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jueves, 30 de junio de 2016

DIÁLOGOS SOBRE EL DESPERTAR: VEDANTA Y AGNI YOGA

DIÁLOGOS SOBRE EL DESPERTAR:  VEDANTA Y AGNI YOGA

Publicado el 30 jun. 2016
Este diálogo sobre El Despertar se llevó a cabo el 26 de junio de 2016 en la ciudad de La Paz, Bolivia. El tema que se trató fue respondiendo a la pregunta ¿Cómo asiste al despertar espiritual el Vedanta y el Agni Yoga?. Participaron como ponentes: Ivan Maldonado, Carlos Valdivia y Luis Taja. Así mismo, participó todo el público a través de dinámicas de grupo. En la última parte del video dos personas pasaron al frente para dar a conocer las conclusiones que fueron trabajadas en los grupos.

Más videos pueden ser vistos en el canal de Bolivia Arcana.
Más información en el sitio web: www.boliviarcana.org

miércoles, 29 de junio de 2016

EL PUNTO MEDIO Textos del Maestro D.K. “El Tibetano”

EL PUNTO MEDIO
Textos del Maestro D.K. “El Tibetano”



Quisiera llamarles la atención sobre el hecho de que es en un "punto medio" donde tiene lugar el gran sometimiento de lo infe­rior a lo superior. Esto no ocurre cuando el discípulo vacila incierto en la periferia de la tierra ardiente o cuando se encuentra ante el portal, después de haber pasado por la experiencia de la tierra ardiente. El punto esencial de crisis que produce el punto de tensión necesario es el resultado de la "decisión invocadora" de la personalidad que, a su debido tiempo, produce una "respuesta evocadora" del Ángel. Los dos factores implicados (y no olviden que todo esto tiene lugar dentro del campo de la conciencia del discípulo) van juntos y uno hacia el otro. En el centro de la tierra ardiente se encuentran y, entonces, la luz menor (una verdadera luz por propio derecho) de la personalidad es absorbida en la luz mayor del Ángel o Alma. El Ángel "extingue esotéricamente" al Morador que se pierde de vista en la radiante aura del Ángel. Esto ha sido simbólica y pictóricamente representado en las imá­genes de los cielos, cuando, de acuerdo a los Festivales Católicos, tiene lugar la Asunción de la Virgen y la constelación de Virgo se pierde de vista en la radiación del sol. Allí se hallan los tres factores:

1.  La Virgen ..... forma material ..............personalidad ...... Morador

2.  El Sol ............naturaleza espiritual ..... alma ................... Ángel

3.  La Tierra ...... el hombre que aspira .... el discípulo

La personalidad permanece; sigue existiendo, pero ya no es la de antes. La luz del Ángel la envuelve; la tierra ardiente ha hecho su trabajo, y la personalidad no es ni más ni menos que el cascarón o forma purificada, por medio de la cual puede brillar la luz y la irradiación, la cualidad y las características del Ángel. Es una fusión de luces, la más fuerte y poderosa extingue a la menor.

¿Cómo se ha realizado esto? No me refiero aquí a la prepara­ción del Morador en el Umbral para este gran acontecimiento ni a los eones de disciplina, preparación, experimento y experiencia, vida tras vida, que han hecho que esta consumación sea posible y exitosa. Los dos aspectos del hombre sólo pueden enfrentarse con pleno poder, intención y finalidad, cuando la ilusión ya no con­trola a la mente, el espejismo ha perdido todo poder de confundir y las fuerzas de maya no pueden obstaculizar. La discriminación, el desapasionamiento y la indiferencia, han producido la dispersión por medio de la luz enfocada, la potencia disipadora de la luz dis­tribuida y el poder rector de la energía de la luz. Sólo cinco reco­nocimientos controlan ahora al discípulo:

1.  La realidad de su discipulado.

2.  La percepción del Ángel, expectante y dinámico.

3. El llamado invocador del Morador en el Umbral.

3.  La necesidad de emplear la voluntad en forma nueva y di­ferente.

5. La necesidad de cruzar la tierra ardiente.

Los resultados son completamente claros. Es cuestión del momento propicio y la decisión. Quisiera recordarles que en todos estos procesos, el que actúa es el discípulo en plena conciencia, iniciando él mismo todos los procesos. No es el Ángel o el Morador, sino el mismo hombre espiritual que ha de emplear la voluntad e iniciar la acción definida y progresiva. Cuando el discípulo ha dado los pasos necesarios y ha avanzado irrevocablemente, la respuesta del Ángel es segura, automática y omniabarcante. La total extin­ción del yo personal, en tres etapas sucesivas, constituye el resul­tado inmediato y normal. A esto se refería Juan el Bautista cuando dijo, "Él debe acrecentarse pero yo debo disminuir". Pronunció estas palabras como discípulo, antes de recibir la segunda inicia­ción en el umbral. Estos aspectos esotéricos, creciente y menguan­te, los tenemos en las fases de la luna, y el planeta lo tiene repre­sentado en el signo de Géminis, donde la luz de uno de los mellizos disminuye lentamente y la luz del otro adquiere intensidad.

Cuando ha tenido lugar esta "extinción esotérica", ¿cuál es el destino del discípulo? Ser controlado totalmente por el alma y ello, en la práctica, implica realización, trabajo y servicio grupales y, oportunamente, iniciación grupal. No tengo la intención de ocu­parme de tales desarrollos, pues me he referido a ellos en otros libros. En esta breve elucidación he considerado los efectos que las sustancias y las fuerzas sustanciales, que se encuentran en los tres mundos, producen en el discípulo a medida que afectan al aspirante. No he considerado el problema del espejismo, de la ilu­sión y de maya desde el punto de vista del hombre común. Éste, lógicamente, está sumergido en ellos y vive bajo su constante impacto. Por su intermedio, aprende. No ha llegado todavía a ese punto en que trata de liberarse de ellos como lo hace el hombre que se halla en el Sendero. Por lo tanto, he tratado el problema desde el prisma de los discípulos y aspirantes.

Para ellos se abre el CAMINO, y para ellos llega el reconoci­miento consciente de la luz. La necesidad de que presten servicio hombres y mujeres que se han liberado de la ilusión y del espe­jismo, nunca ha sido tan dramática como hoy, y escribo esto para los servidores en potencia, que pueden llenar una necesidad impe­riosa.

Que el Ángel de la PRESENCIA pueda hacer sentir su proxi­midad y los inspire para que atraviesen valientemente los fuegos de la tierra ardiente, es mi más ferviente plegaria; que la realidad de la PRESENCIA pueda ser sentida por ustedes y los conduzca a una mayor actividad ‑una vez que hayan cruzado la tierra ar­diente‑, es mi más profundo deseo; y que la luz ilumine su cami­no y traiga una segura y verdadera consumación de todos los afanes y luchas que han caracterizado la manera de vivir, es mi cordial deseo. Los insto a una empresa más activa y constante.
                                                                                                                                                                             EL TIBETANO

viernes, 24 de junio de 2016

INICIACION: SOLICITANTES DE LA INICIACIÓN E INICIACIONES 1ª, 2ª, 3ª, Y 4ª (D.K.)


INICIACION: SOLICITANTES DE LA INICIACIÓN  E INICIACIONES 1ª, 2ª, 3ª, Y 4ª (D.K.)



1. Hay una gran diferencia entre los términos "aspirante al sendero” y “solicitante de la iniciación”. El que aspira al discipulado y se esfuerza por llegar a él no está comprometido, de ninguna manera, a adoptar la misma actitud y disciplina específica que el solicitante de la iniciación y puede emplear el tiempo que quiera en hollar el sendero de probación. Quien busca la iniciación está en distinta posición, y, presentada la solicitud, debe disci­plinar su vida bajo normas definidas y seguir un régimen estricto, optativo para el discípulo.  

2. El discípulo debe adoptar la actitud mental de no importarle recibir o no la iniciación. No debe tener ningún móvil egoísta. Sólo las solicitudes que llegan al Maestro mediante la energía engendrada por móviles puros y altruistas son trasmitidas por El al ángel que lleva los registros de la Jerarquía; sólo recibirán respuesta a sus demandas los discípulos que ansían la iniciación porque confiere un mayor poder para ayudar y bendecir. Quienes están dispuestos a servir y se sienten abrumados por las necesidades del mundo...llaman y reciben respuesta.

Cuando la vida inferior del plano físico se ha fertilizado, lo emocional estabilizado y lo mental trasmutado, nada impedirá que se abra el portal para que entre el discípulo.

