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sábado, 20 de febrero de 2016

Programa 2 -La Jerarquia, Caravana hacia Shamballa

PROGRAMA 2  DE "CARAVANA HACIA SHAMBALLA", DEDICADO A LA JERARQUÍA ESPIRITUAL. https://youtu.be/3KGh2VQmsmY
Os invito a que veáis y oigáis este segundo programa, no porque lo hayamos hecho nosotros que es totalmente secundario, sino porque independientemente de las enseñanzas que podamos compartir, todo el programa nos induce a la relajación y a la paz y a la reflexión.
Publicado el 19 feb. 2016
Segundo programa de la serie Caravana hacia Shamballa, titulado la Jerarquía. Programa conducido por Paco Ortíz y Loli Bermúdez, también colaboran Ana Castro y Jesús Jurado.
Reflexiones. La Jerarquía es una ley evolutiva Jerarquía en el Universo, Naturaleza, Sociedad … ¿Cómo entiende el ser humano el concepto jerárquico?
Hojas del Jardín de Morya. La Llamada, af 320. “Conoce el carácter insondable de la creación eterna. La Forma informe, el Sonido insonoro. Contempla la alegría de la creación y regocíjate ante la Sabiduría del Creador. La Gloria del Ser Eterno irradia en las estrellas y Su Poderío se ve simbolizado en las más altas cimas de la Tierra”.
Programa 2 -La Jerarquia, Caravana hacia Shamballa

miércoles, 17 de febrero de 2016

12. Festival de Piscis

ESTUDIO SOBRE LA CREACIÓN DE FORMAS MENTALES

ESTUDIO SOBRE LA CREACIÓN DE FORMAS MENTALES

Como se especifica en el título, aportamos un documento de estudio para el que lo quiera realizar. Se lo he pedido a un amigo y compañero que tengo la seguridad de que está muy bien documentado. (E.M.M,)
Los seis primeros párrafos, a partir de aquí, son míos y simplemente intento clarificar qué es una forma mental.
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Hablando con la mayor simplicidad posible y desde mi entendimiento diría que una forma mental es:

Un organigrama, un proyecto, un croquis, de una obra beneficiosa para toda la humanidad y que determinamos que se cumpla, que se materialice.

Podríamos decir que la creación de formas mentales es “magia”.

Las formas mentales correctas son las que se realizan con respeto absoluto a todas las leyes divinas, con olvido de nosotros mismos y siempre para el bien común, para el cumplimiento del plan de dios en la tierra. Digamos que esta es la auténtica magia blanca.

Todo lo que se salga de estos cánones no formaría parte de la magia blanca y en nada beneficia a la humanidad. Todo lo que se hace con egoísmo, pensando en el yo separado, no es magia blanca. Todo lo que haga para satisfacer los deseos del  yo separado, para tener riquezas y satisfacciones personales, no es magia blanca.

Ana Castro Valle.

Tema de estudio:

Si la conciencia es el resultado de la relación consciente entre el espíritu y la materia, el lenguaje, que es su vehículo, ha de serlo entre la idea y el pensamiento, pues al hablar nos expresamos a través de un conjunto de actitudes, gestos y tonos de voz que matizan lenguajes diferentes para cada circunstancia. Así pues, el espíritu es a la materia como la conciencia lo es al lenguaje.

Lo espiritual constituye la polaridad positiva o propósito, lo material es su reflejo o polaridad negativa, mientras que la conciencia es la capacidad de hacer, y esta conciencia se manifiesta en forma de luz porque conecta lo espiritual-positivo con lo material-negativo, y toda luz es un fenómeno electromagnético que se manifiesta en dos cualidades, la de atraer y la de repeler.

Cuando un propósito humano es realizado, su ejecutor emite una onda electromagnética como resultado del contacto entre las dos polaridades, y toda forma mental es un impulso electromagnético manifestado a través del lenguaje.
Podríamos, pues, enumerar cuatro estados en el proceso de la construcción de una forma mental correcta:

1º.- Desarrollo de la capacidad de observar sin argumentar.
Porque la observación pura exige absoluto silencio de pensamientos, sentimientos y actos. Ello propicia la captación de esa luz inmaterial en estado puro y su primera materialización en la forma de un pensamiento, en el que la emoción no existe. Es la comprensión de qué es lo que hay que hacer en el presente para que se realice el futuro, pero utilizando las estructuras que proporciona el pasado. No estamos tratando de crear formas mentales en el plano mental, sino hacerlo desde el plano físico. Es la capacidad de definir en el momento oportuno.

2º.- Estructurar el pensamiento a través del lenguaje.
Supone el aprendizaje de un lenguaje sin deseo ni candidez. Es la pronunciación de un sonido sin color. Constituye la primera materialización de aquella luz en formas elementales tales como protones y electrones, todavía no organizados en átomos. Es la capacidad de argumentar sin justificarse, lo que supone que el yo está ausente en lo que se habla.

3º.- Permitir que el pensamiento atraiga al deseo.
(“Dejad que los niños se acerquen a mi”).
Una vez que ha sido completado, el pensamiento recién nacido desea manifestarse y lo hace a través de las sustancias sensitivas del cuerpo astral. Es desear realizar lo argumentado.

