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martes, 31 de marzo de 2015

EL PLAN DIVINO FRATERNIDAD ROSACRUZ MAX HEINDEL (MADRID) BOLETÍN INTERNO Nº 40 AÑO 2.001 - TERCER TRIMESTRE (Julio - Septiembre)

EL PLAN DIVINO
FRATERNIDAD ROSACRUZ MAX HEINDEL (MADRID) 
BOLETÍN INTERNO Nº 40 AÑO 2.001 - TERCER TRIMESTRE 
(Julio - Septiembre)



El Plan Divino es algo impresionantemente coherente y que se realiza, de modo inevitable, a pesar de nuestros tropiezos y dudas y equivocaciones constantes, consecuencia de nuestro libre albedrío y de nuestro imperfecto e inacabado desarrollo evolutivo. Y cada cosa aparece, en el momento oportuno, a cumplir el objetivo para el que fue concebida. Y cada cosa desaparece, en el momento conveniente, es decir, cuando ha cumplido su misión. Si nos acostumbramos a ver la historia como el desarrollo de ese Plan, nos resultará más comprensible que si sólo nos fijamos en los datos exclusivamente materiales, aparentemente casuales y aleatorios. Y lo mismo ocurre con nuestras propias vidas, la de cada uno de nosotros, que no son sino la realización del plan confeccionado por nuestros propios espíritus para lograr su máximo de manifestación en el plano físico. 

En la historia conocida por la ciencia, empezando por el hombre como ser nómada y regido por la ley de la venganza de la sangre, llegamos al hombre como agricultor y, consecuentemente, sedentario. Y, de ahí, a las ciudades, regidas ya por la Ley del Talión, que no fue sino una limitación a la barbarie anterior, que sólo producía matanzas innecesarias y permanentes. Ya en las ciudades, pronto surgieron los dirigentes: la realeza, la nobleza y el clero. Y se fundaron los primeros estados en base a monarquías absolutas, en las que el máximo poder lo ostentaba el monarca. Y, cuando la monarquía absoluta hubo alcanzado su cenit, surgió y empezó a cobrar importancia, la burguesía. Y, cuando ésta fue lo suficientemente fuerte, destronó a los reyes absolutos y surgieron las monarquías constitucionales y las repúblicas. Y de ellas, están naciendo organismos mayores, más igualitarios, más niveladores. Momento en el que nos hallamos actualmente. Eso en cuanto al proceso político se refiere. 

Desde el punto de vista económico, empezamos con el trueque de productos, seguimos inventando el dinero, continuamos con la letra de cambio, la banca y la bolsa. Y ahí nos encontramos. 

En lo militar, pasamos de la horda devastadora, al ejército basado en levas obligatorias o mercenarios, dirigidos por los nobles. Luego, por militares profesionales. Y apareció el servicio militar obligatorio que, recientemente, se ha abolido ya en muchos países, entre otros el nuestro. Y ahí estamos. 

En lo religioso, empezamos adorando a las fuerzas de la naturaleza. Luego, a unos dioses violentos, que exigían obediencia ciega. Y más tarde, a un Dios invisible, que nos recompensaría debidamente tras la muerte. Pero ese concepto de Dios y de la vida, rápidamente, están siendo sustituidos por un Ser, del que todos formamos parte, y que nos necesita como nosotros a Él, y por una vida que sabemos renace. Y prolifera la comprensión de que somos espíritus inmortales y de que la muerte no existe y sí existe, en cambio, la evolución, el adelanto, el perfeccionamiento, tras cada vida del hombre, tanto por dentro como por fuera. Y hasta ahí hemos llegado. 

En cuanto a los instrumentos, los inventos, los descubrimientos, han ido apareciendo oportunamente: el hacha fue sustituida por espada y la lanza; éstas, por la honda y el arco y la flecha, que dieron paso al arma de fuego: arcabuz, fusil, cañón, ametralladora, proyectil dirigido, bomba atómica…Y ése es nuestro tiempo. 

La medicina empezó siendo magia. Luego, se independizó de la religión. Desde entonces, ha descubierto los microbios como causantes de las enfermedades, las vacunas para prevenirlas, los antibióticos para combatirlos, los trasplantes de órganos,  la prolongación artificial de la vida, la clonación, el genoma… Y en eso nos encontramos. 

En cuanto a la vida de relación, empezando por la incomunicación total de los pueblos, pasamos por el comercio por tierra y por mar con medios rudimentarios, por los navíos a vela, luego a carbón, más tarde a gas oil y a energía atómica… Y al globo, al dirigible, al avión de hélice, al submarino, al reactor, al satélite artificial... Y, de la paloma mensajera al morse, al teléfono, a la prensa, a la radio, a la televisión, a internet. Y, de ir a pie, pasamos a la caballería, al carro, al tren, automóvil, al avión… 

Y, del carro de Tespis, al teatro, y de él al cine y a la televisión en directo, en tiempo real… 
Si bien se mira, cada uno de estos inventos ha venido a completar otro anterior o a sustituirlo. Porque eso precisamente es la evolución: avanzar, dar pasos incesantes hacia el “más perfecto y más bello y mejor”. Pero no hemos de engreírnos demasiado: 

Todo eso estaba incluido en el Plan divino. Todo eso lo previó Dios antes de la Creación y nosotros no hemos hecho sino recibir de los planos superiores las inspiraciones necesarias para realizar ese Plan, al tiempo que nos realizábamos nosotros mismos - como piezas de él que somos - y sin perder nuestra individualidad ni nuestra libertad.  

De todos estos temas, el más sugestivo en nuestro tiempo es el de los medios de comunicación - los media - que, como todo en ese Plan divino, tiene su papel, su misión ineludible que cumplir. 
¿Y cuál es la misión de los media? Nada menos que la de crear una conciencia colectiva que nos abarque a todos los hombres y mujeres del mundo. Más aún: a todos los seres vivos. Y, aún más: a la naturaleza toda que, en última instancia no es sino el cuerpo físico de Dios. 
¿Y cómo se lo arreglan los media, sin proponérselo, sin darse cuenta, pero inevitablemente, para crear esa conciencia colectiva? Haciéndonos vivir y presenciar una serie interminable de catástrofes, desgracias, sufrimientos, guerras, injusticias, crueldades, desigualdades, abusos, castigos, plagas, enfermedades… Es decir, haciéndonos vivir la vida de los demás como si fuese la propia. Porque, toda esa serie de sufrimientos la humanidad los ha experimentado siempre sin ser consciente de su magnitud, pero ahora llegan a nuestros hogares, traídos por los media, y ello hace que, sin excepción posible, nos duelan a todos en el fondo del alma. Porque todos tenemos el convencimiento interior de que podría ser mucho mejor, mucho más hermoso, mucho más justo, mucho más soportable. Y que sería deseable que todo eso no ocurriese. 
Pero, ¿por qué? ¿Qué es lo que nos hace sensibles a esas desgracias, casi siempre ajenas? Nuestra sensibilidad. Una sensibilidad que se nos está despertando. Una sensibilidad que no ha existido siempre. Hace muy poco, aún admitíamos y practicábamos la esclavitud. Y las levas forzosas para ir a la guerra. Y los impuestos arbitrarios. Y los castigos brutales y desproporcionados… 