3. Muchas personas se consideran iniciados. Quienes están tratando de serlo, lo cual no significa que lo sean, sólo son personas de buenas intenciones cuya comprensión mental sobrepasa la capacidad de sus personalidades para practicar lo que han captado. Están en contacto con fuerzas que no pueden aún manejar ni controlar; han efectuado gran parte del trabajo necesario para lograr el contacto interno, pero no han dominado la naturaleza inferior, por eso son incapaces de expresar lo que han comprendido y percibido interna­mente. Son esos discípulos que hablan en forma demasiado anticipada y autocentrada, presentando al mundo un ideal para el cual realmente trabajan, pero todavía son incapaces de materializarlo debido a lo inadecuado de su equipo. 4. El mayor riesgo del iniciado común es la pereza y la lentitud. Reflexionen sobre esto.

PRIMERA INICIACION (Nacimiento)

1. En la primera iniciación, el ego debe haber controlado en gran medida al cuerpo físico y vencido “los pecados de la carne”, según la fraseología cristiana. No deben prevalecer la gula, el alcoholismo, ni el libertinaje, ni satisfacerse las exigencias del elemental físico; por lo tanto el control debe ser total y la tentación vencida. Debe mantenerse una actitud general y una fuerte disposición de obediencia al ego. Entonces el canal entre lo superior y lo inferior se expande, y la carne obedece prácticamente en forma automá­tica.  

2. Después de la primera iniciación se enseña principalmente al iniciado lo concerniente al Plano astral; debe estabilizar su vehículo emocional y aprender a actuar en el plano astral con la misma soltura y facilidad con que lo hace en el plano físico; debe entrar en contacto con los devas astrales; aprender a controlar a los elementales del astral; actuar con facilidad en los subplanos inferiores ' y acrecentar el valor y la calidad de su trabajo en el plano físico. En esta iniciación pasa del Aula del Aprendizaje al Aula de la Sabidu­ría. Entonces se le da especial importancia al desarrollo astral, aunque su equipo mental se desarrolla constantemente. Puede pasar un largo período de encarnaciones antes de perfeccionar el control del cuerpo astral y el iniciado estar preparado para el próximo paso.  

3. La primera iniciación está al alcance de muchos; pero la necesaria centralización y la firme creencia en la realidad futura, juntamente con la voluntad de sacrificarlo todo antes que renunciar, son obstáculos para la mayoría. Este libro no habrá sido escrito en vano, si sólo sirviera a alguien como acicate para una renovada fe.  

4. La primera iniciación representa simplemente el comienzo. Se ha erigido una estructura del recto vivir, recto pensar y correcta conducta; ha sido construida la forma que va a ocupar el Cristo y ahora debe ser vivificada y habitada. La vida crística penetra y la forma vive.  

5. Para recibir la primera iniciación sólo es necesario evidenciar un mínimo de control egoico. Esta iniciación indica simplemente que el germen de la vida del alma ha vitalizado y ha puesto en existencia activa al cuerpo espiritual interno, la envoltura del hombre espiritual interno, lo que oportunamente permitirá al hombre en la tercera iniciación manifestase como "un hombre en Cristo en toda su plenitud”... ...puede trascurrir mucho tiempo entre la primera iniciación y la segunda, efectuándose innumerables cambios durante las números etapas del discipulado.  

6. El centro laríngeo está relacionado con la primera iniciación y desarrolla gran actividad cuando ha logrado esa etapa de experiencia, así como la han alcanzado la vasta mayoría de los hombres, actualmente aspirantes y discípu­los probacionistas del mundo. (No olviden que, técnicamente hablando, la primera iniciación mayor desde el ángulo jerárquico es la tercera. Los Maestros consideran la primera iniciación como que significa su admisión en el Sendero).

7. Muchos miles de personas en el mundo actual han recibido la primera iniciación, se encaminan hacia la vida espiritual y a prestar servicio a sus semejantes; sin embargo sus vidas, frecuentemente dejan mucho que desear y evidentemente el alma no ejerce constante control; todavía están librando una gran batalla para lograr la purificación en los tres niveles. Las vidas de estos iniciados no son del todo perfectas y su inexperiencia es muy grande, y en este ciclo particular se está iniciando una tentativa para alcanzar la fusión del alma. Cuando esto se logre, entonces recibirán la tercera iniciación (la primera, hablando jerárquicamente).  

8. Un ejemplo de la lenta penetración en el cerebro físico, de la informa­ción que proviene del plano de la iniciación, puede observarse en que muy pocos aspirantes y discípulos registran el hecho de haber recibido la primera iniciación, el nacimiento del Cristo en la caverna del corazón. Se evidencia que ha sido recibida porque recorren deliberadamente el Camino, por su amor a Cristo ‑no importa con qué nombre lo denominen‑ y por su esfuerzo en servir y ayudar a sus semejantes; sin embargo, se sorprenden cuando se les dice que han dejado atrás la primera iniciación.  

9. Se presume que todos los aspirantes y discípulos sensatos trabajan, sin desviarse, para el adelanto espiritual (con móvil puro) y están indesviable­mente orientados hacia el alma, han recibido la primera iniciación.  

10. La energía y la radiación del Señor de séptimo rayo va siendo cada vez más poderosa en los tres mundos.
La entrada de un rayo produce siempre un intensificado período de actividad iniciática, como sucede ahora. El efecto principal, en lo que con­cierne a la humanidad, es posibilitar la presentación de millares de aspirantes y solicitantes para la primera iniciación; los hombres en vasta escala y en formación masiva pueden pasar actualmente por la experiencia de la Inicia­ción del Nacimiento. Millares de seres humanos pueden experimentar el nacimiento del Cristo dentro de sí mismos y comprender que la vida, la naturaleza y la conciencia crísticas les pertenecen.

La experiencia no necesita ser expresada en términos ocultos y, en la mayoría de los casos, no lo será; el iniciado individual que recibe esta iniciación, es consciente de grandes cambios en su actitud, hacia sí mismo, sus semejantes, las circunstancias y hacia sus interpretaciones de los sucesos de la vida. Estas son peculiarmente las reacciones que acompañan la primera iniciación; el iniciado registra entonces una nueva orientación hacia la vida y un nuevo mundo de pensamiento.

Cada iniciación indica una etapa en el crecimiento, y desarrollo de este nuevo factor en la conciencia y la expresión humanas, y ello continúa hasta la tercera iniciación, en que el "hombre maduro surge en Cristo”.  

11. Las vidas de un vasto grupo de iniciados de la primera iniciación comienzan a ser controladas por la conciencia crística, conciencia de la responsabilidad y del servicio. Hay miles de estos iniciados en la actualidad, y cuando llegue el año 2025 habrá millones. Toda esta reorientación y desenvolvimiento será el resultado de la actividad del séptimo rayo y el impacto de su radiación sobre la humanidad.  

12. La primera iniciación marca el principio de una vida y un modo de vivir totalmente nuevos y señala el comienzo de una nueva forma de pensar y de percepción consciente. La vida de la personalidad en los tres mundos ha nutrido durante eones el germen de esta nueva vida y ha fomentado la diminuta chispa de luz dentro de la relativa oscuridad de la naturaleza inferior. Este proceso está llegando ahora a su fin, aunque en esta etapa no será interrumpido totalmente porque el "nuevo hombre" tiene que aprender a caminar, hablar y crear; sin embargo, la conciencia se enfoca ya en otra parte. Esto conduce a mucho dolor y sufrimiento, hasta tomar el iniciado la decisión definitiva, acordar una nueva dedicación al servicio y estar prepara­do para recibir la iniciación del Bautismo.  

13. Todos los verdaderos aspirantes han recibido la primera iniciación. Este hecho se demuestra por el intenso esfuerzo para introducirse en la vida espiritual, seguir una orientación determinada hacia las cosas del espíritu y vivir por la luz de ese espíritu.  

SEGUNDA INICIACION (Bautismo)

1.-Una vez pasada la segunda iniciación, el progreso es rápido; la tercera y cuarta iniciación seguirán probablemente en la misma vida o en la siguiente.