4º.- Adoptar una actitud.
Actitud que se expresa en el plano físico utilizando los instrumentos del lenguaje, tales como la palabra, el gesto y la manera de hacer las cosas. Es la capacidad de hacer lo deseado.

Podemos llegar, quizás, a establecer una conclusión respecto del por qué nos reunimos y asociamos, pues tenemos el reto y la responsabilidad de que las formas resultantes de nuestras relaciones se deban a alguno de los lenguajes con los que nos expresamos y que en el abrazo de la despedida queden fijadas en el lugar de reunión unas formas mentales de tal pureza que atraigan al deseo y este incite a actuar, pero en este orden y sin faltar ingredientes, pues si nuestra mayor capacidad consiste en argumentar justificándonos o describiendo a nuestro yo, a partir de aquí todo lo que hacemos queda incompleto.

Esta podría ser la base de la libertad que produce la liberación de las formas incompletas, porque o bien carecen de espíritu y no disponen de la suficiente energía como para atraer a la materia necesaria, o bien poseen una estructura material que, por ser copia de otras, carece del correspondiente propósito espiritual y permanece eternamente en la oscuridad, pues todo aquello que persiste y existe incompleto provoca la angustia, institucionaliza el egoísmo y sume en la ignorancia, por lo que es la causa de la separatividad.

Es posible que, de esta manera, iniciemos en grupo  el establecimiento de la fraternidad porque persistamos en el intento de actuar intuitivamente, pues entre espíritu y materia no existe la lucha, sino la hermandad.

Textos de estudio
--MAGIA BLANCA  – pg 123 y siguientes
El discípulo fracasa por no saber expulsar el resultado de su meditación, convirtiendo sus formas mentales en muertas 
… son muchos los que desean y pocos los que piensan  (mucho color y poco sonido)
--FUEGO CÓSMICO - pg 490
Cuando la forma se materializa en el plano físico, se separa de su creador pero continua siendo vitalizada por éste hasta que se adecúe exactamente a su propósito
(si no se materializa, continuará demandando energía de su creador “alma en pena”)
--VICENTE BELTRÁN en una conferencia
Cuando el hombre logra controlar los devas de los tres planos de su propia naturaleza, puede entonces trabajar con las naturalezas de otros seres sin peligro para ambos.
--VBA:  MISTERIOS DE SHAMBALLA
El lenguaje universal se forma con la sustancia búdica resultante de la cooperación humano-dévica, pero el ruido del actual lenguaje humano aleja a los devas que han de introducir la armonía en los ambientes sociales
--DOCTRINA SECRETA
La armonía es el resultado del silencio humano y de la palabra dévica, cuando no es así se produce el ruido del lenguaje humano.
 --FUEGO CÓSMICO pg 697 y ss
Al hablar expresamos un pensamiento y un deseo, ello atrae sustancia atómica que por la energía del pensador se condensa adoptando formas y afectando a otros seres humanos en distintos planos y al reino animal produciendo la bondad o la ferocidad, la naturaleza agradable o las catástrofes, plagas, hambre, …
... Existen dos energías o rayos que permiten el contacto humano-dévico, son las del 7º y 3º a través de la realización u objetivación utilizando la inteligencia. (si no hay objetivación, la forma mental está muerta)

--ANNIE BESANT.-ESTUDIO SOBRE LA CONCIENCIA pg 92
Hay que distinguir entre los cuerpos y las formas, tanto astrales como mentales. Los cuerpos son las envolturas que actúan directamente sobre el físico y sin vida propia, mientras que las formas tienen vida propia e independiente.
 --DOCTRINA SECRETA  tomo 3 pg 128
La acumulación de formas mentales muertas hacen mediúmnica a una persona, siendo normal que pierda su “gracia” al controlar la emoción, ya que ese estado se sirve de ella.
(una forma mental se califica como muerta porque carece de realización física, por lo que permanece viva en planos no físicos absorbiendo energía de su creador hasta que se transforme en acción física)
--FUEGO CÓSMICO pg 765 y ss
Ante todo se ha de retener la idea el tiempo suficiente para que sea registrada fielmente por el cerebro físico… se inicia así una actividad en materia mental … vitalizada por medio del deseo … y adquiere vida, aunque todavía es nebulosa …
… debe mantenerse cuidadosamente el equilibrio entre materia mental y astral y no permitir que la imaginación asuma proporciones indebidas …
…cuando llega a los niveles etéricos se disocia de su creador y se exterioriza al fin.
(si no llega a exteriorizarse es una forma muerta)
--FUEGO CÓSMICO pg 768 y ss
Cuando el creador retira “la luz de su faz” se produce la muerte de la forma mental.
Gran parte de las personas son ineficaces porque nada monopoliza su atención, disipan su energía … se ocupan superficialmente de todo lo que se interpone en su camino, ninguno de sus pensamientos adquiere una forma apropiada ni son debidamente energetizados… están rodeados por una densa nube de formas mentales semiformadas y en desintegración y por nubes de materia energetizada parcialmente y en proceso de disolverse.
… las corrientes que emanan de la mayoría de la gente son de un orden tan inferior que las formas mentales nunca llegan a actuar independientemente, excepto por medio del trabajo grupal acumulativo.
--FUEGO CÓSMICO pg 771 y ss
 … una de las causas más frecuentes de las dificultades surgidas en el trabajo grupal y la consiguiente interrupción de la afluencia de fuerza del maestro, se funda temporariamente en el mal uso del lenguaje, mientras tanto el canal del plano mental se obstruye.
(y las formas mentales así creadas poseen mayor cantidad de sustancia astral que mental, son incompletas)
… en el plano físico se nos conoce por lo que hablamos, por nuestra parquedad, por las cosas que decimos y por las que no decimos y se nos juzga por la calidad de nuestra conversación …
… quienes tratan de aprender el lenguaje oculto … deben olvidar el modo en que empleaban las palabras y abstenerse de hablar por el método ordinario. Entonces el nuevo lenguaje será suyo y las nuevas expresiones,  palabras,  mantras y fórmulas serán puestas bajo su custodia.


