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miércoles, 31 de diciembre de 2014

“EL ANTAKARANA” Relación entre la Personalidad fusionada con el Alma, el discipulado y el proyecto de construcción del Antakarana.(ACV.)

 “EL ANTAKARANA”


Relación entre la Personalidad fusionada con el Alma, el discipulado  y el proyecto de construcción del Antakarana.





Antes de disertar sobre el Antakarana puede ser oportuno que nos hagamos una serie de preguntas, algunas de ellas prácticamente incontestables, pero que en su conjunto nos pueden aportar una idea del TODO, de LA UNIDAD.

¿Quién es Dios?. Se habla en los escritos  sagrados y en la Sabiduría Eterna del “Innombrable y Aquél del que nada puede decirse”. A mí me parece que es una indefinición totalmente sabia porque nos conduce a hacernos una idea de una entidad grandiosa, inconmensurable, de quien nuestras propias limitaciones nos impiden hablar y definir acertadamente.

A pesar de todo cualquier ser humano es capaz de pensar que este universo en el que estamos inmersos y del que formamos parte, se rige por unas leyes que lo sostienen  y que al hombre no se le puede atribuir su autoría, por mucha capacidad e inteligencia que tenga. ¿Qué nombre podremos darle a tal Hacedor? Hablamos de Dios.

Podemos hacernos otras preguntas menos importantes como:

¿Qué produce un melocotonero?: melocotones

¿Qué son los hijos de los asnos?: asnos…

¿Qué son los hijos de Dios?: …..  dejo la respuesta para cada uno, porque a mí, educada en una religión establecida, en su día, me costó mucho trabajo aceptar tal respuesta.

¿Cómo está formado el hombre?: Por un cuerpo físico/etérico, cuerpo astral y cuerpo mental.

¿Qué es el alma?: La intermediaria entre el espíritu y la materia, entre el espíritu y la personalidad.

¿Qué función tiene esa relación alma/personalidad?  Que el alma humana, esa semilla divina en el hombre, con la ayuda de la personalidad, penetre en las profundidades de la materia, aprenda y se desarrolle. Es algo que yo no entendí durante un tiempo porque yo me decía ¿pero si el alma es perfecta cómo se va a desarrollar?. Como ya hemos dicho el alma humana es la semilla divina y esa semilla, como todas las semillas tiene que germinar y crecer dentro de su vehículo de expresión que es la personalidad, y ello no es posible hasta que en el ser humano no se despierte la conciencia. 

¿Qué hacen alma y personalidad hasta que se despierta la conciencia? Se ignoran mutuamente porque el alma sabe que no tiene vehículo que le responda y la personalidad es ignorante del alma.

¿Cómo despierta la conciencia? En esa analogía de la que hemos hablado, de la semilla, y siguiendo con la misma, sabemos que toda semilla para que germine se tiene que introducir en las profundidades de la tierra, se pudre, y ya putrefacta echa raíces, tallo, hojas, flores y frutos. O sea que antes de crecer se ha hecho un gran recorrido hasta la putrefacción. Trasladándolo al ser humano todos sabemos o deducimos que hemos ido despertando a fuerza de cometer errores. Son esos errores los que nos hacen despertar y preguntándonos ¿POR QUÉ?; una y otra vez no encontramos respuesta. No entendemos que nos ocurran tantas desgracias, tantos sufrimientos, y es lo único que nos hace despertar, el habernos entregado al materialismo, a las emociones, a las pasiones, y al egoísmo y como consecue3ncia nos llega el dolor. Cuando se inicia el dolor ya va sabiendo el alma que tiene un espacio en esa personalidad, y sigue dando toques y la personalidad va respondiendo unas veces mal y otras bien.

¿Cuál es el objetivo de esta relación? Que la personalidad se sutilice, se purifique,  se redima y el alma tome posesión de su vehículo la personalidad y entonces, después de todo ese trabajo, pasa a ser un “alma encarnada”.

¿Cómo estaría el mundo con todas las almas encarnadas, todas las almas expresándose sin trabas a través de su vehículo, la personalidad? Sin lugar a dudas que no tendríamos problemas, que no habría disputas, ni envidias, ni soberbia, ni rencores, ni hambre, ni paro, ni enfermedad, y  sí habría absoluto respeto por todas las razas, todas las ideologías, todas las creencias, porque tendríamos algo mucho más importante todavía que es EL AMOR SIN SENSIBLERÍA, es decir “EL AMOR”.

Ahora vamos a preguntarnos

¿Qué es el Antakarana?.  Antes de responder repetiremos  una vez más el principio de que “la energía sigue al pensamiento”, y ahora de forma muy elemental vamos a decir que el Antakarana es la denominación que se da al puente de luz que une la personalidad con el espíritu.  
¿Cómo se crea ese puente de luz?  Con la imaginación creadora y la consiguiente respuesta práctica. La meditación en este trabajo sigue siendo fundamental porque suele ser en las meditaciones cuando se crean las más perfectas formas mentales.
Alma, personalidad, discipulado y Antakarana, son realidades y conceptos de suma importancia en la vida espiritual.

El ser humano de lo primero que es consciente es de su personalidad, si bien durante muchas vidas percibe un concepto erróneo, así como erróneo también es el uso que se hace de ella, sobre todo hasta que no se llega a descubrir que el hombre no solamente es el cuerpo físico, el de emociones o astral y el cuerpo mental, constituyendo  los tres la personalidad. Llega un momento en la vida del ser humano en que descubre que tiene un componente fundamental que es el Alma. Por mucho tiempo no tiene conocimiento del papel que el alma humana desempeña, pero el alma está ahí esperándonos hasta que hace acto de presencia.

La comunicación entre el espíritu y la personalidad no sería posible sin la intermediación del alma. La personalidad es absolutamente indispensable para el alma y el alma es absolutamente indispensable para la personalidad. En la medida en que la personalidad va siendo consciente, va trascendiendo la materialidad física, astral y mental y pasa a ponerse a disposición del alma. Son tiempos de confrontaciones entre personalidad y alma porque no entendemos ni comprendemos muchas cosas y hay que ir eliminando fricciones. Cuando hemos andado el camino preciso y hemos adquirido experiencia como aspirantes, nos toca hacer el trabajo de alineamiento, integración y fusión de la Personalidad con el Alma.

Así vamos hollando el Sendero y seguimos preguntándonos por multitud de cosas que seguimos sin entender y por contradicciones que se nos hacen patentes y que tenemos que resolver. Simplemente estamos dando los pasos necesarios para ser discípulos, para adquirir el desarrollo que nos permita ser útiles a los Maestros, a la Jerarquía y al Plan, para lo cual también tenemos que ejercitar la Voluntad y superar las pruebas que nos reafirmen en el Camino. 

Estamos hablando de un verdadero entrenamiento esotérico que es el  modo de servir porque el esoterismo auténtico nos conduce a la Esencia, al SER, al reconocimiento del mundo invisible y de los diversos estados de conciencia, deducidos de la cuidadosa aplicación diaria de la verdad, tal y como cada uno pueda captarla.

El Antakarana podemos decir que es el propio Sendero que vamos construyendo paso a paso, así como la araña  teje su hilo. Es el camino de retorno que desarrollamos en nosotros mismos hasta llegar a nuestra fuente de origen, al Padre. El Antakarana es el hilo de la conciencia, desarrollado por el Alma y no por la Mónada. La fusión del alma y la personalidad es la primera gran unión en el Camino de Retorno a la Casa del Padre.

El proceso es que el alma del mundo introduce su hilo de conciencia en todas las formas, en todas las células del cuerpo y en todos los átomos. Igual proceso lo realiza el alma humana con respecto a la personalidad, y la personalidad ya fusionada con el alma hace el mismo trabajo con el fin de construir el Antakarana entre la mente superior y la mente inferior.  

Quiere decir que hemos tenido que redimir la materia, desmaterializarla para que las vibraciones de alma y personalidad sean compatibles y llegue el momento en que sea el alma la que rija, produciéndose la fusión. Esta fusión se produce a través de conocimiento, meditación, autodisciplina, autocontrol y servicio, y todo ello nos va permitiendo el reconocimiento de estados espirituales y mundos de ser hasta ahora desconocidos. La finalidad de toda la práctica de la meditación consiste en desarrollar conscientemente los reconocimientos divinos, que posibilitarán finalmente actuar con inteligencia dentro de los mundos internos. La recompensa es grande, pero el trabajo interno a realizar es difícil y nadie lo puede hacer por nosotros.