La segunda iniciación constituye la crisis del control del cuerpo astral. Así como en la primera iniciación se manifiesta el control del cuerpo físico denso, en la segunda se manifiesta análogamente el control del astral. El sacrificio y la muerte del deseo ha sido la finalidad del esfuerzo. El ego dominó al deseo, y sólo queda el anhelo de lo que es para beneficio del todo, de acuerdo a la voluntad del ego y del Maestro. El elemental astral es controlado, el cuerpo emocional se torna puro y límpido y va desapareciendo rápidamente la naturaleza inferior. Entonces el ego se aferra nuevamente a los dos vehículos inferiores y los somete a su voluntad. La aspiración y anhelo de servir, amar y progresar, llegan a ser tan intensos, que por lo general se observa un desarrollo muy rápido. Esto explica por qué, esta iniciación y la tercera, se suceden con frecuencia (aunque no invariablemente) en una misma vida. En este período de la historia del mundo se ha dado tal estímulo a la evolución, que las almas aspirantes ‑al sentir la angustiosa y perentoria necesidad de la humanidad‑ sacrifican todo a fin de satisfacer esa necesidad.

Además, no debe incurrirse en el error de creer que todo esto sigue invariable y consecutivamente los mismos pasos y etapas. Mucho se realiza al unísono y simultáneamente, porque el esfuerzo en ejercer control es lento y penoso, pero en el intervalo ente las tres primeras iniciaciones debe lograrse y mantenerse una etapa definida en la evolución de cada uno de los tres vehículos inferiores, antes de ser posible una mayor expansión, sin peligro, del canal. Muchos actúan en los tres cuerpos, a medida que huellan el sendero de probación.

2. La segunda iniciación marca la crisis del control del cuerpo astral.  

3. El discípulo comienza a comprender lentamente que para recibir la segunda iniciación debe demostrar control emocional; comprende también que debe poseer algún conocimiento de esas energías espirituales que disi­parán el espejismo, más una comprensión de la técnica por la cual la iluminación proveniente de la mente ‑como agente trasmisor de la luz de la alma‑ puede disipar estos espejismos y, de esta manera, "purificar" la atmósfera, en un sentido técnico.

Podría acentuarse que ningún iniciado hasta ahora ha manifestado un control completo durante el período intermedio entre determinada iniciación y la siguiente; el período intermedio es considerado como "un ciclo de perfeccionamiento". Lo que queda atrás y está subordinado a la comprensión superior va siendo dominado lentamente por las energías que se han de liberar en la conciencia del iniciado, en esa iniciación para la cual se está preparando. Este período intermedio es siempre de gran dificultad.

El proceso iniciático entre la primera y la segunda iniciación es, para una gran mayoría, el peor momento de aflicción, dificultad, comprensión de los problemas y el esfuerzo constante por "absolverse a sí mismo" (como se dice esotéricamente), a lo cual el discípulo está sujeto en cualquier momento. La frase que dice: el objetivo del iniciado es "absolverse a sí mismo" es quizás la más atrayente e iluminadora de todas las definiciones posibles, de la tarea a emprender. La tormenta ocasionada por su naturaleza emocional, las oscuras nubes y nieblas en las cuales deambula constantemente, y que ha creado durante todos los cielos de vida, han de ser despejadas para que el iniciado pueda decir que el plano astral ya no existe para él, y todo lo que resta de ese antiguo y poderoso aspecto de su ser, es la aspiración, respuesta sensible a todas las formas de vida divina y una forma por la cual el aspecto inferior del amor divino, la buena voluntad, puede afluir sin impedimento.  

Debemos recordar aquí que las masas pueden recibir y recibirán la primera iniciación, pero que un grupo muy grande de aspirantes (mucho más de lo que se cree) pasará por la experiencia de la segunda iniciación, la del Bautismo purificador.  

4. Los miembros del nuevo grupo de servidores del mundo deberían estar a la expectativa de quienes da7n señales de haber pasado por la experiencia del "nacimiento", y ayudarlos a obtener mayor madurez. Deberían suponer que todos los que aman realmente a sus semejantes, se interesan en la enseñanza esotérica y tratan de disciplinarse para alcanzar una mayor belleza de la vida, son iniciados y han pasado por la primera iniciación. Cuando descubren a quienes buscan la polarización mental y evidencian deseo y aspiración para pensar y saber, juntamente con las señales características de haber recibido la primera iniciación, pueden considerar con toda prob­abilidad, sin lugar a dudas, que tales personas han recibido la segunda iniciación o están a punto de hacerlo. Entonces sabrán con toda claridad cual será su deber. Mediante esta aguda observación, por parte de los servidores del mundo, se van ampliando las filas del nuevo grupo. La oportunidad y el estímulo son hoy tan grandes que todos los servidores deben estar alertas, desarrollando en sí mismos la capacidad de registrar la cualidad que debe ser buscada, ayudando y guiando en tal forma, que unirán en un grupo cooperador a esos discípulos e iniciados que deben preparar el camino para el Cristo.  

5. La segunda iniciación ‑ tal como se lleva a cabo ahora ‑ es hasta cierto punto una de las más difíciles. Involucra la purificación, pero la purificación por el fuego, simbólicamente comprendido. La oculta "aplicación del fuego al agua" produce resultados muy serios y devastadores. El agua, bajo la acción del fuego, "es reducida a vapor, siendo el iniciado sumergido en las nieblas y las miasmas, los espejismos y las brumas". El iniciado debe salir de esta niebla y espejismos; y de las actuales brumas de los asuntos humanos saldrá también eventualmente la humanidad.  

6. ¿Cuál es la meta básica del iniciado que ha recibido la segunda inicia­ción?...Por lo tanto, ¿qué tiene ante sí el iniciado que ha penetrado en el agua purificadora, o mejor dicho en el fuego? ¿A qué se ha consagrado?.

Al finalizar el proceso iniciático ciertas energías y aspectos divinos deben ser reconocidos por él, pues desempeñan ahora una parte de su pensamiento y propósitos, energías que hasta entonces (aunque presentes) estaban pasivas y no controlaban.

El iniciado tiene ante sí la tercera Iniciación de la Trasfiguración. Lo enfrenta a una gran transición desde el enfoque aspiracional emocional a otro enfoque inteligente y pensante. Se ha desprendido, teóricamente por lo menos, del control del cuerpo y la naturaleza astrales; tiene todavía mucho por hacer; antiguos deseos, viejas reacciones astrales y emociones habituales, siguen siendo poderosas; pero ha desarrollado una nueva actitud hacia ellas y una nueva perspectiva hacia el cuerpo astral. El agua, el fuego, el vapor, el espejismo, la ilusión, la mala interpretación y la continua emotividad, siguen significando algo específico e indeseable para él. Ahora es negativo a su llamado y positivo para el exigente enfoque superior. Lo que él ahora ama y anhela, desea y planea, se hallan en otra dimensión superior. Por estar dispuesto a recibir la segunda iniciación, ha asestado el primer golpe a su egoísmo innato y ha demostrado su determinación de pensar en términos más amplios e incluyentes. El grupo comienza a significar para él, más que él mismo...En la segunda iniciación se le concede una visión de un enfoque superior y su lugar en el todo mayor empieza lentamente e revelarse. Una nueva creatividad y un nuevo enfoque son sus metas inmediatas, y la vida para él ya no puede volver a ser la misma. Las antiguas actitudes y deseos físicos pueden a veces asumir control; el egoísmo puede seguir desempeñando una parte importante en su expresión de la vida, pero ‑subyacente en ellos y subordinándolos‑ habrá un profundo descontento acerca de las cosas tal como son, y angustio­sos sufrimientos de fracaso. En este punto el discípulo aprende a utilizar el fracaso y a reconocer ciertas diferencias fundamentales entre lo natural y objetivo y lo sobrenatural y subjetivo.

7. Las tres notas clave para la segunda iniciación son: Dedicación. Espe­jismo. Devoción. La dedicación da por resultado el espejismo, que es disipado por la devoción.  

8. El período más largo entre iniciaciones es de la primera a la segunda. Esta verdad debe ser enfrentada, debiendo además recordarse que de nin­guna manera es el período más arduo. El período más difícil para el aspirante sensitivo y sensible, se encuentra entre la segunda y la tercera iniciación.

Es un período de intenso sufrimiento, de castigo, por haber aplicado los factores de espejismo e ilusión, al verse envuelto pronunciadamente en situacio­nes que, durante largo tiempo, no se aclaran, y el asediado aspirante avanza firmemente adelante lo mejor que puede, influido por una correcta orientación y determinación espiritual. Generalmente debe hacerlo en la oscuridad, traba­jando bajo la acción de la mente lógica y comprensiva, pero rara vez bajo la influencia de la inspiración. No obstante, el buen trabajo continúa. Las emociones son controladas y, necesariamente, el factor mente asume una importancia acrecentadamente correcta. La luz ‑vacilante y hasta entonces incierta e impre­decible‑ afluye ocasionalmente desde el alma, vía la mente, aumentando con frecuencia las complicaciones, pero produciendo eventualmente el control ne­cesario que conducirá a la libertad y dará por resultado la libertad.