¿Qué nos está ocurriendo, pues? ¿Qué nos ha ocurrido? Sencillamente, que está empezando a formar parte de la conciencia colectiva la idea de que todos los seres humanos o, mejor, todos los seres, tenemos derecho a la vida, que todos los hombres y mujeres deben tener las mismas oportunidades, que todos hemos de respetar los derechos de los demás, que todo derecho lleva implícita una obligación correlativa e inseparable de él, que es posible una sociedad mejor que la que tenemos. Y estamos empezando todos - no unos pocos, como había ocurrido hasta ahora - a encontrar normal el esforzarnos por lograrla. Y todo eso está calando muy hondo en nuestros corazones. Y, ¿a qué se debe? A tres causas muy concretas: 
Por un lado, al hecho de que todos los hombres constituimos un espíritu grupal, un todo. Y no podemos sentirnos bien - aunque queramos y hasta, incluso, aunque lo creamos - mientras uno de nosotros, una parte del todo, lo pasa mal. 
Por otro lado, a que, como células en el cuerpo de Dios que somos y, por tanto, instrumentos de manifestación Suyos, vemos reflejados en nosotros Sus esfuerzos por alcanzar un estado más perfecto que el actual, ya que es, como nosotros - aunque a escala inconcebible para nuestras mentes - un ser en evolución.
Y, por último, a que todos estamos recibiendo, consciente o inconscientemente, unas vibraciones de procedencia cósmica - las de Acuario - a través del planeta Urano, que están abriendo nuestro corazón a la nota clave de toda la creación: el Amor. 
¿Y qué debemos hacer para activar esas vibraciones, para absorberlas al máximo? Seguir viviendo del modo más honesto y responsable de que seamos capaces, y detener nuestra mente, abriendo las puertas a la intuición. Porque es la intuición, y no el razonamiento, la que nos está desarrollando a marchas forzadas. Y es ella la que ha hecho que, al margen de los gobiernos, hayan surgido y sigan surgiendo organismos no gubernamentales - ONGS - que, obedeciéndola, sin usar la mente para comprender el mandato ni para argumentarlo, se sientan impelidas a ayudar al prójimo, haciendo caso omiso de razas, religiones, colores o idearios. 
Abrámonos a esa manifestación de la fraternidad universal y de la solidaridad, a esa exacerbación de la intuición, que proviene del Mundo del Espíritu de Vida y, por ello, por tratarse de un mundo superior al mental, no pasa por él, sino que, utilizando la conexión oculta de aquél con el cuerpo vital, se aloja en el chakra del corazón y despierta al Amor, al Cristo Interno, allí dormido y esperando pacientemente ser despertado.
Ese despertar nos llevará a la identificación con el todo, que no supone el vaciar nuestra gota existencial en el océano de la creación sino, al contrario, un vaciamiento del océano entero en la gota de nuestra propia individualidad. 


jueves, 19 de marzo de 2015

SIMBOLOGÍA (ACV)


SIMBOLOGÍA (ACV)




El que inquiere la verdad ha de dudar, una vez en su vida, acerca de todas las cosas, cuanto sea posible.Puesto que hemos nacido sin uso de la palabra y hemos hecho juicios diversos de las cosas sensibles antes que tuviésemos uso íntegro de nuestra razón, estamos apartados del conocimiento de la verdad por numerosos prejuicios de los que creemos no podernos librar de otro modo que empeñándonos, una vez en la vida, en dudar de todas aquellas cosas en las que hallemos una sospecha, aún mínima, de incertidumbre.” (R. Descartes, “Principia Philosophiae” – “Principios de la filosofía”, 1ra.parte, Art.I.)


Simbología

Vamos a intentar introducirnos en el significado simbológico de todo lo que somos y de todo lo que nos rodea, y para ello, y siempre buscando LA VERDAD, preguntémonos ¿qué es un símbolo?.  Yo diría que símbolo es lo aparente o la forma de todo cuanto existe, cuyo significado más profundo no se capta a simple vista. Símbolo es todo aquello que vemos, oímos, expresamos y que hasta que no adquirimos un conocimiento más o menos profundo, no llegamos a comprender su significado.

Hay símbolos en todos los planos, físico, emocional y mental. Las propias palabras y mejor aún las frases completas son símbolos que iremos descifrando en la medida que tengamos la intención y la búsqueda de encontrar su significado. Esto podemos aplicarlo a todo, pero con mucho más motivo al esoterismo que se ocupa del estudio del alma de todas las cosas.

El que no ha oído palabras como mesa, silla, cama, etc., etc., no entenderá de lo que hablamos si no le definimos cada una de esas palabras, y una vez llegados al conocimiento de las mismas podremos explicar la forma y el uso que se les puede dar a cada uno de esos elementos, luego la palabra en sí es un símbolo. Quien es capaz de llegar a conocer el significado de un símbolo quiere decir que ya ha adquirido como mínimo conocimiento. Sin embargo, podemos llegar mucho más lejos a través de la intuición y de la sabiduría, de manera que de inmediato y sin más esfuerzo captemos el significado, causa y fin de todo lo creado, pero claro, hablar de intuición y sabiduría es mucho más que hablar de conocimiento, hemos tenido que adquirir éste, haberlo llevado a nuestro vivir diario en su más auténtica realidad, y como consecuencia de ese trabajo, de ese vivir y compartir amorosamente, llegará la intuición y la sabiduría.

El hecho de que estemos hablando en estos términos ya quiere decir que vislumbramos cierta realidad y que lo que nos falta, a unos más y a otros menos es hollar el Sendero, coger nuestra mochila, quitarle todo el peso de piedras, malas hierbas, resentimientos, etc., etc., y cargarla de AMOR que es infinitamente más que lo que normalmente y humanamente damos. Dar sin pedir, sin juzgar, sin exigir, sin distinción de razas ni colores; eso que afortunadamente ya venimos hablando: “pensar con el corazón y amar con la mente”.

A partir de esta pequeña introducción, esbozaremos algo de la simbología propiamente dicha y sería bueno decir que los seres de la creación son la manifestación simbólica de una energía invisible que ellos mismos contienen en su interior. Si observamos atentamente podemos ver que la creación entera es  un código simbólico y armónico, con una realidad oculta y misteriosa, a la cual solamente podemos llegar si traspasamos la apariencia formal y penetramos su profundo contenido. Se dice que "el hombre es lo que conoce", y que todo el conocimiento llega a él a través de símbolos. Las variadas formas de los minerales, las plantas y los animales; los colores,tamaños, sabores y sonidos de las cosas, así como el clima y las mareas, obedecen a leyes naturales dictadas por el Creador a la creación entera, a través de cuya armonía Él mismo se expresa a sus criaturas.

La Simbólica es la ciencia que enseña al hombre a investigar en los misterios del cosmos y la naturaleza, expresados también en las creaciones de la cultura, donde se emplea el símbolo como vehículo de auto conocimiento. Para ello se emplea el arte de conocerse a sí mismo.Las tradiciones antiguas, que aún permanecen vivas gracias a las escuelas de iniciación que han transmitido y preservado sus enseñanzas ininterrumpidamente, consideran al símbolo como el vehículo más adecuado de expresión de las verdades de orden metafísico, y la Simbólica es la ciencia sagrada que conserva el significado profundo e interno (esotérico)de esos signos misteriosos del universo, de la naturaleza y del ser humano y su cultura. No se llegará a un conocimiento profundo con el único método analítico de la razón, sino apelando a la intuición superior y al intelecto puro. 

El símbolo no constituye una finalidad en sí mismo, es solo un vehículo de expresión y de conocimiento, y ver en él un fin sería caer en las tentaciones de la superstición y de la idolatría.

