiales, es otro aspecto del mismo trabajo que no requiere información ocultista, sino la introducción del sentido común y de las ideas progresistas en la teología, y el traslado del énfasis eclesiástico de los valores materiales a los espirituales. Los regímenes políticos del mundo deben orientarse entre sí; el plan divino nunca contempló que todas las naciones y razas debían conformarse a alguna ideología política uniforme o ser reducidas a una forma general de gobierno. Las naciones difieren; poseen distintas culturas y tradiciones; pueden actuar en forma adecuada bajo distintos y variados gobiernos; sin embargo y al mismo tiempo alcanzarán una unidad de propósito, basada en el genuino deseo de un verdadero bienestar y progreso de los hombres del mundo.


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ESPEJISMO
Primera Parte. La Naturaleza del Espejismo.
Las Seis Reglas del Sendero (Reglas del Camino)
3. Espejismos en los Niveles Etéricos    Maya.


Quizás resultaría más claro si explicara la verdad acerca de maya, de la manera siguiente:
     
Los impulsos latentes en la vida de la personalidad, cuando es­tán divorciados del alma y fuera de su control, se fusionan con los fluidos pránicos existentes en la periferia de la esfera de influen­cia de la personalidad, entonces se convierten en potentes corrien­tes dirigidas de fuerzas que tratan de emerger a la manifesta­ción física por medio de los siete centros del cuerpo físico, Estas fuerzas o impulsos, más el prana disponible, constituyen el cuerpo etérico de los no evolucionados y frecuentemente del hombre me­dio. Se evidenciará, por lo tanto, en qué medida el hombre no evo­lucionado es víctima de la energía masiva de tipo inferior, pues su cuerpo etérico responde y extrae su energía de un tipo de prana general y circundante, hasta que llega el momento en que tiene una definida dirección y un control superior ‑ya sea mediante la aspiración orientada y la disciplina mental o, más adelante, em­pleando una frase sicológica, como resultado del acondicionamien­to del alma.
        
Esta energía etérica, enfocada en un cuerpo etérico individual, pasa por dos etapas previas al período del discipulado:

1.   Cuando asimila la segunda fuerza a que me he referido - la fuerza latente en la forma física densa, la energía de la sus­tancia atómica, lo cual produce una definida fusión y mez­cla. Esto hace que la naturaleza animal se adapte totalmente a los impulsos internos que emanan del mundo de prana en lo que concierne integralmente al hombre no evolucio­nado, o del astral inferior en lo que concierne al hombre medio o más evolucionado.

2.    Sin embargo, en el momento en que tiene lugar una orien­tación interna hacia el mundo de los valores superiores, la fuerza etérica o vital, entra en conflicto con el aspecto interior del hombre, el cuerpo físico denso, y comienza la batalla de los pares de opuestos inferiores.

Es interesante observar que en esta etapa se da importancia a las disciplinas físicas, aplicadas a ciertos factores controladores corno la total abstinencia, el celibato y el vegetarianismo y a la higiene y ejercicios físicos. Por medio de estas disciplinas, o el control de la vida de la materia, puede neutralizarse la expresión inferior del tercer aspecto de la divinidad, y el hombre liberarse para poder librar la verdadera batalla de los pares de opuestos. Esta segunda batalla es el verdadero kurukshetra y se libra en la naturaleza astral entre los pares de opuestos característicos de nuestro siste­ma solar, de la misma manera que los pares de opuestos físicos lo son del sistema solar anterior. Desde un interesante ángulo, puede observarse que la lucha entre los pares de opuestos en la espiral inferior, en lo que concierne al cuerpo físico en sus dos aspectos, tiene lugar en el reino animal. En este proceso, los seres humanos actúan como los agentes disciplinarios, y los animales domésticos que están obligados a someterse al control humano luchan (aun­que inconscientemente desde nuestro punto de vista) con el pro­blema de este par de opuestos inferior. La batalla es librada por medio del cuerpo físico denso y las fuerzas etéricas, llevando a la expresión, de esta manera, una aspiración superior. Esto produce en ellos la experiencia denominada "individualización", donde se siembra la semilla de la personalidad. En el campo de batalla hu­mano, el kurukshetra, empieza a dominar el aspecto superior del alma, produciendo el proceso de la integración divina ‑ humana que llamamos “iniciación". Recapaciten sobre esto.



ESPEJISMO
Segunda Parte. Las Causas del Espejismo.
1. Desarrollo del Espejismo Racial e Individual.