El trabajo esotérico es ante todo subjetivo, una actividad consciente dentro de los campos de conciencia que trasciende todo lo hasta ahora conocido. Concierne al descubrimiento y comprensión de la naturaleza del alma, por lo tanto a lo universal y no a lo individual que es lo que habitualmente preocupa a la mayoría de los seres. Este trabajo hace que la riqueza de la vida subjetiva interna se exteriorice pura y libremente en forma de servicio. Nada puede impedir que se proyecte la conciencia ni que sea aprisionada, pues la vida y sus impulsos están regidos por el alma.

Durante la mayor parte de su experiencia, el alma humana está sometida al control de las energías inferiores. La fusión del alma y la personalidad se produce como resultado de tender el puente entre el cuerpo físico y el etérico, extendiéndose posteriormente al astral y a continuación al mental. Uno de los extremos queda anclado en la cabeza y el otro en los pétalos del conocimiento del loto egoico.

Las energías que animan a la personalidad y al alma se mezclan y se fusionan en una sola, y los tres aspectos del alma, conocimiento, amor y voluntad y los tres mundos de la personalidad, se convierten en uno solo, produciéndose la primera gran unión en el Sendero de Retorno.

El Antakarana es el resultado del esfuerzo conjunto del alma y la personalidad en la construcción consciente del puente.

A partir de aquí tenemos pendiente la unión entre la personalidad fusionada con el alma y la Tríada Espiritual, con lo cual hay una intervención directa entre la Tríada Espiritual y la personalidad con la colaboración del alma. Una vez fortalecida la fusión del alma y la personalidad, el hilo creador entra en gran actividad, fusionándose los tres hilos y la mezcla predomina.

La fusión de alma y personalidad se hace gradualmente y habiendo llegado a cierto punto se hace evidente la necesidad creadora de la VOLUNTAD para tender el puente entre la Tríada y la personalidad a través del alma.

Podemos definir el Antakarana como la extensión del triple hilo (Tríada Espiritual, personalidad y alma). Técnicamente el Antakarana es la mente superior y la intuición de la Tríada Espiritual, más la mente individualizada del hombre mental fusionado con el alma. Es la fusión de los tres hilos y su proyección hacia los niveles superiores del plano mental, hasta que las mentes abstracta y concreta se relacionan por medio del triple cordón. Va desde un punto del cerebro directamente al mecanismo interno. Por su intermedio el hombre comienza a actuar conscientemente en todos los planos.

Al Antakarana también se le llama comúnmente puente “Arco Iris” porque contiene los colores de los siete rayos los cuales son radiaciones de luz, y ello es posible porque durante innumerables encarnaciones de la personalidad ha pertenecido a los siete rayos. Finalmente el rayo del alma domina, y en el Arco Iris “se  escucha la vibración de los rayos del discípulo y se ve la nota de su rayo”. Debe aclararse que no se introducen específicamente los siete colores o hilos. Esto sucede en forma automática.

La analogía del Antakarana la tenemos reflejada en el Nuevo Testamento con la parábola del Hijo Pródigo. El hijo le pide al Padre todas sus riquezas y el Padre se las entrega y lo deja en total libertad. Vive todas las experiencias que desea hasta llegar a arruinarse, y entonces de acuerda de su Padre y decide retornar. El Padre lo recibe con una fiesta porque ha vuelto el hijo que había perdido. He aquí nuestra vida con todas las riquezas que se nos entregan y he aquí el amor del Padre.

El Antakarana simboliza EL SENDERO

Ana Castro Valle.-

domingo, 28 de diciembre de 2014

CRISTO.- LA CORONA DE ESPINAS, SEGÚN LA FILOSOFÍA ROSACRUZ Trabajo presentado por José Mejía R.

CRISTO.- LA CORONA DE ESPINAS, SEGÚN LA FILOSOFÍA ROSACRUZ
Trabajo presentado por José Mejía R.

CONSIDERO QUE ES UNA REFLEXIÓN NECESARIA, PUES A VECES NOS COLOCAMOS EN LOS EXTREMOS  PARA VER EXCLUSIVAMENTE “RESURRECCIÓN”, Y TAMBIÉN ESTÁ LA CORONA DE ESPINAS, CUYO SIGNIFICADO SERÍA BUENO ANALIZAR. (ACV)



Esta conmemoración que el mundo cristiano acaba de celebrar hace dos días nomás, se toma de diferentes maneras en los corazones de las personas, pero generalmente producen alegría, paz y un impulso de generosidad inaudita entre los hombres de buena voluntad. Pocos conocen las profundas y cósmicas razones subyacentes que hace que estos acontecimientos cobren cada año una inusitada importancia para la Tierra y la vida que anima la creación. Lo que sigue nos da luz sobre este maravilloso suceso. JMR

PREGUNTA Nº 85: LA CORONA DE ESPINAS

¿Tiene alguna utilidad real el recordar cada año el sufrimiento de Cristo? ¿Si no la tiene, por qué la iglesia Cristiana no omite la Pasión y la Corona de Espinas, y concentra sus esfuerzos en celebrar la Pascua como tiempo de alegría?

Respuesta: La narración evangélica, en la forma que es leída usualmente por la gente de las iglesias, es únicamente la historia de Jesús, un carácter único, el hijo de Dios en un sentido especial, quien una vez nació en Belén, vivió sobre la tierra el corto espacio de treinta y tres años, murió por la humanidad después de muchos sufrimientos, y está ahora permanentemente exaltado a la diestra del Padre. Desde allí esperan que ha de volver a juzgar a los vivos y a los muertos, y celebran su nacimiento y su muerte en cierto tiempo del año, porque estos acontecimientos se supone que tuvieron lugar en fechas definidas lo mismo que el nacimiento de Lincoln, Washington, o la batalla de Gettysburg.

Al lado de estas explicaciones, que satisfacen a las multitudes que no son muy profundas en sus investigaciones relativas a la verdad, hay otra fase que está muy patente para el místico. Esta es la historia del amor divino y del perpetuo sacrificio que le llena de devoción hacia el Cristo Cósmico, quien nace periódicamente con el objeto de que nosotros podamos vivir y tener una oportunidad de evolucionar en este ambiente, porque él entiende desde ese punto de vista que sin tal sacrificio anual recurrente, esta tierra y sus presentes condiciones de progreso, serían una imposibilidad.

En el tiempo en que el Sol está en el signo celestial de Virgo (La Virgen) tiene lugar la Inmaculada Concepción. Una ola de luz y de vida solar Crística es enfocada sobre la Tierra. Gradualmente esta luz penetra más profundamente en la tierra, hasta que el Sol llega al trópico o punto de inflexión en la noche más larga y más oscura del año; la cual llamamos Navidad. Este es el nacimiento místico de un cósmico Impulso Vital que fecunda y fertiliza la tierra. Es la base de toda vida terrestre. Sin él ninguna semilla germinaría, ninguna flor aparecería sobre la Faz de la tierra, ni podrían existir el hombre ni la bestia, y la vida pronto se extinguiría. Por lo tanto hay una razón muy válida para el gozo que se siente en tiempo de Navidad. Así como el divino Autor de nuestro ser, nuestro Padre Celestial, ha dado el más grande de todos los dones al hombre, el Hijo, así también los hombres son impelidos a darse dones unos a otros. Entonces reinan sobre la tierra la alegría, la buena voluntad y la paz, aunque el hombre no comprenda las razones místicas, anualmente recurrentes, que existen para ello.

