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jueves, 27 de agosto de 2015

LA VERDAD: CUALIDADES ÉTICAS DE QUIEN BUSCA LA VERDAD por Paúl Brunton

LA VERDAD: CUALIDADES ÉTICAS DE QUIEN BUSCA LA VERDAD
por Paúl Brunton


Agradecimidento a nuestra compañera y amiga María Yolanda Quintana que nos ha facilitado el texto.

Enseñanzas para compartir...y meditar...

Paúl Brunton nació en Londres en 1898, escribió trece libros, desde La India Secreta hasta La Crisis Espiritual del Hombre. Por lo general, se le reconoce como quien introdujo el yoga y la meditación en Occidente, era un hombre afable del que emanaba una aureola de benevolencia, murió en Suiza en 1981.

Estos textos están sacados de su obra Ensayos sobre la búsqueda y nos hablan de las cualidades éticas que deberíamos ejercitar o reflexionar.
Las cualidades éticas de quien busca la verdad:

Antiguamente en las Escuelas iniciativas, los hierofantes egipcios comprobaban la dignidad de los candidatos antes de concederles la iniciación, aquellas duras experiencias se dividían en cinco grados ascendentes, cada uno correspondía a un elemento diferente: tierra, agua, aire y espíritu. Al candidato para ser iniciado en los grados esotéricos, los hierofantes los hacían entrar en lugares que ponían a prueba su intrepidez y le hacían sufrir recias experiencias que demostraban su valentía. Pero esas escuelas desaparecieron y con ellas además sus métodos, en realidad no se adaptarían a las condiciones del mundo actual...

Si antes era contraproducente revelar la enseñanza profunda al vulgo sencillo y sin instrucción y de esta manera, destruir su fe en el único apoyo espiritual que podía comprender, es igualmente una falta no revelarla hoy, cuando los sufrimientos inherentes y los cambios educativos hicieron que ese vulgo madurase y se instruyese. En consecuencia, llego el momento en el que el deber sagrado de los estudiantes es revelar cautamente lo que ayudara a sus semejantes en la crisis actual y hacer que estas enseñanzas estén a disposición de todos los que buscan la verdad; pues las eras pasadas de secreto y aislamiento, sirvieron para lo que se propusieron y tocaron a su fin.

En nuestra época, nosotros también somos candidatos, la escuela es la vida...Los hierofantes, son los hombres y mujeres, las circunstancias y situaciones que nos rodean y todas se usaran como señuelo para probar nuestros ideales morales.

A la verdad, no le interesa adular al hombre ni complacer su vanidad, por tanto, comienza el aspecto practico de su disciplina señalándole sus defectos, imperfecciones y negligencias y por último, abriéndole los ojos ante las debilidades, incapacidades y complejos hasta entonces inconscientes o disfrazados. Para avanzar con seguridad por el sendero, un hombre necesita curarse de obsesiones e irracionalidades fanáticas. Tal vez se piense que erradicar los defectos personales, tenga poco que ver con encontrar el verdadero yo, pero esto no es correcto. Estos mismos defectos surgen del falso yo, además la erradicación se le sugiere, no solo para ayudarle a vencer esos conceptos falsos sino también para ayudarle a ser un servidor mejor de la humanidad.

El aspecto practico de esta búsqueda empieza con un lento alejamiento de la vida irreflexiva, un deliberado reordenamiento de los hábitos insatisfactorios, una voluntaria extirpación de los deseos que debilitan o degradan el carácter y un constante autoexamen analítico para descubrir defectos del pensamiento, del sentimiento y de la conducta.

Pues solo si es honrado consigo mismo, si cesa de ocultar sus defectos y empieza a ponerlos bajo la plena luz, tiene posibilidad de realizar un avance concreto en la búsqueda.

Ahora enumeraremos una lista (según la obra de Paúl Brunton) de aquellas cualidades, que necesitamos adquirir o desarrollar en la búsqueda espiritual:

1º- Quien busca la verdad debe aprender, el arte de ser dueño de si mismo en toda clase de circunstancias. El método de vencerse a si mismo es empinado y difícil, pero es esencial para la búsqueda.
2º- También es necesario realizar un esfuerzo paralelo de la voluntad, un abnegado empeño para elevar la acción a un nivel superior.
3º- Que nadie se comprometa en la búsqueda con las falsas esperanzas de una diversión perpetua, pues también se comprometió en una lucha.
4º- Debe estar alerta ante la primera incursión de emociones meramente negativas, depravadamente destructivas o vergonzosamente egoístas, es mas fácil detener la vida de tiernos brotes que de brotes mas maduros.
5º- El ejercitar la calma, es una clara ayuda, esto hace que nuestros juicios sean mas equilibrados y justos.
6º- No efectuara una critica negativa sin realizar, al mismo tiempo, una sugerencia positiva.
7º- No separara el Espíritu y la Materia, la lastimosa creencia de negar la materia lleva a una completa parálisis, pues el intelecto cesaría de moverse, el corazón cesaría de sentir y el cuerpo cesaría de actuar.
8º- El deseo es necesario para la vida humana y los deseos espirituales no extinguen el deseo, sino que solo le dan otra dirección superior.
9º- Debemos apelar a nuestras emociones superiores, no a nuestras emociones mas bajas, la verdad no esteriliza la emoción sino que la espiritualiza.
10º- El débil deseo inicial e automejoramiento, deberá evolucionar hasta se una pasión fuerte y dominante, el aspirante deberá superar lo mejor de si, trascender su propio pasado.
11º- Quien busca la verdad debe disciplinarse para enfrentar los caprichos de la suerte y para superar las vicisitudes de la vida.
12º- Quien no llegue a esta autodisciplina desde dentro, de modo pacifico y voluntario, la tendrá impuesta desde fuera de modo obligatorio y violento.
13º- Al hábito de pensar ordenadamente, deberá añadirle el hábito de pensar desinteresadamente.
14º- El objetivo de quien busca la verdad debe ser retener y sostener sus ideales, cualquiera que sea el medio en que se encuentre, deberá mantener firmemente su integridad moral.
15º- No avanzamos cediendo ante la debilidad que se disfraza de virtud, sino fomentando la fortaleza aunque esta tenga un rostro desagradable.
16º- Es por ello que la búsqueda es solo para los fuertes y compasivos, no para los cobardes, los egoístas o los holgazanes.
17º- Cuando un hombre persevera realmente en esta búsqueda, llegara un tiempo en el que tendrá que asumir una posición heroica en defensa de sus principios morales, en el que deberá negarse a sacrificarlos por un beneficio pasajero.
18º- Necesita estar intelectualmente preparado y emocionalmente purificado antes de que el Yo Superior descienda para iluminar el intelecto y ennoblecer a la emoción.
19º- Debemos aprender a distinguir entre deseos inferiores y superiores, oponernos a unos y aceptar otros, pues el hombre esta encadenado a la tierra por sus muchos deseos y en su búsqueda se dará cuenta que muchos de sus deseos terminan en lamentables cautiverios. la dependencia crea aflicción.
20º- Quien lucha y logra vencer a la naturaleza inferior se llena con la serenidad y el misterio de lo superior.