Primero: La etapa donde el mundo material es reconocido y valorado. Momentáneamente se convierte en la meta de toda actividad, y al negarse el hombre a reconocer la diferencia existente entre él y el mundo natural y material, trata de identificarse con éste y buscar satisfacción en los placeres y prácticas puramente físicas. Esta etapa se divide en dos partes.

a.  Cuando trata de satisfacer, respondiendo casi automáticamente a los instintos físicos, al sexo, alimento y calor. Estos son muy importantes para la conciencia del hombre. La naturaleza animal del hombre se convierte en el centro del esfuerzo para lograr cierto sentido de unidad. Debido a que los impactos del hombre sutil interno (como se lo denomina esotéricamente) son aún débiles, tiene lugar una unificación física momentánea que sirve para ahondar el espejismo y demorar el progreso hacia la liberación.


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LA EXTERIORIZACIÓN DE LA JERARQUÍA
Primera Parte. Observaciones de Introducción
II. Escuelas y Disciplinas Esotéricas


En todas las escuelas esotéricas, el énfasis es puesto necesaria y correctamente sobre la meditación. Técnicamente hablando, la meditación es el proceso por el cual el centro coronario despierta, se lo controla y utiliza. Cuando esto sucede, el alma y la personalidad se coordinan y fusionan, y tiene lugar la unificación que produce en el aspirante una enorme afluencia de energía espiritual, energetizando todo su ser para que entre en actividad, trayendo a la superficie el bien latente y también el mal. Aquí reside gran  parte del problema y del peligro. Por eso la insistencia de tales escuelas verdaderas, sobre la necesidad de que haya pureza y veracidad. Se ha insistido demasiado en la necesidad de pureza física y no suficientemente en la necesidad de evitar todo fanatismo e intolerancia. Estos dos defectos obstaculizan al estudiante mucho más que la dieta errónea, y nutren los fuegos de la separatividad más que cualquier otro factor.

La meditación implica vivir una vida enfocada cada día y siempre. Esto impone forzosamente una indebida tensión a las células del cerebro, porque entran en actividad las células pasivas, y despierta la conciencia cerebral a la luz del alma. Este proceso de meditación ordenada, cuando se lleva a cabo durante un período de años, complementado por la vida meditativa y un servicio concentrado, despertará exitosamente todo el sistema y pondrá al hombre inferior bajo la influencia y el control del hombre espiritual; además despertará los centros de fuerza en el cuerpo etérico y estimulará, para entrar en actividad, esa misteriosa corriente de energía que duerme en la base de la columna vertebral. Cuando este proceso sea llevado adelante con cuidado y con la debida protección y dirección y cuando el proceso se extienda durante un largo lapso, se aminorará el peligro y el despertar tendrá lugar en forma normal y de acuerdo a la ley del ser. No obstante, si la sintonización y el despertar es forzado, o llevado a cabo por ejercicios de distintos tipos, antes de que el estudiante esté preparado y los cuerpos coordinados y desarrollados, entonces el aspirante va directamente al desastre. Los ejercicios de respiración o entrenamiento de pranayama, no deberían emprenderse sin una guía experta y sólo después de años de dedicación, de devoción y servicio espirituales; la concentración sobre los centros que existen en el cuerpo físico (con la intención de despertarlos) debe evitarse siempre, pues provocará el sobreestímulo y abrirá las puertas al plano astral, que el estudiante tendrá dificultad en cerrar. Nunca insistiré demasiado a los aspirantes de todas las escuelas ocultistas que para este período de transición se recomienda la yoga de la intención enfocada, del propósito dirigido, de la constante práctica de la Presencia de Dios y de la meditación regular ordenada, practicada sistemática y constantemente durante años de esfuerzo.

Cuando esto se efectúa con desapego y va acompañado por una vida de servicio amoroso, el despertar de los centros y la elevación del adormecido fuego kundalínico tendrá lugar sin peligro y con cordura, y todo el sistema será llevado a la requerida etapa de vivencia. No puedo evitar de precaver suficientemente a los estudiantes contra la práctica de los intensos procesos de meditación durante horas, o contra las prácticas que tienen por objetivo la elevación de los fuegos del cuerpo, el despertar de un centro determinado y el movimiento del fuego serpentino. El estímulo mundial general es tan grande en este momento y el aspirante común es tan sensible y sutilmente organizado, que la excesiva meditación, la dieta fanática, el cercenamiento, de las horas de sueño o el indebido interés en la experiencia psíquica y su énfasis, romperá el equilibrio mental y producirá a menudo un daño irreparable.


LA EXTERIORIZACIÓN DE LA JERARQUÍA
Segunda Parte. Situación General del Mundo
III. Algunos Problemas Involucrados
El Problema Económico


La nueva era de simplicidad debe llegar. El nuevo orden mundial inaugurará esta vida más simple, basada en una alimentación adecuada, un recto pensar, una actividad creadora y felicidad. Estas cosas esenciales son posibles sólo bajo un correcto  gobierno económico. Esta simplificación y sabia distribución de los recursos del mundo, debe abarcar tanto al que está arriba como al que está abajo, al rico y al pobre, sirviendo por igual a todos los hombres.