La  Palabra simboliza un  triple sentido:  exotérico, esotérico y trascendente, lo que es igual a decir su significado vulgar o externo, el más profundo que contiene su razón de ser, y el más trascendente que constituye toda  expresión simbólica de LA VERDAD. Por consiguiente, en cualquier campo de la vida, tenemos  que progresar desde un primer conocimiento de lo concreto al reconocimiento de lo más hondo y subjetivo.

En el conocimiento de lo más hondo, de lo subjetivo, llegamos al reconocimiento individual de la Divinidad, bajo el aspecto de Padre o de Madre, que parece haber sido instintivo en cualquier religión que haya sido verdaderamente vivida.

La dualidad es otro símbolo que podemos apreciar en cualquier aspecto de la vida y representada comúnmente por los polos positivo y negativo y que nos hacen respectivamente activos y pasivos. El Bien y el Mal, la Belleza y la Fealdad, la Vida y la Muerte, la Verdad y el Error, el Vicio y la Virtud, la Fortuna y la Desgracia, y tantos pares de opuestos que dominan el mundo y que no existe uno sin el otro, y aquí es donde se nos plantea el eterno conflicto que al mismo tiempo es la esencia de la vida y nuestra manera de evolucionar. Todo par de elementos o principios opuestos y complementarios encuentran un tercer elemento, el intermediario equilibrador o Principio de Armonía, así cesa el conflicto entre los opuestos y la dualidad se hace fecunda y se resuelve en impulso evolutivo, constructivo y progresista. El Padre y la Madre engendran al Hijo, el Hombre, o sea la Criatura Perfecta, nace de la unión del Cielo con la Tierra, realizando la mística unión y la expresión de lo Superior con lo Inferior.

En el campo de las ideas, la Verdad se encuentra una vez examinada la tesis y la antítesis, el pro y el contra sobre un asunto determinado, que nos conduce a la solución del problema que nos ocupa, con la síntesis de los argumentos favorables y los contrarios.
Todo Ternario resulta de una Dualidad, a la cual se le agrega una nueva Unidad del mismo género, que puede considerarse como la resultante de la unión de los elementos constitutivos del Binario o Dualidad.Así, por ejemplo, toda vez que nos esforzamos en unir los dos lados o líneas divergentes del ángulo por medio de una nueva línea horizontal, obtenemos como resultado un triángulo, es decir, la primera y más sencilla de las figuras geométricas.

El triángulo, la figura geométrica resultante de la unión de tres puntos por medio de tres líneas rectas iguales, el triángulo equilátero o regular, cuyos tres ángulos también son iguales, ha sido siempre considerado como un símbolo de Perfección, Armonía y Sabiduría, y, por ende, de lo celestial. El TRIÁNGULO, representa la divinidad.

El estudio del número tres no sería completo sin tener en cuenta las diferentes trinidades y trilogías, de orden filosófico, religioso y moral, que se le relacionan. Encontramos trinidades y trilogías en todas las religiones y en todas las filosofías de  todos los pueblos, y bajo diferentes nombres se halla una misma realidad, un mismo reconocimiento diferentemente expresado.

Desde el triángulo, irradian en sus tres lados otros tantos grupos de rayos que simbolizan la fuerza expansiva del Ser, que desde un punto central infinitesimal se extiende y llena el espacio infinito. Cuando hablamos del CÍRCULO, estamos tratando del UNO, del Gran Hacedor que todo lo contiene.

El círculo es la idea sintética de la perfección.

El Número uno o Mónada representa el principio activo,  es la verdadera esencia de todas las cosas, el principio y fundamento de cuanto existe. Es el símbolo del Dios único.

El CUADRADO,  es la principal forma geométrica que debe manipular todo, ya que está relacionado con las formas físicas de los elementos. El cuadrado representa la materia en su aspecto más denso. También el cuadrado o el cuaternario, representa a la personalidad, expresando  el cuerpo etérico, el físico,  el emocional y el mental.

Realicemos un breve resumen  con los principales elementos simbólicos que pueden develarse en torno a la Escalera de Jacob.

La escalera de Jacob, es el emblema de las virtudes y de las cualidades espirituales del alma.Los estados de la conciencia en el ser humano, se elevan hacia el cielo como aspiraciones y se manifiestan en nosotros como inspiraciones. Estos son los "ángeles y arcángeles de Dios", que bajan por la escalera.

La Escalera, ofrece un simbolismo que se identifica con un “puente” vertical que se eleva a través de todos los mundos hacia la divinidad. Tiene relación con los estados superiores de evolución y, además, a diferentes grados de iniciación, todo ello entendido en su sentido más profundo y más propiamente esotérico.

La escalera nos sugiere algunas observaciones,  sus dos travesaños verticales corresponden a la dualidad del “Árbol de la Ciencia”, o, en la Cábala hebrea, a las dos “columnas”, la de derecha y la de izquierda, del “árbol sefirótico.

Se ve que la escala ofrece así un simbolismo muy completo: es, podría decirse, como un “puente” vertical que se eleva a través de todos los mundos y permite recorrer toda su jerarquía, pasando de peldaño en peldaño; y, a la vez, los peldaños son los mundos mismos, es decir, los diferentes niveles o grados de la Existencia universal. La escala debe considerarse como apoyada en tierra por su parte inferior, lo cual significa que, para nosotros, nuestro mundo  es el “soporte” a partir del cual debe efectuarse el ascenso.

En otro orden de cosas,  los números son sinónimos de Ideas, y esas Ideas se refieren por ejemplo a la unidad, al binario, a la tríada, completamente distintos entre sí, pero que al mismo tiempo pueden designar la misma energía pero en diversos grados de expresión.

El simbolismo del Santo Grial va más allá de las apreciaciones de los diferentes dogmas y creencias.  Se trata de un icono que proyecta una conexión entre el ser humano y su olvidado origen divino. En concreto y refiriéndonos al ser humano el cáliz al completo estaría representando la personalidad que hay que purificarla, habilitarla, para ser el receptáculo del Verbo.  “El Santo Grial es la copa que contiene la preciosa Sangre de Cristo”, de ahí que el hombre debe hacer crecer a su Cristo interno para llegar a la realización.

El símbolo de la Cruz representa la manera como se llega a esta realización por la comunión perfecta de la totalidad de los estados del Ser en expansión integral en dos sentidos, vertical y horizontal que se cruzan en el centro, donde tiene lugar la comunión perfecta de todos los estados del Ser.

Hay infinidad de símbolos que cada cual irá descubriendo y voy a hacer una breve referencia al  FUEGO  que es un símbolo esotérico y místico muy antiguo y según se nos dice en todas las tradiciones, es el vehículo de la unión con la divinidad.  El fuego es el símbolo del alma en perpetua sed de reintegración, es la síntesis de las transformaciones de los otros tres elementos –tierra, agua y aire-.  El fuego se relaciona con el corazón, y también se identifica con el sol, el vehículo de la luz que es propiamente el símbolo del alma.

Finalmente vamos a hacer mención a la simbología de la PALABRA y nos vamos apoyar en las palabras de la Biblia. Cristo, como todos los grandes Maestros se expresaba con analogías, y sus grandes relatos son parábolas, o lo que es lo mismo, son símbolos que cada quién va a  descubrir su auténtico significado en la medida que su evolución se lo permita. Siempre digo en este sentido que la justicia de Dios es absoluta, cada uno va a entender según lo que se haya capacitado, según lo que haya trabajado y servido, y entonces es cuando se nos dará el ciento por uno, se irá despertando la Intuición y poco a poco la Sabiduría, fuentes directas que nos permiten ver LA VERDAD, sin dudas y sin velos.