Si el karma nos puso aquí, en este planeta, lo cual significa que la Sabiduría superior nos puso precisamente aquí, en el momento actual porque éste está cargado de una significación tremenda....Si anhelamos y tenemos la libertad para escoger nuestro propio concepto de la verdad, nuestro deber es adquirir conocimientos para no andar a tientas, ni pasar hambre un día mas, para cuando llegue la madurez, percibir que aquí esta realmente nuestro “Pan de Vida”.

A continuación el autor nos da una guía, para que la reflexionemos:

El candidato deberá empezar con la más humilde opinión de si mismo si algún día ha de terminar con la opinión más elevada. De ningún modo debe caer en el error común de creerse más adelantado de lo que realmente es, pues esto conducirá al fracaso.

El hombre no iluminado no tiene mayor enemigo que su propio ego inferior, como el hombre iluminado no tiene mayor amigo que su propio Yo Superior. No solo la naturaleza inferior es su máxima enemiga, también es su mas sutil enemiga.

Durante el trayecto el aspirante necesitara ser dueño de una anonadada humildad y de una reverencia sumisa. La primera no es necesaria en presencia de los hombres, si no en presencia de Dios; la segunda no lo es en el bullicio del mundo sino en el secreto del corazón. El ego inferior deberá rendirse ante lo superior, no ante otro ego.....

El guru que afirme que con solo desearlo, él puede hacer que otra persona se realice, la esta engañando, el hombre que piensa que poniendo toda su vida en manos de tal guru la realización sobrevendrá un día por si sola sin esfuerzo, lo que va a tener es un cruel despertar.

Un maestro, procura ayudar a su discípulo para que se desarrolle lo que esta dentro de éste, no pretende nada mas.

Buda dijo “Aferraos a la verdad, como un refugio. No busquéis refugio en nadie, aparte de vosotros mismos”

La intuición es algo que no puede comunicarse, sino que debe realizarse personalmente, es eternamente experimental.

Una voz le hablara en su corazón, le guiara de una etapa a otra, de una verdad a otra, de una percepción a otra percepción.

Cuando entendemos que este mundo es una manifestación de la divina realidad misma, entonces esta vida terrena no es enfáticamente una trampa que Satán nos arma, como algunos creen, ni un espejismo creado por una nube, como otros dicen. No es solo algo que importa sino que, por lo contrario, es algo que, a quien encuentra la verdad, le deberá importar más de lo que le importa al materialista.

Solo a través de los procesos de la evolución biológica un espermatozoide crece hasta convertirse en un ser humano adulto y solo a través de los procesos de evolución espiritual un hombre crece hasta convertirse en sabio, las transformaciones rápidas y repentinas no existen.

Cualesquiera que sean las diferencias de actitud metafísica y de practicas externas entre el y los demás, el buscador aborrece las disputas y ama la amistad.

También conserva el recuerdo de las lecciones del pasado, de sus equivocaciones, pero abandona la culpabilidad, queda en paz con el, sabe que esas experiencias le ayudaron a superarse, a mejorar sus defectos y a iniciar una vida nueva y superior.

Llegara a ver su vida pasada como un sueño. El sentido de la proximidad del alma se vuelve real, y para el será una presencia diaria y una realidad continua.

Quien tiene la humildad, la fortaleza y la sabiduría para devolver su voluntad personal a su Yo Superior, con ello brinda la posibilidad de que fuerzas mayores que las suyas le bendigan, inspiren y usen. Quien tenga la valentía para realizar este acto único, jamás lo lamentara, pues sea lo que fuere lo que de él tome, su Yo superior la devolverá mas.

Quien encontró dentro de si al Amado, no teme estar solo, esta siempre gratamente dispuesto a aceptar la compañía, la amistad y el afecto que otros deseen darle, pero podrá vivir sin ellos si el destino ordena que así sea. Alcanzo la sabiduría para bastarse a si mismo en lo interior, que hace lo mejor que puede, a favor de todos los hombres, pero nada espera de ninguno de ellos, trabaja para la vida, pero cuyo corazón poco espera de ella, tampoco de los demás, solo de si mismo espera la felicidad y para lograrla, solo confía en si mismo.

El Yo Superior es realmente nuestro Ángel de la guarda siempre esta a nuestro alcance y nunca nos abandona.

Es nuestro salvador invisible. Pero tenemos que comprender que él, en primer lugar busca salvarnos, no del sufrimiento sino de la ignorancia, que es la causa del sufrimiento.....


miércoles, 19 de agosto de 2015

MAESTROS ASCENDIDOS: MAHATMAS VERSUS MAESTROS ASCENDIDOS (Pablo D. Sender)

MAESTROS ASCENDIDOS: MAHATMAS VERSUS MAESTROS ASCENDIDOS
Pablo D. Sender
Mi agradecimiento a una compañera de camino María Yolanda Quintana, que nos envió este texto y que no se ha publicado en nuestros grupos hasta que no lo he leído. Me fío plenamente de esta compañera pero al ser un tema con el que tengo gran cuidado, he preferido estar segura.
Merece la pena que le prestemos atención y que tengamos una idea clara delo que verdaderamente es un Maestro. (ACV)