domingo, 7 de febrero de 2016

EL ESTUDIO DEL SIMBOLISMO (Por Alice A. Bailey) Publicado en The Beacon, edición de abril de 1939

EL ESTUDIO DEL SIMBOLISMO  (Por Alice A. Bailey)
Publicado en The Beacon, edición de abril de 1939



Un símbolo puede definirse como el signo externo y visible de una potencia interior y espiritual. Es, literalmente, una exteriorización de fuerzas o energías, la forma objetiva que una idea, existente en la Mente Universal, ha construido para sí misma. A través de esta forma pueden expresarse la cualidad y el propósito de la idea latente y por medio de la forma simbólica, aquellos que han desarrollado la percepción intuitiva pueden interpretar los planes y proyectos de esa gran Vida en la cual vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser.

Los símbolos se dividen en tres grupos principales, aunque por supuesto, hay muchas menores y posibles diferenciaciones. Estos son:

1. Todas las formas objetivas se encuentran en los cuatro reinos de la naturaleza. Todas ellas son, sin excepción, los medios exteriores y materiales para la expresión de las múltiples energías y potencias que, en conjunto, forman el cuerpo de manifestación del Agente creador del mundo. En relación con esta primera categoría de formas y símbolos, la ciencia está interesada y aprendiendo mucho de la mecánica y de la naturaleza del mundo material. Cuando el concepto de una Deidad antropomórfica dé lugar a la de un Dios inmanente en Su Creación, tendrá lugar una comprensión amplia y general del simbolismo que sustituirá a la actual ignorancia. Entonces todas nuestras líneas de investigación actuales, todo nuestro trabajo científico y de laboratorio, así como todas las diversas ramas de la educación formarán parte de la importante Ciencia del Simbolismo.

2. Símbolos básicos y reconocidos que son universalmente conocidos. Ejemplos de estos son la Cruz, el Triángulo, la Esvástica y la Rosa. A lo largo de los siglos, la humanidad ha construido símbolos para expresar y representar los procesos y eventos cósmicos y para describir el método y la naturaleza del alma humana y su evolución. Estas formas simples, cuando se interpretan correctamente, demuestran ser compendios y signos breves que mantienen ocultas las verdades que la vasta literatura de todas las religiones del mundo se ocupa de interpretar. Esta facultad creadora está en el hombre, lo que le lleva de esta manera a geometrizar, es la garantía de su relación con Dios y una demostración de su naturaleza divina latente.

En la primera clase de símbolos tenemos al Creador geometrizando, produciendo el mundo natural, un mundo que muestra las fuerzas y potencias subjetivas. En la segunda clase (que también puede incluir los ritos y ceremonias de todas las religiones y de la masonería), tenemos el intento del hombre para construir un mundo de formas que le manifestará las verdades fundamentales sobre las que está fundado el universo.

3. Por último, están los símbolos que se pueden descubrir por aquellos que tienen suficiente visión mental y concentración, los cuales se encuentran en la naturaleza de los símbolos arquetípicos. Solamente se hallan en el reino de la mente y son las formas primarias, creadas por aquellos que trabajan como almas y en forma totalmente subjetiva. Este aspecto de la simbología es relativamente nuevo para el público general. La razón de esto es que sólo aquellos que tienen un cierto grado de contacto con el alma, o que están empezando a tomar conciencia de su naturaleza subjetiva y espiritual, pueden descubrirlos. Sólo los que están aprendiendo que son almas funcionando por medio de una forma externa y simbólica, pueden entrar en contacto con estos símbolos y llevarlos a la manifestación para que los demás puedan llegar a ser conscientes de su existencia.

A medida que la raza avanza hacia una creciente espiritualidad, podemos esperar el correspondiente aumento en el reconocimiento de estas formas subjetivas. Poco se conoce hasta el momento su verdadero significado, y gran parte del trabajo interpretativo debe permanecer por algún tiempo especulativo, pero ciertas sugerencias en cuanto a su significado pueden ser correctas.