Cristo utilizaba mucho la simbología y podemos recordar frases como:
 “No se puede servir a dos señores”. “No juzgad”, “Perdonad”, “No te he dado los talentos para que los entierres”, “Mi Reino no es de este mundo”, … . Sin embargo parece que frases tan sencillas y tan claras no las entendemos y en nuestra vida brillan por su ausencia. Sí que rebuscamos frases del más elevado nivel que quizás ni entendamos, pero que nos hacen quedar como muy espirituales. ¿Cuánto practicamos de la verdad?.

Confundimos como cultura con conocimientos espirituales, y este tipo de conocimientos consabiduría, y no es lo mismo. Podemos tener cultura y ningún o poco conocimiento espiritual; igualmente podemos aprendernos de memoria  conocimientos espirituales y no haber alcanzado la sabiduría. Por eso es que no sería bueno que practicáramos el engaño, ni hacia los demás ni hacia a nosotros mismos.

El auténtico significado de los símbolos llegará a nosotros cuando estemos en posesión de la sabiduría y esta no se consigue con una varita mágica.

Vamos a seguir con frases o expresiones simbólicas de la Biblia:

-          “Jesús echa a los mercaderes del Templo”. Difícilmente vemos pasajes del Maestro con formas violentas. Seguramente que en esta ocasión tampoco las utilizó, pero ¿qué se nos querrá dar a entender?.  Muy posiblemente que de vez en cuando tenemos que ser firmes en nuestros criterios y actitudes.

-          “lo que hagáis a uno de éstos a mí me lo hacéis”. Puede estar hablándonos de la fraternidad, del UNO que somos.

-          “¿Quiénes son mi padre, mi madre y mis hermanos?, estos son mis hermanos, señalando a la multitud”. Creo que todavía no lo hemos entendido porque seguimos pensando que solamente son hermanos los de sangre.

-          “Perdonad setenta veces siete”. Es igual a decir no juzgues y perdona siempre porque cada cual va por su punto evolutivo y nada sabemos del otro, “conócete a ti mismo”.

-          “No se puede servir a dos señores”.  Es incompatible el materialismo, el egoísmo, la separación de razas, clases, y todo lo que son apegos a la materia, con la vida espiritual. 

-          “No todo el que dice Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos”.  El Reino de Dios no lo va a conseguir el que ore mucho y se de golpes de pecho, sino el que cumpla la voluntad del Padre.

-          “Por sus obras los conoceréis” Posiblemente nos está incitando a que nos desarrollemos espiritualmente y solamente nos dejemos guiar por el Maestro interior, aprendiendo a distinguir lo real de lo irreal.

-          “Vende lo que tienes y repártelo a los pobres”. ¿Nos estará diciendo que no podemos tener dinero? Pienso que muy posiblemente todas las riquezas que tengamos en cada etapa de nuestras vidas son para emplearlas bien y nunca manejarlas como el usurero.

-          “Es más difícil que un rico entre en el Reino de los Cielos que un camello por el ojo de una aguja”. Se enlaza esta frase con la  anterior y a mí me dice que verdaderamente es difícil administrar correctamente el dinero porque en el mundo es una gran arma de poder y podemos caer en el error de dejarnos engañar pensando que es nuestro y que podemos hacer lo que queramos con él.

Naturalmente que todas las respuestas que he dado a cada una de estas frases, pueden ser infinitamente mejores y quizás más acertadas, pero no se trata de saber más que el otro, más bien se trata de que profundicemos en la vida para ir encontrando LA VERDAD.



Ana Castro Valle.



                                                                                                         


sábado, 14 de marzo de 2015

LA APLICACIÓN DE LA CIENCIA DE LA RESPIRACIÓN Textos del Maestro D.K. “El Tibetano”

LA APLICACIÓN DE LA CIENCIA DE LA RESPIRACIÓN
Textos del Maestro D.K. “El Tibetano”


Se han dicho y enseñado muchas cosas sin sentido acerca de la ciencia de la respiración. Muchos grupos imparten instruccio­nes peligrosas sobre la respiración ‑peligrosas porque están ba­sadas en el conocimiento teórico y sus exponentes nunca las han practicado mayormente, y también peligrosas porque algunos gru­pos simplemente explotan, con fines lucrativos, a aquéllos que no están preparados para ello. Afortunadamente para la mayoría de los aspirantes, la información e instrucción es inconsistente, inexac­ta y con frecuencia inocua, aunque en muchos casos produce reac­ciones significativamente malas. El propósito del aspirante común es tan débil que no puede cumplir oportunamente con los innume­rables requisitos diariamente y en forma persistente, ni dedicar la atención que sería la garantía para un éxito dudoso, no exis­tiendo peligro en tales casos. Muchos grupos ocultistas explotan el tema a fin de erigir un misterio y presentar una atracción al in­cauto, de modo que sus adherentes tengan algo en qué ocuparse y así adquirir fama como ocultistas eruditos y bien entrenados. Cualquiera puede enseñar ejercicios de respiración. Más bien con­sisten en inhalaciones y exhalaciones periódicas, medidas y espa­ciadas, de acuerdo al deseo del instructor. Donde se realice un esfuerzo persistente se obtendrán resultados, y serán general­mente indeseables, pues el instructor común pone el énfasis sobre la técnica de la respiración y no sobre las ideas que ‑ por la ener­gía que esta respiración engendra ‑ deberían tomar forma en la vida del discípulo.


Toda la ciencia de la respiración está erigida alrededor del em­pleo de la Palabra Sagrada OM. El uso de dicha Palabra debiera estar limitado únicamente a los aspirantes que se han comprome­tido seriamente a hollar el Camino, pero su empleo ha sido difun­dido y prescrito por muchos instructores inescrupulosos, especial­mente los swamis llegados de la India, que se hacen pasar por san­tos, obteniendo que las incautas mujeres de Occidente caigan en sus redes. La Palabra es empleada sin ninguna intención espiri­tual sino simplemente como un sonido que, llevado sobre el alien­to, produce resultados síquicos que indican a los crédulos su pro­funda espiritualidad. La dificultad reside en que la respiración está inevitablemente relacionada con el OM, pero los efectos dependen del motivo y de la intención interna establecida. El oriental, a menos que haya alcanzado la cuarta o quinta inicia­ción, no tiene una verdadera comprensión del occidental, de su mecanismo ni de su equipo que, como resultado de una civilización y de un modo de vida particular, difieren ampliamente de los del oriental. En Oriente, el problema del instructor o Gurú consiste en tomar personas negativamente polarizadas y hacerlas positivas. En Occidente, las razas son por lo general de actitud positiva y no necesitan un entrenamiento como el que se le da al oriental. ¿Qué quiero significar exactamente al hacer esta afirmación? Quiero decir que en Oriente, el factor voluntad (la cualidad del primer aspecto) se halla ausente. El oriental, particularmente el habitante de la India, no posee voluntad, el incentivo dinámico ni la capacidad para ejercer esa presión interna sobre sí mismo que traerá resultados definidos. Por esta razón, esa civilización parti­cular es tan inadaptable a la civilización moderna; el pueblo de la India hace pocos progresos en lo que respecta a la ordenada vida municipal y nacional, estando muy atrasado en lo que res­pecta a la vida civilizada moderna. Generalizando, el occidental es positivo, y necesita la fuerza rectora del alma, pudiendo obtenerla con muy poca enseñanza. La raza Aria está obteniendo hoy una fusión entre el aspecto voluntad, la mente y el cerebro. No pasa lo mismo en Oriente. Allí sucederá más adelante.