H.P.Blavatsky fue la primera en introducir en occidente el concepto de Mahatmas (también llamados adeptos o Maestros). Al principio, hablaba de ellos en privado, pero después de unos años, dos de dichos adeptos, conocidos por los pseudónimos de Kut-Humi (K.H.) y Morya (M.), accedieron a mantener correspondencia con un par de teósofos británicos, A.P. Sinnet y A.O. Hume. La correspondencia tuvo lugar entre 1880 y 1885 y durante esos años, los Mahatmas fueron cada vez más conocidos. Las cartas originales están guardadas como valiosos documentos históricos en la Biblioteca Británica en Londres. 
Se han publicado con el título de Las Cartas de los Mahatmas. Este libro es una fuente de información directa sobre los Mahatmas y sus enseñanzas.
En 1930, cincuenta años después de que empezara la correspondencia, un misterioso personaje sin cuerpo físico contactó con Guy Ballard, antiguo estudiante de Teosofía, durante una excursión que hizo por el monte Shasta en California.
Dicho personaje se identificó como uno de los Mahatmas teosóficos, el ocultista del siglo XVIII conocido como el Conde de Saint Germain. Encargó a Ballard que transmitiera las lecciones de “La Gran Ley de la Vida” y así comenzó lo que fue el “movimiento YO SOY”. Ballard y su mujer tuvieron pronto multitud de seguidores gracias a su versión de las enseñanzas de Saint Germain y crearon la Fundación Saint Germain en 1932. El movimiento YO SOY alcanzó su mayor actividad a finales de los años 30.
Pero ésta disminuyó debido a la muerte de Guy Ballard en 1939, junto con otras complicaciones legales posteriores, que incluían una denuncia por parte del gobierno federal por fraude postal. Actualmente, la organización sigue existiendo, aunque discretamente (Hanegraaff, 2:587).
El movimiento de Maestros Ascendidos empezó otra etapa en 1958, cuando Mark Prophet, antiguo estudiante de la Fundación Saint Germain, manifestó que el “Maestro Ascendido El Morya” le había elegido para transmitir las enseñanzas de la Gran Fraternidad Blanca mediante una organización llamada the Summit Lighthouse.
Después de su muerte en 1973, su esposa Elizabeth Clare Prophet asumió el liderazgo de la organización y cambió el nombre de ésta por el de Iglesia Universal y Triunfante. En 1999, Prophet se retiró de sus actividades de la iglesia y murió en 2009 (Hanegraaff, 2:1093-96).
En la actualidad, en gran parte como consecuencia del movimiento YO SOY y de las actividades de los Prophet, la de los Maestros Ascendidos es una idea común en el movimiento New Age. Dado que los Ballard y los Prophet utilizaron los nombres y los retratos de los Mahatmas Teosóficos para sus Maestros Ascendidos, muchos asumen que son los mismos. Sin embargo, tal como vamos a ver en este artículo, difieren en algunos aspectos muy importantes.
¿Ascendidos o Vivientes? Los Maestros Ascendidos, tal como su nombre sugiere, son supuestamente Maestros que han experimentado el milagro de la ascensión, igual que, según parece, hizo Jesús. La enseñanza original, canalizada por Guy Ballard, era que un nuevo Maestro Ascendido no moriría, sino que se llevaría con él su cuerpo. Esta enseñanza de la ascensión es directamente contraria a las enseñanzas teosóficas.
En una de sus cartas a Sinnet, el Mahatma K.H. habla de esa idea de manera desdeñosa: “Sólo había una mujer histérica que presuntamente habría presenciado la pretendida ascensión, y... ese fenómeno nunca ha sido confirmado con otra repetición” (Barker and Chin, 5). También H.P.B. rechaza el hecho de la ascensión, y lo califica de “alegoría tan vieja como el mundo” (Blavatsky, Collected Writings 8:389; ver también 4:359-60).
Se suponía que Ballard había alcanzado el nivel de la ascensión y, después de que falleciera de una esclerosis arterial cardíaca sin llevarse su cuerpo, su esposa Edna afirmó que de hecho se podía ascender después que el cuerpo muriera. De esta manera, la idea de la ascensión cambió con el tiempo, y hoy en día se considera que los Maestros Ascendidos son espíritus desencarnados que han trascendido sus cuerpos físicos.
Este concepto es también contrario a las enseñanzas teosóficas sobre los Mahatmas. En los comienzos de la S.T., antes de que nadie en occidente conociera nada acerca de los Maestros, Henry Steel Olcott empezó a recibir cartas de algunos de ellos. En una primera carta, el Maestro Serapis escribió: “Ha llegado la hora de que usted sepa quien soy. No soy un espíritu desencarnado, hermano. Soy un hombre vivo” (Jinarajadasa [2002], 2:23).
HPB verificó que eran personas vivas porque vivió con algunos de ellos cerca del Tibet durante varios años, mientras se sometía a entrenamiento oculto. Más tarde, Olcott y otros teósofos también conocieron a algunos Mahatmas en su cuerpo físico, en diferentes momentos y en distintas partes del mundo.
El hecho de que los Mahatmas permanecen en sus cuerpos es de gran importancia. Son yogis iluminados, parecidos en ciertos aspectos a los que tradicionalmente se conocen en oriente. Pero hay una diferencia. Un iluminado, después de haber realizado la Verdad, ha adquirido el poder de fundirse con el Todo en un estado de absoluto éxtasis (llamado moksha o nirvana). Ello le impide estar en contacto con la humanidad, puesto que debe abandonar los vehículos inferiores de conciencia.
Por el contrario, los Maestros Teosóficos, por compasión, deciden renunciar al nirvana para poder seguir ayudándonos en nuestra lucha por realizar la Verdad: El Maestro debe estar en un cuerpo humano, debe estar encarnado. Muchos de los que alcanzan este nivel dejan de soportar el peso de la carne, usan solamente el “cuerpo espiritual” dejando así de estar en contacto con este mundo y habitan solamente los reinos más elevados de existencia. (Besant, 49).

En este aspecto, los Mahatmas son lo que los budistas Mahayana llaman bodhisattvas. Eligen mantener el cuerpo, no debido a ningún fallo en su crecimiento, sino como acto de sacrificio. El poseer un cuerpo físico ata a los adeptos a determinadas limitaciones inevitables. Como dijo Blavatsky, “son hombres vivos, nacidos de la misma manera que nosotros, y condenados a morir como cualquier mortal” (Blavatsky [1987], 288). Al ser yogis perfectos, han aprendido a cuidar de su cuerpo para poder vivir mucho más que los seres humanos normales. Aunque, con el tiempo, los cuerpos deben morir.

En las cartas de los Maestros hay varios comentarios sobre las limitaciones intrínsecas que tiene el llevar una existencia física. Por ejemplo, el Mahatma K.H. escribió: “estaba físicamente extenuado por un viaje de 48 horas seguidas” (Barker and Chin, 398). También dijo que se veía limitado a sus sentidos físicos y a las funciones de su cerebro “cuando estoy sentado a la mesa, o cuando me estoy vistiendo, leyendo o bien ocupado con otras cosas” (Barker and Chin, 257).
Sin embargo, es en el cuerpo físico de los Maestros donde su desarrollo evolutivo es menos aparente. Se dice que si viéramos a un adepto en el plano físico, puede ser que percibiéramos simplemente a un buen hombre sabio y que no le reconoceriamos. No obstante, en los planos internos su naturaleza está mucho más allá de aquellos que todavía están atrapados en la ilusión.
En sus cartas, los Mahatmas distinguen entre el “hombre interno” (el Yo espiritual del adepto que es relativamente omnisciente y que está más allá de cualquier limitación) y el “hombre externo”, expresión muy limitada del Yo. Cuanto más espiritual es el Adepto, menos interfiere en las cuestiones mundanas y burdas y más se recluye para su trabajo espiritual ....... Por lo tanto, los Adeptos más elevados sí ayudan a la humanidad, pero sólo espiritualmente: por constitución, no pueden interferir en los asuntos mundanos. (Blavatsky, Collected Writings, 6:247).