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TRATADO SOBRE LOS SIETE RAYOS VOL. 1 – PSICOLOGÍA ESOTÉRICA I
Segunda Parte.
Capitulo II. Los Rayos y los Reinos de la Naturaleza
Introducción.


El reino animal extrae el sustento principalmente del sol, del agua y del reino vegetal. El contenido mineral necesario para su estructura o esqueleto, se ofrece en una forma más avanzada y sublimada, siendo extraído del reino vegetal en vez del reino mineral. Cada reino se sacrifica para el reino siguiente en la secuencia evolutiva. La Ley del Sacrificio determina la naturaleza de todo reino, por lo tanto, cada uno puede ser considerado como un laboratorio donde se preparan los alimentos necesarios para la formación de estructuras más refinadas. El reino humano sigue el mismo procedimiento y extrae su vida (desde el ángulo de la forma) del reino animal y también del sol, el agua y los vegetales. En las primeras etapas de la evolución humana el alimento animal era, kármica y esencialmente, el correcto para el hombre; desde el punto de vista de la forma animal, para el hombre no evolucionado, tal alimento es aún correcto y apropiado. Esto nos conduce al asunto del vegetarianismo que trataré cuando consideremos el cuarto reino, lo cual no es lo que frecuentemente se cree, o como lo presentan los pensadores actuales, y comer carne –en ciertas etapas del desenvolvimiento humano- no es malo.




TRATADO SOBRE LOS SIETE RAYOS VOL. 1 – PSICOLOGÍA ESOTÉRICA I
Segunda Parte.
Capitulo II. Algunas Preguntas y sus Correspondientes Respuestas
Pregunta 4. ¿Qué valor tiene el conocimiento de los siete rayos?

Los devas de color violeta de los cuatro éteres forman, como se imaginarán, cuatro grandes grupos con siete divisiones subsidiarias. Estos cuatro grupos trabajan con los cuatro tipos de hombres que están ahora encarnados, porque en verdad, en ningún momento en esta ronda, habrá más de cuatro tipos de hombres en encarnación. Cuatro rayos predominan en cualquier periodo dado, pero uno predominará más que los otros. Con esto quiero decir que hay sólo cuatro rayos en encarnación física, porque es en el plano del alma donde lógicamente se encuentran los siete tipos.

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Además enseñarán a los hombres a alimentar correctamente el cuerpo y a extraer el alimento de los éteres circundantes. En el futuro el hombre se concentrará sobre el sonido condicionador del cuerpo etérico, y el funcionamiento del cuerpo físico denso será prácticamente automático.





TRATADO SOBRE LOS SIETE RAYOS VOL. 1 – PSICOLOGÍA ESOTÉRICA I
Segunda Parte.
Capitulo II. Los Rayos y los Reinos de la Naturaleza.
Introducción.
2. El Reino Vegetal
b. Los Cinco Secretos de los Reinos de la Naturaleza.


Quienes tratan de leer los archivos akáshicos, o se empeñan por actuar impunemente en el plano astral y estudian allí detenidamente el reflejo de los acontecimientos en la luz astral, deben ser, obligatoriamente y sin excepción, estrictamente vegetarianos. Lo que da fuerza y veracidad a este enunciado es que detrás de la insistencia del vegetarianismo y sobre la necesidad de seguir ese régimen, se halla la antigua tradición del pueblo atlante. El no ajustarse a esta sabia regla ha hecho que gran parte de los síquicos de hoy interpreten erróneamente los archivos akáshicos y astrales, dando lugar a la extravagante e incorrecta interpretación de las vidas pasadas. Sólo aquellos que durante diez años han sido estrictamente vegetarianos, pueden trabajar en lo que llamamos "el archivo de la Luz astral". Cuando logran agregar a sus cuerpos astral y físico purificados, la luz de la razón y la iluminación de su mente enfocada (que raras veces poseen), entonces llegan a interpretar con exactitud los fenómenos astrales. Su vinculo con el reino vegetal es muy estrecho e inquebrantable, y este eslabón o cadena vinculadora, lo conduce a trasponer el portal a la escena de sus investigaciones. Pero a no ser que el campo del servicio sea el objetivo que se persigue al ajustarse a un régimen vegetariano, las excusas para seguir y adoptar tal régimen, son generalmente inútiles y sin importancia. Desde el punto de vista de las eternas verdades, lo que un hombre come o viste, el acérrimo fanático lo ve bajo un aspecto muy distinto. Permítanme repetir: el problema de quitar la vida (la del reino animal o vegetal), es mucho más grave de lo que creemos y debe encararse desde un ángulo (no sólo de grado sino de clase) distinto del de quitar la vida a un ser humano. Los tres aspectos de la divinidad se unen en el hombre, y nadie debe interferir el destino de un divino hijo de Dios. La actitud referente a los dos aspectos de la divinidad, tal como se encuentran en los reinos subhumanos, es muy distinta, y la verdad emergente difiere de lo que creen las pequeñas mentalidades.
  