Reflexionen sobre estas cosas. La libertad es la nota clave del individuo que enfrenta la segunda iniciación y su corolario ‑ preparación para la tercera iniciación. Libertad es actualmente la nota clave del discípulo mun­dial, y la humanidad exige hoy libertad de vivir, libertad de pensar y libertad de saber y planificar.

9. Entre la primera iniciación y la segunda pueden trascurrir muchas vidas, intervalos muy extensos de silencio y casi imperceptible crecimiento.  

10. La segunda iniciación es muy difícil de pasar. Para quienes pertenecen al primero o segundo rayo de aspecto, es probablemente la más difícil de todas.  


TERCERA INICIACION (Transfiguración)

1. La enseñanza asciende de nivel después de la segunda iniciación. El iniciado aprende a controlar su vehículo mental, desarrolla la capacidad de manejar materia mental y aprende las leyes para construir pensamientos creadores. Actúa libremente en los cuatro subplanos inferiores del plano mental; antes de la tercera iniciación debe, consciente o inconscientemente, dominar totalmente los cuatro subplano inferiores, en los tres planos de los tres mundos.

En la tercera iniciación, denominada a veces la Trasfiguración, la entera personalidad queda anegada por la luz descendente. Después de esta inicia­ción la mónada guía definitivamente al ego, derramando acrecentadamente su divina vida en el canal ya preparado y purificado.  

2. Nuevamente se le otorga al iniciado una visión del porvenir, y está siempre en condición de reconocer a los otros miembros de la Gran Logia Blanca.

La finalidad de todo el desarrollo consiste en el despertar de la intuición espiritual; una vez lograda, cuando el cuerpo físico es puro, el cuerpo astral estable y firme y el cuerpo mental controlado, entonces el iniciado podrá manejar sin peligro y utilizar inteligentemente las facultades síquicas para ayudar a la raza. No sólo podrá utilizar estas facultades, sino que será capaz de crear y vivificar formas mentales claras y bien definidas, que vibren con espíritu de servicio, sin estar controladas por la mente inferior o el deseo. Estas formas mentales no serán (como las creadas por la mayoría de los hombres) formas sin cohesión, relación ni unión, sino que alcanzarán un alto grado de síntesis. Arduo e incesante será el trabajo, antes de poder realizarse esto, pero una vez estabilizada y purificada la naturaleza de deseos, no resultará difícil el control del cuerpo mental. De ahí que el sendero del devoto sea más fácil en ciertos aspectos que el del intelectual, pues ha aprendido a medir el deseo purificado y a progresar mediante las etapas requeridas.  

3. La tercera iniciación es la primera, desde el ángulo de la Jerarquía, y en ella el hombre espiritual demuestra controlar completamente la personali­dad. El cuerpo físico ha sido controlado por las distintas disciplinas físicas; la naturaleza emocional ha sido reorganizada y ha llegado a ser receptiva a la impresión espiritual, proveniente del plano de la razón pura (el plano búdico), mediante el proceso de trasformación de la mente o quinto principio. A este respecto, la mente ha actuado como organizadora de la reacción astral y como disipadora del espejismo. El discípulo enfoca su conciencia cotidiana en el plano mental, predominando la relación triangular de los tres aspectos de la mente en este plano.  

4. En la tercera iniciación se establece finalmente el control de la mente iluminada por el alma, asumiendo ésta la posición dominante y no la forma fenoménica. Entonces se trascienden todos los límites de la naturaleza forma.

Quisiera referirme a un punto respecto a las primeras tres iniciaciones principales, y es que tales iniciaciones se reciben cuando se tiene cuerpo físico y en el plano físico, demostrando así conciencia iniciática, tanto por medio de la mente como del cerebro. Esto es algo que no se acentúa frecuentemente y a veces se lo contradice.


CUARTA INICIACION (Crucifixión)

1. Antes de recibir la cuarta iniciación se intensifica el trabajo de entrena­miento, y la aceleración y acumulación de conocimiento debe ser increíble­mente rápida. A menudo el iniciado tiene acceso a la biblioteca de libros esotéricos, y después de esta iniciación no sólo puede entrar en contacto con el Maestro, al que está vinculado y con el cual ha trabajado conscientemente durante largo tiempo, sino también con los Chohanes, el Bodhisattva y el Manu, ayudándolos en cierta medida.

Además, debe captar intelectualmente las leyes de los tres planos inferiores y aplicarlas para ayudar al plan de la evolución; estudiar los planos cósmicos y dominar sus gráficos; llegar a ser un conocedor de las técnicas esotéricas, y desarrollar la visión cuatridimensional, si aún no lo ha hecho. Debe aprender a dirigir las actividades de los devas construc­tores, y al mismo tiempo trabajar continuamente en el desarrollo de su naturaleza espiritual.

El hombre que recibe la cuarta iniciación, la Crucifixión, suele tener una vida de gran sacrificio y sufrimiento. Es la vida del hombre que hace la Gran Renunciación, y que aún exotéricamente es considerada difícil, intensa y penosa. Todo lo abandona, hasta su perfecta personalidad misma, sobre el altar del sacrificio, y queda despojado de todo. Renun­cia a amigos, dinero, reputación, carácter, posición, familia y hasta a la vida misma.

2. Después de la cuarta iniciación...al iniciado se le permite tener una más íntima fraternidad en la Logia, y su contacto con los devas es más completo. Va agotando rápidamente los recursos del Aula de Sabiduría, y dominando los más intrincados planes y gráficos. Se hace muy versado en la significación del color y del sonido; puede manejar la ley en los tres mundos y hacer contacto con su mónada, con más libertad que la mayoría de la raza humana con sus egos. Tiene también a su cargo gran trabajo; enseña a muchos discípulos; ayuda en muchos planes y reúne bajo su dirección a quienes deben ayudarlo en el futuro. Esto se refiere únicamente a los que se quedan para ayudar a la humanidad en este globo.  

3. Cuando un hombre recibe la cuarta iniciación, funciona en el vehículo del cuarto plano, el búdico, y ha escapado permanentemente al círculo ­no‑se‑pasa de la personalidad. Este gran acto de renunciación, la cuarta iniciación, señala el momento en que el discípulo no posee nada relacio­nado con los tres mundos de la evolución humana. Su contacto con esos mundos en el futuro será puramente voluntario y para propósitos de servicio.  

4. Desde que puso por primera vez sus pies en el sendero, ha tratado de construir el antakarana. Eso ha sido para él un acto de fe y, en las primeras etapas, prosigue con el trabajo de construcción, sabiendo apenas lo que hace. Acata ciegamente las antiguas reglas y trata de aceptar como real, lo que no le ha sido probado como tal, pero está testimoniado por incontables miles de personas en el trascurso de las edades. La naturaleza del proceso constituye el triunfo culminante de ese sentido innato de la Deidad que ha impulsado al hombre hacia adelante, desde las más primi­tivas experiencias y aventuras físicas, hasta esta gran aventura de construir un sendero para sí, del mundo material denso al espiritual. Estas energías espirituales superiores han sido hasta ahora reconocidas por él a través de sus efectos; debe ante todo aprender a manejarlas, dejándolas que afluyan en él y a través de él, vía el antakarana, dirigiéndolas luego hacia el objetivo inmediato del plan divino.