1. Son las formas que, en el vasto reino de la actividad mental, encarnan las enseñanzas de la Nueva Era, además de las verdades del pasado. Es significativo que mientras el mundo está transitando hacia un nuevo signo astronómico y una nueva raza está surgiendo en América del Norte, Nueva Zelanda y Australia, esté despertando el interés activo en el simbolismo. En los dos últimos siglos se ha visto el rápido desarrollo de la mente en toda la humanidad y esto ha provocado necesariamente un contacto más general con estas formas arquetípicas, que sólo se encuentra en los niveles mentales.

2. Son las formas, en algunos casos, de los seres, de los ángeles, de las fuerzas, los principados y potestades, o una expresión auténtica de esas formas que cualquier intérprete particular es capaz de traer a la conciencia física.

3. Son las formas a través de las cuales trabajan las potencias y fuerzas de las siete corrientes principales de energía divina, las emanaciones y rayos, antes de la inauguración de una nueva raza y de una naturaleza nueva. Razas, civilizaciones, continentes, cada uno con sus diferentes características físicas, han venido y se han ido y todos ellos han surgido, según dice la Sabiduría Eterna, de la Mente Universal a la existencia objetiva. Pasan del reino de la mente al del deseo, y de allí a la actividad física. Los pensamientos son cosas. Las ideas toman forma, pues, como dice Plutarco (De Placit Philos), "Una idea es un Ser incorpóreo, que no tiene subsistencia por sí mismo, pero da figura y forma a la materia sin forma y se convierte en la causa de la manifestación". Muchos de estos símbolos son las formas mentales que se encuentran detrás de las formas físicas externas.

Siempre se han visto en la naturaleza símbolos físicos de las potencias interiores. Pero sólo en esta quinta subraza de la raza Aria, en la que la mente ha adquirido importancia y la triple personalidad del hombre (mental, emocional y físico) ha sido coordinada, ha sido posible ponerse en contacto con estas formas mentales y las formas simiente que finalmente florecerán en el mundo físico de la raza, la civilización y el continente venideros.

4. También existen aquellas formas simbólicas por medio de las cuales los Hermanos Mayores de la raza, los Maestros e Iniciados, enseñan a Sus discípulos los hechos de los procesos creativos, las leyes que rigen el desarrollo evolutivo del Alma del Mundo y del alma individual, y mantienen en secreto esos misterios (contenidos en el Plan divino), que deben permanecer ocultos a los que hasta ahora sólo están influidos por su naturaleza emocional o de deseos, y a los que por lo tanto no se les puede confiar el conocimiento que estos símbolos. Por lo tanto, muchos símbolos son los custodios de nueva y, con frecuencia, peligrosa información. Contienen, para los que tienen la clave, las fórmulas por medio de las cuales pueden ser contactadas yutilizadas las energías y utilizado el mundo de las fuerzas para la perfección del plan divino. Son el medio por el cual los Maestros pueden enseñar a aquellos que están listos para tal conocimiento y al mismo tiempo salvaguardar las verdades de la revelación del desenvolvimiento del mundo, de aquellos que utilizan el conocimiento para fines egoístas y materiales.

Por lo tanto, no se puede sobre enfatizar la importancia de un estudio de la simbología, pero se debe llevar adelante un estudio de la misma a lo largo de líneas sensatas y precedido de la debida preparación. El estudiante de simbología debe poseer una percepción mental aguda y estar libre de prejuicios y teorías; debería tener también el entrenamiento de carácter general que encuentra su consumación en las palabras de Cristo Mismo, "Los puros de corazón verán a Dios". Pureza de la vida y de la motivación, una naturaleza emocional controlada, servicio desinteresado y el cuidadoso entrenamiento del intelecto son los principales requisitos previos para esta nueva ciencia de la simbología. A esto hay que añadir finalmente el desarrollo de la intuición y de la percepción espiritual de modo que se pueda captar el significado del símbolo y pueda ser aprehendido el propósito para su existencia.

Por lo tanto, el estudio del simbolismo es una forma de meditación y aquí pueden aplicarse fructíferamente las normas que rigen la meditación exitosa. En uno de los más antiguos tratados de meditación del mundo (Los Yoga Sutras de Patanjali) se destacan cuatro etapas.

En primer lugar, dice Patanjali, debe haber una consideración de la forma. Esto implica un reconocimiento de la línea y del diseño y de la estructura total del símbolo. Su figura y forma, con las formas de los componentes auxiliares, son captados por el ojo. Esta es la primera etapa y la menos importante, y para el estudiante con experiencia no tiene más importancia que la que pueda tener la forma y el número de palabras y párrafos de un libro que es objeto de estudio. Sin embargo, cuando se ha reflexionado sobre la forma, comienza a surgir la realización de que ésta no es más que un símbolo de una realidad interior.

En segundo lugar, debe haber un reconocimiento de la cualidad o naturaleza de la forma. ¿Cuál es la energía subjetiva que expresa? ¿Cuál es la cualidad de la fuerza que parece fluir a través de ella? ¿Cuál es la emoción que el símbolo despierta en el estudiante? Aquí es de valor citar las palabras de este antiguo maestro, cuando dice: "Estas formas son conocidas o no, de acuerdo a las cualidades latentes en la conciencia perceptiva. La incapacidad para interpretar o comprender algún significado en el símbolo indica carencia y deficiencia en el estudiante. Cada ser humano es una potencia espiritual o alma que se expresa a través de una forma que constituye un símbolo de su etapa de desarrollo y del poder de manifestación. Esta alma posee un medio de expresión en el plano de la mente y luego pasa al plano de la emoción o deseo por el que se expresa su peculiar cualidad. A este respecto es interesante señalar que, en términos generales, podemos juzgarnos por la cualidad que emana de nosotros y no por nuestra apariencia física. La gente nos gusta o no debido a su carácter cualitativo. Esta idea es la que surge al estudiar un símbolo y es aquí donde el color juega su parte.