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TRATADO SOBRE LOS SIETE RAYOS VOL. 2 – PSICOLOGÍA ESOTÉRICA II
Segunda Parte.
Capitulo II. El Rayo de la Personalidad.
Introducción.
1. Apropiación de los Cuerpos.
a. Formación y Construcción de los Cuerpos.


Los estudiantes deberían tener en cuenta que existen varios pares de opuestos de los cuales deberán ocuparse secuencialmente. Esto frecuentemente se olvida. Por lo general, el énfasis se pone en los pares de opuestos del plano astral, y se omite mencionar a los aspirantes del plano físico y de los niveles mentales.

No obstante, es esencial que se reconozcan debidamente estos otros pares de opuestos.

(*) La energía etérica enfocada en el cuerpo etérico individual, antes de entrar en el período del discipulado, pasa por dos etapas:

Cuando asimila la fuerza latente en la forma física densa -la energía de la sustancia atómica que produce una mezcla y fusión definidas. Esto hace que la naturaleza animal se ajuste totalmente a los impulsos internos, procedentes del mundo de influencia pránica, en lo que se refiere al hombre no evolucionado, y del mundo astral inferior, en lo que con­cierne al hombre común o más evolucionado. Tal es la verdad que reside detrás de la frecuente afirmación de que el cuerpo físico denso es un autómata.

Sin embargo, en el momento en que tiene lugar la orientación interna hacia el mundo de los valores más elevados, entonces la fuerza vital o etérica, se pone en conflicto con el aspecto más bajo del hombre, el cuerpo físico denso, y se libra la batalla entre los pares de opuestos inferiores.

Es interesante observar que durante esta etapa el énfasis se pone en las disciplinas físicas o en los factores controladores, como la total abstinencia, el celibato, el vegetarianismo, la higiene y los ejer­cicios físicos. A través de éstos puede contrarrestarse el control que ejerce la forma sobre la vida, expresión inferior del tercer aspecto de la divinidad, lo cual libera al hombre para librar la verdadera batalla de los pares de opuestos.

Esta segunda batalla constituye el verdadero kurukshetra, y tiene lugar en la naturaleza astral, entre los pares de opuestos característicos de nuestro sistema solar, de la misma manera que los pares de opuestos físicos son característicos del sistema solar anterior. Podrá observarse, desde un interesante punto de vista, que la batalla entre los pares de opuestos en la espiral inferior (que concierne al cuerpo físico, en su doble aspecto) ocurre en el reino animal. Durante este proceso los seres humanos actúan como agentes disciplinarios (a su vez la Jerarquía lo hace con la familia humana), y los animales domésticos, forzados a ajustarse al control humano, luchan (aunque sea inconscientemente, desde nuestro punto de vista) con el problema de los pares de opuestos inferiores. Su batalla se desarrolla por medio del cuerpo físico denso y las fuerzas etéricas; entonces se inicia una aspiración más elevada. Esto produce, con el tiempo, la experiencia que llamamos individualización, en la cual se siembra la simiente de la persona­lidad. En el campo de batalla humano, el kurukshetra, comienza a actuar el aspecto superior del alma y eventualmente a dominar, llevando a cabo el proceso de integración humano-divino, denomi­nado iniciación. Será de valor para los estudiantes reflexionar sobre este concepto.


(*) Los párrafos en cursiva también se encuentran en el libro:

Espejismo
Primera Parte. La Naturaleza del Espejismo.
Las Seis Reglas del Sendero (Reglas del Camino)
3. Espejismos en los Niveles Etéricos   Maya.




TRATADO SOBRE LOS SIETE RAYOS VOL. 2 – PSICOLOGÍA ESOTÉRICA II
Segunda Parte.
Capitulo II. El Rayo de la Personalidad.
Introducción.
4. Enfermedades y Problemas de los Discípulos y de los Místicos.
a. Problemas que Surgen del Despertar y el Estímulo de los Centros.



Como es bien sabido, el místico frecuentemente es dispéptico y no siempre la dispepsia ha sido producida por el alimento inapropiado ni los erróneos hábitos físicos.

  
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TRATADO SOBRE LOS SIETE RAYOS VOL. 4 –CURACIÓN ESOTÉRICA
Primera Parte. Las Leyes Fundamentales de la Curación.
Capitulo III. Nuestras deudas Kármicas. Regla Seis.