Otra característica de las enseñanzas de los Maestros Ascendidos es que principalmente se ocupan de la “forma y aspecto” de los Maestros (su apariencia, sus nombres, su carácter, etc.). Cuando se entiende bien el punto de vista teosófico, se ve que es muy diferente. Blavatsky escribió: “Por lo tanto, el verdadero mahatma no es su cuerpo físico, sino su Manas superior [la Mente espiritual] que está conectado inseparablemente al Atma [el Yo verdadero] y a su vehículo [el Alma espiritual]”. Y añade que quienquiera que desee “ver” a un Mahatma debe elevar su percepción hasta los planos espirituales, porque “lo superior sólo puede percibirse con un sentido perteneciente a lo superior.”

Los planos espirituales, donde se desvanece la separación y prevalece la unidad están muy por encima del plano psíquico, que es el que contactan los videntes naturales. Aquellos que pueden alcanzar el elevado estado de conciencia que trasciende todo sentido de separatividad “verán al mahatma dondequiera que esté, pues al estar fundidos con el sexto y el séptimo principios, que son ubícuos y omnipresentes, se puede afirmar que los mahatmas están en todas partes” (Blavatsky, Collected Writings, 6:239).

Por consiguiente, el verdadero Mahatma se ve principalmente como un estado espiritual que está funcionando a través de una personalidad psicológica. Por esta razón K.H. escribió: “No somos Mahatmas infalibles ni predecimos a cada momento del día” (Barker and Chin, 450). Tal como dijo, “Un adepto, del más elevado al menos elevado, lo es únicamente mientras ejercita sus poderes ocultos” (Barker and Chin, 257).

Así pues, esos adeptos no son como los Maestros Ascendidos del New Age, de los que se dice que se han convertido a imagen de Dios, en seres todopoderosos más allá de la naturaleza. En sus enseñanzas, los Mahatmas incluso negaron que existieran seres así. K.H. escribió:
“Si tuviéramos los poderes del Dios Personal imaginario, y las leyes universales e inmutables sólo fueran meros juguetes, por supuesto que habríamos creado las condiciones para que este mundo se convirtiera en la Arcadia de las almas nobles” (Barker and Chin, 474).
En sus cartas, los Mahatmas hablan constantemente de las “leyes inmutables” del universo, y de que pueden ayudar a la humanidad sólo dentro de los límites de dichas leyes. No pueden producir por arte de magia una Nueva Era; eso, nos guste o no, nos corresponde a nosotros.
Los partidarios de los Maestros Ascendidos intentan justificar esas discrepancias alegando que cuando se fundó la ST la mayoría de los Mahatmas Teosóficos aún eran “Maestros no ascendidos”. De esta manera se pueden separar los Maestros Ascendidos de las limitaciones que se dice tienen todos los Mahatmas, “los más elevados y los menos elevados”. Pero según las enseñanzas teosóficas, cuanto más elevado es el adepto menos posibilidades hay de oír hablar de él: espiritual de conciencia, y las formas que asume su aspecto personal son simplemente sombras. Para estar seguros, se pueden encontrar descripciones de la forma y aspecto de los Mahatmas en la literatura teosófica, no porque este aspecto sea en sí importante, sino porque proporciona algo para la comprensión de nuestras mentes limitadas. Este aspecto personal debe trascenderse, y quienquiera que se conforme con ello está anclado en el mundo de la ilusión.

El Trabajo de los Maestros por la Humanidad

Hoy en día hay miles de personas que aseguran estar canalizando a los Maestros Ascendidos. Está claro que esos Maestros Ascendidos tienen enfocada su atención en el plano físico, sin hacer mucho más que comunicar con nosotros por medio de canales. Otra vez vemos que hay una diferencia básica con las enseñanzas teosóficas. En Teosofía, al igual que en la mayoría de tradiciones espirituales serias, este plano físico se considera una ilusión.
El Maha Chohan, uno de los adeptos más elevados, dijo: “enseñad a la gente que la vida en la tierra, incluso la más dichosa, no es más que una carga y una ilusión”(Jinaradasa [1988], 1:6-7). Este concepto está relacionado con la enseñanza de Platón, cuando dijo que este mundo no es sino una sombra de la Realidad. También se relaciona con la primera Noble Verdad que Buddha enseñó después de su iluminación: Todo es dukkha (sufrimiento) en este mundo.

Por consiguiente, tal como Annie Besant dijo acerca de los Maestros, “una ínfima parte de su trabajo se hace aquí”, refiriéndose al plano físico (citado en Codd[1988], 45). Esta es una de las razones por las que viven aislados, pues la mayor parte de su actividad tiene lugar en los planos superiores.
De hecho, se basa en un profundo conocimiento de la estructura del cosmos: Cualquiera que observe la naturaleza de la dinámica oculta verá fácilmente que toda energía empleada en el plano espiritual o en el astral produce mayores resultados que la misma energía empleada en el plano físico objetivo de existencia.(Blavatsky, Collected Writings, 5:338-39).

Y ¿cuál es el trabajo de los Maestros en esos planos superiores? Este es un tema muy complejo que sobrepasa los límites de este artículo. Cuando le preguntaban a Blavatsky sobre el tema, ella respondía: “No podría entenderlo, a menos que usted mismo fuera un Adepto. Pero Ellos mantienen viva la vida espiritual de la humanidad” (Blavatsky, Collected Writings, 8:401).
Por el contrario, las comunicaciones de los Maestros Ascendidos se ocupan profusamente de las vidas físicas y de los deseos de sus seguidores. La literatura de los Maestros Ascendidos está llena de promesas de milagros mágicos sobre salud, riqueza infinita y felicidad perfecta y se dictan “decretos” para que la gente pueda “manifestar” dichas cosas en sus vidas. Esta actitud es totalmente opuesta a la teosófica.

La Teosofía afirma que el ego psicológico es falso, que la idea de que somos el cuerpo, las emociones y la mente es un error de percepción y una fuente de dolor. Afirma que la verdadera felicidad sólo aparece como efecto secundario no buscado al reducir, en lugar de acrecentar, nuestro apego y nuestra identificación con lo personal. Por esta razón Blavatsky dijo que “el Ocultismo no es la búsqueda de la felicidad tal como el hombre la entiende; pues el primer paso es el sacrificio y el segundo la renuncia” (Blavatsky, Collected Writings, 8:14). K.H. estaba de acuerdo con eso cuando escribió: “Nosotros, los Hermanos criticados y malinterpretados, intentamos que el hombre sacrifique su personalidad, que es un destello transitorio, por el bien de la humanidad entera” (Barker and Chin, 222).