Así como un poco de levadura fermenta a toda la masa, así este impulso espiritual que impregna la tierra en el solsticio de invierno encuentra su camino a través de los meses de invierno, hacia la circunferencia, dando vida a todo lo que con él se pone en contacto. Aún los minerales no crecerían si este impulso de luz fuese retirado, y por el tiempo de Pascua (Hemisferio Norte) o cuando la tierra está en flor, cuando los pájaros comienzan a cantar, y los animales se aparean en la floresta, todos son imbuidos con esta gran vida Divina. Se ha dado totalmente, muere, y es de nuevo levantada para ascender a la diestra de nuestro Padre. Así es que la Navidad y la Pascua son puntos de inflexión que marcan el flujo y el reflujo de la Vida Divina anualmente prodigada, sin la cual sería imposible para nosotros vivir sobre la tierra. La Pascua también pone fin a la recurrencia anual del sentimiento festivo que experimentamos desde la Navidad hasta la Pascua, gozo que conmueve nuestro ser. Si somos completamente sensitivos, no podemos sino sentir la Navidad y la Pascua en el aire, porque una y otra están cargadas de amor, vida y gozo divinos.

¿Pero de dónde viene la nota de aflicción y sufrimiento que precede a la Pascua de Resurrección? ¿Por qué no podemos regocijarnos con un gozo sin mezcla de aflicción al tiempo en que el Sol es liberado y retorna a Su Padre? ¿Por qué esta Pasión, esta Corona de Espinas? ¿Por qué no puede esto dejar de ser considerado?

Para comprender este misterio es necesario enfocar el asunto desde el punto de vista del Cristo, y es necesario comprender total y completamente que esta oleada anual de vida que es proyectada en nuestro planeta no es simplemente una fuerza vacía de conciencia. Lleva consigo la conciencia toda del Cristo Cósmico. Es un hecho absolutamente cierto que sin El nada de lo que existe fue hecho, como nos lo dice San Juan en el capítulo inicial de su Evangelio. Al tiempo de la Inmaculada Concepción en Septiembre, este gran impulso de vida comienza su descenso sobre la tierra, y por el tiempo del solsticio de invierno, cuando tiene lugar el nacimiento místico, el Cristo Cósmico se ha concentrado completamente sobre y dentro de este planeta. Comprenderá usted que debe causar mucho sufrimiento a tan gran Espíritu el ser oprimido dentro de esta pequeña tierra nuestra y ser consciente de todo el odio y la discordia que exhalamos de día en día a través de todo el año. Es un hecho que no puede ser controvertido que toda expresión de vida viene a través del amor, y que, similarmente, la muerte viene a través del odio. Si el odio, y la discordia que generamos en nuestras vidas diarias, y el egoísmo, fuesen dejados sin antídoto, esta tierra sería devorada por la muerte.

Usted recuerda la descripción de la Iniciación dada en el Concepto Rosacruz del Cosmos. En ella se afirma que en la ceremonia que tiene lugar todos los días a medianoche, en el Templo etérico, de Alemania es el focalizar todos los pensamientos de odio y de violencia generados en el mundo occidental para que estos pensamientos sean allí desintegrados y transmutados, y que esta es la base del progreso social en el mundo. También es sabido que los santos se afligen y sufren grandemente con las violencias del mundo, con la discordia y el odio; que ellos emiten de sí, individualmente, pensamientos de amor y de bondad. Los esfuerzos asociados de órdenes tales como la de los Rosacruces son dirigidos por los mismos canales de esfuerzos cuando el mundo está tranquilo, en lo que se refiere a las actividades físicas y es, por lo tanto, más receptivo a la influencia espiritual a saber, a medianoche. A esa hora ellos se esfuerzan por atraer y transmutar estas flechas mentales de odio y discordia, sufriendo así su pequeña parte mientras tratan de despegar algunas de las espinas de la corona del Redentor.

Considerando lo anterior, usted comprenderá que el Espíritu de Cristo en la Tierra está, como dice San Pablo, verdaderamente gimiendo y como si estuviese de parto, aguardando el día de la liberación. Así es como El atrae todos los dardos del odio y de la ira. Estos dardos son la corona de espinas.

En todo lo que vive, el cuerpo vital irradia rayos de luz a manera de cintas o banderas que flotan en el viento; estos rayos de luz provienen de la fuerza que se emplea en construir el cuerpo denso. Durante la salud estos rayos expulsan las toxinas del cuerpo y lo mantienen limpio. Similares condiciones prevalecen en el cuerpo vital de la Tierra, la cual es el vehículo de Cristo. Las fuerzas destructoras y venenosas generadas por nuestras pasiones son eliminadas por medio de las fuerzas vitales del Cristo, pero cada pensamiento o acto malo le ocasiona su propia proporción de dolor, y por consiguiente se convierte en una parte de la Corona de Espinas -es corona porque la cabeza siempre se ha creído que es el asiento de la conciencia. Deberíamos comprender que todo acto malo nuestro reacciona sobre el Cristo de la manera apuntada, y agrega otra espina de sufrimiento.

En vista de lo anterior podemos comprender con qué alivio El pronuncia las últimas palabras en el momento de liberarse de la cruz terrestre: ‘Consummatum est’. Por qué la recurrencia anual del sufrimiento, pregunta usted? Así como nosotros inhalamos continuamente en nuestros cuerpos el vitalizador oxígeno para que pase a través de su ciclo y vitalice y energetice el cuerpo entero; así como ese oxígeno muere para el mundo externo por el momento, mientras vive en el cuerpo, así como se carga en él con las toxinas y productos de desecho, y es finalmente exhalado en forma de bióxido de carbono, así también es necesario para el Salvador entrar anualmente en el gran cuerpo que llamamos la Tierra y tomar sobre sí todos los venenos que nosotros mismos generamos, para limpiarlo y purificarlo y darle una nueva garantía de vida antes de que finalmente El resucite y ascienda a su Padre.


Ref: Filosofía Rosacruz en Pregunta y Respuestas , Tomo II

miércoles, 24 de diciembre de 2014

NAVIDAD.- Trabajo presentado por Francisco Javier Ortiz y Loli Bermúdez

NAVIDAD 

Trabajo presentado por Francisco Javier Ortiz y Loli Bermúdez




 Celebramos estos días unas fiestas entrañables, La Navidad, que nos recuerda el nacimiento de Jesús-Cristo el “25 de diciembre”. Consideramos por ello que es un buen momento para intentar profundizar en el significado esotérico de la imagen de Cristo, su nacimiento y el propósito de su vida. Para ello recurriremos a las Cartas de Helena Roerich y al libro de Kabaleb “Cómo descubrir al Maestro Interior. Interpretación Esotérica de los Evangelios”.
Respecto al significado de Cristo escribe Helena lo siguiente:

“Al leer los vitales consejos y explicaciones de los Evangelios de los grandes trabajadores espirituales de las primeras centurias de la Cristiandad, uno ve claramente la gran confusión en la que está nuestra mente moderna. Para estos grandes Sabios el término "Cristo" significaba precisamente el principio divino más elevado en nosotros, justamente lo que significaba originalmente en los Grandes Misterios de la Antigüedad. Los términos "Krestos" y "Kristos" fueron tomados de los diccionarios de los Misterios paganos. Krestos, o neófito, es aquel que ha pasado por todos los sufrimientos y aprobado todas las pruebas en el último ritual de Iniciación. Luego el ungido se convierte en Cristo, "el purificado." Su personalidad finita se funde con su individualidad infinita y entonces, él se convierte en un Ego inmortal. La misma concepción de la palabra "Cristo" uno también la puede encontrar en la Epístola a los Galateos (4:19) y en la Primera Epístola a los Corintios (3:16), así como en el Evangelio de San Juan (15:4) y en el Evangelio de San Lucas (17:21)”.

“Verdaderamente, Cristo el Redentor mora en cada uno de nosotros. Tú ya sabes que para los primeros cristianos, así como por todo el mundo antiguo, la palabra "Christos" o Cristo, era sinónimo de Ego Superior. En este sentido, debería entender que Cristo es el Redentor de los pecados. Así pues, la redención de los pecados personales es llevada a cabo de manera perpetua, por el alma—el conductor y mensajero de Cristo—durante la larga cadena de las encarnaciones en la tierra de nuestro Ego individual. "El Cristo Crucificado está representado en cada ser humano, quien luego de alcanzar cierto grado de evolución debe descender a los infiernos y traer de regreso al estado normal o elevado al alma allí caída debido a los hechos ilegítimos de su ego inferior. En otras palabras, el Amor Divino debe alcanzar al corazón del hombre y debe conquistarlo y regenerarlo antes que él sea capaz de darse cuenta de la monstruosidad de sus pecados en contra de la Ley Divina. Esto puede ser alcanzado sólo a través de una completa fusión y unificación con el Elevado Ego o con la Ley Divina del Amor”.