El tercer requisito es aún más subjetivo, y es en este aspecto que los símbolos se utilizan principalmente en la formación de los discípulos. De un estudio de la forma y la consideración de la cualidad, se llega seguidamente al propósito, al motivo y a la idea que el símbolo ha mantenido oculto. A medida que el estudiante se concentra en la importancia de la idea, llega a ser consciente de ese mundo arquetípico que es el patrón de todas las cosas manifestadas, y que él, como discípulo, tiene que entender si quiere cooperar inteligentemente con el Plan. Llega a un conocimiento de esa parte del plan que es el factor motivador en la forma del símbolo. Así, a través de la parte se puede entrar en contacto con el Todo y producirse una expansión de la conciencia.

La etapa final se ha llamado la de la identificación. Uno llega a ser uno con el símbolo; comparte su cualidad, participa de su propósito y a través de estas etapas llega a ser una unidad con el Creador de todas las formas. Esta es una etapa difícil de definir, solamente puede ser comprendida por el hombre que ha apreciado el hecho de que él mismo es un símbolo que expresa una cualidad, y está animado por un propósito que está en conformidad con la Deidad misma. Se convierte en un alma consciente, una parte corporativa del Alma del mundo y se encuentra unido con el alma que anima todas las formas y símbolos.


Si estas ideas se meditan y se aplican al estudio de los símbolos, el estudiante gradualmente entrará en posesión y uso de un mecanismo subjetivo interno de interpretación que denominamos con los insatisfactorios términos de "intuición" o "percepción espiritual". Los símbolos tienen el propósito de desarrollar este mecanismo en el estudiante y su uso abrirá para él un nuevo mundo de fuerzas, otra dimensión y le revelará las maravillas de ese quinto reino de la naturaleza que llamamos el reino de Dios, o el Reino de los Cielos.

miércoles, 3 de febrero de 2016

DIOS Y EVOLUCIÓN.- D.K. (A.C.V.)

INICIACION. Enseñanzas del Maestro D.K. “El Tibetano”

INICIACION.
Enseñanzas del Maestro D.K. “El Tibetano”



El hombre da literalmente el primer paso en el reino espiritual, saliendo del reino puramente humano, para entrar en el superhumano. Entra en la vida del espíritu y, por primera vez, tiene el derecho de llamarse “hombre espiritual”, en el significado técnico de la palabra. Entra en la quinta etapa, la última, de nuestra actual quíntuple evolución.

Cada iniciación indica el paso del estudiante por el Aula de la sabiduría hacia un grado superior y además el claro resplandor del fuego interno y la transición de un punto de polarización a otro;  implica la comprensión de la creciente unidad con todo lo que vive y la esencial unicidad del yo con todos los yoes; da por resultado un horizonte que se ensancha continuamente hasta incluir la esfera de la creación, o la creciente capacidad de ver y oír en todos los planos. Es poseer una acrecentada conciencia de los planes de Dios para el mundo y la capacidad de desarrollar dichos planes. Es el esfuerzo de la mente abstracta para aprobar un examen. Es figurar en el cuadro de honor de la escuela del Maestro, dentro de la realización de esas almas cuyo karma lo permite y su esfuerzo es suficiente para alcanzar la meta. La iniciación conduce al monte en que se puede obtener la visión; la visión del Eterno Ahora, donde el pasado, el presente y el futuro existen como uno.

La iniciación conduce a esa corriente que, cuando se ha penetrado en ella, arrastra al hombre hasta llevarlo a los pies del Señor del Mundo, a los pies de su Padre en los Cielos, a los pies del triple Logos. Lleva a través del Aula de la Sabiduría y pone en las manos del hombre, en forma gradual, la clave de toda información cósmica y del sistema. Revela el misterio oculto subyacente en el corazón del sistema solar. Conduce de un estado de conciencia a otro. A medida que entra en cada estado, el horizonte se ensancha, la vista se extiende y la comprensión es más incluyente, hasta que la expansión alcanza el punto en que el yo abarca todos los yoes, incluso todo lo móvil e inmóvil, según una antigua escritura.

La ceremonia de la iniciación señala un punto de realización, pero no la realización que a menudo se cree sino simplemente la que los Instructores que vigilan a la raza, reconocen como una etapa definida en la evolución alcanzada por el discípulo, la cual proporciona dos cosas:

Una expansión de conciencia, que permite a la personalidad penetrar en la sabiduría lograda  por el Ego, y en las iniciaciones superiores, en la conciencia de la Mónada.