Los Mahatmas Teosóficos nunca harían caso a los deseos personales. Durante los primeros tiempos de la Sociedad Teosófica, algunos miembros que malinterpretaron completamente la naturaleza de los Mahatmas hacían peticiones personales a HPB para que se las transmitiera. Blavatsky explicó en una carta: Ni por un momento los Maestros se rebajarían a prestar atención a cuestiones individuales o privadas que tuvieran que ver con una ni con diez personas, con su bienestar, sus congojas o sus dichas en este mundo de Maya [ilusión]; no la prestarían a nada que no fueran cuestiones de importancia verdaderamente universal. Son ustedes los teósofos los que han arrastrado hasta sus mentes los ideales de nuestros Maestros; son ustedes los que inconscientemente y con la mejor de las intenciones y total sinceridad en su buen propósito Les han profanado al pensar por un sólo instante que Ellos iban a preocuparse por los negocios que ustedes tienen, los hijos que van a tener, las hijas que van a casar, las casas que ustedes van a construir, etc. etc. (Jinarajadasa [1923], iv; el subrayado está en el original).

Y sin embargo, ésta es la clase de cosas de las que se ocupan los Maestros Ascendidos. Incluso enseñan supuestas maneras de disolver karma desagradable, cosa a la que los Mahatmas teosóficos se oponían rotundamente. K.H. escribió: “Tengan en cuenta que la mínima causa producida, por inconsciente que sea, y por el motivo que sea, no puede deshacerse, ni sus efectos pueden desaparecer de su trayectoria, aunque se juntaran millones de dioses, demonios y hombres para ello” (Barker and Chin, 77-78)

Los Maestros Ascendidos se presentan como padres cósmicos que cuidarán de los problemas de sus seguidores. Por el contrario, el Mahatma M. Dijo: “Somos líderes, y no niñeros” (Eek, 605). Los adeptos son fuerzas impersonales y universales y responden sólo a aquellos que se desarrollan en dicha dirección: Aunque toda la humanidad está presente en la visión mental de los mahatmas, no se puede esperar que se fijen en cada uno de los seres humanos, a menos que alguno de ellos, por sus actos especiales, atraiga su atención particular sobre sí.
Su ocupación especial es el interés de la humanidad como un todo, pues están identificados con el Alma Universal que está presente en la Humanidad y aquél que llame su atención lo debe hacer a través de esa Alma que todo lo impregna. (Blavatsky, Collected Writings, 6:240)

Los Mahatmas no comunican indistintamente con la gente que no es capaz de darse cuenta de la ilusión del yo personal, o con los que se dejan dominar por deseos, miedos y ambiciones: Trabajan en este plano a través de dos clases de agentes: los directos y los indirectos. Cualquier persona sincera y altruista que trabaje en la línea del trabajo del Maestro puede recibir su inspiración aún sin saberlo. Sus agentes directos son sus discípulos aceptados, que trabajan de manera consciente con los Maestros. (Codd, [2000], 9)
Su influencia siempre está a la disposición de aquellos que actúan con altruismo y compasión, incluso sin ser conscientes de ello. Tal como K.H. le escribió a Annie Besant: “en ocasiones favorables, lanzamos influencias elevadas que alcanzan a varias personas de distintas maneras” (Jinarajadasa [1988], 1…123-24). Por lo tanto, cualquier acto filantrópico que realicemos puede que forme parte del trabajo del Maestro. Sin embargo, sólo los discípulos aceptados tienen una relación consciente y personal con ellos. Las cualidades morales y espirituales necesarias para ser un discípulo aceptado son muy profundas y muy exigentes, y muy pocos humanos tienen el nivel de madurez espiritual para conseguirlo. (Para una descripción de dichas cualidades, ver A los pies del Maestro y Luz en el Sendero).
¿Quiénes son los Maestros Ascendidos?

Entonces, ¿quiénes son esos Maestros Ascendidos que comunican con miles de canales en el mundo?. No podemos estar seguros. Pero para entenderlo es necesario darse cuenta de que los planos internos están habitados por toda clase de entidades (elementales, formas de pensamiento, personas fallecidas, personas vivas cuyos cuerpos están dormidos, etc.). Muchas de esas entidades se divierten haciéndose pasar por Maestros, santos u otras figuras históricas importantes. (Para leer más sobre este tema, consultar El Plano Astral y el panfleto titulado Dificultades de la clarividencia, ambos escritos por Charles W. Leadbeater). Incluso a comienzos de la ST, médiums y gente receptiva empezaron a canalizar mensajes de falsos Mahatmas. Por ejemplo, después que una persona receptiva llamada Oxley declarara que K.H. le había “visitado dos veces ‘en forma astral’ y... que había tenido una conversación con el Sr. Oxley”, el Mahatma tuvo que pedirle a su discípulo Djual Kool que escribiera al Sr. Sinnett diciéndole lo siguiente: “A quien vio el Sr. Oxley, y con quien conversó en el momento mencionado no era Koot Hoomi” (Barker and Chin, 253).
En otra ocasión, había un médium que afirmaba estar en contacto con personajes como Jesús, Juan Bautista, Hermes y Elías. En una carta que escribió al Sr. Sinnett hablando de esta clase de comunicación psíquica, K.H. escribió: “Misterio, dirá usted, misterio. Ignorancia es la respuesta; la creación de aquello en lo que creemos y queremos ver” (Barker and Chin, 109).

Debemos tener en cuenta que ese “Mundo Psíquico de percepciones suprasensoriales y de visiones engañosas, el mundo de Mediums ... es el mundo de la Gran Ilusión” (Blavatsky, [1992], 75-76).

En ese reino, diferentes entidades pueden asumir cualquier forma según lo que hallan en la mente del vidente. Se necesitan profundos poderes de clarividencia, un entreno largo y una madurez espiritual fuerte para que dichas entidades no nos engañen, porque El más leve cumplimiento de un deseo ahí [en el plano psíquico] toma cuerpo y forma. Esa forma de pensamiento puede ser animada por un espíritu de la Naturaleza... y entonces aparecer como un ángel de luz que nos cuenta exactamente lo que queremos oír. CWL [i.e., Leadbeater] siempre nos avisó para que estuviéramos alerta de cualquier visión o de cualquier voz que pudieran halagarnos. (Codd, [1988], 66).

Para corroborarlo, Blavatsky cuenta un sugerente hecho histórico. En 1889, escribe: Hace catorce años, antes de que se fundara la Sociedad Teosófica, todas las charlas [de médiums] trataban de “Espíritus” ... y a nadie se le ocurrió ni por casualidad hablar de “Adeptos”, “Mahatmas” o “Maestros” vivientes. ... actualmente, todo esto ha cambiado. Desafortunadamente, los teósofos fuimos los primeros en hablar sobre estos temas..... y ahora el nombre es de uso común ...No hay casi ningún médium que no haya afirmado haberlos visto. Cualquier Sociedad embaucadora y falaz hoy en día asegura, con fines comerciales, que está guiada y dirigida por “Maestros” que a menudo parecen estar mucho más elevados que los nuestros! (Blavatsky [1987], 301-302).

A muchas personas con ideas espirituales les cuesta creer en la idea de los Maestros Ascendidos, pues no ven en ellos más que un resurgimiento de los dioses tribales de la antigüedad. Esperemos que este artículo sirva para eliminar algunas falsas ideas. (Quest, verano 2011.)