“Debería estar claro que nadie puede perdonar o redimir los pecados de otros, pero ciertamente lo puede ayudar, en un momento específico, a abrir su corazón hacia su elevado Ego, y de esta manera despertar dentro de él las latentes fuerzas divinas. En su momento, estas fuerzas divinas beneficiarán el aura de aquel que ha ayudado y éste se convertirá en un participante de los buenos resultados causados por el beneficioso despertar de las fuerzas divinas en otro. Siempre la cooperación, en todo y en todas partes”.

“Todos los grandes Maestros que han aparecido en varias naciones y en varios países bajo diferentes imágenes, son las Puertas al Espíritu. Cada uno de Ellos es el Alfa y Omega y es así mismo con cada persona que ha encontrado y afirmado el principio de Cristo dentro de sí mismo. Tú recuerdas la expresión, "el microcosmo es como el macrocosmo." Todos conocemos que el término "Cristo" fue tomado del diccionario pagano y originalmente su significado era "Iniciado" o "Hierofante." El Cristo es nuestro Ego Más Elevado y purificado”.

Queda patente con estas lecturas la tergiversación y manipulación de la imagen de Cristo y su Enseñanza, con la intención de ocultar su verdadero significado y mantener en pie las estructuras sociales y religiosas que oprimen al ser humano, ya que EL CONOCIMIENTO NOS HACE LIBRES.

Una vez explicada la verdadera naturaleza de Cristo y su manifestación en cada ser humano, profundizaremos en el simbolismo esotérico de las circunstancias que rodearon su nacimiento de la mano del análisis realizado por Enrique Llop Kabaleb.

“Cristo es una fuerza que actúa en el interior del ser humano, y los hechos de su vida nos refieren cómo esa fuerza penetra en cada hombre empezando por nacer, hasta que, al morir, deja de ser una fuerza individualizada, expresándose por dentro como una tendencia particular para derramar su “sangre” sobre el conjunto de tendencias que forman nuestra personalidad anímica, convirtiéndolas todas a la dinámica crística”.

“No son los conocimientos intelectuales los que nos permiten avanzar en el sendero evolutivo, sino las transmutaciones que se operan en la personalidad y que éstas siempre se deben al impulso del deseo exaltado, cuando es ayudado por la mente en el empeño de conquistar más altos niveles”.

“La Vida de Dios es una historia que un día u otro ha de ser protagonizada por todos los hombres. El Ego Superior de cada ser humano la lleva impresa en su interior como si fuera una cruz y en cada una de nuestras sucesivas existencias interpretamos un episodio, un fragmento de esa historia divina … La Biblia nos refiere esa historia de Dios, o sea, nos anuncia los trances por los que todos tendremos que pasar, siendo alternativamente los Abraham del pacto con la divinidad, los habitantes de Sodoma que reciben el fuego del cielo, los José vendidos por sus hermanos, los que atraviesan el Mar Rojo, los Salomón y finalmente los Cristo, en los cuales la naturaleza divina y la humana actuarán al unísono para siempre jamás”.

“El nacimiento místico en nuestro fuero interno no depende de nuestra voluntad, que es la parte masculina que hay en nosotros, sino de que exista un terreno virgen, un cuerpo puro sin el cual el niño divino no podría nacer. Esta disposición de pureza se llama María y es la parte femenina de nuestra psique. Ahora bien, si hemos llegado a ese estado es porque previamente nuestra voluntad nos ha conducido hacia él. José representa la voluntad que ha creado ese estado virginal propicio al nacimiento del niño divino. Una vez creado, ese nacimiento se produciría sin que la voluntad-José interviniera, por obra del Espíritu Santo, que es quien ha de juzgar si nuestra preparación es la adecuada para recibir el niño. Así pues, esa parte del Evangelio relata unos hechos míticos que se repiten una y otra vez cuando, en un 25 de diciembre, nace la personalidad divina en el fuero interno de algún ser humano”.

“Jesús venía al mundo para realizar una obra redentora y era preciso que naciera a la hora en que las tinieblas son más densas y en la gruta que simboliza la oscuridad, ya que el objetivo de Jesús-Cristo era el de conseguir que la luz penetrara en las tinieblas”.

“Un ángel se apareció a los pastores para anunciarles el nacimiento del Salvador del mundo y todos ellos emprendieron el camino hacia Belén. Esos pastores (los hombres de buena voluntad) representan las tendencias humildes del alma humana, las que están creciendo y aún no han alcanzado los niveles del poder anímico”.

“La tendencia naciente supone una amenaza mortal para el reino de Herodes, ya que cuando esa tendencia se consolide y adquiera poder, inevitablemente Herodes dejará de reinar, es decir ya no nos interesará nada de lo que constituye la felicidad del hombre profano. Sabiéndose amenazado por la tendencia naciente, Herodes tomará medidas para destruirla”.

“Los magos de Oriente representan las tres fuerzas que hay en nosotros capaces de transformarlo todo, esas tres fuerzas que en el árbol kabalístico conocemos como Kether, Hochmah y Binah y que actúan en cada uno de nosotros como Voluntad, Amor/Sabiduría e Inteligencia Activa y Transformadora … Los magos ofrecieron al niño oro, incienso y mirra. El oro es atributo de la voluntad-Kether, administrada por nuestro espíritu inmortal, el Ego Superior. El incienso y la mirra representan las virtudes de Hochmah y Binah, la sabiduría y la fuerza cristalizadora que su Obra iba a necesitar.

Una vez que Cristo haya nacido en nosotros deberemos seguir sus pasos, esotéricamente hablando: la huida a Egipto (la tierra madre), formación espiritual, vida oculta, retirada al desierto, tentaciones, vida pública (iniciada con el bautismo), traición y crucifixión. Respecto a ésta última, que representa el final del ciclo y que da paso al nuevo ciclo iniciado con la resurrección, Kabaleb expresa lo siguiente:

“La cruz es el emblema del hombre que ha vivido plenamente las cuatro etapas de los trabajos que le ha sugerido su divinidad, las experiencias correspondientes al elemento Fuego, Agua, Aire y Tierra. Cuando todo este trabajo ha sido realizado, ya no queda más que cargar con esa cruz y clavar en ella nuestra alma para que el contenido de las experiencias, del saber, se derrame sobre la Tierra, en beneficio de todos los hombres, acelerando así su ritmo evolutivo”.

La comprensión de la Enseñanza de Cristo es fundamental e imprescindible para que la humanidad logre alcanzar su meta evolutiva en la ronda actual, el nacimiento del Niño-Dios en cada ser humano, para llegar al final de la última ronda convertido en un Hombre-Dios, un Arhat. De ahí la importancia dada a esta Enseñanza por Kabaleb y Helena Roerich en los siguientes textos:

Kabaleb: “Los hombres vuelven una y otra vez a la sinagoga de Jehová, vida tras vida, pero en ella encuentran ya, desde que Cristo vino, el camino de salida. Ese camino es la propia vida de Cristo, en la que él señalizó con sus acciones cómo lograr transmutar nuestra naturaleza interna y destruir todo lo desperdiciado que se acumula en nuestro historial, así podremos salir definitivamente del mundo de Jehová para instalarnos en el Reino.

El esoterismo cristiano que ha de desarrollarse en el siglo XXI no será esoterismo, sino la doctrina del Reino que se proclamará por los tejados, inaugurando así el milenio en que la enseñanza de Cristo florecerá en la Tierra y convertirá el mundo en un jardín del Edén”.

Helena Roerich: “La Enseñanza de Cristo recordó a la humanidad los amenazantes peligros e indicó el camino de la redención espiritual-el sendero a la salvación … El primer rayo de la Nueva Época resplandecerá con una nueva comprensión de la Enseñanza de Cristo. “Por tanto, aceptemos la aparición de Cristo como un signo sagrado y dejemos que la gente venere todas las señales del Camino Sublime”.