El cuerpo etérico no ha sido considerado hasta ahora como una realidad existente, desde el ángulo de la medicina ortodoxa, no obstante, hay una tendencia a poner el énfasis sobre la vitalidad, las cualidades vitales de los alimentos y los productos vitamínicos, a fin de provocar una reacción vital. Éste es el primer indicio de la necesidad incomprendida de acrecentar la potencia del cuerpo vital.




TRATADO SOBRE LOS SIETE RAYOS VOL. 4 –CURACIÓN ESOTÉRICA
Primera Parte. Las Leyes Fundamentales de la Curación.
Capitulo IV. Respuestas a Algunas Preguntas.


Algunos Tipos de Enfermedad.

La artritis y la diabetes son enfermedades que tienen su origen en el cuerpo astral, pero si puedo explicar algo en forma inadecuada, diré que la artritis es principalmente más objetiva que la diabetes, pues es el resultado de la satisfacción de los deseos físicos cuando se expresan por el alimento, ya sea en esta vida o en una anterior. No existiría artritis o habría poca, si la raza se alimentara correctamente y si comprendiera los verdaderos valores y efectos de la alimentación.




TRATADO SOBRE LOS SIETE RAYOS VOL. 4 –CURACIÓN ESOTÉRICA
Primera Parte. Las Causas Fundamentales de las Enfermedades.
Capitulo IV. Respuestas a Algunas Preguntas.


La Dieta.

Ninguna dieta puede ser del todo apropiada para un grupo de personas de diferentes rayos, diferentes temperamentos y equipos y diversas edades. Cada individuo difiere totalmente de otro, en algunos puntos; deben investigar qué necesitan como individuo, cómo pueden ser mejor satisfechos los requisitos corporales y qué tipo de sustancia les permitirá prestar mejor servicio. Cada persona debe descubrirlo por sí misma. No hay régimen alimentario grupal. Tampoco es obligatorio eliminar la carne ni mantener un estricto régimen vegetariano. Existen períodos en la vida y a veces encarnaciones enteras, en que el aspirante se somete a una disci­plina alimentaría así como en otros períodos, o en toda una vida, se exige temporariamente un estricto celibato. Pero hay otros ci­clos de vidas y encarnaciones donde el interés del discípulo y el servicio que presta, se orientan hacia otra dirección. Hay encarnaciones posteriores donde ya no existe un constante pensamiento sobre el cuerpo físico, y el hombre actúa libre de los complejos dietéticos y vive sin concentrarse en la vida de la forma, ingiriendo alimentos disponibles, con los cuales puede mantener una vida eficiente. En el pasado se consideraba esencial seguir un régimen vegetariano como preparación para recibir ciertas iniciaciones. Eso no siempre es así, pues muchos discípulos creen que se están preparando prematuramente para la iniciación.




TRATADO SOBRE LOS SIETE RAYOS VOL. 4 –CURACIÓN ESOTÉRICA
Tercera Parte. Las Leyes Fundamentales de la Curación.
Capitulo VIII. Aplicación de las Leyes y Reglas. Regla Dos.


En la época lemuria el curador lograba su objetivo apli­cando drásticas disciplinas físicas, obteniendo así la necesaria pureza. Corno saben, la finalidad del esfuerzo jerárquico en esos días, consistía en enseñar al hombre primitivo el empleo y pro­pósito del cuerpo físico y su control inteligente; el hombre que dominaba el cuerpo y lo controlaba, como un maquinista controla su máquina, era considerado entonces un iniciado. En la actua­lidad lo que hace al hombre un iniciado es el dominio de la personalidad. Se exigía estricto celibato, un cuidadoso régimen alimenticio y cierta medida de limpieza corporal, además de los rudimentos del Hatha Yoga (control embrionario físico y atlético, principalmente control muscular). Obtenido esto, la así llamada pureza permitía afluir libremente las corrientes pránicas del cu­rador al paciente, a través de los centros sacro y laríngeo -el curador espiritual trabajaba a través del centro laríngeo y el punto de recepción era el centro sacro del paciente; no se utili­zaban los centros cardíaco ni coronario. Prana, podría ser defi­nido para ustedes como la vitalidad del planeta, su emanación vital; esto es lo que distribuye o transfiere el curador nato (que no ha tenido entrenamiento ni posee mucho conocimiento esen­cial y poca o ninguna orientación espiritual). Cura, pero no sabe cómo ni por qué; el prana fluye simplemente a través de él como una fuerte corriente de vitalidad animal, comúnmente del centro esplénico y no de alguno de los siete centros.