No tengo la intención de dar algún ejercicio de respiración que los discípulos o aspirantes pudieran emplear, o probablemente abusar de ellos. La primera responsabilidad consiste en ser cons­cientes de los impulsos dentro de sí mismos, los cuales podrían im­peler a los centros a la actividad y producir así condiciones y acontecimientos en el plano físico. Cuando estos impulsos están clara y firmemente establecidos en la conciencia mental del discípulo, nada evitará que emerjan, a su debido tiempo, a la luz del día. Pero han de seguir un proceso ordenado de gestación y aparecer cuando corresponde.

Cuando hay verdadero idealismo, recto pensar, más una com­prensión del vehículo de expresión y del mundo de las fuerzas en que la idea ha de ser lanzada, entonces el estudiante puede seguir sin peligro ciertos ejercicios de respiración programados, y la segunda fase o el resultado de una respiración rítmica establecida aparecerá. Esto es inspiración.


Los ejercicios de respiración tienen un efecto puramente fisio­lógico cuando no están impulsados o motivados por el pensa­miento dirigido y no son el resultado del aferramiento y logro de un punto de tensión por parte del aspirante. Mientras se lleva a cabo el proceso de aspiración y exhalación, debe mantenerse una clara línea de pensamiento activo, para que el aliento (al ser expelido) sea cualificado y condicionado por alguna idea. Es aquí donde fracasa tan a menudo el aspirante común. Por lo general se halla tan intensamente ocupado con el proceso de dirigir la respi­ración y la expectativa de algunos resultados fenoménicos, que ol­vida el propósito vital de la respiración: energetizar y agregar cua­lidad a la vida de los centros por medio de algún pensamiento proyectado y presentado, expresando cierta y determinada idea emitida. Allí donde falta esta estructura de pensamiento idealista, los resultados de la respiración serán prácticamente nulos o –- don­de hay resultados de cualquier tipo en estas circunstancias— no estarán relacionados de ninguna manera con el pensamiento, sino que serán de naturaleza síquica. Entonces, pueden producir un desarreglo síquico duradero, porque la fuente emanante de la actividad es astral y la energía proyectada va a centros que se hallan situados debajo del diafragma, nutriendo así la naturaleza inferior, enriqueciendo y fortaleciendo su contenido astral y, por ello, aumentando y profundizando el espejismo. Les resultados pueden ser también fisiológicos, estimulando al cuerpo etérico, lo que conduce al fortalecimiento de la naturaleza física, produciendo a menudo serios resultados, pues el aliento es llevado a centros que deberían estar en "proceso de elevación", tal como se lo denomina esotéricamente; esto aumenta su potencia física, nutre los apetitos físicos y hace la tarea del aspirante muy difícil cuando trata de su­blimar la naturaleza inferior y arraigar o enfocar arriba del diafragma o en la cabeza, la vida de los centros.
Entonces, se acrecienta el espejismo y maya y, durante la vida en que estos ejercicios son mal aplicados, el aspirante permanece en una condición estática y sin beneficio. Cuando aspira o inhala, extrae el aliento de su propia aura, su "círculo infranqueable" áuri­co nutre a la naturaleza inferior y establece un círculo vicioso den­tro de sí mismo, que se fortalece diariamente, hasta que está com­pletamente envuelto por el espejismo y maya, que constantemente establece y restablece. Los centros inferiores se vitalizan continua­mente, llegando a ser extremadamente activos, y el punto de tensión desde el cual el aspirante trabaja se encuentra enfocado en la perso­nalidad y no en el alma; el estar consciente de lo excepcional de la respiración especial y la expectativa por los resultados fenoménicos, impiden la entrada a todo pensamiento, excepto las reacciones infe­riores de naturaleza kama‑manásica, la cual fomenta la emoción y aumenta enormemente el poder del cuerpo astral, y con frecuen­cia los resultados fisiológicos son también poderosos y notables, como ser un gran desarrollo del tórax y la fortificación de los músculos del diafragma. Algo de esto puede verse en el caso de los cantantes de ópera. El canto tal como ahora se enseña es  la manifestación de algún aspecto inferior de la respiración y en el caso de los citados cantantes produce un gran desarrollo del tórax, intensifica la emotividad, trae inestabilidad en la manifes­tación de la vida, que a menudo denominan temperamento, y el canto queda totalmente sometido a la naturaleza astral.

Existe un método superior y más eficaz de canto, por el cual se obtiene un punto de tensión diferente e involucra un proceso de respiración que extrae la energía necesaria de fuentes superio­res y más amplias que las comúnmente empleadas, lo cual traerá la inspiración que implicará completamente al hombre y no despertará simplemente su reacción emocional hacia el tema de su canción y su auditorio. Esto dará lugar a un nuevo método de canto y de respiración basado en una forma de respiración mental, que llevará la energía y la inspiración consiguiente, pro­veniente de fuentes que se hallan fuera del aura de la personalidad. Aún no ha llegado el momento para esto. Mis palabras serán poco comprendidas hoy, pero en el próximo siglo los can­tantes sabrán extraer las reservas de la inspiración por medio de una nueva técnica y un nuevo método de respiración. Tales técnicas y ejercicios se enseñarán prudentemente en las nuevas y futuras escuelas esotéricas.

La inspiración es el proceso de cualificar, vitalizar y estimu­lar la reacción de la personalidad ‑vía los centros‑ hacia ese punto de tensión donde el control del alma se hace presente y evidente. Es el modo por el cual la energía del alma puede inun­dar la vida de la personalidad, irrumpir a través de los centros, expulsando todo lo que obstaculiza, liberando al aspirante de todos los espejismos y maya que aún quedan, perfeccionando un instrumento mediante el cual pueda escucharse la música del alma, y más adelante la cualidad musical de la Jerarquía. No ol­viden que el sonido compenetra todas las formas; el planeta mis­mo tiene su propia nota o sonido; cada diminuto átomo tiene su sonido; cada forma puede ser evocada en la música y cada ser humano tiene su cuerda particular, y todas las cuerdas contribu­yen a la gran sinfonía que la Jerarquía y la Humanidad están ejecutando y ejecutan ahora. Cada grupo espiritual tiene su pro­pio tono, si puedo emplear una palabra tan inadecuada, y los gru­pos que colaboran con la Jerarquía producen incesantemente música. Este ritmo de sonidos y esta miríada de acordes y notas se fusionan con la música de la Jerarquía, y tal sinfonía se enri­quece continuamente; en el transcurso de los siglos, estos sonidos se unirán lentamente y fusionarán entre sí hasta que algún día la sinfonía planetaria que Sanat Kumara está componiendo, habrá terminado y nuestra Tierra hará una notable contribución a los grandes acordes del sistema solar, lo cual constituye una parte intrínseca y real de la música de las esferas. Entonces, como dice La Biblia, los Hijos de Dios, los Logos planetarios, cantarán al unísono. Tal será el resultado de la correcta respiración, del ritmo controlado y organizado, del verdadero y puro pensar y de la ar­moniosa relación de todas las partes del coro.