Esta Enseñanza de Cristo no será abanderada por ninguna religión, fructificará en nuestro interior porque NACERÁ DE ÉL, haciendo realidad en la humanidad la unidad, cooperación, lealtad, generosidad, compromiso, responsabilidad, sacrificio y manifestaciones del AMOR CRÍSTICO en todas sus actividades, que estarán encaminadas a la construcción de una Nueva Sociedad y un Nuevo País, cuyo único objetivo sea el reinado del Bien Común. Estos nuevos seres humanos reconocerán a La Jerarquía Espiritual de la Luz como Guía Conductora y Espiritual de la Humanidad y harán posible que el final del Kali Yuga (la edad negra) se haga realidad, dando paso al Satya Yuga ¡¡¡ la edad blanca !!! , que será establecida por el Señor del Mundo SANAT KUMARA.

A cada uno de nosotros corresponde la responsabilidad de contribuir a este bello propósito. Nuestra decisión hará posible el nacimiento de Cristo en nuestro interior. Cuando esto ocurra, podremos hacer nuestras las palabras pronunciadas por Vivekananda:

¡¡¡ Si yo hubiera vivido en Palestina en la época de Jesús de Nazaret, yo le hubiera lavado sus pies, no con mis lágrimas sino con la sangre de mi corazón !!!

Loli Bermúdez y Paco Ortiz os deseamos Feliz Navidad


Navidad 2014

lunes, 22 de diciembre de 2014

JESUCRISTO: EL MAESTRO JESÚS Y CRISTO (ACV.)

EL MAESTRO JESÚS Y CRISTO (ACV.)



Todos los buscadores y sabios que se han esforzado por estudiar y comprender la vida histórica de Jesús, han utilizado el único material del que disponían, y en una gran parte ha servido como base la transmisión oral. Podemos decir al respecto, que existe una doble literatura sagrada, entendiendo por texto sagrado una obra inspirada por el Espíritu.  Esta obra puede ser una invocación mística o un determinado conocimiento con relación a las leyes universales del mundo de la forma.  Cuando este conocimiento se expresa de forma escrita se hace con frecuencia, bajo una forma simbólica, con el fin de protegerlo de un uso egoísta e inmoral. Esta literatura, llamada sagrada, concierne exclusivamente al alma. Generalmente está constituida por oraciones y mantras de gran valor espiritual y su orientación es siempre la búsqueda de la comunión con lo Divino. Es a esta fuente a la que el gran sabio y poeta Kabir hacía referencia cuando escribía:

«No tengo ni tinta, ni papel, ni pluma en la mano.
De era en era, entrego mi mensaje eterno.
Vedas, Puranas, Corán y libros.
Todos han hablado de Él de distintas maneras.
Hindú, Turco,  Jainista, Yogui:
¡Ninguno ha comprendido el secreto!»

Kabir hubiera podido ampliar su lista añadiendo el Antiguo y el Nuevo Testamento.  Kabir,  al igual que todos los auténticos sabios, admite que algunos textos han sido escritos por seres inspirados, por conocedores del Ser, pero estos escritos no pueden ser, bajo ningún pretexto, la verdad que trasciende toda expresión conceptual escrita o hablada.

Cuando Pilatos preguntó a Jesús:  ¿Qué es la verdad?»  Jesús permaneció en silencio, ya que esta verdad no puede ser transmitida a través del pensamiento intelectual.

La lectura de los escritos alegóricos y simbólicos tiene de excepcional  para el buscador, que según sea su grado de madurez interior, encontrará el alimento que necesite. Para los menos avanzados, el texto será una pauta de conducta, pero para los más avanzados el mismo texto podrá revelar una ley universal. Esto es así, tanto para los textos sagrados como para los discursos. Jesús lo demostró en numerosas ocasiones cuando, por necesidad de ocultar la sabiduría, enseñó a través de parábolas: «A vosotros os ha sido dado conocer los misterios del reino de los cielos, pero a ésos no.»

Si la enseñanza esotérica es velada de esta forma en los discursos, mucho más  lo es en los escritos. De ahí que los historiadores no iniciados en los misterios se hayan visto perdidos en la interpretación de los textos que evocan la vida y palabras de Jesús.

A través de las muchas investigaciones sobre la vida de Jesús, se llegó a creer durante mucho tiempo que ya todo había sido dicho, hasta el día en que fueron descubiertas nuevas fuentes literarias, tales como los escritos gnósticos encontrados en Egipto y los escritos esenios del Mar Muerto. Más allá de los textos clásicos el estudio debe abarcar e integrar también los escritos nacidos del judaísmo, tales como el Talmud, así como el conjunto de escritos, llamados «apócrifos», descartados, precisamente,  por ser de naturaleza esotérica. No hay ninguna intención negativa respecto al valor que los judíos y los cristianos dan a sus respectivas religiones. La crítica podría estar exclusivamente en el sentido y la interpretación y no en la esencia de cada una de estas religiones.

Enunciado esto, nos preguntamos

¿Quién es el Maestro Jesús?  Y podemos decir que es el punto focal de la energía que fluye por medio de las varias Iglesias cristianas, pero fundamentalmente vamos a considerar a Jesús como el medio de encarnación de Cristo en la tierra. Es decir que Cristo encarnó en Jesús.

Mucho se puede decir de la vida de Jesús y de Cristo y mejor hacerlo con absoluto respeto  y responsabilidad y sin lugar a dudas, cada uno, desde su propio nivel de conciencia, no puede ser de otra manera, de ahí las diferencias. A partir de esta consideración, el respeto, la honestidad y la consciencia deben darse en grado sumo, porque es lo que corresponde y porque somos conscientes de que nadie puede traspasar ese “círculo no se pasa” ahora representado por la conciencia, con lo cual no podemos dejarnos invadir por la conciencia de nadie, ni nosotros invadir la de los demás; no puede haber nada más que respeto y ojalá que hubiera mucho amor y mucha compasión pues cuando se dan ambas cosas, hay sabiduría.

Tenemos que decir una vez más que la verdad absoluta no es propiedad de nadie y solamente nuestra propia evolución o nivel de conciencia es lo que nos va a permitir esa parte de verdad y cada cual tiene su propio límite que sería bueno reconocer, conocer y aceptar, lo cual nos haría mucho más comprensivos.

Se dice que la segunda venida de Cristo a la tierra ya se ha producido. Yo, honestamente, no puedo pronunciarme porque no lo sé y a mí, individualmente eso no me hace ni mejor ni peor. En este sentido sí que he pensado en las distintas posibilidades del retorno de Cristo a la tierra y una de ellas es que venga en forma etérica, y otra en forma física. No me representa  ningún problema la forma en que pueda producirse porque entiendo que si hubiéramos hecho que Cristo naciera y creciera en nuestros corazones querría decir que ahora mismo cada uno de nosotros seriamos un Cristo en la tierra y seguro que hacen falta muchos Cristos. Ahora mismo no estoy manejando dogmas ni palabras de nadie, estoy manejando mis propias palabras con mis propias limitaciones y tal y como ahora mismo puedo pensar.

Circulan muy distintas versiones sobre la vida de Jesús. ¿En qué nos puede influir todo esto a nosotros?  En primer lugar debo decir que hago mención de ello porque me parece necesario que seamos conscientes de esas variadas versiones que circulan con mayor o menor verdad, y con mayor o menor engaño que de todo puede haber. A mí particularmente todo esto me va diciendo que hay que poner los pies en el suelo y que hay que profundizar y mucho en lo verdaderamente espiritual, en la esencia, y que llegar a la divina indiferencia nos aportará todo lo necesario para no equivocarnos, y hablo de la divina indiferencia porque es de la mayor importancia. Si nosotros verdaderamente lo que buscamos es la verdad, los datos históricos nos van a afectar relativamente porque son datos concretos de mentes concretas, lo cual siempre tendremos que utilizar, pero también sabemos que va a llegar un momento, cuando ya hayamos explotado y desarrollado nuestra mente, que tendremos que trascenderla y la verdad nos llegará por vía directa. ¡Cuidado y no nos confundamos, a ver si ahora todos nos vamos a creer que ya somos seres iluminados! Tenemos que ser muy honestos y llegar al “conócete a ti mismo” con su mayor pureza; entonces llegaremos a saber cuándo estaremos en condiciones de trascender la mente concreta y llegar a la abstracta, sin intentar imponer a nadie lo que pensamos que ES. No se produce este proceso de la noche a la mañana, lleva un trabajo y un esfuerzo, con sus correspondientes crisis.