Hasta entonces ha trabajado principalmente con el hilo de la conciencia establecido en la cabeza y, por medio de esa conciencia, se han unido su personalidad y su alma, hasta convertirse en una personalidad fusionada con el alma; así ha alcanzado la unidad con su yo superior. Mediante la construc­ción del antakarana se agrega otro hilo a la personalidad fusionada con el alma, vinculando al verdadero individuo espiritual con la Tríada espiritual, quedando bajo su dirección. En la cuarta iniciación, el cuerpo del alma, el cuerpo causal (así llamado) desaparece, y el hilo de la conciencia ocultamente se rompe; ni el cuerpo del alma ni el hilo son ya necesarios; ahora son únicamente el símbolo de una dualidad inexistente. El alma ya no es la depositaria del aspecto conciencia como hasta entonces. Todo lo que el alma ha acumulado sobre conocimiento, ciencia, sabiduría y experiencia (cosechados en el ciclo de vida de muchos eones de encarnación), pertenecen únicamente al hombre espiritual individual. Los trasfiere a la analogía superior del mecanismo perceptivo‑senso­rio, la naturaleza instintiva, en los tres planos de los tres mundos.
No obstante, sigue siendo consciente de todos los acontecimientos pasa­dos, y sabe ahora por qué es lo que es; descarta gran parte de los conocimien­tos acerca del pasado, los cuales han servido su propósito, dejándole el residuo de la sabiduría experimentada. Su vida adquiere un nuevo colorido sin ninguna relación con los tres mundos de su experiencia anterior. El es la suma total del pasado; enfrenta nuevas aventuras espirituales; tiene que hollar ahora el sendero que lo aleja de la evolución humana normal y lo lleva al Camino de Evolución Superior. Entonces está bien equipado para enfrentar­se con esta nueva experiencia.  


sábado, 18 de junio de 2016

EL ALMA Y SUS LEYES (A.C.V.) Extraído de las enseñanzas del Maestro D.K. “El Tibetano”

 EL ALMA Y SUS LEYES (A.C.V.)
Extraído de las enseñanzas del Maestro D.K. “El Tibetano”





El alma es el principio sensible que subsiste en toda manifestación externa, compenetra todas las formas y constituye la conciencia de Dios Mismo.

Cuando la humanidad esté segura de su divinidad e inmortalidad y haya adquirido conocimiento sobre la naturaleza del alma y el reino en el cual funciona el alma, su actitud hacia la vida y los asuntos cotidianos sufrirá tal transformación que veremos surgir en verdad un nuevo cielo y una nueva tierra.

He aquí unos enunciados de estas leyes que nos puede dar mucho para estudiar:

Ley del Sacrificio.

Significa el impulso de dar. El secreto de la doctrina del “perdón de los pecados y de la expiación” está oculto en esta frase.

El sacrificio de los ángeles solares trajo a la existencia el cuarto reino de la naturaleza. Nosotros elegimos morir y este sacrificio permitió que evolucionara la conciencia que mora internamente en la Deidad. Al abrirse camino a través de los reinos subhumanos de la naturaleza, esta conciencia necesitó de la actividad de los ángeles solares para poder seguir progresando. Aquí reside:

Nuestro servicio a Dios por medio del sacrificio y la muerte. ¿Sabemos de qué hablamos al decir esto?.Nuestro servicio a otras almas por medio del propósito deliberado de autosacrificio. Nuestro servicio a otras formas de vida en otros reinos.

Le ley del Sacrificio significa también salvar y subyace en todo el proceso evolutivo, por medio del cual nos perfeccionamos. Cristo fue crucificado sobre la cruz de la materia, para presentar al hombre el simbolismo de la muerte y del sacrificio, o como lo hizo el Buda, para demostrar al hombre el sacrificio y la muerte del deseo personal. El tema sigue siendo el mismo, la muerte de lo inferior para liberar lo superior. Pero la gran enseñanza que el hombre está aprendiendo es que, muerte, dolores y tristezas, pérdidas y desgracias, alegrías y aflicciones, tal y como lo comprende la conciencia humana, existen porque el hombre todavía se identifica con la vida de la forma y no con la vida y la conciencia del alma. “Mi reino no es de este mundo”. He aquí el conflicto que tenemos que vivir: “ir porel camino de los hombres conociendo los caminos de Dios”.

Ley del Impulso Magnético.-

Rige la relación, interacción, intercambio e interpenetración de los siete grupos de almas, correspondientes a los siete rayos. Sólo diremos en este sentido que a través de las vidas estaremos identificados con un rayo determinado, hasta que llegue el momento en que los contengamos todos. Esta Ley rige también la relación entre almas que, al manifestarse por medio de la forma, entran en mutua armonía. En consecuencia esta ley rige la relación entre todas las almas y por la correcta comprensión de esta ley el hombre llega a conocer su vida subjetiva, la realidad más profunda de la vida. Esta ley concierne a las actividades esotéricas internas que no se relacionan primordialmente con la vida de la forma.

La Ley del Impulso Magnético es en el reino del alma, lo que la Ley de Atracción en el mundo de los fenómenos. Mucho tendríamos que estudiar para el conocimiento de esta Ley.

La Ley del Servicio.-

Es la Ley que rige toda la actividad del alma. El resultado del contacto efectuado en la meditación y la medida de su realización, estará determinando el consiguiente servicio que se preste a la raza. Si hay correcta comprensión, necesariamente habrá correcta acción, o lo que es lo mismo, correcto servicio. De aquí la importancia de la Meditación, la ciencia del Antahkarana y la ciencia del Servicio. Esta Ley no puede ser evadida sin las consecuencias pertinentes. Hay que recordar aquí la necesidad de una personalidad bien alineada e integrada, igual a decir: trabajo, mucho trabajo.

La Ley de Repulsión.-

He aquí una ley muy interesante para el gobierno del alma, que rige al peregrino en su agotador y largo camino de regreso al centro. Esta ley se expresa por medio de la mente y por lo tanto únicamente se manifiesta en el sendero del discipulado. Tiene un efecto discriminador, sin embargo es un aspecto de la Ley del Amor, del aspecto Crístico y concierne a esa actitud del alma cuya naturaleza es amor. Actúa a través del amor pero al mismo tiempo rechaza y discrimina. Esta ley plasma primordialmente el propósito divino dictándole al aspirante los impulsos superiores y decisiones espirituales que marcan su progreso en el Sendero. Demuestra la cualidad de primer rayo. La atracción y repulsión
funciona al unísono, haciendo desaparecer el caos para que brille la luz. ¿Sabemos dónde estamos, qué tenemos que hacer? El funcionamiento de esta ley es decisivo para eliminar las sombras y tomar la dirección de la luz.

La Ley del Progreso Grupal.-

Esta Ley comienza a captarse en la conciencia personal cuando se han hecho ciertas realizaciones definidas y se descubre que determinados ideales son realidades. Al hablar de estas realizaciones podríamos estar hablando del sendero de probación, cuya superación puede dar lugar a la manifestación de verdades cósmicas profundamente esotéricas. Los actos más comunes de la vida del autosacrificio instintivo diario, rozan los bordes de las verdades mundiales más profundas. Es por ello que es tan importante el autoconocimiento para conocer el universo. Aquí es fundamental la discriminación; no lo llamado malo o bueno, sino los pares de opuestos más sutiles, el buen o el mal empleo del silencio, la correcta o la errónea palabra, la correcta comprensión y la correcta indiferencia y sus opuestos. El hombre que reacciona a estas leyes superiores descubre que la discriminación a utilizar debe ser cada vez más sutil, algo difícil de hacer y también de expresar con palabras que en esoterismo difícilmente alcanzan a la expresión correcta. En la medida que este crecimiento se vaya dando y como consecuencia se produzcan las consiguientes expansiones de conciencia, podremos llegar a la conciencia Grupal. La Ley deProgreso Grupal vendrá y será presentada por los discípulos mundiales, siendo su eficacia cada vez más poderosa, aunque pasará mucho tiempo antes de que la humanidad la comprenda. El grupo se mantendrá unido por una estructura interna de pensamiento y una relación telepática. Si el alineamiento e integración de la conciencia individual suponen un gran esfuerzo, mucho más lo será el de la conciencia grupal.

La Ley para ampliar la Respuesta.-

La sexta y séptima leylas analizaremos brevemente y en conjunto. Los efectos olas consecuencias de los impulsos que están tras ellas, producen el desarrollo del propósito del Altísimo y pueden ser reconocidos en el plano fenoménico, pero únicamente serán percibidos ténuemente por los aspirantes mundiales más avanzados. Estas leyes no son susceptibles de ser interpretadas como las anteriores, porque sólo los iniciados que están preparándose para ello podrán comenzar a comprenderlas. Es necesaria la iluminación antes de llegar a la idea que está tras estas manifestaciones del propósito. En consecuencia poco podemos hablar de esta Ley sin haber llegado a la iluminación.

La Ley de los Cuatro Inferiores.-

“Partieron cuatro hijos de Dios. Pero sólo uno regresó. Cuatro salvadores se fusionaron en dos, luego ambos se convirtieron en el Uno”. Estas palabras simbólicas poco pueden significar para muchas mentes. Por lo tanto de nada servirá considerarlas; aún no es el momento. Fueron dadas porque contienen un poder magnético que ayudará a estimular la compresión. No olvidemos el gran poder del sonido y de la palabra.