Reflexionen sobre este tema, considerándolo como ejercicio de meditación, y así adquirirán inspiración.

miércoles, 4 de marzo de 2015

CHAKRAS: LA SOLEDAD EN RELACIÓN CON EN EL DESPERTAR DE LOS CHAKRAS EN LA HUMANIDAD:PONENCIA PARA EL ENCUENTRO DE MÁLAGA (7, 8 Y 9 DE NOVIEMBRE 2014)

PONENCIA DEL ENCUENTRO DE MÁLAGA (7, 8 Y 9 DE NOVIEMBRE 2014), PRESENTADA POR ANA CASTRO


LA SOLEDAD EN RELACIÓN CON EN EL DESPERTAR DE LOS CHAKRAS EN LA HUMANIDAD:

- DÓNDE ESTÁN SITUADOS LOS CHAKRAS
- DESPERTAR DE LOS CHAKRAS
- HAY TÉCNICAS PARA DESPERTAR LOS CHAKRAS?
- KUNDALINI



LOS CENTROS O CHAKRAS.

Los chakras forman parte de la anatomía oculta del hombre. La palabra chakra" es sánscrita, y significa rueda o lotos, aludiendo en ambos términos respectivamente a su forma redonda y a su representación mediante el símbolo de una flor de loto. Estos chakras existen en todo ser humano, aunque son centros ocultos, es decir, no visibles ni materiales, ya que pertenecen al cuerpo sutil o etérico.

Los chakras se corresponden con los diversos grados de la manifestación en el macrocosmos, y con los diferentes niveles de la personalidad humana, que al fin no son sino una reproducción en pequeño, microcosmos, de los grandes niveles de la manifestación cósmica. Los chakras son centros psíquicos del cuerpo que están en actividad en todo momento, tanto si tenemos conciencia de ellos como si no.

Los chakras o centros de fuerza son también puntos de conexión o enlace por los cuales fluye la energía de uno a otro vehículo o cuerpo del hombre. Esto quiere decir que existen chakras no sólo en el cuerpo etérico, sino también en el astral y mental, teniendo todos ellos una interrelación  necesaria. Existen numerosos de estos centros por todo el cuerpo, sin embargo de entre ellos hay que destacar, por su basta importancia, a siete. Cada uno de estos 7 chakras principales, tiene su propia singularidad, ya sea en color, ubicación, forma y división, símbolos, facultades o poderes que otorga.

LOS SIETE CHAKRAS

1.Centro básico, en la base de la columna vertebral “MULADARA”, con  cuatro pétalos. Están dispuestos en forma de cruz, irradiando fuego de color anaranjado.

2.Centro sacro o Umbilical, con seis pétalos de color naranja amarillento

3. Centro plexo solar. Diez pétalos. Color rosado con mezcla de verde.

4. Centro cardíaco. Doce pétalos. Color oro resplandeciente.

5. Centro laríngeo. Dieciséis pétalos. Color azul plateado, predominando el azul.
Los centros de la cabeza son dos:

6. Entre las cejas “CENTRO AJNA”. Noventa y seis pétalos. La mitad del loto de color rosa y amarillo; la otra mitad, azul y púrpura.

7. En la cima de la cabeza “CENTRO CORONARIO”. Doce pétalos principales, de color blanco y oro, y 960 pétalos secundarios, dispuestos alrededor de los doce pétalos centrales. Esto hace un total de 1068 pétalos, en los dos centros de la cabeza, o sea 356 triplicidades. Estas cifras tienen un  significado oculto.

Resumimos: 1º en la base del espinazo; 2º en el ombligo; 3º en el bazo; 4º en  el  corazón; 5º  en la garganta; 6º entre ceja y ceja; 7º en la coronilla. Además de éstos hay en el cuerpo otros centros dinámicos que no vamos a considerar.


Estos siete centros dinámicos se corresponden con los siete colores y las siete notas, y los tratados hindúes los relacionan con ciertas letras del alfabeto y determinadas modalidades de vitalidad. También se les da poética semejanza con las flores, asignándoles a cada uno de ellos cierto número de pétalos.

Es la vida la que se distribuye a través de los chakras, uniendo lo superior con lo inferior, haciendo descender del triple espíritu, cada vez más fuego, realizando para el cuerpo causal, lo que el Ego o Alma para los tres vehículos inferiores de la personalidad.

Obliga a la unificación de lo superior con lo inferior, y atrae la vida espiritual. Cuando se ha realizado esto, cuando cada vida consecutiva percibe una acrecentada vitalización de los centros y cuando el kundalini, en su séptuple capacidad, hace contacto con cada centro, entonces, hasta el cuerpo causal resulta inadecuado para la afluencia de vida que desciende de lo alto. Los dos fuegos se unen, si puede expresarme así, y con el tiempo el cuerpo egoico desaparece; el fuego consume el Templo de Salomón, se destruyen los átomos permanentes y todo queda reabsorbido en la Tríada. La esencia de la personalidad, las facultades desarrolladas, el conocimiento adquirido y el recuerdo de lo que ha  ocurrido, forman parte del bagaje del Espíritu y, con el tiempo, llega al Espíritu o Mónada en su propio plano.

Los centros reciben en la iniciación una nueva afluencia de capacidad vibratoria y de poder, que en la vida exotérica da por resultado:

1. El refinamiento y la sensibilidad de los vehículos, que al principio puede ocasionar mucho sufrimiento al iniciado, pero que produce la capacidad de responder, lo cual compensa ampliamente el dolor incidental.

2. El desarrollo de la facultad psíquica, que puede provocar también momentánea angustia, pero que oportunamente conduce al reconocimiento del yo uno en todos los yoes, objetivo del esfuerzo.

3. La consumación de la trama etérica, por el gradual despertar del kundalini y su exacta progresión geométrica, con la consiguiente continuidad de conciencia que capacita al iniciado para utilizar conscientemente el factor tiempo en los planos de la evolución.

4. La gradual comprensión de la ley de vibración como aspecto de la ley fundamental de construcción, la ley de atracción, donde el iniciado aprende conscientemente a construir, a manejar materia mental para perfeccionar los planes del logos, a trabajar con esencia mental y a aplicar la ley en los niveles mentales, afectando con ello el plano físico. El movimiento se origina cósmicamente en niveles cósmicos, ocurriendo lo mismo en el microcosmos. Tenemos aquí una insinuación oculta que revelará mucho si reflexionamos sobre ella. Durante la iniciación, en el momento de la aplicación del Cetro, el iniciado conoce conscientemente el significado de la Ley de Atracción en la construcción de formas y en la síntesis de los tres fuegos. Su progreso dependerá de su capacidad para retener ese conocimiento y aplicar la ley.

5. El Hierofante trasmite al iniciado la energía manásica superior, y así le permite conocer y reconocer conscientemente el plan destinado a su centro grupal, a través del estímulo enormemente acrecentado. Esta fuerza desciende del átomo manásico permanente por intermedio del antakarana y se dirige al centro que el Hierofante, de acuerdo a la ley, considera debe ser estimulado.

 6. El Iniciador estabiliza la fuerza y regula su afluencia, al circular a través del cuerpo egoico. De modo que, cumplido el trabajo de desenvolvimiento, puede ser revelado el séptimo principio en el Corazón del Loto. El loto se abre más después de cada iniciación y empieza a brillar la luz en su centro -luz o fuego que finalmente se va abriendo camino hasta los tres lotos del santuario, permitiendo ver la plena gloria interna y manifestarse el fuego eléctrico del espíritu. Debido a que esto se lleva a cabo en el segundo subplano del plano mental (donde está ahora situado el loto egoico), tiene lugar el correspondiente estímulo en la sustancia densa que forma los pétalos o ruedas de los centros, en los niveles astral y etérico.