De todo este tipo de historias, se apropian personas muy documentadas y que a mí, en ocasiones, hasta me han alterado,  seguro que por mi falta de madurez espiritual y por no gozar todavía de “la divina indiferencia”, entiendo que no tenemos que estar ignorantes sino muy alerta para que llegado el momento cada uno de nosotros, seamos nosotros mismos con conocimiento de causa, para lo cual debemos tener conocimiento y, quien ya esté preparado, trascender la mente concreta y que le llegue la luz.

El ser humano es capaz de hacer infinidad de manipulaciones y generalmente por intereses terrenales e incluso por ignorancia propiamente dicha, así que podemos pensar que efectivamente, tanto con la vida de Jesús como con la de Cristo se ha podido manipular desde los distintos estamentos y que los propios historiadores escriben un mismo hecho de la historia según ellos lo han visto y también condicionados por sus preferencias, por quien a ellos les ha contado tal hecho, y a veces, según  quien a ellos les ha pagado. Desgraciadamente así es y no sé hasta cuándo será.

¿Qué pienso yo?  Que si todo es energía y todo es espíritu, cualquier manifestación de energía se puede expresar con formas y nombres diferentes. Nosotros mismos en las distintas vidas hemos tenido personalidades y nombres distintos, es lógico. De hecho lo que hoy somos es el fruto del recorrido de esas distintas existencias y personalidades, ¿qué nombres habremos tenido y qué profesiones habremos desempeñado?, ¡qué más da, nuestra esencia es la misma!

Cuando consigamos trascender la mente concreta para ver desde la abstracta, la verdad se hará patente y mientras tanto habrá errores (intencionados o no)  en las fechas, la geografía y los distintos nombres, pero de esto debemos ser conscientes.  A través  de la historia,  cada historiador sitúa un mismo hecho o un mismo personaje en un lugar u otro, en una u otra fecha y con unas u otras características según la ideología del propio historiador o del grupo que lo sustenta, así como y muy principalmente de su “luz”. Ahora bien,  los mensajes divinos tienen tanto peso, o la verdad tiene tanto peso, que pese a todas las posibles manipulaciones la luz siempre resplandece, pues al fin y al cabo "todo es energía" de primer Rayo, 2º ó 3º; eso es lo que quizás tenemos que ver en cada caso, que la manifestación de la energía se expresa de diferentes formas.

No tenemos más remedio que pensar que en todas esas versiones que circulan hay parte de verdad y parte de mentira, pero lo realmente importante es esa energía que los distintos avatares vienen a manifestar, y que en el caso de Cristo (con cualquier otro nombre que se le pueda dar y que históricamente se le haya dado) su energía es la del Amor-Sabiduría ¿qué importan los nombres, ni cuántas manifestaciones pudo tener en la tierra?, porque si una energía se manifiesta en distintas encarnaciones, lógicamente será con distintas formas y distintos nombres, con lo cual perfectamente caben ahí errores humanos, malas intenciones, interpretaciones y manipulaciones, ya que los que escriben la historia no son necesariamente Iniciados.

A la segunda venida de Cristo han hecho referencia, aparte de otros muchos,  Maestros como El Tibetano y Vicente Beltrán Anglada y ambos me merecen gran confianza, sin que por esto quiera decir que seamos o tengamos que ser copias exactas de uno u otro, pues estaríamos faltando a la lógica espiritual y a las más elementales líneas del esoterismo. Cada camino es uno, individual e intransferible, de ahí nuestras propias percepciones según las circunstancias y características.

Sobre la Cruz del Mártir del Calvario está definido el Misterio del Cristo con una sola palabra que consta de cuatro letras, INRI: Ignis Natura Renovatur Integram, es decir, El Fuego Renueva Incesantemente la Naturaleza. El Advenimiento del Cristo en el corazón del Hombre, nos transforma radicalmente. Cristo es la vida que palpita en el universo entero, es lo que es, lo que siempre ha sido y lo que siempre será.

Aunque Cristo nazca mil veces en Belén, de nada sirve si no nace en nuestro corazón. Aunque hubiese muerto y resucitado al tercer día de entre los muertos, si no muere y resucita en nosotros también, de nada sirve. El Cristo Íntimo, el Fuego Celestial, debe nacer en nosotros, y nace en realidad cuando hemos avanzado en el Trabajo Psicológico. El Cristo Íntimo debe eliminar de nosotros todo lo negativo. No sería posible la disolución de nuestros deseos, de nuestros apegos, de nuestra materialidad,  en tanto el Cristo interno no haya nacido y crecido en nosotros.

Podemos y debemos hacernos infinidad de preguntas con todas sus dudas, pero muy conscientes de que el camino lo tenemos que recorrer en soledad, experimentando y superando etapas, lo cual nos va a crear una absoluta compasión hacia nuestro hermano que al igual que nosotros tendrá que hollar su propio sendero, con aciertos y con errores. Hoy vamos a descubrir algo que mañana tendremos que modificar parcial o totalmente, porque  lo que hoy puede ser una seguridad absoluta para unos, para otros no lo es, y cada uno está en su derecho y en su deber de ir aclarando todas las dudas, no tanto con las teorías sino conjugando estas con las vivencias, y para eso, el esfuerzo hay que hacerlo, no conseguiremos nada sin esfuerzo.


Ana

sábado, 20 de diciembre de 2014

RAYOS: BREVE RESUMEN SOBRE “LOS SIETE RAYOS” Extraído de las nseñanzas de Djwal Kool, “el Tibetano”


RAYOS: BREVE RESUMEN SOBRE “LOS SIETE RAYOS”
Extraído de las nseñanzas de Djwal Kool, “el Tibetano” 