Referencias:

BARKER, A. T., and Vicente HAO CHIN Jr., eds. The Mahatma Letters to A.P. Sinnett from the Mahatmas M. and K.H. in Chronological Sequence. Adyar:
Theosophical Publishing House,1998.
BESANT, Annie. The Masters. Adyar. Theosophical Publishing House,1985.
BLAVATSKY, H.P. Collected Writings, 15 vols. Wheaton: TheosophicalPublishing House, 1977-91.
---- . The Key to Theosophy, London: The Theosophical Publishing House, 1987.
----. The Voice of the Silence. Wheaton: Theosophical Publishing House, 1992.
CODD, Clara. The Way of the Disciple. Adyar: Theosophical Publishing
House, 1988.
----. Theosophy as the Masters See It. Adyar. Theosophical Publishing
House, 2000.
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viernes, 14 de agosto de 2015

“MAESTROS Y MAESTROS” (CONCEPTO ROSACRUZ DEL COSMOS) (Artículo de Salvador Caballero)

 “MAESTROS  Y MAESTROS” (CONCEPTO ROSACRUZ DEL COSMOS) 
(Artículo de Salvador Caballero)

Todo buscador de la Sabiduría tiene que recorrer un largo camino antes incluso de otear la puerta del templo, el cual sin duda existe aunque como el Grial, no hay ningún camino en este mundo que a El te lleve. El Grial te llama, la Sabiduría, el Yo Superior te llama y el Cristo Interno acaba más tarde o más temprano resonando en tu interior. De la manera en que todo este largo proceso se produzca es algo íntimo y personal y cómo uno lo experimenta no lo experimenta otro. Mi camino puede estar salpicado de pétalos de rosas pero el de otra persona puede estar lleno de espinas aunque lo que sí es cierto es que ambos están escondidos para todos los buscadores. No hay camino sin sufrimiento y gozo, ambos van parejos.
Al principio de nuestra andadura espiritual, cuando nuestra alma ha despertado a las realidades espirituales, devoramos libros, fotocopias, conferencias, cintas, charlas, coloquios, y un largo sinfín de etcéteras. En un momento dado nos juntamos con personas que son como nosotros o que creemos que son iguales. Buscamos compañeros del alma, gentes que como nosotros sientan una especie de llamada por lo interno. Gozamos con ellos e intercambiamos infinitos puntos de vista sobre muchos temas de filosofía esotérica. Nos enseñamos los unos a los otros no libres de errores y vamos aprendiendo los unos de los otros. Así, casi sin darnos cuenta, todos somos maestros y discípulos a la vez.
La fuerza espiritual en la que nadamos poco a poco va nutriendo nuestra personalidad hasta que un día casi sin saber cómo, tenemos la absoluta dicha de ser tocados por el Eterno que nos habita, por el Ser de Vida y Espíritu que nos utiliza como vehículo de aprendizaje. Lo que sucede entonces, y ha de sucederle a todos los sinceros buscadores, es que la vida espiritual y la búsqueda que ésta conlleva cambia abruptamente de sentido. Antiguos placeres de coloquios, charlas, discusiones filosóficas, cursos ...... parecen diluirse cuando el Eterno toca con la punta de su mano las sienes de su personalidad y ésta responde cayendo de rodillas al suelo y comprobando lo que de verdad hay en Él, y allí en contraposición con lo que uno es, tiene y ha logrado como mera personalidad o vehículo autónomo e independiente de su verdadero Yo Eterno o divina presencia Yo Soy. No nos confundamos. En toda búsqueda espiritual individual como la efectuada dentro de los lindes de la Sabiduría Occidental, llega el momento de cambiar de nivel y de pasar por distintas pruebas para saber si somos capaces de ser verdaderamente nosotros mismos casi sin la ayuda de nadie más: grupo, asociación, fraternidad o tertulia esotérica.
El aspirante espiritual siempre tendrá mucho más apoyo del que se cree, a veces parecerá que está sólo en el sendero pero no hay mentira mayor. En todo momento somos Él y nunca caminamos en solitario a nivel suprafísico. Los que nos observan, desean con mucha más fuerza que nosotros el que acabemos de meter la cabeza en los planos internos tras “aprobar” las distintas pruebas y exámenes que la vida nos pone; pruebas y exámenes llenos de sabiduría práctica y casi sin preguntas de teoría. Nunca nos dejan en la cuneta si somos buscadores de lo espiritual con sinceridad. ¿No es fácil entender el gran esfuerzo que el Ego o Yo Superior ha realizado con sus pasadas personalidades para tocar el mundo superior?. Una vez que la conexión se ha efectuado, por más pequeña que sea, el proceso de crecimiento empieza y ya no puede detenerse. Primero solos, luego acompañados o en grupo, luego quizá solos de nuevo y quién sabe si en grupo otra vez; el peregrino espiritual camina sin interrupción, con persistencia y fe-sabiduría hasta llegar a la meta.
Este camino se hace a veces consciente y a veces inconsciente de que somos vigilados, cuidados y mimados por fuerzas espirituales. Somos como un tierno brote o retoño de rosal que ha de ser cuidado, regado, abonado y podado por el Maestro jardinero de nuestra vida y sus ayudantes que no son otros que personas, circunstancias, amigos, familiares y en resumen, lecciones que hemos de aprender. Lo indudable es que en un momento u otro nos hemos convertido en un bello rosal poblado de rosas rojas y blancas. Entonces nuestra planta llama la atención del Maestro jardinero que toma la decisión de ayudar más directamente al desarrollo de tan prometedora y fructífera planta. El rosal, que hasta la fecha había crecido casi sólo, o al menos eso era lo que parecía, va a recibir ahora los consejos del Maestro jardinero. No hay símbolo más hermoso de la consecución espiritual que la bella y fragante rosa de color rojo y blanco. El fuego creador pasional se transmuta en la luz blanca del logro interno. El aspirante espiritual recorre el tallo de la rosa lleno de espinas siendo su verdadero maestro él mismo como personalidad en vías de espiritualizarse, sus amigos o compañeros, su vivir cotidiano y las lecciones que el mismo ha escogido.
A lo largo de la andadura espiritual antes de llegar a la iniciación, todos nos ayudamos los unos a los otros. Lo que nunca debería suceder es que el intelecto pueda llenarse de conocimiento escrito, leído, tomado, procesado y prestado de libros y que esto nos sirva para convertirnos en maestros con minúscula de otros sin dar lugar a la opción de la duda, comparación, negación, posible equivocación e imprecisión. Lo único que verdaderamente vale de lo escrito es si nos acerca a lo más profundo de nosotros mismos y no a los demás como oyentes hambrientos de conocimientos esotéricos. Lo que digamos debe provocar en los demás un deseo de búsqueda por ellos mismos de las mismas palabras que les hemos dicho.