Estas drásticas disciplinas físicas a menudo son aplicadas hoy  por los aspirantes bien intencionados; practican el celibato, el estricto vegetarianismo, ejercicios de relajamiento y muchos tipos de ejercicios físicos, con la esperanza de controlar el cuerpo. Estos tipos de disciplinas serán muy buenas para el ser humano no evolucionado y del tipo más inferior, pero no son métodos que debe emplear el hombre común o el aspirante practicante. La concentración en el cuerpo físico sólo sirve para aumentar su potencia, nutrir sus apetitos y hacer salir a la superficie de la conciencia aquello que debería estar firmemente recluido bajo el umbral de la conciencia. El verdadero aspirante debería ocuparse del control emocional y no del control físico, y hacer el es­fuerzo para enfocarse en el plano mental antes de lograr un contacto estable con el alma.




TRATADO SOBRE LOS SIETE RAYOS VOL. 4 –CURACIÓN ESOTÉRICA
Tercera Parte. Las Leyes Fundamentales de la Curación.
Capitulo VIII. Aplicación de las Leyes y Reglas. Ley VI.


En resumen, el cuerpo físico no es un principio n el principal punto de atención del aspirante; responde automáticamente a la conciencia que se desenvuelve lentamente en todos los reinos de la naturaleza; permanece siendo constantemente aquello sobre lo cual se trabaja y no lo que posee una influencia innata propia: no tiene importancia en el proceso activo, porque es el receptor y no lo que inicia la actividad. Lo importante es la conciencia en desarrollo, la respuesta del hombre espiritual interno a la vida, circunstancias, acontecimientos y medio ambiente. El cuerpo fí­sico responde. Cuando el cuerpo físico llega a ser erróneamente objeto de atención, se produce la retrogresión; he aquí por qué toda profunda atención dedicada a las disciplinas físicas, al vege­tarianismo, a los regímenes y ayunos y a los actuales tipos de (las así llamadas) curaciones mentales y divinas, son indeseables y no están de acuerdo con el plan proyectado. Por consiguiente, poner excesivo énfasis sobre el cuerpo físico y considerarlo indebidamente, es reaccionario y similar a la adoración del becerro  de oro por los hijos de Israel; es volver a aquello que en un tiempo fue importante, pero que hoy debe relegarse a una posi­ción menor y por debajo del umbral de la conciencia.
  
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TRATADO SOBRE LOS SIETE RAYOS VOL. 5 –LOS RAYOS Y LAS INICIACIONES
Primera Parte. Catorce Reglas para la Iniciación Grupal.
Palabras de Introducción. Regla Tres.


A este respecto es conveniente recordar que hay tres grandes energías enfocadas en Shamballa, el sitial del fuego:

1. La Energía Purificadora: El poder innato en el universo manifestado que, gradual y constantemente, adapta el aspecto sustancia a lo espiritual mediante un proceso que denominamos purificación, en lo que concierne a la humanidad. Involucra la eliminación de todo lo que impide la plena expresión de la naturaleza divina, y ello también se debe a la capacidad inherente o latente. Para que se realice, es necesario abandonar etapa tras etapa, ciclo tras ciclo, vida tras vida y un plano tras otro, todo lo que en la naturaleza forma tiende a velar u ocultar la gloria de Dios. Esencialmente es la energía que sustituye al mal por el bien. El pensamiento humano ha degradado este concepto de tal manera, que relaciona la purificación con los fenómenos físicos con la vida en el plano físico y con el idealismo egoísta, basado en gran parte en la idea del cuidado higiénico de la sustancia. El celibato obligatorio y el vegetarismo rígido son ejemplos conocidos, y estas disciplinas físicas ocupan el lugar de la emoción amorosa, claridad mental, iluminación intuitiva, y hacen que los pensamientos del aspirante se enfoquen hacia abajo, en la materia y no externamente hacia arriba, en la luz.


TRATADO SOBRE LOS SIETE RAYOS VOL. 5 –LOS RAYOS Y LAS INICIACIONES
Primera Parte. Catorce Reglas para la Iniciación Grupal.
Palabras de Introducción. Regla Seis.


La Regla Seis para discípulos es el polo opuesto de esta misma regla para aspirantes. En esta última hallarán, si consultan mi exégesis sobre la misma, en el libro Iniciación Humana y Solar, que su propósito consistía en obtener la pureza física, acentuando la necesidad de someterse a un régimen vegetariano durante determinada etapa del proceso preparatorio. Las razones para someterse a esa disciplina eran dos: purificación, y la necesidad de que el aspirante (en esa etapa) se abstenga de compartir los beneficios derivados de "quitar la vida", según se dice. Pero, ¿se puede quitar la vida? No lo creo. La Vida ES. Nada en el cielo o la tierra puede tocarla o afectarla. Esto es algo que frecuentemente se olvida. En consecuencia, la regla para los aspirantes concierne a su capacidad de aceptar y adherirse a una disciplina autoimpuesta. Por medio de esa disciplina el aspirante demuestra a sí mismo el control de las naturalezas física y astral, y su efecto le revelará ciertas fallas inevitables y básicas, como ser el control ejercido por la naturaleza animal, la poderosa imposición del deseo, el sentido de superioridad, orgullo y separatividad. Su capacidad en mantener la disciplina y su propia estimación por haberlo realizado, además de su sentido de superioridad demostrado hacia quien no se disciplina, todo indica fallas esenciales. Su fanatismo latente o expresado, emerge con claridad en su conciencia, y -cuando es sincero- es consciente de haber logrado alguna medida de pureza física, pero al mismo tiempo se da cuenta que quizás comenzó por lo externo y evidente, cuando debió hacerlo por lo interno y por aquello que no es tan fácil hacer contacto o expresar. Ésta es una grande y muy importante lección.