Los Siete Rayos son, en palabras de Alice Bailey, la base  toda la Psicología de la Nueva Era que estamos viviendo. A pesar de su complejidad, los más de veinte libros que Alice Bailey escribió a principios del siglo pasado -así como los anteriores de  Helena Petrovna Blavatsky,  tiñen de manera determinante el pensamiento de los libros fundamentales de crecimiento personal que han aparecido en Occidente durante las últimas décadas.  
Hace casi un siglo, Bailey empezó a transcribir las enseñanzas de su maestro, Djwal Kool, “el Tibetano”. Dicho maestro le reveló la estructura de todo el universo conocido y desconocido en función de Siete Rayos de cualidades bien concretas. Dichos rayos además de estar presentes en los objetos “inanimados” también determinan los campos de tu personalidad agregada, tu campo mental, emocional y físico. Además de describir las características de estos cuatro campos, va más allá y afirma que tu Alma individual también se ve afectada por la cualidad de un rayo concreto lo cual guarda una relación directa con tu propósito individual. 
Hasta finales del siglo pasado, sin un maestro muy avanzado en este sendero concreto, llegar a conocer cuáles eran tus rayos era una tarea árdua que requería de largas cuarentenas de meditación sobre todos los campos de ti mismo en relación a las cualidades de todos los rayos. Por fortuna, hace no muchos años y después de décadas de estudio, la Escuela Huber de Astrología Psicológica pudo correlacionar con gran precisión la composición de tus rayos a partir de tu carta natal.
LOS SIETE RAYOS
A continuación paso a resumir las características principales de cada rayo independientemente del campo al que se apliquen: 
Rayo I: Voluntad y Poder 
Rayo.-  Al Primer Rayo se le denomina de Voluntad o Poder porque los seres que pertenecen a él llegan al Poder a través de su fuerza de voluntad. El sendero de este Rayo es el más rápido pero también el más difícil. Hay muy pocos seres humanos actualmente que expresen las cualidades de este rayo porque muy pocos serían capaces de resistir la tremenda energía que supone la expresión del Primer Rayo en su estado puro. El hombre de Primer Rayo es un líder, y siempre se le encuentra al frente de la actividad que ha decidido emprender. Es un destructor de las formas cristalizadas. El método característico es la fuerza de voluntad. Estos seres son capaces de "conquistar el cielo por la violencia". 
Rayo II.- Amor y Sabiduría 
Rayo II.- El método de este rayo es el de reunir o juntar. Es el Rayo de la dualidad y en él se sintetiza el Amor y la sabiduría. El hombre de este Rayo siempre tiene deseo de adquirir conocimiento puro, independiente del conocimiento adquirido, por eso su mente siempre está dispuesta a escalar nuevas cimas para conseguir más comprensión, más sabiduría. Si no hay amor se vuelve frío y egoísta. Y si falta voluntad es inactivo. La fusión del amor y la sabiduría proporcionan al hombre del Segundo Rayo una inteligencia clara, y facilidad para enseñar a los demás su visión sintética. 
Rayo III.- Inteligencia Activa 
Rayo III.- Este es el rayo del pensador abstracto. Rige la filosofía, las matemáticas, la metafísica y también la Astrología. Mediante la imaginación captan la esencia de la verdad; son idealistas, impulsivos, soñadores y teóricos. El hombre de este Rayo debe estar en continuo movimiento y creación cuidando de realizar todo de forma desinteresada. Suelen ser poco prácticos y les encanta regodearse en sus propias acciones y creaciones. Los individuos del Tercer Rayo descubren el sendero a través de reflexiones filosóficas pero lo recorren mediante una actitud de entrega y servicio a los demás. 
Rayo IV.-  Armonía a través del conflicto 
Este es el Rayo de la lucha y la inestabilidad porque en él están presentes las cualidades de la actividad y de la inercia. Cuando rige la inercia la persona se siente atraída por las comodidades, arrastrándola a un estado de dejadez. Mientras que cuando están bajo la actividad se convierten en personas de gran valor, efectivas e intuitivas. Suelen crearse situaciones de mucha tensión como consecuencia del enfrentamiento de los pares de opuestos, pero son estas dolorosas experiencias las que les llevan a una rápida evolución. Las personas de Cuarto Rayo aman la belleza, la armonía, el color. Son personas sensibles y cariñosas, pero los continuos cambios de humor hace que algunas veces resulte difícil convivir con ellas. 
Rayo V: Conocimiento concreto 
El Rayo V es el rayo de la mente concreta, de la investigación científica. Los individuos de este Rayo aman los hechos. A pesar de que su punto de vista suele ser estrecho, les gusta actuar con lógica. Su principal problema es la rigidez mental, por ello es importante para él aprender a estudiar las cosas libre de todo prejuicio y aceptando el resultado tal y como es. El individuo de este Rayo es el más materialista de todos. El hombre de Quinto Rayo debe aplicar el conocimiento para adquirir fuerza interna y confianza en sí mismo. La disciplina interna y externa le aportan autoconfianza. El método para recorrer el Sendero es a través de la confianza en los demás y en sí mismo. 
Rayo VI: Devoción e Idealismo 
Rayo VI. El efecto de la actividad de este Rayo durante los últimos dos mil años ha sido entrenar a la humanidad en el arte de reconocer los ideales. A los ojos de las personas de este Rayo todo es perfecto o desastroso; es muy extremista. Sus fines humanitarios les empujan a sacrificarse. Son románticos, y necesitan entregarse a una causa. No son estadistas ni científicos, pero pueden ser magníficos poetas, amantes del arte, o grandes instructores cuando reconocen que sus cualidades pueden ser útiles a los demás. Les gusta pasar desapercibidos y cuando alguien les da una responsabilidad son cumplidores y efectivos. Los individuos de este Rayo recorren el sendero mediante la entrega y el servicio a los demás. 
Rayo VII: Magia y Orden Ceremonial 
Rayo VII. El hombre de este Rayo se deleita por todas las cosas realizadas en forma decente y ordenada. Se sienten motivados por todo lo que es noble, digno, ordenado. Su meta es hacer lo más conveniente y pronunciar la palabra correcta en el momento oportuno. A pesar de querer aparentar gran fuerza y suficiencia carecen de autoconfianza. Son grandes idealistas y sienten un profundo respeto por la libertad de las personas que conviven junto a ellas. Las personas del Séptimo Rayo son mentalmente abiertas, y aunque les cuesta reconocer sus errores suelen ser dóciles y predispuestas a cambiar su forma de pensar. Algunas virtudes características de los que pertenecen a este rayo son: el poder para crear orden, ritualismo y ceremoniosidad, sentido del tiempo y del ritmo y poder para coordinar grupos. 
Los cinco campos de tu Ser 
El funcionamiento del cuerpo humano es increíblemente complejo, como cualquier texto médico puede confirmar. Pero como sabemos, el Ser humano es mucho más que su cuerpo. El cuerpo de hecho, es el aspecto menos importante del sistema de energía humano - el aspecto más alejado del Yo esencial. 
Tus cinco campos. Para comprender al individuo real en su totalidad hay que reconocer y estudiar profundamente la naturaleza de su cuerpo, sus emociones, su mente, su personalidad agregada y, por último, su Alma o Ser Espiritual. 
Estos aspectos del ser humano existen, de acuerdo a la Escuela Arcana, en forma de "campos", del alguna forma análogos a los campos magnéticos o eléctricos que rodean e interpenetran a los objetos magnetizados o cargados eléctricamente. Voy a describir ahora las características y funciones de cada uno empezando del más denso al más sutil: 
Campo Físico 
Algunas de las funciones clave de tu campo físico son el movimiento, la acción, la coordinación, la recepción, la expresión, la vitalización y el anclaje. 
A menudo se repite en las Enseñanzas de la Sabiduría Perenne, que el cuerpo físico no es un principio, sino un autómata. Al hablar del campo físico, además de referirse al cuerpo físico que podemos ver y tocar, se está refiriendo también a un campo etérico o energético invisible pero que se puede sentir. Para la Escuela Arcana, el campo etérico es el verdadero cuerpo físico, y sus movimientos son responsables de las actividades más tangibles de su contraparte física y densa.
Mientras que en un sentido esotérico estricto, este vehículo es el menos importante, en nuestro actual etapa de evolución (y especialmente durante la encarnación) influencia nuestra vida profundamente. Comprendido y utilizado apropiadamente puede ser un instrumento de manifestación inestimable; mal comprendido y maltratado resultará ser una gran limitación, frustrando la demostración en el plano físico del individuo real y subjetivo. 
Campo Emocional 
El campo emocional tiene dos niveles principales: el superior es el nivel de los sentimientos potencialmente conscientes y en un nivel más inconsciente se encuentran las emociones. Como son inconscientes pero quieren ser vividas, muchas veces son compulsivas. Esto significa que, cuando recibimos un estímulo emocional, sencillamente reaccionamos. En el nivel superior consciente de los sentimientos encontramos los patrones que nos sirven para explicar las emociones. Así como el cuerpo etérico vitaliza al cuerpo físico, también tenemos unos sentimientos potencialmente conscientes que, en cierto modo son el motor de las emociones que vivimos. 
Si profundizamos más en el Campo Emocional podemos ver que tiene las siguientes funciones clave: deseo, contacto, apego, aspiración, evaluación, atracción, repulsión, miedo, humor -elevación y depresión emocional- y equilibrio. 
Campo Mental 
Durante décadas, científicos de todos los campos han realizado complejos estudios de las funciones mentales, pero sin llegar a un consenso acerca de la verdadera naturaleza de la mente. ¿Es el cerebro un producto de la fisiología? ¿O es una facultad o principio cuya existencia es independiente (aunque interactuante) de la substancia del cerebro? La Escuela Arcana y todas las tradiciones de Sabiduría Perenne apoyan esta última perspectiva. Estos procesos son reflejados -ya que tienen su correlato físico- en los procesos cerebrales, de ahí la posibilidad de confusión. 
Por tanto, la siguiente aproximación a la comprensión de la mente será cognitiva y psicológica más que fisiológica. Quienes han estudiado y meditado a fondo sobre su mente y sus procesos describen las funciones clave, operaciones y dinámicas características del campo mental del siguiente modo: creación de formas de pensamiento, poder de fijación del pensamiento, concentración, análisis, síntesis, asociación, conjuntación, clasificación, comparación y contraste, deducción e inducción, correlación, detección de causas y efectos, manipulación, ordenación, combinación, generalización y particularización, visualización creativa, señalización y designación, simbolización, memoria e intuición. 
Campo de la Personalidad 
Alice Bailey afirmaba que de igual modo que no todo las personas se expresan a sí mismas como Almas -porque no han alcanzado el alineamiento entre Alma y personalidad- tampoco todas las personas son personalidades. A menos que los tres vehículos o campos inferiores hayan sido integrados con éxito y pueden operar simultáneamente con eficiencia, no es técnicamente correcto describir al ser humano en cuestión como una personalidad. 
Sin embargo, incluso con antelación al momento de la completa integración de la personalidad, comienzan a ocurrir momentos transitorios de integración; en tales ocasiones uno puede ver a la "personalidad" en acción, y puede detectar la cualidad de rayo que eventualmente se manifestará con relativa consistencia, una vez que la fusión de la mente, las emociones y la naturaleza físico-etérica sea un hecho consumado e irrevocable. 
Dentro de las enseñanzas trascendentales, la personalidad ocupa un lugar ambiguo, porque tanto es valorada como depreciada. Por un lado, es el instrumento de expresión más valioso del Alma sintetizando los tres campos inferiores - los campos mental, emocional y físico. Por otro lado, es la principal oposición al Alma, impidiendo, bloqueando o distorsionando su expresión en este mundo terrenal. 
Más concretamente, podemos considerar la dinámica positiva de la personalidad como el principal medio de: 
-          Expresión del Alma en este mundo
-          Integrar los campos mental, emocional y físico y su resultado
-          Coordinar y dirigir la actividad del plano físico
-          Establecer la identidad del ego inferior, o identidad personal
-        Establecer auténtica autonomía, distinción de la masa y originalidad
-       Establecer la vocación preliminar. Y podemos considerar su dinámica negativa como el     principal medio de:
-          Obstaculizar el camino del (y hacia el) Yo Superior
-          Evadir o no lograr responder a la "llamada superior"
-          Limitar la expansión y rehusarse a crecer
-          Expresar egoísmo y separatividad
-          Ser egocéntrico y autoreferirse