Sobre este tema nos dice el Maestro Tibetano que se enumera aquello sobre lo cual no es posible dar mayor información, porque implica demasiado peligro:

1. El método para despertar el Fuego Sagrado.

2. El orden de su progresión.

3. Las formas geométricas que adquiere al elevarse.

4. El orden en que se desenvuelven los centros, de acuerdo al rayo del Espíritu. 

La complejidad es excesiva.

Podemos  darnos cuenta de que cuanto más se estudia el tema, más abstruso se hace. Se complica por la actuación de los rayos, por el lugar que el individuo ocupa en la escala de evolución, por el despertar desigual de los diferentes centros, en relación al tipo de vida que lleva el hombre. Su complejidad aumenta por la triple naturaleza de los mismos (etérica, emocional y mental), por el hecho de que algunas personas tienen un centro emocional completamente despierto, mientras que el mental está pasivo. 

Los CENTROS 6º y 7º (que son independientes de los demás), están respectivamente relacionados con el CUERPO PITUITARIO y la GLANDULA PINEAL, y solamente se ponen en acción cuando el hombre alcanza cierto grado de desarrollo espiritual.

Aquí debemos hacer una llamada de atención porque en muchos casos la prisa del ser humano por llegar a la meta le hace cometer muchos errores a los que desgraciadamente nos apuntamos con mucha facilidad, y así se habla de técnicas para despertar o desarrollar la glándula pineal. La única técnica que nos conduce con seguridad a la meta es nuestro desarrollo espiritual, hollar el Sendero.

Las siguientes razones ponen de manifiesto porqué el sendero es tan difícil de hollar y el  proceso de ascenso más difícil a medida que se alcanzan los escalones más altos.   Se debe:
1. Purificar cada cuerpo.

2. Reajustar y alinear.

3. Repolarizar.

4. Reconstruir prácticamente.

5. Dominar cada subplano, del cuarto en adelante, pues en el cuarto se inicia la vida del aspirante.

6. Despertar gradual, cuidadosa y científicamente cada centro; intensificar la rotación y electrificar la radiación, si así fuera posible expresarlo,  y manifestar su fuerza a través de la dimensión superior.

7. Vincular magnéticamente cada centro etérico plenamente alineado con los centros correspondientes de los cuerpos mental y emocional, de modo que no se entorpezca la afluencia de fuerza.

8. Despertar nuevamente cada centro mediante el Fuego Sagrado, hasta que las radiaciones, la velocidad y los colores, se hayan armonizado con la nota egoica. Esto es parte del trabajo de Iniciación.

Hombre avanzado es aquel que une los dos centros mayores -coronario y cardíaco- en un instrumento sintético, y cuyo centro laríngeo vibra al mismo ritmo. Entonces tiene la voluntad y el amor fusionados en servicio armónico, y la actividad del físico inferior es trasmutada en idealismo y altruismo. Al llegar a esta etapa el hombre está preparado para despertar el fuego interno. Sus cuerpos están suficientemente refinados para resistir la presión y la precipitación; nada contienen que sea perjudicial para su progreso; los centros son objeto de una sintonización suficientemente elevada, como para recibir el nuevo estímulo. Cuando esto se ha realizado llega el momento de la iniciación, en que el servidor, en cierne, de la humanidad, llega ante su Señor con el deseo purificado, el intelecto consagrado y un cuerpo físico que es su servidor y no su amo.

El verdadero estudiante procura desviar la conciencia de sus cuerpos físico y emocional y dirigirla a las regiones del pensamiento o al cuerpo mental inferior. Alcanzado esto, procura trascender su mente inferior y polarizarse en el cuerpo causal, utilizando el antakarana como canal de comunicación entre la mente inferior y la superior.   

La meditación ocultista nos ayuda grandemente a alinear nuestros cuerpos con el alma y junto con el servicio actúa como elemento purificador y vinculador entre el yo inferior o personalidad y el Yo superior. 

Durante la meditación, el estudiante trata de establecer contacto con la llama divina, su Yo superior, y se pone  en  armonía  con  el  fuego  del  plano  mental.  Cuando  la  meditación  es  forzada  o  practicada  muy violentamente, sin efectuar antes el alineamiento entre los cuerpos superior e inferior, vía el emocional, este fuego puede actuar sobre el fuego latente en la base de la columna vertebral {denominado kundalini), y hacerlo circular prematuramente.   Esto causaría la desorganización y destrucción en vez de la vivificación y el estímulo de los centros superiores. Hay un camino geométrico espiroidal apropiado, que este fuego debe seguir, y depende del rayo a que pertenece el estudiante y del tipo de vibración de sus centros superiores. Sólo ha de permitirse que este fuego circule bajo la instrucción directa del Maestro y sea distribuido conscientemente por el estudiante mismo, siguiendo las instrucciones verbales específicas del instructor. A veces el fuego puede ser despertado y ascender correctamente en espiral sin que el estudiante sepa lo que está ocurriendo en el plano físico, pero en los planos internos lo sabe, sólo que no ha hecho descender ese conocimiento a la conciencia del plano físico. 


TANTRA Y KUNDALINI   

Nos dice  El Tibetano:  La columna vertebral (desde el ángulo de las ciencias esotéricas) alberga un triple hilo. Es la exteriorización del antakarana, compuesto por el propio antakarana, el sutratma o hilo de vida y el hilo creador. Este triple hilo dentro de la columna vertebral está compuesto por lo tanto de tres hilos de energía, los cuales han abierto para sí, en la sustancia dentro de la columna, un “triple camino de entrada y de salida”. A éstos se los denomina en terminología hindú: los senderos de ida, pingala y sushumna, y juntos constituyen el sendero de vida para el hombre individual, entrando en actividad en forma secuencial y de acuerdo al tipo de rayo y etapa de evolución. El sendero de sushumna sólo es empleado en forma correcta y sin peligro, cuando se ha construido el antakarana y la Mónada (Espíritu) y la Personalidad se relacionan, aunque sólo sea  mediante un hilo muy tenue. Por lo tanto la Mónada, el Padre, el aspecto voluntad, puede llegar a la personalidad en forma directa y despertar el centro básico, y con ello fusionar, unificar y elevar los tres fuegos.

El fuego kundalini, sobre el cual tanto se ha enseñado y escrito en Oriente y cada vez más en Occidente, en realidad es la unión de los tres fuegos, enfocados en el centro básico, por un acto de la voluntad iluminada, impulsada por el amor. Estos fuegos unificados son elevados mediante el empleo de la Palabra de Poder (emitida por la voluntad de la Mónada), y llega a integrarse y vivificarse por la autoridad conjunta del alma y la personalidad. Por lo tanto, cuando el ser humano llega a hacer esto con plena conciencia, es un iniciado que ha pasado la tercera iniciación. Sólo él puede sin peligro elevar este triple fuego desde la base de la columna vertebral al centro coronario.

De acuerdo a la interpretación común de los esoteristas ignorantes en los diversos grupos ocultistas, el fuego kundalini es algo que debe ser “elevado”, y cuando se logra, entonces todos los centros entran en actividad funcionante y los canales, hacia arriba y hacia abajo de la columna vertebral, quedarán libres de toda obstrucción. 