Un breve período de iluminación, donde el iniciado ve la parte del sendero que debe hollar y también participa conscientemente en el gran plan evolutivo.
La iniciación es algo estrictamente personal, pero de aplicación universal. Depende de su realización interna. El iniciado sabrá por sí mismo, sin que nadie se lo diga, cuándo tiene lugar el acontecimiento.
Es muy posible que el hombre actúe también en el plano físico, y se dedique activamente a servir al mundo sin guardar recuerdo alguno de haber pasado por el proceso iniciático; no obstante, puede haber recibido en una vida anterior la primera o la segunda iniciación.
Un hombre puede agotar cierto karma y llevar a cabo algún trabajo par la Logia si está libre de preocupaciones esotéricas e introspecciones místicas durante una vida terrena.
Además debe equipar su cuerpo mental, para ser un expositor y trasmisor y no un factor obstaculizante como hasta ahora. Análogamente, debe desarrollar una actividad grupal y aprender a trabajar coordinadamente con otras unidades. Esto es lo principal que el hombre debe lograr en el sendero de la iniciación, y cuando ha trabajado sobre ello, encontrará el Camino, lo verá con claridad y entonces ingresará en las filas de los Conocedores.
La iniciación constituye un gran experimento que nuestro Logos planetario lleva a cabo durante esta ronda. En las rondas anteriores y quizás en las posteriores, el proceso seguirá la ley natural.... Este proceso es optativo y el hombre puede -si así lo elige- seguir el proceso normal y emplear eones para efectuar lo que algunos han preferido realizar en un período más breve, por medio de un proceso forzado y autoelegido.
Vencer parcialmente el espejismo y evadir la total esclavitud, impuesta por la ilusión, indican a la atenta Jerarquía que un hombre está preparado para los procesos de la iniciación.
La característica del iniciado es: la falta de interés en sí mismo, en su propio desarrollo y en su destino personal, y todo aspirante que llega a ser discípulo aceptado tiene que dominar los tecnicismos del desinterés.
La iniciación puede ser definida de dos maneras. Es ante todo entrar en un mundo dimensional nuevo y más amplio, mediante la expansión de la conciencia del hombre, para que pueda incluir y abarcar lo que ahora excluye, y de lo cual se separa normalmente cuando piensa y actúa y después introducir en el hombre esas energías características del alma y únicamente del alma - las fuerzas del amor inteligente y de la voluntad espiritual. Estas energías dinámicas actúan en toda alma que ha logrado la liberación.

El concepto de la iniciación grupal debe reemplazar hoy al de la iniciación individual de un aspirante. En el pasado, a fin de introducir la idea de la iniciación en la mente del pueblo, la Jerarquía eligió el método (ahora en desuso) de presentar la perspectiva de la iniciación ante el ansioso discípulo; acentúo inmediatamente desde el comienzo su peculiaridad, su naturaleza compensadora, su ritual y ceremonial y su lugar en la escala de la evolución. Debido a que la realidad de la iniciación ha sido captada por una mayoría y realizada por algunos, es posible revelar ahora lo que estuvo siempre implicado, que la iniciación es un acontecimiento grupal. Si el claro pensar hubiera reemplazado a la egoísta aspiración individual, el hecho de la iniciación grupal habría sido evidente, por las siguientes razones, inherentes o implicadas en toda la situación:

El alma -en su propia naturaleza-es consciente del grupo y no tiene ambiciones o intereses individuales ni está en forma alguna interesada en las metas de la personalidad. El alma es el iniciado. La iniciación es un proceso por el cual el hombre espiritual que mora en la personalidad, llega a ser consciente de sí mismo como alma, con los poderes, relaciones y propósitos del alma. Cuando un hombre comprende esto, aún en pequeña medida, llega a ser consciente del grupo.

Únicamente el hombre, cuyo sentido de identificación comienza a expandirse y a ser incluyente, puede "recibir la iniciación" (como se dice erróneamente). Si la iniciación fuera una realización puramente personal, arrojaría al hombre nuevamente a la conciencia separatista, que está tratando de evadir. Ello no constituiría un progreso espiritual. Cada paso en el sendero de iniciación acrecienta el reconocimiento grupal. La iniciación es esencialmente una serie de reconocimientos incluyentes en expansión.

La iniciación admite al aspirante como miembro de la Jerarquía. Esto involucra, hablando esotéricamente, el abandono de todas las reacciones separatistas de la personalidad, enuna serie de renunciamientos progresivos, que culminan en la cuarta iniciación.
Cuando el iniciado pasa de una iniciación a otra, avanza en el sendero o penetra en el corazón de los Misterios, juntamente con quienes son igual a él, hallándose en la misma etapa de evolución y trabajando para alcanzar la misma meta; entonces se da cuenta que no está solo y que se realiza un esfuerzo mancomunado. En efecto, es la nota clave de un ashrama que condiciona su formación, compuesto de discípulos e iniciados, en diferentes etapas de desarrollo iniciático, que han llegado juntos a su etapa de conciencia ashrámica y seguirán juntos hasta llegar a esa total liberación que se alcanza cuando el plano físico cósmico desciende bajo el umbral de la conciencia o de la percepción sensible, y ya no tiene ningún interés para el iniciado.