Quiere esto decir que las parcas verdades espirituales que les digamos como humildes enseñanzas han de resonar en su interior para que ellos a su vez se conviertan en sus propios maestros y algún día acaben por convertirse en las rosas antes mencionadas. Nuestros conocimientos al pasar de uno a otro, de interpretación coloreada por la personalidad; dan lugar a múltiples puntos de vista de la misma verdad ya que cada uno la entiende a su manera y le es útil como él o ella lo ha asimilado. Humildad en el sendero con la seguridad cierta de que no sabemos casi nada y de que en muchas ocasiones lo que mejor sabemos enseñar como párvulos de lo espiritual es nuestro entusiasmo, tesón, devoción y dedicación a un noble ideal espiritual. Valga, pues, el Amor y lo que éste conlleva frente a montones de palabras en muchas ocasiones prestadas o alquiladas.

viernes, 7 de agosto de 2015

DESCENSO Y SACRIFICIO (ÁNGELES CAÍDOS) II.- Artículo reimpreso de TheBeacon, Septiembre-Octubre de 1989 Por Sarah McKechnie

DESCENSO Y SACRIFICIO   (ÁNGELES CAÍDOS) II

Siempre hay una elección entre dos senderos que es una elección, que para el ser humano, debe ser regida por el libre albedrío.
Artículo reimpreso de TheBeacon, Septiembre-Octubre de 1989
Por Sarah McKechnie



El descenso o la “caída” a la Tierra de los ángeles rebeldes, los ángeles solares o agnishvattas, es considerado como el misterio insinuado en la Escrituras y como el “secreto de las edades”     ((Psicología Esotérica T II, p. 83), No es de sorprender, entonces, que haya mucha confusión y malentendidos en lo relacionado a la “ángeles caídos” de los cuales Lucifer es el representante más conocido.

El secreto de los “ángeles caídos” es en esencia el misterio que subyace al mismo Plan de la evolución ya que la voluntad de los ángeles solares de “caer”, de sacrificarse a sí mismos con el objetivo de traer la luz del principio mental a lo que en aquel entonces fuera el hombre animal, ha marcado el punto en el cual ha entrado en acción la Ley de Dualidad, por medio de la cual la materia, la forma – negativa y pasiva – puede ser estimulada por el espíritu. Este acto de sacrificio en los albores de la historia humana es un hilo que se encuentra entretejido en todas las grandes escrituras y mitologías del mundo, incluyendo el mito de Prometeo que robó el fuego (la mente) para los hombres y la historia bíblica del Hijo Pródigo, quien abandonó el hogar del Padre para embarcarse en el sendero de la experiencia de la vida en la forma y los sentidos – el viaje “al país lejano”.

El rol de los ángeles solares y el de su sacrificio en beneficio de la humanidad está tratado extensamente en La Doctrina Secreta de H.P, Blavatsky. De hecho, en 1887 a la revista de la Sociedad Teosófica se le ha dado el nombre de “Lucifer” en un esfuerzo por arrojar claridad sobre aquello que es considerado, injustamente, como un ángel sacrificado maligno.

El nombre de “Lucifer” viene de las palabras latinas: Lux orLucis (luz) y ferre (portar, traer). De este modo, Lucifer literalmente significa “portador de luz”; está relacionado con el planeta Venus en Revelaciones XXII: 16 cuando Cristo dice “yo soy la brillante estrella matutina”, la cual es Venus, anunciando la emergencia plena de la luz del Sol – el Hijo, el Cristo. De una manera interesante el papel del “portador de luz” está relacionado a Mercurio, o Hermes – el mensajero divino de las mitologías griega y romana. En el cristianismo la función de Mercurio es realizada por Miguel, el “Ángel Guardián” del Cristo, según Santo Tomás. La relación esotérica de este Ángel Guardián y el Cristo es aun más clarificada por una declaración del Tibetano, con Quien Alice Bailey ha colaborado escribiendo una serie de libros sobre la Sabiduría Eterna, que dice que “Mercurio y el Sol son uno”.

Esotéricamente hablando, la función del Ángel Guardián se ha hecho posible gracias al sacrificio de los ángeles solares al preservar el principio de la mente, ocultamente el fuego, por medio de repetidas y persistentes encarnaciones en la forma hasta que el hombre animal llegara a ser un hombre pensador y, finalmente, comenzar el despertar a su herencia espiritual verdadera: el hombre humano/divino. De este modo los ángeles solares crean la forma para la manifestación del principio encarnante del alma – el cuerpo causal – y también retiran este cuerpo, en la cuarta iniciación, cuando el vínculo entre el la forma y el espíritu se ha establecido de forma permanente, fusionándolos. Entonces el cuerpo causal es destruido.

El concepto del “ángel rebelde” parece remontarse al poeta John Milton que en su Paraíso perdido aparentemente ha anclado en la conciencia humana la idea del descenso de los ángeles solares como un acto de rebelión y consecuentemente una caída desde la gracia. (“Reinar es ambición digna, aun cuando sea sobre el infierno, porque más vale reinar aquí, que servir en el cielo.”). Este espíritu de rebelión y su consecuente dolor no se encuentran en Venus, nos dice el Tibetano. El espíritu de rebelión solo es contundente en la Tierra y el Tibetano sugiere que este espíritu de rebelión ha cualificado la actitud de nuestro Logos planetario mismo, el “Rebelde Divino”. El Tibetano cita el Antiguo Comentario:   

“Entró en la vida y supo lo que era la muerte.”
“Tomó una forma y se entristeció porque era oscura.”
“Se obligó a salir del lugar secreto y buscó el lugar de la luz, y la luz le reveló lo que menos buscaba.”
“Esperaba obtener permiso para regresar.”
“Buscó el Trono en lo alto y a Aquel sentado en él. Exclamó: ‘No buscaba esto. Buscaba la paz, la luz, la libertad de servir, de demostrar mi amor y revelar mi poder. Aquí no hay luz. Aquí no hay paz. Dejadme regresar.’
“Pero Aquel que estaba sentado en el Trono no volvió la cabeza. Parecía no escuchar ni oír.”
“Entonces desde la esfera inferior de las tinieblas y del dolor, surgió una voz que exclamó: ‘Aquí sufrimos. Buscamos la luz. Necesitamos la gloria de un Dios entrante.’[Sólo he hallado estas dos últimas palabras para poder expresar el antiguo símbolo que estoy traduciendo.]
‘Elévanos a los Cielos. Entra, Oh Señor, en la tumba. Resucítanos a la luz, haz el sacrificio.
Derriba los muros de la prisión y entra en el dolor.’
“El Señor de la Vida retornó; de allí el dolor.”
Psicología Esotérica T. II, p. 86 – 87.