La raza se encamina por un sendero que la conducirá a la luz y a la paz. “La paz que trasciende a toda comprensión ”porque es una paz independiente de las condiciones externas y nada tiene que ver con lo que la humanidad entiende como paz. La raza tendrá la paz de la serenidad y de la alegría. Alegría y serenidad que no son una condición astral, sino una condición del alma, como resultado de haber conseguido un alineamiento definitivo. Estas dos circunstancias, serenidad y alegría indican que el alma, el Uno, controla o domina a la personalidad, a las circunstancias y a todas las condiciones ambientales de la vida.

Mucho más se podría decir de todas la leyes enunciadas. Sí que podríamos hacernos algunas preguntas para que en nuestra mente empiecen a circular y a conseguir respuestas:

¿Qué soy? ¿Para qué estamos aquí? ¿Creemos en un Dios justo que nos rige por unas leyes justas? ¿Me conozco a mí mismo, en mi cuerpo físico, en mi cuerpo de emociones, en mi cuerpo mental? ¿Conozco a mi alma?¿Qué tengo que hacer para conocer mi alma?¿Qué trabajo tengo que hacer con mi personalidad para servir al Plan de Dios? Si todas mis realidades son consecuencia del cumplimiento de la Ley, ¿hasta qué punto puedo construir formas mentales para anular esas realidades? ¿Cuándo está el ser humano preparado para construir formas mentales, o lo que es lo mismo, para co-crear?.

Es nuestro trabajo encontrar las respuestas.

ACV.

miércoles, 15 de junio de 2016

MAESTROS ASCENDIDOS: MAHATMAS VERSUS MAESTROS ASCENDIDOS Pablo D. Sender

MAESTROS ASCENDIDOS: MAHATMAS VERSUS MAESTROS ASCENDIDOS
Pablo D. Sender


Mi agradecimiento a una compañera de camino María Yolanda Quintana, que nos envió este texto y que no se ha publicado en nuestros grupos hasta que no lo he leído. Me fío plenamente de esta compañera pero al ser un tema con el que tengo gran cuidado, he preferido estar segura.
Merece la pena que le prestemos atención y que tengamos una idea clara de lo que verdaderamente es un Maestro. (ACV)

H.P.Blavatsky fue la primera en introducir en occidente el concepto de Mahatmas (también llamados adeptos o Maestros). Al principio, hablaba de ellos en privado, pero después de unos años, dos de dichos adeptos, conocidos por los pseudónimos de Kut-Humi (K.H.) y Morya (M.), accedieron a mantener correspondencia con un par de teósofos británicos, A.P. Sinnet y A.O. Hume. La correspondencia tuvo lugar entre 1880 y 1885 y durante esos años, los Mahatmas fueron cada vez más conocidos. Las cartas originales están guardadas como valiosos documentos históricos en la Biblioteca Británica en Londres. 
Se han publicado con el título de Las Cartas de los Mahatmas. Este libro es una fuente de información directa sobre los Mahatmas y sus enseñanzas.
En 1930, cincuenta años después de que empezara la correspondencia, un misterioso personaje sin cuerpo físico contactó con Guy Ballard, antiguo estudiante de Teosofía, durante una excursión que hizo por el monte Shasta en California.
Dicho personaje se identificó como uno de los Mahatmas teosóficos, el ocultista del siglo XVIII conocido como el Conde de Saint Germain. Encargó a Ballard que transmitiera las lecciones de “La Gran Ley de la Vida” y así comenzó lo que fue el “movimiento YO SOY”. Ballard y su mujer tuvieron pronto multitud de seguidores gracias a su versión de las enseñanzas de Saint Germain y crearon la Fundación Saint Germain en 1932. El movimiento YO SOY alcanzó su mayor actividad a finales de los años 30.
Pero ésta disminuyó debido a la muerte de Guy Ballard en 1939, junto con otras complicaciones legales posteriores, que incluían una denuncia por parte del gobierno federal por fraude postal. Actualmente, la organización sigue existiendo, aunque discretamente (Hanegraaff, 2:587).
El movimiento de Maestros Ascendidos empezó otra etapa en 1958, cuando Mark Prophet, antiguo estudiante de la Fundación Saint Germain, manifestó que el “Maestro Ascendido El Morya” le había elegido para transmitir las enseñanzas de la Gran Fraternidad Blanca mediante una organización llamada the Summit Lighthouse.
Después de su muerte en 1973, su esposa Elizabeth Clare Prophet asumió el liderazgo de la organización y cambió el nombre de ésta por el de Iglesia Universal y Triunfante. En 1999, Prophet se retiró de sus actividades de la iglesia y murió en 2009 (Hanegraaff, 2:1093-96).
En la actualidad, en gran parte como consecuencia del movimiento YO SOY y de las actividades de los Prophet, la de los Maestros Ascendidos es una idea común en el movimiento New Age. Dado que los Ballard y los Prophet utilizaron los nombres y los retratos de los Mahatmas Teosóficos para sus Maestros Ascendidos, muchos asumen que son los mismos. Sin embargo, tal como vamos a ver en este artículo, difieren en algunos aspectos muy importantes.
¿Ascendidos o Vivientes? Los Maestros Ascendidos, tal como su nombre sugiere, son supuestamente Maestros que han experimentado el milagro de la ascensión, igual que, según parece, hizo Jesús. La enseñanza original, canalizada por Guy Ballard, era que un nuevo Maestro Ascendido no moriría, sino que se llevaría con él su cuerpo. Esta enseñanza de la ascensión es directamente contraria a las enseñanzas teosóficas.
En una de sus cartas a Sinnet, el Mahatma K.H. habla de esa idea de manera desdeñosa: “Sólo había una mujer histérica que presuntamente habría presenciado la pretendida ascensión, y... ese fenómeno nunca ha sido confirmado con otra repetición” (Barker and Chin, 5). También H.P.B. rechaza el hecho de la ascensión, y lo califica de “alegoría tan vieja como el mundo” (Blavatsky, Collected Writings 8:389; ver también 4:359-60).
Se suponía que Ballard había alcanzado el nivel de la ascensión y, después de que falleciera de una esclerosis arterial cardíaca sin llevarse su cuerpo, su esposa Edna afirmó que de hecho se podía ascender después que el cuerpo muriera. De esta manera, la idea de la ascensión cambió con el tiempo, y hoy en día se considera que los Maestros Ascendidos son espíritus desencarnados que han trascendido sus cuerpos físicos.
Este concepto es también contrario a las enseñanzas teosóficas sobre los Mahatmas. En los comienzos de la S.T., antes de que nadie en occidente conociera nada acerca de los Maestros, Henry Steel Olcott empezó a recibir cartas de algunos de ellos. En una primera carta, el Maestro Serapis escribió: “Ha llegado la hora de que usted sepa quien soy. No soy un espíritu desencarnado, hermano. Soy un hombre vivo” (Jinarajadasa [2002], 2:23).
HPB verificó que eran personas vivas porque vivió con algunos de ellos cerca del Tibet durante varios años, mientras se sometía a entrenamiento oculto. Más tarde, Olcott y otros teósofos también conocieron a algunos Mahatmas en su cuerpo físico, en diferentes momentos y en distintas partes del mundo.
El hecho de que los Mahatmas permanecen en sus cuerpos es de gran importancia. Son yogis iluminados, parecidos en ciertos aspectos a los que tradicionalmente se conocen en oriente. Pero hay una diferencia. Un iluminado, después de haber realizado la Verdad, ha adquirido el poder de fundirse con el Todo en un estado de absoluto éxtasis (llamado moksha o nirvana). Ello le impide estar en contacto con la humanidad, puesto que debe abandonar los vehículos inferiores de conciencia.
Por el contrario, los Maestros Teosóficos, por compasión, deciden renunciar al nirvana para poder seguir ayudándonos en nuestra lucha por realizar la Verdad: El Maestro debe estar en un cuerpo humano, debe estar encarnado. Muchos de los que alcanzan este nivel dejan de soportar el peso de la carne, usan solamente el “cuerpo espiritual” dejando así de estar en contacto con este mundo y habitan solamente los reinos más elevados de existencia. (Besant, 49).

En este aspecto, los Mahatmas son lo que los budistas Mahayana llaman bodhisattvas. Eligen mantener el cuerpo, no debido a ningún fallo en su crecimiento, sino como acto de sacrificio. El poseer un cuerpo físico ata a los adeptos a determinadas limitaciones inevitables. Como dijo Blavatsky, “son hombres vivos, nacidos de la misma manera que nosotros, y condenados a morir como cualquier mortal” (Blavatsky [1987], 288). Al ser yogis perfectos, han aprendido a cuidar de su cuerpo para poder vivir mucho más que los seres humanos normales. Aunque, con el tiempo, los cuerpos deben morir.