Nadie es admitido (por medio de los procesos de la iniciación) en el Ashrama de Cristo (la Jerarquía), hasta el momento en que comienza a pensar y a vivir en términos de relaciones y actividades grupales. Algunos aspirantes bien intencionados interpretan la idea grupal como un mandato para esforzarse en formar grupos -su propio grupo o grupos. Esta no es la idea presentada en la era acuariana, tan cercana hoy; fue el método de acercamiento durante la era pisciana, ya pasada. Ahora el acercamiento es totalmente diferente, no se espera que alguien permanezca en el centro de su pequeño mundo y trabaje para convertirse en el punto focal de un grupo. La tarea consiste en descubrir al grupo de aspirantes al cual debe afiliarse y con el cual debe recorrer el sendero de iniciación, cosa muy diferente y mucho más difícil.

Un ashrama contiene discípulos e iniciados en todas las etapas de desarrollo evolutivo y en todos los rangos y grados; trabajan juntos al unísono, y sin embargo -dentro de sus rangos diferenciados, pues cada grado permanece aislado, aunque unido con los demás- han establecido una armonía propia, codificado su intercambio telepático y comparten un secreto y silencio ocultista que protege los secretos y conocimientos para que no pase de un grado a otro ni lleguen a los que no están preparados. Similarmente, cuando un aspirante procura descubrir en el plano físico a quienes compartirán con él el misterio de su siguiente paso inmediato o expansión demostrada, descubrirá a su propio grupo, hallando que está formado por los que lo han alcanzado su etapa particular de sabiduría y también los que lo dejaron muy atrás. Simultáneamente será atraído a un vórtice de fuerza y a un campo de servicio.

Por lo tanto, aprenderá las lecciones requeridas, de quien debe trabajar en un ashrama, y sabrá comportarse con quienes no pueden compartir con él los secretos que ya conoce, y con aquellos que han penetrado más profundamente que él en los misterios.

La iniciación ha sido frecuentemente presentada como una ceremonia, y he creído necesario contrarrestar fervientemente ese significado erróneo. Sin embargo, si quieren captar lo que tengo que decir, tendrán que recurrir a la comprensión iluminada que posean.
La iniciación es considerada una ceremonia cuando llega a un punto culminante en el proceso iniciático donde la conciencia del discípulo es dramáticamente consciente de los miembros de la Jerarquía y de su propia posición, en relación con la misma. El discípulo hace de esta comprensión un símbolo -sucesivamente y en creciente gran escala- como si fuera una gran ceremonia rítmica de revelación progresiva, en la cual él, como candidato, es el centro del escenario jerárquico.

No quiero significar que las enseñanzas dadas en el pasado por los distintos grupos ocultistas, o en mi libro Iniciación Humana y Solar, son incorrectas, y no relatan con exactitud lo que el candidato cree que tuvo lugar. Trato de explicar que el aspecto ceremonial se debe a la capacidad del discípulo, para construir formas mentales.

El proceso iniciático es en realidad el resultado de la actividad de tres energías:

1. La energía generada por el discípulo, cuando trata de servir a la humanidad.
2. La energía puesta a disposición del discípulo, cuando logra construir el antakarana.
3. La energía del Ashrama jerárquico en el cual está siendo "absorbido" o integrado.

Estas tres energías, cada una con su propio modo de expresión y produciendo sus propios resultados específicos, que complementan o dirigen el proceso iniciático, son evocadas por el mismo discípulo, y su creciente fortaleza y capacidad reveladora dependen ampliamente de su determinación, de su propósito y de su voluntad; de su persistencia y de su integridad espiritual. Por la comprensión de la palabra “proceso” el discípulo descubre el verdadero significado del enunciado oculto: (antes de que el hombre pueda hollar el sendero, debe convertirse en el Sendero mismo". El discípulo descubre cada vez más lo que significa llegar a ser un agente creador, empleando la facultad creadora de la mente y adaptándose acrecentadamente (a medida que crea) al Plan del Creador, el Señor del Mundo.

Períodos de investigación, de sufrimiento, de desapego, de revelación, que producen puntos de fusión, de tensión y de proyección de energía, tal es la historia del sendero de la iniciación.

La iniciación es en verdad el nombre dado a la revelación o nueva visión que impele siempre al discípulo adelante, hacia una luz mayor; no es algo que se le confiere o se le da. Es un proceso de reconocimiento de la luz y la utilización de esa luz a fin de entrar en una luz siempre más clara. El progreso efectuado desde una zona débilmente iluminada, en la manifestación divina, a otra de gloria suprema, es la historia del sendero de evolución.

El reconocimiento de las diversas "luces" en el Camino Iluminado significa estar preparado para la iniciación. El iniciado entre una luz en un sentido peculiar, y ésta compenetra su naturaleza, de acuerdo a su desarrollo, en cualquier etapa en tiempo y espacio, permitiéndole hacer contacto y ver lo que hasta entonces era invisible y, basado en el conocimiento recién adquirido, dirigir sus pasos adelante.