El mal de la separatividad

El pecado y el mal no existen en la Tierra. Nos dice el Tibetano que el único mal es el pecado de la separatividad. En este sentido podemos obtener una comprensión del modo por el cual Lucifer ha llegado a ser identificado con el mal, como el despertar de la mente, que caracteriza al estado de la humanidad avanzada de hoy, y es, como todos lo sabemos muy bien, tanto nuestro modo de liberación como también crea más separatividad y aprisionamiento. 

La mente, activa y poderosa, pero desprovista de alma, puede ser el gran factor cristalizador que construye poderosas barreras de separación. “La mente es el matador de lo Real. Mata tú al matador”, se le instruye al discípulo. En este sentido, la mente, en su elemento analítico y concreto, se convierte en el refugio (y la prisión no reconocida) de la ideología y es verdaderamente capaz del pecado de la separatividad por medio del prejuicio, el odio y la aceptación de las distorsiones de semi-verdades.

Mayor clarificación sobre el papel que juegan los ángeles solares se encuentra en una consideración sobre el cuarto Rayo de Armonía a través del Conflicto y sobre el quinto Rayo de Conocimiento Concreto como también sobre Mercurio y Venus, por medio de los cuales, respectivamente, estos ángeles canalizan sus energías. Mercurio es el “Mensajero de los Dioses” y el cuarto rayo es el principio fluido que relaciona el Plan con el Propósito de la divinidad que se conoce en el nivel de budi o de la intuición, nivel regido por Mercurio, junto con la mente o manas, que es regida por Venus y el quinto rayo. “Venus ha sido el custodio de lo que llamamos el principio Mente y lo ha traído como un don puro a la humanidad en estado embrionario”, se nos dice en “ Los Rayos y las Iniciaciones”. Buda dijo que “El amor nace por medio de la mente”. El quinto rayo, canalizado por Venus y mental en expresión, “opera en conexión con la Ley de la Separatividad” y “es también responsable de la rápida formación de grandes y condicionantes ideologías” ( Ibid p.594). Con esto se nos recuerda que los ángeles solares que eligieron descender a la Tierra se sometieron a la Ley de la Dualidad de tal modo que la evolución del ser humano pudiera depender del desarrollo de la discriminación mental y del libre albedrío y de este modo de la capacidad de realizar elecciones y decidir por el camino superior. Siempre hay una elección entre dos senderos que es una elección, que para el ser humano, debe ser regida por el libre albedrío.

La sustancia del plano mental es el quinto rayo canalizado por Venus, y debido a que el reino de los ángeles trabaja con sustancia – con el aspecto forma – los ángeles solares han aportado la sustancia del mentalismo al hombre estableciendo así el vínculo, el cuerpo causal del alma, en el plano mental – un vínculo que se preserva hasta la cuarta iniciación que destruye la forma, ya no necesaria, del cuerpo causal. Algo sobre la magnitud de este acto de los ángeles solares se insinúa por medio de la comprensión de que el quinto rayo del Conocimiento “es la energía que admite a la humanidad (y particularmente al discípulo y al iniciado entrenados) en los misterios de la mente de Dios Mismo. Es la llave “sustancial” para acceder a la Mente Universal” ( Los Rayos y las Iniciaciones. p.485).

Más aún… se dice que la relación entre el quinto Rayo del Conocimiento y el Segundo Rayo de Amor-Sabiduría es muy estrecha porque el segundo rayo rige el presente sistema solar. En el sacrificio de los ángeles solares “Portadores de Luz”, en beneficio del hombre animal, el aspecto sabiduría del segundo rayo se ha despertado ya que “sabiduría es conocimiento adquirido por medio de la experiencia (el peregrinaje del Hijo Pródigo) e implementado por medio del amor”. De este modo el descenso de los ángeles solares a la sustancia ha dejado el legado de la experiencia en el desarrollo del Plan divino.

Retornando a la historia del Hijo Pródigo, y para entender con más profundidad lo que implica la experiencia del Hijo Pródigo, es importante notar que, en el retorno al hogar del Padre, el Padre es el que sale en gozosa recepción para abrazarlo, dejando al hijo mayor quien ha permanecido en el hogar celoso y no reconocido. Que tal peregrinaje a un “lejano país” es parte del Plan de Dios, parece ser corroborado por el siguiente pasaje del Tibetano:            

“El anhelo de sacrificarse, de abandonar esto por aquello, de elegir una forma o línea de conducta, de perder para eventualmente ganar, es la historia que subyace a la evolución y lo cual debe ser comprendido en forma psicológica. Es el principio que rige la vida misma y corre como canon dorado de belleza a través de los oscuros elementos con que se forja la historia humana. Cuando este impulso de sacrificio para conquistar, adquirir o salvar lo que se considera deseable sea comprendido, se revelará la clave del desarrollo del hombre. Esta tendencia o anhelo es algo distinto del deseo, tal como hoy se comprende y estudia académicamente, pues lo que en verdad significa es el surgimiento de lo más divino en el hombre. Constituye un aspecto del deseo; es la parte activa y dinámica, no la parte sentimental – sensual; es la característica predominante de la Deidad.”
Psicología Esotérica T II, p. 85 – 86.

Por medio de la energía del quinto rayo, que “esencialmente es un portador de luz”, la evolución de la humanidad es apresurada realizando el descenso del Reino de Dios a la Tierra como resultado del ascenso de los muchos que pasan por la iniciación en este tiempo. El hecho de que la Doctrina Secreta iguala a Venus con Gaia (la Tierra) y el hecho de que el despertar de la conciencia de la teoría de Gaia reconoce que la Tierra es un organismo vivo y unificado, sugiere que la humanidad puede ahora estar comenzando a despertar y cooperar de alguna manera con el objetivo para el cual los ángeles solares descendieron a la materia: para la salvación de la sustancia y para el despertar de la mente en la forma de tal modo que el Propósito de la Deidad pueda ser registrado y expresado en la sustancia. Estos ángeles solares “cayeron” como un acto de elección y de sacrificio supremo en beneficio de la humanidad. Esos “Señores del Conocimiento y de la Compasión y los de incesante y perseverante Devoción” somos nosotros mismos y, a nuestra vez, debemos elegir conscientemente y tomar el control de nuestra encarnación en la forma, buscando un Propósito y de este modo convertir la vida en la Tierra como un don de sacrificio a las vidas menores que dependen de nuestro cuidado.

Cristo ha dicho, “Yo soy la brillante estrella matutina”. Su promesa y el legado de la presencia en la Tierra de tales “portadores de luz” pueden ser sintetizados en las siguientes palabras de H.P.Blavatsky que ha escrito: “en todas las cosmogonías de la antigüedad la luz proviene de las tinieblas. Alice Bailey ha expresado un reconocimiento similar en las siguientes palabras: “El Maestro M…agrega oscuridad a la luz, a fin de que aparezcan las estrellas, pues en la luz no fulguran las estrellas, pero en la oscuridad no existe luz difusa sino puntos enfocados de radiación”. ( Los Rayos y las Iniciaciones, p. 148)
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