En las cartas de los Maestros hay varios comentarios sobre las limitaciones intrínsecas que tiene el llevar una existencia física. Por ejemplo, el Mahatma K.H. escribió: “estaba físicamente extenuado por un viaje de 48 horas seguidas” (Barker and Chin, 398). También dijo que se veía limitado a sus sentidos físicos y a las funciones de su cerebro “cuando estoy sentado a la mesa, o cuando me estoy vistiendo, leyendo o bien ocupado con otras cosas” (Barker and Chin, 257).
Sin embargo, es en el cuerpo físico de los Maestros donde su desarrollo evolutivo es menos aparente. Se dice que si viéramos a un adepto en el plano físico, puede ser que percibiéramos simplemente a un buen hombre sabio y que no le reconoceriamos. No obstante, en los planos internos su naturaleza está mucho más allá de aquellos que todavía están atrapados en la ilusión.
En sus cartas, los Mahatmas distinguen entre el “hombre interno” (el Yo espiritual del adepto que es relativamente omnisciente y que está más allá de cualquier limitación) y el “hombre externo”, expresión muy limitada del Yo. Cuanto más espiritual es el Adepto, menos interfiere en las cuestiones mundanas y burdas y más se recluye para su trabajo espiritual ....... Por lo tanto, los Adeptos más elevados sí ayudan a la humanidad, pero sólo espiritualmente: por constitución, no pueden interferir en los asuntos mundanos. (Blavatsky, Collected Writings, 6:247).

Otra característica de las enseñanzas de los Maestros Ascendidos es que principalmente se ocupan de la “forma y aspecto” de los Maestros (su apariencia, sus nombres, su carácter, etc.). Cuando se entiende bien el punto de vista teosófico, se ve que es muy diferente. Blavatsky escribió: “Por lo tanto, el verdadero mahatma no es su cuerpo físico, sino su Manas superior [la Mente espiritual] que está conectado inseparablemente al Atma [el Yo verdadero] y a su vehículo [el Alma espiritual]”. Y añade que quienquiera que desee “ver” a un Mahatma debe elevar su percepción hasta los planos espirituales, porque “lo superior sólo puede percibirse con un sentido perteneciente a lo superior.”

Los planos espirituales, donde se desvanece la separación y prevalece la unidad están muy por encima del plano psíquico, que es el que contactan los videntes naturales. Aquellos que pueden alcanzar el elevado estado de conciencia que trasciende todo sentido de separatividad “verán al mahatma dondequiera que esté, pues al estar fundidos con el sexto y el séptimo principios, que son ubícuos y omnipresentes, se puede afirmar que los mahatmas están en todas partes” (Blavatsky, Collected Writings, 6:239).

Por consiguiente, el verdadero Mahatma se ve principalmente como un estado espiritual que está funcionando a través de una personalidad psicológica. Por esta razón K.H. escribió: “No somos Mahatmas infalibles ni predecimos a cada momento del día” (Barker and Chin, 450). Tal como dijo, “Un adepto, del más elevado al menos elevado, lo es únicamente mientras ejercita sus poderes ocultos” (Barker and Chin, 257).

Así pues, esos adeptos no son como los Maestros Ascendidos del New Age, de los que se dice que se han convertido a imagen de Dios, en seres todopoderosos más allá de la naturaleza. En sus enseñanzas, los Mahatmas incluso negaron que existieran seres así. K.H. escribió:
“Si tuviéramos los poderes del Dios Personal imaginario, y las leyes universales e inmutables sólo fueran meros juguetes, por supuesto que habríamos creado las condiciones para que este mundo se convirtiera en la Arcadia de las almas nobles” (Barker and Chin, 474).
En sus cartas, los Mahatmas hablan constantemente de las “leyes inmutables” del universo, y de que pueden ayudar a la humanidad sólo dentro de los límites de dichas leyes. No pueden producir por arte de magia una Nueva Era; eso, nos guste o no, nos corresponde a nosotros.
Los partidarios de los Maestros Ascendidos intentan justificar esas discrepancias alegando que cuando se fundó la ST la mayoría de los Mahatmas Teosóficos aún eran “Maestros no ascendidos”. De esta manera se pueden separar los Maestros Ascendidos de las limitaciones que se dice tienen todos los Mahatmas, “los más elevados y los menos elevados”. Pero según las enseñanzas teosóficas, cuanto más elevado es el adepto menos posibilidades hay de oír hablar de él: espiritual de conciencia, y las formas que asume su aspecto personal son simplemente sombras. Para estar seguros, se pueden encontrar descripciones de la forma y aspecto de los Mahatmas en la literatura teosófica, no porque este aspecto sea en sí importante, sino porque proporciona algo para la comprensión de nuestras mentes limitadas. Este aspecto personal debe trascenderse, y quienquiera que se conforme con ello está anclado en el mundo de la ilusión.

El Trabajo de los Maestros por la Humanidad

Hoy en día hay miles de personas que aseguran estar canalizando a los Maestros Ascendidos. Está claro que esos Maestros Ascendidos tienen enfocada su atención en el plano físico, sin hacer mucho más que comunicar con nosotros por medio de canales. Otra vez vemos que hay una diferencia básica con las enseñanzas teosóficas. En Teosofía, al igual que en la mayoría de tradiciones espirituales serias, este plano físico se considera una ilusión.
El Maha Chohan, uno de los adeptos más elevados, dijo: “enseñad a la gente que la vida en la tierra, incluso la más dichosa, no es más que una carga y una ilusión”(Jinaradasa [1988], 1:6-7). Este concepto está relacionado con la enseñanza de Platón, cuando dijo que este mundo no es sino una sombra de la Realidad. También se relaciona con la primera Noble Verdad que Buddha enseñó después de su iluminación: Todo es dukkha (sufrimiento) en este mundo.

Por consiguiente, tal como Annie Besant dijo acerca de los Maestros, “una ínfima parte de su trabajo se hace aquí”, refiriéndose al plano físico (citado en Codd[1988], 45). Esta es una de las razones por las que viven aislados, pues la mayor parte de su actividad tiene lugar en los planos superiores.
De hecho, se basa en un profundo conocimiento de la estructura del cosmos: Cualquiera que observe la naturaleza de la dinámica oculta verá fácilmente que toda energía empleada en el plano espiritual o en el astral produce mayores resultados que la misma energía empleada en el plano físico objetivo de existencia.(Blavatsky, Collected Writings, 5:338-39).

Y ¿cuál es el trabajo de los Maestros en esos planos superiores? Este es un tema muy complejo que sobrepasa los límites de este artículo. Cuando le preguntaban a Blavatsky sobre el tema, ella respondía: “No podría entenderlo, a menos que usted mismo fuera un Adepto. Pero Ellos mantienen viva la vida espiritual de la humanidad” (Blavatsky, Collected Writings, 8:401).
Por el contrario, las comunicaciones de los Maestros Ascendidos se ocupan profusamente de las vidas físicas y de los deseos de sus seguidores. La literatura de los Maestros Ascendidos está llena de promesas de milagros mágicos sobre salud, riqueza infinita y felicidad perfecta y se dictan “decretos” para que la gente pueda “manifestar” dichas cosas en sus vidas. Esta actitud es totalmente opuesta a la teosófica.

La Teosofía afirma que el ego psicológico es falso, que la idea de que somos el cuerpo, las emociones y la mente es un error de percepción y una fuente de dolor. Afirma que la verdadera felicidad sólo aparece como efecto secundario no buscado al reducir, en lugar de acrecentar, nuestro apego y nuestra identificación con lo personal. Por esta razón Blavatsky dijo que “el Ocultismo no es la búsqueda de la felicidad tal como el hombre la entiende; pues el primer paso es el sacrificio y el segundo la renuncia” (Blavatsky, Collected Writings, 8:14). K.H. estaba de acuerdo con eso cuando escribió: “Nosotros, los Hermanos criticados y malinterpretados, intentamos que el hombre sacrifique su personalidad, que es un destello transitorio, por el bien de la humanidad entera” (Barker and Chin, 222).