Aquí no estoy hablando en símbolos. Cada iniciación oscurece la luz ya adquirida y empleada, y sumerge entonces al iniciado en una luz más elevada. Cada iniciación capacita al discípulo para percibir una zona de la conciencia divina hasta entonces desconocida, pero cuando el discípulo se ha familiarizado con ella y sus fenómenos, su cualidad vibratoria e interrelaciones excepcionales, se convierten para él en un campo normal de experiencia y actividad. De esta manera (si puedo expresarlo así) "los mundos de las formas vivientes y de las vidas amorfas le pertenecen". Nuevamente la dualidad penetra en su percepción mental, porque ya es consciente de la zona iluminada, por la cual llega a un punto de tensión o de iniciación; mediante el proceso iniciático descubre una zona nueva y más brillantemente iluminada en la cual puede ahora penetrar. Esto no significa que debe abandonar el campo de actividad anterior en el que ha trabajado y vivido, sino que simplemente enfrenta nuevos campos de responsabilidad y oportunidad, pues -por su propio esfuerzo- puede ver más luz, caminar en una luz mayor y aplicar sus facultades más adecuadamente que hasta ahora, dentro de la zona., grandemente ampliada, de las posibilidades.

La iniciación es, por lo tanto, una constante fusión de las luces, a las cuales se penetra progresivamente, permitiendo al iniciado ver más lejos, con mayor profundidad y más incluyentemente.

La iniciación es un progreso en la experiencia y, por su intermedio, el logro de un punto de tensión. Manteniendo ese punto de tensión el iniciado ve lo que está por delante. La iniciación permite entrar progresivamente en la mente del Logos creador. Esta última definición es quizás una de las más importantes que he dado hasta ahora. Reflexionen sobre mis palabras. Por ser la energía la base de todo nuestro mundo manifestado, una iniciación es una condición de la conciencia donde el discípulo plenamente preparado emplea las energías disponibles (en el momento de la iniciación) para producir cambios de naturaleza trascendental y reveladora en la conciencia. Cada iniciación coloca al iniciado en posición de controlar ciertas energías relacionadas, permitiéndole convertirse acrecentadamente en manipulador entrenado de esas energías; cada iniciación le da la comprensión de la energía relacionada y de su campo de actividad; cada iniciación revela la cualidad y el tipo de estímulo que va a ser evocado, cuando es puesto en contacto con determinada energía de rayo; cada iniciación establece relación entre el iniciado y la energía de rayo involucrada, de manera que gradualmente (sin tener en cuenta cuales pudieran ser los rayos a que pertenecen su alma o su personalidad) podrá trabajar con la cualidad o el aspecto creador de todos los rayos, aunque adquiriendo siempre una mayor facilidad para trabajar en su propio rayo del alma y, posteriormente, en el rayo de la mónada, uno de los tres rayos mayores de Aspecto.

Gran parte de quienes leen estas instrucciones y estudian mis libros están en proceso de preparación para recibir una de las iniciaciones, y todo el tema debería serles, por lo tanto, de sumo interés. Deben cerciorarse (por lo menos como tentativa) qué iniciación tienen por delante y luego descubrir todo lo posible sobre la misma y sus requisitos previos, esforzándose por aplicar en forma práctica la información impartida, la cual puede ser verdad o no, y si lo es, tiene vital importancia para el progreso futuro, debiendo procurar cierta medida de comprensión.

La Iniciación no es en realidad esa curiosa mezcolanza de autosatisfacción, ceremonial y reconocimiento jerárquico, como lo presentan los principales grupos ocultistas. Es más bien un proceso de trabajo excesivamente arduo, durante el cual el iniciado se convierte en lo que es. Esto puede encerrar un reconocimiento jerárquico, pero no en la forma generalmente imaginada. El iniciado está acompañado por quienes lo precedieron, y no es rechazado por ellos, sino visto, considerado y estimulado a trabajar.

Esta serie graduada de liberaciones que dan por resultado el logro de una acrecentada liberación de lo que ha quedado atrás en su experiencia, lleva consigo el permiso (dado o endosado por el alma) para proseguir adelante en el CAMINO. Dichas liberaciones son resultado del Desapego, Desapasionamiento y Discriminación. Al mismo tiempo la disciplina fortifica y hace posible el arduo trabajo, requerido para pasar la prueba. Estas cuatro técnicas (pues eso son) van precedidas de una serie de desilusiones que, cuando son comprendidas y captadas, no le dejan al aspirante otra alternativa que seguir adelante hacia la luz mayor.

Quisiera que estudien la iniciación desde el ángulo de la liberación, considerándola como un proceso de libertades alcanzadas con gran esfuerzo. Este aspecto básico de la iniciación, cuando es comprendido por el iniciado, vincula su experiencia en una firme relación con la de toda la humanidad, cuya lucha fundamental es la obtención de esa libertad "por la cual el alma y sus poderes pueden desarrollarse y los hombres liberarse, debido a la libertad alcanzada individualmente".

El iniciado, en su pequeña escala, debe análogamente, aprender a trabajar detrás de la escena, desconocido, ignorado y sin ser aclamado; debe sacrificar su identidad en la identidad del ashrama y sus trabajadores y, más tarde, en la identidad de los condiscípulos que están activos en el mundo de la vida diaria. Inicia las actividades necesarias y produce los cambios requeridos, sin recibir recompensa alguna, excepto la recompensa de las almas salvadas, de las vidas reconstruidas y de la humanidad que ha sido llevada adelante en el Sendero de Retorno.

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