Lo antedicho constituye también una interesante ilustración de la técnica que emplean los Maestros, por la cual Ellos permiten que una falla no sea corregida (pues fue originada por el discípulo y sólo él debe eliminarla) y se use un lenguaje que imparte una impresión errónea. Con tal método, el que emplea dicho lenguaje descubre oportunamente su erróneo acercamiento a la ver­dad. En sentido espiritual, la vida no se puede quitar. Este error o equívoco en el acercamiento a la verdad, lleva al hombre y mujer, en el sendero de probación, a demostrar su anhelante y sincera aspiración mediante la disciplina, usando como sustituto el producto "del segundo" y absteniéndose de sostener la vida con el producto "del tercero". Al sacrificar la vida del segundo reino de la naturaleza (empleando la errónea afirmación del propio aspirante) y nutrir con él el cuerpo físico, el discípulo en probación logra romper el aferramiento o potencia de la naturaleza física, lo cual siempre ayuda. Aún no sabe que esta cumpliendo reglas menores en tiempo y espacio y una vez que se haya demostrado a sí mismo que puede cumplirlas y obedecerlas, queda liberado de ellas y ya no las necesitará. El discípulo y el aspirante a la iniciación sabe que la vida es una, aunque ella tome una forma en el segundo, tercero o cuarto reinos, y también que la vida que en él reside es una con la vida del primer reino, el mineral; aprende que la vida es indestructible y no puede quitarse ni destruirse, sino que "pasa" de una forma a otra, de una experiencia a otra, hasta que por medio de la vida se expresa la perfecta voluntad de Dios.

El verdadero discípulo no necesita del vegetarismo ni de disciplina física, por la razón de que ningún apetito de la carne lo domina. Su problema reside en otra parte, constituyendo pérdida de tiempo y de energía, dedicar la atención en "hacer las cosas físicamente correctas", porque lo hace automáticamente y porque sus hábitos espirituales contrarrestan las tendencias físicas inferiores; la adquisición de dichos hábitos le permite vencer automáticamente el llamado de esos deseos que dan por resultado la satisfacción del deseo inferior. Nadie es aceptado en el círculo del ashrama (nombre técnico aplicado a la categoría correspondiente a quienes están en vísperas de recibir la iniciación o son preparados para la misma) si existe peligro de ser dominado por los apetitos físicos. Ésta es una afirmación verídica. Atañe particular y específicamente a los que se preparan para la primera iniciación. Quienes se preparan para la segunda iniciación deben demostrar que se han liberado de la esclavitud de las ideas, de la reacción fanática a cualquier verdad o dirigente espiritual, y del dominio ejercido por su aspiración -que por su intensa dedicación, sacrificaría tiempo, personas y la vida misma, al llamado del Iniciador- o, para ser más exacto, lo que él cree que es Su llamado.
  
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DEL INTELECTO A LA INTUICIÓN
Capítulo Cuarto. Los Objetivos de la Meditación


"No hay meditación para el hombre que come poco ni para el que come mucho; para el que duerme excesivamente o demasiado poco. Pero aquel que es frugal en el alimento y ordenado en el trabajo, en el sueño y en el despertar, la meditación llega a ser el destructor de todo sufrimiento.”
  
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AUTOBIOGRAFÍA INCONCLUSA
Capítulo Cuarto.


La vida en Hollywood se me hizo más fácil. Mis niñas estaban en edad para asistir a la escuela y al jardín de infantes. Hice muchos amigos, y en Crotona los jardines de la Sede Teosófica, eran hermosos. La comunidad consistía de más o menos quinien­tas personas, algunas de las cuales vivían allí y otras en Holly­wood o Los Angeles. Había salones para conferencias, aulas, un santuario, donde se reunían los miembros de la sección esotérica, y una cafetería. El lugar era muy bien administrado y al llegar me pareció un paraíso terrenal, considerando a todos profunda­mente espirituales. Creí que los dirigentes e instructores eran por lo menos iniciados de alto grado. Asistí a reuniones y clases y aprendí mucho, por lo que estoy muy agradecida. Después de poco tiempo, se me pidió encargarme de la cafetería y, bendita ignorancia, acepté muy regocijada la responsabilidad. Por supues­to era un establecimiento estrictamente vegetariano, y me había hecho vegetariana desde que conocí las enseñanzas teosóficas. Mis hijas nunca habían probado carne, pollo ni pescado, y yo sufría del común complejo de superioridad que tan a menudo carac­teriza en forma destacada al vegetariano.