Los Mahatmas Teosóficos nunca harían caso a los deseos personales. Durante los primeros tiempos de la Sociedad Teosófica, algunos miembros que malinterpretaron completamente la naturaleza de los Mahatmas hacían peticiones personales a HPB para que se las transmitiera. Blavatsky explicó en una carta: Ni por un momento los Maestros se rebajarían a prestar atención a cuestiones individuales o privadas que tuvieran que ver con una ni con diez personas, con su bienestar, sus congojas o sus dichas en este mundo de Maya [ilusión]; no la prestarían a nada que no fueran cuestiones de importancia verdaderamente universal. Son ustedes los teósofos los que han arrastrado hasta sus mentes los ideales de nuestros Maestros; son ustedes los que inconscientemente y con la mejor de las intenciones y total sinceridad en su buen propósito Les han profanado al pensar por un sólo instante que Ellos iban a preocuparse por los negocios que ustedes tienen, los hijos que van a tener, las hijas que van a casar, las casas que ustedes van a construir, etc. etc. (Jinarajadasa [1923], iv; el subrayado está en el original).

Y sin embargo, ésta es la clase de cosas de las que se ocupan los Maestros Ascendidos. Incluso enseñan supuestas maneras de disolver karma desagradable, cosa a la que los Mahatmas teosóficos se oponían rotundamente. K.H. escribió: “Tengan en cuenta que la mínima causa producida, por inconsciente que sea, y por el motivo que sea, no puede deshacerse, ni sus efectos pueden desaparecer de su trayectoria, aunque se juntaran millones de dioses, demonios y hombres para ello” (Barker and Chin, 77-78)

Los Maestros Ascendidos se presentan como padres cósmicos que cuidarán de los problemas de sus seguidores. Por el contrario, el Mahatma M. Dijo: “Somos líderes, y no niñeros” (Eek, 605). Los adeptos son fuerzas impersonales y universales y responden sólo a aquellos que se desarrollan en dicha dirección: Aunque toda la humanidad está presente en la visión mental de los mahatmas, no se puede esperar que se fijen en cada uno de los seres humanos, a menos que alguno de ellos, por sus actos especiales, atraiga su atención particular sobre sí.
Su ocupación especial es el interés de la humanidad como un todo, pues están identificados con el Alma Universal que está presente en la Humanidad y aquél que llame su atención lo debe hacer a través de esa Alma que todo lo impregna. (Blavatsky, Collected Writings, 6:240)

Los Mahatmas no comunican indistintamente con la gente que no es capaz de darse cuenta de la ilusión del yo personal, o con los que se dejan dominar por deseos, miedos y ambiciones: Trabajan en este plano a través de dos clases de agentes: los directos y los indirectos. Cualquier persona sincera y altruista que trabaje en la línea del trabajo del Maestro puede recibir su inspiración aún sin saberlo. Sus agentes directos son sus discípulos aceptados, que trabajan de manera consciente con los Maestros. (Codd, [2000], 9)
Su influencia siempre está a la disposición de aquellos que actúan con altruismo y compasión, incluso sin ser conscientes de ello. Tal como K.H. le escribió a Annie Besant: “en ocasiones favorables, lanzamos influencias elevadas que alcanzan a varias personas de distintas maneras” (Jinarajadasa [1988], 1…123-24). Por lo tanto, cualquier acto filantrópico que realicemos puede que forme parte del trabajo del Maestro. Sin embargo, sólo los discípulos aceptados tienen una relación consciente y personal con ellos. Las cualidades morales y espirituales necesarias para ser un discípulo aceptado son muy profundas y muy exigentes, y muy pocos humanos tienen el nivel de madurez espiritual para conseguirlo. (Para una descripción de dichas cualidades, ver A los pies del Maestro y Luz en el Sendero).
¿Quiénes son los Maestros Ascendidos?

Entonces, ¿quiénes son esos Maestros Ascendidos que comunican con miles de canales en el mundo?. No podemos estar seguros. Pero para entenderlo es necesario darse cuenta de que los planos internos están habitados por toda clase de entidades (elementales, formas de pensamiento, personas fallecidas, personas vivas cuyos cuerpos están dormidos, etc.). Muchas de esas entidades se divierten haciéndose pasar por Maestros, santos u otras figuras históricas importantes. (Para leer más sobre este tema, consultar El Plano Astral y el panfleto titulado Dificultades de la clarividencia, ambos escritos por Charles W. Leadbeater). Incluso a comienzos de la ST, médiums y gente receptiva empezaron a canalizar mensajes de falsos Mahatmas. Por ejemplo, después que una persona receptiva llamada Oxley declarara que K.H. le había “visitado dos veces ‘en forma astral’ y... que había tenido una conversación con el Sr. Oxley”, el Mahatma tuvo que pedirle a su discípulo Djual Kool que escribiera al Sr. Sinnett diciéndole lo siguiente: “A quien vio el Sr. Oxley, y con quien conversó en el momento mencionado no era Koot Hoomi” (Barker and Chin, 253).
En otra ocasión, había un médium que afirmaba estar en contacto con personajes como Jesús, Juan Bautista, Hermes y Elías. En una carta que escribió al Sr. Sinnett hablando de esta clase de comunicación psíquica, K.H. escribió: “Misterio, dirá usted, misterio. Ignorancia es la respuesta; la creación de aquello en lo que creemos y queremos ver” (Barker and Chin, 109).
Debemos tener en cuenta que ese “Mundo Psíquico de percepciones suprasensoriales y de visiones engañosas, el mundo de Mediums ... es el mundo de la Gran Ilusión” (Blavatsky, [1992], 75-76).

En ese reino, diferentes entidades pueden asumir cualquier forma según lo que hallan en la mente del vidente. Se necesitan profundos poderes de clarividencia, un entreno largo y una madurez espiritual fuerte para que dichas entidades no nos engañen, porque El más leve cumplimiento de un deseo ahí [en el plano psíquico] toma cuerpo y forma. Esa forma de pensamiento puede ser animada por un espíritu de la Naturaleza... y entonces aparecer como un ángel de luz que nos cuenta exactamente lo que queremos oír. CWL [i.e., Leadbeater] siempre nos avisó para que estuviéramos alerta de cualquier visión o de cualquier voz que pudieran halagarnos. (Codd, [1988], 66).

Para corroborarlo, Blavatsky cuenta un sugerente hecho histórico. En 1889, escribe: Hace catorce años, antes de que se fundara la Sociedad Teosófica, todas las charlas [de médiums] trataban de “Espíritus” ... y a nadie se le ocurrió ni por casualidad hablar de “Adeptos”, “Mahatmas” o “Maestros” vivientes. ... actualmente, todo esto ha cambiado. Desafortunadamente, los teósofos fuimos los primeros en hablar sobre estos temas..... y ahora el nombre es de uso común ...No hay casi ningún médium que no haya afirmado haberlos visto. Cualquier Sociedad embaucadora y falaz hoy en día asegura, con fines comerciales, que está guiada y dirigida por “Maestros” que a menudo parecen estar mucho más elevados que los nuestros! (Blavatsky [1987], 301-302).
A muchas personas con ideas espirituales les cuesta creer en la idea de los Maestros Ascendidos, pues no ven en ellos más que un resurgimiento de los dioses tribales de la antigüedad. Esperemos que este artículo sirva para eliminar algunas falsas ideas. (Quest, verano 2011.)

Referencias:

BARKER, A. T., and Vicente HAO CHIN Jr., eds. The Mahatma Letters to A.P. Sinnett from the Mahatmas M. and K.H. in Chronological Sequence. Adyar:
Theosophical Publishing House,1998.
BESANT, Annie. The Masters. Adyar. Theosophical Publishing House,1985.
BLAVATSKY, H.P. Collected Writings, 15 vols. Wheaton: TheosophicalPublishing House, 1977-91.
---- . The Key to Theosophy, London: The Theosophical Publishing House, 1987.
----. The Voice of the Silence. Wheaton: Theosophical Publishing House, 1992.
CODD, Clara. The Way of the Disciple. Adyar: Theosophical Publishing
House, 1988.
----. Theosophy as the Masters See It. Adyar. Theosophical Publishing
House, 2000.
EEK, Sven, ed. Damodar and the Pioneers of the Theosophical Movement. Adyar:
Theosophical Publishing House, 1965.
HANEGRAAFF, Wouter J., et al. Dictionary of Gnosis and Western Esotericism.
2 vols. Leiden: Brill, 2005.
JINARAJADASA, C. Early Teachings of the Masters, Chicago: Theosophical Press, 1923.
----. Letters from the Masters of the Wisdom. 2 vols. Adyar: Theosophical Publishing House, 1988, 2002.



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