Campo del Alma. 
El Alma en su propio plano es una entidad de gran desarrollo espiritual. Los principales intereses de esa entidad están bastante más allá de la común comprensión humana, y sólo son brevemente sugeridos en un pequeño número de pasajes de los libros del Tibetano. 
El Alma humana encarnada resulta afectada de siete modos diferentes, dependiendo de la cualidad de su rayo. Se puede reconocer la influencia del Alma en la medida en que afecta al crecimiento y desarrollo espiritual del ser humano en la vida diaria. A efectos prácticos y psicológicos dicha influencia se puede ver como la fuente de:

-          El mayor servicio y contribución
-          La verdadera vocación de uno
-          El autodesinterés y altruismo propios
-          La verdadera consciencia de uno mismo
-          La actividad más gozosa
-          El mayor sentimiento de significado
-          El sentido de lo sagrado
-          Los "deseos del corazón"

La naturaleza de tu propósito individual. 
Es de la más completa importancia que comprendas conscientemente quién eres. Tantas personas que afirman ser simplemente "ellas mismas" están realmente viviendo instintiva e inconscientemente, respondiendo a la vida con sólo una fracción de ellos mismos. Cuando dicen que responden espontáneamente a las impresiones, están simplemente respondiendo irreflexivamente. Responden de esa manera porque no tienen ningún concepto de su modelo de energía, o de cómo se relaciona con los modelos de energía de los demás, o del modelo de energía que está siendo expresado en su entorno como un todo. 
El enfoque hacia el propósito de tu vida demanda un agudo conocimiento de tu modelo de energía individual. Esto no significa que debas enfocar tus ojos de modo narcisista sobre ti mismo por siempre, sino que deberías comprender el modelo del sistema de energía propio (el modelo arquetípico espiritual, y el modelo personal), igual que un experto piloto comprende la estructura, el propósito y las limitaciones del aeroplano en el que vuela, o como un virtuoso comprende la función de cada parte de su instrumento musical, así como la forma de cuidarlo, como afinarlo y cómo manejarlo para que se convierta en el mejor vehículo posible para la expresión de su musicalidad. 
Desde luego, el instrumento humano es mucho más delicado, complejo y expresivo que cualquier instrumento hecho por el hombre. Y mientras que es bastante fácil alcanzar una "distancia objetiva" de cualquiera de éstos, es muy difícil distinguir el verdadero Yo (el Yo Transpersonal o Alma) de la mente, emociones y naturaleza física propias - i.e., del propio 'instrumento' personal. Las más habilidosas manipulaciones ejecutadas por el más logrado virtuoso no son nada comparadas con la tarea de 'tocar' consumadamente las energías y fuerzas de un instrumento humano afinado espiritualmente. 
Cada uno de nosotros tiene un propósito único en la vida. Hay algo que debes ser, algo que debes hacer. Cada uno de nosotros tiene (o más bien, es) un arquetipo espiritual que debe ser expresado en el tiempo y el espacio. Todos nosotros somos partes integrales e inseparables de una gran y totalmente inclusiva ENTIDAD, y se espera que cooperemos en SU propósito creativo manifestando nuestra naturaleza arquetípica. 
En nuestro presente estado de evolución, sin embargo, es fácil olvidar que cada uno de nosotros, esencialmente, es un arquetipo espiritual. Los mundos superiores no son fácilmente accesibles a la consciencia condicionada por el cerebro, e incluso en nuestros momentos más exaltados, resulta más fácil pensar que tenemos un arquetipo espiritual a pensar que somos un arquetipo espiritual. Aunque esta distinción es filosóficamente esencial, no tenemos por que preocuparnos demasiado por ella con tal que aprendamos a reconocer y manifestar ese arquetipo espiritual. 
De todos los numerosos propósitos que pueden animarte como ser humano, tu propósito más profundo es manifestar tu arquetipo espiritual. Este arquetipo espiritual (el cual es tu verdadera -aunque no última- identidad individual) puede desde un punto de vista esotérico ser considerado un patrón sutil de energías diferenciadas a partir de las cualidades de tus rayos en los cinco campos arriba descritos. 
La tarea ante cada uno de nosotros es muy simple de comprender, no importa lo difícil que pueda ser realizarla. Debes simplemente hacerte consciente de tu modelo único de energías, y ser fiel a ese modelo, actualizando de ese modo quien y lo que ya eres en esencia. 
Tu mayor alegría y tu mayor responsabilidad espiritual es volverte quien realmente eres, lo que significa expresar totalmente tu arquetipo espiritual - tu modelo e identidad espiritual. 
Desafortunadamente, la mayoría de nosotros, incluso si somos relativamente inteligentes, no reconocemos el verdadero patrón de nuestra identidad espiritual, ni reconocemos realmente nuestro lugar y función en el esquema más vasto de las cosas. A menudo ni siquiera reconocemos el patrón de nuestra identidad personal (que es un patrón menor sobre el que debe ser impuesto el modelo espiritual). Nuestro usual sentido de identidad es por tanto extremadamente limitado. Nuestro nombre, raza, nacionalidad, religión, origen familiar, unas pocas relaciones personales y grupales, y nuestra vocación mundana y pasatiempos a menudo definen los límites de nuestro autoconcepto. Si trabajamos bajo tal limitación de consciencia, nuestra respuesta a la vieja pregunta - "¿Quién soy?" - será siempre inexacta, limitada y confusa. 
Nuestra responsabilidad espiritual es la expresión de nuestra verdadera identidad. En esto no hay nada de egoísta. En vez de eso, al hacerlo estamos cumpliendo con nuestra responsabilidad hacia el todo mayor. Cada entidad dentro de la mayor ENTIDAD es un único patrón o diseño que debe expresarse a sí mismo si la totalidad del Diseño Universal ha de manifestarse. Por eso, si fallamos en descubrir quiénes somos, o fallamos en manifestar lo que descubrimos, el Gran Todo queda empobrecido debido a nuestra estupidez o nuestra negligencia. 

Por tanto, de alguna manera, a pesar de toda nuestra pequeñez e insignificancia, somos extremadamente significantes. Somos patrones irreemplazables dentro del Gran Patrón. ¡Estamos, literalmente, destinados a SER! Estamos destinados a manifestar nuestro verdadero Yo y la función de la psicología esotérica a través de los Siete Rayos es hacerlo posible.

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