Estoy convencida de que en la vida de todo discípulo llega siem­pre una etapa en que se debe ser vegetariano. Del mismo modo llega una vida en que el hombre o mujer deben ser célibes. Esto sirve para poder demostrar el control adquirido sobre la naturaleza física. Cuando uno ha aprendido a ejercer ese control y ya no es atraído por los apetitos de la carne, puede casarse o no, comer carne o no y hacer lo que mejor le plazca o le indique su karma o las circunstancias. Una vez logrado, la situación cambia. Las dis­ciplinas físicas constituyen un aspecto del entrenamiento, y cuan­do se aprende la lección, ya no son necesarias.

El argumento que presenta el vegetarianismo, basado en la cruel­dad de sacrificar animales para comerlos, quizás no sea tan sólido como lo creen las personas de tipo emocional y sentimental. Mu­cho me ha preocupado esto pues amo a los animales. Quisiera hacer dos sugerencias que me fueron muy útiles. Hay una ley de sacrificio que rige todo el proceso evolutivo. El reino vegetal ex­trae su sustento del reino mineral, porque sus raíces están hundidas en el reino mineral. El reino animal extrae en gran escala su sus­tento del reino vegetal y vive de la vida de ese reino. Algunos animales superiores son carnívoros y, de acuerdo a la ley de evo­lución, son presa uno de los otros, no siendo inducidos a ello por el pensamiento del hombre, como pretenden algunos fanáticos. En consecuencia, podría decirse que el reino humano extrae su sus­tento del reino animal y, debido a que el hombre es el macrocos­mos para los otros tres reinos inferiores, podría suponerse, lógi­camente, que extrae su vida de los otros tres, y así lo hace. En las antiguas escrituras de Oriente se indica que el reino humano es “el alimento de los dioses”, y con esa afirmación se completa la gran  “cadena del sacrificio”. Mi segundo punto se refiere a la Ley de Causa y Efecto o de Karma, como la denominan los teósofos. En la época del hombre primitivo el género humano era víctima del reino animal y carecía de toda defensa. En el pasado los animales salvajes acechaban a los seres humanos. La Ley de Retribución rige en todos los reinos. Posiblemente esta ley sea uno de los factores que ha llevado a la humanidad hacia el. Forjé esto en mi propia conciencia, a su debido tiempo, pero no con rapidez.

Me hice cargo de la cafetería y aprendí a ser una buena coci­nera vegetariana. Mi primer quehacer en Crotona fue vaciar los recipientes de desperdicios. Como verán, comencé desde abajo. Observaba con mucho interés a la gente, la mayoría desconocida para mí. Francamente muchos de ellos me agradaban y muy pocos me disgustaban. Llegué a dos conclusiones: que a pesar de todo lo que se dice sobre dietas equilibradas, ellas no eran particular­mente saludables, y descubrí también que cuanto más rígido y sectario era su vegetarismo, tanto más criticón parecía ser el individuo. Había en Crotona vegetarianos que no querían comer queso, leche ni huevos, porque son productos animales, creyén­dose excesivamente buenos y en camino hacia la iluminación espi­ritual, pero la reputación de nadie se libraba de ellos. He estado pensando sobre esto y llegué a la conclusión de que más vale comer un pedazo de carne y tener una lengua compasiva, que ser estrictamente vegetariano y mirar el mundo desde un pedestal de superioridad. Por otra parte debo señalar que las generaliza­ciones son inexactas. He conocido muchos vegetarianos encan­tadores, amables y buenos.




AUTOBIOGRAFÍA INCONCLUSA
Capítulo Quinto.
Principios de la Escuela Arcana


La Escuela Arcana también tiene como norma no inmiscuirse en la vida privada del estudiante. No se impone disciplina física ni régimen vegetariano; tampoco se prohíbe fumar ni beber alcohol, como lo hacen a menudo otras escuelas esotéricas; eso lo considera de su propia incum­bencia, pues cree que dada la correcta enseñanza, hará por sí solo los reajustes necesarios. Sabe que el alma impone su propia disciplina a su instrumento, la personalidad. La tarea de la Escuela Arcana consis­te en enseñarle a conocer su propia alma y a obedecer sus requisitos. Por lo tanto, no impone al estudiante normas de vida ni se inmiscuye en sus asuntos privados. A medida que transcurre el tiempo, el alma impondrá al estudiante sus propias normas, si es sincero y está realmente interesado.


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