Esta es una peligrosa generalización y lo contrario de la realidad. El fuego kundalini podrá ser elevado y ascendido hacia el cielo cuando todos los centros hayan despertado y los canales de la columna vertebral no estén obstruidos. La remoción de las obstrucciones es el resultado de la vivencia de los centros individuales que, debido a la potencia de su vida, son por sí mismos eficaces para destruir todo impedimento y obstrucción. También pueden “quemar” todo lo que impide su radiación. Lo que generalmente sucede en esos casos accidentales (que producen tanto daño) es que el aspirante, debido a su curiosidad ignorante y por un esfuerzo de la mente (no de la voluntad espiritual, sino estrictamente como una expresión de la voluntad de la personalidad), logra despertar el inferior de los tres fuegos, el fuego de la materia, el fuego por fricción, lo cual quema y destruye prematuramente la red etérica del cuerpo etérico. Esos discos o redes circulares se hallan entre cada par de centros a lo largo de la columna vertebral y también en la cabeza. Generalmente son disipados por la pureza de vida, la disciplina de las emociones y el desarrollo de la voluntad espiritual.

KUNDALINI SUS PELIGROS

Solemnemente prevengo a todos los estudiantes contra cualquier intento en el sentido de despertar esta tremendísima fuerza sin adecuada tutela, y la guía de un Maestro experimentado en el tema; porque yo mismo he presenciado muchos casos de las terribles consecuencias de una ignorante y mal aconsejada intromisión en estas gravísimas materias. La fuerza ígnea es una tremenda realidad, uno de los fenómenos capitales de la naturaleza, y no es cosa de juego ni que se pueda manejar a la ligera, sino tan peligrosa en manos inexpertas como en las de un niño la dinamita. Verdaderamente se ha dicho de ella: «Libera a los yoguis y esclaviza a los insensatos.»

Uno de los más frecuentes efectos de la prematura actualización de la serpiente ígnea es que entonces fluye cuerpo abajo en vez de cuerpo arriba, excitando con ello groserísimas pasiones, con tal intensidad que no le cabe al hombre resistirlas porque se ha puesto en acción una fuerza contra la cual está tan perdido como el nadador ante las fauces de un tiburón. Tales son los sátiros y monstruos de depravación que se hallan entre las garras de una fuerza incomparablemente superior a toda humana resistencia.

Muchos desean ensayar el mayor número posible de experimentos porque se creen aptos para recibir las más elevadas enseñanzas y adelantar cuanto quiera en su desarrollo; pero pocos se resignan a ir mejorando pacientemente su carácter, a dedicar tiempo y trabajo a una labor útil a la Sociedad, y esperar a que un Maestro le advierta que ya está en disposición de recibir cuanto otros anhelan. No pierde su perpetua oportunidad el viejo aforismo: «Buscad primero el reino de Dios y su justicia, y lo demás se os dará por añadidura» (C.W.Leadbeater)

Es importante que seamos felices, como lo indica el Maestro, aunque ciertamente no vivimos para la felicidad. Creo que muchos olvidamos el deber de la felicidad. No la consideramos como un deber, a pesar de que lo más enfáticamente eso es. Es parte necesaria del avance espiritual. Aquel que siempre esta apesadumbrado y deprimido por lo que acontece jamás puede avanzar. Es muy importante que seamos más sensitivos, porque a menos que nos pongamos en esa condición no podremos responder instantáneamente a la señal del Maestro. ( C.W. Leadbeater)

EL FUEGO SERPENTINO

YA sabemos que esta ígnea serpiente, llamada en sánscrito kundalini, es la manifestación física de una de las grandes fuerzas del universo, una de las energías del Logos.  

La Voz del Silencio llama al kundalini "fuerza ígnea" y "madre del mundo". Por extraños que parezcan estos nombres están justificados, porque en verdad es como fuego líquido que fluye por el cuerpo en dirección espiral a modo de movimiento serpentino. En cuanto al nombre de "madre del mundo" se le da porque activa nuestros diversos vehículos, de suerte que se nos  abren uno tras otro los mundos superiores.

En el cuerpo del hombre, está localizada la serpiente ígnea en la base del espinazo, según ya dijimos; pero en el hombre vulgar permanece latente y dormida durante toda la existencia terrena; y en verdad vale más dejarla dormir hasta que la moralidad del hombre llegue a suficiente nivel y su voluntad sea lo bastante recia para gobernarla y sus pensamientos de sobra puros para arrostrar sin peligro su actualización. Nadie ose jugar.  

Uno de los más frecuentes efectos de la prematura actualización de la serpiente ígnea es que entonces fluye cuerpo abajo en vez de cuerpo arriba, excitando con ello groserísimas pasiones, con tal intensidad que no le cabe al hombre resistirlas porque se ha puesto en acción una fuerza contra la cual está tan perdido como el nadador ante las fauces de un tiburón. Tales son los sátiros y monstruos de depravación que se hallan entre las garras de una fuerza incomparablemente superior a toda humana resistencia. Acaso adquieran algunos poderes supernormales; pero les pondrán en contacto con un bajo orden de evolución incompatible con la humana, y para emanciparse de tan horrible esclavitud necesitarán más de una encarnación. En verdad que no exagero el horror de semejante estado, como acaso hiciera quien de oídas lo contara sin testimonio personal. Yo mismo he tratado a individuos sujetos a tan espantosa suerte, y con mis propios ojos vi lo que les sucedía. Hay una escuela de magia negra que adrede emplea siniestramente el kundalini con objeto de vivificar los bajos centros dinámicos que jamás emplean los discípulos de la Buena Ley.

Aparte de este peligro capital, entraña otros muchos de siniestra índole la prematura actualización de la serpiente ígnea, porque intensifica en general la naturaleza del hombre y estimula las malas y bajas cualidades mucho más fácilmente que las buenas.  Por ejemplo, en el cuerpo mental se despierta luego la ambición y no tarda en hincharse extraordinariamente. Cabe en lo posible que también despierte poderoso talento, pero irá acompañado de un orgullo satánico como no se concibe en el hombre vulgar. No presuma el hombre de poder habérselas con toda fuerza que en su cuerpo se levante, porque la serpiente ígnea no es una fuerza ordinaria, sino algo irresistible. Desde luego que ningún inexperto debe intentar siquiera despertarla, y si por acaso la despertara algún accidente, ha de consultar enseguida con un entendido en la cuestión.

Echará de ver el lector que de propósito he omitido la explicación del modo de actualizar la serpiente ígnea ni tampoco señalé el orden en que una vez actualizada pasa por los diversos centros dinámicos, pues no puede intentarse en modo alguno sin expreso mandato del Maestro, quien cuidará de su discípulo durante las diversas etapas del experimento. Solemnemente prevengo a todos los estudiantes contra cualquier conato en el sentido de despertar esta tremendísima fuerza sin adecuada tutela, porque yo mismo he presenciado muchos casos de las terribles consecuencias de una ignorante y mal aconsejada intromisión en estas gravísimas materias. La fuerza ígnea es una tremenda realidad, uno de los fenómenos capitales de la naturaleza, y no es cosa de juego ni que se pueda manejar a la ligera, sino tan peligrosa en manos inexpertas como en las de un niño la dinamita.

Verdaderamente se ha dicho de ella: "Libera, a los yoguis y esclaviza a los insensatos."

En cuestiones como ésta, se figuran algunos estudiantes que habrá para ellos particular excepción de las leyes naturales o que la especial intervención de la Providencia les librará de los efectos de su locura. Seguramente que no sucederá nada de esto, y quien insensatamente provoque una explosión es muy fácil que resulte su primera víctima. Muchas tribulaciones y desengaños se ahorrarían los estudiantes si comprendieran que en todo cuanto con el ocultismo se relaciona significamos exacta y literalmente lo que decimos, y que es aplicable a todos los casos sin excepción. Las leyes capitales del universo no conocen el favoritismo.






Textos extraídos de las enseñanzas del Maestro D.K. “El Tibetano”, y de C.W. Leadbeater.

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